Los Panzer alemanes: detrás del mito

Los Ejércitos del mundo, sus unidades, campañas y batallas. Los aviones, tanques y buques. Churchill, Roosevelt, Hitler, Stalin y sus generales.
Gammenon
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Mensaje por Gammenon »

Y ya no digamos cuando empezamos con el panzer Panther :mrgreen:


japa
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Mensaje por japa »

Tendreis que disculparme, pero he sufrido un fallo grave de sistema que me ha obligado a reformatear mi ordenador principal y ahora estoy reinstalando y recuperando. Tradaré un poco en seguir con el hilo (espero que a la vuelta de las fiestas)

Paciencia


japa
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Mensaje por japa »

Volvemos a la carga

BARBARROJA: PRELIMINARES

Y por fin llegamos al punto culminante de la guerra. En julio de 1940 (la fecha exacta no se conoce) Hitler informó a sus generales de que había llegado el momento de lanzar su jugada suprema: la guerra que siempre había soñado, la invasión de la URSS.

Dada la trascendencia de tal decisión lo esperable hubiera sido una actividad frenética de cara a preparar adecuadamente a la wermatch para el choque que se avecinaba, a la vez que se desataba un duro debate sobre la coherencia de lanzarse sobre el mayor ejército del planeta. Sin embargo nada de eso ocurrió. De hecho no se tomaron demasiadas medidas de cara a mejorar el equipamiento del Heer u la Luftwaffe, y muchos proyectos de la KM siguieron en marcha durante un tiempo restando recursos al esfuerzo principal, y no hablamos de la construcción de submarinos que siguió siendo muy baja, sino que se mantuvieron proyectos relacionados con los superacorazados del plan Z, que no deberían estar operativos hasta cuatro años después. No se incrementó la producción alemana de cañones, carros, municiones… aunque sí se presionó a la URSS para incrementar los suministros de petróleo y otras materias primas (incluido caucho, que llegaba desde extremo oriente vía transiberiano) que, por supuesto, iban a emplearse en la destrucción de la propia URSS.

Mucho más chocante es a priori el que nadie se opusiera a los planes de Hitler. Los mismos generales que habían temblado ante la idea de atacar Checoslovaquia ahora veían como lo más natural del mundo una guerra con Stalin mientras Gran Bretaña continuaba resistiendo en occidente. Los jefes del OKH, que se conformaban en la primavera de 1940 con ganar la costa norte de Francia para asegurar posiciones de cara a posteriores campañas hacia el sur, ahora empezaban a hacer planes para avanzar impetuosamente hacia Moscú en una sola campaña. Sin embargo la explicación es sencilla y evidente: los alemanes estaban borrachos, borrachos de victoria.

Esa embriaguez iba a traducirse en una serie de contrasentidos que incluso a corto plazo iban a garantizar que la campaña del este sería la tumba del nazismo.

El primer contrasentido afectó a la misma esencia de las divisiones panzer. Hitler consideraba que la ofensiva sólo tendría éxito apoyándose en los impetuosos avances de las puntas acorazadas, y para cubrir adecuadamente el gigantesco campo de batalla que iba a abrirse hacia oriente decidió duplicar el número de divisiones panzer. SIn embargo considerando que la campaña sería breve y fácil, no consideró adecuado sobrecargar la industria militar alemana a fin de equipar a las nuevas unidades, ya que ello hubiera podido repercutir en una bajada del nivel de vida de los alemanes, una idea aterradora para los nazis, que temían que un descenso en el bienestar de los alemanes traería consigo la revolución. La fe de los nazis en su pueblo era muy escasa. Así que había que hacer más divisiones sin tener más carros ¿solución? reducir a la mitad las plantillas divisionarias y sacar dos divisiones de donde sólo había una. En teoría la reducción material prevista sería leve, ya que si bien se pasaría de dos regimientos panzer a uno, cada regimiento se incrementaría hasta tres batallones de carros luego las PzDiv mantendrían 3/4 partes de su potencial previsto una vez se completaran las plantillas, pero la relajada producción de panzers fue incapaz incluso de cubrir esas plantillas y la mayoría de las PzDiv redujeron realmente sus efectivos acorazados a la mitad. El principio básico de la concentración de la fuerza se había volatilizado.

