El fallecimiento de la soldado es muy triste y me aflige como a todos los españoles de bien. Pero las condecoraciones tienen un Reglamento de concesión que ha de cumplirse para no ser devaluada. Por suerte o desgracia nosotros apenas tenemos implicación en conflictos y cada una de las bajas acapara una notoriedad mediática importante. Darles el justo reconocimiento no es darles una condecoración desproporcionada a los hechos.
Que a nadie le quepa la mnor duda de que lamento la pérdida de una compatriota en semenjante contexto. Pro comparto al 100% la opinion de Húsar . Por muy memorable qua haya sido esta pérdida, el reglamento y los estatutos están para cumplirse, en este y en todos los casos.
"Dígale a su almirante que España prefiere honra sin barcos que barcos sin honra"
Húsar ha expuesto su opinión con claridad e, incluso, con valentía. Estoy totalmente de acuerdo con él en que los Reglamentos tienen que ser respetados y las recompensas valoradas y, finalmente, tengo que mostrar mi total conformidad cuando dice : ... “ darles el justo reconocimiento no es darles una condecoración desproporcionada a los hechos”. Y aquí podría terminar mi intervención. Pero hay un problema y es que ... ¡¡la soldado Idoia Rodríguez fue recompensada con una medalla, puede que inadecuada a sus méritos!! El mismo Húsar razona que no le corresponde la Cruz con distintivo rojo, ni azul, ni amarilla, aunque está de acuerdo con la concesión de ésta porque “ como es la que se está dando a los muertos en acto de servicio, por coherencia es la que debe recibir” y aquí tengo que discrepar para ser consecuente con lo expresado al principio. Es duro hablar de este episodio cuando se acaba de enterrar a quién dio la vida por nuestra Patria . Pero, aun con dolor, permitirme que exponga mi opinión.
En primer lugar, quiero decir que la mención de la Cruz del Mérito Militar con distintivo amarillo, en mi mensaje anterior, estaba en un contexto que pretendía poner en contraposición la actitud, en Afganistán, de algunos países europeos – cometidos de reconstrucción y humanitarios - y otros en la OTAN - cometidos de combate – . Y es en ese contexto, y no en otro, cuando ocurre tan fatal desenlace y el Gobierno decide recompensar, a la soldado, y lo hace precipitadamente y con una condecoración para actos de servicio y situaciones de grave riesgo con resultado de muerte. (Por cierto, ya sabía que las Cruces del Mérito Militar, con distintivo Azul, recompensan méritos en misiones de paz comprendidos en los artículos 38 y 39 del Reglamento (1), pero eso no excluye la posibilidad para proponer a personal – sirviendo en la misma zona y cumpliendo los mismos cometidos - para recompensas o menciones de otra categoría cuando las circunstancias así lo exijan).
Nada nuevo digo si manifiesto que la recompensa que recibe un militar, o un civil, es el resultado de una propuesta, y la resolución del expediente correspondiente, en el que es preciso estudiar y valorar una serie de factores como situación general, particular, personal, antecedentes, iniciativa, valor, serenidad, influencia para la moral y otras circunstancias. El Reglamento (1) no es, ni puede ser, un “cuadro de doble entrada” porque entonces la situación, que comentamos, no me parece alejada de los artículos 36 y 37 a (solo falta el valor acreditado que el procedimiento de concesión tendría que dirimir) :
(Artículo 36 ) 1.-... en el transcurso de un conflicto armado o de operaciones militares que impliquen o puedan implicar el uso de la fuerza armada ... (Articulo 37 a )... frente a fuerzas hostiles o que traten de impedir el cumplimiento de la misión encomendada . La muerte de Idoia ocurrió en una zona de combate y, por tanto, corta parece la Cruz del Mérito Militar con distintivo amarillo ( artículos 40 y 41) – como si la acción hubiese ocurrido en el polígono de tiro de su unidad -. Entonces ya que le han concedido una Cruz ¿cuál es la que le correspondería? Pues no lo se, para eso están las propuestas y el estudio de los expedientes correspondientes y nunca las prisas - que son malas - o los intereses políticos - que son peores - .
Por mi parte termino con este tema, que me parece profundamente doloroso, y dejo descansar a Idoia que es lo que se merece . ¡Descanse en paz !
(1).- Reglamento General de Recompensas Militares. Real Decreto 1040/2003 de 1 de agosto. SALUDOS CORDIALES
Hablar del caso concreto resulta un poco desagradable, pero hay que hacerlo.
El Reglamento lo indica claramente, los distintivos rojos incluyen: conflicto armado o de operaciones militares que impliquen o puedan implicar el uso de fuerza armada.
No es necesario que esté declarada la guerra. Da igual si se considera que lo de Afganistán es guerra o no. (Anunque prensa y partidos hagan del color del distintivo la clave de la consideración de guerra o no).
Se dieron cruces rojas en Perejil porque eran acciones militares en las que estaba previsto el uso de la fuerza.
La situación en Afganistán hace que la cruz roja pueda darse, con el actual reglamento.
Pero eso es condición NECESARIA pero NO SUFICIENTE. No tienen porqué darse rojas. Roja no significa guerra, sino merito muy destacado.
Artículo 37. Acciones, hechos o servicios recompensables.
La concesión de Cruces del Mérito Militar, del Mérito Naval y del Mérito Aeronáutico, con distintivo rojo, se fundamentará en las siguientes acciones, hechos o servicios que, en cualquier caso, deberán implicar un valor acreditado:
a. Los que pongan de manifiesto, según los casos y conforme se define en el artículo anterior, dotes significadas de mando, serenidad o iniciativa frente a fuerzas hostiles o que traten de impedir el cumplimiento de la misión encomendada.
b. Los que impliquen, de acuerdo con el artículo anterior, una acertada dirección o empleo de las fuerzas propias en el desarrollo de la operación armada, así como el inteligente y eficaz cumplimiento de la misión encomendada. Es decir exigen VALOR ACREDITADO y para que se ajuste al punto a. dotes de mando, serenidad...
El hecho es que se trata de un convoy que pisa una mina (o es atacada a control remoto). El fallecimiento es causa de una explosión. La fallecida no participa activamente de nada. No se acredita el valor.
