imrahil escribió: Rommel también fue responsable de su situación. Estiró demasiado sus líneas sin preocuparse por asegurar sus líneas de comunicación.
Saludos cordiales.
Cierto Rommel estiro demasiado sus lineas, pero su decisión se debe a varios hechos:
- Con la toma de Tobruk Rommel recibe felicitaciones pero nada de refuerzos , ya que tan solo le quedan 40 carros alemanes y 14 italianos,.
- Sabe que aunque sus situacion es delicada el ejercito britanico es vulnerable y si no ataca ahora se reorganizara y le atacaran, con nuevos refuerzos, ante esa situacion Rommel decide no darles cuartel y se lanza en seguida a por ellos.
- Su accion es arriesgada porque sabe el castigo que reciben los sumistros en el mediterraneo pero si llega alegandria tendra los suministros que necesita.
- En mi opinion su accion fue osada y para mi gusto correcta en vez esperar a que le macharan fue el quien se la jugo del todo vencer o morir en el intento.
- La culpa le tiene el estado mayor y hitler no se ocuparon de los sumistros de rommel en sus ofensivas, cuando Rommel empezo a retirarse del alemain de forma escalonada tubo que para xq hitler ordeno que un soldano aleman no se retira del lugar conquiscado, eso creo una confusion en las lineas que aprovecharon los britanicos para romper el frente. Cuando hitler da la orden para invadir Tunez rommel le aconseja que la guerra en africa esta perdida y que mejor esas tropas las dejara para cuando los aliados invadiesen italia cosa que no le ahcen paso.
Asi que Rommel tiene culpa pero solo una milesima parte de lo que ocurrio en africa.
Es la suma de todos los detalles lo que da la visión general y no olvidemos que sus órdenes no incluían invadir Egipto. Rommel se equivoca al estirar sus líneas. Es el mismo error que comete Guderian en el frente del este. Es el error del comandante de panzer que sólo ha conocido los éxitos de Polonia y Francia. Lo que saben de su experiencia en las campañas anteriores es que presionar sin descanso acaba por romper el frente enemigo. No tienen la experiencia de las dificultades logísticas o de combatir sin superioridad aérea. En su favor (y en el de Guderian) decir que aprende de sus errores (como los americanos).
huarlot escribió: - En mi opinion su accion fue osada y para mi gusto correcta en vez esperar a que le macharan fue el quien se la jugo del todo vencer o morir en el intento.
Un buen general no es un jugador de poker. Un buen general solo lucha las batallas que le conviene, las que va a ganar.
Si Rommel se planta, detiene su avance, y dice: o refuerzos o dimision o que esto lo mande un italiano, hubiese sido el mejor general de toda la SGM.
Ya no era el tenientillo que se hizo famoso en el frente italiano en la PGM, dependian de el miles de hombre, todo un frente, y buena parte de la decision de la guerra frente a los britanicos.
Los problemas logisticos, tecnicos y de recursos en general ya los habia sufrido antes, no necesitaba pasar DOS veces por lo mismo para aprender.
samurayito escribió: Un buen general no es un jugador de poker. Un buen general solo lucha las batallas que le conviene, las que va a ganar.
Ya pero hay veces que un general debe luchar cuando no le conviene por diversos motivos como politicos, logisticos etc y este es el caso de rommel vi una oportunidad los britanicos fisicamente y moralmente estaban destrozados si les colapsa del todo hubiera aniquilado al 8º Ejercito.
samurayito escribió: Si Rommel se planta, detiene su avance, y dice: o refuerzos o dimision o que esto lo mande un italiano, hubiese sido el mejor general de toda la SGM.
No creo que ese caracter de Rommel ademas si hubiese detenido el avance los britanicos se hubieran reorganizado hubieran recibido refuerzos y hubieran atacado a rommel con mas carros y el seguro que hubiera tenido los mismo, hay que recordar que el DAK era secundario en los planes alemanes que en ese momento todos los recursos los absorvia el frente ruso.
Que sí. Pero las órdenes de Rommel eran defender los territorios italianos en Africa, no atacar Egipto, los medios que le asignaron era para eso y mientras se dedicó a ello les dio a los brits una paliza detrás de otra. Después, en vista a su experiencia en Francia donde no había problemas de abastecimiento y también le funcionó, se lanzó al ataque a fondo. Rommel ignoró o no fue consciente(o ambas cosas) de que no iba a obtener los recursos necesarios para llegar tan lejos.
