Los Panzer alemanes: detrás del mito
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El problema de Dunkerke es que anzarse a por todas hubiera sido una opción razonable porque fue la única ocasión de batir al ejército inglés que se le presentaría al Heer en toda la guerra, pero esa es una apreciación a posteriori, basada en lo que sucedió después. La cuestión es que la decisión de frenar no fue caprichosa, sino que tenía sentido a la luz de las premisas con las que se manejab el estado mayor alemán, que eran:
1. El ejército francés no estaba vencido del todo y habría que lidiar con él después de Dunkerke
2. El ataque de Arrás había demostrado que las PzDiv eran vulnerables
3. En torno a los puertos de la costa ya no había unidades dispersas, sino un gran ejército que no había caído presa del pánico (y la mejor prueba es la disciplina que posibilitó la evacuación)
4. La luftwaffe podría machacar a placer a los cercados; eso resultó erróneo, pero Goering lo garantizaba y aún no había demostrado su nulidad como jefe (de hecho Dunkerke fue su primera metida de pata)
5. La evacuación masiva no era posible luego podían tomarse las cosas con calma y decidir como acabar con las fuerzas embolsadas sin arriesgarse demasiado; de nuevo una asunción errónea, pero es que ni siquiera Churchill pensaba que fuera a ser posible sacar de Dunkerke a más de 100000 hombres, 150000 en sus previsiones más optimistas; ni en sus más locos sueños pensó que lograrían rescatar a casi medio millón de hombres. El valor de la RAF, la disciplina de las tropas, la increíble respuesta de todos los hombres de mar que se jugaron la vida en cascarones de nuez volviendo una y otra vez a por más soldados, el riesgo corrido por la RN, el factor de las playas de arena embarrada que redujo la eficacia de las bombas alemanas, el valor de las tropas que defendieron el perímetro sabiendo que ellos no podrían reembarcar y se sacrificaron por sus compañeros… si uno solo de esos factores hubiera fallado la evacuación hubiera sido imposible: Dunkerke fue casi un milagro.
Y de hecho en cuanto los alemanes comprendieron que se habían equivocado se lanzaron hacia adelante, pero era tarde. Si la efectividad del salvamento sorprendió a los msimos ingleses ¿deberíamos esperar que el mando alemán estuviera mejor informado?
A la luz de esos datos, que son los que tenía a su disposición el Heer, la frenada frente a Dunkerke era una opción lógica que no implicaba dejar huir impunemente a los cercados, ni mucho menos. Si las cosas no salieron así no fue culpa de Rundstendt o Kleist, luego aunque el resultado fuera perjudicial para Alemania, la decisión en sí me parece militarmente correcta.
1. El ejército francés no estaba vencido del todo y habría que lidiar con él después de Dunkerke
2. El ataque de Arrás había demostrado que las PzDiv eran vulnerables
3. En torno a los puertos de la costa ya no había unidades dispersas, sino un gran ejército que no había caído presa del pánico (y la mejor prueba es la disciplina que posibilitó la evacuación)
4. La luftwaffe podría machacar a placer a los cercados; eso resultó erróneo, pero Goering lo garantizaba y aún no había demostrado su nulidad como jefe (de hecho Dunkerke fue su primera metida de pata)
5. La evacuación masiva no era posible luego podían tomarse las cosas con calma y decidir como acabar con las fuerzas embolsadas sin arriesgarse demasiado; de nuevo una asunción errónea, pero es que ni siquiera Churchill pensaba que fuera a ser posible sacar de Dunkerke a más de 100000 hombres, 150000 en sus previsiones más optimistas; ni en sus más locos sueños pensó que lograrían rescatar a casi medio millón de hombres. El valor de la RAF, la disciplina de las tropas, la increíble respuesta de todos los hombres de mar que se jugaron la vida en cascarones de nuez volviendo una y otra vez a por más soldados, el riesgo corrido por la RN, el factor de las playas de arena embarrada que redujo la eficacia de las bombas alemanas, el valor de las tropas que defendieron el perímetro sabiendo que ellos no podrían reembarcar y se sacrificaron por sus compañeros… si uno solo de esos factores hubiera fallado la evacuación hubiera sido imposible: Dunkerke fue casi un milagro.
Y de hecho en cuanto los alemanes comprendieron que se habían equivocado se lanzaron hacia adelante, pero era tarde. Si la efectividad del salvamento sorprendió a los msimos ingleses ¿deberíamos esperar que el mando alemán estuviera mejor informado?
A la luz de esos datos, que son los que tenía a su disposición el Heer, la frenada frente a Dunkerke era una opción lógica que no implicaba dejar huir impunemente a los cercados, ni mucho menos. Si las cosas no salieron así no fue culpa de Rundstendt o Kleist, luego aunque el resultado fuera perjudicial para Alemania, la decisión en sí me parece militarmente correcta.
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DOS BREVES INCISOS
Antes de pasar a estudiar las campañas que se desarrollarían en el año 1941 y sus consecuencias para la Panzerwaffe, quiero tocar dos apartados aunque sea de forma rápida.
El primero es remarcar que, como se ha visto, durante las campañas iniciales de la guerra las PzDiv estuvieron equipadas de forma inadecuada debido al adelantamiento del conflicto impuesto por Hitler. Incluso en la campaña de 1940 las PzDiv estaban equipadas en un 75% con carros ligeros (1800 unidades para una fuerza total de 2440 carros) y en conjunto el 60 % de sus carros eran modelos Pz I y II, sin valor real en combate. No hubo ninguna superioridad técnica, ni los aliados fueron arrollados por una marea incontenible de carros. La derrota aliada fue el producto de una combinación de habilidad táctica, iniciativa y audacia por parte de los alemanes, unidas a unas ideas tácticas obsoletas y un estilo de mando anquilosado por parte de los aliados. Alemania tampoco inventó ningún "modo milagroso" de hacer la guerra ya que la tan manida "blitzkrieg" no fue sino la aplicación de las tecnologías del siglo XX a las ideas tácticas y estratégicas del EM alemán edel siglo XIX.
Los anglofranceses fueron vencidos porque se durmieron en sus cómodas poltronas de vencedores y fueron incapaces de mirar más allá de 1914, pero esto fue algo difícil de aceptar para los políticos y militares ingleses, así que prefirieron hacer ver que la derrota era inevitable por los avanzados (y secretísimos) desarrollos técnicos alemanes.
Resumiendo, las grandes victorias de las PzDiv en 1939, 1940 y todavía en el verano 1941 no las consiguieron las máquinas: las connsiguieron los hombres que las usaban, y que lo hicieron de forma magistral, superando todas sus deficiencias técnicas con destreza e iniciativa. La leyenda de los invencibles carros alemanes debería ser la de los invencibles carristas alemanes.
Segundo inciso, este de tipo técnico. SI bien el proyecto del Pz V fue dejado de lado, las empresas alemanas siguieron trabajando en el desarrollo de un modelo de carro pesado. en base a diversas especificaciones del Heereswaffenant. Los primeros resultados fueron los vehículos experimentales DW1, VK3001H VK6501H de la Henschel.