Si alguien cree que debe darse una roja que me explique donde se demuestra el valor y cual es la acción meritoria.
Parece feo hablar así de la fallecida pero es la realidad.
Y si vamos a la amarilla:
se concederán por acciones, hechos o servicios que entrañen grave riesgo y en los casos de lesiones graves o fallecimiento, como consecuencia de actos de servicio, siempre que impliquen una conducta meritoria. Actos recompesables Los que, comportando una especial conducta meritoria, tengan como consecuencia el fallecimiento o lesiones graves en acto de servicio, o con ocasión de éste. ¿Cuál es el acto meritorio?
Para mí podría haber sido concedida al cabo primero paracidista que trató de sacar el cuerpo del CLP que falleció hace unos meses, y se quemó los brazos.
Tratando de salvar la vida a un compañero se lesionó gravemente. Ahí sí veo un motivo para dar el distintivo amarillo.
En realidad a la soldado fallecida, tampoco le corresponde la amarilla salvo que consideremos que dar la vida es suficiente motivo. Cosa que no se ajusta al reglamento.
Creo que fue el año pasado unos alumnos de la básica de la ACINF murieron al estallar una granada de mortero. Se les concedió la amarilla.
En cambio otros accidentes se han cerrado con la blanca (o con nada).
Repito que siento mucho la muerte de la soldado. Merece mi máximo respeto y consideración, pero no podemos convertirla en una heroína.
Pero creo que no es bueno hacer demagogia, como están haciendo el PP y PSOE.
Por suerte España apenas ha sufrido bajas en sus misiones. Si en el ejército americano tuvieran que dar una medalla a todos los que sufren un ataque en Iraq no tendrían suficientes.
En muchas unidades existe una galería de Laureados donde se puede ver el retrato y los hechos. Leerlos pone los pelos de punta.
También se incluyen otros hechos merecedores de condecoraciones y no cabe la comparación con lo hechos que se discuten actualmente para dar las rojas (Perejil, Iraq). Se han dado muy a la ligera.
Aunque haga mucho que no se conceden (supongo que afortunadamente) no se puede abrir la mano, porque terminaremos dando la Laureada sin motivos y eso sólo sirve para devaluar las condecoraciones.
Y no creo que lo que digo sea una opinión, se deduce de la simple lectura del Reglamento.
En lo que estoy de acuerdo, sobre este asunto, ya lo dije ayer y no me voy a repetir; también manifesté que no sabía que recompensa correspondía pues para eso estaban los procedimientos reglados para su concesión, pero que las prisas – son malas – y los intereses políticos – peores - . Tal como prometí no hablaré más del accidente de la soldado. Me voy a limitar, si me lo permitis, a hacer unos comentarios de carácter general.
En mi mensaje anterior dije que un Reglamento no era un “cuadro de doble entrada”. Y pienso que de “La simple lectura del reglamento” no se deduce todo porque las normas jurídicas, por muy modestas que sean, exigen un estudio de todas las circunstancias que rodean el hecho que definen. Por eso hay un procedimiento, para la concesión de recompensas, bastante largo por cierto (ver artículos 44 y 45 del Reglamento) que puede durar 6 meses. Durante ese proceso que comienza con una propuesta – que ya debe incluir la apreciación de las circunstancias y se remite por conducto reglamentario - se va formando un expediente porque todos los mandos de la cadena unen a el sus propios informes. La finalización del proceso (artículo 45) puede dar como resultado : la concesión de la recompensa propuesta, su archivo (si no se concede) o la orden de apertura de un nuevo procedimiento si se concluye que la propuesta merece una recompensa distinta.
La apreciación de las circunstancias es la que “matiza” la acción o el hecho reglado. Por ejemplo ... un soldado se presenta voluntario para entregar medicinas en una zona muy peligrosa, acaba de llegar de otra misión y le correspondía un descanso... y cuando sale pisa una mina y fallece sin haber pegado un tiro. ¿Es esa acción meritoria para modificar la recompensa que, en su caso, pudiese merecer sin ella? Para eso está el proceso.
“Ni el coronel DeCastries, responsable de la base aeroterrestre de Dien Bien Fhu, ni el general Navarro desde Hanoi previeron que el Vietminh del general Giap pudiera trasladar artillería pesada por la selva con una hierba de elefantes de tres metros de altura. Fue sencillo: desmontaron las piezas y fueron trasladadas por partes en bicicletas por sendas ocultas e inverosímiles. El 13 de marzo de 1954 a las 17.15 horas los viet desataron el infierno, sobre la posición “Beatrice”, con calibres de 105 mm disparando a cero contra los blocaos, la pista de aterrizaje y las largas antenas de radio que indicaban los puestos de comunicaciones y mando. Paracaidistas franceses, tiradores argelinos, legionarios thais y vietnamitas leales no tuvieron otra opción que morir enterrados sin poder coger el fusil y pegar un tiro.¿Sería este un hecho de armas para los defensores de Dien Bien Phu o un sacrificio pasivo? Los franceses lo tuvieron claro y regaron de cruces el campo de batalla..." (M. Prieto)
Se puede decir, sin temor a exagerar, que los EEUU, desde el 11/S, están en guerra contra el terrorismo y no parece que, en general, los países europeos sientan lo mismo pues, se muestran más dispuestos a tareas de reconstrucción y humanitarias - que son imprescindibles – que a la lucha abierta contra el terrorismo. El ministro afgano de Defensa agradeció "el sacrificio de las tropas que actúan en el sur y en el este del país (EEUU, Reino Unido, Canadá, Australia, Holanda y Dinamarca)". En el mismo sentido se manifestó el senador demócrata de los EEUU – presidente del comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes – que dijo : “ Es simplemente inaceptable que los Comandantes de la OTAN tengan que rogar para que les envíen tropas de países como Alemania, Francia, Italia y España” y prosiguió : “Es indignante que EEUU, Canadá, Holanda, Dinamarca y el Reino Unido son los que despliegan sus unidades en las zonas más peligrosas ...Esta Administración no debe permanecer pasiva mientras nuestros así llamados aliados toman ventaja de nuestra generosidad y nuestro coraje” (De la prensa 16/2/07). En Sevilla el ministro de Defensa español había manifestado :”Allí no estamos para hacer la guerra sino para construir la paz”. (ABC 9/2/07). Y es que, en efecto, en Afganistán parece que falta voluntad política para actuar como una Organización en la que un ataque contra un miembro es un ataque contra todos los demás. Esta guerra tiene una gran importancia - se prevé que esta primavera se producirá una ofensiva talibán - y la manera en como responda la OTAN será decisiva para el futuro de la Alianza : Un fracaso en Afganistán convertiría a este país en un santuario, para los grupos terroristas, como ya lo fue antaño.