Además las lecciones adversas recibidas durante la campaña de Francia respecto al blindaje y la potencia de fuego cayeron en saco roto y pese a la orden expresa de Hitler de armar a los Pz III con el cañón L/60 de 50 mm y a los Pz IV con el L/48 de 75, el Heer prefirió mantener el corto cañón del Pz IV y rearmar a los Pz III con el 50 mm L/42. Tampoco se hizo gran cosa de cara a mejorar la protección de los panzer.

¿Qué se hizo, pues, en el año de tiempo que tuvo la industria alemana para prepararse de cara al asalto? Muy poca cosa, y con muy poco efecto. Se planteó que era una buena idea mejorar la compatibilidad mecánica de los carros principales a fin de simplificar la logística y el mantenimiento, y también se planteó la posibilidad de equipar ambos vehículos con el mismo arma, el L/60 de 50 mm. El proyecto de unificación de armamento se dejó de lado en cuanto los generales de las PzDiv oyeron hablar de ello, puesto que la idea de reducir el armamento al carro de combate más pesado del Heer era tan estúpida que se cayó por su propio peso en cuanto salió de los despachos y llegó a los militares de verdad. En cuanto a la unificación mecánica si bien se trabajó en ello de forma rápida y eficiente y se obtuvo un resultado real, el chasis PzKfw III/IV, la inercia de la producción impidió que se aprovechara adecuadamente el proyecto y ambos carros siguieron su camino separadamente. De hecho, a partir de estas fechas los gabinetes de diseño alemanes tiraron a la papelera las ideas sobre estandarización y simplificación, lo que iba a convertir la logística del Heer en una pesadilla que se incrementaría a medida que avanzara la guerra, y no se tomaron medidas para remediar ese problema más que cuando empezó a planificarse la cuarta generación de carros alemanes, a finales del 44.

Aparte de esos proyectos, se empezó a trabajar en el diseño de una versión lanzallamas del Pz III, el AusfM, que a la postre entraría en servicio en el 42, y se convirtieron algunos carros Pz IV para inmersión, con una conversión similar a la del Tauchpanzer III.

Tampoco se hizo gran cosa de cara a incrementar la producción de transportes, semiorugas o de ruedas, ya que se consideró que dada la previsible brevedad de la campaña que se avecinaba el Heer podría apañarse con el ingente botín capturado en Francia, así que la ofensiva en la URSS iría sobre ruedas alemanas, francesas, checas, belgas… haciendo que la logística se volviera aún más complicada.

A lo largo de esos meses se procuró incrementar en lo posible la producción de los modelos Pz III, Pz IV y Pz 38, amen de reequipar todos los Pz III de versiones antiguas con el 50 mm L/42. En total el equipamiento final del Heer en el momento de producirse la invasión era de 1440 Pz III y 517 Pz IV medios, más 410 Pz I, 746 Pz II, 149 Pz 35 y 623 Pz 38, un total de 3885 carros de combate a repartir entre una veintena de PzDiv, es decir, un promedio de 195 carros por división. Además la panzerwaffe iba a tener que usar más de un millar de carros Pz I y II de nulo valor combativo, a la espera de que la producción permitiera ir reemplazando los últimos carros ligeros.

