1. Contexto general
La Guerra Italo Turca se desarrolló entre el Imperio Otomano e Italia del 28 de septiembre de 1911 al 18 de octubre de 1912. Su estallido estuvo motivado por las aspiraciones imperialistas de Italia sobre los territorios libios de Tripolitania y Cirenaica y el archipiélago del Dodecaneso, a la sazón, bajo dominio de Turquía. Italia decidió tomar estos territorios por la fuerza.
Este conflicto hay que entenderlo también como uno de los enfrentamientos previos a la Primera Guerra Mundial y que demostró la desorganización de las fuerzas turcas y el fuerte sentimiento nacionalista que se vivía en Italia y que alcanzó su máximo exponente en los años 20 con la aparición en la escena política de Mussolini.
Al mismo tiempo este enfrentamiento introdujo el uso sistematizado de numerosos adelantos técnicos siendo el más espectacular el aeroplano (usado por los italianos en octubre de 1911 en misiones de reconocimiento y en 1912 en tareas de bombardeo).
El Ejército Italiano obtuvo una serie de vitorias terrestres en Trípoli, el Dodecaneso y Fezzan; así como navales.
Tras las derrotas sufridas por su ejército, Turquía solicita la paz, la cual es firmada por el acuerdo de Lausana el 18 de octubre de 1912. Italia, a los nuevos territorios conquistados, le pondrá en nombre de Libia, recordando así el viejo nombre usado durante el Imperio Romano.
2. La iniciativa política
La Campaña de Libia estuvo precedida de una intensa actividad diplomática que se inicia en 1881 cuando Italia toma conciencia de estar perdiendo una posible área de influencia en el Norte de Africa.
El gobierno italiano apreció que las potencias europeas estaban posicionandose en el norte de Africa, y desde luego se temía que Alemania pudiera establecerse en este marco geográfico. Tanto Francia como Gran Bretaña estaban teniendo problemas en sus respectivos territorios de Marruecos y Egipto. Por otra parte, en Cirenaica y Tripolitania –provincias dependientes de Turquía- se había establecido una importante comunidad italiana con importantes intereses económicos y comerciales que movilizaban a los más poderosos Bancos italianos.
En previsión de una hipotética actuación contra las provincias turcas, Italia había conseguido la aprobación (en el sentido de “dejar hacer”) por parte de Alemania (1887), Francia, Gran Bretaña y Austria (1902) y por último de Rusia (1909).
El más importante de todos estos acuerdos fue el firmado en junio de 1902 con Francia. Gracias a ello, Primetti, ministro de Asuntos Exteriores, consiguió que Francia reconociera oficialmente la necesidad de expandirse en Libia, al tiempo que Italia hacia lo propio con las pretensiones francesas en Marruecos.
De igual manera, el 24 de octubre de 1909 el gobierno italiano consiguió un acuerdo con el Zar. Italia se comprometía a apoyar los esfuerzos rusos de dominar los pasos estratégicos de sus costas y a cambio Rusia legitimaba la expansión colonialista italiana. Al mismo tiempo, los dos países acordaban prestarse ayuda mútua en contra del enemigo común: Austria.
De manera paradójica el 20 de octubre Italia había firmado un pacto con Austria en unas condiciones semejantes recibiendo el benepácito austriaco a cambio de no actuar en caso de que Austria iniciara algún tipo de acción en los Balcanes.
Estas peculiares alianzas diplomáticas tuvieron momentos críticos, sobre todo cuando Francia inició en 1911 una gran expansión en Marruecos y que inclinó la balanza de la presencia europea en el Norte de Africa a favor de Francia –que no hubiera tenido mayores problemas en continuar su avance por la zona tan deseada por Italia.
Fue en este momento cuando los fuertes sentimientos nacionalistas que se manifestaban en la sociedad italiana cristalizaron alrededor de la idea de una expansión en Libia. Los intereses económicos del comercio y la naciente industria, el sector bancario; junto a los intereses sociales de aristócratas cada vez preparaban más al imaginario colectivo para emprender una conquista de un espacio que se identificaba como propio. Por otra parte, desde 1910 se comienza a pensar y calificar a Libia como una especie de “tierra prometida” que evitaria la emigración transoceánica de los italianos en busca de unas mejores condiciones de vida.
