La batalla de Midway

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iuris76
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Mensaje por iuris76 »

Sin embargo los finlandeses usaron bastante el Buffalo contra los rusos y no les fue tan mal. Bueno, si he de ser sincero no tengo mucha información al respecto, pero creo que Eino Lukannen (el as finlandés, no sé bien cómo se escribe) empezó con uno de esos. Desde luego el Buffalo no era un campeón, pero tampoco la aviación del ejército japonés en china era de lo último, no? sólo hay que ver lo que hicieron los p40 de Chennault, que tampoco eran precisamente de lo mejorcito y sin embargo se hincharon a bajar aparatos japoneses. En general creo que la marina imperial tenía una dotación inicial muy buena con los a6m2, los Val en picado y los torpederos kate. Eran aparatos correctos, adecuados para su función, pero en el caso de los dos últimos ya entraron en guerra necesitados de un reemplazo, y casi lo mismo en referencia al zero. Eso lo suplieron en un principio con el excelente nivel de entrenamiento de sus tripulaciones, pero posteriormente cuando eso dejó de ser así por las pérdidas, las cosas cambiaron. y tardaron mucho en cambiar sus aparatos de primera línea.
un saludo


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urquhart
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Mensaje por urquhart »

Hola Iuris76:

el Brewster Buffalo, trastarra donde las haya, consiguió en manos finlandesas un inexplicable ratio 478/23 (20.78:1), según la página web finlandesa www.sci.fi/~ambush/faf. Ya desde sus primeras acciones, derribó una cantidad importante de aparatos enemigos, rusos desde 1941 y alemanes tras 1944, siempre según la mencionada página:

On 25 June, 1941, Corp. H. Lampi flying BW-354 and SSgt E. Kinnunen flying BW-352 from LeLv 24 shot down 5 SB-2s from 201 SBAP between Selänpää and Heinola.


Entre los ases finlandeses volando el Buffalos, siempre durante la Guerra de Continuación, destacan Hans H. Wind (42 ó 39 según fuentes, de un total de 72), Ilmari Juutilainen (34 ó 28, según las fuentes, de un total de 94), y Jorma Karhunen (26,5 de un total de 32,5). Tengase en cuenta que entre los aparatos derribados se encuentran I-153, I-16, SB-2, Pe-2 y Hurricanes Mk.I, aparato conocido for los fineses.

Saludos.


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Mensaje por iuris76 »

Hola Urqhart
gracias por la información sobre el tonelete del buffalo. Siempre me llamó la atención la efectividad de las fuerzas aéreas finlandesas teniendo en cuenta que, al menos en un principio, la calidad del material que tenían en su orden de batalla era al menos dudosa. Dice bastante de la calidad de sus pilotos, aunque yo creo que debe haber algo de mito, porque de donde no hay tampoco se puede sacar mucho. De todas formas debía haber una gran diferencia entre enfrentarse a un zero y a un IL 16, pero aún así...

Otro aparato cuyas prestaciones y desempeño en combate me resultan poco conocidos es el curtiss H75 de las fuerzas aéreas francesas en 1940. parece ser que entraron bastante en combate con los 109 alemanes en el transcurso de la "drôle de guerre" entre el inicio de hostilidades de septiembre del 39 y la invasión del 40, pero no se conoce demasiado de sus prestaciones, aunque asumo que debían ser bastante modestas.

un saludo.


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Capitan rojillo
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Mensaje por Capitan rojillo »

iuris76 escribió:Hola Urqhart
gracias por la información sobre el tonelete del buffalo. Siempre me llamó la atención la efectividad de las fuerzas aéreas finlandesas teniendo en cuenta que, al menos en un principio, la calidad del material que tenían en su orden de batalla era al menos dudosa. Dice bastante de la calidad de sus pilotos, aunque yo creo que debe haber algo de mito, porque de donde no hay tampoco se puede sacar mucho. De todas formas debía haber una gran diferencia entre enfrentarse a un zero y a un IL 16, pero aún así...

Otro aparato cuyas prestaciones y desempeño en combate me resultan poco conocidos es el curtiss H75 de las fuerzas aéreas francesas en 1940. parece ser que entraron bastante en combate con los 109 alemanes en el transcurso de la "drôle de guerre" entre el inicio de hostilidades de septiembre del 39 y la invasión del 40, pero no se conoce demasiado de sus prestaciones, aunque asumo que debían ser bastante modestas.

un saludo.


Puedes buscar informacion del Curtiss H75, con el nombre del Curtiss P-36 Hawk,ya que tambien se le conocio con este nombre, espero y estos datos te sirvan


"La guerra es una matanza entre personas que no se conocen, para provecho de personas que sí se conocen, pero que no se matan”. decía Paul Valery.
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Mensaje por iuris76 »

Gracias, rojillo, por la información sobre el hawk. La célula es la misma que la del p40, pero con motor radial. Parece ser que entraron bastante en combate con la luftwaffe en el periodo de inactividad antes de la ofensiva alemana del 40, la "guerra de broma", con una actuación bastante mediocre.
Un saludo


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urquhart
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Mensaje por urquhart »

Estimado Iuris:

acerca del Curtiss Hawk 75

Finlandia

En servicio con los fineses, éstos adquirieron 44 unidades de 4 variantes distintas (motor y/o armamento), entre junio de 1941 (29) y enero de 1944 (15), provenientes de los botines de guerra alemanes, obtenidos en Francia y Noruega (36 franceses en proceso de fabricación, revisión y capturados; y 8 en servicio noruego).