Insistiré en este punto: Alemania tenía potencial industrial más que sobrado para haber producido entre el verano del 40 y el del 41 un millar extra de carros Pz III y IV: había medios económicas y materias primas suficientes. La producción de acero en Alemania en ese momento era casi 8 veces la de la URSS y podría haber puesto su industria a pleno rendimiento sin dificultades, no sólo en lo que a carros de combate se refiere, sino en todos los apartados requeridos por el Heer, aprovechando los recursos económicos ganados en Francia. Después de todo una de las claves de la doctrina alemana era que una breve campaña victoriosa generaba los recursos para la siguiente. Pero el gobierno nazi consideró que sería contraproducente que la realidad de la guerra se reflejara en la vida económica alemana. Mientras el pueblo inglés ponía todo su esfuerzo en reequipar a su ejército y hacía frente con decisión al Blitz, mientras los obreros soviéticos trabajaban sin descanso para dotar a su ejército de los últimos diseños de carros y aviones prescindiendo casi de cualquier otra cosa, los alemanes vivían un verano de felicidad y victoria: los diez meses anteriores a Barbarroja fueron los más opulentos que recordarían los alemanes. Y esa opulencia iba a pasarles factura muy pronto

Como puede apreciarse, la tranquilidad reinaba en la industria alemana pero ¿Y en el ejército?


japa
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Mensaje por japa »

BARBARROJA: DESACUERDOS

De todos es sabido que el OKH (estado mayor del Heer) y el OKW (estado mayor de la Wermatch) estaban en desacuerdo con respecto a la estrategia a seguir con respecto a Rusia. La dualidad de estados mayores patrocinada por Hitler había exacerbado la rivalidad entre las diversas ramas de la Wermatch, ya que mientras la luftwaffeiba por libre gracias a la influencia de Goering y la KM podía plantear su trabajo de una forma bastante independiente dado el desinterés de Hitler por el mar, el Heer se veía sometido a todas las decisiones del cuartel del fuhrer.

Eso llevó a que ambos estados mayores planearan por separado dos estrategias diferentes, que en esencia eran la estrategia de Hitler y la de Halder (jefe del OKH). La disparidad principal era con respecto al objetivo y consecuente desarrollo de la campaña. Halder, en un alarde de imaginación, proponía repetir el avance de Napoleón sobre Moscú, soñando tal vez con la triunfal entrada de sus tropas en la capital soviética. Hitler consideraba que era preferible asegurar los flancos primero de modo que los avances al sur y al norte protegieran porteriormente la ofensiva sobre Moscú en el caso de que los plazos permitieran dicha ofensiva. El resultado fue un tira y afloja al descubierto seguido por un directo sabotaje de los planes de Hitler por parte del OKH, que hizo todo lo posible para que el despliegue de las fuerzas de cara a Barbarroja y las previsiones logísticas favorecieran el asalto central sin que Hitler lo supiera. De hecho Halder llegó al extremo de falsear las conclusiones sobre el despliegue del ER en Ucrania (donde se concentraría el mayor esfuerzo defensivo de la URSS) y el Báltico restándole importancia y exagerando las dificultades en el frente central a fin de que se desplegara ahí el principal esfuerzo alemán.

¿Y los panzer? Pues Halder esperaba probablemente que la impetuosidad de Guderian y Hoth forzaría la situación a su favor e inclinaría la balanza hacia el eje central una vez iniciada la campaña, pero por su parte los generales de los panzer estaban decididos a hacer caso omiso de todo lo que el OKH quisiera imponerles, considerando que eran ellos los que iban a ganar la guerra y en consecuencia debían de ser ellos los que marcaran las pautas. Así que el OKW y el OKH iban a luchar dos guerras diferentes y a su vez la panzerwaffe iba a hacer lo que pudiera por luchar la suya propia. No era desde luego la mejor manera de preparar una campaña.

La subordinación de las fuerzas acorazadas a ejércitos de infantería no mejoró la discordia. Es más, al parecer Guderian sentía un fuerte desprecio por su nuevo superior, Kluge, lo que aumentó su determianción de hacer lo que le viniera literalmente en gana.