Todos esos proyectos, como puede verse en las imágenes adjuntas, eran en esencia versiones pesadas del chasis del PzIV, adaptadas para un blindaje frontal de 50-80 mm, una velocidad de unos 40 km/h y un armamento básado en el cañón de 75 mm L/48. Trabajaban en ese proyecto Henchel, Porsche, MAN y Daimler. Al igual que su obsoleto predecesor Pz V, la intención de estos prototipos era desarrollar un carro pesado de ruptura de acuerdo a las ideas desarrolladas en los años anteriores a la guerra.
Hitler amplió las características del proyecto demandando una mayor protección y armamento, lo que dio origen a la especificación VK3601 y, posteriormente, en una reunión de Hitler con responsables militares e industriales, a la especificación VK 4501 que incluía el uso de una versión especialmente adaptada para su instalación en carros de combate del cañón de 88 mm, que había demostrado una eficacia inigualable en su uso contracarro, a la luz de la experiencia obtenida en la lucha contra los carros CharB y Matilda II, demasiado blindados como para que las armas del Heer pudieran destruirlos. Esta reunión fue el punto de partida de lo que definitivamente sería el proyecto Tiger y se llevó a cabo el mes de mayo de 1941, un mes antes del ataque a la URSS, lo que demuestra que el diseño de ese carro no fue en modo alguno una respuesta al encuentro de los alemanes con los formidables T-34 y KV-1, como tantas veces se ha dicho, sino la consecuencia de un análisis de la campaña de 1940, que mostraba que los panzer estaban mal equipados de cara a la amenaza blindada que habían encontrado en Francia.
El proyecto DW 1/2
El chasis VK3001H
El VK6501H
Antes de pasar a estudiar las campañas que se desarrollarían en el año 1941 y sus consecuencias para la Panzerwaffe, quiero tocar dos apartados aunque sea de forma rápida.
El primero es remarcar que, como se ha visto, durante las campañas iniciales de la guerra las PzDiv estuvieron equipadas de forma inadecuada debido al adelantamiento del conflicto impuesto por Hitler. Incluso en la campaña de 1940 las PzDiv estaban equipadas en un 75% con carros ligeros (1800 unidades para una fuerza total de 2440 carros) y en conjunto el 60 % de sus carros eran modelos Pz I y II, sin valor real en combate. No hubo ninguna superioridad técnica, ni los aliados fueron arrollados por una marea incontenible de carros. La derrota aliada fue el producto de una combinación de habilidad táctica, iniciativa y audacia por parte de los alemanes, unidas a unas ideas tácticas obsoletas y un estilo de mando anquilosado por parte de los aliados. Alemania tampoco inventó ningún "modo milagroso" de hacer la guerra ya que la tan manida "blitzkrieg" no fue sino la aplicación de las tecnologías del siglo XX a las ideas tácticas y estratégicas del EM alemán edel siglo XIX.
Los anglofranceses fueron vencidos porque se durmieron en sus cómodas poltronas de vencedores y fueron incapaces de mirar más allá de 1914, pero esto fue algo difícil de aceptar para los políticos y militares ingleses, así que prefirieron hacer ver que la derrota era inevitable por los avanzados (y secretísimos) desarrollos técnicos alemanes.
Resumiendo, las grandes victorias de las PzDiv en 1939, 1940 y todavía en el verano 1941 no las consiguieron las máquinas: las connsiguieron los hombres que las usaban, y que lo hicieron de forma magistral, superando todas sus deficiencias técnicas con destreza e iniciativa. La leyenda de los invencibles carros alemanes debería ser la de los invencibles carristas alemanes.
Segundo inciso, este de tipo técnico. SI bien el proyecto del Pz V fue dejado de lado, las empresas alemanas siguieron trabajando en el desarrollo de un modelo de carro pesado. en base a diversas especificaciones del Heereswaffenant. Los primeros resultados fueron los vehículos experimentales DW1, VK3001H VK6501H de la Henschel.
Todos esos proyectos, como puede verse en las imágenes adjuntas, eran en esencia versiones pesadas del chasis del PzIV, adaptadas para un blindaje frontal de 50-80 mm, una velocidad de unos 40 km/h y un armamento básado en el cañón de 75 mm L/48. Trabajaban en ese proyecto Henchel, Porsche, MAN y Daimler. Al igual que su obsoleto predecesor Pz V, la intención de estos prototipos era desarrollar un carro pesado de ruptura de acuerdo a las ideas desarrolladas en los años anteriores a la guerra.
Hitler amplió las características del proyecto demandando una mayor protección y armamento, lo que dio origen a la especificación VK3601 y, posteriormente, en una reunión de Hitler con responsables militares e industriales, a la especificación VK 4501 que incluía el uso de una versión especialmente adaptada para su instalación en carros de combate del cañón de 88 mm, que había demostrado una eficacia inigualable en su uso contracarro, a la luz de la experiencia obtenida en la lucha contra los carros CharB y Matilda II, demasiado blindados como para que las armas del Heer pudieran destruirlos. Esta reunión fue el punto de partida de lo que definitivamente sería el proyecto Tiger y se llevó a cabo el mes de mayo de 1941, un mes antes del ataque a la URSS, lo que demuestra que el diseño de ese carro no fue en modo alguno una respuesta al encuentro de los alemanes con los formidables T-34 y KV-1, como tantas veces se ha dicho, sino la consecuencia de un análisis de la campaña de 1940, que mostraba que los panzer estaban mal equipados de cara a la amenaza blindada que habían encontrado en Francia.
El proyecto DW 1/2
El chasis VK3001H
El VK6501H
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Sin contar el aspecto moral, los britanicos sintieron que habian podido escapar imbatidos. Una derrota total en Dunkerque hubiese sido algo muy distinto, y mas dificil de aceptar por el pueblo britanico.
Por mucho que Churchill dijese que había sido una victoria, el pueblo británico no lo veia así.
Totalmente. Gran Bretaña, sin esos 300.000 soldados, ¿como hubiera llenado a corto plazo los huecos en su ejército?. Alemania, recordemos, no levantó cabeza en el Frente Ruso después de perder los 250.000 de Paulus en Stalingrado. La aniquilación de la BEF podría haber forzado la situación mucho más a favor de Alemania. El que GB arriesgara a su armada en el Canal muestra lo importante que fue la evacuación.
Los alemanes perdieron otros cientos de miles de soldados antes de Stalingrado, y a pesar de las pérdidas lograron estabilizar el frente durante el invierno en 1942-43 gracias a la actuación de Von Mantein. Y por muchos soldados que lograsen escapar los británicos no lograron una victoria convincente sobre los alemanes hasta El Alamein, cuando disponían de toda la ayuda americana.
Un ataque en Dunkerque hubiese supuesto realizar un ataque contra una posición preparada, con miles de soldados que esperaban el ataque y que se iban a batir de una manera feroz. Los alemanes no podría apoyarse en la Luftwaffe como antes, y la RN apoyaría la resistencia.
Saludos.