Las variantes fueron A1, A2 y A3 de origen francés; y A6 de origen noruego.

Según fuentes finesas consiguieron 190 derribos, contra la pérdida de 15 aparatos, un extraordinario ratio de 12.66/1. De nuevo, muchas de sus victorias fueron frente a biplanos I-153, Pe-2, SB-3, etc..

Es curioso, que un aparato inferior sobre el papel como el Buffalo consiguiera 288 victorias más, con el mismo número de aparatos (44). De todos modos la RAF lo consideraba un buen aparato:

At the end of 1939, the Royal Aircraft Establishment (RAE) arranged for a loan of a Curtiss Hawk from France (the 88th production Hawk 75A-2) for comparative trials against a Spitfire I [K9944]. In many respects, the Hawk turned out to be superior to the Spitfire. RAE found that the Hawk did indeed have exceptional handling characteristics and beautifully harmonized controls. In a diving attack at 400 mph, the Hawk was far superior to the Spitfire I owing to its lighter ailerons. In a dogfight at 250 mph, the Hawk was again superior, because its elevator control was not over-sensitive and all-round view was better.


Francia


La adquisición de estos aparatos por Francia se debió principalmente a la necesidad de aumentar el número de cazas modernos después del fiasco de las conversaciones de Munich, al encontrarse los programas franceses muy retrasados por las deficiencias presupuestarias y por la ineficacio de la recientemente nacionalizada industria aeronaútica.

Los Curtiss 75 consiguieron la primera victoria del AdA, el 8 de septiembre al derribar 2 Me109. Con 4 ametralladoras de 7.5 mm, estaba mejor armado que las variantes del Me109 coetáneas. Si bien algunas fuentes le otorgan un número superior a 200 victorias :?:[1] durante el periodo 09-39 a 07-40, sí está contrastado que el Teniente Edmond Marin la Meslée acreditó 16 derribos confirmados y 4 probables.

De las 4 variantes, el AdA llegó a disponer de 291 H-75

A1: 100 pedidos en mayo de 1938. Los primeros entregados empezarían a sustituir a los Dw-500 y Dw-501 en primavera de 1939.

A2: 100 opciones de mayo de 1938, ejecutadas en marzo de 1939, siendo recibidos a partir de mayo de 1939

A3: 135 pedidos en octubre de 1939. Sólo 60 se recibirían antes del Armisticio. El resto se entregó al Reino Unido, conocidos como Mohawk.

A4: pedido de 395 antes de la caida de Francia. Se completaron 284, de ellos sólo 6 llegaron a Francia. Posteriormente servirían con los Fineses.

Tras el armistico un número impreciso de aparatos sirvió con el AdA de Vichy, con los Groupes I/4 e I/5 en Marruecos enfrentandose a los británicos en Dakar y Argelia, y a los estadounidenses en Casablanca. Pintados de acuerdo con los términos de armisticio, el capó semejaba la bandera catalana

Tras la integración de las Fuerzas Fancesas del Norte de Africa en la France Combattente, las unidades fueron reequipadas con P-40, P-39 y P-38(Saint Exupery encontarría la muerte en uno de estos últimos, aunque el volaba con los gaullistas). Otros, los 44 comentados pasaron a manos finesas.

[1] Es curioso que no se ponga en duda los 190 derribos fineses para 44 aparatos, y en cambio se dude de 200 franceses para cerca de 300 aparatos.

Saludos.


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Mensaje por Tte. Bello »

urquhart escribió:Hola Iuris76:

el Brewster Buffalo, trastarra donde las haya, consiguió en manos finlandesas un inexplicable ratio 478/23 (20.78:1), según la página web finlandesa www.sci.fi/~ambush/faf. Ya desde sus primeras acciones, derribó una cantidad importante de aparatos enemigos, rusos desde 1941 y alemanes tras 1944, siempre según la mencionada página:

On 25 June, 1941, Corp. H. Lampi flying BW-354 and SSgt E. Kinnunen flying BW-352 from LeLv 24 shot down 5 SB-2s from 201 SBAP between Selänpää and Heinola.


Entre los ases finlandeses volando el Buffalos, siempre durante la Guerra de Continuación, destacan Hans H. Wind (42 ó 39 según fuentes, de un total de 72), Ilmari Juutilainen (34 ó 28, según las fuentes, de un total de 94), y Jorma Karhunen (26,5 de un total de 32,5). Tengase en cuenta que entre los aparatos derribados se encuentran I-153, I-16, SB-2, Pe-2 y Hurricanes Mk.I, aparato conocido for los fineses.

Saludos.