Imrahil escribió:Que sí. Pero las órdenes de Rommel eran defender los territorios italianos en Africa, no atacar Egipto,
Un momento, eso hay que puntualizarlo. Una cosa es que en Febrero del 41, las órdenes de Rommel fueran estar a la defensiva en Libia, y otra muy distinta era la situación en Abril-Junio. Además, el OKW le dijo a Rommel que esperase en Libia, para recibir todas sus fuerzas, porque en febrero solo tenía la 5ª división ligera puesto que la 15ª panzer aun no habia llegado. Pero repito, la situación de febrero del 41 nada tuvo que ver con la de Abril, cuando Rommel recibió "luz verde" del OKW para sus planes ofensivos, como no podía ser menos después de sus avances victoriosos.
Después, en vista a su experiencia en Francia donde no había problemas de abastecimiento y también le funcionó, se lanzó al ataque a fondo. Rommel ignoró o no fue consciente(o ambas cosas) de que no iba a obtener los recursos necesarios para llegar tan lejos.
Creo que cuando Rommel decidió lanzarse al ataque a fondo (esto es, en Junio de 1942) ya tenía sobradisima experiencia sobre las difílcultades logísticas de la guerra en el desierto, pues llevaba casi año y medio dirigiendo al DAK en el Norte de África. El problema de África eran los puertos y el transporte de las provisiones y suministros al frente. Si se tenía un puerto grande y con amplia capacidad de descarga, como Alejandria, el problema logístico estaría resuelto. Tras la caida de Tobruk en 1942, Alejandría era el objetivo estratégico que Rommel tenía que intentar conseguir, luego hubiera sido negligente por su parte no intentarlo.
Y para el que vaya a salir con la cuestión de Malta, no hay que olvidar que Kesselring fue el que se jactó ante Hitler en Mayo de 1942 de que Malta, debido a los bombardeos de la Luftwaffe "Había perdido gran parte de su operatividad como base aeronaval", lo cual pesó no poco en la decisión de Hitler de cancelar la Operación Hércules.
Sobre lo de quedarse a la defensiva despues de Tobruck,creo que Rommel explica en sus memorias su decision de seguir en direccion a Alejandria.
Mas o menos viene a decir:"Algunos piensan que nos debiamos defender en un frente establecido en Sollum.Ante esto debo decir:"la superioridad inglesa habria logrado mejores resultados en Sollum que en El Alamein porque en Sollum las tropas inglesas no habrian tenido que atacar a nuestras tropas de infanteria frontalmente,sino que les habria bastado con rebasarlas por el flanco del desierto,cosa que en El Alamein les hubiera resultado imposible.
"Ademas hay que tener en cuenta que las divisiones acorazadas adversarias,disponian no solo de mas tanques que nosotros-como antes-,sino ademas de blindados iguales o de mejor calidad que los nuestros.
"Nuestros aprovisionamientos,no hubieran experimentado mayores ventajas en Sollum,porque la RAF hubiera atacado entonces los puertos de Tobruck y Bengasi,en vez de Marsa-matruh y Tobruck,por lo cual el puerto de Bengasi hubiera quedado cerrado,lo que nos hubiera causado problemas irresolubles.
"La base inglesa no hubiese sufrido problema alguno,puesto que el enemigo disponia de ferrocarril,carreteras y navegacion de cabotaje."
Un saludo.
Al comienzo de la campaña de 1942 la situación estaba numéricamente muy igualada en el frente ruso. Al empezar el buen tiempo las fuerzas soviéticas estaban en torno a los 5,5 millones de hombres, mientras las de alemanes y aliados del eje (italianos, rumanos y húngaros) se situaban un poco por debajo, cerca de los cinco millones. Ambos bandos contaban con una fuerza aérea de tamaño similar, unos 3000 aviones de combate, y algo más de tres mil carros alemanes se enfrentaban a unos cuatro mil soviéticos (a comienzos de año eran unos 5000, pero la ofensiva a lo largo de todo el frente trajo consigo unas pérdidas muy graves). Aparentemente las cosas estaban más a favor de los alemanes que en el año anterior, pero sólo aparentemente.
La superioridad alemana radicaba en su superior preparación táctica. Muy superior todavía a la soviética, aunque no tanto como había sido el año anterior. Sin embargo la presencia de importantes contingentes no alemanes era un problema, dada la radical diferencia en los modos y medios de lucha. Por contra las fuerzas soviéticas eran muy homogéneas. Las cifras del material soviético eran tremendamente inferiores a las del año anterior mientras que las alemanas eran similares, pero ahora los soviéticos desplegaban sobre todo carros de nueva generación, lo que les daba una ventaja técnica muy importante. Lo mismo puede decirse de la fuerza aérea de Stalin. En cierto modo Barbarroja había actuado como una criba en la que se había quedado atrapado todo el material obsoleto del ER. Eso además redundaba en una logística de gran sencillez, mientras que los alemanes desplegaban una variedad de vehículos de transporte y combate realmente dantesca.
