Los Panzer alemanes: detrás del mito
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¿Qué hay de los pánzer? Túnez fue el canto del cisne del Pz III como carro de batalla. Pese a todos los añadidos no estaba en condiciones de medirse con sus nuevos enemigos. Los Pz IV G habían dado la talla frente a los sherman, pero mientras los carros americanos estaban al comienzo de su vida operativa los Pz IV estaban al final y no podían dar mucho más de sí. Además los carros americanos tenían una fiabilidad mecánica inimaginable para los alemanes.
Los tigres, desde luego, habían sido una sorpresa muy desagradable para los aliados. Sin embargo su uso había sido muy inadecuado. En Kasserine el AK, pese a las peticiones de Rommel, no tuvo apoyo de los carros pesados, ya que Arnim los estaba atesorando para su propia campaña. Oigamos lo que expone Rommel de ese asunto.
"… Me sentía particularmente furioso al ver como los escasos tigres de que disponíamos en África, que me habían sido negados para nuestra ofensiva en el sur, fueron lanzados al ataque por un valle pantanoso donde su gran ventaja, el enorme alcance de sus armas, era inútil. Los carros pesados quedaron rápidamente inmovilizados en el barro donde fueron inmovilizados por el fuego enemigo. De los 19 disponibles se perdieron 15. Pasó lo mismo con los demás carros que fueron lanzados por ese estrecho valle, de los que gran número fue destruido por los ingleses. Di órdenes al 5º ejército de frenar inmediatamente la ofensiva pero siguieron en las mismas condiciones hasta después de mi partida de África. Colina tras colina fueron machacados y la imagen que emergía era la de la misma rígida táctica que se nos había hecho tan familiar en las batallas de desgaste de la Gran Guerra…"
SIn embargo los tigres habían combatido bastante bien teniendo en cuenta la absurda situación táctica en la que se habían metido los alemanes. Se notificaron unos 300 carros aliados destruidos por un total de 33 tigres perdidos. Incluso reduciendo la cifra en un tercio nos da un respetable baremo de 6 carros aliados por cada tigre perdido. Los Tigres actuaron en todo momento con el apoyo de los Pz III.
Como recordaréis la estructura D autorizaba el uso de carros Pz III (ahora considerados como carros ligeros) y tanto el 501 sPzAbt (que inició la campaña el 23 de noviembre) como el 504 (que le reemplazó el 17 de marzo) emplearon sus Pz III como apoyo de fuego, protección contra la infantería, municionamiento, transporte de reemplazos, evacuación de heridos… Sin embargo los Pz III demostraron ser muy vulnerables en las duras condiciones de batalla del 43.
La falta de un recuperador de tigres adecuado fue especialmente sangrante. Los sPzAbt disponían en 1943 de vehículos de recuperación de 18 tn (semiorugas del modelo SdKfz 9) pero para remolcar un tigre eran necesarios a eces hasta tres de esos vehículos, y en condiciones de combate eso era casi imposible ya que se trataba de máquinas de chasis abierto sin protección alguna y en consecuencia muy vulnerables. La mayoría de los carros perdidos no fueron destruidos sino inmovilizados. Esto forzó a la destrucción por sus tripulaciones de carros que podrían haberse reparado sin dificultades ya que, como hemos dicho antes, los tigres resistían muchísimo castigo antes de considerarse irrecuperables.
Vehículo de recuperación SdKfz 9
Se dio el caso, asombroso, de que un Tigre fue capturado por dos daimler dingo (todo terreno de cuatro ruedas, armados con un humilde dos libras) al estar inmovilizado y no poder su tripulación mover la torre manualmente lo bastante rápido como para destruir a los veloces coches ingleses.
La logística fue también una pesadilla y la única forma de reparar los tigres que se retiraban averiados era canibalizar los que estaban más allá de reparación. Eso, unido a las continuas peticiones para emplear los tigres en zonas puntuales, lo que implicaba no sólo la fragmentación de la unidad sino largas marchas que dejaban los carros fuera de servicio) y a las duras condiciones del terreno y el clima (los tigres habían sido equipados de acuerdo a los estándares de los vehículos del AK, pero Túnez era muy diferente del desierto) redundó en que la tasa de operatividad de los tigres de ambos sPzAbt fuera muy baja.
Un tigre capturado por tropas US. El extraño escudo cilíndrico tras la bocacha sólo aparece en imágenes de Túnez y parece ser algún tipo de protección
El único momento en que se pudo reunir una fuerza adecuada y concentrada fue en el ataque contra Beja el 26 de febrero. El 501 sPzAbt fue capaz de desplegar 14 tigres en apoyo de Von Arnim (no 19, como erróneamente apuntó Rommel, al que seguramente se le habían ocultado los problemas del 501 sPzAbt ya que no estaba asignado a su PzGr) y, como ya sabemos, se usaron en un terreno cuyas características recuerdan mucho al de su estreno en Leningrado.
El 504 sPzAbt ya sólo pudo luchar a la defensiva, y su mayor tasa operativa fue de 17 tigres en un día concreto (4 de abril) siendo la media de 11 (la mitad de su fuerza).
La táctica seguida por los angloamericanos contra los tigres fue esquivar el combate directo con carros y aprovechar su superioridad de artillería de campaña mientras la infantería se protegía con campos de minas. Dado que el terreno era sobre todo de valles, las minas fueron el arma más útil para inmovilizar a los carros pesados y, desde las colinas, la infantería y la artillería literalmente los cubrían de metralla procurando impedir su recuperación. Así se perdieron la mayoría de los tigres ya que sólo cuatro unidades se perdieron por impactos directos que atravesaran el blindaje.
Los tigres, desde luego, habían sido una sorpresa muy desagradable para los aliados. Sin embargo su uso había sido muy inadecuado. En Kasserine el AK, pese a las peticiones de Rommel, no tuvo apoyo de los carros pesados, ya que Arnim los estaba atesorando para su propia campaña. Oigamos lo que expone Rommel de ese asunto.
"… Me sentía particularmente furioso al ver como los escasos tigres de que disponíamos en África, que me habían sido negados para nuestra ofensiva en el sur, fueron lanzados al ataque por un valle pantanoso donde su gran ventaja, el enorme alcance de sus armas, era inútil. Los carros pesados quedaron rápidamente inmovilizados en el barro donde fueron inmovilizados por el fuego enemigo. De los 19 disponibles se perdieron 15. Pasó lo mismo con los demás carros que fueron lanzados por ese estrecho valle, de los que gran número fue destruido por los ingleses. Di órdenes al 5º ejército de frenar inmediatamente la ofensiva pero siguieron en las mismas condiciones hasta después de mi partida de África. Colina tras colina fueron machacados y la imagen que emergía era la de la misma rígida táctica que se nos había hecho tan familiar en las batallas de desgaste de la Gran Guerra…"
SIn embargo los tigres habían combatido bastante bien teniendo en cuenta la absurda situación táctica en la que se habían metido los alemanes. Se notificaron unos 300 carros aliados destruidos por un total de 33 tigres perdidos. Incluso reduciendo la cifra en un tercio nos da un respetable baremo de 6 carros aliados por cada tigre perdido. Los Tigres actuaron en todo momento con el apoyo de los Pz III.
Como recordaréis la estructura D autorizaba el uso de carros Pz III (ahora considerados como carros ligeros) y tanto el 501 sPzAbt (que inició la campaña el 23 de noviembre) como el 504 (que le reemplazó el 17 de marzo) emplearon sus Pz III como apoyo de fuego, protección contra la infantería, municionamiento, transporte de reemplazos, evacuación de heridos… Sin embargo los Pz III demostraron ser muy vulnerables en las duras condiciones de batalla del 43.