Hoy todo los países de la OTAN sienten que la Alianza necesita un cambio. La amenaza ahora es global y, fundamentalmente, ataca a los países democráticos que no son solo europeos y americanos. Los EEUU, según informaciones serias, llevan años trabajando en la definición de una nueva Alianza de países democráticos que incluiría a algunos países europeos y otros no europeos como Australia, Israel, Japón, India... –. Incluso hay expertos que opinan que los EEUU, para enfrentar la nueva amenaza global del terrorismo islamista, ven con buenos ojos una nueva alianza que denominan MATO (Mideast antiterrorism organization) que incluiría a los Estados árabes moderados – Egipto, Jordania, Arabia Saudita... – que se encuentran también amenazados por el radicalismo islamita.
Y¿ la actual Alianza Atlántica? Resulta evidente que si no se adapta a la nueva situación mundial se convertirá en una organización sin valor alguno. Y España - tanto para una nueva Alianza, como para la actual reformada - no se encuentra precisamente en una buena situación de partida. La retirada de las tropas españolas de Irak y la política seguida desde entonces, para tratar de justificarla, no ayudan a la credibilidad que cuando se pierde, en el campo internacional, es muy difícil de volver a adquirir. Y sin embargo es una paradoja. España es el cuarto país que sufre más bajas, en Afganistán y sin embargo una mala política hace que su prestigio – y su peso internacional - no esté en consonancia, no sea proporcionado, con el esfuerzo y el sacrificio que realizan nuestras fuerzas armadas.
Una nación tiene, en todo momento, que defender sus intereses y exportar sus valores y no se puede presentar, en ninguna mesa de negociaciones, sin credibilidad. Y una política inadecuada en el campo exterior en general, y en el de la inmigración en particular, no hacen nada por mejorarla. En resumen parece que – por ahora - nuestros intereses tenemos que defenderlos con nuestro Poder Nacional, del que las FAS es un elemento importante, y aunque estamos en una Alianza estamos ... sin aliados.
Hay una cosa que veo clara, los países que más aportan a misiones de combate se terminarán cansando de pedir y pedir y no recibir nada, y ser ellos los que aguantan el peso de las operaciones más arriesgadas. Nosotros en ese punto estamos en el limbo, aunque sea franceses y alemanes aportan sus FOE's a combatir a los terroristas, nosotros, oficialmente, ni eso, y nuestros aliados nos lo piden a gritos.
La semana pasada nuestro presidente dijo -"Por supuesto, si el Mando de Operaciones lo estima conveniente, seguiremos incrementando las medidas para reforzar la seguridad de nuestras tropas en Afganistán"-, El País esta semana también citó -El Estado Mayor de la Defensa pedirá un incremento del contingente español en Afganistán para garantizar su seguridad ante la anunciada mofensiva talibán de primavera- y, ahora, en una conversación entre Prodi y Zapatero, éste último dijo a preguntas del primero -"Para nada"-, fue la respuesta que Rodríguez Zapatero le dio al primer ministro italiano, Romano Prodi, cuando le preguntó si aumentaría el destacamento, en un pasillo del Consejo Europeo celebrado ayer en Bruselas.
El caso es que se aumentarán los medios para mejorar la seguridad de las tropas en Afganistán, pero no se aumentarán los efectivos ante el recrudecimiento de la violencia con la llegada del deshielo -algunas noticias hablan de que los pakistaníes están influyendo para que las amenazas se trasladen al norte y oeste de Afganistán-, con lo cual, si las noticias son ciertas y los talibanes empiezan una nueva ofensiva, lo tendremos fatal. Una cosa está clara, si no hay seguridad, no hay reconstrucción, y sin seguridad ni reconstrucción no hay posibilidad de que los afganos salgan adelante por sí solos, y menos con la corrupción existente.
El otro tema es que perdemos peso internacionalmente. Creo que somos el aliado con la política exterior más nefasta. Decimos no a implicarnos en las operaciones de combate, pero también decimos no a aumentar los efectivos en la zona, perdemos la oportunidad de enviar el HRF(L) de Bétera a la zona, y de volver a coger la posición internacional que teníamos hace escasos 3 años.
Con esta política solo conseguiremos que nuestra zona de responsabilidad en Afganistán sea un coladero de narcotraficantes y terrorismo, una entrada fluida de armamento por la frontera iraní y que la corrupción se dispare. Y para estar así, creo que mejor hacer el petate y volvernos.
En primer lugar kilo 009 permíteme que te agradezca que me acompañes, en este Tema, pues francamente, desde hacía algún tiempo, me encontraba realmente solo. Estoy totalmente de acuerdo con todo cuanto dices. Pero ¿Sabes lo que creo? Que aunque el contingente español se incrementase sería para autoprotección es decir “para defender el castillo”. El 12 de Marzo leí, aunque las noticias son un tanto confusas, que tropas españolas participaban en Afganistán en la mayor ofensiva contra los talibanes (Operación Aquiles). La operación se realiza al norte de Helmand y, en ella, participan 4500 efectivos de la ISAF y 1000 afganos. Indagando en el asunto, aunque está bastante confuso, parece que las tropas combatientes son británicas, estadounidenses, canadienses y holandesas y las españolas prestan una misión de apoyo – de bloqueo dice la noticia - sin salir de su zona de responsabilidad. Es decir seguimos sin comprometernos, aunque el “conflicto real” ya está a la vista de las tropas españolas que - jamás mejor preparadas - deber de estar pasándolo fatal.
