Un sargento del Ejército de Tierra del cuartel de Loyola, de iniciales M.R.V., resultó herido de un disparo en el hombro izquierdo anoche en San Sebastián, en circunstancias que no están claras y están siendo investigadas. Su vida no corre peligro. La Ertzaintza, tras realizar las primeras indagaciones, considera que "no existen indicios suficientes para determinar que se trata de una atentado de ETA".
Asimismo, ha apreciado contradicciones en la declaración del herido, de 28 años. Al parecer no se corresponde la trayectoria de la bala con el lugar desde el que dice que fue disparado. Según el soldado, fue abordado de frente por una sola persona recibiendo un tiro. Presenta una herida de bala con entrada por la parte delantera del hombro izquierdo y salida por la zona del omoplato, según el Servicio Vasco de Salud Osakidetza.
El departamento vasco de Interior precisó que continúa investigando los hechos y puso de relieve que "hay una serie de circunstancias que no son claras" y que no corresponderían con el modo habitual que tiene ETA de perpetrar sus acciones, aunque "no se descarta totalmente" que se trate de un atentado. Además, el goteo de diferentes versiones del suceso han contribuido a aumentar la confusión sobre lo que realmente ocurrió en los aledaños del cuartel de Loyola.
El pronóstico es reservado pero nada hace temer por su vida. El herido ha sido intervenido quirúrgicamente y permanecerá ingresado con pronóstico reservado en observación en el área de Urgencias. Este martes se facilitará un nuevo parte médico.
El sargento recibió el disparo cuando transitaba por el camino de Uba, cercano al acuartelamiento militar de Loyola, de donde al parecer había salido con la intención de dirigirse a la residencia militar de Martutene, según la primera declaración efectuada por la víctima.
El herido también indicó que su agresor efectuó un único disparo, frente a las primeras versiones ofrecidas por fuentes de la lucha antiterrorista que apuntaron a que fueron dos los individuos que siguieron al sargento y que dispararon dos veces contra él. La Policía vasca tampoco ha confirmado que el suboficial repeliera a tiros la agresión con su arma reglamentaria.
El militar solicitó ayuda minutos después a uno de sus compañeros tras caminar hasta la instalación militar que fue quien le trasladó hasta el Hospital Donostia, donde el suboficial ingresó 45 minutos después del suceso.
La Ertzaintza no ha precisado aún el calibre del proyectil que hirió en un hombro al sargento, aunque hizo hincapié en que aún en el caso de que se tratara del calibre 9 milímetros parabellum, ésta es una munición "bastante común" que no sólo utiliza la banda terrorista.
Elmundo.es