"Barbarroja" y los planes sovieticos
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- Sargento
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El también muy manido ataque preventivo soviético nunca existió, al menos más allá de algún plan operacional alternativo. Toda, absolutamente toda la política de Stalin y Molotov entre 1939 y 1941 estaba dirigida a no provocar a Hitler, desoyendo incluso advertencias tanto norteamericanas como británicas en cuanto a un posible ataque alemán para la primavera de 1941. Y las fuentes, bastante diversas, son tanto norteamericanas como británicas, y no del "poco fiable Zhukov". Esta actitud de no provocar a Hitler se acentuó a partir del fracaso en la guerra de Finlandia, ante la conciencia de la mala preparación del Ejército Rojo.
En este sentido el nombramiento de Zhukov como jefe del Estado Mayor hay que entenderlo como una medida de emergencia para reconducir una situación que se sabía precaria. Pero por so mismo, Stalin era consciente de que necesitaba ganar tiempo y retrasar el ataque hasta 1942, para cuando al menos las reformas más urgentes hubieran podido llevarse a cabo.
En este sentido el nombramiento de Zhukov como jefe del Estado Mayor hay que entenderlo como una medida de emergencia para reconducir una situación que se sabía precaria. Pero por so mismo, Stalin era consciente de que necesitaba ganar tiempo y retrasar el ataque hasta 1942, para cuando al menos las reformas más urgentes hubieran podido llevarse a cabo.
Última edición por Álvaro de Sande el 08 Dic 2006, 23:17, editado 1 vez en total.
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- Sargento
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Mayor Reisman escribió:Buenas
La idea de "los sovieticos atacan primero" creo que está descrita en un libro llamado "Icebreaker" de Viktor Suvorov, que creo que era un agente del KGB (antes del NKVD) que desertó en los 60 y escribió dicho libro. Se dice que su libro justifica el ataque de Hitler a la URSS. Pero como no lo he leído, no puedo opinar sobre él.
Saludos
Pues yo tampoco, pero la idea del ataque preventivo, que tiene más partidarios, viene a justificar de algún modo la agresión alemana contra la URSS, una guerra que provocó la muerte de varias decenas de millones de muertos y, a la larga, la derrota total de Alemania. Como es lógico, todo el que tuvo alguna responsabilidad en aquel desastre por parte alemana, incluida la ruptura del principio de huir de dos frentes a la vez, está tentado en agarrarse al clavo ardiendo del ataque preventivo soviético.
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- Cabo
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El primer ministro de Checo-Slovaquia (el nombre correcto tras el pacto de Münich) era en Marzo de 1939 Rudolf Beran.
Es importante señalar que tras el pacto, surgieron tres regiones autonomas: Chequia, Slovaquia y Ruthenia.
Desde Octubre, los Checos no pensaban en dejar a Slovaquia declararse pais independiente, y parece ser que tenian planes de invadirla y volvera a unir con Chequia. Por su parte, los Eslovacos pensaban declarar su independencia, pues estaba la amenaza Hungara. Hitler fue informado en Febrero, y a partir de ahi se desencadeno todo el asunto. Basicamente se marcho sobre praga para evitar males mayores (un conflicto etnico, por ejemplo)
Saludos
Es importante señalar que tras el pacto, surgieron tres regiones autonomas: Chequia, Slovaquia y Ruthenia.
Desde Octubre, los Checos no pensaban en dejar a Slovaquia declararse pais independiente, y parece ser que tenian planes de invadirla y volvera a unir con Chequia. Por su parte, los Eslovacos pensaban declarar su independencia, pues estaba la amenaza Hungara. Hitler fue informado en Febrero, y a partir de ahi se desencadeno todo el asunto. Basicamente se marcho sobre praga para evitar males mayores (un conflicto etnico, por ejemplo)
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- Cabo
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- Sargento
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General von X escribió:Yo creo que AMBOS paises estaban preparandose para atacar, independientemente del otro. Lo curioso es que NINGUNO de los dos, ni Hitler ni Stalin, pensaba que el otro seria tan memo como para atacar.
Una cosa es que se considere que la guerra es inevitable, y otra bien diferente que estés pensando en atacar.
Quien haya leído algo de las ideas nazis saca la conclusión de que el ataque contra la URSS era la consecuencia lógica de aquel ideario. Y ello por dos motivos fundamentales:
1º.- Porque el nazismo era visceralmente anticomunista, y la URSS era por aquel entonces el único país que se consideraba así mismo comunista (otra cosa es que lo fuera o lo dejara de ser).
2º.- Porque todo el planteamiento del "espacio vital", que aunque a nosotros nos pueda parecer una barbaridad trasnochada para los nazis y para muchos alemanes era algo con mucho sentido, solo podía ser llevado a cabo en el territorio de la URSS, con grandes perspectivas de explotación agrícola e industrial. Por supuesto que la explotación estaba también basada en la tesis racista de considerar a los eslavos como "subhombres", lo que justificaba plenamente la explotación de su territorio y de ellos mismos.
Y todo esto no es una teoría, pues la triste y lamentable realidad es que los alemanes la pusieron en marcha en la medida en que pudieron en los territorios ocupados.
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- Cabo
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Repasando la lista de visitantes de Stalin para el dia 24 de Mayo, me encuentro con militares de los siguientes distritos Occidentales:
Comandante Occidental
- miembro del consejo militar
- VVS
Comandante Baltico
- miembro del consejo militar
- VVS
Comandante Leningrado
- miembro del consejo militar
- VVS
Comandante Odessa
- miembro del consejo militar
- VVS
Comandante Kiev
- miembro del consejo militar
- VVS
+ Molotov, Timoshenko, Zhukov, Vatutin y Pavel Zhigarev.
Duracion: De las 6 de la tarde hasta las 9
Interesantisimo. Todos los distritos Occidentales al completo, con sus comandantes, miembros del consejo militar y comandantes adjuntos de la VVS.
¿Eso suena a discusiones de alto nivel, verdad?
9 dias despues del Plan de Zhukov... ¿Para que iba Stalin a reunir a sus militares de los distritos Occidentales al completo, si segun Zhukov, habia rechazado ese plan, y los habia tildado de locos?
Comandante Occidental
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Comandante Baltico
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Comandante Kiev
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+ Molotov, Timoshenko, Zhukov, Vatutin y Pavel Zhigarev.
Duracion: De las 6 de la tarde hasta las 9
Interesantisimo. Todos los distritos Occidentales al completo, con sus comandantes, miembros del consejo militar y comandantes adjuntos de la VVS.
¿Eso suena a discusiones de alto nivel, verdad?
9 dias despues del Plan de Zhukov... ¿Para que iba Stalin a reunir a sus militares de los distritos Occidentales al completo, si segun Zhukov, habia rechazado ese plan, y los habia tildado de locos?
- Von Kleist
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Buenas
La idea de un ataque preventivo de la URRS contra Alemania no es ni mucho descartable, lo que sí es seguro es que de haberse producido, no habría sido hasta 1943 como muy pronto. Lo malo es que, dado el hermetismo del regimen sovietico durante 70 años, es poco probable que cualquier documento al respecto haya sobrevivido para dar la luz.