- Von Kleist
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Buenas
Habría que matizarlo. El frente se estabilizó temporalmente en Diciembre de 1942, pero cedió nuevamente a finales de ese mes, y mucho más hasta Febrero del 43, cuando Manstein lanzó su brillante contraofensiva en Jarkov. Después de Kursk, fue nuevamente el GE Sur el que sufrió los mayores retrocesos en el verano-otoño de 1943, y de hecho, el GE Centro no sufrió una gran derrota hasta Junio del 44.
El que los británicos no lo lograran antes no se debe a la falta de soldados, sino al ingenio de Rommel unido a los fallos de Wawell, Aunchileck y algunos más en la campaña norteafricana. Por cierto, que el precisamente el teatro norteafricano, muy posiblemente, habría quedado desguarnecido ante la necesidad de retirar soldados a la metropoli si en Dunkerke la BEF hubiera sido eliminada. La historia del DAK pudo haber sido muy distinta en ese supuesto.
Saludos
.alejandro escribió:Los alemanes perdieron otros cientos de miles de soldados antes de Stalingrado, y a pesar de las pérdidas lograron estabilizar el frente durante el invierno en 1942-43 gracias a la actuación de Von Mantein
Habría que matizarlo. El frente se estabilizó temporalmente en Diciembre de 1942, pero cedió nuevamente a finales de ese mes, y mucho más hasta Febrero del 43, cuando Manstein lanzó su brillante contraofensiva en Jarkov. Después de Kursk, fue nuevamente el GE Sur el que sufrió los mayores retrocesos en el verano-otoño de 1943, y de hecho, el GE Centro no sufrió una gran derrota hasta Junio del 44.
Y por muchos soldados que lograsen escapar los británicos no lograron una victoria convincente sobre los alemanes hasta El Alamein, cuando disponían de toda la ayuda americana.
El que los británicos no lo lograran antes no se debe a la falta de soldados, sino al ingenio de Rommel unido a los fallos de Wawell, Aunchileck y algunos más en la campaña norteafricana. Por cierto, que el precisamente el teatro norteafricano, muy posiblemente, habría quedado desguarnecido ante la necesidad de retirar soldados a la metropoli si en Dunkerke la BEF hubiera sido eliminada. La historia del DAK pudo haber sido muy distinta en ese supuesto.
Saludos
- urquhart
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Hola a todos:
no debemos olvidar, en el asunto Dunkerke, que la artillería AA británica (Bofors 40 mm.) y la francesa de campaña (75 mm.)habían logrado despanzurrar todo tipo de panzer. La defensa del perímetroentre otras unidades, correspondió a la 4th Brigade, de la que formaba parte el Royal Norfolk, y cerca de 35.000 soldados franceses del 1er Ejercito. Sin olvidar la bolsa de Lille, donde unos 30 batallones de infantería y 12 grupos de artillería franceses (otros 35.000-40.000 soldados) resistieron hasta el 31 de mayo de 1940.
Un lector americano, critica que se olvide a las tropas francesas que combatieron en el perímetro y Lille durante Dynamo, a cuenta del libro DUNKIRK: From Disaster to Deliverance de Patrick Wilson http://www.city-travel-guide.co.uk/trav ... 158097046X
Posteriormente a Dunkerke, las posiciones preparadas francesas ideadas por Weygand, en base a artillería de 75 mm , llamadas puercoespines o erizos, se batieron y resistieron la marea alemana, cejando su resitencia como resultado del Armisticio; si bien la linea Sedán-Canal fue rota a partir del 5 de junio de 1940 en muchos puntos.
Información sobre el cañón de 75 mm. francés:
Este cañón descrito fue utilizado por las fuerzas gaullistas como anticarro en Bir Hakeim, siendo junto a los Bofors AA baza principal de la legendaria resistencia francesa, que permetiría retirase hacia El Alamein al grueso del VIII Ejercito en 1942.
Saludos.
no debemos olvidar, en el asunto Dunkerke, que la artillería AA británica (Bofors 40 mm.) y la francesa de campaña (75 mm.)habían logrado despanzurrar todo tipo de panzer. La defensa del perímetroentre otras unidades, correspondió a la 4th Brigade, de la que formaba parte el Royal Norfolk, y cerca de 35.000 soldados franceses del 1er Ejercito. Sin olvidar la bolsa de Lille, donde unos 30 batallones de infantería y 12 grupos de artillería franceses (otros 35.000-40.000 soldados) resistieron hasta el 31 de mayo de 1940.
Un lector americano, critica que se olvide a las tropas francesas que combatieron en el perímetro y Lille durante Dynamo, a cuenta del libro DUNKIRK: From Disaster to Deliverance de Patrick Wilson http://www.city-travel-guide.co.uk/trav ... 158097046X
Posteriormente a Dunkerke, las posiciones preparadas francesas ideadas por Weygand, en base a artillería de 75 mm , llamadas puercoespines o erizos, se batieron y resistieron la marea alemana, cejando su resitencia como resultado del Armisticio; si bien la linea Sedán-Canal fue rota a partir del 5 de junio de 1940 en muchos puntos.
Información sobre el cañón de 75 mm. francés:
Canon de 75 Mle 1897
France
Canon
Durant la Première Guerre mondiale, le canon de 75 (officiellement nommé "canon de 75 Mle 1897") passa dans la légende en tant que le canon qui permit la victoire. Bien que ses plans fussent ultrasecrets, il était déjà célèbre avant 1914, mais après 1918, sa réputation était mondiale. Les Français comptait sur son faible et coût et sur sa grande cadence de tir pour combler leur manque d'artillerie lourde. Ce canon était parfait pour les tirs de barrage massifs contre les tranchées de la Grande Guerre, mais il était dépassé en 1939. Lors de la déclaration de guerre, l'armée française disposait de 4 500 de ces canons et elle les aligna face aux Allemands.
Ce canon avait été très exporté, ses acheteurs avaient été les Américains, les colonies françaises, les Portugais, les grecs, les Roumains, les Irlandais et bien d'autres. Ce canon fut également utilisé comme arme de char, mais ce furent les Américains qui en tirèrent le meilleur parti avec leurs Sherman M3 et M4. Entre les deux guerres, l'armée français améliora son canon et produit le Mle 1897/33 avec un nouvel affût. Un autre changement fut la pose de pneumatiques sur les roues de la plupart des canons de 75. Après la défaite de 1940, les Allemands prirent des centaines de canon de 75 et s'en resservirent sous la désignation " 7,5 cm FK 231(f).
D'abord utilisé par les forces d'occupation, il fut ensuite largement utilisé sur le front de l'Est où il s'avéra mortel pour les chars russes T-34/76, une fois équipé d'un obus spécial allemand. Ce canon anti-char improvisé fut baptisé 7,5 cm Pak 97/38 et rendit de fiers services à la Wehrmacht. Cette pièce d'artillerie fut la meilleure d'une époque et demeurera à jamais un exemple d'innovation technique dans l'artillerie.
Este cañón descrito fue utilizado por las fuerzas gaullistas como anticarro en Bir Hakeim, siendo junto a los Bofors AA baza principal de la legendaria resistencia francesa, que permetiría retirase hacia El Alamein al grueso del VIII Ejercito en 1942.
Saludos.