Estimado,

Eso se explica por que los primeros modelos del Buffalo, entiendase F2A-1 y B-239, eran aparatos bastante equilibrados, en todos los aspectos de la envolvente de vuelo, y los Finlandeses sacaron bastante provecho de ello. Ademas que ellos operaron el modelo B-239 que era el Buffalo desnavalizado, o sea más liviano aún.

Del modelo F2A-2 en adelante el Buffalo fue penalizado por blindaje, depósitos autosellantes y la radio mas pesada que se pudo encontrar. No obstante irse montando motores cada vez más potentes (partiendo por el WC-1820-G105) el avión nunca más fue el mismo.

Eso explica el encanto de unos y las quejas de otros. Ah! la historia del Buffalo, un avión matado por sus propios diseñadores.

Un saludo.


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urquhart
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Mensaje por urquhart »

Estimado Teniente Bello:

Encantado de saludarle.

Es cierto que los F2A-1 fineses fueron modificados, mediante la supresión del gancho de apontaje, pero contaban con un motor de 950 CV.

Los F2A-2, contaban con un motor de 1200 CV, versión de la que se construyeron 43 aparatos y 8 conversiones desde A-1, oprando con los VF-2 y VF-3 de la USN Air Service. Eran considerados rápidos, maniobreros y bien armados.

El siguiente paso fue el F2A-3, con fuselaje alargado, incrementando su peso, y capacidad de combustible aumentada, con el mismo motor de 1200CV, significando un empeoramiento de sus características. Se adquirieron 108 unidades para la USN y el USMC.

Los otros usuarios Aliados, usarían versiones modificadas en base del F2A-2, como los holandeses (144 solicitados), pero la imposibilidad de las factorías norteamericanas de motores de aviación de suministrar los Cyclones de 1200 CV, obligó a equiparlos con motores de 1100 CV, algunos obtenidos de partidas destinadas a DC-3.

Los británicos, Buffalo Mk.I, sufrieron una serie de modificaciones que supondrían un peso adicional de 1000 libras, como el blindaje del piloto, la mira, cámara fotográfica asociada a las ametralladoras, cambio de la rueda de cola, y mayor carga de combustible, aumentado su peso alar, restando velocidad lineal, de ascensión y dificultando el aterrizaje. Para colmo los británicos prescindieron del sistema de presurización del combustible original, obligando al piloto al uso de bomba manual a los 18000 píes; y como los holandeses, la falta de motores más potentes los llevó a ser equipados con motores de 1100 CV de origen civil. Los retrasos llevaron a realizar las entregas a partir de abril de 1941, cuando la BoE había finalizado y la producción de Hurricanes y Spitfires era mayor, y siendo destinados a Extremo Oriente, dado que en Europa estaban desfasados. Nadie esperaba al Zero, tras combatir a los aparatos del ejercito japonés en Malasia. Los intentos de aligerar por parte de los equipos de tierra peso fueron vanos y tardíos.

Saludos.

P.D.: ¿qué os parece abrir un hilo sobre los otros aparatos de la SGM: Buffalos, H-75, IAR, etc...?


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Mensaje por Capitan rojillo »

Pienso que los triunfos aportados por los Buffalo finlandeses más que por su montura, fue más por las cualidades de los pilotos que los tripulaban, ya que los que sobrevivieron piloteando estos aviones, demostraron despues ser unos aces con aviones mas modernos (para su epoca), ya que para 1944 el Buffalo (si no me equivoco) era obsoleto y aun asi el as finlandes Hans Henrik "Hasse" Wind hizo su ultimo derribo en el 44, posteriormente Hans Wind y Illu Juitilainenn se conviertieron en el as numero 1 y 2 de Finlandia piloteando despues el ME109G.


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Mensaje por Capitan rojillo »

En otro post huarlot puso un pequeño escrito sobre una de las batallas que se libraron por recuperar a las Filipinas y me gustaría tocar el tema, la Batalla por tomar a las Filipinas por parte de los aliados, fue la batalla del Golfo de Leyte desarrollada entre el 20 al 30 de octubre de 1944 y dentro de ellas se desarrollaron varias, una de las cuales fue la batalla de Samar.

El 20 de octubre de 1944, el general norteamericano Douglas Mc Arthur cumplió lo que había prometido, al tener que huir precipitadamente de Filipinas, poco más de dos años antes: "Volveré". Había retornado, y por cierto, no lo había hecho solo. Junto a él estaba el gigantesco poderío militar y naval que los Estados Unidos habían construido en ese lapso, gracias a los prodigios de su industria; la liberación del archipiélago, entonces en manos de los japoneses, podía considerarse, pues, sólo cosa de tiempo.

Para ese entonces En otoño de 1944, Japón tenía perdida la guerra. La flota de portaaviones seguía siendo imponente pero solo sobre el papel. Tras la Batalla de las Marianas, sus pilotos y aparatos habían pasado a la historia y eso convertía a la fuerza de portaaviones en inoperante. El Alto Mando Japonés sabía que el siguiente desembarco sería en las Filipinas; esto significaba el corte de las rutas a Borneo (fuente de petróleo del Japón) y el final de las posibilidades de resistencia japonesa. Preveían dos posibles lugares de desembarco, la isla de Samar o la de Leyte; y era seguro que los americanos acudirían con toda la flota para protegerlo.

