jejeje bueno el toque de corneta era "calacuerda", pero al final era lo mismo..."deguello"
Y a proposito de la novela "Adios al Septimo de Linea", me recordaste estas palabras.
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"Adios al Septimo de Linea"
Batalla de Huamachuco
10 de Julio de 1883, Huamachuco, Perú.
Los mas de 3.000 peruanos bajo el mando del "Brujo de los Andes", General Andres Avelino Caceres, saborean la victoria frente a los 1.600 soldados bisoños chilenos del Coronel Alejandro Gorostiaga.
Sobre las faldas del cerro Sazon, la infanteria chilena, asi como el alto mando escuchan clara y fuertemente, los gritos de las tropas peruanas de "Victoria", "Viva el Perú", al tiempo que una banda avanza desde la ciudad de Huamachuco, tocando aires marciales, y las Iglesias hechan al vuelo sus campanas....la victoria del Perú parecia inminente.
Ufano de su Triunfo, el "Brujo de los Andes", ordena a su artilleria bajar del cerro Cuyurga, al valle, a fin de alargar su tiro y "machacar" mejor las posiciones chilenas.
Es en este momento en que el segundo jefe de los "Cazadores a Caballo" Mayor Sofanor Parra, apodado "El Inmotal" (por haber sobrevivido a todas las cargas de caballeria, desde Calama....
"Participó en la guerra del Pacífico y luchó heroicamente en el combate de Calama el 23 de marzo de 1879. Ascendió a Capitán y luchó en la toma de Pisagua el 2 de noviembre de 1879. Se destacó en el combate de Germania el 6 de noviembre de 1879 e hizo numerosas exploraciones en el desierto. Luchó en la batalla de Los Ángeles el 22 de marzo de 1880, en la batalla de Tacna el 26 de mayo de 1880, y en la toma del Morro de Arica el 7 de junio del mismo año. Luchó heroicamente en las batallas de Chorrillos y de Miraflores el 13 y el 15 de enero de 1881. Ascendió a Sargento Mayor Graduado el 23 de mayo de 1881 y participó en las campañas de la sierra. Luchó heroicamente en la batalla de Huamachuco el 10 de julio de 1883, en donde su carga de caballería decidió la victoria para el ejército chileno. Ascendió a Teniente Coronel en 1883 y en 1884 fue nombrado Edecán del Presidente Domingo Santa María.") impaciente al igual que sus hombres por entrar en accion, se dirige al lugar donde se encuentra el Coronel.
Al llegar el Mayor Parra, Gorostiaga exclamaba:
Coronel Alejandro Gorostiaga
"Por mil diablos.....por mas que los nuestros combaten como leones, los abruman los contrarios....estan en proporcion de 1 contra 4"
Mayor Sofanor Parra
"Mi Coronel no vamos hacer nada para evitar que los exterminen"
Coronel Alejandro Gorostiaga
"Que podemos hacer, sino bajar todos y morir con ellos"
Mayor Sofanor Parra
"Morir !!!!........Mis Cazadores solo saben matar mi Coronel, y estan intactos esperando........lancemos un ultimo ataque, a "la chilena" como decia mi General Baquedano,
""Que los infantes calen bayonetas y se avalancen al "deguello", y yo hare con mis jenetes un malon a la Araucana""........Morir matando si hay que perecer, pero no resignarse a la derrota......"
Coronel Alejandro Gorostiaga
"Cornetaaaa....
"Calacuerda", bajamos todos al valle a morir matando."
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Por supuesto el final es conocido.....
A las 6 de la mañana del día siguiente, el glorioso 10 de julio de 1883, comenzaba el feroz combate final cuando dos compañías del Zapadores, al mando del Capitán Ricardo Canales, bajaron al valle y corrieron hacia las faldas del Cuyurga. Dos batallones peruanos se les arrojaron intentando flanquearlos por el lado del cerro Prieto, por lo que Gorostiaga ordenó reforzar el grupo con dos compañías del Concepción, al mando del Teniente Luis Dell'Orto. Como tardó en llegar, Canales ordenó un feroz ataque de bayonetas, con el que lograron romper la línea enemiga que pretendía cerrarles el paso, pero comenzaron a replegarse sin dejar de disparar mientras se reunían con los hombres del Concepción.
En un inesperado error, Cáceres creyó que la retirada del primer grupo de atacantes chilenos era definitiva y ordenó que todos sus hombres se arrojaran cerro abajo, para aplastar al enemigo en el valle, mientras los siguió observando la escena desde la montura de su fiel caballo "Elegante".
