El Norte de África: La guerra pendular
- urquhart
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Hola a todos:
Túnez supuso la derrota italiana.
Me explico, las fuerzas de Messe eran las últimas tropas equipadas y entrenadas del Reino de Italia. En Túnez fueron un hueso duro de roer, posiblemente por que conocían su destino. La Regia Marina había hecho el último esfuerzo en sostener Túnez,con cierto éxito tal como estaban las cosas en el Mediterráneo Central, por lo que de haber realizado ese esfuerzo pero en sentido contrario (1), Sicilia hubiera contado con 250.000 soldados italo germanos de primera categoría, y sin olvidarnos del mismísimo Messe. Todo y que el material rodante se hubiera quedado en Africa, las divisiones africanas eran infinitamente superiores a las Brigadas Costeras (reservistas entrados en años con oficiales que hacía tiempo estaban desvinculados de la milicia).
Todo y que politicamente, como indica Von Kleist, pudiera parecer una acción acertada, la realidad mostró su inutilidad militar y política. Al menos desde la caida de la línea Mareth, en Berlín ya podían pensar en el resultado final. Los italo alemanes eran atacados por fuerzas británicas desde el Este (8º Ej) y desde el Oeste (1er Ej.), por los franceses desde el Oeste (XIX CE) y americanos desde el Oeste (II US corps), sin olvidarnos de la Fuerza L de Leclerc.
Y la Regia Aeronautica, a excepción de las fuerzas de defensa de Turín-Milán, también despareció en los cielos de Túnez, no sólo la LW mantuvo el puente aéreo. Bombarderos, transportes, aviones civiles, hidrocanoas, cualquier cosa que volase en Italia se destinó a reabastecer Túnez.
(1) Cuando solo restaba el epílogo, la RM transportaba infantería alemana en destructores
Saludos.
Túnez supuso la derrota italiana.
Me explico, las fuerzas de Messe eran las últimas tropas equipadas y entrenadas del Reino de Italia. En Túnez fueron un hueso duro de roer, posiblemente por que conocían su destino. La Regia Marina había hecho el último esfuerzo en sostener Túnez,con cierto éxito tal como estaban las cosas en el Mediterráneo Central, por lo que de haber realizado ese esfuerzo pero en sentido contrario (1), Sicilia hubiera contado con 250.000 soldados italo germanos de primera categoría, y sin olvidarnos del mismísimo Messe. Todo y que el material rodante se hubiera quedado en Africa, las divisiones africanas eran infinitamente superiores a las Brigadas Costeras (reservistas entrados en años con oficiales que hacía tiempo estaban desvinculados de la milicia).
Todo y que politicamente, como indica Von Kleist, pudiera parecer una acción acertada, la realidad mostró su inutilidad militar y política. Al menos desde la caida de la línea Mareth, en Berlín ya podían pensar en el resultado final. Los italo alemanes eran atacados por fuerzas británicas desde el Este (8º Ej) y desde el Oeste (1er Ej.), por los franceses desde el Oeste (XIX CE) y americanos desde el Oeste (II US corps), sin olvidarnos de la Fuerza L de Leclerc.
Y la Regia Aeronautica, a excepción de las fuerzas de defensa de Turín-Milán, también despareció en los cielos de Túnez, no sólo la LW mantuvo el puente aéreo. Bombarderos, transportes, aviones civiles, hidrocanoas, cualquier cosa que volase en Italia se destinó a reabastecer Túnez.
(1) Cuando solo restaba el epílogo, la RM transportaba infantería alemana en destructores
Saludos.
Tempus Fugit
- Von Kleist
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Buenas
Estratégicamente hablando, como comentaba antes, no era descabellado intentar retener Tunez en manos del Eje... durante cierto tiempo, hasta que fuera inevitable la evacuación. Rommel lo entendió así, y de hecho, solicitó al OKW un acortamiento del frente y una retirada gradual hacia la península tunecina, estableciendo una linea defensiva con centro en Efindaville. Esto era lo razonable pero el OKW se negó en redondo, pesaron más los argumentos políticos.