España gozaba, hace tres años, de prestigio en el ámbito internacional y en Europa en particular. Hace unas semanas estuvo en Madrid el Ministro francés del interior ( Sr. Nicolás Sarkozy) y manifestó – claramente en un mitin - que entonces estábamos, en prestigio, a nivel de Francia y Alemania. Es más, cuando era preciso discutíamos y discrepábamos con Francia ¡¡ después de una subordinación de 200 años !! En el ámbito militar, tengo motivos para decir que ocurría lo mismo. Pues, bien, todo ese inmenso capital, que tanto costó “ahorrar “, lo hemos dilapidado en un tiempo record y sin beneficio alguno. Para volver a la situación anterior tendrán que pasar muchos años. Y si hacemos el petate, como lo hicimos en Irak, ya no levantaremos cabeza en generaciones.
El Gobierno da la impresión que no sabe para que sirven las FAS ni para que las quiere. Naturalmente que las unidades militares pueden ser empleadas en misiones humanitarias o de paz que son capaces de cumplir con eficacia - de sobra lo han demostrado - porque disponen de los medios adecuados, personal en número, disciplina, disposición... A estos cometidos se les debe prestar todo el interés y dedicación de que son capaces las FAS. Pero no nos confundamos, estos cometidos no son sus cometidos principales y, por eso, su participación en ellos se debe restringir a lo estrictamente necesario, para que el ambiente general que los rodea, incluida la complacencia de su éxito, no perjudique la actitud que demanda el cumplimiento de la misión principal, que implica la mentalidad de aceptar sin trabas los riesgos del combate, entre los que se puede incluir ,incluso, la pérdida de la vida.
La guerra encierra los riesgos más peligrosos y los componentes de las FAS tienen que estar mentalizados para aceptarlos. Implicar frecuentemente, y a las mismas unidades, en cometidos “pacíficos” puede dañar la mentalización necesaria para, en caso necesario, poder empeñarse con eficacia en operaciones de combate. Las fuerzas navales y aéreas no pueden “acostumbrarse” a ser fuerzas de transporte de paz, ni las terrestres en fuerzas policíacas sin que su mentalidad para el combate no se deteriore.
De acuerdo totalmente, si se incrementa el número de efectivos, tarde o temprano tendrán que hacerlo, será en mínimas proporciones, no se si los suficientes para poder autoprotegernos de lo que se nos puede venir encima. Las acciones de combate implican más medios humanos, más medios materiales y lo que es más importante, decisión política, lo que conlleva una buena explicación a la sociedad.
El verdadero probleme es que talibanes, Al-Qaeda, narcotraficantes, los servicios secretos que operen en la zona, no son para nada tontos, o por lo menos son tan tontos como nosotros, y a la hora de fijar el objetivo lo harán contra el adversario político más débil, y estamos en la diana. Si somos débiles y no afrontamos las misiones que allí tenemos que hacer, vamos a lograr que se centren en nosotros, que no podamos garantizar la seguridad necesaria para cualquier reconstrucción, y si no particpamos en misiones de combate, no prestamos seguridad, y la reconstrucción no se puede dar, ¿qué hacemos en Afganistán más que molestar?
Para las misiones de paz creo que lo ideal es una principal entrada de las Fuerzas Armadas, para una posterior involucración de la Guardia Civil (siempre hace falta un núcleo de militares). Algo que dice mucho de las FAS es la capacidad de reconvertirse en tiempo récor en Kosovo o Bosnia para asumir en un primer lugar cometidos propiamente militares a otros más relacionados con fuerzas policiales. Creo que sería un buen trabajo para la Guardia Civil y la Unidad de Proyección Exterior que quieren formar.
No me hables de esos tiempos, donde todo lo que fuera política exterior y prestigio se miraba al milímetro, se trataba de tú a tú a países como Alemania y Francia que querían (como es obvio) todo el pastel para ellos y tuvieron que pelear hasta el último instante para conseguirlo. La prensa especializada comentaba que habíamos quitado de la escena internacional el papel de Italia, y por una vez siempre se nos citaba entre los grandes de Europa, que es el puesto que nos correspondía. Hicimos un pulso contra Marruecos, acercándonos a Argelia y por tanto beneficiando a los saharauis, casi enseñamos en puño en Guinea Ecuatorial, no dejamos que países como Venezuela y Cuba nos tutearan y apoyamos las políticas de países como Colombia (en su lucha antiterrorista) y México (conseguimos que extraditaran etarras)... En fin, pérdida de prestigio a la que hemos llegado.
Continuando con el Poder Nacional podemos entrar ahora, aunque sea de “puntillas”, en el papel de las Fuerzas Armadas.
En términos muy sencillos, puede decirse que cualquier nación, Estado o grupo definible puede encontrarse en cualquier momento en paz o en guerra. Sin embargo, la realidad militar y política es actualmente mucho más compleja. Mientras que la paz es claramente la meta, es bastante posible estar en conflicto sin estar realmente en guerra. Los estados entre Noruega y Suecia o entre el Reino Unido e Irán (rehenes británicos) o la guerra de Afganistán pueden servir como ejemplos de diferentes situaciones. Nos encontramos por lo tanto con un amplio campo en que “paz” y “guerra” son los extremos y en el espacio, entre esos extremos, puede haber disputas de diferentes intensidades que también son conflictos – en este caso “ no bélicos” - que pueden resolverse por medios pacíficos o transformarse en situaciones más peligrosas si no se solucionan a tiempo.
La paz es “una condición que existe en las relaciones entre grupos, clases o estados cuando prevalece la ausencia de violencia (directa o indirecta) o la amenaza de violencia”. Aunque la ausencia de violencia puede verificarse objetivamente, la amenaza de violencia es mucho más difícil de comprobar y puede dar lugar a equívocos peligrosos. Por ello el límite entre “paz” y “conflicto no bélico” será a menudo confuso.
La posibilidad del conflicto no bélico surge cuando dos o más facciones persiguen metas que perciben como incompatibles y recurren a cierta violencia o a la amenaza de violencia para alcanzarlas. Entre tanto puede continuar la diplomacia, u otra actividad no violenta, tratando de resolver el conflicto que puede producirse entre estados o dentro de éstos. Podría incluir el terrorismo, conflictos étnicos, separatistas, disputas fronterizas...
La finalidad de la guerra es combatir al enemigo hasta que uno de los dos se haya impuesto al otro. Un estado de guerra puede caracterizarse por el cese o suspensión de la actividad política y diplomática normal entre las fracciones beligerantes y por la hostilidad abierta. Existirán, sin embargo, canales a través de los cuales se pueden llevar a cabo negociaciones, a menos que el resultado pretendido lo impida. Los límites entre conflicto no bélico y guerra pueden ser también, a veces, difusos..