Pero hay indicios que indican que la URRS preraba algo a medio plazo. Basta pensar en la agresiva política expansionista de Stalin en los años 30, anexionandose parte de Finlandia (norte), Polonia (Centro), y Rumania (Sur), además de los Estado Bálticos. Igualmente Molotov, en su visita a Berlin de 1940, expresó el interés de la URRS en obtener importantes ventajas territoriales en Rumania y Bulgaria, sin olvidar la cuestión del acceso a los estrechos del Bósforo.
Además la existencia de un Reich todopoderoso en Europa Central, con un régimen político antagónico al de la URRS era un problema estratégico que resultaba muy amenazador para la seguridad sovietica. Mas tarde o más temprano, ambos regimenes se habrian enfrentado, pero Alemania atacó primero.
Saludos
La idea de un ataque preventivo de la URRS contra Alemania no es ni mucho descartable, lo que sí es seguro es que de haberse producido, no habría sido hasta 1943 como muy pronto. Lo malo es que, dado el hermetismo del regimen sovietico durante 70 años, es poco probable que cualquier documento al respecto haya sobrevivido para dar la luz.
Pero hay indicios que indican que la URRS preraba algo a medio plazo. Basta pensar en la agresiva política expansionista de Stalin en los años 30, anexionandose parte de Finlandia (norte), Polonia (Centro), y Rumania (Sur), además de los Estado Bálticos. Igualmente Molotov, en su visita a Berlin de 1940, expresó el interés de la URRS en obtener importantes ventajas territoriales en Rumania y Bulgaria, sin olvidar la cuestión del acceso a los estrechos del Bósforo.
Además la existencia de un Reich todopoderoso en Europa Central, con un régimen político antagónico al de la URRS era un problema estratégico que resultaba muy amenazador para la seguridad sovietica. Mas tarde o más temprano, ambos regimenes se habrian enfrentado, pero Alemania atacó primero.
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- Sargento
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Lo cierto es que por su propia situación geográfica, situada en el extremo oriental de Europa, así como por su situación política, con muy escasa o casi nula aceptación en el orden internacional, la URSS tenía una posición muy difícil. Y el fracaso de sus intentos de alianza con Francia y Gran Bretaña en vísperas del estallido de la guerra, por culpa sobre todo de Gran Bretaña, escudada a su vez en Polonia, hizo que esa situación se hiciera más precaria.
Y todo ello se agravaba por el temor, no tan infundado desde el punto de vista soviético como ahora nos pueda parecer, de una hipotética alianza o acuerdo entre los países occidentales que la hubiera dejado sola y completamente aislada frente a la Alemania nazi.
A esto se sumaban, desde luego, ciertas apetencias territoriales, en muchos casos basadas en el deseo de restablecer las fronteras del antiguo imperio zarista. Y a ello se añadían ciertas debilidades estratégicas obvias, como en el caso de Leningrado, con la frontera finlandesa a veinte kilómetros escasos, y en este aspecto llevaban razón los soviéticos cuando decían que la segunda ciudad en importancia de la URSS podía ser bombardeada por los fineses desde su propio territorio, pero también muy fácilmente bloqueable por mar, y así mismo por tierra desde los países bálticos, y a este respecto no se puede olvidar que Lituania tenía frontera con la Prusia Oriental y que el puerto lituano de Memel ya había sido ocupado por Alemania en 1939. Y tampoco se puede olvidar que en el caso de la frontera finlandesa, esta había sido impuesta a la URSS por la fuerza de las armas y que quienes habían ayudado a los finlandeses habían sido precisamente los alemanes.
Parafraseando a Lenin: ¿Qué hacer?
Y todo ello se agravaba por el temor, no tan infundado desde el punto de vista soviético como ahora nos pueda parecer, de una hipotética alianza o acuerdo entre los países occidentales que la hubiera dejado sola y completamente aislada frente a la Alemania nazi.
A esto se sumaban, desde luego, ciertas apetencias territoriales, en muchos casos basadas en el deseo de restablecer las fronteras del antiguo imperio zarista. Y a ello se añadían ciertas debilidades estratégicas obvias, como en el caso de Leningrado, con la frontera finlandesa a veinte kilómetros escasos, y en este aspecto llevaban razón los soviéticos cuando decían que la segunda ciudad en importancia de la URSS podía ser bombardeada por los fineses desde su propio territorio, pero también muy fácilmente bloqueable por mar, y así mismo por tierra desde los países bálticos, y a este respecto no se puede olvidar que Lituania tenía frontera con la Prusia Oriental y que el puerto lituano de Memel ya había sido ocupado por Alemania en 1939. Y tampoco se puede olvidar que en el caso de la frontera finlandesa, esta había sido impuesta a la URSS por la fuerza de las armas y que quienes habían ayudado a los finlandeses habían sido precisamente los alemanes.
Parafraseando a Lenin: ¿Qué hacer?
- Von Kleist
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Buenas
Como he comentado en otro hilo en el caso finés no solo se trataba de la frontera de Leningrado, también se le exigieron a Finladia importantes concesiones sobre las islas del Báltico y acceso a bases navales estratégicas. Por otra parte, si de verdad se trataba de conseguir una frontera más defendible, no se explica la delimitación a costa de Polonia, ya que el saliente de Lvov-Byalistok era precisamente uno de los frentes más indefendibles y más fáciles de atacar que pudieran imaginarse. Yo creo que Stalin tenía puestas sus miras expansionistas (una vez que las potencias occidentales se hubieran destrozado mutuamente) mucho más allá de las antiguas fronteras del Imperio Zarista.
Saludos
Alvaro de Sande escribió:en este aspecto llevaban razón los soviéticos cuando decían que la segunda ciudad en importancia de la URSS podía ser bombardeada por los fineses desde su propio territorio, pero también muy fácilmente bloqueable por mar, y así mismo por tierra desde los países bálticos, y a este respecto no se puede olvidar que Lituania tenía frontera con la Prusia Oriental
Como he comentado en otro hilo en el caso finés no solo se trataba de la frontera de Leningrado, también se le exigieron a Finladia importantes concesiones sobre las islas del Báltico y acceso a bases navales estratégicas. Por otra parte, si de verdad se trataba de conseguir una frontera más defendible, no se explica la delimitación a costa de Polonia, ya que el saliente de Lvov-Byalistok era precisamente uno de los frentes más indefendibles y más fáciles de atacar que pudieran imaginarse. Yo creo que Stalin tenía puestas sus miras expansionistas (una vez que las potencias occidentales se hubieran destrozado mutuamente) mucho más allá de las antiguas fronteras del Imperio Zarista.
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- Sargento
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"Nuestras demandas son mínimas. En las conversaciones que ya hemos mantenido con Tanner y Paasikivi propusimos un pacto de asistencia mutua...Los finlandeses aseguraron su neutralidad, de manera que por nuestra parte no se insistió más. Lo que pedimos es solamente una pequeña zona de unos doce kilómetros al noroeste de Leningrado a cambio de lo cual estamos dispuestos a entregarles una área el doble de grande. Solicitamos también una base naval en el extremo occidental del Golfo de Finlandia"
Del discurso pronunciado por Molotov ante el Soviet Supremo el 31 de octubre de 1939. Citado por Alexander Werth. Rusia en la Guerra. Tomo I. De la Invasión a Stalingrado. Ed. Bruguera. Barcelona 1972.Pág. 93
Si miramos un mapa, desde Estonia y Finlandia era relativamente fácil aislar Leningrado, y ello sin tener que pensar en la debacle soviética del verano de 1941. Si el ataque alemán de junio de 1941 hubiera partido desde Estonia, tal y como se desarrollaron los hechos, podemos suponer razonablemente que Leningrado hubiera caído en poder de los alemanes en el mes de agosto, o como muy tarde en septiembre.