Los almirantes japoneses estaban desesperados, sabían positivamente que habían perdido la superioridad aérea del Zero frente al Hellcat, y que la llegada de los portaaviones de la clase Essex les había dado un golpe de knockout a sus posibilidades aeronavales. Tanto así que apenas quedaban pilotos experimentados para entrenar a los novatos, y además, se les daba un tiempo mínimo de adiestramiento antes de enviarlos al frente de batalla, a un fin casi seguro. Entretanto, la fuerza de acorazados, cruceros y destructores nipones se había ido desangrando en la desgastadora lucha por Guadalcanal y las Islas Salomón, durante 1942-43. Además, ya no contaban con el liderazgo insustituible del almirante Isoroku Yamamoto, quien había muerto el 18 de abril de 1943, al ser derribado el avión en que viajaba por cazas norteamericanos.

Pero la "Rengo Kantai" todavía era una flota de temer, y se estaba preparando para aprovechar su última gran oportunidad, Soemu Toyoda esbozó el plan de defensa de Filipinas (Plan Sho); éste demostraba claramente la falta de esperanzas en el futuro que invadía al Alto Mando Imperial. El plan consistía en utilizar la fuerza de portaaviones como cebo, irían desprovistos de sus armas, los aviones (esto suponía la imposibilidad de desarrollar operaciones de ataque en el futuro ). Como era lógico, la fuerza principal de portaaviones americana acudiría al ataque de la japonesa y eso permitiría a las fuerzas de superficie (prácticamente indemnes aún) atacar a los portaaviones ligeros, transportes de tropas y suministros y a las fuerzas de superficie americanas. El precio era alto, pero permitiría rechazar el desembarco y dar un respiro al Japón; mientras las fuerzas aéreas con base en tierra podrían atacar a los portaaviones americanos.


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Mensaje por Capitan rojillo »

De la base de Singapur, parten las fuerzas de superficie en dirección a Borneo, donde esperarán el momento de salir al ataque. De la base de Singapur, parten la fuerza de superficie en dirección a Borneo, donde esperará el momento de salir al ataque. Está dividida en dos grupos: La fuerza mandada por el almirante Kurita que se compone de los superacorazados Yamato y Musashi, los acorazados Nagato, Kongo y Haruna, los cruceros pesados Atago, Takao, Maya, Chokai, Tone, Chikuma, Suzuya, Mikuma, Haguro y Kumano y una veintena de destructores. La fuerza mandada por el almirante Nishimura está compuesta por los acorazados Yamashiro y Fuso, el crucero pesado Mogami y cuatro destructores. De la base de Nagasaki parte el almirante Shima con los cruceros Nachi y Ashigara. Zarpa puntual hacia Cabo Engaño la escuadra mandada por Ozawa, que está compuesta por los portaaviones Zuikaku, Chiyoda, Chitose y Zuiho, los acorazados (recientemente convertidos en híbridos de portaaviones y acorazados) Ise y Hyuga, el crucero ligero Oyodo y seis destructores.

Los americanos que se dirigen a Leyte llevan 157 barcos de guerra de todo tipo y 420 transportes. La cual formaban la Task group 77.4 que a su vez se dividia en 77.4.1 77.4.2 y 77.4.3 (Taffy1, Taffy 2 y Taffy3) Cada Taffy tenia 6 portaaviones de escolta y 8 destructores, con lo que la fuerza total americana era de 18 portaaviones de escolta y 32 destructores, cerca de 500 aviones.

La Taffy 3 (Task Unit 77.4.3) estaba compuesta por los portaaviones Saint Lo (CVE63), White Plains (CVE66), Kalinin Bay (CVE68), Fanshaw Bay (CVE70), Kitkun Bay (CVE71) y Gambier Bay (CVE73); y los destructores Heermann (DD532), Hoel (DD533), Johnston (DD557), John C. Butler (DE339), Raymond (DE341), Dennis (DE405) y Samuel B. Roberts (DE413). Aquella mañana del 25 de Octubre de 1944, la Taffy 3, al mando del almirante Clifton Sprague, era la Task Unit ubicada más al norte del despliegue norteamericano en el Mar de Filipinas, y nadie podía preveer lo que sucedería en las próximas horas.

En cuanto a los aviones, modelos como los cazas "Hellcat" y "Corsair", producidos por miles, eran de diseños más modernos y mejorados que sus oponentes japoneses, y la instrucción de los pilotos era igualmente pragmática y más eficaz.

Por lo tanto, los buques capitales ya no eran los acorazados, que eran utilizados más bien como plataformas artilleras para ablandar las defensas de las islas y atolones fortificados en poder de los nipones antes del correspondiente asalto anfibio. Además, las pérdidas de Pearl Harbour habían perdido su impacto, puesto que la mayoría de los acorazados víctimas de aquel ataque, hundidos a poca profundidad, habían sido reflotados y puestos en servicio nuevamente. El liderazgo estadounidense también se mantenía intacto en torno al general McArthur y el almirante Nimitz.

