Los Panzer alemanes: detrás del mito
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
Los carros como el Panzer III, que se retiró de la producción en la primavera del 43, sufrirían mucho más canibalismo que los de los modelos en fábrica. Uno de los defectos de la planificación industrial alemana es que no se prestaba demasiada atención al apartado de los repuestos y solía producirse una baja cantidad de piezas de reserva por cada carro producido (en el caso de los tiger eso era muy bajo, por la dificultad de producción de los elementos, dándose meses en los que por cada cinco carros producidos tan sólo se entregó un motor de recambio). Los modelos obsoletos como los PzIII y IV de cañón corto eran valorados en función de la posibilidad de reutilización para otros cometidos y, por ejemplo, los Pz II y Pz 38 retirados del servicio en 1942 fueron destinados a base para cazacarros. Es difícil establecer, pues, cuantos ejemplares volvían a sus unidades de origen ya que era más rápido reemplazarlos por carros en reserva y luego emplear los reparados en las unidades que necesitaran en ese momento nuevas unidades.
Por otra parte a partir de Kursk las unidades acorazadas veteranas del Heer fueron decayendo ya que Hitler consideró preferible constituir nuevas unidades tipo panzer brigada destinando a esatas unidades todo el material posible y descuidando el reequipamiento de las viejas, ya que opinaba que la lealtad nacionalsocialista de las nuevas sería superior. Eso unido a la preferencia de las Waffen para equipamiento llevó las plantillas de algunas divisiones acorazadas a casi inexistencia.
Por otra parte a partir de Kursk las unidades acorazadas veteranas del Heer fueron decayendo ya que Hitler consideró preferible constituir nuevas unidades tipo panzer brigada destinando a esatas unidades todo el material posible y descuidando el reequipamiento de las viejas, ya que opinaba que la lealtad nacionalsocialista de las nuevas sería superior. Eso unido a la preferencia de las Waffen para equipamiento llevó las plantillas de algunas divisiones acorazadas a casi inexistencia.
-
- General de Brigada
- Mensajes: 4385
- Registrado: 23 Ago 2003, 18:19
- Ubicación: Oxfordshire, RU
Los modelos obsoletos como los PzIII y IV de cañón corto eran valorados en función de la posibilidad de reutilización para otros cometidos y, por ejemplo, los Pz II y Pz 38 retirados del servicio en 1942 fueron destinados a base para cazacarros.
Bueno, de esa lista el único en ser totalmente retirado de producción fue el Pz-II. El chasis del Pz-III siguió siendo utilizado para el StuG, y el del Pz(t)-38 para el Marder III y Hetzer.
Es difícil establecer, pues, cuantos ejemplares volvían a sus unidades de origen ya que era más rápido reemplazarlos por carros en reserva y luego emplear los reparados en las unidades que necesitaran en ese momento nuevas unidades.
Generalmente las unidades hacían todo lo posible para evitar que los vehículos fuesen enviados a Alemania, ya que nadie te garantizaba en cuanto tiempo iban a regresar, si es que lo hacían.
El tema de reparaciones de Panzer parece muy interesante, a ver si busco algo de información.
Saludos.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
-
- General de Brigada
- Mensajes: 4385
- Registrado: 23 Ago 2003, 18:19
- Ubicación: Oxfordshire, RU
Por otra parte son usuales los carros Pz IV "híbridos", con una barcaza del AusfD, una torre AusfF con el cañón L/48 y protecciones envolventes en la torre del tipo usadas en el AusfG. La política era la de "aquí no se tira nada"
Tampoco es de extrañar, porque el Pz-IV era en mi opinión un tanque perfectamente válido. En 1943 disponía de una torreta de 3 personas, un cañón 75L48 bastante superior al 76L41 soviético, buenas ópticas y una radio efectiva. Su protección y movilidad eran inferiores pero nada que no se pudiese solucionar una buena tripulación. Además, el T-34-76 tenía sólo 4 tripulantes, muchos de ellos no tenían radio, y el comandante andaba sobrecargado, por lo que no siempre se podía dedicar a sus tareas.
Hitler, con su habitual lógica, quería retirarlo y sustituirlo por Pz-V, un tanque todavía inmaduro y en general mucho menos fiable. Eso por no hablar del tiempo que se necesitaría para adaptar todas las fábricas para que produzcan un modelo totalmente diferente y el doble de pesado. Esto no es moco de pavo, por ejemplo, las factorías de Checoslovaquia no podían manipular tan grandes masas sin necesitar unas obras de gran magnitud.
Saludos.
-
- Cabo Primero
- Mensajes: 166
- Registrado: 07 Ago 2004, 20:51
¿Qué castigo podría soportar un Pz-IV de cañon largo frente a un T-34/76? Esos 80 mm frontales no serían papel de fumar, digo yo. Y a que distancia podría el Pz-IV cargarse un T-34/76 o T-34/85? (No se si ambos modelos tenían el mismo blindaje en el casco). El cañon largo de 75 mm tampoco era ninguna tonteria, aunque supongo que un T-34/85 convertía un Pz-IV en una cafetera desde muy lejos
- samurayito
- Comandante
- Mensajes: 1547
- Registrado: 13 Jun 2004, 18:05
Para mi el Panzer-IV es el carro por excelencia de la SGM, por delante del Sherman y del T-34. Un diseño genial que aguanto en primera linea con muy buenas prestaciones durante toda la guerra.
Sobre las panzer brigade, he encontrado que se crearon varias, empezando por la 101, 102...y que tras un tiempo en servicio se fusionaron con las divisiones panzer mas desgastadas.
Hay alguna fuente que explique el porque de la creacion de esas brigadas?
Se inspiraban en el mismo principio que los nuevos panzer corps de 1945?
Japa: no quiero pisarte el callo, asi que ya me diras si vas a tratar esos temas. Yo podria postear algo, sacado de la web, creo.
Un panzer saludo.
Sobre las panzer brigade, he encontrado que se crearon varias, empezando por la 101, 102...y que tras un tiempo en servicio se fusionaron con las divisiones panzer mas desgastadas.
Hay alguna fuente que explique el porque de la creacion de esas brigadas?
Se inspiraban en el mismo principio que los nuevos panzer corps de 1945?
Japa: no quiero pisarte el callo, asi que ya me diras si vas a tratar esos temas. Yo podria postear algo, sacado de la web, creo.
Un panzer saludo.
-
- General de Brigada
- Mensajes: 4385
- Registrado: 23 Ago 2003, 18:19
- Ubicación: Oxfordshire, RU
Esos 80 mm frontales no serían papel de fumar, digo yo. Y a que distancia podría el Pz-IV cargarse un T-34/76 o T-34/85?
El cañón del Pz-IV penetraba la parte frontal del T-34-85 desde 1200-1250 metros (con munución PzGr 40). Esto le da una buena posibilidad en la mayoría de los enfrentamientos. El problema es que el chasis estaba sobrecargado, afectando sobre todo a la suspensión. Los fineses no quedaron muy contentos con sus Pz-IV. Las tripulaciones los apodaron "sacudidor" debido a las vibraciones, y en muchas ocasiones las ruedas delanteras se rompían. Encima al final de la guerra eliminaron el motor eléctrico de la torreta (Pz-IVJ).
Datos sobre el T-34-85 disparando al Pz-IV son más dificiles de encontrar, pero a finales de la guerra los T-34 eran capaces de penetrar 180mm a 100 metros a 0°. Un Pz-IVG sólo tenía 50mm de blindaje en la torreta, y 80mm en el chasis, por lo que podía ser destruido desde +1500 metros.