En 1911, la idea de emprender la conquista de Libia se puede encontrar incluso entre sectores de la izquierda (algunos sectores de los socialistas y sindicalistas), mientras que muy pocos se oponían a esta hipotética campaña.
Dado que el contexto político internacional se estaba enrareciendo polarizando a las naciones europeas en torno a dos bloques, el gobierno de Giolitti decide en el verano de 1911 –sin consultar al Parlamento ni informar a la opinión pública- dar inicio a lo que el mismo definirá como una “fatalidad histórica”: invadir Libia.
De manera rápida –tratando de esta manera que las operaciones empezaran lo más pronto en septiembre y no tener que esperar a que pasara el invierno, momento de malas condiciones climáticas- el 26 de septiembre el gobierno italiano envía un ultimátum a Turquía exigiendo su retirada de la zona. Apenas expiraba el plazo diplomático se iniciaban las maniobras militares.
3. El despliegue de tropas
El Mando Italiano efectuó una movilización especial para la campaña, conformando un Cuerpo Expedicionario compuesto por unos 34.000 hombres repartidos de la siguiente manera:
1.- Cuerpo de Ejército: compuesto por 2 Divisiones organizado de la siguiente manera:
• 2 Brigadas (compuesta por 2 regimientos y secciones de ametralladoras).
• 2 escuadrones de caballería.
• 1 regimiento de artillería de campaña (con 4 baterías de 75).
• 1 compañía de zapadores.
• Servicio de transporte e intendencia.
2.- Tropas de soporte:
• 2 regimientos de bersaglieri con secciones de ametralladoras.
• 1 regimiento de artillería de montaña (4 baterías).
• 1 grupo de 2 compañías de artilería de sitio.
• 1 batallón de ingenieros (compuesto de 2 compañías de zapadores).
• 1 compañía de telégrafos.
• Intendencia.
Para 1912 el Ejército italiano despliega en la zona 55.000 hombres más, e incrementa el número de su fuerza artillera a 84 cañones de campaña, 42 de montaña y 28 morteros para el asedio de los reductos árabes.
4. La ocupación de Libia
Bajo el pretexto de ataques contra la población italiana de Cirenaica y Tripolitania, el 29 de septiembre de 1911 el gobierno italiano declara la guerra a Turquía, en una insólita maniobra política que se efectúa sin contar con el apoyo del Parlamento, ya que la mayoría de sus miembros están de vacaciones. Se moviliza al Ejército, la Marina y la –recientemente creada- Aviación.
Este hecho desencadena una fuerte represalia por parte de los italianos sobre la población civil, lo que posteriormente desemboca en la indignación del resto de potencias europeas, y servirá para que se cree un movimiento guerrillero en los territorios conquistados y que contará con el apoyo incondicional de Turquía.
Turquía prepara una contraofensiva para recuperar sus provincias, pero la flota italiana da inicio a una serie de operaciones navales en el Egeo. La flota italiana bombardea los fuertes enemigos de los Dardanelos; al tiempo que encuentra a la flota turca en el mismo estrecho saldándose con la victoria italiana (que permite además el desembarco en el Dodecaneso como se verá más adelante).
Con las acciones previas de la Marina en Prevesa (29 de septiembre), Gomenitza (30 de septiembre) y San Giovanni di Medua (5 de octubre) Italia se aseguró la primacía naval en la zona.
Las operaciones de desembarco de las tropas italianas en Libia dieron comienzo hacia la mitad de octubre y se tradujeron en la rápida conquista de las principales ciudades costeras como Tobruk (4 de octubre) y Trípoli (5 de octubre), ciudad que fue tomada en una audaz operación de la infantería de marina italiana asegurando la ciudad para la llegada de las demás tropas (11 de octubre). Días después se produjeron las primeras conquistas italianas: Derna (18 de octubre), Bengasi (20 de octubre) y Horns (21 de octubre).
Las fuerzas tucas se replegaron hacia el interior mientras que la población árabe local –espoleada por la propaganda - se organizó a nivel de guerilla con un carácter tribal y religioso. Las tribus líbias no solo no recibieron a los italianos como libertadores del yugo turco, sino que proclamaron la guerra santa contra los italianos, los cuales llegaron a desplegar hasta 100.000 soldados.