La falta de un recuperador de tigres adecuado fue especialmente sangrante. Los sPzAbt disponían en 1943 de vehículos de recuperación de 18 tn (semiorugas del modelo SdKfz 9) pero para remolcar un tigre eran necesarios a eces hasta tres de esos vehículos, y en condiciones de combate eso era casi imposible ya que se trataba de máquinas de chasis abierto sin protección alguna y en consecuencia muy vulnerables. La mayoría de los carros perdidos no fueron destruidos sino inmovilizados. Esto forzó a la destrucción por sus tripulaciones de carros que podrían haberse reparado sin dificultades ya que, como hemos dicho antes, los tigres resistían muchísimo castigo antes de considerarse irrecuperables.
Vehículo de recuperación SdKfz 9
Se dio el caso, asombroso, de que un Tigre fue capturado por dos daimler dingo (todo terreno de cuatro ruedas, armados con un humilde dos libras) al estar inmovilizado y no poder su tripulación mover la torre manualmente lo bastante rápido como para destruir a los veloces coches ingleses.
La logística fue también una pesadilla y la única forma de reparar los tigres que se retiraban averiados era canibalizar los que estaban más allá de reparación. Eso, unido a las continuas peticiones para emplear los tigres en zonas puntuales, lo que implicaba no sólo la fragmentación de la unidad sino largas marchas que dejaban los carros fuera de servicio) y a las duras condiciones del terreno y el clima (los tigres habían sido equipados de acuerdo a los estándares de los vehículos del AK, pero Túnez era muy diferente del desierto) redundó en que la tasa de operatividad de los tigres de ambos sPzAbt fuera muy baja.
Un tigre capturado por tropas US. El extraño escudo cilíndrico tras la bocacha sólo aparece en imágenes de Túnez y parece ser algún tipo de protección
El único momento en que se pudo reunir una fuerza adecuada y concentrada fue en el ataque contra Beja el 26 de febrero. El 501 sPzAbt fue capaz de desplegar 14 tigres en apoyo de Von Arnim (no 19, como erróneamente apuntó Rommel, al que seguramente se le habían ocultado los problemas del 501 sPzAbt ya que no estaba asignado a su PzGr) y, como ya sabemos, se usaron en un terreno cuyas características recuerdan mucho al de su estreno en Leningrado.
El 504 sPzAbt ya sólo pudo luchar a la defensiva, y su mayor tasa operativa fue de 17 tigres en un día concreto (4 de abril) siendo la media de 11 (la mitad de su fuerza).
La táctica seguida por los angloamericanos contra los tigres fue esquivar el combate directo con carros y aprovechar su superioridad de artillería de campaña mientras la infantería se protegía con campos de minas. Dado que el terreno era sobre todo de valles, las minas fueron el arma más útil para inmovilizar a los carros pesados y, desde las colinas, la infantería y la artillería literalmente los cubrían de metralla procurando impedir su recuperación. Así se perdieron la mayoría de los tigres ya que sólo cuatro unidades se perdieron por impactos directos que atravesaran el blindaje.
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¡Pues tienes razón! ¡Es esa pieza! A mí no se me había ocurrido. Tiene lógica ya que los tigres que se mandaron a Túnez eran de las primeras hornadas. Si el mantelete tenía mal unido el protector de la base un impacto en el mantelete debía soltarlo y dejarlo libre sobre el cañón, y ya que la bocacha era más ancha que el tubo no se podría sacar de ahí sin desmontar el arma. Hay varias imágenes de tigres tunecinos con el refuerzo de base enganchado a la bocacha, así que realmente debía haber algún problema en la unión ya que los aliados no tenían cañones CC demasiado potentes en África. Supongo que corregirían el problema en Alemania y por eso ya no hay más imágenes de tigres con ese daño (he revisado un montón de imágenes de tigres dañados y sólo se ve ese efecto en Túnez)
¡Gracias por tu capcidad de observación, Gammenon!
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Última edición por japa el 02 May 2007, 22:21, editado 1 vez en total.
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EL ANÁLISIS DE LOS ALIADOS.
Los aliados capturaron varios tigres más o menos intactos y los estudiaron a fondo. Lo primero que notaron era que los tigres eran asombrosamente complejos, llamándoles mucho la atención la manufactura prácticamente artesanal de muchos de sus elementos. Acertadamente concluyeron que los alemanes no podrían construir demasiados carros de ese tipo, lo que hizo que no se preocuparan demasiado. Veamos su análisis técnico, publicado en el 44 (texto obtenido en AchtungPanzer!)
"…El PzKfw VI fue puesto en servicio por el enemigo en el otoño/invierno de 1942 y apareció en el N. de África en enero del 43 y, posteriormente, en Sicilia y en el frente Ruso.
El vehículo examinado es un PzKfw VI (E) o SdKfz 182 y es conocido como "Tigre". Este modelo ha sido desarrollado por Henschel u Soehne GmbH.
El tigre es excepcional al ser el más pesado carro de combate en servicio en todo el mundo, pesando cerca de 56 tn en orden de batalla. Su armamento principal es un cañón de 88 mm mientras que su mayor blindaje (en las planchas verticales del frontal) es de 102 mm. Otra característica de especial interés táctico es que está dotado de medios de vadeo profundo y una limitada capacidad submarina hasta profundidades de 15 pies.
Su tamaño y peso, sin embargo, le impone varias desventajas tácticas, siendo la más costosa la restricción de transporte debida a su peso y su limitado radio de acción debido a su enorme consumo de combustible (especificado por el enemigo en 2,75 galones por milla en marcha normal de campo a través)
La manufactura parece ser de gran calidad y el diseño ha sido ejecutado libremente desde el tablero de dibujo, en general sin limitaciones debidas al uso de componentes preexistentes. Hay excepciones y determinados elementos de detalle parecen innecesariamente esofisticados y costosos de fabricar.
Un interesante desarrollo en la manufactura alemana de carros es el uso de planchas de blindaje entrelazadas –interlocked– además de las uniones escalonadas normales –stepped jointing–. Este método parece haber sido necesario por el uso de un blindaje de semejante grosor.
La dirección es similar a la clásica Merrit-Brown con un refinamiento añadido de radios gemelos en cada marcha. Este sistema de marchas difiere mucho del sistema sencilo de freno-embrage de los otros carros alemanes. El cambio sin duda ha sido forzado por el enorme peso del tigre. La caja de cambios tiene mucha similitud con otras unidades Maybach y su gran mérito es la provisión de un gran número de radios (ocho) en una estructura muy compacta. El uso de un sistema de cambio de marchas completamente automático lo hace muy diferente de lo usual entre los carros aliados.
La transmisión y sistemas de dirección y marchas son extremadamente complejos y sin duda muy costosos de fabricar en horas/hombre. El preciso control que se obtiene para un vehículo de estas dimensiones parece justificarlo ya que así lo atestiguan los que los han probado.