Una nación hace frente a cualquier tipo de conflicto con el empleo de su poder nacional, uno de cuyos ingredientes es la fuerza militar. La contribución militar en operaciones de paz y humanitarias, en conflicto no bélico y, obviamente, en la guerra es significativa y destacada. En el conflicto no bélico, la fuerza puede emplearse sólo como amenaza y, si se emplea, su participación estará fuertemente restringida y, por otro lado, son las actividades políticas, y no las militares, las que conforman los principales medios con los que se trata de concluir el conflicto con éxito. Al contrario que en la guerra que serán los medios militares.
Con el final de la Guerra Fría parecía que habíamos alcanzado la conclusión de los conflictos, pero ya vemos que no es así como muestran las guerras de los Balcanes, Afganistán, Irak y otras, así como el riesgo de proliferación nuclear, el terrorismo, la inmigración... Por otra parte las consecuencias de la desmembración de la URSS no han desaparecido del todo y, aún, puede aportarnos algunas sorpresas.
Pues bien, en cualquier caso, la respuesta, a la decisión de enfrentar un conflicto que se presente, es el empleo (o amenaza) de algún, algunos o todos los elemento del poder nacional. La decisión de los elementos designados para ello corresponde a la estrategia nacional.
“La estrategia es siempre indispensable como arte de utilizar lo mejor posible los medios de que se dispone”.
LAS FAS Y LA GUERRA Es una opinión bastante generalizada pensar que, en la época comprendida entre el final de la IIGM y el de la Guerra Fría, solo dos adversarios se hallaban frente a frente. Ambos en posesión de arsenales nucleares impresionantes y, por tanto, con tal poder de disuasión que aseguró – dicen algunos – un período de estabilidad desconocido hasta entonces. Aquellos días, para otros, siempre estuvieron presididos por el temor a un conflicto total de resultados catastróficos, recuérdese la moda de construcción de refugios atómicos, o las crisis de Berlín y Cuba, o su misma denominación : Guerra Fría.
Pero esa “paz estable” era sólo entre los dos grandes bloques, porque el mundo continuó, de manera contumaz, ejerciendo la institución más antigua del mundo - la guerra -. Y se libraron, durante ese tiempo, guerras importantes con fuerzas convencionales -Indochina, Corea, el Golfo, Irán-Irak, Oriente Medio...- Incluso hubo guerras que los especialistas denominan “ guerras olvidadas”, porque no salen, sorprendentemente, en los medios. Hoy mismo hay guerras en Irak y Afganistán, pero el Gobierno de Sudán está llevando a cabo, en la región de Darfur, un auténtico genocidio, pero no sale en los medios; es una “guerra olvidada “ – no existe - y no es la única que se libra en estos momentos.
La guerra es una de las instituciones más antiguas del hombre, el único animal que lleva los conflictos hasta las últimas consecuencias. Otros animales matan con el único fin de alimentarse, incluso luchan entre sí por el territorio, por las hembras... pero rara vez pelean hasta la muerte. La guerra, como tal, es una actividad exclusivamente humana. “La historia de la humanidad es la historia de la guerra” escribía W. Churchill antes de la II GM (1). En similares términos se expresaron otros pensadores:
· “Es extraño encontrar un país donde el pueblo no odie a muerte a la aristocracia o donde la nobleza no esté dividida entre ellos... Los habitantes de dos localidades vecinas normalmente se relacionarán en malos términos. Su hostilidad deriva de disputas sobre derechos de aguas, pastos o bosques en los limites de sus fronteras; cada aldea desea extender sus fronteras a expensas de otros...” (Marqués de Santa Cruz de Marcenado. Reflexiones Militares)·
“La peor tragedia es la guerra, pero mientras exista el género humano habrá guerras” (Jomini. El arte de la Guerra)
· Hobles considera que el hombre es malo por naturaleza “Homo homini lupus” “ El hombre es un lobo para el hombre, por tanto, continúa, no hay otro derecho que el empleo de la fuerza”. Locke, igual que Hobles cree que... “es un estado de naturaleza en el que triunfa la violencia".(2)
Y realmente es una auténtica contradicción ya que las restantes actividades humanas van en búsqueda del conocimiento, de la felicidad, de la salud, de la libertad... Evidentemente las guerras son una paradoja ; son los más espectaculares fenómenos sociales, los puntos de referencia cronológicos más destacados y los límites que señalan los grandes giros de los acontecimientos. “Por la guerra han perecido casi todas las civilizaciones y por ella han nacido; y han sido las guerras, en fin, las que han establecido o sancionado las supremacías que colocan, durante un tiempo más o menos largo, un cierto tipo de sociedad a la cabeza de la humanidad”.(Gastón Bouthould.- La Guerra).
La guerra empezó pronto. El doctor J.M. Roberts nos da varios ejemplos en su magnífica obra “Historia del Mundo” :”El hombre de Neanderthal nos proporciona la primera evidencia de esa gran institución ... La guerra es uno de los grandes temas pictóricos para los sumerios que ya, sobre el cuarto milenio (a.C.), aplicaron la rueda a la tecnología militar... En esa época, el rey Sargón alardeaba de tener un ejército de 5.400 hombres... las glorias militares del faraón Thotmas III extendiendo los límites del imperio hasta el Eufrates ... de las tácticas, de los Hoplitas griegos, de las legiones romanas... etc”.
Richardson estudió para el período 1820 - 1949 la frecuencia con que ocurren las guerras – durante 60 años surgió una guerra cada año, durante 30 años dos guerras... - y, después, los datos recogidos por el especialista Quincy Wright para el período 1500 - 1931 – durante 150 años surgió una guerra cada año, durante 50 años más de dos... - . Es decir, entre 1820 y 1949 se libraron 106 guerras y 432 entre 1500 y 1931. Y se trata de guerras importantes – las que denominó de magnitud 3,6 y, aun así, resulta una media de más de una guerra al año (3).