Saludos
Todo y que politicamente, como indica Von Kleist, pudiera parecer una acción acertada, la realidad mostró su inutilidad militar y política. Al menos desde la caida de la línea Mareth, en Berlín ya podían pensar en el resultado final.
Estratégicamente hablando, como comentaba antes, no era descabellado intentar retener Tunez en manos del Eje... durante cierto tiempo, hasta que fuera inevitable la evacuación. Rommel lo entendió así, y de hecho, solicitó al OKW un acortamiento del frente y una retirada gradual hacia la península tunecina, estableciendo una linea defensiva con centro en Efindaville. Esto era lo razonable pero el OKW se negó en redondo, pesaron más los argumentos políticos.
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- urquhart
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Hola Ewald:
si no me equivoco, Mareth cae el 27 de marzo, tras el "gancho", y entre el 1 y 6 de abril se rompe la linea de Gabes. Eectivamente, retrasar la defensa a Enfidaville, varios cientos de Km al norte de Mareth y por tanto más próximo a Bizerta, hubiera aumentado las posibilidades italo alemanas, e incluso crear la malsana competencia aliada que se produjo en Sicilia. En este caso Rommel lograría tiempo, escaso tal vez.
Pero insisto en un punto: la Regia MArina tenía capacidad o para abastecer Tunez, mediante unidades de combate, penosa servidumbre; o evacuar las fuerzas. Los stocks de nafta eran finitos.
Es evidente que si los contraatques de febrero hubieran dislocado el dispositivo de Monty, el exito estratégico de la campaña de Túnez hubiera sido del Eje, alejando la posibilidad de Husky unos 6 meses ¿?, y a la larga retrasando la defección italiana y quien sabe si Overlord, dado que numerosos transportes de Husky luego aparecieron en Normandía. Pero una vez fracasados, y con buen criterio por parte de Rommel, se imponía la retirada, y todavía existía posibilidad de que fuera ordenada. Luego vendrían la comentada arremetida contra MAreth, y la ruptura de GAbes. Todo y así, los italo alemanes pudieron retirar hacia Cabo Bon la mayoría de las tropas.
Saludos.
si no me equivoco, Mareth cae el 27 de marzo, tras el "gancho", y entre el 1 y 6 de abril se rompe la linea de Gabes. Eectivamente, retrasar la defensa a Enfidaville, varios cientos de Km al norte de Mareth y por tanto más próximo a Bizerta, hubiera aumentado las posibilidades italo alemanas, e incluso crear la malsana competencia aliada que se produjo en Sicilia. En este caso Rommel lograría tiempo, escaso tal vez.
Pero insisto en un punto: la Regia MArina tenía capacidad o para abastecer Tunez, mediante unidades de combate, penosa servidumbre; o evacuar las fuerzas. Los stocks de nafta eran finitos.
Es evidente que si los contraatques de febrero hubieran dislocado el dispositivo de Monty, el exito estratégico de la campaña de Túnez hubiera sido del Eje, alejando la posibilidad de Husky unos 6 meses ¿?, y a la larga retrasando la defección italiana y quien sabe si Overlord, dado que numerosos transportes de Husky luego aparecieron en Normandía. Pero una vez fracasados, y con buen criterio por parte de Rommel, se imponía la retirada, y todavía existía posibilidad de que fuera ordenada. Luego vendrían la comentada arremetida contra MAreth, y la ruptura de GAbes. Todo y así, los italo alemanes pudieron retirar hacia Cabo Bon la mayoría de las tropas.
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Tempus Fugit
- Von Kleist
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XII. Tunez: final del trayecto.