No hay indicios de que los alemanes vayan a favorecer motores de compresión y el tigre está propulsado por un motor clásico de gasolina Maybach V12, diseñado sin duda para un carro pesado, un desarrollo lógico de los Maybach tipo 120 vistos en los PzKfw III y IV y su diseño es muy similar. Dado que este motor representa lo último en diseños alemanes merece ser estudiado a fondo y debemos considerar que el diseño es bastante exitoso: es compacto, ligero y accesible"
Como podemos ver los aliados quedaron muy sorprendidos por el grado de sofisticación de los tigres. Sin embargo estimaron que la probabilidad de encontrarse con ellos era baja y no se tomaron demasiadas medidas de cara a combatir esa amenaza. En ese sentido su análisis fue erróneo ya que en 1943 y 1944 Speer logró aumentar la cifra de tigres producidos hasta rozar el centenar de unidades mensuales, y los panteras iban a ser casi igual de letales y mucho más numerosos. Equivocadamente, los aliados consideraron que la principal amenaza seguiría siendo el Pz IV, un adversario asequible para sus medios de combate en 1943.
Nótese que en el texto se informa de que los tigres aparecen en Rusia en la primavera del 43, lo que es parcialmente falso. Los rusos supieron de la existencia del tigre desde agosto del 42, pero hasta enero del 43 no tuvieron a su disposición un ejemplar intacto para evaluarlo adecuadamente, casi a la vez que los americanos. Enseguida veremos qué conclusiones sacaron ellos.
Este tigre capturado casi intacto fue ampliamente estudiado, siendo uno de los modelos mejor conservados del mundo. Hoy en día está en el museo de Aberdeen.
Los aliados capturaron varios tigres más o menos intactos y los estudiaron a fondo. Lo primero que notaron era que los tigres eran asombrosamente complejos, llamándoles mucho la atención la manufactura prácticamente artesanal de muchos de sus elementos. Acertadamente concluyeron que los alemanes no podrían construir demasiados carros de ese tipo, lo que hizo que no se preocuparan demasiado. Veamos su análisis técnico, publicado en el 44 (texto obtenido en AchtungPanzer!)
"…El PzKfw VI fue puesto en servicio por el enemigo en el otoño/invierno de 1942 y apareció en el N. de África en enero del 43 y, posteriormente, en Sicilia y en el frente Ruso.
El vehículo examinado es un PzKfw VI (E) o SdKfz 182 y es conocido como "Tigre". Este modelo ha sido desarrollado por Henschel u Soehne GmbH.
El tigre es excepcional al ser el más pesado carro de combate en servicio en todo el mundo, pesando cerca de 56 tn en orden de batalla. Su armamento principal es un cañón de 88 mm mientras que su mayor blindaje (en las planchas verticales del frontal) es de 102 mm. Otra característica de especial interés táctico es que está dotado de medios de vadeo profundo y una limitada capacidad submarina hasta profundidades de 15 pies.
Su tamaño y peso, sin embargo, le impone varias desventajas tácticas, siendo la más costosa la restricción de transporte debida a su peso y su limitado radio de acción debido a su enorme consumo de combustible (especificado por el enemigo en 2,75 galones por milla en marcha normal de campo a través)
La manufactura parece ser de gran calidad y el diseño ha sido ejecutado libremente desde el tablero de dibujo, en general sin limitaciones debidas al uso de componentes preexistentes. Hay excepciones y determinados elementos de detalle parecen innecesariamente esofisticados y costosos de fabricar.
Un interesante desarrollo en la manufactura alemana de carros es el uso de planchas de blindaje entrelazadas –interlocked– además de las uniones escalonadas normales –stepped jointing–. Este método parece haber sido necesario por el uso de un blindaje de semejante grosor.
La dirección es similar a la clásica Merrit-Brown con un refinamiento añadido de radios gemelos en cada marcha. Este sistema de marchas difiere mucho del sistema sencilo de freno-embrage de los otros carros alemanes. El cambio sin duda ha sido forzado por el enorme peso del tigre. La caja de cambios tiene mucha similitud con otras unidades Maybach y su gran mérito es la provisión de un gran número de radios (ocho) en una estructura muy compacta. El uso de un sistema de cambio de marchas completamente automático lo hace muy diferente de lo usual entre los carros aliados.
La transmisión y sistemas de dirección y marchas son extremadamente complejos y sin duda muy costosos de fabricar en horas/hombre. El preciso control que se obtiene para un vehículo de estas dimensiones parece justificarlo ya que así lo atestiguan los que los han probado.
No hay indicios de que los alemanes vayan a favorecer motores de compresión y el tigre está propulsado por un motor clásico de gasolina Maybach V12, diseñado sin duda para un carro pesado, un desarrollo lógico de los Maybach tipo 120 vistos en los PzKfw III y IV y su diseño es muy similar. Dado que este motor representa lo último en diseños alemanes merece ser estudiado a fondo y debemos considerar que el diseño es bastante exitoso: es compacto, ligero y accesible"
Como podemos ver los aliados quedaron muy sorprendidos por el grado de sofisticación de los tigres. Sin embargo estimaron que la probabilidad de encontrarse con ellos era baja y no se tomaron demasiadas medidas de cara a combatir esa amenaza. En ese sentido su análisis fue erróneo ya que en 1943 y 1944 Speer logró aumentar la cifra de tigres producidos hasta rozar el centenar de unidades mensuales, y los panteras iban a ser casi igual de letales y mucho más numerosos. Equivocadamente, los aliados consideraron que la principal amenaza seguiría siendo el Pz IV, un adversario asequible para sus medios de combate en 1943.
Nótese que en el texto se informa de que los tigres aparecen en Rusia en la primavera del 43, lo que es parcialmente falso. Los rusos supieron de la existencia del tigre desde agosto del 42, pero hasta enero del 43 no tuvieron a su disposición un ejemplar intacto para evaluarlo adecuadamente, casi a la vez que los americanos. Enseguida veremos qué conclusiones sacaron ellos.
Este tigre capturado casi intacto fue ampliamente estudiado, siendo uno de los modelos mejor conservados del mundo. Hoy en día está en el museo de Aberdeen.
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japa escribió:¡Pues tienes razón! ¡Es esa pieza!.A mí no se me había ocurrido. Tiene lógica ya que os tigres que se mandaron a Túnez eran de las primeras hornadas. Si el mantelete tenía mal unido el protector de la base un impacto en el mantelete debía soltarlo y dejarlo libre sobre el cañón, y ya que la bocacha era más ancha que el tubo no se podría sacar de ahí sin desmontar el arma. Hay varias imágenes de tigres tunecinos con el refuerzo de base enganchado a la bocacha, así que realmente debía haber algún problema en la unión ya que los aliados no tenían cañones CC demasiado potentes en África. Supongo que corregirían el problema en Alemania y por eso ya no hay más imágenes de tigres con ese daño (he revisado un montón de imágenes de tigres dañados y sólo se ve ese efecto en Túnez)
Ese refuerzo se debe sobretodo a que las primeras series de Tigre en Tunacia carecian del freno de boca del cañon fue un defecto que posteriormente se corrijio como otros muchos defectos que hubo.
Aunque el bautismo de los tigres tanto en Europa como en Tunez fue algo bago ya que los primeros tigres en la Urrss fracasaron por el terreno pantanoso y en Tunez los britanicos destruyeron dos Tigre en el puente de Fash, logrados a corta distancia por cortacarros britanicos de 6 libras por impactos en los costados.
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LAS MEDIDAS SOVIÉTICAS.
Como ya vimos el estreno de los tigres se llevó a cabo en el frente de Leningrado, el 29 de agosto de 1942, cerca de la estación de Mga. Los soviéticos vieron los nuevos carros alemanes y reaccionaron rápidamente: las fuerzas de infantería se retiraron a una distancia prudencial y fue la artillería la que frenó el avance alemán. De los cuatro tigres empleados ese día tres quedaron rápidamente inutilizados por averías en la transmisión y la caja de cambios, como pudo comprobar un delegado de la Henschel que estuvo presente en la operación. Los tres carros averiados fueron retirados esa noche por los SdKfz 9 y pronto estuvieron reparados, pero el ataque había mostrado a los soviéticos que había algo nuevo en el frente.