Y es que, ciertamente, la guerra estuvo presente todas las épocas . Se calcula que se han firmado en la historia más de 8000 tratados de paz y después de un tratado vino el conflicto, a pesar de que los planes de paz nacen de la indignación, y del deseo de acabar de una vez con los conflictos armados y, por consiguiente, con el propósito de asegurar la paz definitiva. Los factores económicos, las creencias religiosas, las discriminaciones raciales, la búsqueda de la seguridad, las ideologías... parecen estar entre las causas del inicio de los conflictos.
El caso, es que las guerras son fenómenos que ocurren con gran frecuencia en el mundo y aunque la rapidez de las comunicaciones, el cambio de los armamentos o la posibilidad de la información pueden hacer la guerra diferente en muchos sentidos, hay otros que la hacen semejante. Bueno, quizá con el 11/S ha aparecido algo nuevo pero eso... será otro día.
Referencias : 1).-A social history of England. Asa Briggs. Penguin BooKs.(1991) 2).- Historia de los Europeos.Jean-Baptiste Duroselle. Circulo de Lectores. 3)..- Analisis del conflicto. Michael Milchoson. Instituto de Estudios Políticos. Madrid
Pero ¿ Es que la paz es una utopía? Desde siempre, se ha buscado el medio de asentar la paz sobre unas bases más estables que los tratados tradicionales, pues se observa, desde el punto de vista jurídico, que los tratados de paz están empañados de violencia. Los vencidos no dejan de considerarlos nulos a la primera ocasión. Recuérdese la Alemania del III Reich o más modernamente Irak. Afortunadamente siempre hubo movimientos importantes para abolir o limitar las guerras y así cientos, miles, de las personas más inteligentes y de mejores sentimientos – de todas las razas y continentes – han meditado sobre como evitar la guerra. Porque cualquiera puede entender y afirmar que, para el mundo, no hay desastre mayor que la guerra y, por el contrario, no hay mayor bien que la paz pues, sin ella, no existe ningún tipo de bienestar. Y así, han aparecido diversas corrientes y teorías para : Prepararse para la guerra: con el fin de disuadir y atemorizar al contrincante y trabajar por la paz : con el fin de encontrar fórmulas para evitar que estallen los conflictos.
Ya a finales del siglo X se registran movimientos importantes para abolir o limitar las guerras. En el Concilio de Narbona (1054) se codifican algunas medidas curiosas: La paz de Dios : que protegía a los no beligerantes y los bienes eclesiásticos y campesinos. La tregua de Dios :que prohibía la guerra en Navidad, Pasión, Resurrección, fiestas de la Virgen y también de viernes a lunes. Condena los ataques a viajeros, clérigos, monjes y pobres...
Y ya que la guerra se hace por medio de las armas, parece que bastará suprimir las armas para abolir las guerras. Unos pretenden suprimir todas las armas y otros solo pretenden abolir algunas, - las consideradas de carácter desleal o de destrucción masiva -. En el siglo XII un Papa (Inocencio II en 1139) intentó prohibir el empleo de arcos y flechas, y más tarde el Concilio de Letrán prohibió la ballesta. Como se ve la cosa empezó pronto, pero siempre aparecen nuevas armas haciendo normales aquellas que parecían tan terribles o destructoras con anterioridad.
Para otros teóricos la mejor solución es permitir que las armas sean cada vez más mortíferas. Piensan que, de esta manera, los hombres no se atreverán a provocar la guerra y, éstas, acabarán por el terror que inspiran los efectos destructores de las armas. Al lado de las teorías de la reducción de los armamentos hay quien aboga por la reducción, e incluso abolición, de los ejércitos, manteniendo un sólo ejército internacional al servicio de las Naciones Unidas. Y otra teoría, al fin, es la que sostiene que no importa el nivel total de armamentos, sino el equilibrio existente entre las potencias.
Estos pensamientos han ido, en la modernidad, paralelos a deseos o intentos de constitución o fortalecimiento de instituciones u organismos adecuados para alcanzar o mantener la paz. Pero la historia, considerada como ciencia de las comprobaciones, nos muestra como el hombre aun no ha conseguido superar la lucha contra sus semejantes. “Las expectativas de que un cambio benigno – mejor nivel de vida, alfabetización, sanidad, bienestar social... - vayan a mejorar la conducta del ser humano se ha esfumado tantas veces, que puede parecer poco realista esperar el nacimiento de una profunda actitud antibelicista en la humanidad”(1)
El 24 de noviembre de 1945 - también después de una guerra - se creó la Organización de las Naciones Unidas con el propósito de mantener la paz y la cooperación entre las naciones. Hasta el momento - con independencia de las Fuerzas Humanitarias y para el Mantenimiento de la Paz- las intervenciones en fuerza, para hacer cesar los conflictos, han sido escasas y probablemente - casos Irak o Corea - estaban en el interés de alguna potencia que posibilitó tales acciones. Por otra parte los intentos de evitar la proliferación de armas nucleares (Corea del Norte e Irán) tampoco puede considerarse, por ahora, un éxito.
En cualquier caso, los intentos para lograr un mundo más seguro han sido, y son, un anhelo firmemente perseguido. Tanto en los foros internacionales, como directamente entre las grandes potencias, se ha tratado de lograr acuerdos de paz y de desarme que posibilitasen unas relaciones más pacíficas y estables. “Prevenir las agresiones es cosa de todos los tiempos, más prevenir toda guerra es una preocupación esencialmente moderna. Desde 1918 se ha perseguido ese objetivo mediante fórmulas diversas que sucesivamente han desembocado en el fracaso. La aparición del arma nuclear, considerada en un principio como una maldición, aporta una solución imprevista ya que no cesa de irse imponiendo como el más poderoso estabilizador que haya conocido el hombre desde el comienzo de los siglos. Cierto es que su efecto sigue siendo incompleto y no suprime el estrecho resquicio por donde penetran las más insidiosas acciones indirectas... La verdadera revelación a la que conduce la reflexión sobre la disuasión es que los riesgos nucleares son los que mantienen una paz tan estable”(2)
Y mientras el mundo sea como es, las Fuerzas Armadas tendrán un papel que jugar en todo el “espectro del conflicto” : guerra, paz y conflictos no bélicos. Y así se emplean para garantizar el cumplimiento o para implementar algún mandato internacional. La fuerza, en este caso, se empleará solo en defensa propia o, como último recurso, para cumplir la misión asignada dentro de las normas del mandato. Las Fuerzas Armadas juegan un papel importante en la consecución o mantenimiento de paz como se han mostrado repetidas veces. Y también participan con éxito en cometidos como catástrofes, operaciones de búsqueda y rescate, destrucción de explosivos ... en los que las FAS, por su organización y medios pueden actuar con eficacia.