La Situación (Noviembre 1942-Enero 1943)
Tras la debacle de Rommel en El Alamein, los restos del ejército italo-germano empredieron la retirada a través de mas de 2000 km de desierto libio, con las tropas del 8º ejército pisandoles los talones. El dia 8 de Noviembre los aliados habían comenzado la Operación Torch, los desembarcos anfibios en la Costa occidental africana que equivalían a un desastre estratégico para el eje, al ver sus fuerzas del Norte de Africa encajonadas entre dos ejércitos aliados que avanzaban desde el este y oeste. La intención de Rommel era retirarse gradualmente a Tunez y proceder a una evacuación ordenada del ejército germano-italiano desde alli. A fin de obtener autorización para dicha operación, Rommel voló personalmente el 27 de Noviembre a Rastenburg para solicitar el permiso del OKW, pero Hitler se negó a escucharle y despidió a Rommel de mala manera, ordenandole que regresara a Africa. Las consideraciones estratégicas para Italia y las recientes catástrofes de Stalingrado y el Cáucaso, pesaban todavía demasiado en la mente de Hitler. Kesselring recibió la orden de organizar y mantener una amplia cabeza de puente en Tunez para retener a las fuerzas aliadas en Africa. Inmediatamente Kesselring envió a Africa todos los refuerzos disponibles en el Sur de Europa.
Estos refuerzos incluian a la poderosa 10ª Division panzer (con algunos de los nuevos y potentes carros Tiger), la División Von Broicht (una potente formación ad hoc formada por tropas paracaidistas, tropas de ingenieros, unidades italianas Bersaglieri y servicios auxiliares), la division Superga italiana, junto con parte de la division panzer de élite Hermann Goering. Este orden de batalla se vio reforzado por la llegada de los restos del Panzerarmee Afrika (rebautizado como 1er ejército italiano), que el llegó al puerto de Sfax, uniéndose a las fuerzas del eje en Túnez. Pese a todo, el ejército germano-italiano que llegó a Tunez era una mera sombra de lo que había sido en sus mejores tiempos, pues solo contaba por esas fechas con unos 5.000 hombres y 40 carros de combate operativos.
A principios de febrero de 1943, parte de la infantería Afrika Korps se atrincheró en la linea Mareth al sudeste de Tunez, para detener el avance de las fuerzas perseguidoras del 8º ejército británico; mientras que los escasos carros del DAK e italianos que le quedaban a Rommel se dirigieron hacia el oeste del pais, para encontrarse con las fuerzas de Arnim ahora bautizadas con el nombre de 5º Ejercito Panzer. Tanto Rommel como Arnim sabían que debían descargar un golpe contra los aliados en el oeste de Tunez para luego volverse contra las fuerzas del 8º Ejército, por lo que era preciso lanzar una ofensiva contra las tropas norteamericanas que amenazaban Tunez central.
La Situación (Noviembre 1942-Enero 1943)
Tras la debacle de Rommel en El Alamein, los restos del ejército italo-germano empredieron la retirada a través de mas de 2000 km de desierto libio, con las tropas del 8º ejército pisandoles los talones. El dia 8 de Noviembre los aliados habían comenzado la Operación Torch, los desembarcos anfibios en la Costa occidental africana que equivalían a un desastre estratégico para el eje, al ver sus fuerzas del Norte de Africa encajonadas entre dos ejércitos aliados que avanzaban desde el este y oeste. La intención de Rommel era retirarse gradualmente a Tunez y proceder a una evacuación ordenada del ejército germano-italiano desde alli. A fin de obtener autorización para dicha operación, Rommel voló personalmente el 27 de Noviembre a Rastenburg para solicitar el permiso del OKW, pero Hitler se negó a escucharle y despidió a Rommel de mala manera, ordenandole que regresara a Africa. Las consideraciones estratégicas para Italia y las recientes catástrofes de Stalingrado y el Cáucaso, pesaban todavía demasiado en la mente de Hitler. Kesselring recibió la orden de organizar y mantener una amplia cabeza de puente en Tunez para retener a las fuerzas aliadas en Africa. Inmediatamente Kesselring envió a Africa todos los refuerzos disponibles en el Sur de Europa.