Pero abajo, el resto de la fuerza chilena se concentró en una línea de defensa ordenada por Gorostiaga, que contuvo con energía a los peruanos y comenzó a provocarles grandes bajas. Por tres horas los chilenos lograron enfrentarlos a pesar de la inferioridad numérica, que casi le costó perder al flanco izquierdo del Capitán Julio Z. Meza y sus hombres del Talca. Apoyados con la artillería del Comandante Fontecilla, lograron mermar a sus atacantes con heroico poder de resistencia.
Al flaquear el flanco izquierdo, los soldados de Cáceres se concentraron por la derecha, tratando de rodear a los chilenos, y al principio pareció estar a su favor esta acción. Es aquí donde el "Brujo de los Andes" comete su segundo e insólito error, al ordenar que bajaran la artillería al valle atacando a los chilenos de frente.
Un insólito optimismo le había inundado a él y a sus hombres, los que, luego de tomar el pueblo, comenzaron a hacer sonar las campanas de la iglesia de Huamachuco en señal de victoria y a celebrar con orfeón musical como si el combate ya estuviese definido.
Gorostiaga ordenó al Mayor Sofanor Parra que lanzara un doble ataque de cazadores, por ambos costados de la masa en combate, mientras se realizaría un ataque frontal de infantería con las bayonetas brillando al sol. Parra hizo sonar el son de corneta y la caballería se arrojó colérica sobre el enemigo, al igual que los demás hombres.
La violencia y el poder de esta carga fue devastadora, destrozando a los peruanos y destruyendo la línea de fuego, para alcanzar después los cañones, con lo que Cáceres perdía su artillería.
Los chilenos de infantería, en tanto, irrumpieron con tanta agresividad que arrasaron al enemigo provocando escenas de pánico y terror, que llevaron a muchos de ellos a soltar sus armas y arrancar despavoridos del lugar. Los más valerosos se mantuvieron hasta el último momento en sus puestos, pereciendo atravesados por el corvo, la bayoneta o el sable.
Cáceres no podía creer lo que veía. Los sobrevivientes de sus hombres escapaban en completo caos y quedaba el valle alfombrado con los blancos uniformes ensangrentados de sus hombres. De pronto, advirtió que un pequeño grupo de caballería liderada por el Teniente Abel Policarpo Ilabaca, se acercaba peligrosamente hacia su posición, ante lo cual escapó en loca carrera. Los chilenos lo persiguieron por un largo tramo hasta que, de pronto, Cáceres llegó al borde de una quebrada dando su caballo un salto magnífico, que ha pasado a formar parte de la antología narrativa histórica peruana. Y la leyenda humana, de esta manera, escapó. Los caballos de los chilenos, al llegar a la misma quebrada, cansados por el combate, frenaron de improviso, obligándolos a ver cómo desaparecía en la distancia aquel general de proporciones míticas.
Culminaba, de este modo, la racha del ilustre "Brujo de los Andes". El episodio liquidaba, además, una mística que los peruanos se han negado a aceptar, en algunos casos, hasta nuestros días: el mito de la condición invicta del General Cáceres. En efecto, no es inusual encontrar fuentes peruanas donde se sigue insistiendo en que el general jamás fue vencido por los chilenos, dando complicadas y rebuscadas fórmulas para poder presentar la batalla de Huamachuco como un eventual "empate" o, simplemente, omitiéndola de los relatos.
Terminaba así la epopeya del heroico guerrero peruano. Ya no había ninguna posibilidad real de resistencia y la campaña de la sierra conseguía su principal objetivo, al aniquilar a las fuerzas militares del Perú y reducir las montoneras a meros clanes dispersos de alzamiento indígena.
Huamachuco, 10 de Julio de 1883
Documentos sobre la Batalla de Huamachuco
TELEGRAMAS
(Despacho oficial recibido de Lima el 18 de Julio, a las 1.10 P.M.)
Señor Presidente:
Con fecha 10, desde las alturas de Huamachuco, el coronel Gorostiaga me dice lo siguiente:
“Después de dos días de cañoneo y fusilería, hoy libro la batalla la división de mi mando con las fuerzas unidas de Cáceres y Recabarren, Elías y demás caudillos, obteniéndose un triunfo completo.
El enemigo en completa dispersión; toda la artillería en nuestro poder, parque, armamento en gran cantidad.