La primera medida tomada por el mando soviético, dado que no se conocía el potencial del nuevo carro, fue establecer posiciones de artillería especialmente preparadas cubriendo las pocas rutas por donde previsiblemente se moverían los enormes pánzer, y acertaron de pleno ya que unas semanas después los alemanes volvieron a intentar un avance por la zona. De nuevo se emplearon cuatro tigres con su complemento de Pz III, y de nuevo tres se averiaron durante el combate. El cuarto fue destruido por su propia tripulación.
No hubo más operaciones por parte alemana que implicaran a los tigres, y el resultado obtenido había sido nulo, así que los soviéticos se tranquilizaron. Sin embargo cuando los propios soviéticos se lanzaron a la ofensiva en enero los tigres eliminaron rápidamente una docena de T-34 forzando la retirada del resto, y en el frente del Don los tigre del 503 sPzAbt habían sido empleados en el contragolpe de Manstein dando un durísimo castigo a los carristas soviéticos. Los carristas informaban que los nuevos carros alemanes parecían invulnerables al fuego de sus piezas, así que cuando unos días después, el 16 de enero, las tropas del ER capturaron intacto un tigre cerca de Mga, éste fue inmediatamente remitido al polígono de pruebas de Kubinka.
Tigre inmovilizado en el frente de Leningrado. Parece ser el carro capturado el 16 de enero.
85.
En Kubinka se usó el tigre para verificar el efecto de las diversas armas CC del ER. Los fusiles CC de 14,5 mm se mostraron inútiles contra el blindaje del tigre a cualquier distancia, incluso a quemarropa. Los 76,5 mm, tanto los ZIS3 remolcados como los empleados por los T-34 y KV-1 no eran útiles hasta los 400 m, y contra los laterales del tigre. El frontal sólo podía traspasarse a quemarropa (a menos de 200 m). Por contra los cañones AA de 85 mm tenían un alcance eficaz contra el tigre de casi 1000 m en los laterales y 800 en el frontal, y el cañón de campaña de 122 mm podía usarse contra el frontal hasta los 1000 m. Las armas de mayor calibre como los obuses de 152 no atravesaban el blindaje pero su enorme carga cinética podía dañar seriamente al carro alemán por la pura fuerza del impacto, e incluso sacar la torre del anillo.
Sin embargo el uso masivo de las piezas de calibres menores podía inmovilizar al carro pesado ya que podían dañar las ruedas o las cadenas, y el enorme peso del pánzer implicaba que incluso daños menores podían reducir mucho su movilidad. Además, dada la poca velocidad del tigre en terreno difícil, los fusiles CC sí eran útiles en manos de buenos tiradores ya que podían dañar los sistemas ópticos cegando al tigre y forzando su retirada.
Finalmente se analizó el carro buscando puntos débiles para la infantería. El anillo de la torre, las rejillas del motor y los grandes tubos de escape eran blancos asequibles para el uso de racimos de granadas o cargas de demolición, al igual que las ruedas. Dada la escasa velocidad del carro abordarlo en marcha era una práctica arriesgadísima, pero no imposible.
Empezó a entrenarse a la infantería en la lucha contra los carros pesados, se incrementó la dotación de piezas CC y se ordenó el diseño de una versión CC del AA de 85 para su instalación en el T-34. Dado que eso forzaba a rediseñar la torre y llevaría un tiempo ponerlo en producción se aprovechó para hacer algunas modificaciones en el carro principal del ER, e igualmente se encargó el diseño y producción de munición especial de `punta de tungsteno para el nuevo cañón., así que se estimó que los nuevos T-34 no estarían disponibles antes del otoño. En previsión de la próxima ofensiva germana se diseñaron a toda prisa piezas autopropulsadas de 85 y 152 mm basadas en el chasis del T-34 y en el del KV, pero en casamata, a fin de acelerar su entrada en servicio.
El ER no tendría en el verano del 43 ningún arma capaz de batirse con los tigres en igualdad de condiciones, pero no iban a dejarse coger desprevenidos. Como haría notar Guderian, el empleo prematuro de los tigres había sido un grave error, ya que se había perdido la ventaja táctica de la sorpresa.
Carristas soviéticos examinan la torre de un tigre tras unas pruebas de tiro. Los impactos menores parecen del calibre 76,5. El impacto mayor podría ser de un 85
Como ya vimos el estreno de los tigres se llevó a cabo en el frente de Leningrado, el 29 de agosto de 1942, cerca de la estación de Mga. Los soviéticos vieron los nuevos carros alemanes y reaccionaron rápidamente: las fuerzas de infantería se retiraron a una distancia prudencial y fue la artillería la que frenó el avance alemán. De los cuatro tigres empleados ese día tres quedaron rápidamente inutilizados por averías en la transmisión y la caja de cambios, como pudo comprobar un delegado de la Henschel que estuvo presente en la operación. Los tres carros averiados fueron retirados esa noche por los SdKfz 9 y pronto estuvieron reparados, pero el ataque había mostrado a los soviéticos que había algo nuevo en el frente.
La primera medida tomada por el mando soviético, dado que no se conocía el potencial del nuevo carro, fue establecer posiciones de artillería especialmente preparadas cubriendo las pocas rutas por donde previsiblemente se moverían los enormes pánzer, y acertaron de pleno ya que unas semanas después los alemanes volvieron a intentar un avance por la zona. De nuevo se emplearon cuatro tigres con su complemento de Pz III, y de nuevo tres se averiaron durante el combate. El cuarto fue destruido por su propia tripulación.
No hubo más operaciones por parte alemana que implicaran a los tigres, y el resultado obtenido había sido nulo, así que los soviéticos se tranquilizaron. Sin embargo cuando los propios soviéticos se lanzaron a la ofensiva en enero los tigres eliminaron rápidamente una docena de T-34 forzando la retirada del resto, y en el frente del Don los tigre del 503 sPzAbt habían sido empleados en el contragolpe de Manstein dando un durísimo castigo a los carristas soviéticos. Los carristas informaban que los nuevos carros alemanes parecían invulnerables al fuego de sus piezas, así que cuando unos días después, el 16 de enero, las tropas del ER capturaron intacto un tigre cerca de Mga, éste fue inmediatamente remitido al polígono de pruebas de Kubinka.
Tigre inmovilizado en el frente de Leningrado. Parece ser el carro capturado el 16 de enero.
85.
En Kubinka se usó el tigre para verificar el efecto de las diversas armas CC del ER. Los fusiles CC de 14,5 mm se mostraron inútiles contra el blindaje del tigre a cualquier distancia, incluso a quemarropa. Los 76,5 mm, tanto los ZIS3 remolcados como los empleados por los T-34 y KV-1 no eran útiles hasta los 400 m, y contra los laterales del tigre. El frontal sólo podía traspasarse a quemarropa (a menos de 200 m). Por contra los cañones AA de 85 mm tenían un alcance eficaz contra el tigre de casi 1000 m en los laterales y 800 en el frontal, y el cañón de campaña de 122 mm podía usarse contra el frontal hasta los 1000 m. Las armas de mayor calibre como los obuses de 152 no atravesaban el blindaje pero su enorme carga cinética podía dañar seriamente al carro alemán por la pura fuerza del impacto, e incluso sacar la torre del anillo.