Y es que puede que en el OKH y el OKW se hubieran emborrachado de victoria, pero Guderian estaba literalmente intoxicado y empezó a tirar a la papelera incluso sus propias premisas. Las teorías sobre la guerra acorazada implicaban una adecuada coordinación entre las PzDiv y las unidades de infantería de modo que actuaran como una maquinaria bien engrasada, pero ahora, tras la campaña de Francia, los generales de los panzer se consideraban sobrados de fuerzas y habilidad como para hacer la guerra por su cuenta sin esperar a la lenta infantería. Ahí quedan sus palabras ya iniciada la campaña: "dos los comandantes del grupo panzer y sus tropas deben hacer caso omiso de las amenazas sobre los flancos y retaguardia. Mis divisiones sólo saben empujar hacia adelante". Es más, ahora rechazaba con furia cualquier directriz que implicase que fueran las PzDiv las que rompieran el frente, puesto que esperaba que SUS divisiones se reservaran para el avancePara Guderian, el enemigo apenas contaba, era meramente un elemento del paisaje. Lo único importante era avanzar a toda velocidad y que los de atrás se encargaran del trabajo sucio.

(Un mito sobre Barbarroja dice que Guderian informó a Hitler de que el ER dispondría de más de diezmil carros de combate para luchar con el Heer, y que Hitler no le creyó y siguió planificando el ataque pese a la prudente advertencia. Es cierto que Guderian dio esas cifras al fuhrer, pero también añadió (y lo omitió en sus memorias sin el menor pudor) que los carros del ER eran maquinas obsoletas y en un estado de mantenimiento lamentable, inútiles en el combate, poco más que un montón de chatarra para que sus panzer hicieran tiro al blanco. No hubo "advertencia" sino jactancia. Todo hay que decirlo, al igual que en el debate del Stug, Guderian iba a tener que comerse esas palabras muy pronto)

Así pues, no sólo iba a haber tres guerras diferentes (la del OKH, la del OKW y la de los panzer) sino que iba a haber dos ejércitos diferentes, el mecanizado y el de a pie, que harían la guerra por separado y sin coordinarse.

¿Como iba a quedar el despliegue de las PzDiv después de los tiras y aflojas? El grupo de ejércitos norte bajo el mando de Leeb contaría como fuerza acorazada con el 4º PzGr , el más débil, ya que sólo contaba con tres Pz Div bajo el mando de Hoeppner. Eso situaba al grupo Norte como el más débil de los tres e iba a ser un lastre en su campaña y en última instancia salvaría a Leningrado. El grupo Centro al mando de Bock tendría bajo su mando al 3º PzGr al mando de Hoth, con cinco PzDiv, adscrito al 9ª ejército de Strauss, y al 2º PzGr de Guderian con otras cinco PzDiv como apoyo del 4º ejército de Kluge. El grupo Sur contaría con el 1º PzGr al mando de Kleist con cinco PzDiv.

Esta disposición que daba preeminencia al grupo Centro (el Sur era algo más fuerte que el norte pero iba a cubrir un frente mucho más extenso con la ayuda de los aliados rumanos y húngaros) y se llevó a cabo ignorando la información recibida en el OKH que mostraba el fuerte dispositivo defensivo soviético en Ucrania. Las disensiones entre los estados mayores iban a pagarse muy caras.

Hay otro mito recurrente que dice que los alemanes fueron contra la URSS sin saber las dificultades que iban a enfrentar. Es falso. En los juegos de guerra planificados por Von Paulus en el invierno anterior a la ofensiva quedó muy claro que iba a ser imposible mantener un avance continuo, que sería necesaria una pausa operacional para reconstituir las fuerzas y reponer pérdidas, más o menos a las tres semanas de iniciada la campaña, que las fuerzas del Heer serían insuficientes para completar la campaña en un sólo golpe porque cuando se iniciara el asalto sobre Moscú estarían agotadas y que las fuerzas acorazadas del grupo centro tendrían que moverse hacia el norte y el sur a fin de embolsar a las tropas soviéticas en colaboración con los grupos de los flancos. Dada la imposibilidad de mantener un adecuado suministro una vez atravesado el Dnieper, debería plantearse el acuartelamiento de las tropas a más tardar en octubre a fin de prepararse para pasar el invierno en las mejores condiciones posibles mientras se preparaba la logística necesaria (almacenamiento, adaptación de las vías ferreas…) de cara a completar la campaña en la primavera de 1942