La entrada en servicio de las nuevas versiones del Stug III, el Pz III y el Pz IV no fue muy rápida y en la campaña del 42 las versiones con cañón corto siguieron siendo muy numerosas. Todavía había carros ligeros en servicio, aunque la espina dorsal de las PzDiv había pasado ya a estar constituida por los Pz III y IV. Los Marder proporcionaron un alivio a la situación de la lucha CC, pero igualmente iban llegando con gran lentitud.
A lo largo del año la nueva dinámica impuesta por Speer iría acelerando la producción, pero eso sólo se notaría de cara a la campaña del 43. No parecía haber una gran urgencia en reponer las pérdidas del invierno.
Aún peor, Hitler había dado inicio a una política que iba a pagar dividendos desastrosos. En lugar de dar preferencia a cubrir las bajas de las unidades veteranas y reponer su equipamiento, se la dio a la creación de nuevas divisiones desde cero, al parecer en la idea de que su fidelidad nacionalsocialista sería muy superior a la de las viejas unidades del Heer. La excelencia táctica de las PzDiv iba a empezar una lenta pero imparable disolución mientras que las nuevas unidades iban a ir pagando un tributo de sangre exageradísimo a la hora de ganar experiencia. Además a lo largo de ese año Goering, deseoso de ganar más laureles, procedió a la creación de las divisiones de tierra de la LW, de modo que en vez de dedicar las tropas ociosas de la exagerada plantilla de la LW a reponer las bajas del Heer, creó un ejército diferente que absorbería recursos en competencia con el Heer y cuyos resultados en batalla serían ridículos, dada la nula experiencia de los instructores de la LW.
Si bien ese ejército no drenó demasiados recursos a las PzDiv (sólo la división Hermann Goering sería una unidad acorazada , el resto eran unidades de infantería) implicó que las divisiones de infantería del Heer, precisamente las que llevaban años adiestrándose en la coordinación con los panzer, se irían debilitando mientras la LW procuraba echar en su saco a todos los reemplazos posibles.
Aún peor, Hitler empezó a dar prioridad a su ejército político, las divisiones Waffen SS de Himmler.La Totenkopf, tras los terribles combates de invierno en la bolsa de Demiansk, pasó a ser una división de panzergranaderos (infantería mecanizada, con su propio PzBon, más potente en equipamiento que el una PzDiv estándar). A lo largo del 42 la Totenkopf, la Das Reich y la Leibstandarte fueron incrementadas casi hasta el nivel de PzDiv, formando el núcleo del I PzK SS. Por supuesto su equipamiento se llevó a cabo a costa de los reemplazos de material del Heer. Sin embargo las divisiones de panzergranaderos SS no actuarían durante la campaña del 42, luego esa fuerza no fue empleada en la que se suponía que era la ofensiva trascendental para Alemania.
Última edición por japa el 29 Abr 2007, 02:01, editado 1 vez en total.
La principal ofensiva alemana prevista para 1942 era Blau, el avance hacia el Cáucaso. Sería llevada a cabo por el grupo de ejércitos Sur, que fue adecuadamente reforzado de cara a los duros combates que se esperaban en la ruptura a costa de las unidades desplegadas en el resto del frente. La ofensiva sería llevada a cabo por cuatro ejércitos, el 17º y 6º ejércitos de infantería apoyados por el 1º y 4º ejércitos pánzer.
Una de las medidas tomadas por Hitler durante el invierno fue cesar a varios de los comandantes pánzer que habían protagonizado la campaña de 1941. Guderian, Hoepner y Strauss fueron relevados del mando. Hoth dirigiría al 4º panzer y Kleist al 1º. Bock dirigiría a todo el grupo de ejércitos Sur, Paulus llevaría el mando del 6º ejército y el 17º estaría bajo las órdenes de Ruoff.
Antes de iniciar la campaña de Blau propiamente dicha Hitler decidió que era necesario eliminar la resistencia soviética en Crimea, tarea de la que se encargó el 11º ejército al mando de Manstein, y suprimir el saliente de Jarkov, de lo que se ocuparían el VI ejército al mando de Paulus y el 1ª panzer de Kleist. Sin embargo no se contempló que el 11º pasara a apoyar Blau ya que Hitler, en vez de concentrarse en un esfuerzo principal, había decidido que el ejército de Manstein sería enviado hacia el norte para apoyar una ofensiva contra Leningrado. Eso no sólo significaba que se privaría a la operación Blau de una reserva operativa (algo imprescindible en un avance de tal profundidad) sino que en el momento álgido de la ofensiva hacia el Cáucaso la mayoría del tráfico ferroviario estaría ocupado por las tropas que se desplazarían hacia el norte en vez de por los suministros necesarios para el grupo Sur. La incapacidad de Hitler de decidir entre varias opciones le llevaba por primera vez a decidirse por tratar de ganar todas las bazas, desnudando a un santo para vestir a otro. Esa tendencia se incrementaría a lo largo ese mismo año hasta alcanzar dimensiones letales.