A lo largo de 1912 los libios desarrollaron una serie de operaciones que obligaron a los italianos a atrincherarse en las ciudades conquistadas y los fuertes establecidos en los oasis.
Al mismo tiempo, la Marina fue enviada al Mediterráneo oriental, donde desarrolló sus operaciones en el Dodecaneso y en el Estrecho de los Dardanelos.
Los italianos consiguieron una serie de victorias espectaculares resumidas en la conquista de:
• Ain Zara (4 de diciembre de 1911)
• Magreb (27 febrero 1912)
• Due Palme (12 marzo 1912)
• Zanzur (8 junio 1912)
• Sidi Said (28 junio 1912)
• Misurata (8 julio 1912)
• Sidi Ali (14 julio 1912)
• Sidi Bilal (20 septiembre de 1912)
• Psitos (en el Egeo, 16 mayo de 1912)
4. 1. La actuación de la Marina
La Regia Marina tuvo un papel fundamental en el conflicto contra Turquía. Realizaron misiones exitosas como el desembarco de la Infantería de Marina en Trípoli; la incursión en la base de los Dardanelos; el acoso de la flota turca y sobre todo la actuación de la flota de torpederos al mando del comandante Enrico Millo.
Al final del conflicto la Marina italiana había conseguido hundir las unidades enemigas: Antalya, Hamidiye, Alpagot, Avnillah y Ankara.
4. 2. La Aviación
En abril de 1909, con el auspicio del Club Aviatori, Wilbur Wright llevó el modelo Military Flyer, y efectuó una exhibición en la base militar de Centocelle en las cercanías de Roma. Antes de abandonar Italia, Wright entrenó al teniente Mario Calderara, quien se convertiría en el primer piloto militar de Italia. En 1910, Italia inauguró la primera escuela de vuelo militar en Centocelle.
Al inicio de la guerra, Italia movilizó el Batallón Italiano de Aviación, bajo el mando del capitán Carlo Piazza, tropa y aviones fueron transportados por mar y se estacionaron en Trípoli. El 15 de octubre de 1911, tres mercantes anclaban a un kilómetro del puerto. A su bordo llegaban los hombres y materiales de aviación.
Los aparatos del batallón fueron 2 Bleriot XI, 3 monoplanos Nieuport, 2 biplanos Farman y 2 monoplanos Taube.
El comandante de la escuadrilla, capitán Piazza, elige una localidad deshabitada como base de operaciones. El 21 de octubre la escuadrilla está lista para iniciar las operaciones y el 23 de ese mes, a las 16:15, a pedido del Comando de la Primera División, el capitán Piazza despegaba y efectuaba el primer reconocimiento aéreo de la historia sobre el sur del oasis de Zanzur. Dos horas más tarde, el capitán Moizo cumplía la segunda misión.
El 25 del mismo mes, los árabes que combatían a las órdenes turcas, abrieron fuego contra los aviones de exploración. El aeroplano del capitán Moizo fue el primer avión averiado por el fuego antiaéreo enemigo.
El 1 de noviembre, el teniente Gavotti efectuó el primer bombardeo aereo de la historia al atacar las posiciones turcas con bombas Cipelli –de unos 2 kg de peso cada una. El piloto las arrojó de manera manual causando más impresión psicológica que daños materiales. El impacto de la acción fue tal que el mismo poeta Gabriela D’Anunzzio escribió en el poema La canción de Diana las siguientes líneas: “Se oye en el cielo un silbido de bombas, pasa en el cielo un pálido buitre, Giulio Gavotti lleva sus bombas...”
Más adelante se incorporaron las bombas Haasen –de fabricación sueca- y las Bontempelli, las cuales estaban provistas de una ranura helicoidal que las hacía girar sobre su eje y caían verticalmente. Del rudimentario sistema manual se pasó mas adelante al de la “Caseta Campodonico”, dispositivo que puede considerarse como el primer dispositivo de lanzamiento de bombas de la Historia.
En diciembre de 1911 se produjo el primer ataque de infantería acompañado de apoyo aéreo en el asalto de Ain Zara.
