Poca confianza tiene la magistrada Biurrun en el Poder Judicial del que forma parte y en las leyes españolas. Su señoría ha participado en un acto promovido por los proetarras en el que se afirma que a los procesados se les están vulnerando sus derechos.
Garbiñe Biurrun Mancisidor es una guipuzcoana de Tolosa con unas ganas de figurar propias de una adolescente que quisiera ser modelo. En vez de participar en Gran Hermano, doña Garbiñe, no se pierde una ocasión de estampar su firma al pie de un manifiesto (en marzo firmó uno en apoyo de imponer un canon a los pisos vacíos) o de subir a un escenario. Lo malo es que Biurrun es juez, magistrado de lo laboral en el Tribunal Superior de Justicia vasco, y, por tanto, debería medir sus actos y sus palabras. Si quiere hacer política, que se presente a las elecciones.
En marzo pasado concluyó el juicio contra el entorno de ETA (asociaciones juveniles, políticas y culturales), comenzado en noviembre de 2005, el llamado proceso 18/98. El tribunal de la Audiencia Nacional todavía no ha dictado sentencia sobre los 52 acusados, pero el MLNV no ha cejado de defenderlos, y con él los nacionalistas, el Gobierno vasco y personalidades individuales, ya sea por convicción o por interés o por miedo.
El sábado 15 se celebró en San Sebastián un acto cultural a favor de “la defensa de los derechos civiles y políticos que tantas veces han reivindicado los procesados en el macrosumario 18/98”, según la crónica del diario ‘Gara’ (
http://www.gara.net/azkenak/09/38388/es ... rmen-Uribe).
El acto consistió en la lectura de un texto elaborado por Kirmen Uribe por parte de varias personas: Ramón Zallo, profesor de la Universidad del País Vasco y consejero de Juan José Ibarretxe, Olatz Altuna, Iñaki Beraetxe y la magistrada Garbiñe Biurrun.
¿Por qué participa una magistrada en un acto contra un proceso judicial? ¿Duda de la imparcialidad de sus compañeros del Poder Judicial?, ¿cree que los procesados han sido torturados o que se han violado sus derechos?, ¿prefiere la acción popular a la acción judicial? Si no está contenta con los tribunales españoles, ¿por qué forma parte de ellos y cobra el salario que le abonan los contribuyentes españoles, incluidos los amenazados por la violencia del entorno de ETA?
TUVO MIEDO, ¿LO TIENE AHORA?
En una entrevista concedida a ‘El País’ (14-5-2006), Biurrun explicó que después del asesinato del magistrado José María Lidón sintió miedo:
“Hubo un momento en que me di cuenta de que mi entorno ya era de muertos. Y de que el perfil del asesinado era parecido al mío. Había posibilidades reales de que me mataran. Yo solía subir andando hasta la ermita de Izaskun, hasta que me entró el miedo. Un miedo atroz, un miedo absoluto, un miedo horroroso, un miedo real. Sentía que de verdad me podían pegar dos tiros”.
Después de la ruptura del “alto el fuego definitivo” por ETA, ¿ha vuelto a sentir Biurrun ese mismo miedo?, ¿ha influido este miedo en su comportamiento?
A la vista del funcionamiento de la partitocracia española, Garbiñe Biurrun podría acabar de defensora del pueblo vasco, de vocal del Consejo del Poder Judicial y hasta de magistrada del Tribunal Constitucional. ¿Quién nos defendería de sus sentencias y de sus ideas?, ¿cómo se comportaría si volviese a tener miedo?