Lo ciero es que las primeras exigencias planteadas por los soviéticos a los finlandeses son las que nombraba Molotov, y en la propia Finlandia había muchas voces favorables a llegar a un acuerdo sobre estas bases. La negativa finlandesa a la propuesta soviética provocó la guerra, y tras ellas las cosas ya no fueron iguales y las condiciones impuestas fueron mucho más duras.
Sobre esta custión podemos tener muy diferentes opiniones, pero hay que tener en cuenta que desde el punto de vista soviético la frontera con Finlandia le había sido impuesta por la fuerza de las armas y con el concurso alemán, y no había sido nunca aceptada de buen grado por la URSS, porque dejaba a la antigua capital imperial zarista muy expuesta a cualquier ataque. Y hay que tener también en cuenta la significación que la ciudad tenía para los soviéticos, comenzando por el propio nombre.
De todas formas en la URSS fueron muchos los que pensaron que la incorporación de Viborg a territorio soviético tras la guerra, y teniendo en cuenta que la ciudad no entraba en las iniciales reclamaciones soviéticas, era un error, del que la URSS sacaba en realidad poco provecho y había creado un profundo resentimiento antisoviético en Finlandia que podría jugar contra la URSS en el futuro si la situación cambiaba, como en efecto ocurrió.
Del discurso pronunciado por Molotov ante el Soviet Supremo el 31 de octubre de 1939. Citado por Alexander Werth. Rusia en la Guerra. Tomo I. De la Invasión a Stalingrado. Ed. Bruguera. Barcelona 1972.Pág. 93
Si miramos un mapa, desde Estonia y Finlandia era relativamente fácil aislar Leningrado, y ello sin tener que pensar en la debacle soviética del verano de 1941. Si el ataque alemán de junio de 1941 hubiera partido desde Estonia, tal y como se desarrollaron los hechos, podemos suponer razonablemente que Leningrado hubiera caído en poder de los alemanes en el mes de agosto, o como muy tarde en septiembre.
Lo ciero es que las primeras exigencias planteadas por los soviéticos a los finlandeses son las que nombraba Molotov, y en la propia Finlandia había muchas voces favorables a llegar a un acuerdo sobre estas bases. La negativa finlandesa a la propuesta soviética provocó la guerra, y tras ellas las cosas ya no fueron iguales y las condiciones impuestas fueron mucho más duras.
Sobre esta custión podemos tener muy diferentes opiniones, pero hay que tener en cuenta que desde el punto de vista soviético la frontera con Finlandia le había sido impuesta por la fuerza de las armas y con el concurso alemán, y no había sido nunca aceptada de buen grado por la URSS, porque dejaba a la antigua capital imperial zarista muy expuesta a cualquier ataque. Y hay que tener también en cuenta la significación que la ciudad tenía para los soviéticos, comenzando por el propio nombre.
De todas formas en la URSS fueron muchos los que pensaron que la incorporación de Viborg a territorio soviético tras la guerra, y teniendo en cuenta que la ciudad no entraba en las iniciales reclamaciones soviéticas, era un error, del que la URSS sacaba en realidad poco provecho y había creado un profundo resentimiento antisoviético en Finlandia que podría jugar contra la URSS en el futuro si la situación cambiaba, como en efecto ocurrió.
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Von Kleist escribió:BuenasAlvaro de Sande escribió:en este aspecto llevaban razón los soviéticos cuando decían que la segunda ciudad en importancia de la URSS podía ser bombardeada por los fineses desde su propio territorio, pero también muy fácilmente bloqueable por mar, y así mismo por tierra desde los países bálticos, y a este respecto no se puede olvidar que Lituania tenía frontera con la Prusia Oriental
Como he comentado en otro hilo en el caso finés no solo se trataba de la frontera de Leningrado, también se le exigieron a Finladia importantes concesiones sobre las islas del Báltico y acceso a bases navales estratégicas. Por otra parte, si de verdad se trataba de conseguir una frontera más defendible, no se explica la delimitación a costa de Polonia, ya que el saliente de Lvov-Byalistok era precisamente uno de los frentes más indefendibles y más fáciles de atacar que pudieran imaginarse. Yo creo que Stalin tenía puestas sus miras expansionistas (una vez que las potencias occidentales se hubieran destrozado mutuamente) mucho más allá de las antiguas fronteras del Imperio Zarista.
Saludos
Esa suposición puede ser razonable, pero a la altura de 1939 también era razonable el temor soviético de todo lo contrario, es decir, que las potencias occidentales se mantuvieran pasivas mientras Alemania se abatía contra la URSS. Y no se puede olvidar que en abril de 1939 la URSS había hecho una propuesta a Francia, Gran Bretaña y Polonia de alianza en caso de ataque alemán, propuesta que no obtuvo respuesta favorable, y que se dilató en el tiempo sin llegar a nada concreto hasta agosto de 1939, cuando la amenaza de guerra era un hecho evidente, tan evidente como el hecho de que en ese caso la URSS no podía verse con fronteras comunes con Alemania sin ningún tipo de alianza o pacto con ninguno de los contendientes.
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- Recluta
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Saludos a todos
Tal vez el militar ruso más autorizado para describir y analizar el estado o disposición de las Fuerzas Armadas Soviéticas al inicio de la Operación Barbarrosa, es A. Vasilevski:
"Pero volvamos al plan de rechazo de la agresión. Como nos contó Meretskov, al examinarlo, Stalin, refiriéndose a la dirección más probable del golpe principal del enemigo potencial, expresó su punto de vista. Según él, Alemania, en caso de guerra, no orientaría los esfuerzos fundamentales al centro del frente que surgiría entonces a lo largo de la línea de la frontera soviético-germana, sino al suroeste para arrebatarnos, ante todo, las regiones más ricas en industria, materias primas y agricultura. En consonancia con este criterio, se encargó al E.M.G. de reelaborar el plan previendo la concentración de la principal agrupación de nuestras tropas en la dirección del Suroeste.
Había que cumplir en un plazo brevísimo el colosal trabajo que suponía esta reelaboración. Malandin, Anísov y yo estábamos obligados a terminar no más tarde del 15 de diciembre la elaboración de todas las cuestiones que atañían al Comisariado del Pueblo de Defensa y al Estado Mayor General, teniendo en cuenta los problemas relacionados con el Comisariado de Vías de Comunicación y determinar también las tareas de las correspondientes regiones militares con el fin de que, a partir del 1 de enero de 1941, el mando y los EE.MM. de las regiones pudieran comenzar la elaboración de los planes regionales.