Saludos.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
OREL
Habíamos dejado a las fuerzas de Hoth finalmente atascadas en la pesadilla del flanco norte el día 11 de julio. El IX ejército estaba situado en una posición muy delicada y Model lo sabía. Si los soviéticos se lanzaban a la ofensiva y cortaban sus comunicaciones toda su fuerza quedaría embolsada en un nuevo Stalingrado. ¿Qué fuerzas cubrían su flanco, en previsión de esa eventualidad?
Al Este del IX ejército estaba el II PzArm de Rudolf Schmidt. Tras ese sonoro nombre se disimulaba una fuerza mayoritariamnte deinfantería, dividida (de norte a sur) entre los Cuerpos LV bajo el mando de Jaeschk, con 5 InfDiv, el LIII del general Cloessner, con una PzGrDiv (mucho peor equipada que las del IV PzArm) y 4 InfDiv, y el XXXV del general Rendulic con otras cuatro InfDiv. La reserva del II PzArm incluía las únicas dos PzDiv de todo ese ejército (ña 5ª y la 8ª, con menos de 120 panzer entre las dos) y otras dos InfDiv. La fuerza artillera de todo el II PzArm era de unas 630 piezas en total. Como podemos ver no se trtaba de un ejército demasiado impresionante. Su verdadera ventaja táctica era que las fuerzas del Grupo de Ejércitos Centro ocupaban esas posiciones desde 1941 y habían tenido tiempo y medios para preparar bien sus posiciones defensivas.
Cuando el 11 de julio se iniciaron los combates en el frente del II PzArm (en torno a Bolkhov y Ulyanovo, el lao norte del saliete de Orel) Kluge no les dio demasiada importancia, y consideró que las fuerzas de Schmidt podrían sostenerse sin demasiadas dificultades si recibían algunos refuerzos, así que ordenó que cesaran las actividades ofensivas del IX ejército y que las fuerzas de Model se mprepararan para sostener sus posiciones a la espera de reanudar los ataques una vez solucionada la situación. Las PzDiv 12, 18 y 20 y la 36 InfDiv debían prepararse para actuar como reserva móvil del II PzArm. Sin embargo para el día 13 empezó a aclararse la situación y la verdadera magnitud del ataque soviético empezó a vislumbrarse. Kluge estaba convencido de que se trataba de ataques destinados a aliviar la presión sobre las fuerzas de Rokossovski, ya que asumía que dada la gran concentración de fuerza del ER en el dispositivo defensivo del saliente no era posible que Stavka se dispusiera a pasar a la ofensiva, pero el día 14 ya estaba claro que la intención del ER era precisamente esa, pasar a la ofensiva (operación Kutuzov), barrer al II PzArm y cercar al IX ejército contra el Frente Central para posteriormente aniquilarlo. Con eso el Grupo de Ejércitos Centro dejaría de existir. La inteligencia alemana había subestimado de manera asombrosa las reservas del ER.
El OKW entregó el mando conjunto del IX ejército y el II PzArm a Model. Éste decidió mantenerse a la defensiva hasta tener claras las líneas maestras del ataque soviético y, entretanto, reforzó al II PzArm con la 2ª PzDiv y dos batallones de stugs y uno de Nebelfewer. La 12 y 18 PzDiv se concentraron en rechazar a las fuerzas soviéticas en Bolhkov y Ulyanovo mientras las fuerzas de refuerzo, seguidas por la 8ª PzDiv y fuerzas de infantería, se dirigían al nuevo frente. Al día siguiente parecía que la situación se había estabilizado, pero en ese momento las fuerzas del Frente Central pasarron a su vez a la ofensiva contra el IX ejército dentro del saliente, reforzándose con tropas procedentes del sector central del mismo. Aunque inicialmente el IX se sostuvo, Model pidió permiso para iniciar la retirada.
Las fuerzas de Model fueron saliendo poco a poco de la trampa apoyándose en la pantalla de sus fuerzas CC. De nuevo los cañones de los Tiger y Ferdinand marcaban la diferencia, y el 505 SpzAbt actuaba como un apagafuegos de un lado a otro con sus escasos carros utilizables. Hacia el 18 las fuerzas del IX ejército habían vuelto a sus posiciones de partida, 12 días atrás.
En ese momento los soviéticos se lanzaron de nuevo en fuerza contra el II PzArm y para el 20 de julio el 11º ejército de Guardias se había abierto paso por entre el LV y el XIII cuerpos. Las tropas alemanas se prepararon para retirarse a fin de alcanzar las posiciones de la línea Hagen, casi 80 km al oeste de la línea original del frente y el 24, después de haber lanzado todas sus reservas al combate, Model dio inicio al repliegue de sus dos ejércitos. Esa retirada se dividió en cuatro repliegues escalonados. La dura resistencia de las fuerzas de infantería del II PzArm les había costado casi la aniquilación como unidades combatientes, pero eso había permitido al IX ejército salir a tiempo de la trampa y así Model pudo redesplegar sus fuerzas a fin de cubrir la retirada sin que se convirtiera en una huida. Eso salvó al Grupo de Ejércitos Centro del desastre.
Entre el 31 de julio y el 17 de agosto las tropas de Model se batieron paso a paso en su repliegue hacia las nuevas posiciones al este de Bryansk. Las fuerzas soviéticas no aflojaron la presión ni un sólo momento, pese a que las repentinas lluvias convirtieron los caminos en lodazales. El 4 de agosto las fuerzas alemanas alcanzaron su primera línea de defensa temporal en Kromy.
Sin dar un respiro al enemigo, el día 5 las tropas del ER trataron de romper la línea pero fueron rechazadas con duros esfuerzos y el apoyo de todas las fuerzas disponibles de la LW en el sector. El II PzArm completó al evacuación de Orel y dio comienzo la segunda fase del repliegue hasta el río Moshchenka, la segunda línea prevista. Los soviéticos continuaron tratando de flanquear a las fuerzas que se replegaban pero a medida que las líneas se acortaban Model pudo empezar a reorganizar sus fuerzas de cara a ganar movilidad táctica y sólo el día 10, tras durísimos combates en torno a la ciudad de Dmitrovsk, se inició la tercera fase del repliegue alemán. Para entonces las ofensivas contra el Grupo de ejércitos Sur ya habían comenzado y todo el frente se había convertido en una tormenta.
El 13 de agosto los dos ejércitos de Model lograron unirse y dió comienzo la última fase de la retirada y el día 15 las fuerzas alemanas comenzaron a desplegarse en la línea Hagen. Hacia el 17 ya habían establecido una sólida línea defensiva. Model había logrado sacar a sus fuerzas de la trampa de Orel, pero sus fuerzas acorazadas estaban tremendamente diezmadas y todos los esfuerzos del IX ejército en Ciudadela se habían perdido. Además, la falta de previsión de la inteligencia alemana había dado una flasa seguridad de cara a organizar la ofensiva contra Kursk y se habían establecido importantes depósitos logísticos en el saliente que habían tenido que ser destruidos por los alemanes en retirada o habían caído en manos soviéticas. La moral de las agotadas tropas alemanas no estaba en su mejor momento, y su equipamiento material estaba bajo mínimos.
Habíamos dejado a las fuerzas de Hoth finalmente atascadas en la pesadilla del flanco norte el día 11 de julio. El IX ejército estaba situado en una posición muy delicada y Model lo sabía. Si los soviéticos se lanzaban a la ofensiva y cortaban sus comunicaciones toda su fuerza quedaría embolsada en un nuevo Stalingrado. ¿Qué fuerzas cubrían su flanco, en previsión de esa eventualidad?