Estos refuerzos incluian a la poderosa 10ª Division panzer (con algunos de los nuevos y potentes carros Tiger), la División Von Broicht (una potente formación ad hoc formada por tropas paracaidistas, tropas de ingenieros, unidades italianas Bersaglieri y servicios auxiliares), la division Superga italiana, junto con parte de la division panzer de élite Hermann Goering. Este orden de batalla se vio reforzado por la llegada de los restos del Panzerarmee Afrika (rebautizado como 1er ejército italiano), que el llegó al puerto de Sfax, uniéndose a las fuerzas del eje en Túnez. Pese a todo, el ejército germano-italiano que llegó a Tunez era una mera sombra de lo que había sido en sus mejores tiempos, pues solo contaba por esas fechas con unos 5.000 hombres y 40 carros de combate operativos.
A principios de febrero de 1943, parte de la infantería Afrika Korps se atrincheró en la linea Mareth al sudeste de Tunez, para detener el avance de las fuerzas perseguidoras del 8º ejército británico; mientras que los escasos carros del DAK e italianos que le quedaban a Rommel se dirigieron hacia el oeste del pais, para encontrarse con las fuerzas de Arnim ahora bautizadas con el nombre de 5º Ejercito Panzer. Tanto Rommel como Arnim sabían que debían descargar un golpe contra los aliados en el oeste de Tunez para luego volverse contra las fuerzas del 8º Ejército, por lo que era preciso lanzar una ofensiva contra las tropas norteamericanas que amenazaban Tunez central.
- Von Kleist
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La Batalla de Kasserine (I)
Cuando Rommel se reunió con Von Arnim este le informó de que planeaba lanzar una ofensiva limitada en dirección al macizo central tunecino con la idea de conseguir mejores posiciones en un frente mas defendible en la cordillera tunecina, operación que el DAK apoyaría formando una pinza meridional. Haciendo uso de su autoridad como comandante del 5º Ejército Panzer, Arnim se reservó las mejores unidades alemanas para su ofensiva: la 10ª y 21ª panzer, dejando a Rommel con los restos de la 15ª panzer (con apenas 50 tanques) y los remanentes de varias unidades italianas. La operación limitada de Von Arnim tuvo un comienzo arrollador cuando la 10ª y 21ª panzer convergieron sobre los defensores de la 1ª division blindada de EEUU. Estas tropas bisoñas literalmente abandonaron el campo al ver acercarse los blindados alemanes, dejando tras de sí ingentes cantidades de equipo y suministros intactos y realizando una precipitada retirada que abrió una brecha en el frente aliado que podía ser explotada por los panzers alemanes.
Von Arnim había obtenido el éxito táctico local que buscaba, sin embargo Rommel, que venía de conducir una derrota pero no había perdido su espíritu combativo ni su olfato táctico, apreció que surgía una oportunidad excelente para convertir el éxito táctico en un golpe de calado estratégico. Por la ruta abierta en el frente aliado podía llegarse a la Carretera de Tebessa, una estratégica via de comunicación que conducía a la frontera argelina. Rommel ideó que los carros de Arnim (de nuevo una fuerza importante) y los remanentes del DAK podrían avanzar conjuntamente hacia el Paso de Kasserine y luego girar hacia el noroeste (direccion a Tebessa) y llegar hasta la costa en la frontera argelina, cortando de ese modo la retarguardia de los ejercitos aliados. En esencia, Rommel pretendia dejar aislados a los aliados en la cara oeste de Tunez y destruir el grueso de sus fuerzas, para volverse luego contra el 8º Ejercito de Monty que amenazaba la cara este frente a la Linea Mareth.