Eran los meses en que el fascismo germano, con el consentimiento de los imperialistas de Gran Bretaña y Francia, avanzaba por Europa. Francia capituló en el verano de 1940 y fue descuartizada. La aviación alemana efectuaba masivas incursiones sobre las Islas Británicas. El Japón ampliaba las operaciones militares en China. El 27 de setiembre se firmó en Berlín el pacto de alianza militar entre Alemania, Italia y el Japón. Este pacto agresivo iba enfilado –y eso era evidente para toda persona sensata- en primer término contra la URSS.
Teníamos que darnos prisa. El nuevo crimen de la Alemania fascista –la invasión no sólo de los países pequeños, sino también de Francia- nos hacía tener los ojos bien abiertos. Debíamos tener en cuenta que Alemania había sometido a su férula casi todo el complejo industrial de Europa, se había reforzado considerablemente su potencial industrial y sus ansias de agresión iban en aumento. La amenaza de un ataque fascista a la Unión Soviética cobraba contornos reales.
Por eso todos nosotros aprobábamos profundamente las medidas del Partido Comunista encaminadas a impulsar al máximo la industria de guerra, a acelerar el rearme técnico del Ejército y la Marina y seguir robusteciendo su disposición combativa. Se manifestó especial desvelo por las ramas principales de la industria de guerra: la industria de aviación y de tanques, las construcciones navales y de sistemas artilleros. Un ejemplo de la gran atención que prestaba el Partido a la industria de guerra es que el Buró Político exigió de los directores de fábricas de aviones y de motores de aviación tener al corriente del CC del número de unidades producidas. Empezó a medirse cada día por lo que se había hecho para fortalecer la seguridad del país. El resultado fue que tan sólo en 1940 se logró mucho. Baste decir que desde el otoño de 1939 hasta 1941 el número de divisiones se duplicó con creces y el de regimientos de aviación en junio de 1941 se había incrementado en el 80%, comparando con el comienzo del año 1939. Se formaron brigadas de tanques para el apoyo directo a la infantería. Todo nuestro sistema de preparación operativa y combativa empezó a tener más en cuenta las exigencias del tiempo de guerra.
(…) La reunificación de las regiones occidentales de Bielorrusia con la RSS de Bielorrusia y de las regiones occidentales de Ucrania y la Bucovina del Norte con la RSS de Ucrania, la restauración del Poder soviético en Letonia, Lituania y Estonia y su integración a la URSS, la liberación y el retorno de los trabajadores de Besarabia a la fraternal familia de los pueblos de la Unión Soviética tuvieron gran importancia para el fortalecimiento de la seguridad de las fronteras soviéticas. Estos actos históricos, de una gran trascendencia política y social para los destinos de la Patria socialista en conjunto, permitieron, además, desplazar 250 ó 300 kilómetros nuestras fronteras estatales. Pero hay que reconocer que nuestras nuevas fronteras plantearon también una serie de problemas difíciles en lo tocante al fortalecimiento de la seguridad que, lamentablemente, no se logró resolver hasta el comienzo de la guerra.
Era preciso reorganizar seriamente y con urgencia la defensa del país, asimilar y fortificar en el plazo más corto las nuevas regiones fronterizas. Se adoptaron decisiones sobre su organización ingeniera que preveían construir en ellas líneas defensivas bien desarrolladas en profundidad y modernas para aquel tiempo, fomentar las vías férreas pasándolas de la anchura eurooccidental a la habitual en la Unión Soviética, habilitar un número adicional de estaciones ferroviarias, construir camino vecinales, líneas de comunicación y todo lo necesario para concentrar, situar y desplegar rápidamente las tropas y también para sostener operaciones militares con vistas a rechazar el ataque del enemigo.
Pero había muy poco tiempo para realizar estas importantes decisiones. A nosotros, los oficiales de la Sección de Operaciones del E.M.G., nos preocupaba la débil capacidad del tráfico de los ferrocarriles, especialmente de los que se encontraban al oeste de las viejas fronteras. Al oeste del ferrocarril paralelo a la vieja frontera de Ovruch-Kórosten-Shepetovka-Kámenets-Podolski iban sólo cinco líneas con una capacidad de tráfico de 60% menor que al este de dicho ferrocarril. La situación era un poco mejor en el territorio de las regiones occidentales de Ucrania y en el litoral báltico.
En los años 1940 y 1941 no era conveniente construir aeródromos y situar depósitos en las inmediaciones de la nueva frontera. El Estado Mayor General y quienes dirigían personalmente en el Comisariado del Pueblo de Defensa el abastecimiento y aseguramiento de las tropas consideraban más conveniente tener, al comienzo de la guerra, las reservas fundamentales alejadas de la frontera estatal, aproximadamente en la línea del río Volga. Pero algunos dirigentes del Comisariado del Pueblo (especialmente G. Kulik, L. Mejlis y E. Schadenko) se oponían categóricamente. Creían que la agresión sería rechazada rápidamente y que, en todo caso, la guerra sería trasladada al territorio enemigo. Por lo visto se hallaban cautivos de una idea equivocada acerca del curso que seguiría la inminente guerra. Tal ilusión, lamentablemente, estaba bastante extendida. En la primavera del año 1940, en la conferencia sobre problemas del trabajo ideológico en las tropas, el Comité Central del Partido criticó la tesis de una victoria fácil. De esta tesis alguien había hecho la errónea deducción de que las acciones de las tropas soviéticas tendrían sin falta, desde el comienzo mismo, solamente carácter ofensivo y, a ciencia cierta, se desarrollarían con buen éxito; si esto era así, ya en tiempo de paz había que acercar los depósitos lo más posible a las tropas. Por consiguiente, preparándose para la guerra, debían situarse en los territorios de las nuevas regiones fronterizas.
(…) El Estado Mayor General trabajó con la mayor tensión durante todo el primer semestre de 1941. Fueron analizadas reiteradamente las operaciones de los primeros años de la II Guerra Mundial y los principios de su ejecución. Se estudiaron a fondo tanto las operaciones ofensivas como las cuestiones de defensa estratégica. En las directrices del Comisariado del Pueblo de Defensa al personal de mando del Ejército Rojo, al mismo tiempo que las tareas de ensayar las operaciones ofensivas, se planteaban también sin falta, en términos concretos y detallados, las tareas de las operaciones defensivas. Como medidas prácticas se preveía la realización durante el invierno en cada ejército y región de un juego de entrenamiento en la operación defensiva del ejército y, en los EE.MM. de las regiones aptas para el establecimiento del frente, en la operación defensiva del frente. Por el verano los ejércitos y regiones efectuaban, con los mismos fundamentos, maniobras bilaterales de campaña en el marco de ejército o de frente. El fundamental era, naturalmente, el bando atacante y el contrario resolvía tareas de carácter defensivo.
Pero hay que decir que la orientación, justa en principio, de hacer la guerra en el territorio del agresor y de que, en caso de un ataque enemigo a la URSS, las operaciones de las tropas soviéticas debían ser audaces al máximo, era propagada en algunos lugares unilateralmente, lo que, como ya se ha dicho, contribuyó a propalar las ilusiones de una victoria fácil en la guerra.
A partir de febrero de 1941 Alemania comenzó el traslado de tropas a las fronteras soviéticas. Los datos que se recibían en el E.M.G., en el Comisariado del Pueblo de Defensa y en el Comisariado del Pueblo de Negocios Extranjeros evidenciaban cada día más la amenaza directa de agresión.