El golpe principal lo asestaría la escuadra de Takeo Kurita, oficial que llevaba bajo su mando a las mayores maravillas que había construído la industria naval japonesa, los superacorazados "Yamato" y "Musashi", de 72 mil toneladas de desplazamiento y artillería principal de nueve gigantescas piezas de 457 milímetros. Es decir, los mayores símbolos del poder naval de este país. Junto a ellos iban los acorazados "Nagato", "Kongo" y "Haruna", diez cruceros pesados y 15 destructores. La gran concentración de buques con piezas de grueso calibre indica que el almirantazgo japonés ponía todas sus esperanzas en la artillería y las corazas frente a la abrumadora superioridad aeronaval norteamericana. Esta fuerza debía infiltrarse entre las islas del centro del archipiélago filipino para desbaratar el desembarco norteamericano en Leyte, suponiendo que el grueso de los buques enemigos estarían distraídos exterminando a Ozawa.


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Mensaje por Capitan rojillo »

La fuerza de Kurita llegó a Brunei el 20 de octubre, el mismo día en que las puntas de lanza de MacArthur se clavaron en las playas de Leyte. Kurita salió hacia aquel punto la mañana del 22, seguido por Nishimura la noche del mismo día, mientras la fuerza de diversión de Ozawa "el anzuelo de los portaviones" se acercaba por el Norte. El día 23 por la mañana, de repente, se abrió el prólogo de la Batalla del Golfo de Leyte, a cargo de los submarinos estadounidenses que igual que en la Batalla del Mar de Filipinas, pegaron sus golpes antes que los japoneses.
Las flotas niponas zarparon en la víspera del desembarco estadounidense, y desde el principio las cosas marcharon mal. El vicealmirante Kurita, que en una arenga había exhortado a su gente a esperar un milagro (dudosa manera de elevar la moral), sufriria una primera pérdida en la madrugada del día 23, al verse privado de tres magníficos cruceros pesados de una división de cuatro gemelos, cuando dos submarinos norteamericanos hundieron al "Atago" y al "Maya" y obligaron al "Takao" a retirarse.
Para el 23 de octubre la Fuerza de Ataque de Kurita navegaba en dos formaciones circulares a 7 millas una de otra, con el Yamato, Musashi y Nagato en el centro de la primera y el Kongo y Haruna en el de la segunda. Los submarinos estadounidenses Darter y Dace patrullaban por el paso de Palawan, que da entrada al mar de Sibuyan y, detectando en su radar las formaciones japonesas, se acercaron a investigar los contactos. Fue el inicio desgraciado de la Operación SHO. El Darter echó a pique al Atago, y obligó al Takao a regresar renqueando a Singapur escoltado por un destructor; el Dace, a su vez, causó la voladura del crucero Maya. Kurita, después de transbordar su insignia al Yamato, ordenó dar la máxima velocidad y franquear cuanto antes aquel lugar peligroso. En ese momento Halsey se dirigía hacia Cabo Engaño al encuentro de los portaaviones japoneses. Creyó que la escuadra de Kurita estaba más dañada de lo que estaba en realidad y había decidido arrumbar hacia el norte para enfrentarse con los que consideró el mayor peligro, la flota de portaaviones sin aviones.
Tras los reportes de los aviadores americanos que juraban haber hundido toda la flota japonesa, seguido por el triunfo de Oldendorf en Zurriago que reportaba el fin de los acorazados japoneses, y el descubrimiento de portaaviones al norte, los barcos principales americanos, se dirigen en persecución de los ultimos japoneses vivos.Pero no sabían que Kurita entraba al Golfo de Leyte con casi todos sus barcos intactos, para atacar los transportes de tropas y pertrechos de McArthur.

A las 6:37 de la mañana del 24 de Octubre, un avión en misión de reconocimiento detectó a la flota de Kurita, comunicó su presencia y la atacó con cargas de profundidad. Pero la alarma había llegado tarde, y a las 6:45 las siluetas de los barcos japoneses se recortaba en el horizonte avanzando sobre la Taffy 3. La sorpresa táctica había sido total. Aún teniendo en cuenta la pérdida del Musashi, la Fuerza Central de Kurita era un enemigo impresionante. El superacorazado Yamato; los acorazados Nagato, Kongo y Haruna; los cruceros pesados , Chokai, Myoko, Haguro, Kumano, Suzuya, Chikuma y Tone; los cruceros ligeros Yahagi y Noshiro; y los 13 destructores de escolta eran un grave problema para los portaaviones de escolta y destructores de la Taffy 3.

Para el 24 de Octubre, la Fuerza Central del almirante Kurita había conseguido entrar en el Mar de Sibuyan, al noroeste de Leite, pero el ataque de los bombarderos en picado Helldiver de los portaaviones Intrepid, Essex y Lexington le había costado la pérdida del acorazado Musashi, y Kurita hubo de retirarse. Todo parecía indicar que la Fuerza Central había dejado de ser una amenaza, pero horas más tarde el almirante japonés logró burlar las patrullas norteamericanas y regresar al combate a través del Estrecho de San Bernardino.