Finalmente cuando es preciso en el empleo de la Fuerza, o amenaza de su empleo, la capacidad de combate exigible actuará directamente junto con otros elementos del poder nacional. En el plano de la disuasión – que en algún momento trataremos – es también muy importante la credibilidad así como la voluntad de ejecutar la amenaza. En este aspecto la aparición del terrorismo islámico, que vuelve a presentarse con toda su crudeza estos días, traen a la mente dos preguntas. ¿Cómo se combate el terrorismo? Y casi más importante. ¿Cómo se disuade?
Referencias : 1).- Historia de la Guerra. John Keegan. Ediciones Planeta. 1995. 2).- Estrategia contra la Guerra. Leo Hamón. Punto OMEGA. Edición Guadarrama
Hay una serie de requisitos que influyen en la organización de las Fuerzas Armadas de una nación. Y, entre ellas, me parecen destacables las siguientes :
· La sujeción a un principio fundamental que debe servir de norte a la Política de Defensa, esto es, el principio de la adecuación de los medios a los fines.
· El estudio de la situación específica y real de la nación debe contemplar las hipótesis de probables conflictos, y tener en cuenta los compromisos internacionales, derivados de los tratados y convenios sobre defensa colectiva, que es necesario cumplir escrupulosamente para poder exigir la correspondiente reciprocidad de los aliados.
· El valor y naturaleza de los efectivos militares, para tiempo de paz, como son las necesidades iniciales previstas para emergencias de un conflicto; la ventaja de mantener fuerzas adecuadas capaces de responder inmediatamente a una agresión inesperada y de actuar como un elemento de disuasión con relación a un probable agresor; las limitaciones impuestas por el poder económico; el grado de autosuficiencia de la nación con relación a la producción de material bélico...etc
· Las fuerzas armadas deben permanecer en constante evolución, y en armonía con la tradición, para estar permanentemente adaptadas, y en condiciones de intervenir, en caso necesario, en los conflictos que se presenten.
· El hecho normal de su empleo en acciones violentas, donde el principio de autoridad debe ser absolutamente mantenido, y donde los factores morales tienen profundas y gravísimas repercusiones. Leon Tolstoy expone magníficamente la importancia que siempre tiene la moral y, especialmente, en tiempos de guerra :
“ La ciencia militar preconiza que la importancia o potencia de una fuerza es directamente proporcional a su número. Cuantos más soldados más potencia; es parecido a decir que las fuerzas son iguales o diferentes dependiendo del número de hombres.
Pero en la guerra la fuerza de un ejército - su potencia - es el producto de la masa por algo desconocido ... por X.
La ciencia militar puede comprobar en la historia un inmenso número de ejemplos en que la masa de un ejército no corresponde con su potencia, y que fuerzas pequeñas conquistan y derrotan a otras superiores, debido a ese desconocido factor – que hemos llamado X- ; sin embargo, se trata de explicar el fenómeno por la disposición de las tropas, algunas veces por la superioridad de las armas y, más a menudo, por el genio de sus líderes. Pero ninguno de esos factores es capaz de producir resultados que estén de acuerdo con lo acontecido.
X es el espíritu de un ejército, el mayor o menor deseo de luchar y de enfrentarse a los peligros ... los hombres que tienen el mayor deseo de luchar se ponen, sin más, en posición ventajosa para hacerlo. El espíritu de un ejército es el factor que multiplicado por la masa (entidad ) produce su potencia.
Diez hombres, o batallones o divisiones, resultan victoriosos de 15 hombres, batallones o divisiones, cuando las pérdidas de un lado son 4 y 15 de otro (materiales o psicológicas). Consecuentemente 4 de un bando igualan a 15 de otro y por tanto 4 X =15 Y; es decir X/Y = 4/15. Esta ecuación no nos da el valor del factor desconocido pero sí su proporción, que nos puede llevar a meditar y a descubrir leyes históricas”. (Guerra y Paz. León Tolstoy)
Dado que el terrorismo internacional es una amenaza contra el territorio nacional, que amenaza a la nación entera, que además será el futuro de las amenazas contra las FAS españolas en territorio extranjero, y que hay grupos bien asentados que luchan directamente por conquistar parte del territoro español (Ceuta, Melilla, Al-Andalus, ¿Canarias?), ¿qué papel deberían tener los Servicios de Información de las Fuerzas Armadas en estos cometidos?
En principio, cualquier información que se presente en este sentido debe ser canalizada por el CNI y a través de este se representaría en el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista, pero sin unos estatutos muy bien fijados, no queda clara cual es la misión de los servicios de información militares en este tipo de cuestiones. ¿Qué se debe hacer?
Como siempre las preguntas de kilo 009 son apropiadas, pero difíciles de contestar pues, para ello, casi hace falta ser un especialista, ya que se encuentra uno con una legislación farragosa y nueva que quizá exija un rodamiento para, en su caso, modificarla. Lo que si se observa es que los militares solo actúan en sus centros de inteligencia específicos, y no se si eso es bueno y se consigue no solo la necesaria y eficaz coordinación con los otros centros, sino la disposición de la inteligencia precisa en caso de conflicto. Porque, efectivamente, la preocupación parece fundada :
· El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) es el que tiene la misión de proporcionar, al Gobierno, la información e inteligencia necesarias para prevenir y evitar cualquier riesgo o amenaza que afecte a la independencia e integridad de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado de derecho y sus instituciones... (1). No hay ningún representante militar en este Centro.
· El Centro de Inteligencia de las FAS (CIFAS) – encuadrado en el EM de la Defensa - es el “órgano responsable de facilitar inteligencia militar precisa para alertar sobre situaciones de interés militar, con riesgo potencial de crisis, procedentes del exterior, y prestar apoyo a las operaciones” (2). El CIFAS depende directamente del JEMAD, pero es el Director del CNI el que supervisa el “Plan Conjunto de Inteligencia Militar” y el que informa, a la Comisión Delegada del Gobierno, de las actividades del Centro.