Al Este del IX ejército estaba el II PzArm de Rudolf Schmidt. Tras ese sonoro nombre se disimulaba una fuerza mayoritariamnte deinfantería, dividida (de norte a sur) entre los Cuerpos LV bajo el mando de Jaeschk, con 5 InfDiv, el LIII del general Cloessner, con una PzGrDiv (mucho peor equipada que las del IV PzArm) y 4 InfDiv, y el XXXV del general Rendulic con otras cuatro InfDiv. La reserva del II PzArm incluía las únicas dos PzDiv de todo ese ejército (ña 5ª y la 8ª, con menos de 120 panzer entre las dos) y otras dos InfDiv. La fuerza artillera de todo el II PzArm era de unas 630 piezas en total. Como podemos ver no se trtaba de un ejército demasiado impresionante. Su verdadera ventaja táctica era que las fuerzas del Grupo de Ejércitos Centro ocupaban esas posiciones desde 1941 y habían tenido tiempo y medios para preparar bien sus posiciones defensivas.
Cuando el 11 de julio se iniciaron los combates en el frente del II PzArm (en torno a Bolkhov y Ulyanovo, el lao norte del saliete de Orel) Kluge no les dio demasiada importancia, y consideró que las fuerzas de Schmidt podrían sostenerse sin demasiadas dificultades si recibían algunos refuerzos, así que ordenó que cesaran las actividades ofensivas del IX ejército y que las fuerzas de Model se mprepararan para sostener sus posiciones a la espera de reanudar los ataques una vez solucionada la situación. Las PzDiv 12, 18 y 20 y la 36 InfDiv debían prepararse para actuar como reserva móvil del II PzArm. Sin embargo para el día 13 empezó a aclararse la situación y la verdadera magnitud del ataque soviético empezó a vislumbrarse. Kluge estaba convencido de que se trataba de ataques destinados a aliviar la presión sobre las fuerzas de Rokossovski, ya que asumía que dada la gran concentración de fuerza del ER en el dispositivo defensivo del saliente no era posible que Stavka se dispusiera a pasar a la ofensiva, pero el día 14 ya estaba claro que la intención del ER era precisamente esa, pasar a la ofensiva (operación Kutuzov), barrer al II PzArm y cercar al IX ejército contra el Frente Central para posteriormente aniquilarlo. Con eso el Grupo de Ejércitos Centro dejaría de existir. La inteligencia alemana había subestimado de manera asombrosa las reservas del ER.
El OKW entregó el mando conjunto del IX ejército y el II PzArm a Model. Éste decidió mantenerse a la defensiva hasta tener claras las líneas maestras del ataque soviético y, entretanto, reforzó al II PzArm con la 2ª PzDiv y dos batallones de stugs y uno de Nebelfewer. La 12 y 18 PzDiv se concentraron en rechazar a las fuerzas soviéticas en Bolhkov y Ulyanovo mientras las fuerzas de refuerzo, seguidas por la 8ª PzDiv y fuerzas de infantería, se dirigían al nuevo frente. Al día siguiente parecía que la situación se había estabilizado, pero en ese momento las fuerzas del Frente Central pasarron a su vez a la ofensiva contra el IX ejército dentro del saliente, reforzándose con tropas procedentes del sector central del mismo. Aunque inicialmente el IX se sostuvo, Model pidió permiso para iniciar la retirada.
Las fuerzas de Model fueron saliendo poco a poco de la trampa apoyándose en la pantalla de sus fuerzas CC. De nuevo los cañones de los Tiger y Ferdinand marcaban la diferencia, y el 505 SpzAbt actuaba como un apagafuegos de un lado a otro con sus escasos carros utilizables. Hacia el 18 las fuerzas del IX ejército habían vuelto a sus posiciones de partida, 12 días atrás.
En ese momento los soviéticos se lanzaron de nuevo en fuerza contra el II PzArm y para el 20 de julio el 11º ejército de Guardias se había abierto paso por entre el LV y el XIII cuerpos. Las tropas alemanas se prepararon para retirarse a fin de alcanzar las posiciones de la línea Hagen, casi 80 km al oeste de la línea original del frente y el 24, después de haber lanzado todas sus reservas al combate, Model dio inicio al repliegue de sus dos ejércitos. Esa retirada se dividió en cuatro repliegues escalonados. La dura resistencia de las fuerzas de infantería del II PzArm les había costado casi la aniquilación como unidades combatientes, pero eso había permitido al IX ejército salir a tiempo de la trampa y así Model pudo redesplegar sus fuerzas a fin de cubrir la retirada sin que se convirtiera en una huida. Eso salvó al Grupo de Ejércitos Centro del desastre.
Entre el 31 de julio y el 17 de agosto las tropas de Model se batieron paso a paso en su repliegue hacia las nuevas posiciones al este de Bryansk. Las fuerzas soviéticas no aflojaron la presión ni un sólo momento, pese a que las repentinas lluvias convirtieron los caminos en lodazales. El 4 de agosto las fuerzas alemanas alcanzaron su primera línea de defensa temporal en Kromy.
Sin dar un respiro al enemigo, el día 5 las tropas del ER trataron de romper la línea pero fueron rechazadas con duros esfuerzos y el apoyo de todas las fuerzas disponibles de la LW en el sector. El II PzArm completó al evacuación de Orel y dio comienzo la segunda fase del repliegue hasta el río Moshchenka, la segunda línea prevista. Los soviéticos continuaron tratando de flanquear a las fuerzas que se replegaban pero a medida que las líneas se acortaban Model pudo empezar a reorganizar sus fuerzas de cara a ganar movilidad táctica y sólo el día 10, tras durísimos combates en torno a la ciudad de Dmitrovsk, se inició la tercera fase del repliegue alemán. Para entonces las ofensivas contra el Grupo de ejércitos Sur ya habían comenzado y todo el frente se había convertido en una tormenta.
El 13 de agosto los dos ejércitos de Model lograron unirse y dió comienzo la última fase de la retirada y el día 15 las fuerzas alemanas comenzaron a desplegarse en la línea Hagen. Hacia el 17 ya habían establecido una sólida línea defensiva. Model había logrado sacar a sus fuerzas de la trampa de Orel, pero sus fuerzas acorazadas estaban tremendamente diezmadas y todos los esfuerzos del IX ejército en Ciudadela se habían perdido. Además, la falta de previsión de la inteligencia alemana había dado una flasa seguridad de cara a organizar la ofensiva contra Kursk y se habían establecido importantes depósitos logísticos en el saliente que habían tenido que ser destruidos por los alemanes en retirada o habían caído en manos soviéticas. La moral de las agotadas tropas alemanas no estaba en su mejor momento, y su equipamiento material estaba bajo mínimos.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
GRUPO DE EJÉRCITOS SUR
Hacia el 14 de julil, como vimos, las operaciones ofensivas alemanas en el sur del saliente cesaron, marcando el final de Ciudadela. A partir de ese momento las fuerzas de Manstein iniciaron los preparativos destinados a asegurar sus posiciones y despejar las riberas del Pena y el Psel (operación Roland). El día 15, con cuatro días de retraso, las fuerzas de Kempf lograron juntarse con las tropas de Hausser cercando a las fuerzas soviéticas que no habían logrado aún retirarse de la cuña al norte de Belgorod.