En estas circunstancias el E.M.G. en conjunto y nuestra Sección de Operaciones introducían correcciones en el plan operativo, elaborado en el otoño y el invierno de 1940, de concentración y despliegue de las Fuerzas Armadas para rechazar el ataque del enemigo por el Oeste. El plan preveía que las operaciones militares comenzarían repeliendo los golpes del enemigo atacante; que estos golpes se transformarían inmediatamente en grandes batallas aéreas en las que el enemigo intentaría neutralizar nuestros aeródromos, debilitar las agrupaciones de tropas y sobre todo de tanques, volar los objetivos militares de retaguardia y hacer daño a las estaciones ferroviarias y grandes ciudades inmediatas al frente. Por nuestro lado se preveía la necesidad de frustrar, con todas las fuerzas de la aviación, los intentos del enemigo de conquistar el dominio en el aire y asestarle a su vez golpes decisivos desde el aire. Al propio tiempo, se esperaba el ataque a nuestras fronteras por tropas terrestres con grandes agrupaciones de tanques durante el cual nuestras tropas de infantería y las zonas fortificadas de las regiones militares limítrofes, conjuntamente con las tropas de guardafronteras, deberían contener la primera embestida y los cuerpos mecanizados, apoyándose en las líneas antitanque, con sus contragolpes en cooperación con las unidades de infantería, deberían liquidar las agrupaciones infiltradas en nuestra defensa y crear una situación favorable para el paso de las tropas soviéticas a una resuelta ofensiva. Se preveía, para el comienzo de la ofensiva enemiga, la llegada de las tropas enviadas de la profundidad de la URSS al territorio de las regiones fronterizas. Se suponía también que nuestras tropas entrarían en la guerra en todo caso completamente preparadas y formando las agrupaciones previstas por el plan, y que la movilización y concentración de las tropas se efectuaría oportunamente.
El plan operativo de rechazo de la agresión fue coordinado cuidadosamente con el plan de movilización del Ejército Rojo y del país en conjunto, se hicieron los cálculos y esquemas del transporte de tropas y de todo lo necesario para ellas, desde el interior del país a las zonas de concentración, y se adoptaron las medidas debidas para asegurar los transportes a través del Comisariado del Pueblo de Vías de Comunicación. El plan fue elaborado no sólo por el E.M.G. y las correspondientes direcciones del Comisariado del Pueblo de Defensa, sino también por el mando de las tropas de las regiones militares fronterizas. Para este fin, de febrero a abril de 1941, fueron llamados al E.M.G. los comandantes jefes de las tropas, los miembros de los consejos militares y los jefes de E.M. y de las secciones de operaciones de las regiones militares especiales del Báltico, del Oeste y de Kíev, así como de la Región Militar de Leningrado. Junto con ellos se trazaron el orden de cobertura de la frontera, la asignación de las fuerzas necesarias para este fin y las formas de utilizarlas. Se preveía, además, que al comenzar las acciones el enemigo las tropas de los escalones de cobertura estarían completas según la plantilla de tiempos de guerra, desplegarían en las líneas defensivas preparadas a lo largo de la frontera y, junto con las zonas fortificadas y las tropas de guardafrontera, en caso de extrema necesidad, cubrirían la movilización del segundo escalón de las regiones fronterizas a las que, según el plan de movilización, se reservaba para ello de varias horas a un día.
Ante la creciente amenaza de agresión por parte de la Alemania fascista, el Comisariado del Pueblo de Defensa y el E.M.G. no sólo corrigieron los planes operativos y de movilización, elaborados par rechazar el inevitable ataque a nuestro país, sino que, cumpliendo indicaciones del CC del Partido y del Gobierno, pusieron en práctica toda una serie de medidas muy importantes de estos planes orientados a reforzar la capacidad defensiva de nuestras fronteras occidentales. Por ejemplo, desde mediados de mayo de 1941, cumpliendo las directrices del E.M.G., comenzó el traslado de una serie de ejércitos -28 divisiones en total- de las regiones del interior a las fronterizas, iniciándose así el cumplimiento del plan de concentración y despliegue de las tropas soviéticas en las fronteras occidentales. A primeros de junio de 1941 fueron llamados a las reuniones de instrucción cerca de 800,000 hombres de la reserva, siendo enviados todos a engrosar las tropas de las regiones militares de las fronteras occidentales y sus zonas fortificadas. El Comité Central del Partido y el Gobierno soviético aplicaron también otra serie de medidas importantísimas con el fin de seguir elevando la disposición y capacidad combativa de las fuerzas armadas, potenciar la base de la industria de guerra y robustecer la capacidad defensiva del país en conjunto. A mediados de 1941 los efectivos totales del Ejército y la Marina se elevaron a más de cinco millones de hombres y eran el 180% mayores que en 1939.
En mayo y junio de 1941 fueron trasladados por ferrocarril a la línea de los ríos Dvina Occidental y Dniéper los ejércitos 19, 21 y 22 de las regiones militares del Cáucaso del Norte, Privolzhie y Urales, el 25 Cuerpo de Infantería de la Región Militar de Járkov, y también el 16 Ejercito de la Región Militar de Transbaikalia, a Ucrania, para integrarse en la Región Militar Especial de Kíev. El 27 de mayo el E.M.G. dio orden a las regiones fronterizas occidentales de construir urgentemente puestos de mando de frente en campaña y el 19 de junio trasladar a ellos las direcciones de frente de las regiones militares especiales del Báltico, del Oeste y de Kíev. La dirección de la Región de Odesa, a solicitud del mando regional, había obtenido este permiso anteriormente. Del 12 al 15 de junio se ordenó a estas regiones acercar a la frontera estatal las divisiones dislocadas en la profundidad de la región. El 19 de junio estas regiones recibieron la orden de enmascarar los aeródromos, las unidades militares, los parques, depósitos y bases y desconcentrar los aviones en los aeródromos.
Sin embargo, no se logró realizar enteramente y culminar las medidas trazadas de movilización y organización. Aquí se dejó sentir el error al determinar la fecha del posible ataque de la Alemania hitleriana a nuestro país; por otra parte, las posibilidades económicas del país no permitieron cumplirlas en el plazo que nos había fijado la historia. Naturalmente, también desempeñaron su papel los defectos cometidos por la dirección militar al planear y ejecutar prácticamente estas medidas."
A. Vasilevski. La causa de toda mi vida. Editorial Progreso. Traducido del ruso por Angel Pozo Sandoval. Moscú. 1979; págs. 108-117.
Tal vez el militar ruso más autorizado para describir y analizar el estado o disposición de las Fuerzas Armadas Soviéticas al inicio de la Operación Barbarrosa, es A. Vasilevski:
"Pero volvamos al plan de rechazo de la agresión. Como nos contó Meretskov, al examinarlo, Stalin, refiriéndose a la dirección más probable del golpe principal del enemigo potencial, expresó su punto de vista. Según él, Alemania, en caso de guerra, no orientaría los esfuerzos fundamentales al centro del frente que surgiría entonces a lo largo de la línea de la frontera soviético-germana, sino al suroeste para arrebatarnos, ante todo, las regiones más ricas en industria, materias primas y agricultura. En consonancia con este criterio, se encargó al E.M.G. de reelaborar el plan previendo la concentración de la principal agrupación de nuestras tropas en la dirección del Suroeste.