Sin embargo el uso masivo de las piezas de calibres menores podía inmovilizar al carro pesado ya que podían dañar las ruedas o las cadenas, y el enorme peso del pánzer implicaba que incluso daños menores podían reducir mucho su movilidad. Además, dada la poca velocidad del tigre en terreno difícil, los fusiles CC sí eran útiles en manos de buenos tiradores ya que podían dañar los sistemas ópticos cegando al tigre y forzando su retirada.
Finalmente se analizó el carro buscando puntos débiles para la infantería. El anillo de la torre, las rejillas del motor y los grandes tubos de escape eran blancos asequibles para el uso de racimos de granadas o cargas de demolición, al igual que las ruedas. Dada la escasa velocidad del carro abordarlo en marcha era una práctica arriesgadísima, pero no imposible.
Empezó a entrenarse a la infantería en la lucha contra los carros pesados, se incrementó la dotación de piezas CC y se ordenó el diseño de una versión CC del AA de 85 para su instalación en el T-34. Dado que eso forzaba a rediseñar la torre y llevaría un tiempo ponerlo en producción se aprovechó para hacer algunas modificaciones en el carro principal del ER, e igualmente se encargó el diseño y producción de munición especial de `punta de tungsteno para el nuevo cañón., así que se estimó que los nuevos T-34 no estarían disponibles antes del otoño. En previsión de la próxima ofensiva germana se diseñaron a toda prisa piezas autopropulsadas de 85 y 152 mm basadas en el chasis del T-34 y en el del KV, pero en casamata, a fin de acelerar su entrada en servicio.
El ER no tendría en el verano del 43 ningún arma capaz de batirse con los tigres en igualdad de condiciones, pero no iban a dejarse coger desprevenidos. Como haría notar Guderian, el empleo prematuro de los tigres había sido un grave error, ya que se había perdido la ventaja táctica de la sorpresa.
Carristas soviéticos examinan la torre de un tigre tras unas pruebas de tiro. Los impactos menores parecen del calibre 76,5. El impacto mayor podría ser de un 85
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y el cañón de campaña de 122 mm podía usarse contra el frontal hasta los 1000 m. Las armas de mayor calibre como los obuses de 152 no atravesaban el blindaje pero su enorme carga cinética podía dañar seriamente al carro alemán por la pura fuerza del impacto, e incluso sacar la torre del anillo.
He de confesar mi sorpresa ante este dato. ¿Cómo es posible que un impacto de una granada de 152 no atravesase el blindaje frontal pero, en cambio, sí pudise hacerlo una de 122?
Un saludo y mi más calurosa felicitación por este magnífico (e instructivo) hilo
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He de confesar mi sorpresa ante este dato. ¿Cómo es posible que un impacto de una granada de 152 no atravesase el blindaje frontal pero, en cambio, sí pudise hacerlo una de 122?
Un saludo y mi más calurosa felicitación por este magnífico (e instructivo) hilo
Se debe a la diferent concepción de los cañones. El de 152mm era un simple obús que se utilizaba para tareas de apoyo, por lo que la velocidad de salida no era muy alta. Si el blanco está a 1000 metros habrá perdido todavía más velocidad.
Un cañón de 122mm tenía un proyectil menos pesado pero con más velocidad inicial, amén de disponer de munición mas apropiada para el uso contra tanques.
Esto tambien ocurre con los cañones del Panther y Tigre; el 75L70 del primero penetra más que el 88L56 del segundo, a pesar de su superior calibre (88mm vs 75mm).
De todas maneras la balística es un fenómeno muy complejo. Como dice japa la explosión de un proyectil de 152mm (+40kg de peso) puede arrancar la torreta, las soldaduras o hacer detonar la munición. No es necesaría una penetración para destruir un vehículo.
Otto Carius pudo experimental en primera persona lo que ocurre cuando te impacta uno de estos proyectiles:
"The shell cut the right part of the commander's cupola. I was not beheaded because I had bent down to light my cigarette. Suddenly the Russian assault gun appeared and I gave an order to the gunner to open fire. Kramer shot, and a second shell, from another assault gun, hit in the turret. I can not remember which way I left the Tiger. The head phones-the only thing I have from my destroyed Tiger".
Saludos.
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En efecto: el peligro del 152 mm era su peso. Si golpeaba en el sitio adecuado la fuerza del impacto podía sacar de sitio la torre. Sin embargo su velocidad de salida era baja, de ahí que no fuera un arma con demasiada capacidad de penetración. Ignoraba que Carius había sido el de los auriculares. Debió ser toda una experiencia, de esas del tipo "volver a nacer" porque sobrevivió a la voladura de la cúpula (donde usualmente iba su enorme cabezota) y a la de la torre (vamos, que de repente debió pensar "¡Leches! ¡Qué corriente hace aquí!")
Por cierto que los primeros carros ingleses llevaban mal protegida la cúpula del comandante y en al campaña de Francia hubo varios casos de comandantes de carro decapitados al saltar la cúpula por un impacto similar. Por eso los carros ingleses posteriores no llevaban cúpula (hasta el Cromwell, creo recordar)
Por cierto que los primeros carros ingleses llevaban mal protegida la cúpula del comandante y en al campaña de Francia hubo varios casos de comandantes de carro decapitados al saltar la cúpula por un impacto similar. Por eso los carros ingleses posteriores no llevaban cúpula (hasta el Cromwell, creo recordar)
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CRISIS EN EL DON
Tras la caída de Stalingrado la situación para el grupo de ejércitos Sur parecía encaminarse hacia un desastre absoluto. A duras penas había logrado sacarse del Cáucaso al grupo A de ejércitos, y tras el final del cerco un enorme número de divisiones del ER iba a quedar libre para reforzar el ataque contra los desmoralizados ejércitos alemanes. Hitler había puesto al frente de los ejércitos del Don al mariscal Manstein, pero seguía impidiendo la libertad operativa, todavía convencido de que la resistencia a cualquier precio era la solución a la amenaza que se materializó con las operaciones Galopada y Estrella del ER a partir del 1r de enero. Bajo el mando de Golikov y Vatutin, y con el refuerzo de las tropas de Rokossovski que acababan de completar la destrucción del 6º ejército en Stalingrado, las tropas del ER aplastaron a las fuerzas aliadas del eje (húngaros e italianos) y destrozaron el frente en cientos de kilómetros. Más de medio millón de soldados y un millar de carros se lanzaban sobre las líneas del malherido ejército del Don.
Las ideas estratégicas de Hitler estaban completamente desconectadas de la realidad militar del momento. Así pues se obstinó en mantener una cabeza de puente en el área del Kuban de cara a emplearla como trampolín en las futuras operaciones ofensivas, y en preservar a toda costa la cuenca minera del Donetz para negar a la URSS sus reservas de carbón, sin entender el hecho de que ante todo había que solucionar la crisis militar que se estaba desarrollando si no se quería perder todo, incluyendo la cabeza de Kuban y la cuenca del Donetz.
El jefe del OKH, Halder, había sido cesado durante 1942 y reemplazado por el general Zeitzler, un ferviente nazi que exigía de sus subordinados una incondicional fe en el fuhrer. Eso, sin embargo, no le impidió enfrentarse abiertamente y con firmeza a Hitler durante toda la campaña de Stalingrado y apoyar a los mandos del Heer frente a las decisiones arbitrarias de Hitler.