Ya en 1912, el capitán Piazza y el teniente Gavotti efectuaron vuelos nocturnos, y el 2 de mayo de 1912 el capitán Marenghi efectuó el primer vuelo de reconocimiento aéreo nocturno. También en ese mes, Marenghi efectuó un bombardeo nocturno sobre las posiciones turcas.
Se produjo una única baja entre los pilotos italianos: el subteniente Piero Manzini, quien murió el 25 de septiembre de 1912 al estrellarse su avión.
Junto a los aeroplanos, la aviación italiana utilizó globos y dirigibles en misiones de reconocimiento y ataque a objetivos enemigos.
4.3. La actuación de los Carabinieri
El 5 de octubre de 1911 las primeras tropas italianas, agrupadas en la Segunda Escuadra, a las órdenes del almirante Humberto Cagni desembarcaron en Trípoli.
Tras la llegada de las tropas, se hizo necesario desplegar una fuerza para mantener la seguridad de las zonas ocupadas. De ello se encargó el capitán Craveri quien desplegó una fuerza de policía a pie y montada compuesta en un principio por marineros, gendarmes y agentes de la policía autóctona –organización creada por los turcos- que mantuvieron el orden en la ciudad de trípoli.
El 16 de octubre llegó a Tripolitania el Cuerpo Expedicionario a las órdenes del teniente general Caneva. El 21 de octubre llegó a Trípoli un destacamento de Carabinieri comandados por el coronel Enrico Albera, que contaba con 2 comandantes, 3 capitanes y 8 suboficiales responsables de organizar el despliegue de la fuerza de seguridad en todo el territorio ocupado.
El 22 de octubre el capitán Ettore Lodi, asume el mando del personal indígena, al tiempo que se organiza un Estado Mayor que hace depender la ciudad de Trípoli y sus inmediaciones del comandante Balduino Caprini.
Al mismo tiempo en los oasis que rodean a la ciudad, a donde se habían replegado las tropas turcas, se inició una revuelta de la población indígena orquestada por los turcos quienes habían declarado la guerra santa.
El 23 y 24 de octubre tuvo lugar la batalla de Sciara-Sciat, población a 2km de Trípoli, que coincidió con la revuelta en Trípoli contra las tropas italianas.
Las tropas italianas que tomaron parte en la defensa lograron con mucho esfuerzo dominar el ataque de los turcos y libios. Por su parte en Sciara-Sciat la victoria italiana fue posible gracias al 1° Regimiento Bersaglieri.
El 1 de noviembre de 1911 arribaron a Tripolitania dos Secciones del Ejército –compuesto por tropas de Firenze y Turín- acompañadas de 100 carabinieri y dos suboficiales. De manera que el día 3 se constituyó la División de Carabinieri de tripoli, a las órdenes del comandante Caprini, y dividida en dos compañías. La llegada –el 4 de noviembre- de 4 secciones más (procedentes 1 de Milán, 1 de Bologna y 2 de Palermo) sumó 200 carabinieri adicionales a los ya estacionados en Trípoli.
En Bengasi junto a la sección perteneciente a la 2ª División, se unieron otras dos –llegadas el día 5- procedentes de Roma y Cagliari. Con el refuerzo de las nuevas tropas, se procedió a desarmar la población local.
El 12 de noviembre se organizó en Trípoli una 3ª Compañía destinada a mantener la seguridad dentro de la ciudad y el 18 se incorporaron 120 carabinieri cuya misión fue vigilar el presidio de Homs. Igualmente, se creó una 4ª Compañía para vigilar y asegurar la presa Hassan, los oasis que se encontraban a lo largo de las trincheras italianas y la retaguardia.
El 26 de noviembre se reanudaron los combates en la línea Henni – Sidi Messri en los cuales participaron los Carabinieri junto las demás fuerzas del ejército. Los italianos iniciaron el ataque a las 09:20 de la mañana. Para las 16:00 las tropas turcas y libias se habían replegado hacia la población de Ain Zara, mientras que los italianos aseguraron la línea defensiva Sidi Messri – Sciara Sciat hasta la costa.