Tempus Fugit
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Todos esos proyectos, como puede verse en las imágenes adjuntas, eran en esencia versiones pesadas del chasis del PzIV, adaptadas para un blindaje frontal de 50-80 mm, una velocidad de unos 40 km/h y un armamento básado en el cañón de 75 mm L/48.
Un pequeño detalle japa ¿es un 74L48 y no un 75L43? lo digo porque los primeros Pz-IVF montaban un cañón 75L43, el L48 se montó más tarde.
Saludos.
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Si, lo que ocurre es que el cañón de 75mm largo KwK-40 venía en 2 versiones:
http://en.wikipedia.org/wiki/7.5_cm_KwK_40
Saludos.
http://en.wikipedia.org/wiki/7.5_cm_KwK_40
Saludos.
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CADENAS EN LA ARENA: PRIMER ASALTO
Si bien la campaña de África fue totalmente secundaria en el conjunto de la Guerra Europea, y fue magnificada por los historiadores ingleses mucho más allá de lo que realmente contó, lo cierto es que en el desierto los pánzer alemanes alcanzaron cotas de maestría altísimas contra un enemigo que en promedio siempre mantuvo una superioridad de dos a uno, así que pasaré a detallar ese teatro y sus consecuencias para los panzer y las PzDiv.
La vergonzosa derrota de Graziani frente a Egipto en diciembre de 1940 tuvo inesperadas consecuencias. Una vez desechado el riesgo de una invasión inminente, los ingleses buscaban un teatro dónde poder luchar con los alemanes, y lo encontraron en África de forma indirecta. El golpe al prestigio del Eje fue lo bastante grande como para que Hitler planteara al OKH la necesidad de mandar algunas fuerzas para apuntalar el tambaleante imperio africano de Mussolini, y se planeó una operación limitada, de forma que un par de divisiones se desplegaran en Libia, nominalmente bajo el mando italiano, pero en la práctica con amplia libertad operativa. Igualmente se despacharon unidades de la Luftwaffe para formar el X cuerpo aéreo.
La victoria inglesa había dado un respiro a la moral del pueblo inglés. Las reducidas fuerzas de Egipto habían actuado a lo grande, al contrario que sus colegas del CE en Francia. Aunque ya expliqué las causas al hablar de los carros ingleses, las resumiré aquí. La experiencia y tradición del reducido cuerpo de guarnición en Egipto fue muy diferente de la del resto durante la Gran Guerra. Aparte del desastroso proyecto de los Dardanelos, el frente de Oriente no conoció la rigidez de las trincheras en Francia. Aquí la movilidad contaba, y la mítica figura de Lawrence, con sus audaces incursiones blindadas tras las líneas turcas a bordo de sus Rolls Royce (eso sí es tener clase ¡a la guerra en un Rolls! muérete de envidia, 007) era la imagen en la que querían verse reflejados los soldados de Egipto. Por contra el desdichado ejército de Graziani estaba subequipado y sobredimensionado, a lo que se añadía una estructura de mando tan incompetente y anquilosada que uno se pregunta si realmente los italianos querían ganar la guerra. Sea cual sea el caso, las columnas de carros ingleses (acompañados todavía por los mismos rolls de Lawrence, eso sí es una larga vida útil) fueron recolectando decenas de millares de prisioneros mientras avanzaban hacia el oeste, deteniéndose en El Agheila tras tomar Bengazhi y Tobruk. Se haber seguido, las cosas hubieran sido muy diferentes y la colonia italiana de Libia hubiera desaparecido para el año nuevo de 1941. No fue así, Wawell se detuvo, y dio tiempo a llegar a los alemanes.
Se decidió el envío de dos divisiones, la 15ª PzDiv y la 5ª LcDiv, una unidad que no se había potenciado como acorazada. Dada la previsible lentitud con la que llegaban los refuerzos alemanes los ingleses se permitieron retirar algunas de sus mejores unidades de la cirenaica para mandarlas al siguiente desatre inglés en Grecia. El riesgo estaba bien calculado puesto que el mismo Wawell había previsto (correctamente) que sólo habría llegado para marzo una PzBr, a lo sumo. En efecto, sólo llegó el PzReg de la 5ª LcDiv. Así pues los ingleses contaron con que que tenían varios meses por delante para reforzarse en El Agheila y rematar el trabajo. Pero no contaban con Rommel.
Teniendo en cuenta que la misión del AK (Afrika Korps) era puramente de apoyo, y que no estaba previsto ningún tipo de refuerzo a la luz de las preparaciones para Barbarrossa, no deja de resultar extraño que Hitler confiara esa misión a un general tan impulsivo y audaz como Erwin Rommel. Y no fue por ignorancia, ya que Rommel fue uno de los pocos generales ajenos al OKH con quien Hitler tuvo un trato cercano, ya que él mismo le reclamó como jefe en 1938 de su batallón de escolta (al parecer le había impresionado su libro sobre infantería) y fue a petición de Hitler que Rommel fue puesto al mando en 1940 de la 7ª PzDiv.
El caso es que el aún desconocido general llegó a África con una fuerza inicial apenas existente: contaba con unos 50 Pz III (en su mayoría equipados con el 50 mm corto en vez del obsoleto 37), un puñado de Pz IV, unos 60 Pz I y II y el complemento de la división italiana Ariete, a la que quedaban unos 80 carros del obsoleto modelo 1311. Sin embargo enseguida vio la debilidad del enemigo y decidió aprovecharla antes de que las cosas cambiaran. A finales de marzo de lanzó sobre los ingleses y los expulsó de la cirenaica. Su avance fue tan inesperado que incluso recibió reprimendas del OKW (reprimendas que le fueron entregadas por Von Paulus, por cierto) que opinaba que su ofensiva era contraproducente respecto a sus planes para Grecia (en sus papeles Rommel se pregunta cómo podía actuar en consonancia con el OKW si no le habían dicho nada de esos planes)
Sin embargo ese veloz ataque victorioso le valió buenos dividendos. Por un lado levantó la tambaleante moral italiana: los generales del duce enseguida quisieron colgarse medallas por la "liberación" y mostraron de forma muy abierta su resentimiento hacia Rommel, pero las tropas enseguida sintieron adoración por su jefe alemán. Por el otro enardeció a las fuerzas alemanas que enseguida empezaron a idolatrar a su nuevo jefe. La leyenda del Zorro estaba empezando a forjarse.
El avance se apoyó en la coordinación con el X FK de la Luftwaffe, y dados los resultados Rommel y las fuerzas de la LW desplegadas en África alcanzaron un nivel de entendimiento bastante razonable, sobre todo teniendo en cuenta que el X FK no estaba subordinado al AK. Esa dispersión de mando unida a la lejanía geográfica (el X FK trabajaba con su CG en Italia) acabaría por dar serios problemas; sin embargo el rápido ascendiente de Rommel sobre las fuerzas en África ganó enseguida el ánimo de las tropas de tierra de la LW y mientras en los frentes europeos muchas veces era difícil que las tropas encargadas de los AA apoyaran a las tropas contra objetivos terrestres (porque las fuerzas antiaéreas, debido a la megalomanía de Goering, eran responsabilidad exclusiva de la Luftwaffe, y eso daba lugar a trabas burocráticas de todo tipo y disputas por simple rivalidad entre los distintos ejércitos), Rommel siempre pudo contar con el imprescindible apoyo de las baterías de 88 mm contra los carros ingleses, sin trabas ni celos. El aislamiento del AK permitió que se desarrollara enseguida un excelente espíritu de equipo.