Manstein consiguió algunos refuerzos, como el 503 sPzAbt, o la promesa de dejar a su disposición el recién formado I PzKorp SS, compuesto de las divisiones de Panzergranaderos Das Reich y Leibstandarte, a las que debía unirse la Totenkopf. Estas unidades tenían una capacidad de combate similar a la de una PzDiv del Heer, y estaban mucho mejor equipadas (incluyendo incluso algunos carros tigre en una compañía de carros pesados, siendo las primeras divisiones que recibieron ese complemento) luego sobre el papel era un apoyo formidable. Sin embargo Hitler se empecinó en que las unidades SS retuvieran a toda costa la ciudad de Jarkov.
Como puede apreciarse, aparecía ahora otra de las peculiaridades del caracter de Hitler: era incapaz de elegir las prioridades y se negaba a abandonar ningún territorio que estuviera bajo su control. No estaba dispuesto a renunciar a nada, pese a la máxima de su idolatrado Federico el Grande: "quien defiende todo, no defiende nada"
Por su parte Manstein había dirigido las escasas fuerzas a su disposición para mantener abierta la ruta de escape de las tropas del grupo de ejércitos A, acción en la que fue decisiva la intervención de los tigres del 503 sPzAbt para sostener los puentes sobre el Manytsch (por donde se retiraban las tropas alemanas del 57 PzKorp) y las posiciones en Rostov. Sin embargo esta unidad quedó tan debilitada por las pérdidas y la lucha continua que ya no pudo ser empleada en las siguientes operaciones y no volvería a combatir hasta el verano.
Las PzDiv 7 y 11 lograron, junto con el 503 sPzAbt, mantener el área de Rostov frente al asalto soviético, pero la insistencia de Hitler en retener la cuenca del Donetz impedía una concentración de fuerzas suficiente como para frenar el avance enemigo que estaba abriendo un enorme hueco entre el grupo de ejércitos del Don y los restos del grupo de ejércitos B. El 22 de enero Hitler, presionado por Zeitler, aceptó retirar al I Ejército pánzer (que venía replegándose desde el Cáucaso) hacia el área de Rostov reuniéndose con el 4º Ejército Pánzer. Pese a tan sonoros nombres, el 1º y el 4º ejércitos pánzer apenas reunían cada uno la fuerza de combate de un par de PzDiv. Hacia el 31 de enero Manstein había logrado poner a salvo al 1º, aunque la 13ª PzDiv fue desviada por orden de Hitler hacia la cabeza del Kuban, debilitando aún más las fuerzas del Don. Hitler consideraba que bastarían las fuerzas del I PzKorp SS para sostener el área de Kharkovy la cuenca del Donetz, y ordenó a las Waffen SS que resistieran a toda costa.
Ni siquiera las divisiones SS estaban dispuestas a morir en balde y Hausser, general de la Leibstandarte, ordenó el 14 de febrero el abandono de Kharkoven abierta insubordinación al fuhrer, negándose a dirigir un nuevo Stalingrado. Está claro que era un hombre de otra pasta que el pusilánime Paulus. Hitler montó en cólera pero la crisis era demasiado grave como para arrestar al general SS, sobre todo en un momento en que había prometido manos libres a Manstein, y había subordinado a sus órdenes a las fuerzas SS.
Tras la caída de Stalingrado la situación para el grupo de ejércitos Sur parecía encaminarse hacia un desastre absoluto. A duras penas había logrado sacarse del Cáucaso al grupo A de ejércitos, y tras el final del cerco un enorme número de divisiones del ER iba a quedar libre para reforzar el ataque contra los desmoralizados ejércitos alemanes. Hitler había puesto al frente de los ejércitos del Don al mariscal Manstein, pero seguía impidiendo la libertad operativa, todavía convencido de que la resistencia a cualquier precio era la solución a la amenaza que se materializó con las operaciones Galopada y Estrella del ER a partir del 1r de enero. Bajo el mando de Golikov y Vatutin, y con el refuerzo de las tropas de Rokossovski que acababan de completar la destrucción del 6º ejército en Stalingrado, las tropas del ER aplastaron a las fuerzas aliadas del eje (húngaros e italianos) y destrozaron el frente en cientos de kilómetros. Más de medio millón de soldados y un millar de carros se lanzaban sobre las líneas del malherido ejército del Don.
Las ideas estratégicas de Hitler estaban completamente desconectadas de la realidad militar del momento. Así pues se obstinó en mantener una cabeza de puente en el área del Kuban de cara a emplearla como trampolín en las futuras operaciones ofensivas, y en preservar a toda costa la cuenca minera del Donetz para negar a la URSS sus reservas de carbón, sin entender el hecho de que ante todo había que solucionar la crisis militar que se estaba desarrollando si no se quería perder todo, incluyendo la cabeza de Kuban y la cuenca del Donetz.
El jefe del OKH, Halder, había sido cesado durante 1942 y reemplazado por el general Zeitzler, un ferviente nazi que exigía de sus subordinados una incondicional fe en el fuhrer. Eso, sin embargo, no le impidió enfrentarse abiertamente y con firmeza a Hitler durante toda la campaña de Stalingrado y apoyar a los mandos del Heer frente a las decisiones arbitrarias de Hitler.
Manstein consiguió algunos refuerzos, como el 503 sPzAbt, o la promesa de dejar a su disposición el recién formado I PzKorp SS, compuesto de las divisiones de Panzergranaderos Das Reich y Leibstandarte, a las que debía unirse la Totenkopf. Estas unidades tenían una capacidad de combate similar a la de una PzDiv del Heer, y estaban mucho mejor equipadas (incluyendo incluso algunos carros tigre en una compañía de carros pesados, siendo las primeras divisiones que recibieron ese complemento) luego sobre el papel era un apoyo formidable. Sin embargo Hitler se empecinó en que las unidades SS retuvieran a toda costa la ciudad de Jarkov.
Como puede apreciarse, aparecía ahora otra de las peculiaridades del caracter de Hitler: era incapaz de elegir las prioridades y se negaba a abandonar ningún territorio que estuviera bajo su control. No estaba dispuesto a renunciar a nada, pese a la máxima de su idolatrado Federico el Grande: "quien defiende todo, no defiende nada"
Por su parte Manstein había dirigido las escasas fuerzas a su disposición para mantener abierta la ruta de escape de las tropas del grupo de ejércitos A, acción en la que fue decisiva la intervención de los tigres del 503 sPzAbt para sostener los puentes sobre el Manytsch (por donde se retiraban las tropas alemanas del 57 PzKorp) y las posiciones en Rostov. Sin embargo esta unidad quedó tan debilitada por las pérdidas y la lucha continua que ya no pudo ser empleada en las siguientes operaciones y no volvería a combatir hasta el verano.
Las PzDiv 7 y 11 lograron, junto con el 503 sPzAbt, mantener el área de Rostov frente al asalto soviético, pero la insistencia de Hitler en retener la cuenca del Donetz impedía una concentración de fuerzas suficiente como para frenar el avance enemigo que estaba abriendo un enorme hueco entre el grupo de ejércitos del Don y los restos del grupo de ejércitos B. El 22 de enero Hitler, presionado por Zeitler, aceptó retirar al I Ejército pánzer (que venía replegándose desde el Cáucaso) hacia el área de Rostov reuniéndose con el 4º Ejército Pánzer. Pese a tan sonoros nombres, el 1º y el 4º ejércitos pánzer apenas reunían cada uno la fuerza de combate de un par de PzDiv. Hacia el 31 de enero Manstein había logrado poner a salvo al 1º, aunque la 13ª PzDiv fue desviada por orden de Hitler hacia la cabeza del Kuban, debilitando aún más las fuerzas del Don. Hitler consideraba que bastarían las fuerzas del I PzKorp SS para sostener el área de Kharkovy la cuenca del Donetz, y ordenó a las Waffen SS que resistieran a toda costa.