Halder hizo caso omiso de esas conclusiones, al igual que los generales de los PzGr, que opinaban que los generales del EM eran militares de salón, incapaces de apreciar la realidad del campo de batalla, y sólo sabían poner trabas a todo, principalmente por su apocamiento, como habían demostrado en Francia. De hecho el encargado de dirigir al grupo Centro en los juegos, había protestado enérgicamente por el desvío de fuerzas acorazadas en apoyo de los embolsamientos de los otros grupos por considerar que era una distracción inaceptable de cara al asalto de Moscú. El objetivo de la guerra acorazada tal y como se había desarrollado antes de la guerra y como se había llevado a cabo en Polonia y Francia era la destrucción de las fuerzas enemigas, pero ahora eso pasaba a un segundo plano.

Aún más, lo que no comprendían Guderian, Hoth o Kleist era que las distancias eran algo más que cifras sobre el papel. Acostumbrados a una mentalidad centroeuropea, en la que las distancias eran grandes pero asequibles, no comprendían que si la distancia a Moscú era tres veces superior a la distancia al Canal, eso no significaba que se pudiera recorrer en tres veces el mismo tiempo, sino que implicaba una sobrecarga intolerable sobre las máquinas, los hombres y los suministros. Al margen de lo que hicieran las tropas del ER, la distancia iba a ser un enemigo para el que simplemente no se estaban preparando pese a todas las advertencias de los técnicos.

Y así, el 22 de junio del 41, la wermatch se lanzó sobre el ER, en la ciega confianza de que el enemigo se derrumbaría con la misma facilidad que lo había hecho Francia, si no más rápido, puesto que ahora se trataba de débiles subhumanos, apenas aptos como esclavos en el "mundo feliz" que les había prometido Hitler cuando acabara la guerra. El Heer, que un año antes veía imposible atravesar veinte kilómetros de agua para atacar Inglaterra, consideraba ahora que recorrer seiscientos kilómetros hasta Moscú iba a ser un trabajo fácil.

Y las PzDiv partían hacia la batalla con la moral más alta que nunca llegarían a tener. Demasiado alta.


imrahil
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Mensaje por imrahil »

japa, Eres galáctico, un crack. El material y la redacción(y el de los carros de los brits)son buenísimos.Si has escrito algún libro, dime cual, que si no lo tengo lo compro inmediatamente. Si no lo has escrito, ya estás tardando.

Saludos cordiales


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ICBM44
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Mensaje por ICBM44 »

Entonces se podria decir que el tanque mas poderozo y fuerte de los Alemanes fue el King Tiger. Ya que recuerdo que era enorme y con un gran poder de fuego , eso si se construyeron pocos , y demandaban muchos recursos.


imrahil
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Mensaje por imrahil »

El más acorazado y con mayor pegada sí. Por contra era el de menor autonomía y el que más se averiaba.

Saludos cordiales


japa
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Mensaje por japa »

En lo que a peso y pegada artillera, sí, el Tigre II fue el carro más potente puesto en servicio por los alemanes, pero en cuanto a protección resultaba peor que el tigre I porque su aleación era de peor calidad y ofrecía un blanco desmesurado, y su planta motriz daba una relación potencia-peso inferior a la de su predecesor.
De todas formas queda mucho para que llegemos al tigre II. Eso sí, pronto podremos empezar a hablar del desarrollo del tigre I.


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Mensaje por japa »

Por cierto, Imrahil, la línea de texto que acompaña tus posts es del Cyrano de Bergerac, ¿verdad? Adoro esa obra: el cyrano teatral es probablemente el personaje más grande y vital del teatro francés (y por lo que sé el cyrano real, a parte de gran escritor, no desmerecía a su sucesor de ficción)


imrahil
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Mensaje por imrahil »

Sí. Es de Cyrano. Creo que es la que mejor resume el espíritu de un foro/forista.