· La Comisión Delegada del Gobierno - constituida por un Vicepresidente del Gobierno, los Ministros (Asuntos Exteriores, Interior, Defensa, Economía) y Secretarios Generales (Presidencia, de Seguridad y Director del CNI) - velará por la adecuada coordinación de todos los servicios de información e inteligencia del Estado es decir : el CNI, los Servicios de información de los Cuerpos y Fuerzas de seguridad del Estado y los órganos de la Administración civil y militar . No hay ningún representante militar en la Comisión.(1)
· El Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista depende del Secretario de Estado de Seguridad y está constituido por miembros del CNI, de la Guardia Civil y del CN de Policía. Este Centro fue creado, después del 11/M, y aprobado en Consejo de Ministros del 31/05/ 04 para “el tratamiento integrado de la información terrorista tanto nacional como internacional ...” . Las FAS no tienen en este Centro ningún representante
Desde el 11/S la mayoría de las naciones de nuestro entorno han revisado sus estrategias de defensa y seguridad para adaptarlas a la amenaza del terrorismo islámico. España , también, revisó su escenario estratégico (3) y así contempla que “... han emergido otros (riesgos y amenazas) como el del terrorismo de carácter trasnacional y alcance global, con gran capacidad de infligir daño indiscriminadamente”.Reconoce : “ La lucha contra esta amenaza, muy en particular contra el terrorismo, es clave en la estrategia de las organizaciones internacionales de seguridad y defensa... Europa cuenta con el respaldo explícito y de apoyo decidido de España, como uno de los socios más comprometidos”...etc.Pero, después de hinchar el pecho, ...la actuación española en el exterior ... “requerirá el cumplimiento de dos condiciones : Decisión previa de las NNUU y que se acuerde con la participación del Parlamento...”.
La revisión de las estrategias de defensa y seguridad, para adaptarlas a la amenaza del terrorismo islámico trajo, para las Fuerzas Armadas nuevos cometidos En algunas naciones con un verdadero papel protagonista. En vanguardia están los EEUU – que les otorga un papel decisivo, tratando de resolver el problema atacando sus bases en el exterior - , pero colaboran decididamente otros países como el Reino Unido, Canadá, Australia, Holanda ... mientras sus fuerzas policiales actúan en el interior, incluso en ciertos casos, reforzadas por las Fuerzas Armadas. Estas naciones han comprendido que la firmeza – y si es preciso la fuerza - debe estar presente en la lucha contra el terrorismo de cualquier signo, ya que las políticas de debilidad y de concesiones son ingenuas, y solo conducen a fomentar más exigencias de los radicales porque su apetito es insaciable.
En España, por convicción o por temor a la opinión pública, la implicación de las FAS, en misiones antiterroristas en el interior – salvo momentos ocasionales de vigilancia de vías férreas u otros objetivos similares – es prácticamente nula, mientras en el exterior no cesamos de enfatizar que estamos en misiones de paz y humanitarias y algunos partidos políticos, incluso, piden la retirada de las tropas. Ayer mismo se podía leer en la prensa : “Mueren 130 talibán en una ofensiva de la OTAN en la región de Herat, donde están las tropas españolas... el Ministerio de Defensa se apresuró a aclarar ayer que las tropas españolas no han entrado en combate en la ofensiva de Herat... sin embargo... intervinieron para evacuar con éxito a dos miembros del ejército afgano...” La manera de dar la noticia es como si España no perteneciese a la OTAN, lo que no es extraño con un Presidente adalid de la paz y cuando uno de sus Ministros de Defensa manifestó que “prefería morir a matar...” Y es que el contingente español no está bajo el mando del Comandante Supremo Aliado en Afganistán - que, entonces, le podría asignar misiones - sino que está para cumplir una determinada misión de la que no se puede separar. Y en este ambiente, con un enfermizo acento a las misiones de paz, quizá no se vea la necesidad de una diferente organización, de los centros relacionados con la Inteligencia, y darle un poco más de protagonismo a los servicios militares.
Para mí es también muy preocupante que las relaciones con los EEUU e Israel – con los mejores Servicios de Inteligencia del mundo – sean tan malas. El CNI mal puede “ promover las relaciones de cooperación y colaboración con servicios de inteligencia de otros países ...” para disponer de una información/inteligencia adecuada en caso de conflicto.
Referencias(1).- Ley 11/2002 de 6 de mayo. (2).- R.D. 1551/2004 de 25 julio. (3).- Directiva de Defensa Nacional 1/2004 (30 diciembre 2004).
Interesante artículo, como siempre, gracias por las respuestas.
En principio no parece que las relaciones con Israel vayan mal, hace muy poco el CNCA ha tomado relaciones con su homólogo israelí, el Counter Terrorism Bureau del CNS, además este centro, el CNCA, ha tomado contacto últimamente con los mejores centros de su estilo a nivel internacional (NCTC estadounidense, el JTAC británico, la UCLAT francesa o los centros antiterroristas de Australia y Arabia Saudí), lo que hace falta saber si es un contacto diplomático o sincero y real.
Sobre el CNCA, no entiendo por qué no hay una representación del CIFAS. Recordemos que los órganos de inteligencia táctica de los Ejércitos y la Armada mantendrán una dependencia funcional con el CIFAS. Son esos órganos de inteligencia táctica los que se encargan, entre otras cosas, de investigar terroristas en misiones internacionales (ya sea Kosovo, Bosnia, Irak, Líbano, Afganistán) e intentos de atentados contra instalaciones militares. Cuanto menos esas informaciones interesan al CNCA y no vendría mal una conexión y coordinación con un enlace del CIFAS.
Y, vista la amenaza que representa el terrorismo internacional, por su puesto, también el nacional, y otro tipo de delincuencia que puede estar implicada en el transporte de armas de destrucción masiva, creo que las FAS deberían tomar más protagonismo que el que hasta ahora toman. Registro de buques, lucha contra el narcotráfico, apoyo en actividades contraterroristas... Al fin y al cabo, lo peor que pueden aportar es más información para nuestra seguridad, más medios y personal cualificado. Esto desde luego siempre en apoyo de los CFSE, quienes son los que tienen que llevar la voz cantante en el tema.