Pese al desgaste, las fuerzas de Manstein estaban bastante bien si tenemos en cuenta los duros combates que habían sodtenido. La moral era alta ya que en todo momento se había avanzado y tras la lucha del día 12 tenían aún cerca del 50% de su potencial cde combate, una cifra que Manstein esperaba poder mejorar en los siguientes días. Así pues se opuso con firmeza a detener las operaciones, considerando que todavía estaba en buena situación para luchar la batalla definitiva contra las reservas soviéticas y concluir exitosamente la destrucción del saliente. Sin embargo el día 14 ya estaba claro que Model no iba a poder acudir a la cita en Kursk y que muy probablemente no lograría sostenerse en el saliente de Orel, así que las espectativas de Manstein parecen demasiado exageradas, sobretodo teniendo en cuenta que no había campo abierto para sus fuerzas al norte de Prohkorovka, sino más cinturones defensivos. En este caso parece claro que Manstein esrtaba sobreestimando mucho sus posibilidades, y es bastante probable que cualquier avance posterior hacia el norte se hubiera convertido en una victoria pírrica, ya que los soviéticos se preparaban a lanzar sus operaciones prinipales contra el grupo Sur.
Manstein confiaba aún en haber causado suficientes daños a las tropas soviéticas como para garantizar un cierto periodo de tranquilidad en el área de modo que las fuerzas acorazadas bajo su mando puedieran reorganizarse y recuperarse de las pérdidas sufridas. A priori no estab a desencaminado ya que más de la mitad de la fuerza acorazada soviética disponible en el frente sur estaba fuera de combate. De algo más de 3000 carros disponibles el día 5 de julio, quedaban en servicio menos de 1500. Sin embargo había varios factores que iban a desmentir la seguridad del mariscal.
Por un lado en cuanto cesaron los combates los mecánicos del ER se lanzaron a una titánica tarea de recuperación. Ahora jugaba a favor de los soviéticos una característica del T-34 que no habían logrado copiar ni por aproximación: su dureza y simplicidad mecánica. Casi un millar de carros iban a ser reparados en las semanas siguientes, lo que unido a la llegada de nuevas unidades desde las izarse elevaría enseguida la fuerza acorazada soviética a casi el 90 % de su fuerza numérica original.
Por supuesto las bajas humanas no eran tan fácilmente reposicionables, pero aquí iba a entrar otro factor en liza: la rapidez de la reacción soviética. En vez de darse un tiempo para reorganizarse y ganar una superioridad aplastante en el frente sur los soviéticos decidieron que la rapidez era vital: los alemanes no esperaban una ofensiva tan seguida, sobretodo cuando había tantas fuerzas del ER ya comprometidas en el combate por Orel, así que Vatutin y Rotmistriov estimaron, acertadamente, que la sorpresa táctica iba a ser decisiva.
Y el tercer factor iba a ser, como no, Hitler. Ante la contundencia del desembarco aliado en Sicilia, el temor a la defección italiana, el miedo a nuevos y repentinos desembarcos en la Italia continental o el Adriático y la contundencia de la ofensiva soviética contra el grupo de ejércitos Centro, el Fuhrer perdió los nervios y empezó a retirar fuerzas del Grupo Sur.
Primero las tres SS PzGrDiv fueron sacadas de la penetación y redesplegadas al sur, en torno a Stalino. Luego la GrossDeutchsland recibió la orden de pasar a disposición del Grupo de ejércitos Centro y la 3ª PzDiv pasó a las órdenes del I PzArm. De golpe (el 18 de julio) la fuerza de Manstein se veía reducida a la mitad, y por supuesto con órdenes de no ceder ni un palmo del terreno conquistado. Aún así Manstein todavía confiaba en que no había riesgo inminente de un asalto enemigo.
Hacia el 14 de julil, como vimos, las operaciones ofensivas alemanas en el sur del saliente cesaron, marcando el final de Ciudadela. A partir de ese momento las fuerzas de Manstein iniciaron los preparativos destinados a asegurar sus posiciones y despejar las riberas del Pena y el Psel (operación Roland). El día 15, con cuatro días de retraso, las fuerzas de Kempf lograron juntarse con las tropas de Hausser cercando a las fuerzas soviéticas que no habían logrado aún retirarse de la cuña al norte de Belgorod.
Pese al desgaste, las fuerzas de Manstein estaban bastante bien si tenemos en cuenta los duros combates que habían sodtenido. La moral era alta ya que en todo momento se había avanzado y tras la lucha del día 12 tenían aún cerca del 50% de su potencial cde combate, una cifra que Manstein esperaba poder mejorar en los siguientes días. Así pues se opuso con firmeza a detener las operaciones, considerando que todavía estaba en buena situación para luchar la batalla definitiva contra las reservas soviéticas y concluir exitosamente la destrucción del saliente. Sin embargo el día 14 ya estaba claro que Model no iba a poder acudir a la cita en Kursk y que muy probablemente no lograría sostenerse en el saliente de Orel, así que las espectativas de Manstein parecen demasiado exageradas, sobretodo teniendo en cuenta que no había campo abierto para sus fuerzas al norte de Prohkorovka, sino más cinturones defensivos. En este caso parece claro que Manstein esrtaba sobreestimando mucho sus posibilidades, y es bastante probable que cualquier avance posterior hacia el norte se hubiera convertido en una victoria pírrica, ya que los soviéticos se preparaban a lanzar sus operaciones prinipales contra el grupo Sur.
Manstein confiaba aún en haber causado suficientes daños a las tropas soviéticas como para garantizar un cierto periodo de tranquilidad en el área de modo que las fuerzas acorazadas bajo su mando puedieran reorganizarse y recuperarse de las pérdidas sufridas. A priori no estab a desencaminado ya que más de la mitad de la fuerza acorazada soviética disponible en el frente sur estaba fuera de combate. De algo más de 3000 carros disponibles el día 5 de julio, quedaban en servicio menos de 1500. Sin embargo había varios factores que iban a desmentir la seguridad del mariscal.
Por un lado en cuanto cesaron los combates los mecánicos del ER se lanzaron a una titánica tarea de recuperación. Ahora jugaba a favor de los soviéticos una característica del T-34 que no habían logrado copiar ni por aproximación: su dureza y simplicidad mecánica. Casi un millar de carros iban a ser reparados en las semanas siguientes, lo que unido a la llegada de nuevas unidades desde las izarse elevaría enseguida la fuerza acorazada soviética a casi el 90 % de su fuerza numérica original.
Por supuesto las bajas humanas no eran tan fácilmente reposicionables, pero aquí iba a entrar otro factor en liza: la rapidez de la reacción soviética. En vez de darse un tiempo para reorganizarse y ganar una superioridad aplastante en el frente sur los soviéticos decidieron que la rapidez era vital: los alemanes no esperaban una ofensiva tan seguida, sobretodo cuando había tantas fuerzas del ER ya comprometidas en el combate por Orel, así que Vatutin y Rotmistriov estimaron, acertadamente, que la sorpresa táctica iba a ser decisiva.
Y el tercer factor iba a ser, como no, Hitler. Ante la contundencia del desembarco aliado en Sicilia, el temor a la defección italiana, el miedo a nuevos y repentinos desembarcos en la Italia continental o el Adriático y la contundencia de la ofensiva soviética contra el grupo de ejércitos Centro, el Fuhrer perdió los nervios y empezó a retirar fuerzas del Grupo Sur.
Primero las tres SS PzGrDiv fueron sacadas de la penetación y redesplegadas al sur, en torno a Stalino. Luego la GrossDeutchsland recibió la orden de pasar a disposición del Grupo de ejércitos Centro y la 3ª PzDiv pasó a las órdenes del I PzArm. De golpe (el 18 de julio) la fuerza de Manstein se veía reducida a la mitad, y por supuesto con órdenes de no ceder ni un palmo del terreno conquistado. Aún así Manstein todavía confiaba en que no había riesgo inminente de un asalto enemigo.