Por otro lado, las operaciones en Cirenaica necesitaron de mayor empeño por parte del Ejército.
A Derna, ocupada el 4 de noviembre por parte de la Marina y el Ejército, llegó el día 24 un grupo de Carabinieri y para el día 30 se había organizado una sección móvil de dicho cuerpo, encargada de vigilar la ciudad y sus alrededores.
De diciembre de 1911 a enero de 1912, se instituyó el siguiente servicio en Cirenaica:
• Bengasi: 1 compañía, 7 estaciones, 3 puestos de reconocimiento y 1 sección de apoyo a caballo.
• Derna:1 compañía, 1 sección y 5 estaciones.
• Tobruk: (a partir del 22 de enero) 1 sección procedente de Bari.
Tras una breve pausa en las acciones, a finales de año continuaron las operaciones en Tripolitania, concentrándose las ofensivas en Ain Zara, reducto de la presencia turca.
Al amanecer del 4 de diciembre un cuerpo de ejército especial inició el ataque. La batalla alcanzó su momento más cruento hacia las 16:00 cuando se rompió la resistencia de las fuerzas libio – turcas y éstas iniciaron la retirada. En esta fase de la batalla, los Carabinieri entraron en acción para asegurar el botin de guerra y vigilar a los numerosos prisioneros que se habían hecho, así como patrullar en busca de focos de resistencia que se ocultaban entre las palmeras de la zona.
Junto a las operaciones militares, el Ejército Italiano inició una campaña para ganar el favor de la población civil, garantizando con su presencia el orden público y tratando de que fueran bien vistos por la población autóctona. El 4 de enero de 1912 se puso en funcionamiento en Tobruk un servicio de correo a cargo de los Carabinieri; el 5 se creó en Trípoli una División de Policía formada por miembros de la policía indígena creada por los turcos, que a partir de ese momento dependerían del Ejército.
El 10 de enero llegaron a Tripolitania 29 zaptié (Carabinieri de origen indígena) procedentes de Eritrea con la misión de atraer a los sectores musulmanes más fieles y preparar y adiestrar a los candidatos a formar parte del cuerpo policial africano. Los mejores fueron enviados a la Escuela de Zaptié, creada el 1 de febrero y renombrada 13 de marzo oficialmente como Compañía de Candidatos Zaptié de Libia.
Mientras tanto las hostilidades continuaban en Tripolitania (segunda batalla de Ain Zara) y Cirenaica (Batalla de Sidi Abadía).
El 12 de marzo de 1912 las operaciones militares en Cirenaica concluyeron en la batalla de Due Palme, un oasis cercano a las líneas italianas de Bengasi. Las fuerzas libio-turcas intentaron efectuar un ataque contra la ciudad. El general Ameglio, comandante de Bengasi, decide contraatacar y cerca el oasis con una maniobra envolvente que terminó con la huída de las fuerzas enemigas que dejaron sobr el terreno 75 muertos.
La participación de los carabinieri en la batalla dejó el saldo de varios condercorados: Medalla de Plata al Valor Militar (póstuma) para el brigadier Bartolomeo San Lorenzo, y Medalla de Bronce al Valor Militar para los soldados: Domenico Rizzotto, Eugenio Lattanzi, Attilio Colombo Rainieri e Isacco Iacobella.
Puesto que la guerra continuaba en el desierto de Libia con buenos resultados tácticos, pero que no acababan de resolver el conflicto, el Goberno Italiano decide dar un golpe de gracia a las fuerzas turcas en un territorio más sensible para Turquía: las islas del Egeo.
Entre el 4 y 5 de mayo de 1912 las tropas del general Ameglio desembarcan en Rodas ocupando posteriormente el archipiélago del Dodecaneso. Como parte de las tropas enviadas se encuentran dos secciones de carabinieri procedentes de Turín y Roma comandadas, respectivamente, por los tenientes Pietro Rubino y Guido Mattea.
Durante la ocupación de Rodas se produjo el combate de Pistos, pueblo fortificado en el interior de la isla, a donde se había replegado la guarnición turca a las órdenes del comandante Abdulah Bey. La mañana del 16 de mayo las columnas italianas embisten la plaza fuerte conquistándola después de un breve pero sangriento combate. En la acción tomó parte la sección de carabinieri del teniente Mattea, quien recibió posteriormente la Medalla de Bronce al Valor Militar.