¿Como habían funcionado los panzer en ese primer movimiento? Los Pz III habían llevado el peso del avance, pero no había habido demasiados combates con las fuerzas inglesas ya que estas al verse desbordadas enseguida se retiraron en desorden. En general había habido problemas técnicos, sobre todo con los filtros para el polvo, y problemas de habitabilidad (digamos que conducir un vehículo acorazado cuando se puede freir un huevo en su chapa es como mínimo incómodo). Los Panzer ligeros habían sido usados sobre todo para levantar polvo y hacer creer a los ingleses que las fuerzas de Rommel eran muy superiores, al igual que muchos KW (coches todo terreno) equipados con improvisados disfraces de carro de combate, así que su falta de protección y armamento no había supuesto demasiados problemas.
El reducido peso de los panzer en comparación con los carros ingleses y su mayor velocidad (no olvidemos que los Matilda II habían llevado el peso del avance inglés con sus renqueantes motores de autobús) les había permitido jugar a lo grande con los enormes escenarios (bastante escabrosos, eso sí, no era el desierto "típico") en que se desenvolvió el primer asalto sobre cirenaica, y pese a lo deficiente de su equipamiento la Ariete se había mostrado a la altura (y seguiría estándolo a lo largo de toda la campaña de África).
De nuevo había sido la excelencia táctica la ventaja decisiva sobre el campo de batalla, no la superioridad técnica. Hay que tener en cuenta, eso sí, que de cara a alimentar la operación de Grecia Wawell había retirado a sus mejores unidades y otras estaban en periodo de descanso y rearme en Egipto. Aún así los ingleses hubieran podido plantear serios problemas a las reducidísimas fuerzas de Rommel, pero no fue el caso. Completamente confundidos por la finta del alemán, los ingleses habían reaccionado tarde y mal. En el desierto la velocidad de reacción y la iniciativa sobre el terreno iban a ser factores decisivos, y estaban del lado alemán.
La única buena decisión de los ingleses fue la de sostenerse en Tobruk a toda costa. Con las fuerzas disponibles, el asalto de los alemanes el 12 de abril usando la 5ª LcDiv y la italiana Brescia resulto descoordinado y, en última instancia, carecía de la suficiente fuerza. La Ariete, exhausta tras el avance de Cirenaica (para el que no estaba preparada ni mucho menos) llegó tarde para apoyar el asalto principal y finalmente no se unió a los combates hasta el 16 de abril. No había sido posible mantener el principio de la concentración de la fuerza y pasada la desazón inicial los ingleses fueron reforzando a la guarnición asediada.
Hay un punto que suele pasar desapercibido en estos primeros movimientos en África, y es que Rommel se despreocupó notablemente de la logística, considerando factores como el aprovisionamiento simples trabas ante la necesidad de un avance inmediato. Dado que las distancias implicadas en este primer encontronazo no fueron muy altas, no hubo mayores consecuencias, pero la guerra de África iba a ser una guerra motorizada y ese aspecto del impaciente carácter de Rommel iba a jugarle más de una mala pasada y se convertiría en una pesadilla un año después.
Hacia el 20 de abril empezó a incorporarse al teatro africano la segunda gran unidad alemana, la 15ª PzDiv, justo a tiempo para darle un respiro a la agotada (y desmoralizada tras los asaltos a Tobruk) 5 LcDiv.
El empeño de Rommel en tomar cuanto antes Tobruk, sin disponer de una adecuada fuerza de infantería, esto es, empeñando sus unidades motorizadas, fue también un error. Sus unidades se rompieron los dientes contra las fortificaciones inglesas. Algo muy grave (hablamos de hasta 1200 bajas el día de combates más intenso) porque no había esperanzas de lograr más refuerzos, sobre todo cuando apenas faltaba un mes para que la wermatch se lanzara sobre la URSS. En este caso el intento de adelantarse a los acontecimientos demostró ser demasiado costoso.
Aparte de la escasez de medios pesados eficaces, los hombres de lospanzer no estaban bien preparados para un combate contra posiciones fijas como esas ya que estando Tobruk contra el mar no había posibilidad de movimientos de flanqueo, y contando con tan sólo dos regimientos acorazados incompletos y las fuerzas italianas era imposible abrirse paso por entre las líneas inglesas del modo que se hizo en Francia. Por primera vez la doctrina de los panzer se enfrentaba a una situación que no estaba prevista.
La inmovilidad del AK forzada por el asedio hizo que Wawell se planteara asestar un golpe antes de que la 15ª PzDiv estuviera disponible y lanzó las fuerzas acorazadas a su disposición (la 7ª brigada acorazada) contra las fuerzas del eje en el paso de Halfalla, tomándolo sin demasiados problemas y fortificándose. Wawell esperaba refuerzos inmediatos de Inglaterra y optó por esperarlos, lo que dio tiempo a Rommel a desplegar la 15 PzDiv. El 26 de mayo las tropas alemanas asaltaron Halfalla y Sollum y los retomaron, mientras los ingleses se retiraban de nuevo sorprendidos por el ataque.
Pero esta victoria trajo también un mal presagio para los panzer. El día 27 las fuerzas alemanas iniciaron la persecución y fueron frenadas por nueve Matildas que cubrían la retirada de la infantería inglesa. Un batallón entero fue puesto fuera de combate y el ataque alemán se detuvo, dando un respiro a la retirada del enemigo. Los ingleses perdieron seis carros, un precio sorprendentemente bajo dada la escasa pegada de los Matildas.
¿Qué había pasado? que la protección de los PzIII, que habían llevado el peso del combate, era demasiado débil para enfrentar a los cañones de dos libras a distancias de combate cercano (se luchó a 400-500 metros) y su armamento era demasiado flojo como para perforar la dura coraza de los ingleses a distancias mayores, y los carristas alemanes vieron como incluso los proyectiles de 50 mm rebotaban sin causar daño (de los seis carros ingleses perdidos sólo dos lo fueron por fuego directo, el resto sufrió averías que los inmovilizaron) en los 80 mm del frontal enemigo.
Dado que los ingleses se habían retirado y que el combate al este de Halfalla había sido bastante inusual (en unas distancias sorprendentemente cortas) no era previsible que una situación así se repitiera de inmediato, pero el mensaje estaba claro: el Pz III, incluso con el 50 mm corto, estaba poco armado para los retos que se esperaban y su blindaje era insuficiente. Había que rearmar los carros "estrella" de las PzDiv si se quería mantener la ventaja alemana, y los Pz I y II no servían en el combate contra carros enemigos ni contra posiciones bien defendidas.
Sin embargo esas conclusiones no iban a poder ser estudiadas en Alemania con detenimiento porque Hitler se disponía a lanzarse a la yugular de Stalin, y ahí las PzDiv iban a encontrar problemas mucho más serios que los que tenía Rommel en África.