Había que cumplir en un plazo brevísimo el colosal trabajo que suponía esta reelaboración. Malandin, Anísov y yo estábamos obligados a terminar no más tarde del 15 de diciembre la elaboración de todas las cuestiones que atañían al Comisariado del Pueblo de Defensa y al Estado Mayor General, teniendo en cuenta los problemas relacionados con el Comisariado de Vías de Comunicación y determinar también las tareas de las correspondientes regiones militares con el fin de que, a partir del 1 de enero de 1941, el mando y los EE.MM. de las regiones pudieran comenzar la elaboración de los planes regionales.
Eran los meses en que el fascismo germano, con el consentimiento de los imperialistas de Gran Bretaña y Francia, avanzaba por Europa. Francia capituló en el verano de 1940 y fue descuartizada. La aviación alemana efectuaba masivas incursiones sobre las Islas Británicas. El Japón ampliaba las operaciones militares en China. El 27 de setiembre se firmó en Berlín el pacto de alianza militar entre Alemania, Italia y el Japón. Este pacto agresivo iba enfilado –y eso era evidente para toda persona sensata- en primer término contra la URSS.
Teníamos que darnos prisa. El nuevo crimen de la Alemania fascista –la invasión no sólo de los países pequeños, sino también de Francia- nos hacía tener los ojos bien abiertos. Debíamos tener en cuenta que Alemania había sometido a su férula casi todo el complejo industrial de Europa, se había reforzado considerablemente su potencial industrial y sus ansias de agresión iban en aumento. La amenaza de un ataque fascista a la Unión Soviética cobraba contornos reales.
Por eso todos nosotros aprobábamos profundamente las medidas del Partido Comunista encaminadas a impulsar al máximo la industria de guerra, a acelerar el rearme técnico del Ejército y la Marina y seguir robusteciendo su disposición combativa. Se manifestó especial desvelo por las ramas principales de la industria de guerra: la industria de aviación y de tanques, las construcciones navales y de sistemas artilleros. Un ejemplo de la gran atención que prestaba el Partido a la industria de guerra es que el Buró Político exigió de los directores de fábricas de aviones y de motores de aviación tener al corriente del CC del número de unidades producidas. Empezó a medirse cada día por lo que se había hecho para fortalecer la seguridad del país. El resultado fue que tan sólo en 1940 se logró mucho. Baste decir que desde el otoño de 1939 hasta 1941 el número de divisiones se duplicó con creces y el de regimientos de aviación en junio de 1941 se había incrementado en el 80%, comparando con el comienzo del año 1939. Se formaron brigadas de tanques para el apoyo directo a la infantería. Todo nuestro sistema de preparación operativa y combativa empezó a tener más en cuenta las exigencias del tiempo de guerra.
(…) La reunificación de las regiones occidentales de Bielorrusia con la RSS de Bielorrusia y de las regiones occidentales de Ucrania y la Bucovina del Norte con la RSS de Ucrania, la restauración del Poder soviético en Letonia, Lituania y Estonia y su integración a la URSS, la liberación y el retorno de los trabajadores de Besarabia a la fraternal familia de los pueblos de la Unión Soviética tuvieron gran importancia para el fortalecimiento de la seguridad de las fronteras soviéticas. Estos actos históricos, de una gran trascendencia política y social para los destinos de la Patria socialista en conjunto, permitieron, además, desplazar 250 ó 300 kilómetros nuestras fronteras estatales. Pero hay que reconocer que nuestras nuevas fronteras plantearon también una serie de problemas difíciles en lo tocante al fortalecimiento de la seguridad que, lamentablemente, no se logró resolver hasta el comienzo de la guerra.
Era preciso reorganizar seriamente y con urgencia la defensa del país, asimilar y fortificar en el plazo más corto las nuevas regiones fronterizas. Se adoptaron decisiones sobre su organización ingeniera que preveían construir en ellas líneas defensivas bien desarrolladas en profundidad y modernas para aquel tiempo, fomentar las vías férreas pasándolas de la anchura eurooccidental a la habitual en la Unión Soviética, habilitar un número adicional de estaciones ferroviarias, construir camino vecinales, líneas de comunicación y todo lo necesario para concentrar, situar y desplegar rápidamente las tropas y también para sostener operaciones militares con vistas a rechazar el ataque del enemigo.
Pero había muy poco tiempo para realizar estas importantes decisiones. A nosotros, los oficiales de la Sección de Operaciones del E.M.G., nos preocupaba la débil capacidad del tráfico de los ferrocarriles, especialmente de los que se encontraban al oeste de las viejas fronteras. Al oeste del ferrocarril paralelo a la vieja frontera de Ovruch-Kórosten-Shepetovka-Kámenets-Podolski iban sólo cinco líneas con una capacidad de tráfico de 60% menor que al este de dicho ferrocarril. La situación era un poco mejor en el territorio de las regiones occidentales de Ucrania y en el litoral báltico.
En los años 1940 y 1941 no era conveniente construir aeródromos y situar depósitos en las inmediaciones de la nueva frontera. El Estado Mayor General y quienes dirigían personalmente en el Comisariado del Pueblo de Defensa el abastecimiento y aseguramiento de las tropas consideraban más conveniente tener, al comienzo de la guerra, las reservas fundamentales alejadas de la frontera estatal, aproximadamente en la línea del río Volga. Pero algunos dirigentes del Comisariado del Pueblo (especialmente G. Kulik, L. Mejlis y E. Schadenko) se oponían categóricamente. Creían que la agresión sería rechazada rápidamente y que, en todo caso, la guerra sería trasladada al territorio enemigo. Por lo visto se hallaban cautivos de una idea equivocada acerca del curso que seguiría la inminente guerra. Tal ilusión, lamentablemente, estaba bastante extendida. En la primavera del año 1940, en la conferencia sobre problemas del trabajo ideológico en las tropas, el Comité Central del Partido criticó la tesis de una victoria fácil. De esta tesis alguien había hecho la errónea deducción de que las acciones de las tropas soviéticas tendrían sin falta, desde el comienzo mismo, solamente carácter ofensivo y, a ciencia cierta, se desarrollarían con buen éxito; si esto era así, ya en tiempo de paz había que acercar los depósitos lo más posible a las tropas. Por consiguiente, preparándose para la guerra, debían situarse en los territorios de las nuevas regiones fronterizas.
(…) El Estado Mayor General trabajó con la mayor tensión durante todo el primer semestre de 1941. Fueron analizadas reiteradamente las operaciones de los primeros años de la II Guerra Mundial y los principios de su ejecución. Se estudiaron a fondo tanto las operaciones ofensivas como las cuestiones de defensa estratégica. En las directrices del Comisariado del Pueblo de Defensa al personal de mando del Ejército Rojo, al mismo tiempo que las tareas de ensayar las operaciones ofensivas, se planteaban también sin falta, en términos concretos y detallados, las tareas de las operaciones defensivas. Como medidas prácticas se preveía la realización durante el invierno en cada ejército y región de un juego de entrenamiento en la operación defensiva del ejército y, en los EE.MM. de las regiones aptas para el establecimiento del frente, en la operación defensiva del frente. Por el verano los ejércitos y regiones efectuaban, con los mismos fundamentos, maniobras bilaterales de campaña en el marco de ejército o de frente. El fundamental era, naturalmente, el bando atacante y el contrario resolvía tareas de carácter defensivo.
