Muy buenas a todos.
Soy un muy asiduo lector de este y otros foros de defensa a lo largo de hace bastante tiempo. La timidez
y el tremendo nivel de los foristas ha hecho que me de cierta verguenza participar en ellos, aunque ya lo hacía en el difunto Anadef hace algunos años.
He elegido este tema como podía haber elegido otro, no sé exactamente el porqué.
Creo humildemente que la idea de responder con atentados en suelo USA no sería una buena opción, por 2 razones:
¿Cómo lo hacemos?
1) Agentes "Kamikaze".
En tiempos de guerra los españolitos estarían bastante controlados en USA y llegar en barco, nadando o en avión regular no parece factible
. Una vez allí, busca objetivos factibles y consigue el "material" para hacerlo, busca un plan de actuación, etc... Además la mentalidad e indiosincrasia española hace muy difícil que alguién coja, por ejemplo, una monovolumen, la cargue con goma 2 eco hasta los topes y se dirija contra una guardería del bronx, por decir algo. Lo de atacar Whiteman en Missouri, los silos de las Dakotas, Oceana Eglin, Barksdale o Fort Hood (Ejemplos de objetivos militares) suena a ciencia ficción para los medios españoles, en medio de una guerra y teniendo en cuenta el tamaño y nivel de protección de dichos objetivos.
2) Ataque a distancia.
Lo mismo, es "imposible". Demasiado lejos, demasiados objetivos, sin factor sorpresa, la barrera de la Navy, Usaf, Guardia Nacional, sistemas de alerta temprana, red satelital, etc.... No estamos en Diciembre de 1941.
3) Guerra asimétrica: Enviar secretamente a Carmen de Mairena, Toni Perejil, Coto matamoros, Tamara seisdedos, Jesús mariñas, Antonio Fontaneda, etc... en un C-130 con la música de fondo del torito bravo o Paquito el chocolatero, imitando a la delta force, soltándolos en medio del programa de Oprah en horario de máxima audiencia. Es nuestra máxima chance.
¿Qué ganamos y qué perdemos?
Si pudiera ser factible y se hiciera un atentado masivo e indiscriminado en medio de un conflicto, puede que se rindan, se asusten o se pongan a llorar. Puede que incluso convoquen un referendum a favor o en contra de seguir en combate, con campaña y todo, con documentales de Michael Moore defendiendo el Spanish Way of life y la tortilla de patatas.
Pero también puede pasar que la junta del estado mayor y el presidente suden la camiseta y, en medio de un esfuerzo ímprobo aprieten un botón de un cierto maletín que dicen las malas lenguas que controla unas cositas muy feas y, en menos que dura medio partido de fútbol, un señor de apellido Minutemann se presente en la vertical de la Joy Eslava, sin invitación.
Otra opción, más costosa y más fea
es descolgar el teléfono, hablar con el comandante de Whiteman, Missouri, te pongan con los hangares de los B-2 y les digan a los operarios que esperen, que les llega la carga a lanzar para la misión del día, que lo que va a caer sobre Sevilla (Por decir un sitio) esa noche no son bombas de 900 Kg como las que estaban destinadas a las concentraciones de armamento blindado españolas, sino que lo que va a caer es VX (Por ejemplo).
Un saludo a todos