Cuando Rommel se reunió con Von Arnim este le informó de que planeaba lanzar una ofensiva limitada en dirección al macizo central tunecino con la idea de conseguir mejores posiciones en un frente mas defendible en la cordillera tunecina, operación que el DAK apoyaría formando una pinza meridional. Haciendo uso de su autoridad como comandante del 5º Ejército Panzer, Arnim se reservó las mejores unidades alemanas para su ofensiva: la 10ª y 21ª panzer, dejando a Rommel con los restos de la 15ª panzer (con apenas 50 tanques) y los remanentes de varias unidades italianas. La operación limitada de Von Arnim tuvo un comienzo arrollador cuando la 10ª y 21ª panzer convergieron sobre los defensores de la 1ª division blindada de EEUU. Estas tropas bisoñas literalmente abandonaron el campo al ver acercarse los blindados alemanes, dejando tras de sí ingentes cantidades de equipo y suministros intactos y realizando una precipitada retirada que abrió una brecha en el frente aliado que podía ser explotada por los panzers alemanes.
Von Arnim había obtenido el éxito táctico local que buscaba, sin embargo Rommel, que venía de conducir una derrota pero no había perdido su espíritu combativo ni su olfato táctico, apreció que surgía una oportunidad excelente para convertir el éxito táctico en un golpe de calado estratégico. Por la ruta abierta en el frente aliado podía llegarse a la Carretera de Tebessa, una estratégica via de comunicación que conducía a la frontera argelina. Rommel ideó que los carros de Arnim (de nuevo una fuerza importante) y los remanentes del DAK podrían avanzar conjuntamente hacia el Paso de Kasserine y luego girar hacia el noroeste (direccion a Tebessa) y llegar hasta la costa en la frontera argelina, cortando de ese modo la retarguardia de los ejercitos aliados. En esencia, Rommel pretendia dejar aislados a los aliados en la cara oeste de Tunez y destruir el grueso de sus fuerzas, para volverse luego contra el 8º Ejercito de Monty que amenazaba la cara este frente a la Linea Mareth.
Última edición por Von Kleist el 23 Ene 2008, 13:54, editado 2 veces en total.
- Von Kleist
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La Batalla de Kasserine (II)
El plan ideado por Rommel para explotar el éxito táctico obtenido contra la 1ª division blindada norteamericana era brillante y ofrecia posibilidades de éxito, pero la mente de Von Arnim no era tan atrevida como la de Rommel. A Arnim el plan le pareció demasiado ambicioso y desmesurado... y lamentablemente para Rommel, Von Arnim estaba al mando del recien creado 5º ejercito panzer, mientras que el propio Rommel solo mandaba el muy menguado DAK.
Esta bicefalia de mando impidió que Rommel impusiera su criterio, por lo que Rommel decidió apelar a Kesselring y el Comando Supremo el Roma. El 18 de Febrero Rommel mando mensajes a estos solicitando luz verde para su plan y el mando de la operación. Después de un dia de espera Rommel recibió la respuesta de Kesselring, que era una solución de compromiso: se le concedia el mando, pero solo se le autorizaba para un avance sobre Le Kef, al norte de Kasserine, lo que en esencia convertía el plan de Rommel en un nuevo avance limitado sin miras de conseguir otra cosa que consolidar las posiciones en Tunez Central. Un desilusionado Rommel no tuvo otro remedio que seguir la idea de Von Arnim: un avance limitado de la 10ª y 21ª panzer (pinza norte) sobre Kasserine, con Rommel los restos del DAK avanzado como pinza sur para luego girar sobre Le Kef.
En cualquier caso, las horas perdidas en las deliberaciones sobre el mando fueron fatales para los intereses alemanes, ya que cuando Rommel, por fin, recuperó el mando unificado de todos los panzers los aliados habían comenzado a reaccionar enviando sus reservas hacia el sector amenazado. El nuevo ataque alemán logró desalojar a los defensores del Paso de Kasserine tras un enconado combate, e hizo progresos en direccion a la población de Thala, donde finalmente se detuvo ante la creciente resistencia de las tropas aliadas y el aumento de la actividad aerea enemiga. Rommel comprendió entonces que estaba perdiendo la partida, y suponiendo que los aliados no tardarían en desequilibrar la balanza con sus enormes reservas, decidió evacuar las posiciones adelantadas y romper el contacto con el enemigo, cosa que hizo tan habilmente que los aliados tardaron un dia en apercibirse de la retirada. Rommel habia escapado una vez más, pero tras esfumarse la opción de Kasserine, Tunez estaba irremisiblemente perdido.