Pero hay que decir que la orientación, justa en principio, de hacer la guerra en el territorio del agresor y de que, en caso de un ataque enemigo a la URSS, las operaciones de las tropas soviéticas debían ser audaces al máximo, era propagada en algunos lugares unilateralmente, lo que, como ya se ha dicho, contribuyó a propalar las ilusiones de una victoria fácil en la guerra.
A partir de febrero de 1941 Alemania comenzó el traslado de tropas a las fronteras soviéticas. Los datos que se recibían en el E.M.G., en el Comisariado del Pueblo de Defensa y en el Comisariado del Pueblo de Negocios Extranjeros evidenciaban cada día más la amenaza directa de agresión.
En estas circunstancias el E.M.G. en conjunto y nuestra Sección de Operaciones introducían correcciones en el plan operativo, elaborado en el otoño y el invierno de 1940, de concentración y despliegue de las Fuerzas Armadas para rechazar el ataque del enemigo por el Oeste. El plan preveía que las operaciones militares comenzarían repeliendo los golpes del enemigo atacante; que estos golpes se transformarían inmediatamente en grandes batallas aéreas en las que el enemigo intentaría neutralizar nuestros aeródromos, debilitar las agrupaciones de tropas y sobre todo de tanques, volar los objetivos militares de retaguardia y hacer daño a las estaciones ferroviarias y grandes ciudades inmediatas al frente. Por nuestro lado se preveía la necesidad de frustrar, con todas las fuerzas de la aviación, los intentos del enemigo de conquistar el dominio en el aire y asestarle a su vez golpes decisivos desde el aire. Al propio tiempo, se esperaba el ataque a nuestras fronteras por tropas terrestres con grandes agrupaciones de tanques durante el cual nuestras tropas de infantería y las zonas fortificadas de las regiones militares limítrofes, conjuntamente con las tropas de guardafronteras, deberían contener la primera embestida y los cuerpos mecanizados, apoyándose en las líneas antitanque, con sus contragolpes en cooperación con las unidades de infantería, deberían liquidar las agrupaciones infiltradas en nuestra defensa y crear una situación favorable para el paso de las tropas soviéticas a una resuelta ofensiva. Se preveía, para el comienzo de la ofensiva enemiga, la llegada de las tropas enviadas de la profundidad de la URSS al territorio de las regiones fronterizas. Se suponía también que nuestras tropas entrarían en la guerra en todo caso completamente preparadas y formando las agrupaciones previstas por el plan, y que la movilización y concentración de las tropas se efectuaría oportunamente.
El plan operativo de rechazo de la agresión fue coordinado cuidadosamente con el plan de movilización del Ejército Rojo y del país en conjunto, se hicieron los cálculos y esquemas del transporte de tropas y de todo lo necesario para ellas, desde el interior del país a las zonas de concentración, y se adoptaron las medidas debidas para asegurar los transportes a través del Comisariado del Pueblo de Vías de Comunicación. El plan fue elaborado no sólo por el E.M.G. y las correspondientes direcciones del Comisariado del Pueblo de Defensa, sino también por el mando de las tropas de las regiones militares fronterizas. Para este fin, de febrero a abril de 1941, fueron llamados al E.M.G. los comandantes jefes de las tropas, los miembros de los consejos militares y los jefes de E.M. y de las secciones de operaciones de las regiones militares especiales del Báltico, del Oeste y de Kíev, así como de la Región Militar de Leningrado. Junto con ellos se trazaron el orden de cobertura de la frontera, la asignación de las fuerzas necesarias para este fin y las formas de utilizarlas. Se preveía, además, que al comenzar las acciones el enemigo las tropas de los escalones de cobertura estarían completas según la plantilla de tiempos de guerra, desplegarían en las líneas defensivas preparadas a lo largo de la frontera y, junto con las zonas fortificadas y las tropas de guardafrontera, en caso de extrema necesidad, cubrirían la movilización del segundo escalón de las regiones fronterizas a las que, según el plan de movilización, se reservaba para ello de varias horas a un día.
Ante la creciente amenaza de agresión por parte de la Alemania fascista, el Comisariado del Pueblo de Defensa y el E.M.G. no sólo corrigieron los planes operativos y de movilización, elaborados par rechazar el inevitable ataque a nuestro país, sino que, cumpliendo indicaciones del CC del Partido y del Gobierno, pusieron en práctica toda una serie de medidas muy importantes de estos planes orientados a reforzar la capacidad defensiva de nuestras fronteras occidentales. Por ejemplo, desde mediados de mayo de 1941, cumpliendo las directrices del E.M.G., comenzó el traslado de una serie de ejércitos -28 divisiones en total- de las regiones del interior a las fronterizas, iniciándose así el cumplimiento del plan de concentración y despliegue de las tropas soviéticas en las fronteras occidentales. A primeros de junio de 1941 fueron llamados a las reuniones de instrucción cerca de 800,000 hombres de la reserva, siendo enviados todos a engrosar las tropas de las regiones militares de las fronteras occidentales y sus zonas fortificadas. El Comité Central del Partido y el Gobierno soviético aplicaron también otra serie de medidas importantísimas con el fin de seguir elevando la disposición y capacidad combativa de las fuerzas armadas, potenciar la base de la industria de guerra y robustecer la capacidad defensiva del país en conjunto. A mediados de 1941 los efectivos totales del Ejército y la Marina se elevaron a más de cinco millones de hombres y eran el 180% mayores que en 1939.
En mayo y junio de 1941 fueron trasladados por ferrocarril a la línea de los ríos Dvina Occidental y Dniéper los ejércitos 19, 21 y 22 de las regiones militares del Cáucaso del Norte, Privolzhie y Urales, el 25 Cuerpo de Infantería de la Región Militar de Járkov, y también el 16 Ejercito de la Región Militar de Transbaikalia, a Ucrania, para integrarse en la Región Militar Especial de Kíev. El 27 de mayo el E.M.G. dio orden a las regiones fronterizas occidentales de construir urgentemente puestos de mando de frente en campaña y el 19 de junio trasladar a ellos las direcciones de frente de las regiones militares especiales del Báltico, del Oeste y de Kíev. La dirección de la Región de Odesa, a solicitud del mando regional, había obtenido este permiso anteriormente. Del 12 al 15 de junio se ordenó a estas regiones acercar a la frontera estatal las divisiones dislocadas en la profundidad de la región. El 19 de junio estas regiones recibieron la orden de enmascarar los aeródromos, las unidades militares, los parques, depósitos y bases y desconcentrar los aviones en los aeródromos.
Sin embargo, no se logró realizar enteramente y culminar las medidas trazadas de movilización y organización. Aquí se dejó sentir el error al determinar la fecha del posible ataque de la Alemania hitleriana a nuestro país; por otra parte, las posibilidades económicas del país no permitieron cumplirlas en el plazo que nos había fijado la historia. Naturalmente, también desempeñaron su papel los defectos cometidos por la dirección militar al planear y ejecutar prácticamente estas medidas."