Si bien la campaña de África fue totalmente secundaria en el conjunto de la Guerra Europea, y fue magnificada por los historiadores ingleses mucho más allá de lo que realmente contó, lo cierto es que en el desierto los pánzer alemanes alcanzaron cotas de maestría altísimas contra un enemigo que en promedio siempre mantuvo una superioridad de dos a uno, así que pasaré a detallar ese teatro y sus consecuencias para los panzer y las PzDiv.
La vergonzosa derrota de Graziani frente a Egipto en diciembre de 1940 tuvo inesperadas consecuencias. Una vez desechado el riesgo de una invasión inminente, los ingleses buscaban un teatro dónde poder luchar con los alemanes, y lo encontraron en África de forma indirecta. El golpe al prestigio del Eje fue lo bastante grande como para que Hitler planteara al OKH la necesidad de mandar algunas fuerzas para apuntalar el tambaleante imperio africano de Mussolini, y se planeó una operación limitada, de forma que un par de divisiones se desplegaran en Libia, nominalmente bajo el mando italiano, pero en la práctica con amplia libertad operativa. Igualmente se despacharon unidades de la Luftwaffe para formar el X cuerpo aéreo.
La victoria inglesa había dado un respiro a la moral del pueblo inglés. Las reducidas fuerzas de Egipto habían actuado a lo grande, al contrario que sus colegas del CE en Francia. Aunque ya expliqué las causas al hablar de los carros ingleses, las resumiré aquí. La experiencia y tradición del reducido cuerpo de guarnición en Egipto fue muy diferente de la del resto durante la Gran Guerra. Aparte del desastroso proyecto de los Dardanelos, el frente de Oriente no conoció la rigidez de las trincheras en Francia. Aquí la movilidad contaba, y la mítica figura de Lawrence, con sus audaces incursiones blindadas tras las líneas turcas a bordo de sus Rolls Royce (eso sí es tener clase ¡a la guerra en un Rolls! muérete de envidia, 007) era la imagen en la que querían verse reflejados los soldados de Egipto. Por contra el desdichado ejército de Graziani estaba subequipado y sobredimensionado, a lo que se añadía una estructura de mando tan incompetente y anquilosada que uno se pregunta si realmente los italianos querían ganar la guerra. Sea cual sea el caso, las columnas de carros ingleses (acompañados todavía por los mismos rolls de Lawrence, eso sí es una larga vida útil) fueron recolectando decenas de millares de prisioneros mientras avanzaban hacia el oeste, deteniéndose en El Agheila tras tomar Bengazhi y Tobruk. Se haber seguido, las cosas hubieran sido muy diferentes y la colonia italiana de Libia hubiera desaparecido para el año nuevo de 1941. No fue así, Wawell se detuvo, y dio tiempo a llegar a los alemanes.
Se decidió el envío de dos divisiones, la 15ª PzDiv y la 5ª LcDiv, una unidad que no se había potenciado como acorazada. Dada la previsible lentitud con la que llegaban los refuerzos alemanes los ingleses se permitieron retirar algunas de sus mejores unidades de la cirenaica para mandarlas al siguiente desatre inglés en Grecia. El riesgo estaba bien calculado puesto que el mismo Wawell había previsto (correctamente) que sólo habría llegado para marzo una PzBr, a lo sumo. En efecto, sólo llegó el PzReg de la 5ª LcDiv. Así pues los ingleses contaron con que que tenían varios meses por delante para reforzarse en El Agheila y rematar el trabajo. Pero no contaban con Rommel.
Teniendo en cuenta que la misión del AK (Afrika Korps) era puramente de apoyo, y que no estaba previsto ningún tipo de refuerzo a la luz de las preparaciones para Barbarrossa, no deja de resultar extraño que Hitler confiara esa misión a un general tan impulsivo y audaz como Erwin Rommel. Y no fue por ignorancia, ya que Rommel fue uno de los pocos generales ajenos al OKH con quien Hitler tuvo un trato cercano, ya que él mismo le reclamó como jefe en 1938 de su batallón de escolta (al parecer le había impresionado su libro sobre infantería) y fue a petición de Hitler que Rommel fue puesto al mando en 1940 de la 7ª PzDiv.
El caso es que el aún desconocido general llegó a África con una fuerza inicial apenas existente: contaba con unos 50 Pz III (en su mayoría equipados con el 50 mm corto en vez del obsoleto 37), un puñado de Pz IV, unos 60 Pz I y II y el complemento de la división italiana Ariete, a la que quedaban unos 80 carros del obsoleto modelo 1311. Sin embargo enseguida vio la debilidad del enemigo y decidió aprovecharla antes de que las cosas cambiaran. A finales de marzo de lanzó sobre los ingleses y los expulsó de la cirenaica. Su avance fue tan inesperado que incluso recibió reprimendas del OKW (reprimendas que le fueron entregadas por Von Paulus, por cierto) que opinaba que su ofensiva era contraproducente respecto a sus planes para Grecia (en sus papeles Rommel se pregunta cómo podía actuar en consonancia con el OKW si no le habían dicho nada de esos planes)
Sin embargo ese veloz ataque victorioso le valió buenos dividendos. Por un lado levantó la tambaleante moral italiana: los generales del duce enseguida quisieron colgarse medallas por la "liberación" y mostraron de forma muy abierta su resentimiento hacia Rommel, pero las tropas enseguida sintieron adoración por su jefe alemán. Por el otro enardeció a las fuerzas alemanas que enseguida empezaron a idolatrar a su nuevo jefe. La leyenda del Zorro estaba empezando a forjarse.
El avance se apoyó en la coordinación con el X FK de la Luftwaffe, y dados los resultados Rommel y las fuerzas de la LW desplegadas en África alcanzaron un nivel de entendimiento bastante razonable, sobre todo teniendo en cuenta que el X FK no estaba subordinado al AK. Esa dispersión de mando unida a la lejanía geográfica (el X FK trabajaba con su CG en Italia) acabaría por dar serios problemas; sin embargo el rápido ascendiente de Rommel sobre las fuerzas en África ganó enseguida el ánimo de las tropas de tierra de la LW y mientras en los frentes europeos muchas veces era difícil que las tropas encargadas de los AA apoyaran a las tropas contra objetivos terrestres (porque las fuerzas antiaéreas, debido a la megalomanía de Goering, eran responsabilidad exclusiva de la Luftwaffe, y eso daba lugar a trabas burocráticas de todo tipo y disputas por simple rivalidad entre los distintos ejércitos), Rommel siempre pudo contar con el imprescindible apoyo de las baterías de 88 mm contra los carros ingleses, sin trabas ni celos. El aislamiento del AK permitió que se desarrollara enseguida un excelente espíritu de equipo.
¿Como habían funcionado los panzer en ese primer movimiento? Los Pz III habían llevado el peso del avance, pero no había habido demasiados combates con las fuerzas inglesas ya que estas al verse desbordadas enseguida se retiraron en desorden. En general había habido problemas técnicos, sobre todo con los filtros para el polvo, y problemas de habitabilidad (digamos que conducir un vehículo acorazado cuando se puede freir un huevo en su chapa es como mínimo incómodo). Los Panzer ligeros habían sido usados sobre todo para levantar polvo y hacer creer a los ingleses que las fuerzas de Rommel eran muy superiores, al igual que muchos KW (coches todo terreno) equipados con improvisados disfraces de carro de combate, así que su falta de protección y armamento no había supuesto demasiados problemas.