Si bien Manstein logró el objetivo de limpiar Crimea (y recibió su bastón de mariscal como recompensa por la caída de Sebastopol) la operación contra Jarkov (denominada "Fredericus") se volvió innecesaria gracias a Stalin, que erróneamente pensó que el esfuerzo principal de los alemanes se centraría en Moscú y trató de adelantarse golpeando en el flanco más débil que él esperaba estuviera en el Sur. Desoyendo a Zukhov y Vasillievsky Stalin aprobó los planes de Tomshenko de lanzar una ofensiva con más de 600000 hombres (ejércitos 6º, 9º, 21º, 28º, 38º y 57º) con más de un millar de carros y todo el apoyo aéreo posible. La intención del golpe era embolsar al 6º ejército alemán, pero en vez de un ejército debilitado las tropas del ER se encontraron de frente con la mayor concentración de fuerza del Heer.
El grupo de ejércitos sur estaba formado por 9 divisiones pánzer, 5 motorizadas, 46 de infantería, 4 de infantería ligera, 2 de montaña y dos Waffen SS, apoyadas por 25 divisiones aliadas. Casi 1,5 millones de soldados con más de 1500 carros y cañones de asalto. El apoyo aéreo lo proporcionaba la 4ª flota al mando de Richtoffen con más de 1500 aviones.
Durante las fases iniciales de la batalla los soviéticos lograron hacer retroceder al 6º ejército pero sólo consiguieron meterse en una trampa mortal. La lentitud de Timoshenko en desplegar sus reservas acorazadas permitieron al 1º Pánzer lanzarse sobre el flanco sur del ER y cuando las tropas de Timoshenko se volvieron contra Kleist el 6º de Paulus pasó al contraataque. En el Kessel de Jarkov cayeron cerca de 300000 soldados soviéticos. Sin embargo esta aplastante derrota trajo un beneficio para la URSS. Stalin por fin empezó a comprender que ni él ni sus amigotes estaban en condiciones de dirigir la guerra y empezó a prestar atención a sus mejores generales.
Por el contrario Hitler empezó a moverse en la dirección opuesta. Tras la derrota de Timoshenko consideró que la lentitud del avance alemán se debía a la falta de voluntad de Bock, y le cesó, dividiendo al grupo Sur en dos agrupaciones. El grupo A estaba dirigido por el mariscal List y lo formaban el 17º ejército más el 1º pánzer, apoyados por el 3º rumano y el 8º italiano. El grupo B bajo el mando de Von Weichs estaba formado por el 6º más el 4º pánzer apoyados por el 2º rumano y el 2º húngaro.
Tras la derrota el ER cambió su modo de luchar, que tantos desastres había cosechado el año anterior. En vez de una defensa a ultranza las tropas soviéticas empezaron a retirarse en buen orden dejando tras de sí la tierra quemada. Eso imposibilitó la formación de nuevos Kessels mientras los alemanes empezaban un avance imparable hacia el este. Sin resistencia a la vista, parecía que todo estaba saliendo, pese a todo, como estaba previsto, A ojos del mundo la URSS se encaminaba hacia su final.
Sin embargo era una ilusión. Lo que estaba sucediendo era que Stalin seguía convencido de que el esfuerzo alemán iría encaminado hacia Moscú y pensaba que el avance del grupo Sur era una maniobra secundaria de distracción, tal vez un intento de flanquear las defensas centrales del ER por la cuenca del Don y facilitar un mazazo del grupo Centro. En consecuencia no se mandaron demasiados refuerzos y las tropas del Sur combatieron en una notable inferioridad numérica.
El resultado, pese a todo, fue a la larga positivo porque, convencido de que el ER estaba ya sin reservas y que la victoria estaba al alcance de la mano, Hitler volvió a intervenir en la campaña y ordenó que el 6º ejército continuara en solitario hacia el este mientras el 4º pánzer viraba hacia el Sur. Dado que el 4º estaba situado justo al norte del 6º el resultado fue que ambos ejércitos se cruzaron con el consiguiente atasco y durante casi una semana el avance alemán se ralentizó. Después, el 6º ejército, ya sin apoyo acorazado, continuó su camino hacia su cita con el destino en la ciudad de Stalingrado.
Así pues, al comienzo de la que sería la batalla central de la guerra en Europa, las PzDiv estarían lejos del escenario, incapaces de intervenir, lo que dio a los soviéticos un respiro precioso que sellaría la suerte de las tropas de Paulus.