A. Vasilevski. La causa de toda mi vida. Editorial Progreso. Traducido del ruso por Angel Pozo Sandoval. Moscú. 1979; págs. 108-117.
- Von Kleist
- General de Cuerpo de Ejército
- Mensajes: 8241
- Registrado: 18 Dic 2003, 20:01
Buenas
Madre mia, que panfletario es el autor:
Algunas perlas
Y, -habría que añadir- que en esos meses el fascismo germano, no ya con el consentimiento, sino con la bendición de Stalin, (quien felicitó a Hitler por la campaña de 1940) descurtizó a Francia. Tampoco dice nada de las órdenes enviadas desde Moscú al PC francés para sabotear el esfuerzo de guerra ni cosas por el estilo.
Sin duda, la misma "liberación" e integración "fraternal" a la URRS de Estonia, Letonia, Lituania o de parte de Finlandia. Pueblos oprimidos liberados por el "Zar rojo".
Con todo, ciertos extractos son muy interesantes a la hora de sintentizar la doctrina militar del ER y como creía el alto mando sovietico que se iba a desarrollar la guerra, primando la ofensiva y descuidando la defensa:
En fin, quitando las muy evidentes distorsiones ideológicas, el fragmento presenta cierto interés.
Saludos
Madre mia, que panfletario es el autor:
Algunas perlas
Eran los meses en que el fascismo germano, con el consentimiento de los imperialistas de Gran Bretaña y Francia, avanzaba por Europa. Francia capituló en el verano de 1940 y fue descuartizada.
Y, -habría que añadir- que en esos meses el fascismo germano, no ya con el consentimiento, sino con la bendición de Stalin, (quien felicitó a Hitler por la campaña de 1940) descurtizó a Francia. Tampoco dice nada de las órdenes enviadas desde Moscú al PC francés para sabotear el esfuerzo de guerra ni cosas por el estilo.
la liberación y el retorno de los trabajadores de Besarabia a la fraternal familia de los pueblos de la Unión Soviética tuvieron gran importancia para el fortalecimiento de la seguridad de las fronteras soviéticas
Sin duda, la misma "liberación" e integración "fraternal" a la URRS de Estonia, Letonia, Lituania o de parte de Finlandia. Pueblos oprimidos liberados por el "Zar rojo".
Con todo, ciertos extractos son muy interesantes a la hora de sintentizar la doctrina militar del ER y como creía el alto mando sovietico que se iba a desarrollar la guerra, primando la ofensiva y descuidando la defensa:
Creían que la agresión sería rechazada rápidamente y que, en todo caso, la guerra sería trasladada al territorio enemigo. Por lo visto se hallaban cautivos de una idea equivocada acerca del curso que seguiría la inminente guerra. Tal ilusión, lamentablemente, estaba bastante extendida. En la primavera del año 1940, en la conferencia sobre problemas del trabajo ideológico en las tropas, el Comité Central del Partido criticó la tesis de una victoria fácil. De esta tesis alguien había hecho la errónea deducción de que las acciones de las tropas soviéticas tendrían sin falta, desde el comienzo mismo, solamente carácter ofensivo y, a ciencia cierta, se desarrollarían con buen éxito; si esto era así, ya en tiempo de paz había que acercar los depósitos lo más posible a las tropas. Por consiguiente, preparándose para la guerra, debían situarse en los territorios de las nuevas regiones fronterizas.
En fin, quitando las muy evidentes distorsiones ideológicas, el fragmento presenta cierto interés.
Saludos
- samurayito
- Comandante
- Mensajes: 1547
- Registrado: 13 Jun 2004, 18:05
Von Kleist escribió:Buenas
Madre mia, que panfletario es el autor:
Algunas perlasEran los meses en que el fascismo germano, con el consentimiento de los imperialistas de Gran Bretaña y Francia, avanzaba por Europa. Francia capituló en el verano de 1940 y fue descuartizada.
Y, -habría que añadir- que en esos meses el fascismo germano, no ya con el consentimiento, sino con la bendición de Stalin, (quien felicitó a Hitler por la campaña de 1940) descurtizó a Francia. Tampoco dice nada de las órdenes enviadas desde Moscú al PC francés para sabotear el esfuerzo de guerra ni cosas por el estilo.la liberación y el retorno de los trabajadores de Besarabia a la fraternal familia de los pueblos de la Unión Soviética tuvieron gran importancia para el fortalecimiento de la seguridad de las fronteras soviéticas
Sin duda, la misma "liberación" e integración "fraternal" a la URRS de Estonia, Letonia, Lituania o de parte de Finlandia. Pueblos oprimidos liberados por el "Zar rojo".
Con todo, ciertos extractos son muy interesantes a la hora de sintentizar la doctrina militar del ER y como creía el alto mando sovietico que se iba a desarrollar la guerra, primando la ofensiva y descuidando la defensa:Creían que la agresión sería rechazada rápidamente y que, en todo caso, la guerra sería trasladada al territorio enemigo. Por lo visto se hallaban cautivos de una idea equivocada acerca del curso que seguiría la inminente guerra. Tal ilusión, lamentablemente, estaba bastante extendida. En la primavera del año 1940, en la conferencia sobre problemas del trabajo ideológico en las tropas, el Comité Central del Partido criticó la tesis de una victoria fácil. De esta tesis alguien había hecho la errónea deducción de que las acciones de las tropas soviéticas tendrían sin falta, desde el comienzo mismo, solamente carácter ofensivo y, a ciencia cierta, se desarrollarían con buen éxito; si esto era así, ya en tiempo de paz había que acercar los depósitos lo más posible a las tropas. Por consiguiente, preparándose para la guerra, debían situarse en los territorios de las nuevas regiones fronterizas.
En fin, quitando las muy evidentes distorsiones ideológicas, el fragmento presenta cierto interés.
Saludos
Francamente, leyendo ese fragmento no se entiende como los alemanes estuvieron a un paso de comerse la uvas en Moscu, a pesar de atacar la URSS con dos meses de retraso, subestimar el tamaño de las fuerzas sovieticas y carecer del equipamiento necesario para el inviermo, asi como de una estructura logistica capaz de cubrir el despliegue en profundidad en las grandes distancias rusas. Entre otras muchas cosas.
Pero es bonito contar las cosas a toro pasado.
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- Soldado
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- Registrado: 24 Ene 2003, 12:42
Me acabo de leer el hilo del tiron, quiero felicitar a todos los participantes pq me ha resultado tremendamente interesante.
Solo queria decir que me parece algo injusto echarle parte de la culpa a Tujachevski por la derrota del 41, cuando el preconaba sus teorias el ejercito aleman no tenia nada que ver con el que realizo la ofensiva. Quizas sus ideas incorrectas en el 41 no lo fueran en el 37.
En todo caso la culpa seria de los reponsables posteriores que no supieron adaptarse a la nueva realidad.
Solo queria decir que me parece algo injusto echarle parte de la culpa a Tujachevski por la derrota del 41, cuando el preconaba sus teorias el ejercito aleman no tenia nada que ver con el que realizo la ofensiva. Quizas sus ideas incorrectas en el 41 no lo fueran en el 37.
En todo caso la culpa seria de los reponsables posteriores que no supieron adaptarse a la nueva realidad.
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