Detalles Irán tan pronto como me lo permitan las dimensiones de la victoria”
El Chile llegara mañana trayendo pormenores. Por ahora me limito a pedir a V.E. la efectividad de coronel a favor de Gorostiaga, como un acto de estricta justicia.
Dios guarde a US.
Lynch
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(Despacho recibido de Lima el 21 de Julio , a las 3.30 P.M.)
Señor Presidente:
Mayor Merino, Ayudante del coronel Gorostiaga, que viene en el vapor del norte desde Huacho, me dice lo siguiente:
“El combate de Huamachuco se llevo a cabo entre 1.600 hombres nuestros contra mas de 4.000 enemigos.
Muertos por parte de ellos de 800 a 1.000 y muchos heridos.
Por parte nuestra 56 muertos, 83 heridos y 21 contusos. Entre las bajas solo hay 4 oficiales heridos.
Once piezas de artillería tomadas; todo el parque, 800 rifles y un estandarte.
Muertos de los jefes enemigos coronel Leoncio Prado y Manuel Antonio Prado, General Silva y don Jesús Elías, coroneles Luna, Secada y Toledo y otros cuyo nombre se le escapan.
Heridos Cáceres y Recabarren. Dispersión completa del enemigo.
división Gorostiaga queda en Cajabamba”
Lynch
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(Despacho recibido de Lima a las 3 P.M. del 25 de Julio)
Señor Presidente:
Parte y Carta de Gorostiaga van por vapor de hoy.
Cáceres completamente perdido. Sus tenientes están llegando a las poblaciones de la costa.
No encuentro mas que extractar de los partes, a no ser que V.E. desee que remita parte integro por el cable, lo que seria muy largo.
Lynch
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(Despacho recibido de Lima el 26 de Julio)
Señor Ministro de Guerra:
Hablo con un joven Velarde, ayudante de Cáceres, y me asegura que este escapo con solo dos ayudantes, pues a el le corto la caballería.
Los cuatro oficiales chilenos heridos, son todos del Concepción: dos capitanes, don Luis Dell’ Orto y don M.A. Otero; tenientes, señor Rioseco y don P. A. Mendoza.
Solo el ultimo es de alguna gravedad; tiene una pierna fracturada.
Lynch
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(Despacho recibido de Lima el 27 de Julio)
Excelentísimo Señor Presidente:
El primer día hubo un cañoneo desde las alturas, que duro pocas horas. Al día siguiente se empeño la batalla desde las 8 A.M. hasta la 1 P.M..
Se persiguió al enemigo hasta donde fue posible.
Ningún oficial chileno muerto, solo cuatro subalternos heridos sin novedad.
Recabarren herido levemente.
Los dos Prados, Silva, Tafur, hijo, muertos.
Enemigos dispersados en todas direcciones, principalmente hacia el Marañón.
Manuel Cáceres y muchos otros oficiales mas ocultos en Lima.
Pocos prisioneros en nuestro poder.
Iglesias en Cajamarca. Dicese que llegara mañana a Trujillo.
El partido Pierolista se pronuncio en Lima a favor de Iglesias.
El próximo domingo gran reunión popular en el teatro a favor de la paz.
Lynch
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(Despacho recibido de Lima el 27 de Julio de 1883)
Señor Presidente:
La autonomía de Ancashs, periódico de Cáceres que se publica en Huaraz, con fecha 20 dice:
“Aun no tenemos detalles exactos del sangriento combate de Huamachuco. Se calcula el numero de peruanos muertos en 900. Han muerto en el campo de batalla: General Silva, coroneles Borgoña, Astete, Antonio Prado, comandantes Soto, Benavides, Goizzueta, Aragonés, Zavala, Vila y Riesco, y otros muchos cuyo nombre no recordamos.
Leoncio Prado, herido gravemente se suicido.
Recabarren herido en una pierna.
Cuatro comandantes generales de división murieron.
Elías, jefe superior del norte, cayo prisionero.
El botín de guerra debe ser considerable.”
Como Elías no esta prisionero, lo mas probable es que ha muerto, según lo anuncia el Jefe del Estado Mayor de Gorostiaga.
Lynch
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saludos
(Despacho oficial recibido de Lima el 28 de Julio, a las 3.15 P.M.)
Señor Presidente:
Comandante Gaona, de Casma me dice que un comerciante francés llegado de Huaraz había conversado el 18 con Cáceres, que huía con solo tres ayudantes y que Recabarren había muerto en Pomobamba después de la amputación de una pierna.
Mañana llegara vapor del norte, podré comunicar pormenores.
Lynch
saludos