Ante el repentino endurecimiento de la resistencia soviética (fue el momento de la célebre orden 227) el 4º ejército recibió nuevas órdenes de cara a apoyar al 6º cercando Stalingrado por el Sur, y así finalmente las PzDiv se metieron en el peor escenario posible para sus carros: la guerra urbana. En los siguientes meses las tropas de Hoth fueron avanzando penosamente por las ruinas de Stalingrado, desgastándose tanto en hombres como en medios. Los panzer no eran una arma útil en medio de las ruinas. Ahí el apoyo decisivo lo daban los stugs, pero ni siquiera los cañones de asalto lograban ganar un camino fácil a través del matadero.
Más al Sur el 1ª pánzer avanzó hacia el Cáucaso, alejándose cada vez más de sus bases de partida y estirando sus líneas de suministro de forma inimaginable. La dureza del terreno y la dura resistencia de las tropas enemigas redujeron la triunfal marcha de los pánzer a avances agónicos que a veces no superaban los 4 km diarios. Sólo la torpeza de Budenny, otro de los compañeros de Stalin, y luego de su reemplazo, el siniestro y militarmente inútil Beria, impidieron que el asalto hacia el Cáucaso acabara en un desastre o en una batalla de desgaste similar a la que se desarrollaba hacia el norte. Sin embargo los alemanes no lograron alcanzar Grozni y finalmente la campaña se estancó. El 9 de noviembre del 42 las fuerzas del 1º pánzer, que habían logrado alcanzar la ciudad de Ordzhonidze a costa de separarse de las fuerzas de infantería que les seguían penosamente, se vieron atrapadas en un feroz contraataque soviético y a duras penas logró Kleist sacar del cepo a las fuerzas comprometidas. Y entonces llegó la catástrofe.
El 19 de noviembre los soviéticos lanzaron la operación Urano. En una brillante interpretación de las tácticas acorazadas alemanas los T-34 aplastaron a las tropas rumanas al norte y al sur de Stalingrado y cercaron al 6º ejército y parte del 4º pánzer, más los restos del ejército rumano. 3 PzDIv, 14 divisiones de infantería, y tres motorizadas más dos divisiones rumanas y diversas unidades menores quedaban embolsadas más allá del Don.
La ofensiva soviética se había visto facilitada por el absurdo desgaste al que se había sometido a las PzDiv. El 4º ejército de Hoth había sido reducido a una sombra de si mismo después de que las PzDiv 14 y 24 habían sido comprometidas en la carnicería callejera y la fuerza de reserva estaba compuesta ahora por tan sólo una PzDiv subequipada y una división acorazada rumana aún más débil. De sus fuerzas de apoyo de infantería tan sólo le quedaban a primeros de noviembre la 29ª motorizada. El principio de concentración de la fuerza acorazada tan claramente desarrollado en los años precedentes a la guerra finalmente se había desvanecido como un azucarillo por la obsesión de Hitler en torno a Stalingrado.
La sorpresa táctica lograda por Stavka fue casi absoluta. Además la planificación del asalto se diseñó con la clara idea de que las distancias debían ser suficientes como para que las debilitadas unidades de Hoth no pudieran intervenir a tiempo para impedir el cierre del cerco. Convencido de que los soviéticos se limitarían a una ofensiva contra el grupo Centro (la que sería la fracasada operación Marte) el OKW no tomó medidas para reforzar a las tropas de Stalingrado o las esqueléticas unidades de Hoth. Hitler seguía convencido de que los rusos estaban al borde del colapso.
Engañado por la habilidad de engaño del ER (la Maskirovka) Hoth trató de parar inicialmente el golpe soviético pensando que la ofensiva la llevaba a cabo tan sólo el frente del Don, y el asalto del frente Sudoeste le dejó totalmente fuera de equilibrio. Para empeorar las cosas, los soldados del ER contaban con un aliado inesperado y muy eficaz.
De cara a proteger la mecánica de los panzer del tremendo frío invernal las fuerzas acorazadas, tras acuartelarse, habían llenado de paja las cámaras de los motores. Sin que los alemanes lo notaron en esa paja habían anidado millares de ratones que habían procedido metódicamente a destrozar el aislamiento de los cables eléctricos. Cuando la 22 PzDiv quiso ponerse en marcha para cortar el avance de los soviéticos se encontró conque unos 50 de sus pánzer estaban fuera de combate. El más diminuto enemigo imaginable había derrotado a los carristas alemanes antes siquiera de empezar la batalla.
Poco después de cerrarse el cerco Hitler tomó la fatal decisión de sostener Stalingrado con abastecimiento aéreo. Poco antes, en el Mediterráneo, Kesselring había garantizado a Rommel que la LW podría transportar sin problemas de 300 a 500 tn diarias de combustible para sus pánzers hasta la línea de El Alamein. La cifra más alta alcanzada no alcanzó las 90 tn diarias. Ahora Goering prometía 600 tn diarias para el 6º ejército en unas condiciones literalmente infernales, y pese a los rotundos desmentidos de Jeschonnek y Richtoffen sobre la factibilidad de la operación, Hitler decidió aceptar la palabra de su orondo e inútil camarada. SIn gasolina ni repuestos, los pánzer atrapados en Stalingrado pronto se vieron reducidos a la impotencia.
