Cartaphilus escribió:Hombre, más que como un atraso, se ve como una impropiedad. Entiendo que la seguridad interna de un país es cuestión de las fuerzas policiales, y la seguridad externa, de las fuerzas armadas. Normalmente cuando los militares se meten a "pacificar" el país y a invadir competencias de la policía, se desemboca en situaciones no idóneas. El propio Ejército argentino en 1982 parecía más acostumbrado y preparado para tareas de guerra sucia interna que para combatir con otros ejércitos. Así les fue.
Es natural que desde fuera la postura de las fuerzas armadas mexicanas sea vista como una "impropiedad". Lo cierto es que a los ojos del mexicano promedio y de la lógica ante la carencia de enemigos, enfocar dichas fuerzas hacia labores como el combate al narcotráfico, de grupos guerrilleros y eventualmente de ayuda a la población civil, no suena tan descabellado. Este cuadro se complemente con una serie de leyes en la Constitución que limitan mucho el papel de las polícías y diversos cuerpos de seguridad civiles en cuanto al tipo de armamento que pueden portar, lo cual los frena seriamente al momento de afrontar a grupos delictivos como los famosos Zetas. Estos son un pequeño ejército al servicio del cártel del Golfo, cuyo equipamiento y entrenamiento no tienen en nada que envidiar a los de muchos ejércitos. Reclutan a ex militares mexicanos y últimamente a kaibiles guatemaltecos cuyo nivel de entrenamiento está muy por encima de lo que pueda haber recibido cualquier policía estatal o municipal durante su entrenamiento en la academia de policía. Y si hablamos del armamento que usan, este va desde chalecos de manufactura gringa, hasta M-4, AR-15, Barret's calible .50, granadas y hasta lanzacohetes
Creo que te debe quedar perfectamente claro que el combate a este tipo de grupos no puede ser llevado a cabo por un cuerpo de policía convencional. Cuando mucho la policía ayuda en las investigaciones, pero a la hora de entrar en acción, el Ejército es el único con el entrenamiento y los equipos necesarios para frontar a dichos grupos. Sería deseable contar con equipos policiales más especializados, pero esto no se consigue de la noche a la mañana, y mientras tanto se hace uso de lo que se tiene.
Sobre la comparación de los militares mexicanos con los argentinos, me parece que esta es incorrecta. Al término de la Revolución, las fuerzas armadas firmaron un pacto por el que se comprometían a no intervenir nunca en la política del país, habida cuenta de que lo hicieron durante casi un siglo, situación que trajo caos y desprestigio a dichas instituciones. Dicho pacto sigue vigente desde hace casi un siglo, tanto así, que los militares de carrera, aún cuando han sido dados de baja, son reacios a participar como candidatos a algún puesto de elección popular. Así que por la formación e ideosincracia de los propios militares mexicanos, es poco probable que nos toque ver a algún Hugo Chávez o Rafael Galtieri en versión mexicana. Ya los tuvimos durante todo el siglo XIX y parafraseándote un poco, así les fue..... Tu puedes contar los años hacia atrás y verás que a casi un siglo de implantado este sistema aparentemente tan impropio, los militares no han tenido la tentación de tomar el poder por la fuerza y dictar su ley al estilo de lo que pasó en Argentina y otros países de la región. Tu dirás si funciona....
Cartaphilus escribió:Lo de que Canadá tenga FFAA de combate y México no porque Canadá pertenezca a la OTAN no lo entiendo. Precisamente por esa razón, Canadá tendría menos necesidad de estar armada que México, porque pertenece a una alianza militar. Tampoco me convence argumentar que Canadá tenía o tiene unas exigencias que le impone la OTAN, porque cada país regula qué exigencias asume. Por eso, siendo países similares en todo, Holanda tiene una contribución muy grande a la OTAN, y Bélgica mínima.
Al revés volteado.... o lo que es lo mismo, precisamente por pertenecer a la alianza atlántica, Canadá esta OBLIGADA a mantener cierto nivel de fuerza y operatividad de sus fuerzas armadas. Claro, dicho esfuerzo está en función del compromiso de cada país con la alianza y de su capacidad para asumir cierto grado de compromiso, pero los dichosos niveles existen y Canadá responde plenamente a ellos.