huarlot escribió:Hola a todos
Gracias Von Kleist que contestarme a la duda que tenis sobre Stalin, que pena que Lenin no se diera cuenta de como era Stalin, si no tal vez otra rusia tras su muerte.
Esa apreciación es errónea y por desgracia ha mantenido el aliento de millones de comunistas durante generaciones. Aunque Lenin temía Stalin, los peores vicios del stalinismo ya se habían presentado durante la época del primero y Lenin mismo está muy pero que muy lejos de la santificación a que ha sido sometido. La diferencia entre ambos no es cualitativa, es cuantitativa es decir, donde Lenin acababa con 600.000 personas Stalin aniquilaba diez veces más.
Eso significa que el problema del comunismo en Rusia tenía raíces mucho más profundas que el talante personal de sus líderes. Antes quise decir algo sobre esto cuando se preguntó sobre cómo Stalin tuvo tanto poder, aparte de sus cualidades personales que tampoco las voy a hacer desaparecer de un plumazo, hay que tener en cuenta:
1. El vicio inherente a la modalidad política de Partido Único, que ha afectado a todos los países dominados por comunistas en todos los lugares y todas las épocas. El control por parte del Partido de todos los resortes políticos y la negación de la teoría de la división de poderes implica una concentración de poderes en la organización tal (facilitada también por las nuevas tecnologías, me refiero, trenes, comunicación...) que acaba fagocitando el papel del estado en la vida del país, confundiéndose Estado-Partido. El siguiente paso es evidente, puesto que no existe contrapeso a este poder, allí donde resida el poder del partido reside el poder absoluto del país, esto es, en el líder. La estructura estrictamente jerarquizada y secretista de la organización, elaborada por Lenin de cara a afrontar la actividad política en condiciones de ilegalidad, no hizo sino agravar el problema.
2. La tradición autocrática en Rusia es igualmente un factor a tener en cuenta y que particulariza la evolución del comunismo en aquel país. Con un estado poderoso y un gobierno unipersonal igualmente poderoso, no en vano a Stalin le decían el Zar rojo, encontramos que el liderazgo comunista viene a enlazar con lo más profundo de las tradiciones rusas por muy revolucionario que pretendiera ser. El hecho de que el partido-estado controlara o acabara controlando todos los resortes del país implicó que por la falta de libertad de expresión y por la ausencia de contrapesos en la URSS se cometieran algunos de los peores crímenes que se han perpetrado contra la Humanidad. Esta desgracia viene aún más agravada por el carácter mesiánico-dogmático de la ideología comunista, inculcado mediante auténticos lavados de cerebro, que empujó a millones de hombres a cometer las más aberrantes tropelías sin el más mínimo remordimiento. Aquí podríamos entrar secundariamente en la conversión del comunismo en auténtica religión, con el marxismo ocupando los nichos clásicos de la Iglesia.
un saludo