Última edición por japa el 30 May 2007, 02:40, editado 1 vez en total.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
OPERACIÓN RUMANTSYEV
Mientras el Grupo Sur se debilitaba gracias a las órdenes del OKW; los soviéticos se preparaban para lanzarse hacia el oeste con toda su fuerza disponible. Zukhov desplegó al frente de la Estepa, maltrecho pero aún listo para luchar y todavía con una superioridad numérica alta, casi de dos y medio a uno, para el asalto. Disponía inicialmente de cuatro ejércitos y una nueva decisión de Hitler, destinando al II SS PzKorp a Italia, iba a facilitarle aún más las cosas de modo que hacia el 31 de julio ya tenía siete ejércitos listos y una superioridad de 3 a 1.
Hay que decir que en sus memorias Manstein cifra la superiodidad soviética en el frente sur en 1943 como de 8 a 1 y unas cifras de unidades enemigas astronómicas (la suma de sus estimaciones arroja más de doscientas divisiones frente a sus tropas). Las cifras reales eran mucho más bajas, ya que las pérdidas soviéticas habían sido fuertes y muchas unidades partieron a la lucha muy por debajo de su fuerza (hubo divisiones que no llegaban a cubrir el 20% de su plantilla). De todas formas a la hora de valorar las fuerzas enemigas Manstein incurre frecuentemente en exageraciones tremendas, y es uno de los principales responsables de la idea, tan extendida, de las inagotables fuerzas soviéticas lanzándose oleada tras oleada contra las líneas alemanas hasta romperlas por pura fuerza bruta. La realidad es que los movimientos del ER le pasaron totalmente desapercibidos y convirtieron todas sus previsiones en papel mojado.
El 17 dieron comienzo las primera operaciones contra las fuerzas alemanas al sur del saliente, en torno al río Mius. Pese al inicio de esos ataques Hitler persistió en sus órdenes de redespliegue para la Liebstandarte, que partió para Italia entregando su equipamiento a la Das Reich y la Totenkopf, que acudieron a cortar el avance soviético.
Manstein desplegó las unidedades restantes de sus fuerzas en un dispositivo defensivo amplio entre el Psel y el Mius. Los alemanes ahora ocupaban un profundo entrante en las lñíneas soviéticas entre Surny (100 km al oeste de Prohkorovka) y Kharkov (unos 115 km al sur) Confiaba en que no sólo tendría tiempo de consolidar su fuerza sino que disponía de suficiente espacio como para garantizar la movilidad táctica en caso de que los soviéticos pasarana a la ofensiva en septiembre, antes de las lluvias. Los combates en el Mius, como se ha dicho, no preocuparon demasiado a los mandos alemanes, que los vieron como un intento soviético de estabilizar el frente en el sur del saliente.
Al igual que su operación hermana al norte, los objetivos de Rumantsyev iban mucho más allá de frenar el avance alemán. Se trataba de liberar Kharkov y empujar a los alemanes hasta el Dnieper. Los combates iniciales distrajeron la atención de los alemanes, que fueron totalmente cogidos por sorpresa el día 3 de agosto, cuando dio comienzo la ofensiva en fuerza. La Maskirovka funcionó a la perfección y los alemanes no fueron capaces de ver los preparativos soviéticos incluso bajo sus narices. Los ingenieros del ER fueron capaces hasta de construir puentes sumergidos sobre el Donetz, a medio metro bajo su superficie, de modo que hubo unidades acorazadas soviéticas que atravesaron el río aparentemente flotando ante los atónitos ojos de los defensores.
Zukhov mismo dirigía las operaciones y se aplicó con un tesón implacable, sin reparar en pérdidas pero dispuesto a evitar que se produjeran nuevas sorpresas como la de unos meses antes. El golpe inicial fue de una tremenda contundencia y hubo sectores del frente alemán que simplemente dejaron de existir. Las tropas de Vatutin abrieron rápidamente brecha y penetraron profundamente en las líneas alemanas. al sur de Prokhorovka. El 5 de agosto Belgorod fue liberada casi a la vez que Orel, y Stalin ordenó salvas de artillería y fuegos artificailes para festejarlo.
La rapidez del movimiento soviético era algo totalmente inesperado para los alemanes. Antes de que pudieran reaccionar, el día 7 de agosto las tropas del VI ejército de Guardias habían alcanzado Bogodunkov, al oeste de Kharkov.. En la bolsa resultante la 19 PzDiv y los restos de tres InfDiv quedaron separadas de las líneas alemanas y fueron prácticamente aniquiladas en los siguientes combates.
El 8 Manstein informó a Zeitler que el Grupo de ejércitos Sur debía replegarse hacia el DNieper o perecer a menos que le llegaran rápidamente refuerzos. EL destacamento Kempf (ahora denominado VIII PzArm) recibió la 3ª PzDiv como refuerzo.
El día 9 las primeras unidades soviéticas se acercaban a Kharkov. Iba a dar comienzo la última batalla por la ciudad. Pese a la dura resistencia alemana, encabezada por la Totenkopf (que se unió a los combates el día 12), Manstein ordenó abandonar la ciudad y replegarse el día 22 pese a que Hitler insistía en mantenerla a toda costa ya que su pérdida disminuiría el prestigio alemán ante los turcos y los búlgaros (razones militares de peso, como puede verse).
Al día siguiente las tropas de Konev entraron en las ruinas de Kharkov.
Mientras el Grupo Sur se debilitaba gracias a las órdenes del OKW; los soviéticos se preparaban para lanzarse hacia el oeste con toda su fuerza disponible. Zukhov desplegó al frente de la Estepa, maltrecho pero aún listo para luchar y todavía con una superioridad numérica alta, casi de dos y medio a uno, para el asalto. Disponía inicialmente de cuatro ejércitos y una nueva decisión de Hitler, destinando al II SS PzKorp a Italia, iba a facilitarle aún más las cosas de modo que hacia el 31 de julio ya tenía siete ejércitos listos y una superioridad de 3 a 1.
Hay que decir que en sus memorias Manstein cifra la superiodidad soviética en el frente sur en 1943 como de 8 a 1 y unas cifras de unidades enemigas astronómicas (la suma de sus estimaciones arroja más de doscientas divisiones frente a sus tropas). Las cifras reales eran mucho más bajas, ya que las pérdidas soviéticas habían sido fuertes y muchas unidades partieron a la lucha muy por debajo de su fuerza (hubo divisiones que no llegaban a cubrir el 20% de su plantilla). De todas formas a la hora de valorar las fuerzas enemigas Manstein incurre frecuentemente en exageraciones tremendas, y es uno de los principales responsables de la idea, tan extendida, de las inagotables fuerzas soviéticas lanzándose oleada tras oleada contra las líneas alemanas hasta romperlas por pura fuerza bruta. La realidad es que los movimientos del ER le pasaron totalmente desapercibidos y convirtieron todas sus previsiones en papel mojado.
El 17 dieron comienzo las primera operaciones contra las fuerzas alemanas al sur del saliente, en torno al río Mius. Pese al inicio de esos ataques Hitler persistió en sus órdenes de redespliegue para la Liebstandarte, que partió para Italia entregando su equipamiento a la Das Reich y la Totenkopf, que acudieron a cortar el avance soviético.
Manstein desplegó las unidedades restantes de sus fuerzas en un dispositivo defensivo amplio entre el Psel y el Mius. Los alemanes ahora ocupaban un profundo entrante en las lñíneas soviéticas entre Surny (100 km al oeste de Prohkorovka) y Kharkov (unos 115 km al sur) Confiaba en que no sólo tendría tiempo de consolidar su fuerza sino que disponía de suficiente espacio como para garantizar la movilidad táctica en caso de que los soviéticos pasarana a la ofensiva en septiembre, antes de las lluvias. Los combates en el Mius, como se ha dicho, no preocuparon demasiado a los mandos alemanes, que los vieron como un intento soviético de estabilizar el frente en el sur del saliente.