Concluida las acciones en el Egeo y asegurada la costa de Libia, el contingente de Carabinieri se despliega de la siguiente manera:
• Tripolitania: División de Carabinieri de Trípoli de la cual dependía el control de todo el territorio libio. Esta compuesta por 4 compañías (Zaptié Trípoli, tripoli, Homs y Misurata) 2 Tenenze (Trípoli y Tagiura) y 2 secciones (Parco Aerostieri y Dabra)
• Cirenaica: 2 compañías (Bengasi y Derria), 5 Tenenze (Diretta Bengasi, Diretta Derna, Bengasi, Dema y Tobruk) 1 sección (Berka).
• Rodas: 1 Compañía (Rodi Egeo); 11 Tenenze (Rodi Porto, Rodi Interna, Rodi Esterna, Kastellos, Lindos, Patmos, Limi, Scarpanto, Calimmo, Stampalia y Kos).
Firmado el acuerdo de Ouchy (18 octubre 1912) y reconocida la soberanía italiana en Libia, se procedió a reestructurar la presencia de las fuerzas de carabinieri. El 27 de marzo de 1913 se crea la Legión Libia de Carabinieri. El 20 de junio se establece una división de carabinieri en Trípoli y otra en Bengasi. En 1914 se renombra la Legión como Legión de carabinieri de Tripolitania.
5. La Campaña del Dodecaneso
La conquista del Dodecaneso supuso una cooperación inusual entre el Ejército y la Marina, que supieron obviar sus diferencias para poder poner en práctica una operación que aumentaría el prestigio de Italia, lo cual era politica y diplomáticamente necesario frente a la hostilidad austrohúngara y el deseo expansinsita de Gran Bretaña y Francia en las costas mediterráneas de Africa.
La Campaña del Dodecaneso no fue más que la extensión territorial del conflicto entre Italia y Turquía y que se estaba desarrollando en Libia.
La dificultad de las fuerzas italianas por conquistar Tripolitania y Cirenaica motivó que el Mando Italiano iniciara una serie de operaciones –con el apoyo de la Marina- contra las fuerzas turcas que se encontraban en las costas del Libano, el Mar Rojo y en el Egeo.
Las operaciones en el mar Rojo y la costa libanesa suscitaron la indignación de los gobiernos de Londres y París ya que Gran Bretaña consideraba que la presencia italiana en Suez y Aden –zona neurálgica para el Imperio- no era más que un intento de establecer su presencia en la zona; por otro lado Francia desconfiaba de las intenciones italianas y veía peligrar su posesion libanesa más preciada: Beirut. Por otro lado las acciones en el Egeo y los Dardanelos pusieron sobre aviso a Austria que creía que Turquía atacaría sus intereses en la zona si dejaba hacer a los italianos.
Desde los primeros meses de la guerra, el Alto Mando Italiano había propuesto efectuar acciones ofensivas contra las islas del Egeo, idea que quedó olvidada cuando las tropas italianas enfrentaron una fuerte resistencia en Libia, terreno que se convirtió en prioritario.
Por su parte, en noviembre de 1911 el jefe de Estado mayor –almirante Rocca Rey- y el general Alberto Pollio habían declarado que una acción en el Egeo era factible pero no sería decisiva para concluir el conflicto, al tiempo que manifestaban que ocupar las islas no tendría ningún valor económico para la guerra.
A principios de abril de 1912 el Gobierno italiano –preocupado por la resistencia turca- decide, al margen de la opinión de los generales, preparar la acción en esta zona. A finales de marzo de 1912, tras convencer al Kaiser Guillermo II (acaba de firmarse la Triple Alianza) y al gobierno austríaco de la necesidad de expandir la influencia italiana en el Egeo se inician las maniobras para efectuar una operación naval.
La maniobra tenía por objetivo arrinconar a Turquía para que de esta manera su aportación en Libia disminuyera. Tanto el Gobierno de Berlín como el de Viena dieron su visto bueno siempre y cuando la ocupación de las islas del Egeo fuera temporal y una vez se consiguiera conquistar Libia se devolvieran a Turquía.