El reducido peso de los panzer en comparación con los carros ingleses y su mayor velocidad (no olvidemos que los Matilda II habían llevado el peso del avance inglés con sus renqueantes motores de autobús) les había permitido jugar a lo grande con los enormes escenarios (bastante escabrosos, eso sí, no era el desierto "típico") en que se desenvolvió el primer asalto sobre cirenaica, y pese a lo deficiente de su equipamiento la Ariete se había mostrado a la altura (y seguiría estándolo a lo largo de toda la campaña de África).
De nuevo había sido la excelencia táctica la ventaja decisiva sobre el campo de batalla, no la superioridad técnica. Hay que tener en cuenta, eso sí, que de cara a alimentar la operación de Grecia Wawell había retirado a sus mejores unidades y otras estaban en periodo de descanso y rearme en Egipto. Aún así los ingleses hubieran podido plantear serios problemas a las reducidísimas fuerzas de Rommel, pero no fue el caso. Completamente confundidos por la finta del alemán, los ingleses habían reaccionado tarde y mal. En el desierto la velocidad de reacción y la iniciativa sobre el terreno iban a ser factores decisivos, y estaban del lado alemán.
La única buena decisión de los ingleses fue la de sostenerse en Tobruk a toda costa. Con las fuerzas disponibles, el asalto de los alemanes el 12 de abril usando la 5ª LcDiv y la italiana Brescia resulto descoordinado y, en última instancia, carecía de la suficiente fuerza. La Ariete, exhausta tras el avance de Cirenaica (para el que no estaba preparada ni mucho menos) llegó tarde para apoyar el asalto principal y finalmente no se unió a los combates hasta el 16 de abril. No había sido posible mantener el principio de la concentración de la fuerza y pasada la desazón inicial los ingleses fueron reforzando a la guarnición asediada.
Hay un punto que suele pasar desapercibido en estos primeros movimientos en África, y es que Rommel se despreocupó notablemente de la logística, considerando factores como el aprovisionamiento simples trabas ante la necesidad de un avance inmediato. Dado que las distancias implicadas en este primer encontronazo no fueron muy altas, no hubo mayores consecuencias, pero la guerra de África iba a ser una guerra motorizada y ese aspecto del impaciente carácter de Rommel iba a jugarle más de una mala pasada y se convertiría en una pesadilla un año después.
Hacia el 20 de abril empezó a incorporarse al teatro africano la segunda gran unidad alemana, la 15ª PzDiv, justo a tiempo para darle un respiro a la agotada (y desmoralizada tras los asaltos a Tobruk) 5 LcDiv.
El empeño de Rommel en tomar cuanto antes Tobruk, sin disponer de una adecuada fuerza de infantería, esto es, empeñando sus unidades motorizadas, fue también un error. Sus unidades se rompieron los dientes contra las fortificaciones inglesas. Algo muy grave (hablamos de hasta 1200 bajas el día de combates más intenso) porque no había esperanzas de lograr más refuerzos, sobre todo cuando apenas faltaba un mes para que la wermatch se lanzara sobre la URSS. En este caso el intento de adelantarse a los acontecimientos demostró ser demasiado costoso.
Aparte de la escasez de medios pesados eficaces, los hombres de lospanzer no estaban bien preparados para un combate contra posiciones fijas como esas ya que estando Tobruk contra el mar no había posibilidad de movimientos de flanqueo, y contando con tan sólo dos regimientos acorazados incompletos y las fuerzas italianas era imposible abrirse paso por entre las líneas inglesas del modo que se hizo en Francia. Por primera vez la doctrina de los panzer se enfrentaba a una situación que no estaba prevista.
La inmovilidad del AK forzada por el asedio hizo que Wawell se planteara asestar un golpe antes de que la 15ª PzDiv estuviera disponible y lanzó las fuerzas acorazadas a su disposición (la 7ª brigada acorazada) contra las fuerzas del eje en el paso de Halfalla, tomándolo sin demasiados problemas y fortificándose. Wawell esperaba refuerzos inmediatos de Inglaterra y optó por esperarlos, lo que dio tiempo a Rommel a desplegar la 15 PzDiv. El 26 de mayo las tropas alemanas asaltaron Halfalla y Sollum y los retomaron, mientras los ingleses se retiraban de nuevo sorprendidos por el ataque.
Pero esta victoria trajo también un mal presagio para los panzer. El día 27 las fuerzas alemanas iniciaron la persecución y fueron frenadas por nueve Matildas que cubrían la retirada de la infantería inglesa. Un batallón entero fue puesto fuera de combate y el ataque alemán se detuvo, dando un respiro a la retirada del enemigo. Los ingleses perdieron seis carros, un precio sorprendentemente bajo dada la escasa pegada de los Matildas.
¿Qué había pasado? que la protección de los PzIII, que habían llevado el peso del combate, era demasiado débil para enfrentar a los cañones de dos libras a distancias de combate cercano (se luchó a 400-500 metros) y su armamento era demasiado flojo como para perforar la dura coraza de los ingleses a distancias mayores, y los carristas alemanes vieron como incluso los proyectiles de 50 mm rebotaban sin causar daño (de los seis carros ingleses perdidos sólo dos lo fueron por fuego directo, el resto sufrió averías que los inmovilizaron) en los 80 mm del frontal enemigo.
Dado que los ingleses se habían retirado y que el combate al este de Halfalla había sido bastante inusual (en unas distancias sorprendentemente cortas) no era previsible que una situación así se repitiera de inmediato, pero el mensaje estaba claro: el Pz III, incluso con el 50 mm corto, estaba poco armado para los retos que se esperaban y su blindaje era insuficiente. Había que rearmar los carros "estrella" de las PzDiv si se quería mantener la ventaja alemana, y los Pz I y II no servían en el combate contra carros enemigos ni contra posiciones bien defendidas.
Sin embargo esas conclusiones no iban a poder ser estudiadas en Alemania con detenimiento porque Hitler se disponía a lanzarse a la yugular de Stalin, y ahí las PzDiv iban a encontrar problemas mucho más serios que los que tenía Rommel en África.
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COROLARIO
Suele hablarse del AK como de una élite, un ejército de superhombres perfectamente preparado para la batalla. La realidad no podría ser más lejana. Las dos divisiones del AK eran fuerzas casi novatas. La 5ª LCDiv era una amalgama de fuerzas varias que se había reunido a toda prisa para cumplir funciones defensivas, y la 15ª Panzer acababa de ser creada en base a una división de infantería, careciendo de experiencia en combate acorazado. Por supuesto no había ningún manual acerca de como luchar en el desierto.
No hubo un entrenamiento personal adecuado y el sol y el calor se cobraron dividendos muy altos entre las fuerzas alemanas, a lo que se añadía la disentería casi perenne. Los vehículos requirieron muchos ajustes para resistir el polvo y el calor, y todo eso debió arreglarse con los medios locales.