Al igual que su operación hermana al norte, los objetivos de Rumantsyev iban mucho más allá de frenar el avance alemán. Se trataba de liberar Kharkov y empujar a los alemanes hasta el Dnieper. Los combates iniciales distrajeron la atención de los alemanes, que fueron totalmente cogidos por sorpresa el día 3 de agosto, cuando dio comienzo la ofensiva en fuerza. La Maskirovka funcionó a la perfección y los alemanes no fueron capaces de ver los preparativos soviéticos incluso bajo sus narices. Los ingenieros del ER fueron capaces hasta de construir puentes sumergidos sobre el Donetz, a medio metro bajo su superficie, de modo que hubo unidades acorazadas soviéticas que atravesaron el río aparentemente flotando ante los atónitos ojos de los defensores.
Zukhov mismo dirigía las operaciones y se aplicó con un tesón implacable, sin reparar en pérdidas pero dispuesto a evitar que se produjeran nuevas sorpresas como la de unos meses antes. El golpe inicial fue de una tremenda contundencia y hubo sectores del frente alemán que simplemente dejaron de existir. Las tropas de Vatutin abrieron rápidamente brecha y penetraron profundamente en las líneas alemanas. al sur de Prokhorovka. El 5 de agosto Belgorod fue liberada casi a la vez que Orel, y Stalin ordenó salvas de artillería y fuegos artificailes para festejarlo.
La rapidez del movimiento soviético era algo totalmente inesperado para los alemanes. Antes de que pudieran reaccionar, el día 7 de agosto las tropas del VI ejército de Guardias habían alcanzado Bogodunkov, al oeste de Kharkov.. En la bolsa resultante la 19 PzDiv y los restos de tres InfDiv quedaron separadas de las líneas alemanas y fueron prácticamente aniquiladas en los siguientes combates.
El 8 Manstein informó a Zeitler que el Grupo de ejércitos Sur debía replegarse hacia el DNieper o perecer a menos que le llegaran rápidamente refuerzos. EL destacamento Kempf (ahora denominado VIII PzArm) recibió la 3ª PzDiv como refuerzo.
El día 9 las primeras unidades soviéticas se acercaban a Kharkov. Iba a dar comienzo la última batalla por la ciudad. Pese a la dura resistencia alemana, encabezada por la Totenkopf (que se unió a los combates el día 12), Manstein ordenó abandonar la ciudad y replegarse el día 22 pese a que Hitler insistía en mantenerla a toda costa ya que su pérdida disminuiría el prestigio alemán ante los turcos y los búlgaros (razones militares de peso, como puede verse).
Al día siguiente las tropas de Konev entraron en las ruinas de Kharkov.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
LA RETIRADA HACIA EL DNIEPER
Las fuerzas de Manstein creían contar con una línea de retaguardia segura en el río Dnieper, el Ostwand, una serie de fortificaciones establecidas a lo largo de la ribera occidental del río por la organización Todt. Goebbels había hecho una gran campaña publicitaria sobre esas fortificaciones, que contendrían definitivamente la amenaza asiática.
Sin embargo la publicidad de Goebbels era lo único sólido de la muralla oriental. Para el verano de 1943 no se había construido casi nada, aparte de algunas obras menores, ya que Hitler opinaba por un lado que la victoria en Kursk haría innecesaria esa línea de defensa y por otra parte estimaba que la existencia de un cinturón fortificado en retaguardia disminuiría la moral combativa de las fuerzas en el frente. Cuando la amenaza fue evidente dio órdenes de acelerar los trabajos, pero era ridículo pretender hacer en unas semanas lo que no se había hecho en cuatro meses.
Rumantsyev no era la única preocupación del Grupo Sur. Poco antes de iniciarse los combates por Kharkov los soviéticos se prepararon a lanzar una nueva ofensiva contra las posiciones del Mius, y a su vez el grupo Centro se veía de nuevo ante una ofensiva enemiga hacia Smolensko (operación Suvorov) así que Manstein no iba a recibir después de todo ningún refuerzo de las tropas de Kluge, que inició una nueva retirada hacia el río Desna.
Pese a todo parecía que lo peor había pasado y el día 27 Manstein confiaba en estabilizar la situación en el flanco norte de su Grupo de Ejércitos. De nuevo se estaba equivocando
Hacia el 28 de agosto el reconstituido VI ejército, desplegado al este de Mariopol, al norte del Mar Negro, vio como su frente saltaba en pedazos ante una nueva ofensiva soviética. La cabeza de puente de Kubán, que Hitler se había obsesionado en mantener a toda costa (cuando Manstein le había pedido una y otra vez que fuera abandonada a fin de que las fuerzas que la ocupaban –XVII ejército– aprotaran el necesario refuerzo de infantería para Ciudadela) recibió por fin permiso para la evacuación a fin de reforzar Crimea. El frente oriental, literalmente, se estaba desintegrando.
Manstein se veía ahora ante la necesidad de replegar todo el frente sur alemán hacia el Dnieper. La cuenca del Donetz, tan duramente reconquistada en marzo, era ya indefendible. La nueva línea discurriría entre los ríos Desna (grupo Centro), y Dnieper (grupo Sur) hasta Melitopol, al norte del mar de Azov.
A primeros de septiembre los desembarcos aliados en la península italiana añadieron una nueva crisis para Alemania.
Pese a todos los desastres que amenazaban a sus tropas, Manstein logró el milagro y consiguió ir sacando paulatinamente a sus fuerzas del cepo. La disciplina de las tropas alemanas se mostró a la altura en un momento de verdadera desesperación.
Los soviéticos sabían que no podían aflojar la presión: era un "ahora o nunca" y continuaron hacia adelante pese a que sus fuerzas estaban muy debilitadas. El empuje soviético tenía mucho de apariencia (había unidades acorazadas por debajo del 10% de su fuerza operativa) pero las tropas de Zukhov continuaron avanzando sin cejar. En esas condiciones un contragolpe como el de Kharkov hubiera sido un desastre de primera magnitud, pero en septiembre del 43 la estrategia de Stavka había dado sus frutos y los alemanes ya no estaban en condiciones de contraatacar. En esos momentos lo único que ocupaba las mentes de los soldados germanos era alcanzar el Dnieper.
Las fuerzas de Manstein iban a tener que llevar a cabo milagros para establecer las defensas en la ribera occidental. Primero debían concentrarse para atravesarlo por los cinco puntos de paso disponibles y luego tenían que desplegarse a toda velocidad a lo largo de su orilla para sellarla antes de que los soviéticos llegaran.
El VI ejército debía replegarse hacia Melitopol. El XVII se dirigiría a Crimea desde allí. El I PzArm cruzaría el río por Saporoshje donde además debía sostener una cabeza de puente (la obsesión de Hitler por las cabezas de puente iba a costar mucha sangre a los alemanes). El VIII atravesaría por Chrkassy, manteniendo ahí la inevitable cabeza de puente. El IV PzArm cruzaría por Kanev y Kiev.