Manstein fue encargado de organizar la liberación, pero de nuevo Hitler fue incapaz de concentrarse en el objetivo y no cedió a su brillante mariscal las unidades que éste consideraba imprescindibles para la operación, ni autorizó que las unidades acorazadas disponibles en la propia ciudad recibieran los avituallamientos adecuados como para colaborar con una ruptura, ni mucho menos autorizó a Manstein a decidir por su cuenta sacar al 6º de Stalingrado. Pese a todo Manstein organizó la operación, contando con el 48º y el 57º PzK formados por la 6ª, 11ª 17ª y 23ª PzDiv, más una división de infantería y dos divisiones de campo de la LW.
Los feroces contraataques soviéticos ralentizaron y finalmente detuvieron a las fuerzas de Manstein a 80 km del kessel. Las otrora invencibles PzDiv ahora ya no podían hacer nada por liberar a sus compañeros. El 16 de diciembre las tropas soviéticas pasaron a la ofensiva, en la operación Pequeño Saturno. El 21 de diciembre Hitler se negó a permitir la ruptura por parte del 6º y finalmente Manstein dio por finalizada la operación. El 6º estaba condenado y ahora sólo restaba salvar del desastre al grupo de ejércitos A, que pudo salir de la trampa del Cáucaso gracias al sacrificio de las tropas de Stalingrado.
La ofensiva alemana del 42 había terminado definitivamente y ahora el Heer luchaba por su vida. La fuerza acorazada alemana estaba al borde de la desintegración. Sin embargo el comienzo del 43 traería un respiro a la panzerwaffe, que conseguiría salvar la situación cuando todo parecía indicar que el Heer se encaminaba al abismo.
Última edición por japa el 30 Abr 2007, 10:31, editado 3 veces en total.
En los dos frentes sostenidos por Alemania en 1942 el resultado final de la campaña fue una contundente derrota. En ambos casos se llevaron a cabo operaciones que estaban más allá de las posibilidades materiales del Heer, y sólo la habilidad táctica de los militares alemanes permitieron sacar adelante las ofensivas con los medios disponibles. La continua injerencia de Hitler en la campaña del Grupo de Ejércitos Sur en la URSS condujo directamente al desastre de Stalingrado. En el teatro africano la libertad operativa de los mandos en el terreno se vio igualmente cortada de raíz justo en el momento más crítico, aunque en ese teatro la victoria sí hubiera sido posible de haberse atendido de forma satisfactoria las necesidades logísticas de las escasas fuerzas presentes en el escenario y la intervención de Hitler tan sólo agravó una derrota que ya era inevitable, mientras que sus intervenciones en la campaña del este fueron decisivas ya que casi desde el principio empezó a demoler los principios básicos de concentración de fuerza e independencia operacional que habían sido la clave de las victorias alemanas en años anteriores.
Al nivel de las PzDiv la reducción de la fuerza fue continua a lo largo del año. Una división acorazada tipo en 1942 tenía una estructura teórica de una brigada acorazada formada por tres regimientos pánzer, un batallón de reconocimiento, una brigada de panzergranaderos, un regimiento de artillería de campaña, un batallón anticarro, uno antiaéreo y uno de ingenieros, más diversas unidades de servicio. Su fuerza acorazada estaba establecida en una platilla de 200 carros de combate. SIn embargo en la práctica la mayoría de las PzDiv sólo disponían de dos regimientos en su PzBr y muy pocas pasaban de los 150 carros de combate en plantilla. El tremendo desgaste sufrido en las largas operaciones (porque tanto en el desierto como en Rusia las distancias implicadas eran enormes) tuvo un impacto grave sobre las plantillas divisionarias y pese a la reposición de vehículos y la reparación de todos los averiados posibles hacia el final del año una PzDiv solía desplegar aproximadamente 100 pánzers.
Las únicas unidades que sí estarían equipadas de acuerdo a la plantilla fueron las nuevas PzDiv SS, ya que fueron equipadas con prioridad respecto al Heer. Igualmente la extraña división Hermann Goering que en ese año pasó de ser un regimiento de paracaidistas a convertirse en una división de paracaidistas pánzer. Por supuesto Goering se aseguró de que su mimada unidad de élite tuviera prioridad sobre el Heer a la hora de equiparse en el otoño del 42.