La uniformidad era inapropiada para el clima. El salacot reglamentario era una olla a vapor y pronto los soldados los tiraron a la cuneta. La imagen de los AK con su gorra cuartelera no obedecía a un intento de crear un "espíritu diferenciador" en el uniforme: es que a esas temperaturas el casco sólo era soportable un ratito y no se usaba a menos que lloviera metralla.
En los primeros movimientos hubo columnas que se perdieron por falta de experiencia en navegación ya que no había señales ni pueblos con carteles. La coordinación con los italianos era difícil y el polvo de los vehículos dificultaba la tarea de reconocer al enemigo desde el aire (Rommel estuvo en un tris de aterrizar en medio de una formación inglesa creyendo que era una columna de la 5ª LcPz.
Que en esas circunstancias en apenas unos meses Rommel hiciera de esas tropas un cuerpo acorazado bien compenetrado dice mucho de su empuje como jefe y organizador y de su indudable carisma, real más allá de las exageraciones de los ingleses, deseosos de justificar sus descalabros mitificando al enemigo.
En suma, los alemanes llegaron a Libia en inferioridad numérica, material y logística, con tropas mal preparadas y sin conocimiento del escenario. Pero la capacidad de improvisación, la habilidad táctica probada en teatros muy diferentes a ese y la iniciativa, unidas a las cualidades de su comandante, les dieron inmediatamente ventaja sobre sus enemigos. A pequeña escala, el AK estaba repitiendo las lecciones de Francia. Insisto: no eran los panzer los que ganaban las batallas, eran los hombres que los guiaban.
Pero el AK carecía de la fuerza necesaria para completar la tarea, y nunca llegaría a tenerla, como veremos cuando pasemos el capítulo de Barbarroja.
Suele hablarse del AK como de una élite, un ejército de superhombres perfectamente preparado para la batalla. La realidad no podría ser más lejana. Las dos divisiones del AK eran fuerzas casi novatas. La 5ª LCDiv era una amalgama de fuerzas varias que se había reunido a toda prisa para cumplir funciones defensivas, y la 15ª Panzer acababa de ser creada en base a una división de infantería, careciendo de experiencia en combate acorazado. Por supuesto no había ningún manual acerca de como luchar en el desierto.
No hubo un entrenamiento personal adecuado y el sol y el calor se cobraron dividendos muy altos entre las fuerzas alemanas, a lo que se añadía la disentería casi perenne. Los vehículos requirieron muchos ajustes para resistir el polvo y el calor, y todo eso debió arreglarse con los medios locales.
La uniformidad era inapropiada para el clima. El salacot reglamentario era una olla a vapor y pronto los soldados los tiraron a la cuneta. La imagen de los AK con su gorra cuartelera no obedecía a un intento de crear un "espíritu diferenciador" en el uniforme: es que a esas temperaturas el casco sólo era soportable un ratito y no se usaba a menos que lloviera metralla.
En los primeros movimientos hubo columnas que se perdieron por falta de experiencia en navegación ya que no había señales ni pueblos con carteles. La coordinación con los italianos era difícil y el polvo de los vehículos dificultaba la tarea de reconocer al enemigo desde el aire (Rommel estuvo en un tris de aterrizar en medio de una formación inglesa creyendo que era una columna de la 5ª LcPz.
Que en esas circunstancias en apenas unos meses Rommel hiciera de esas tropas un cuerpo acorazado bien compenetrado dice mucho de su empuje como jefe y organizador y de su indudable carisma, real más allá de las exageraciones de los ingleses, deseosos de justificar sus descalabros mitificando al enemigo.
En suma, los alemanes llegaron a Libia en inferioridad numérica, material y logística, con tropas mal preparadas y sin conocimiento del escenario. Pero la capacidad de improvisación, la habilidad táctica probada en teatros muy diferentes a ese y la iniciativa, unidas a las cualidades de su comandante, les dieron inmediatamente ventaja sobre sus enemigos. A pequeña escala, el AK estaba repitiendo las lecciones de Francia. Insisto: no eran los panzer los que ganaban las batallas, eran los hombres que los guiaban.
Pero el AK carecía de la fuerza necesaria para completar la tarea, y nunca llegaría a tenerla, como veremos cuando pasemos el capítulo de Barbarroja.
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Sólo a título de curiosidad, el AK desplegó en 1941 algunos (20-30 unidades) ejemplares del priemr cazacarros alemán, el PanzerJager I (desde ahora usaré el término PzJg), en esencia un cañón checo de 47 mm montado sobre chasis aprovechados de los viejos Pz I. Se desplegaron en el PzJg Abteilung 605 supuestamente como unidad de apoyo a los panzer, pero su efectividad era muy baja, su movilidad muy mala (recordemos que los chasis de los Pz I además de obsoletos estaban muy viejos, más allá de su vida útil prevista) y su protección casi inexistente, y la única utilidad real que tuvieron fue como arma de apoyo, ya que el cañón checo era poca cosa para lidiar con los Matildas.
Este vehículo se produjo en poca cantidad durante 1940, unas 200 unidades, y no hay nada reseñable sobre su actuación.
Un PzJg I vadeando: como veis el escudo apenas cubre a los tripulantes.
Este vehículo se produjo en poca cantidad durante 1940, unas 200 unidades, y no hay nada reseñable sobre su actuación.
Un PzJg I vadeando: como veis el escudo apenas cubre a los tripulantes.
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Realmente a lo que se refiere a armas contrarro Rommel disponia en 1941 en su arsenal la mayoria, es decir 2/3 eran piezas de 37mm pasados de moda, el resto eran de 50 mm solo capaces de perforar un matilda a corta distacia, lo unico bueno era q poseia 12 cañones de 88 mm.
De sus carros lo unico bueno que tenia en 1941 eran sus 120 carros PzKfw III, el resto era 200 italianos que no servian para nada.
De sus carros lo unico bueno que tenia en 1941 eran sus 120 carros PzKfw III, el resto era 200 italianos que no servian para nada.
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Calma, ICBM. Ese dato lo daré al final del artículo cuando halla repasado todas las fuentes. Sí te puedo adelantar que del King Tiger se construyeron algo más de 500 unidades en total. Pada el resto ¡paciencia!
Sólo una nota porque en tu pregunta hay un error que es muy común: panzer es la denominación común de todos los carros de combate alemanes: un tiger es un panzer. El error se debe a que la segunda generación de panzers, pantera, tigre y lince, llevaban nombre propio además del numeral, mientras que los anteriores (Pz I, II III y IV) no lo llevaban y hay una extraña tendencia a llamar "panzer" sólo a los cuatro primeros.
Sólo una nota porque en tu pregunta hay un error que es muy común: panzer es la denominación común de todos los carros de combate alemanes: un tiger es un panzer. El error se debe a que la segunda generación de panzers, pantera, tigre y lince, llevaban nombre propio además del numeral, mientras que los anteriores (Pz I, II III y IV) no lo llevaban y hay una extraña tendencia a llamar "panzer" sólo a los cuatro primeros.
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