El 21 de septiembre las fuerzas alemanas habían logrado completar el cruce, pero muchas tropas habían sucumbido en las luchas precedentes. Las pérdidas de material, además eran catastróficas. Todos los almacenes en la cuenca del Donetz habían sido destruidos ante la imposibilidad de evacuarlos a la vez que las tropas. El 7 de septiembre las fuerzas del Grupo Sur apenas contaban ya con 500 vehículos acorazados entre panzer y stugs. La retirada alemana dejaba tras de sí una tierra devastada hasta las raíces: los nazis quemaron todo lo que no pudieron saquear y sellevaron consigo una buena cantidad de población para seguir disponiendo de mano de obra esclava, amén de negar refuerzos al ER, que sistemáticamente reclutaba a los hombres de las tierras liberadas (a la destrucción llevada a cabo por los alemanes tras dos años de rapiña exhaustiva iba a seguir ahora la represión de Stalin, que dio mano libre a Beria para castigar a las minorías étnicas y a la población ucraniana en general).
Pero el Dnieper no ofrecería demasiado descanso a las tropas del grupo Sur. Según alcanzaron la orilla oriental las tropas soviéticas se lanzaron al cruce en barcas, en pontones, a nado con cámaras de neumático… y antes de que los agotados alemanes pudieran reaccionar establecieron cabezas de puente en la orilla occidental. Esos cruces desbarataron las previsiones alemanas y distrajeron la atención de sus mandos, que dedicaron las primeras semanas de octubre a tratar de eliminarlas, sin saber que la amenaza real venía por otro lado.
A primeros de noviembre, al norte de Kiev, los soviéticos cruzaron el río en fuerza por áreas pantanosas que los alemanes habían considerado intransitables y rápidamente aprovecharon el éxito desplegando importantes fuerzas acorazadas en la nueva cabeza de puente. El día 6 de noviembre Kiev fue liberada.
Finalmente llegaron las lluvias y cesaron las operaciones. Los soviéticos habían llegado al límite de sus posibilidades logísticas y esta vez no se arriesgaron a seguir adelante, evitando repetir los errores del invierno anterior. Los alemanes lograron establecer un frente más o menos estable, pero ahora encaraban el invierno en una situación desastrosa. El frente que tan trabajosamente se había establecido en los primeros meses del 43 quedaba ahora a cientos de km al este, las fuerzas acorazadas estaban en un estado lamentable, los aliados se habían establecido firmemente en la península italiana, la LW había sido reducida a una sombra y desde julio el Heer había sufrido unas pérdidas atroces, similares a las de Stalingrado.
Las operaciones del verano del 43 habían concluido, y lo habían hecho con una derrota sin paliativos. Alemania había perdido la guerra, y sus generales ya sólo podían aspirar a prolongar el final.
Las fuerzas de Manstein creían contar con una línea de retaguardia segura en el río Dnieper, el Ostwand, una serie de fortificaciones establecidas a lo largo de la ribera occidental del río por la organización Todt. Goebbels había hecho una gran campaña publicitaria sobre esas fortificaciones, que contendrían definitivamente la amenaza asiática.
Sin embargo la publicidad de Goebbels era lo único sólido de la muralla oriental. Para el verano de 1943 no se había construido casi nada, aparte de algunas obras menores, ya que Hitler opinaba por un lado que la victoria en Kursk haría innecesaria esa línea de defensa y por otra parte estimaba que la existencia de un cinturón fortificado en retaguardia disminuiría la moral combativa de las fuerzas en el frente. Cuando la amenaza fue evidente dio órdenes de acelerar los trabajos, pero era ridículo pretender hacer en unas semanas lo que no se había hecho en cuatro meses.
Rumantsyev no era la única preocupación del Grupo Sur. Poco antes de iniciarse los combates por Kharkov los soviéticos se prepararon a lanzar una nueva ofensiva contra las posiciones del Mius, y a su vez el grupo Centro se veía de nuevo ante una ofensiva enemiga hacia Smolensko (operación Suvorov) así que Manstein no iba a recibir después de todo ningún refuerzo de las tropas de Kluge, que inició una nueva retirada hacia el río Desna.
Pese a todo parecía que lo peor había pasado y el día 27 Manstein confiaba en estabilizar la situación en el flanco norte de su Grupo de Ejércitos. De nuevo se estaba equivocando
Hacia el 28 de agosto el reconstituido VI ejército, desplegado al este de Mariopol, al norte del Mar Negro, vio como su frente saltaba en pedazos ante una nueva ofensiva soviética. La cabeza de puente de Kubán, que Hitler se había obsesionado en mantener a toda costa (cuando Manstein le había pedido una y otra vez que fuera abandonada a fin de que las fuerzas que la ocupaban –XVII ejército– aprotaran el necesario refuerzo de infantería para Ciudadela) recibió por fin permiso para la evacuación a fin de reforzar Crimea. El frente oriental, literalmente, se estaba desintegrando.
Manstein se veía ahora ante la necesidad de replegar todo el frente sur alemán hacia el Dnieper. La cuenca del Donetz, tan duramente reconquistada en marzo, era ya indefendible. La nueva línea discurriría entre los ríos Desna (grupo Centro), y Dnieper (grupo Sur) hasta Melitopol, al norte del mar de Azov.
A primeros de septiembre los desembarcos aliados en la península italiana añadieron una nueva crisis para Alemania.
Pese a todos los desastres que amenazaban a sus tropas, Manstein logró el milagro y consiguió ir sacando paulatinamente a sus fuerzas del cepo. La disciplina de las tropas alemanas se mostró a la altura en un momento de verdadera desesperación.
Los soviéticos sabían que no podían aflojar la presión: era un "ahora o nunca" y continuaron hacia adelante pese a que sus fuerzas estaban muy debilitadas. El empuje soviético tenía mucho de apariencia (había unidades acorazadas por debajo del 10% de su fuerza operativa) pero las tropas de Zukhov continuaron avanzando sin cejar. En esas condiciones un contragolpe como el de Kharkov hubiera sido un desastre de primera magnitud, pero en septiembre del 43 la estrategia de Stavka había dado sus frutos y los alemanes ya no estaban en condiciones de contraatacar. En esos momentos lo único que ocupaba las mentes de los soldados germanos era alcanzar el Dnieper.
Las fuerzas de Manstein iban a tener que llevar a cabo milagros para establecer las defensas en la ribera occidental. Primero debían concentrarse para atravesarlo por los cinco puntos de paso disponibles y luego tenían que desplegarse a toda velocidad a lo largo de su orilla para sellarla antes de que los soviéticos llegaran.
El VI ejército debía replegarse hacia Melitopol. El XVII se dirigiría a Crimea desde allí. El I PzArm cruzaría el río por Saporoshje donde además debía sostener una cabeza de puente (la obsesión de Hitler por las cabezas de puente iba a costar mucha sangre a los alemanes). El VIII atravesaría por Chrkassy, manteniendo ahí la inevitable cabeza de puente. El IV PzArm cruzaría por Kanev y Kiev.
El 21 de septiembre las fuerzas alemanas habían logrado completar el cruce, pero muchas tropas habían sucumbido en las luchas precedentes. Las pérdidas de material, además eran catastróficas. Todos los almacenes en la cuenca del Donetz habían sido destruidos ante la imposibilidad de evacuarlos a la vez que las tropas. El 7 de septiembre las fuerzas del Grupo Sur apenas contaban ya con 500 vehículos acorazados entre panzer y stugs. La retirada alemana dejaba tras de sí una tierra devastada hasta las raíces: los nazis quemaron todo lo que no pudieron saquear y sellevaron consigo una buena cantidad de población para seguir disponiendo de mano de obra esclava, amén de negar refuerzos al ER, que sistemáticamente reclutaba a los hombres de las tierras liberadas (a la destrucción llevada a cabo por los alemanes tras dos años de rapiña exhaustiva iba a seguir ahora la represión de Stalin, que dio mano libre a Beria para castigar a las minorías étnicas y a la población ucraniana en general).