Saludos cordiales


japa
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Mensaje por japa »

BARBARROJA: COMIENZOS Y PRESAGIOS

EL comienzo de Barbarroja fue, a ojos de los observadores internacionales, una sentencia de muerte para la URSS. Las tropas alemanas avanzaron sin dificultades por todos los frentes llevando a cabo magistrales envolvimientos y destruyendo todas las fuerzas lanzadas por el ER al contraataque. El 5 de julio la punta acorazada de Guderian estaba ya cruzando el Dnieper y Hoth hacía lo propio en el Dvina casi a la vez, lo que confirmaba las esperanzas puestas por Halder en sus audaces comandantes panzer. Más al norte el avance sobre la costa Báltica tampoco presentaba dificultades aparentes y tan sólo el grupo Sur parecía ir retrasado con respecto a los otros. Smolensko caía el día 16 mientras el XLVII PK al mando de guderian se apartaba de la ciudad y continuaba hacia Orsha, más al norte, completando un cerco gigantesco.

Sin embargo los panzer estaban empezando a encontrarse con problemas para los que no estaban preparados.

El primero de ellos, y fue una muy desagradable sorpresa, fue descubrir que la infantería soviética no huía ante los panzer. Al contrario que las tropas inglesas o francesas, los soldados del ER eran, en palabras de los alemanes, "Panzersicher" (seguros contra los carros). Además y tras el caos y el desconcierto de los primeros días los sodlados soviéticos tampoco aceptaban la derrota como sus homólogos de occidente. Las tropas embolsadas seguían luchando con una ferocidad inimaginable y eso ponía en grandes apuros a las divisiones panzer, porque la aceleración impuesta por sus líderes les había alejado enseguida de las fuerzas de infantería que debían asegurar los cercos, lo que les imponía tareas para las que no estaban bien preparados, sobre todo tras la reducción de sus fuerzas prácticamente a la mitad.

Pese a la apariencia de sorpresa obtenida el 22 de junio, lo cierto es que a excepción de Stalin todos los mandos del ER tenían muy claro lo que se les avecinaba y habían hecho lo posible para prepararse dentro de las enormes limitaciones que tenía en ese momento la iniciativa. De hecho el gran redespliegue de las fuerzas del ER organizado por Zukhov en el invierno estaba ya en marcha, y el Heer no logró atrapar en la frontera al núcleo principal del ejército soviético (pese a ello la tremenda rapidez del Heer desbordó incluso las previsiones de Zukhov y sus fuerzas de segundo escalón fueron igualmente alcanzadas y cercadas)

La resistencia de los soldados del ER fue una sorpresa incluso para los pilotos de los stukas. EN occidente, cuando las sirenas de los stukas anunciaban el bombardeo los enemigos se dispersaban aterrados. En el este, las tropas se ponían a disparar hacia arriba con todo lo que tuvieran a su alcance. Eso normalmente no sirve de nada contra la aviación, pero los stuka bajaban mucho y se encontraban con una granizada de balas en su camino. Muchos pilotos regresaban a la base con el avión convertido en un colador, y algunos no regresaban.

La velocidad de los avances había supuesto una gran ventaja táctica a la hora de fragmentar y embolsar a las fuerzas del ER, pero las durísimas condiciones del terreno estaban pasando factura a los carros. No era lo mismo transitar por las cómodas carreteras de Francia que hacerlo por los duros caminos cubiertos de polvo de Ucrania y Bielorrusia. Aún peor, a partir de la segunda semana el suministro de combustible, provisiones, municiones… empezaba a convertirse en un problema para la ya sobrecargada intendencia.