En ese momento se produjo un doble error de identificación por ambas partes. Kurita no fue capaz de identificar a los destructores de la escolta de la Taffy 3, y creyó encontrarse ante el grueso principal de la Tercera Flota USA a tiro de sus cañones. Un blanco interesante y apetecible. Por su parte, Sprague no acababa de creer el informe del avión de reconocimiento, y solicitó una segunda comprobación. La comprobación llegó en forma de la primera andanada de la flota de Kurita, y las dudas de Sprague desaparecieron de inmediato.

La amenaza era tan grave que el almirante norteamericano ordenó despegar a todos los aviones disponibles para atacar a la fuerza japonesa, mientras los portaaviones ponían rumbo este en un intento de alejarse de la Fuerza Central, y confiando en la mala visibilidad creciente por la presencia de un frente lluvioso para reducir la precisión de las salvas japonesas. Los aviones americanos, cargados con bombas de alto explosivo y cargas de profundidad en lugar de bombas perforantes y torpedos, poco pudieron hacer contra los barcos japoneses, pero atacaron hasta lanzar la última de sus cargas y agotar sus municiones. Como una defensa más, Sprague había ordenado a los destructores crear una cortina de humo que ocultara la maniobra y posición de sus portaaviones, pero algunos de sus escoltas estaban dispuestos a hacer algo más.


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Mensaje por Capitan rojillo »

El USS Johnston era el destructor más cercano a la fuerza japonesa, y su capitán, el teniente comandante Ernest E. Evans, dio una ordén imprevista y contundente: “A toda máquina, todo a babor.”; y puso proa a la flota de Kurita. El Johnston era un destructor de la Clase Fletcher, y no era ni de lejos un enemigo a la altura de los acorazados y cruceros japoneses. Era un buen barco contra submarinos, aviones y apoyo a tierra, pero sus cañones de 5” y débil blindaje (los Fletcher eran conocidos como “las latas”), lo convertían más en una presa que en un depredador. Tenía todo en contra, blindaje, armamento, velocidad... y sin embargo atacó.

Evans confió todo a una única baza, avanzar a la máxima velocidad posible en zig-zag y lanzar una salva de torpedos que lograran alcanzar un blanco, aunque fuera de pura suerte. A 20 kms del crucero pesado Kumano, el Johnston comenzó a disparar sus cañones mientras esquivaba las andanadas enemigas y apuntaba al puente y la cubierta del enemigo. Mientras tanto la distancia entre ambos barcos se acortaba, y el riesgo de ser alcanzado por la artillería japonesa crecía a cada segundo. Por fin el Johnston se aproximó lo suficiente como para disparar sus torpedos y lanzó una salva.


La proa del Kumano estalló y el crucero pesado Suzuya también resultó alcanzado por el desesperado ataque del Johnston y su tripulación, quedando fuera de combate. Sin embargo, la suerte del Johnston se había terminado. Una salva de 14” alcanzó la cubierta y la sala de máquinas del destructor, reduciendo su velocidad a 14 nudos, cortando el suministro de electricidad y dejando inmóviles las torretas de sus cañones. Otros tres impactos de proyectiles de 6” destrozaron el puente del buque, causando numerosas bajas e hiriendo al capitán Evans. Ante la perspectiva de que el Johnston acabara volatilizado por la creciente intensidad del fuego japonés, ordena dar la vuelta e intentar regresar con el resto de la flota. Pero para entonces ya no estaba solo.

Ante la valerosa acción del Johnston, el almirante Sprague comprendió que si había una posibilidad residía en su flotilla de destructores, y ordenó al resto de sus barcos de escolta sumarse al combate. A las 7:35 el pequeño destructor Samuel B. Roberts (de la clase John C. Butler), viró en redondo y se unió al combate, cruzando ante el gravemente dañado Johnston. El armamento del Roberts constaba de sólo dos cañones de 5”, uno a proa y otro a popa, y tres torpedos Mark 15, pero a su capitán, el teniente comandante Robert W. Copeland, le pareció suficiente para enfrentarse al crucero pesado Chokai. Intentando ponerse a cubierto tras una cortina de humo, el Roberts se acercó a 4km del crucero japonés, pero también al radio de alcance de sus cañones de 8”.

Sin embargo, la distancia se acortaba tan rapidamente que los proyectiles del Chokai pasaban sobre el Samuel B. Roberts. Tan pronto como el destructor alcanzó la distancia de disparo, lanzó una salva de sus tres torpedos, que alcanzaron al crucero. Pero el combate para el Roberts no había hecho más que empezar. Durante una hora, la valerosa tripulación del Roberts estuvo combatiendo contra los barcos japoneses. Disparó 600 proyectiles de 5”, usó sus cañones Bofors de 40mm contra la superestructura del Chokai, hasta los artilleros de los antiaéreos de 20mm disparaban a los barcos enemigos.