Pero el Dnieper no ofrecería demasiado descanso a las tropas del grupo Sur. Según alcanzaron la orilla oriental las tropas soviéticas se lanzaron al cruce en barcas, en pontones, a nado con cámaras de neumático… y antes de que los agotados alemanes pudieran reaccionar establecieron cabezas de puente en la orilla occidental. Esos cruces desbarataron las previsiones alemanas y distrajeron la atención de sus mandos, que dedicaron las primeras semanas de octubre a tratar de eliminarlas, sin saber que la amenaza real venía por otro lado.
A primeros de noviembre, al norte de Kiev, los soviéticos cruzaron el río en fuerza por áreas pantanosas que los alemanes habían considerado intransitables y rápidamente aprovecharon el éxito desplegando importantes fuerzas acorazadas en la nueva cabeza de puente. El día 6 de noviembre Kiev fue liberada.
Finalmente llegaron las lluvias y cesaron las operaciones. Los soviéticos habían llegado al límite de sus posibilidades logísticas y esta vez no se arriesgaron a seguir adelante, evitando repetir los errores del invierno anterior. Los alemanes lograron establecer un frente más o menos estable, pero ahora encaraban el invierno en una situación desastrosa. El frente que tan trabajosamente se había establecido en los primeros meses del 43 quedaba ahora a cientos de km al este, las fuerzas acorazadas estaban en un estado lamentable, los aliados se habían establecido firmemente en la península italiana, la LW había sido reducida a una sombra y desde julio el Heer había sufrido unas pérdidas atroces, similares a las de Stalingrado.
Las operaciones del verano del 43 habían concluido, y lo habían hecho con una derrota sin paliativos. Alemania había perdido la guerra, y sus generales ya sólo podían aspirar a prolongar el final.
-
- General de Brigada
- Mensajes: 4385
- Registrado: 23 Ago 2003, 18:19
- Ubicación: Oxfordshire, RU
Por un lado en cuanto cesaron los combates los mecánicos del ER se lanzaron a una titánica tarea de recuperación. Ahora jugaba a favor de los soviéticos una característica del T-34 que no habían logrado copiar ni por aproximación: su dureza y simplicidad mecánica. Casi un millar de carros iban a ser reparados en las semanas siguientes, lo que unido a la llegada de nuevas unidades desde las izarse elevaría enseguida la fuerza acorazada soviética a casi el 90 % de su fuerza numérica original.
Una pregunta japa ¿Estos carros de donde proceden? ¿Son los destruidos en Kursk o en las operaciones posteriores?
Saludos.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
Por un lado más de la mitad de esos carros son reparados de los dañados en Kursk. Recordemos que sólo en las fases finales de la batalla por Prohkorovka las fuerzas de Rutmenstrov perdieron casi medio millar de T-34, y que en el frente Central de Rokossovski también se habían perdido centenares y centenares de unidades en combate (se estima que en la batalla del saliente los soviéticos perdieron unos 1600-1700 carros). Pero claro, un pepinazo del 88 que atraviesa un T-34 y mata a la tripulación pero sale por detrás deja el carro hecho unos zorros, pero no irrecuperable. Los mecánicos del ER hicieron milagros, y algunos carros iban a ser entregados a las unidades con la mitad de las ruedas de uno, parte de las ruedas de otros dos (es muy común ver imágenes de los T-34 con ruedas de varios modelos, e incluso cadenas parcheadas con varios tipos de eslabones más o menos cosidos: una chapuza, pero funcionaba), la torre de un tercero, sin pintar, con los agujeros tapados con soplete… pero utilizables.
La otra mitad eran las propias reservas que los soviéticos seguían acumulando, ya que para esas fechas Tankogrado estaba ya trabajando a pleno rendimiento, y se puedo equipar a las unidades que iban a participar en la ofensiva al norte del saliente y dejar un buen stock para reponer pérdidas a las fuerzas de Vatutin a la vez que se equipaba a las tropas que iban a atacar al VI en el Mius.
Las fuerzas de Rokossovski, en cambio, tuvieron que pasar a la ofensiva mucho antes y se repusieron sus pérdidas con las unidades disponibles en la parte central del saliente.
La rapidez con la que el ER se recuperó de los combates en Kursk fue asombrosa, y superó todas las espectativas de los alemanes: Zukhov y Vatutin acertaron de pleno al no esperar y lanzarse a la lucha en cuanto los frentes de Voronezh y la Estepa estuvieron parcheados, porque cogieron a los alemanes totalmente desprevenidos
La otra mitad eran las propias reservas que los soviéticos seguían acumulando, ya que para esas fechas Tankogrado estaba ya trabajando a pleno rendimiento, y se puedo equipar a las unidades que iban a participar en la ofensiva al norte del saliente y dejar un buen stock para reponer pérdidas a las fuerzas de Vatutin a la vez que se equipaba a las tropas que iban a atacar al VI en el Mius.
Las fuerzas de Rokossovski, en cambio, tuvieron que pasar a la ofensiva mucho antes y se repusieron sus pérdidas con las unidades disponibles en la parte central del saliente.
La rapidez con la que el ER se recuperó de los combates en Kursk fue asombrosa, y superó todas las espectativas de los alemanes: Zukhov y Vatutin acertaron de pleno al no esperar y lanzarse a la lucha en cuanto los frentes de Voronezh y la Estepa estuvieron parcheados, porque cogieron a los alemanes totalmente desprevenidos
- Von Kleist
- General de Cuerpo de Ejército
- Mensajes: 8241
- Registrado: 18 Dic 2003, 20:01
Buenas
Rumyantsev y Kutuzov, las dos operaciones gemelas (por cierto denominadas asi en honor de dos generales zaristas) que dieron la réplica Sovietica a Ciudadela. Curiosamente el Grupo de Ejército Centro que había fracasado en la ofensiva, salió bien parado combatiendo a la defensiva, y de forma opuesta, el GE Sur, que había puesto a los rusos contra las cuerdas en Kursk quedó totalmente desecho por la contraofensiva rusa. A partir de ese momento, como explica japa, el flanco sur alemán fue de retirada en retirada y ni siquiera pudo establecerse firmemente en la linea del Dnper, lo cual conduciría a la casi aniquilación de las fuerzas de Manstein y a la liberación de la mayor parte de Ucrania y de Crimea durante el invierno de 1943-44, el denominado por los rusos tercer periodo de la Gran Guerra Patria.
En ese sentido puede decirse que "Ciudadela" fue el canto del cisne del GE Sur. A los GE Centro y Norte les llegaría su turno un año más tarde, en Junio del 44 con Bagration.
Saludos
Rumyantsev y Kutuzov, las dos operaciones gemelas (por cierto denominadas asi en honor de dos generales zaristas) que dieron la réplica Sovietica a Ciudadela. Curiosamente el Grupo de Ejército Centro que había fracasado en la ofensiva, salió bien parado combatiendo a la defensiva, y de forma opuesta, el GE Sur, que había puesto a los rusos contra las cuerdas en Kursk quedó totalmente desecho por la contraofensiva rusa. A partir de ese momento, como explica japa, el flanco sur alemán fue de retirada en retirada y ni siquiera pudo establecerse firmemente en la linea del Dnper, lo cual conduciría a la casi aniquilación de las fuerzas de Manstein y a la liberación de la mayor parte de Ucrania y de Crimea durante el invierno de 1943-44, el denominado por los rusos tercer periodo de la Gran Guerra Patria.
En ese sentido puede decirse que "Ciudadela" fue el canto del cisne del GE Sur. A los GE Centro y Norte les llegaría su turno un año más tarde, en Junio del 44 con Bagration.
Saludos
Última edición por Von Kleist el 30 May 2007, 14:44, editado 1 vez en total.
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 0 invitados