El blindaje de los carros alemanes se había mostrado realmente deficiente. Los soldados del ER manejaban sus cañones CC de 45 mm con una gran eficacia, y también disponían de gran cantidad de CC de 76,2 mm que eran una pesadilla para los carristas alemanes ya que ni los Pz IV eran una protección adecuada frente a ese arma (de hecho, fue el botín más apreciado por los alemanes y lo usaron profusamente más adelante, como veremos). Ante una infantería decidida, los Pz I y II estaban literalmente inermes y los viejos carros soviéticos BT y T-26 eran enemigo sobrado para hacerlos añicos. Y pronto los panzer iban a conocer a sus némesis.

En el frente norte, casi al comienzo de la campaña, el 4º PzGp se enfrentó a un feroz contraataque por parte del 3º y 12º cuerpos mecanizados del Frente Noroeste. Los soviéticos llevaban conm ellos una veintena de carros pesados de un modelo desconocido para los alemanes. Casi un centenar de carros de la 6ª PzDv se lanzaron al contragolpe para encontrarse conque sus cañones, incluso los 75 mm de los PzIV, eran inofensivos juguetes contra los poderosos carros soviéticos. Un PzIII atrapado en tierra pantanosa fue literalmente aplastado al pasarle por encima los carros enemigos que pese a su tamaño se movían con una sorprendente seguridad por el campo de batalla. La artillería divisionaria empezó aprestar apoyo y un 150 mm acertó a bocajarro a uno de los atacantes: cuando empezaban a felicitarse por el impacto vieron como el carro volvía a moverse y enfilaba hacia ellos para finalmente reducir el cañón a un montón de tubos reducidos pasándole por encima. Finalmente el ataque fue frenado por la LW mientras los panzer, por primera vez en su historia, huían para salvarse dejando atrás una veintena de carros Pz III y Pz 35 destruidos junto con otros tantos cañones CC, varias piezas de artillería pesada, vehículos y un montón de cadáveres. El KV-1 acababa de presentarle sus respetos al Heer.

Las tropas de Hoth se enfrentaron el día 24 de junio a un ataque soviético encabezado por el 6º cuerpo mecanizado con casi doscientos carros KV1 y T-34, la obra maestra del ingeniero Mikhail Koshkin. Sólo la habilidad táctica de los alemanes y la inmediata intervención de la LW evitaron que se repitieran las escenas de pánico del norte, pero las tropas de infantería literalmente se quedaron aterradas ante lo sucedido. Ni siquiera a quemarropa habían podido hacer mella en los carros del ER.

Dos días después eran los panzer de Kleist los que recibían la bienvenida por parte de los carros soviéticos. El 26 de junio la 11ª PzDiv se encontró en medio de un feroz ataque por parte del 8º y 9º cuerpos mecanizados, surgidos de repente ante ellos tras un fenomenal avance táctico en el que algunas unidades llegaron a desplazarse 200 km. De nuevo la falta de pericia de los soviéticos evitó un desastre, pero los mandos del grupo sur tomaron buena nota de que el enemigo había estado a punto de lograr una ruptura catastrófica.

Decir que los nuevos carros soviéticos sorprendieron a los alemanes es decir nada. Las tropas de infantería empezaron a sentir verdadero pánico ante la aparición de las inconfundibles siluetas de los T-34 y pronto bautizaron a sus cañones del 37 con el despectivo mote de "aldabas", ya que sólo servían para llamar a la puerta de los carros enemigos. La única manera de enfrentar a los nuevos enemigos era dejarlos pasar y atacar sus flancos y su trasera, y para luchar con ellos a larga distancia sólo podía usarse el todopoderosos 88 mm. Los carros Pz III y IV, gracias a la mayor destreza y adiestramiento de sus tripulaciones respecto a los soviéticos, podían maniobrar y situarse bien para enfrentarlos, pero los Pz I, II , 35 y 38 eran inútiles. Su tiempo había pasado. El otro vehículo acorazado del Heer, el Stug III, estaba paradójicamente mejor preparado para enfrentarse a los carros soviéticos ya que su baja silueta y su meyor blindaje frontal le permitían combatir a distancias a las que los PzIII y IV ya habrían sido convertidos en chatarra. Pronto los artilleros de asalto empezaron a ganar una gran reputación entre los sufridos infantes, que veían en ellos la única protección fiable contra los monstruos de acero que empezaban a poblar sus pesadillas.