El 24 de abril de 1912, el almirante Paolo Thaon di Revel, propone la conquista de las islas de Stampalia y Lemno en primer lugar. Mientras se decid el objetivo, la flota italiana efectúa un bombardeo sobre los fuertes del Estrecho de los Dardanelos en el que participaron las siguientes unidades pesadas de la Marina: Benedetto Brin, Saint Bon, Emanuele Filiberto, Regina Margherita, Ferruccio, Amalfi y Pisa; así como los torpederos Climene, Pegaso, Perseo y Procione.
El 28 de abril, unidades italianas efectúan un desembarco en Stampalia sin encontrar resistencia por parte turca.
El siguiente paso –toda vez que se desoye el consejo de Revel de ocupar Lemno- consiste en la conquista de Rodas.
El mando italiano tenía la información que la guarnición turca de Rodas consistía en 5000 hombres con un apoyo artillero de 10 piezas de calibre medio. Más adelante, terminada la operación, quedó demostrado que la presencia de tropas turcas no rebasaba los 1300 hombres que contaban con apenas 4 viejos cañones.
Para llevar a cabo esta operación, el Mando Italiano moviliza su flota y dos regimentos de infantería (el 34° y el 57°) que estaban estacionados en Tobruk; así como dos batallones del 4° Regimiento de Bersaglieri, un batallón de Alpinos, 2 baterías de artillería (2 de campaña con piezas de 75mm y 2 de montaña con piezas de 70mm, sumando un total de 20 cañones), 2 secciones de ametralladoras, y varios pelotones de ingenieros, sanitarios y comunicaciones. Sumando un total de 9000 hombres entre tropa y oficiales. El contingente estaba dirigido por el teniente general Giovanni Battista Ameglio. Por su parte la escuadra naval estaba dirigida por el vicealmirante Marcello Amero d’Aste Stella.
El 22 de abril el general Pollio concede a Ameglio la más amplia libertad de ación, señalandole no obstante que la Bahía de Trianda –al oeste de Rodas- es el lugar más propicio para efectuar el desembarco. No obstante tras detectarse la presencia de un nutrido grupo de fuerzas otomanas se decide localizar una zona diferente. Ameglio y Amero deciden entonces efectuar la operación en Kalitea.
La operación se inicia el 2 de mayo, cuando zarpa un convoy desde Tobruk trasportando tropas y material a bordo de los transportes Sannio, Europa, Verona, Toscana, Bulgaria, Cavour y Valparaíso. La formación estaba escultada por la 2ª División de la 1ª Escuadra (Regina Margherita, Luigi Filiberto, Benedetto Brin y Saint Bon).
Estaba previsto que durante el desembarco un grupo de torpederos prestara cobertura las tropas.
El plan contemplaba igualmente una serie de maniobras de distracción. El crucero Duca di Genova tenía la misión de acercarse a Trianda para simular el inicio de una operación de desembarco; el Regina Margherita y el torpedero Ostro debían acercarse a otras zonas de la costa.
El mando de la Marina también dispuso que entre el 4 y el 6 de mayo otra división de la 1ª Escuadra patrullase la costa de Turquía y las Cícladas para interceptar cualquier unidad otomana que se dirigiera a Rodas.
Por último, para terminar de crear confusión entre los turcos, se hizo circular el rumor que las tropas iban a desembarcar en las costas de Cirenaica para efectuar una acción ofensiva contra algunas tribus libias.
Tal y como estaba previsto, el 4 de mayo de 1912, la Escuadra de Amero llegó a Kalitea. Antes de proceder al deembarco de las tropas, el almirante envió un grupo de marineros, cubiertos por la artillería de los buques, para valorar la resistencia turca. Tras efectuar un reconocimiento de cerca de dos horas, no encontraron presencia enemiga y enviaron la señal al buque insignia para que se iniciara la operación.
En poco tiempo el Cuerpo Expedicionario, desembarcó protegido por los cañones del acorazado Regina Margherita dispuestos a abrir fuego si se iniciaba la actividad enemiga. Las tropas italianas tomaron posiciones en la zona del cabo Voudhi y el cabo Kum Burum, donde se posicionaron los bersaglieri con algunas piezas de artillería.