Pero al igual que su colega, el Johnston, el Samuel B. Roberts agotó sus posibilidades de sobrevivir. A las 8:51, una descarga de la artillería japonesa pusó fuera de combate la torreta de popa del Roberts y el puente de mando. El capitán Copeland trasladó el mando a la popa del barco y desde allí siguió dirigiendo el barco. Frente a la proa se alzaron los surtidores producidos por varios disparos de 14”, y advertido de ello Copeland ordenó atrás toda. La maniobra casi hundió la popa del destructor en el agua, justo segundos antes de que otros dos proyectiles de 14” cayeran sobre el lugar en que debía haber estado el destructor de haber seguido su rumbo. Copeland ordenó entonces avante a toda máquina, pero en esta ocasión no hubo suerte. El destructor cayó bajo una salva de 14” procedente del Kongo, uno de cuyos proyectiles penetró en la línea de flotación. El Roberts comenzó a hundirse lenta e irremediablemente, y el capitán Copeland ordenó abandonar el barco a las 9:35. Treinta minutos más tarde el Samuel B. Roberts se hundía, llevandose con él a 89 tripulantes. Copeland recibiría el 16 de Julio de 1945 la Cruz Naval.


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Capitan rojillo
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Al mismo tiempo, el Heermann y el Hoel también se habían lanzado a la carga. El Heermann comenzó el ataque disparando sus cañones de 5” contra el crucero pesado Chikuma, y lanzando una salva de torpedos al Haguro. Tras disparar los torpedos, el destructor cambió de rumbo, pero no para retirarse, ese día la retirada no figuraba entre los planes de su tripulación. El Heermann puso proa a una columna de cuatro acorazados que habían comenzado a abrir fuego sobre él. Disparó sus cañones sobre el Kongo y lanzó otros dos torpedos, para después ir a por el acorazado Haruna, al que disparó sus tres torpedos restantes. Los acorazados tuvieron que maniobrar para evitar los torpedos del Heermann, e incluso el Yamato, con sus formidables cañones de 18”, hubo de virar y alejarse de la acción para no ser blanco de los torpedos del destructor.

El Heermann dio la vuelta a cubierto de una columna de humo, y de nuevo volvió al combate unos minutos más tarde, situandose entre los portaaviones y una columna de cuatro cruceros enemigos. Puso en su punto de mira al Chikuma, y ambos barcos se enzarzaron en un duelo de artillería que se saldó con graves daños en los dos buques. El Heermann fue alcanzado en la proa, con tal intensidad que sus anclas llegaban a ras de agua, y el Chikuma se encontró con que además del fuego del Heermann debía enfrenarse a un intenso ataque aéreo. Finalmente los cañones del Heermann y las bombas, torpedos y fuego de ametralladora de los aviones, hizo retroceder al Chikuma, que terminó hundiendose en su retirada. Ahora el crucero pesado Tone apuntaba sus cañones al Heermann, que devolvió el fuego mientras alcanzaba una posición desde la cual cubrir con sus columnas de humo la retirada de los portaaviones. Al igual que con el Chikuma, el Tone se convirtió en el blanco de los aviones de la Taffy 2, que se habían sumado al combate, acabando con daños tan graves que se vio forzado a retirarse de la acción.

Habíamos dejado al Johnston y su valerosa tripulación retirandose renqueante y en busca de seguridad en dirección a los portaaviones. Pero el combate no había acabado para el baqueteado destructor. Después de dos horas de combate, el capitán Evans observo una línea de cuatro destructores japoneses, acompañados por el crucero ligero Yahagi, preparandose para un ataque con torpedos contra los portaaviones en fuga. El Johnston maniobró para interceptar a los atacantes, y realizó fuego de cañón sobre ellos, forzandoles a lanzar sus torpedos con antelación y fallando sus blancos, pero centrando su fuego de artillería sobre el destructor. A las 9:10 una descarga alcanzó una de las torretas de proa del Johnston, y provocó el estallido de varios proyectiles allí almacenados. Las máquinas del destructor se pararon y el Johnston quedó a merced de sus enemigos. Los impactos se sucedían uno tras otro con tal rapidez que, en palabras de uno de los supervivientes, “era imposible tapar los agujeros con la rapidez suficiente como para mantener el barco a flote”. Finalmente, a las 9:45, el capitán Evans dio la orden de abandonar el barco. El Johnston se hundió 25 minutos más tarde, sirviendo de tumba a 186 de sus tripulantes. Evans consiguió abandonar su barco, pero poco después desapareció. Recibió a título póstumo la Medalla de Honor del Congreso.