EL propio Guderian hizo un comentario muy claro al conocer las armas de los carristas soviéticos: "Esto es muy preocupante". Pero pronto iba a tener preocupaciones más graves.

Sin embargo la campaña se desarrollaba bien, al menos en apariencia. Los ataques acorazados soviéticos eran rechazados y el avance continuaba imparable. Las tropas de Guderian estaban a punto de alcanzar Yelnia, al este de Smolensko.
Última edición por japa el 05 Abr 2007, 02:52, editado 1 vez en total.


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ICBM44
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Mensaje por ICBM44 »

Sin dudas que la batalla de Stalingrado fue la mas grande , y la mas desiciba en la SGM. Donde la URSS demostro su enorme valor , y donde el ejercito rojo provoco la mayor cantidad de bajas a los Nazis , y tambien donde comenzo la verdadera derrota Nazi , gracias a la URSS , ya que de lo contrario si todo este materia que combatio en el frente oriental , se volcaba sobre el frente occidental , nada tendrian que hacer los ingleses y mucho menos los Franceses , y en donde los Americanos se les pondria 10 veces mas dificil una verdadera invasion , se dice que los Nazis perdieron entre un 60% y 70% del total de sus Fuerzas Armadas en el frente Ruso , imaginemos todo esto luchando contra los Norteamericanos e Ingleses , nada podrian hacer.
Siempre pienso que el peor error de Hitler por suerte fue invadir la URSS donde cabo su propia tumba.
Mas alla que cuando los Nazis comenzaron la SGM todavia les faltaba mas desarrollo , el cual si la comenzaban en el año 1945 seria muy distinto , ya que se hubieran desarrollado bastante mas , claro que a lo largo de la guerra todo se acelero y dieron a luz muchas de las maravillas de la SGM.

Pero definitivamente el avanze final Sovietico sobre Alemania y Berlin fue devastador , para toda Alemania , sin dudas el Ejercito Rojo fueron los mejores.


huarlot
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Mensaje por huarlot »

ICBM44 escribió:Entonces se podria decir que el tanque mas poderozo y fuerte de los Alemanes fue el King Tiger. Ya que recuerdo que era enorme y con un gran poder de fuego , eso si se construyeron pocos , y demandaban muchos recursos.


Bueno el tanque mas poderoso de Alemania fue el Maus, aparecio a principio de 1945 y fue el ultimo y el mayor de los carros de combate alemanes, una de esas armas milagrosas, que debia salvar al III Reich. Jamas fue operativo y unicamente se construyeron dos prototipos. Estaba armado con un cañon de 128mm y otro coaxial de 75mm.Su enorme peso unas 180t, con una torre de 50t y unas dimensiones lo convertian en un vehiculo lento y dificil de maniobrar, cabe dudar de su hipotetica validez de combate: x ejemplo no habia puente que resistiera su peso: Su blindaje frontal era de 230mm de espesor y montaba un motor Daimler-Benz de 1200 hp.


Gammenon
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Mensaje por Gammenon »

A mi me parece increible cómo pasaron totalmente de la orden explícita y directa del cabo Adolfo en cuanto al armamento de los Pz III y IV. Se que cuando se enteró monto en colera, pero, ¿Rodaron cabezas por este asunto? ¿Guderian y demás no dijeron o intentaron hacer nada?


japa
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Mensaje por japa »

No rodaron cabezas porque los generales se justificaron aduciendo a problemas de tiempo, de logística… y no parecía que fuera a haber problemas de cara a Barbarroja porque la apreciación del Heer era que los rusos carecían de carros dignos de ese nombre.


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