Una operación similar se desarrolló en la costa noroccidental, protegida por los acorazados Regina Elena y Coatit, y donde se aseguraron las poblaciones de Koskino y Arguru. Aquie se produjo el enfrentamiento con una fuerza turca de 400 hombres que fueron derrotados rapidamente por los italianos.
Las tropas italianas se dirigieron a toda prisa hacia Psithos, donde se estaban concentrando las fuerzas turcas. Al mismo tiempo el cazatorpedero Alpino –mandado por Gustavo Nicastro- se dirigió al puerto de Rodas para intimidar a la guarnición del gobernador turco.
Éste, al tener noticia de la presencia italiana huyó a bordo de una pequeña embarcación en dirección a Lindos, donde –no obstante- sería capturado el 28 de mayo por la triulación del Ostro.
La mañana del 5 de mayo, el almirante Leone Viale envió a tierra a su jefe de estado mayor, el contralmirante Corsi, para que tomara posesión de la ciudad de Rodas, en donde a las 14:00 se hizó el pabellón italiano.
A la mañana siguiente, para evitar un posible ataque de los turcos estaciondos en Bodrum, el almirante Amero desplegó una fuerza compuesta por los acorazados Coatit y Duca di Genova junto al Lanciere contra la costa turca para interceptar cualquier intento por atacar Rodas.
Entre el 6 y el 20 de mayo la Escuadra Italiana del Egeo completó la ocupación de casi todas las islas del Egeo. El crucero Pisa y su destacamento tomaron Calino; el San Marco hizo lo propio con Lero, los cruceros Amalfi y Duca degli Abruzzi ocuparon Patmo, Calchi y Emporio; mientras que los acorazados de la 1ª División escoltaban y daban cobertura a las acciones en Nisino, Scarpanto, Piscopo y Coo.
Durante estas operaciones, la población griega recibió favorablemente a los italianos.
El ultimo reducto de presencia enemiga era el fuerte de Psithos.
Para ocupar esta plaza fuerte, el genral Ameglio, dispuso un ataque concéntrico de tres columnas. El grueso de la fuerza italiana marcharía directamente hacia Psithos. Las otras dos columnas –una compuesta por Bersglieri del 4° regimiento al mando del coronel Maltini y otra compuesta por Alpinos del Batallón Fenestrelle al mando del comandante Rho- efectuarían una maniobra en tenaza desde Kalapetra y Plotania.
El 15 de mayo, los transportes Sannio y Bulgaria –escoltados por los acorazados Regina Margherita y Saint Bon- llevaron a las tropas a Cala Warda y Malona, desde donde penetraron sin dificultad en el interior de la isla.
El 16, los italianos toparon con un contingente turco que fue rapidamente derrotado. La mañana del 17 de mayo el acorazado Luigi Filiberto abrió fuego con su artillería al tiempo que las tropas italianas efectuaban un ataque. La guarnición turca de Psithos se rindió sin presentar apenas resistencia. Terminaba así la Campaña del Dodecaneso.
La ocupación de Rodas apenas dejó bajas en el aldo italiano. El 57° Regimiento de Infantería perdió dos hombres y tuvo 5 heridos. El 4° Regimiento sufrió las bajas de un oficial y 5 bersgalieri junto a 28 heridos. Por su lado, los tucos perdieron 23 oficiales y soldados y 48 resultaron heridos.
Anexo
1.- Uniformes italianos
2.- Propaganda de la Campaña de Libia
3. Armamento italiano
4.- Medalla de la Guerra Italo Turca y la Campaña de Libia
La Medalla de la Guerra Italo Turca fue instituida por el rey Victor Manuel III en noviembre de 1912. La de la Campaña de Libia lo fue en septiembre de 1913. En ambas la cinta es de franjas rojas y azules. Se diferencia por el reverso de la medalla en la que aparecen las inscripciones: GUERRA ITALO-TURCA 1911-12 y LIBIA respectivamente. De igual manera en el frente se diferencian por la barra con la inscripción 1911-1912 (Guerra Italo Turca) y 1912, 1913 o 1912-1913 (Campaña de Libia).
5.- Galería fotográfica