Lo más grave, empero, fue que 1942 fue el año decisivo en el aspecto industrial de la guerra y Alemania no actuó de la misma forma que sus enemigos. Mientras la industria soviética renacía de las cenizas de Barbarroja y empezaba por fin a producir masivamente, mientras los EEUU ponían a punto su maquinaria para la guerra en tan sólo unos meses, en Alemania las cosas siguieron como hasta entonces ya que la nueva dinámica impuesta por Tidt a finales del 41 y Speer a partir de la primavera del 42 no empezó a dar sus frutos hasta ese otoño. Así que ahora tres ejércitos alemanes diferenciados y no cooperativos se estaban disputando unos recursos cuya producción seguía siendo relativamente baja.
En el año 42 la industria alemana, todavía a media presión, produjo unos 1900 carros Pz III ausf L y M, versiones de blindaje incrementado y cañón largo de 50 mm L60, más unos 900 PzIV Ausf G, con cañón largo de 75 mm L48. Estas cifras apenas alcanzaron para suplir las pérdidas del año y además fueron rebañadas para la formación de las nuevas unidades ajenas al Heer, de ahí la reducción del potencial de combate real de las PzDiv.
También entraron en servicio unos 90 cañones de asalto del modelo Stug III ausf E (cañón corto) y unos 700 del modelo AusfG con cañón largo. Dado que el stug demostró ser no sólo una arma contracarro excelente sino que en los combates callejeros se comportó de forma soberbia el Heer empezó a pensar en usar los stugs como reemplazo temporal de los pánzer en las PzDiv que habían sido más mermadas. Cierto general pánzer (cuyo nombre no creo necesario mencionar) estaba empezando a tragarse sus viejas palabras.
Se incorporaron al servicio además cerca de un millar de cazacarros (panzerjager) de las series Marder II y III (la serie I, recordemos, se desplegó en territorios ocupados para funciones secundarias). Igualmente su rendimiento, pese a su escasa producción, fue excelente.
El uso de los PzJg Marder demostró la viabilidad del concepto y el Heer pensó que sería una buena idea disponer de una versión móvil del cañón de 88 mm. Como ya se ha visto las unidades de cañones Flak de 88 mm solían estar integradas dentro de la LW en regimientos antiaéreos, lo que dificultaba bastante la cooperación. Además el afuste del arma en una plataforma alta no lo hacía demasiado idóneo para su uso CC dado que presentaba un blanco enorme y dificultaba su movilidad y el uso en desenfilada. A petición del Heer la Krupp desarrolló en el otoño del 42 una versión CC del Flak 37 que empezó a porducirse y desplegarse al año siguiente con la denominación Pak 43, reemplazando al Pak 38 de 50 mm como arma contracarro remolcada principal. Sin mebargo las PzDiv querían un arma similar que les acompañara en los avances igual que los stugs acompañaban a la infantería, y se buscaron dos soluciones diferentes, ambas basadas en dos proyectos que no se habían puesto en servicio.
¿Recordáis el proyecto de unificar la mecánica del Pz III y el Pz IV? El resultado había sido un chasis similar al del IV con la transmisión y caja de cambios del Pz III, más segura que la de su hermano mayor, denominado Geschutzwagen III/IV. Fue muy sencillo adaptar ese chasis para dar movilidad al Pak 43 L/71, mediante una casamata abierta similar a la utilizada en los Marder II, situada en la mitad posterior del vehículo mientras que la planta motriz se situaba en posición adelantada. El nuevo vehículo fue denominado Hornisse SdKfz 164 pero Hitler cambió Hornisse (avispón) por Nashorn (rinoceronte). Ese tipo de montaje fue muy utilizado a la hora de diseñar cañones autopropulsados sobre chasis fuera de servicio, y así el mismo chasis Geschutzwagen III/IV fue usado para una versión ATP del obús de 155 mm denominado Hummel SdKfz 165, y el chasis del Pz II se aprovechó para dar movilidad al obus de 105 mm, como el Wespe SdKfz 124.
Se realizó un pedido de 100 nashorns a finales del 42 para equipar a los batallones CC de las PzDiv, aunque los artilleros opinaban que la casamata abierta no era una idea demasiado buena ya que apenas protegía de la metralla y desde luego en las duras condiciones invernales dejaba a la dotación del arma a la intemperie. Aún así se construirían hasta el final de la guerra unas 600 unidades.
En el más puro estilo del Heer, en vez de pedir una modificación del diseño del Nashorn a fin de adaptar una casamata cerrada al estilo Stug se optó por un diseño nuevo, a su vez basado en otro proyecto diferente y desechado.
Se decidió dar salida a las barcazas ya construidas en las factorías Porsche para el fracasado proyecto Tiger I (P). La conversión fue ordenada en septiembre del 42 y se decidió emplear 90 de las barcazas disponibles. Se reemplazaron los novedosos (y problemáticos) motores cuadruples de Porsche por dos motores gemelos Maybach HL 120. Al igual que en el Geschutzwagen III/IV se desplazó la planta motriz a una posición adelantada y así se despejó la litad posterior para instalar una casamata fuertemente acorazada y cerrada enteramente que acomodaba al 88 mm L/71. El blindaje frontal era enorme, 200 mm, y el lateral de 80 mm era superior al frontal de la mayoría de los carros en servicio en ese momento.