Casualidades del destino, la anécdota de la batalla corrió de parte de los destructores John C. Butler y Raymond. Los dos cargaron con la misma intrepidez que sus compañeros, los dos se enfrentaron a cruceros que les aventajaban en potencia de fuego, gastaron sus torpedos y derrocharon heroismo… ¡Y los dos terminaron la batalla sin haber recibido ni un solo impacto! Finalmente, la Batalla de Samar se saldó por parte norteamericana con la pérdida de dos portaaviones de escolta, el Saint Lo y el Gambier Bay; dos destructores, el Johnston y el Hoel; y un destructor de escolta, el Samuel B. Roberts. La Fuerza Central de Kurita perdió tres de sus cruceros, el Chokai, el Chikuma y el Suzuya, pero sobre todo la oportunidad de sino destruido sí haber producido muy graves daños a la Taffy 3, y haber puesto en aprietos a las fuerzas aliadas en Leite. La Fuerza Central de Kurita sufrió en las horas posteriores los constantes ataques de la aviación de los portaaviones de Halsey, y el Nagato, Haruna y Kongo fueron gravemente dañados. La poderosa flota de Kurita había recibido un golpe del que no podría recuperarse. Sólo el Yamato, que abandonó la acción en una maniobra evasiva evitando los torpedos de los destructores, salió de la batalla sin daños y totalmente operativo.


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Capitan rojillo
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Los destructores combatieron aquel día como acorazados, así se le recuerda al Samuel B. Roberts, y su sacrificio y heroismo salvaron el día para la Taffy 3. Toda la unidad recibió una Citación Presidencial en los siguientes términos:“Por extraordinario heroismo en acción contra poderosas unidades de la Flota Japonesa durante la Batalla de Samar, Filipinas, 25 de Octubre de 1944… los valerosos barcos de la Task Unit entablaron batalla con fiereza contra la superior velocidad y potencia de fuego del enemigo que avanzaba… dos de los valientes destructores y un destructor de escolta cargaron contra los acorazados a corta distancia, y empleando sus últimos torpedos en el intento desesperado de defender a todo el Grupo acabaron siendo hundidos por los potentes disparos del enemigo… El coraje, determinación y extraordianario trabajo de equipo de los oficiales y hombres que combatieron en la aviación embarcada y los buques de la Task Unit 77.4.3, fueron determinantes en lograr la retirada de una fuerza hostil que amenazaba las operaciones de nuestra invasión en Leite, estando en sintonía con las más altas tradiciones del Servicio Naval de los Estados Unidos”. La Batalla de Samar no estuvo limitada a las acciones de los destructores de la Taffy 3. También los portaaviones se vieron envueltos en violentos combates y ataques de kamikaze, pero esa, como suele suceder, es otra historia.

Sin una marina para defender el imperio, al Japón solo le queda retroceder sabiendo que el final no está lejos. Su desesperación se demuestra al utilizar, por primera vez, las fuerzas Kamikazes del almirante Onishi. Los Estados Unidos recuperan la principal colonia en el Pacífico y no les queda enemigo ni sobre el mar ni en los cielos.

Las pérdidas japonesas pudieron haber sido mayores, pero en todo caso habían sido devastadoras: 3 acorazados, 4 portaviones, 10 cruceros y 9 destructores, totalizando 306 mil toneladas en el fondo del mar, contra sólo 37 mil de los estadounidenses: un portaviones, dos portaviones de escolta y tres destructores. Pérdidas insignificantes si se tiene en cuenta la capacidad que había alcanzado su industria bélica. La flota nipona había sido diezmada a un nivel comparable a la escuadra franco-española en Trafalgar (1805, Guerras Napoleónicas) o la flota rusa en Tsushima (1905, Guerra Ruso-Japonesa).
Leyte, con sus tres batallas en una, libradas hace 60 años, pasó a ser uno de los encuentros más decisivos de la historia naval; Jutlandia (1916, I Guerra Mundial) es inferior, tanto en el tonelaje y poderío de efectivos enfrentados como en su indeciso desenlace. A diferencia de ella, Leyte fue decisiva, pues la "Rengo Kantai" dejó de ser una flota coherente, para desarticularse en unidades dispersas y carentes incluso de combustible, que sufrieron inermes en sus puertos los bombardeos norteamericanos, durante los últimos meses de la guerra.

El último acto de la Batalla del Golfo de Leyte se representó el día 26 de octubre en el curso de la retirada hacia Brunei con los restos de la fuerza de ataque. Fue perseguido con intensos ataques aéreos en masa, pero consiguió librarse sin otra pérdida que la del crucero ligero Noshiro. Esta Batalla del Golfo de Leyte fue la mayor de todas las de la historia naval. La flota de combate japonesa consiguió, al fin, el encuentro decisivo que tanto había ansiado, pero sufrió una derrota aplastante. Lo mas importante de esta batalla es que fue la última vez que la Fuerza Móvil operó como una unidad de combate. Kurita regresó a aguas metropolitanas japonesas con los acorazados supervivientes, abandonando el Pacífico Central y Sud Occidental a merced de las fuerzas operativas aliadas que, a partir de aquel momento, empezaron a prepararse para el avance definitivo hacia el Japón.

Fuentes:
www.wikipedia.org
www.bosamar.com
www.history.navy.mil
www.onwar.com
www.estrellavalpo.cl
www.exordio.com
Última edición por Capitan rojillo el 30 Oct 2007, 01:15, editado 2 veces en total.


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