Ni siquiera las divisiones SS estaban dispuestas a morir en balde y Hausser, general de la Leibstandarte, ordenó el 14 de febrero el abandono de Kharkoven abierta insubordinación al fuhrer, negándose a dirigir un nuevo Stalingrado. Está claro que era un hombre de otra pasta que el pusilánime Paulus. Hitler montó en cólera pero la crisis era demasiado grave como para arrestar al general SS, sobre todo en un momento en que había prometido manos libres a Manstein, y había subordinado a sus órdenes a las fuerzas SS.
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DECISIÓN
Hitler y Manstein se habían entrevistado en el cuartel de Manstein el 6 de febrero y allí Manstein había logrado convencer a Hitler de que la crisis desembocaría en una catástrofe a menos que se le permitiera ceder territorio para preparar un gran contragolpe que cortara la ofensiva enemiga. Hitler había insistido en sus usuales argumentos de que un abandono de territorio imposibilitaría la continuación de la guerra, que la pérdida de prestigio de Alemania sería insalvable, que el ER estaba al borde del desfallecimiento y ya había consumido todas sus fuerzas…, pero Manstein se mantuvo firme en sus pretensiones y el fuhrer, al parecer conmocionado por la sensación de peligro (había tropas soviéticas avanzando hacia el cuartel de Manstein a menos de 50 km: nunca había estado tan cerca de la línea de batalla en el este) cedió y volvió precipitadamente a su propio cuartel.
Ahora Manstein podía por fin empezar a operar sin trabas, y a medida que las fuerzas alemanas se retiraban iba concentrando su fuerza para el contraataque. Hitler exigió una inmediata reconquista de Jarkov a las unidades SS, pero Manstein se negó a desperdiciar la fuerza de las divisiones del I PzKorp SS en un asalto descoordinado y continuó preparando su golpe.
Al ceder terreno estaba arrastrando tras de sí a los soviéticos más allá de lo que sus lineas de suministro les permitían. El sexto ejército al mando de Vatutin se había lanzado hacia adelante para cortar la supuesta huida de los alemanes y embolsarles mientras el resto, pero ahora estaba desgastado y casi aislado, lo que le convertía en una presa fácil para un ataque por los flancos. Lo que Stavka había interpretado como una reagrupación de cara a la retirada era una rápida concentración en torno a Krasnograd de las fuerzas SS, al fin reforzadas por la Totenkopf, mientras el XV y LVII PzKorps se concentraban en Krasnoarmeyskoye y el XLVIII en Zaporozhe, a fin de cubrir el lado sur del cepo en el que los soviéticos estaban entrando. El plan de Manstein implicaba tres fases: un asalto hacia Kharkov para aislar a las fuerzas soviéticas avanzadas, el envolvimiento de las tropas del ER en la cuenca del Donetz y la eliminación del saliente que esa operación dejaría al norte, en torno a la ciudad de Kursk. De esa forma se estabilizaría el frente, se causarían grandes bajas al enemigo y se acortaría considerablemente la línea de las fuerzas alemanas permitiendo concentrar una adecuada reserva móvil.
Estaba a punto de empezar la tercera batalla de Kharkov, la última cabalgada de los panzer victoriosos. También iba a ser la primera vez que las divisiones de la Waffen SS participaran en combates acorazados.
Pz IV en las afueras de Kharkov. Como se ve, el frio no era un obstáculo para las operaciones de los pánzer, siendo mucho más intratable el barro.
Hitler y Manstein se habían entrevistado en el cuartel de Manstein el 6 de febrero y allí Manstein había logrado convencer a Hitler de que la crisis desembocaría en una catástrofe a menos que se le permitiera ceder territorio para preparar un gran contragolpe que cortara la ofensiva enemiga. Hitler había insistido en sus usuales argumentos de que un abandono de territorio imposibilitaría la continuación de la guerra, que la pérdida de prestigio de Alemania sería insalvable, que el ER estaba al borde del desfallecimiento y ya había consumido todas sus fuerzas…, pero Manstein se mantuvo firme en sus pretensiones y el fuhrer, al parecer conmocionado por la sensación de peligro (había tropas soviéticas avanzando hacia el cuartel de Manstein a menos de 50 km: nunca había estado tan cerca de la línea de batalla en el este) cedió y volvió precipitadamente a su propio cuartel.
Ahora Manstein podía por fin empezar a operar sin trabas, y a medida que las fuerzas alemanas se retiraban iba concentrando su fuerza para el contraataque. Hitler exigió una inmediata reconquista de Jarkov a las unidades SS, pero Manstein se negó a desperdiciar la fuerza de las divisiones del I PzKorp SS en un asalto descoordinado y continuó preparando su golpe.
Al ceder terreno estaba arrastrando tras de sí a los soviéticos más allá de lo que sus lineas de suministro les permitían. El sexto ejército al mando de Vatutin se había lanzado hacia adelante para cortar la supuesta huida de los alemanes y embolsarles mientras el resto, pero ahora estaba desgastado y casi aislado, lo que le convertía en una presa fácil para un ataque por los flancos. Lo que Stavka había interpretado como una reagrupación de cara a la retirada era una rápida concentración en torno a Krasnograd de las fuerzas SS, al fin reforzadas por la Totenkopf, mientras el XV y LVII PzKorps se concentraban en Krasnoarmeyskoye y el XLVIII en Zaporozhe, a fin de cubrir el lado sur del cepo en el que los soviéticos estaban entrando. El plan de Manstein implicaba tres fases: un asalto hacia Kharkov para aislar a las fuerzas soviéticas avanzadas, el envolvimiento de las tropas del ER en la cuenca del Donetz y la eliminación del saliente que esa operación dejaría al norte, en torno a la ciudad de Kursk. De esa forma se estabilizaría el frente, se causarían grandes bajas al enemigo y se acortaría considerablemente la línea de las fuerzas alemanas permitiendo concentrar una adecuada reserva móvil.
Estaba a punto de empezar la tercera batalla de Kharkov, la última cabalgada de los panzer victoriosos. También iba a ser la primera vez que las divisiones de la Waffen SS participaran en combates acorazados.
Pz IV en las afueras de Kharkov. Como se ve, el frio no era un obstáculo para las operaciones de los pánzer, siendo mucho más intratable el barro.
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CONTRAGOLPE
El 19 de febrero comenzó la ofensiva. La Das Reich pasó al contraataque precedida por un furioso asalto de la 4ª LF dirigida por Richtoffen, avanzando a través de las agotadas tropas de Vatutin como un torrente y alcanzando Pavlograd dos días después, donde se reunió con el avance de la Totenkopf y continuaron su avance hacia el este, en paralelo a la retirada de las tropas enemigas. Stavka mandó rápidamente unidades de refuerzo, un cuerpo blindado al completo, pero Hausser había avanzado con la Leibstandarte sin ser advertido por los soviéticos y cortó la retaguardia de los refuerzos del ER mientras las otras dos divisiones del I PzKorp SS completaban el cerco y aniquilaban la fuerza enemiga. Durante su avance las divisones SS fueron apoyadas directamente por la división motorizada GrossDeutschland (del XLVIII PzKorp) que al igual que las unidades de Himmler, había recibido una compañía de carros tigre como complemento; esta fuerza fue también apoyada más al sur por las PzDiv 6ª y 17ª (también del XLVIII)
Entretanto el grupo de combate Kempf, reforzado por los restos del 4º ejército pánzer de Hoth, pasaban al ataque presionando hacia el norte de Kharkov y el I ejército Pánzer dirigido por Mackensen envolvía a las fuerzas del ER que habían avanzado por el sur de la ciudad
En ese momento debería haberse proseguido el avance en persecución de las tropas del ER que se retiraban a toda prisa, pero Hausser, decidido a lavar el prestigio de las Waffen, avanzó directamente sobre Jarkov, tomándola al asalto el 15 de marzo tras un feroz combate callejero en vez de embolsarla para que las unidades de Hoth remataran el trabajo. Los soviéticos sufrieron tremendas pérdidas pero la reconquista de la ciudad le costaría a los SS casi 11000 bajas y eso, unido al retraso producido por la dura lucha, impidieron a Manstein alcanzar los objetivos que se había marcado al comenzar el contragolpe.