El nuevo vehículo entro en servicio en la primavera del 43 como Ferdinand SdKfz 184, como homenaje al Dr. Porsche. Ni este ni el Nashorn disponían de armas de defensa cercana ya que se suponía que irían protegidos por los Panzergranaderos y actuarían desde algo más atrás de la línea principal de avance, es decir, no eran vehículos de ruptura y combate sino vehículos de apoyo en combate.
Una última solución temporal que se buscó a la hora de mejorar la capacidad defensiva de las PzDiv fue el uso de blindajes adicionales móviles o Schürtzen, planchas de 20 a 40 mm
de grosor que se colgaban a los lados del vehículo a fin de mejorar la protección contra cargas huecas y armas CC ligeras. En el caso del PzIV se diseñó también una protección adicional envolvente para la torre.
Además se estudió la posibilidad de mejorar las prestaciones del Pz III en la idea de que una suspensión perfeccionada admitiría un peso mayor y eso permitiría incrementar el blindaje y el armamento. Sin embargo pronto se vio que eso no era posible ya que además de la limitación de la suspensión estaba el problema adicional del anillo de la torre. El Pz III había llegado oficialmente al final de su vida operativa como carro de combate y se decidió cesar su producción y utilizar sus cadenas de montaje para incrementar la del utilísimo Stug.
Dado que el Sutg se había mostrado tan práctico los ingenieros pensaron en modos de mejorar sus prestaciones a fin de que su potencia de fuego fuera más efectiva contra blancos difíciles como los edificios derruidos de Stalingrado. Una de ellas fue incrementar el calibre del arma, lo que dio lugar al Sturm 33, con una casamata alta para instalar el cañón SIG33 de 150 mm. Sin embargo el peso era demasiado alto y la gran altura de la casamata la hacía muy vulnerable, así que el proyecto se desechó tras producir un par de docenas de vehículos.
En la misma linea de trabajo se decidió usar el chasis del Pz IV para un cañón de asalto basado en un obús de 150 mm basado en el Sig33. El resultado del proyecto fue el Brummbär SdKfz 166. Hasta el final de la guerra se producirían unas 300 unidades pero para la primavera del 43 tan sólo unos 60 estaban en servicio. En cualquier caso este diseño se había llevado a cabo pensando en las necesidades de la lucha ofensiva urbana (al estilo de Stalingrado) y ese tipo de combate no volvería a darse a partir de entonces así que todo el proyecto de incrementar la potencia de fuego del Stug de cara al combate cercano fue una pérdida inútil de tiempo y recursos, aunque no sería la única.
Como se ha visto en el 42 se trabajó en una serie de proyectos que, a excepción del Ferdinand (que se llevó a cabo para aprovechar unas barcazas ya construidas) se apoyaron en la mecánica bien probada de los pánzer en servicio. Además de esos diseño implicados directamente en la capacidad CC y artillera de las PzDiv también se hizo lo mismo de cara a la defensa antiaérea de las Pz Div, y se pensó en aprovechar los chasis del Pz IV para instalar artillería antiaérea móvil, un proyecto que se desarrollaría en el año 43. Había una clara tendencia a simplificar los nuevos diseños de modo que toda la estructura de las PzDiv se basara en vehículos de mecánica compatible. Sin embargo la puesta en servicio de la nueva generación de pánzers iba a dar al traste con la simplificación e iba a volver a dificultar la logística de las PzDiv. Los pánzer felinos iban a entrar en escena.
Última edición por japa el 28 Abr 2007, 16:57, editado 1 vez en total.
Veámosle ahora la cara a los proyectos del año 42.
Aquí tenemos al Hornisse/Nashorn
Y el Hummel ATP, como vemos es la misma idea casi al 100%
El Ferdinand, uno de los ejemplares capturados por el ER en Kursk
El Sturm 33, que resulta chapucero hasta en su aspecto
Y el Brummbär, mejor pensado pero igual de inútil. Por cierto que en esta imagen se ve muy bien su curioso afuste esférico que daba una buena movilidad al arma pese a la casamata fija.
Se produjeron 24 unidades y con ellas se equipó a una compañía del 201º PzReg. Se usaron en Kursk, pero ignoro cuantos sobrevivieron a la batalla y si se mantuvieron en servicio.
Por cierto que hace unos cuantos posts se planteó la cuestión del uso de carros T-34 capturados en el frente occidental. Al parecer una treintena de unidades se usaron en 1944 en Francia. No tengo referencias acerca de acciones concretas; lo más probable es que todos se perdieran en la bolsa de Falaise.
