mma escribió:No ha cambiado nada, ni los metodos usados ni los medios,...... ¿que diferencia hay entre el programa Corazones y mentes de Vietnam de lo que se hace ahora en Afganistan y que diferencia hay entre las represalias tomadas por el Vietcong contra los que se acogian a el y las que toman ahora los talibanes contra los que se ponen del lado de los aliados?
....esta todo inventado y el guion es el mismo de siempre, solo cambian los personajes.
Tienes razón en afirmar que las guerras son guerras, y los muertos muertos, independientemente de la época que consideremos. Sin embargo estas equivocado en ciertos puntos. El guión sí ha cambiado, y mucho. Y ha cambiado desde que ciertos elementos individuales o colectivos (terroristas o paises conflictivos) han introducido elementos de total incertidumbre en el escenario geoestratégico mundial. Estos elementos es cierto que siempre han existido, pero no con la misma intensidad y virulencia. Antes del 11-S, los gobiernos de los diferentes países conocían el funcionamiento de la dialéctica de la fuerza aplicada entre sujetos estratégicos racionales, es decir, lo que de toda la vida se ha conocido como el factor disuasión. En ese contexto, los diferentes elementos que intervenían en el escenario político internacional, poseían la capacidad de asimilar lo que constituirían daños o riesgos inaceptables para sus intereses nacionales en una confrontación. La propia Libia y su mandatario el coronel Gadafi, constituyen un claro ejemplo de eso. Esas "reglas" se han visto actualmente rotas bajo la serie de conflictos asimétricos y ataques terroristas sobre objetivos civiles de forma indiscriminada.
Esta situación, queramos o no, ha modificado los escenarios, los métodos y los medios empleados. Cuando antes del 11-S un país miraba hacia fuera de sus fronteras en busca de la amenaza exterior, ahora debe volver la cabeza hacia el interior y mirar bajo sus propias faldas. Un claro ejemplo de ello lo constituyen los enormes despliegues defensivos que se preparan cada vez que en nuestro país se produce un acontecimiento de cierta relevancia, como una conferencia internacional o unos juegos deportivos, con despliegue de la flota en los puertos, los cazas y misiles AA defendiendo el espacio aéreo en su entorno, y las tropas sobre el terreno en prevención de lo que pueda ocurrir, un tipo con una mochila explosiva, una avioneta con productos químicos a bordo o una lancha cargada de Goma-2. Esa situación, además de estresante y económicamente elevada, conlleva unos riesgos éticos y legales muy difíciles de superar, ya no digamos la posibilidad de tener que derribar un avión suicida cargado de pasajeros inocentes.
¿Y para que servira un ejercito convencional en ese caso? Si algo han demostrado los ultimos acontecimientos es justo lo contrario, que los ejercitos convencionales estaban "supervalorados" y el enemigo, al igual que en tiempo de Viriato, lo sabe y no les planta cara en campo abierto. Y como respuesta a esa vuelta a un concepto antiquisimo aqui se esta hablando justo de seguir potenciando ese ejercito convencional para hacerle frente.
A pesar de lo que yo mismo he dicho anteriormente, no puedo estar de acuerdo con esa afirmación, y no porque tema que intentes dejarme sin trabajo y deba terminar en una empresa civil (donde por otro lado ganaría bastante más...., ¡que me voy del tema!
). Para contrarrestar los citados escenarios asimétricos necesitamos mejorar la capacidad de Inteligencia, Información y Comunicaciones; suplementar unas fuerzas de operaciones especiales contundentes y apoyarlas. Según eso no necesitamos cazas, fragatas, carros, ni a tres cuartas partes de las Fuerzas Armadas. Eso es un completo error. A pesar de que no salgan de forma cotidiana en las noticas, en el mundo continúan existiendo otros escenarios que el asimétrico, y España, queramos o no, tiene firmados una serie de tratados internacionales que llevarán a nuestro país a intervenir, tarde o temprano, en alguno de ellos. Hace tan solo siete u ocho años, el carro de combate estaba terminado. Todo analista que se preciaba gritaba a los cuatro vientos que lo que hacía falta eran vehículos blindados ligeros sobre ruedas. Los Estados Unidos crearon los Striker..., solo para cargarlos tiempo después con las corazas suplementarias necesarias para soportar el fuego enemigo. Ahora el carro vuelve a ser el nuevo heroe de los escenarios urbanos.
Si el enemigo ahora no planta cara y ataca por la espalda habra que cambiar las tacticas y los medios para protegernos las espaldas, no seguir reforzando el pecho. Siguiendo ese razonamiento de que todo ha cambiado tras el 11-S y el enemigo ahora es el terrorismo lo que habra que reforzar seran los medios que nos permitan luchar efectivamente contra ellos, no los medios que nos permiten atacar a ejercitos convencionales.
A lo mejor eso es lo que pretende el terrorismo, que se cambien las bases de lo que hasta ahora se consideraban las piedras angulares de nuestro pensamiento, de nuestra sociedad..., de nuestros Ejércitos. Lo cierto es que para luchar contra el terrorismo: las fuerzas de seguridad, y para defender u ocupar el territorio propio o enemigo: las fuerzas armadas, más o menos convencionales. El 80% de las intervenciones armadas que se realizan en el mundo, siguen siendo llevadas a cabo por fuerzas convencionales, como no puede ser de otra forma si lo que se persiguen son unos fines militares.