Pese a todo el 18 de marzo cayó la ciudad de Belgorod y el 26 de marzo las tropas del ER se habían retirado más allá del Donetz. Seis ejércitos soviéticos habían sido barridos en el avance alemán, pero ahora los alemanes tenían un nuevo adversario ya que ante la inminencia de un desastre Stalin había enviado a su bombero particular, el mariscal Zukhov, que logró frenar el avance de Manstein hacia el saliente de Kursk, al norte del Donetz, desplegando sus fuerzas a lo largo de la ribera norte y en torno a Oboyán. La llegada de la primavera y el comienzo de la rasputitsa, la temporada del barro, paralizaron las operaciones a final de mes.
La victoria de Manstein, pese a no ser completa, fue un logro táctico asombroso, probablemente la obra maestra de la segunda guerra mundial. Logró dar completamente la vuelta a la situación frente a fuerzas muy superiores en número y con la moral muy alta tras la victoria de Stalingrado. La LW había logrado mantener la superioridad aérea sobre el campo de batalla pese a las desastrosas pérdidas de los meses anteriores y, bajo la dirección de Manstein, las fuerzas acorazadas alemanas habían demostrado de nuevo una capacidad de combate asombrosa. Manstein había logrado una victoria en el más puro estilo de Cannas, pero al igual que Cannas iba a ser infructuosa.
tigre del PzReg de la GrossDeutschland
El 19 de febrero comenzó la ofensiva. La Das Reich pasó al contraataque precedida por un furioso asalto de la 4ª LF dirigida por Richtoffen, avanzando a través de las agotadas tropas de Vatutin como un torrente y alcanzando Pavlograd dos días después, donde se reunió con el avance de la Totenkopf y continuaron su avance hacia el este, en paralelo a la retirada de las tropas enemigas. Stavka mandó rápidamente unidades de refuerzo, un cuerpo blindado al completo, pero Hausser había avanzado con la Leibstandarte sin ser advertido por los soviéticos y cortó la retaguardia de los refuerzos del ER mientras las otras dos divisiones del I PzKorp SS completaban el cerco y aniquilaban la fuerza enemiga. Durante su avance las divisones SS fueron apoyadas directamente por la división motorizada GrossDeutschland (del XLVIII PzKorp) que al igual que las unidades de Himmler, había recibido una compañía de carros tigre como complemento; esta fuerza fue también apoyada más al sur por las PzDiv 6ª y 17ª (también del XLVIII)
Entretanto el grupo de combate Kempf, reforzado por los restos del 4º ejército pánzer de Hoth, pasaban al ataque presionando hacia el norte de Kharkov y el I ejército Pánzer dirigido por Mackensen envolvía a las fuerzas del ER que habían avanzado por el sur de la ciudad
En ese momento debería haberse proseguido el avance en persecución de las tropas del ER que se retiraban a toda prisa, pero Hausser, decidido a lavar el prestigio de las Waffen, avanzó directamente sobre Jarkov, tomándola al asalto el 15 de marzo tras un feroz combate callejero en vez de embolsarla para que las unidades de Hoth remataran el trabajo. Los soviéticos sufrieron tremendas pérdidas pero la reconquista de la ciudad le costaría a los SS casi 11000 bajas y eso, unido al retraso producido por la dura lucha, impidieron a Manstein alcanzar los objetivos que se había marcado al comenzar el contragolpe.
Pese a todo el 18 de marzo cayó la ciudad de Belgorod y el 26 de marzo las tropas del ER se habían retirado más allá del Donetz. Seis ejércitos soviéticos habían sido barridos en el avance alemán, pero ahora los alemanes tenían un nuevo adversario ya que ante la inminencia de un desastre Stalin había enviado a su bombero particular, el mariscal Zukhov, que logró frenar el avance de Manstein hacia el saliente de Kursk, al norte del Donetz, desplegando sus fuerzas a lo largo de la ribera norte y en torno a Oboyán. La llegada de la primavera y el comienzo de la rasputitsa, la temporada del barro, paralizaron las operaciones a final de mes.
La victoria de Manstein, pese a no ser completa, fue un logro táctico asombroso, probablemente la obra maestra de la segunda guerra mundial. Logró dar completamente la vuelta a la situación frente a fuerzas muy superiores en número y con la moral muy alta tras la victoria de Stalingrado. La LW había logrado mantener la superioridad aérea sobre el campo de batalla pese a las desastrosas pérdidas de los meses anteriores y, bajo la dirección de Manstein, las fuerzas acorazadas alemanas habían demostrado de nuevo una capacidad de combate asombrosa. Manstein había logrado una victoria en el más puro estilo de Cannas, pero al igual que Cannas iba a ser infructuosa.
tigre del PzReg de la GrossDeutschland
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Felicitaciones a Japa por la excelente serie de posts sobre los panzers alemanes. Sin ninguna duda, de ser recopilados y ampliados, serian dignos de hacer un buen libro sobre el tema.
Y me vais a permitir un pequeño off topic.
Veo que Japa ha hecho referencia de vez en cuando al tungsteno, metal que se usa para aumentar la densidad en la punta de los proyectiles aumentando su capacidad de perforación. Pues bien dicho metal fue descubierto por unos españoles a finales del siglo XVIII y lo bautizaron como wolframio (W), que no tungsteno. Ocurrió que un británico años después lo redescubrió, y lo bautizó como tungsteno. Pero a los hermanos Del Húyar, como descubridores originales, les corresponde bautizar al elemento, y lo llamaron wolframio...y como tal lo reconoce la IUPAC, la Unión Internacional de Química Aplicada. Siendo uno de los tres elementos descubiertos por españoles (los otros dos son el platino y el vanadio), rogaria que nos esforzemos por utilizar el término wolframio (que ademas es el término correcto), y no el anglicismo tungsteno.
Perdón por el off topic, y felicitaciones de nuevo a Japa por su excelente labor.
Y me vais a permitir un pequeño off topic.
Veo que Japa ha hecho referencia de vez en cuando al tungsteno, metal que se usa para aumentar la densidad en la punta de los proyectiles aumentando su capacidad de perforación. Pues bien dicho metal fue descubierto por unos españoles a finales del siglo XVIII y lo bautizaron como wolframio (W), que no tungsteno. Ocurrió que un británico años después lo redescubrió, y lo bautizó como tungsteno. Pero a los hermanos Del Húyar, como descubridores originales, les corresponde bautizar al elemento, y lo llamaron wolframio...y como tal lo reconoce la IUPAC, la Unión Internacional de Química Aplicada. Siendo uno de los tres elementos descubiertos por españoles (los otros dos son el platino y el vanadio), rogaria que nos esforzemos por utilizar el término wolframio (que ademas es el término correcto), y no el anglicismo tungsteno.
Perdón por el off topic, y felicitaciones de nuevo a Japa por su excelente labor.
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