El plan ideado por Rommel para explotar el éxito táctico obtenido contra la 1ª division blindada norteamericana era brillante y ofrecia posibilidades de éxito, pero la mente de Von Arnim no era tan atrevida como la de Rommel. A Arnim el plan le pareció demasiado ambicioso y desmesurado... y lamentablemente para Rommel, Von Arnim estaba al mando del recien creado 5º ejercito panzer, mientras que el propio Rommel solo mandaba el muy menguado DAK.
Esta bicefalia de mando impidió que Rommel impusiera su criterio, por lo que Rommel decidió apelar a Kesselring y el Comando Supremo el Roma. El 18 de Febrero Rommel mando mensajes a estos solicitando luz verde para su plan y el mando de la operación. Después de un dia de espera Rommel recibió la respuesta de Kesselring, que era una solución de compromiso: se le concedia el mando, pero solo se le autorizaba para un avance sobre Le Kef, al norte de Kasserine, lo que en esencia convertía el plan de Rommel en un nuevo avance limitado sin miras de conseguir otra cosa que consolidar las posiciones en Tunez Central. Un desilusionado Rommel no tuvo otro remedio que seguir la idea de Von Arnim: un avance limitado de la 10ª y 21ª panzer (pinza norte) sobre Kasserine, con Rommel los restos del DAK avanzado como pinza sur para luego girar sobre Le Kef.
En cualquier caso, las horas perdidas en las deliberaciones sobre el mando fueron fatales para los intereses alemanes, ya que cuando Rommel, por fin, recuperó el mando unificado de todos los panzers los aliados habían comenzado a reaccionar enviando sus reservas hacia el sector amenazado. El nuevo ataque alemán logró desalojar a los defensores del Paso de Kasserine tras un enconado combate, e hizo progresos en direccion a la población de Thala, donde finalmente se detuvo ante la creciente resistencia de las tropas aliadas y el aumento de la actividad aerea enemiga. Rommel comprendió entonces que estaba perdiendo la partida, y suponiendo que los aliados no tardarían en desequilibrar la balanza con sus enormes reservas, decidió evacuar las posiciones adelantadas y romper el contacto con el enemigo, cosa que hizo tan habilmente que los aliados tardaron un dia en apercibirse de la retirada. Rommel habia escapado una vez más, pero tras esfumarse la opción de Kasserine, Tunez estaba irremisiblemente perdido.
- Von Kleist
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Analisis de la Batalla de Kasserine.
Kasserine fue el canto del cisne de Rommel y el DAK, la última ocasión en la que pudieron realizar un avance victorioso como tantas veces lo habían hecho entre 1941-42. Sin embargo, para Febrero de 1943 la situación era radicalmente distinta, ahora las fuerzas del eje se enfrentaban a un enemigo mucho mas poderoso. Las unidades norteamericanas pecaron de inexperiencia (como no podía ser de otro modo) pero Rommel quedó maravillado por su abundante equipo y excelente artilleria de campaña. Después de Kasserine Rommel comprendió que no iba a ser un enemigo fácil.
La pregunta que queda en el aire es ¿que habría pasado de haber contado Rommel con el mando unificado desde el principio del ataque alemán y le hubiesen permitido intentar la maniobra de Tebessa?. En esos momentos los aliados no disponían de fuerzas cercanas, y Alexander no esperaba una ofensiva de ese estilo (de hecho, mando reforzar el sector de Thala, precisamente donde Von Arnim deseaba atacar). Posiblemente Rommel habría logrado penetrar profundamente en la retaguardia enemiga, aunque ciertamente el factor del dominio aéreo aliado, junto con las enormes reservas de las que disponían había de tenerse en cuenta. Quizás la guerra en África se habría prolongado algunas semanas más, pero resulta dudoso que hubiese alterado el resultado final. Pese a todo, Rommel supo darse cuenta que la campaña de Tunez solo tenía sentido si se conseguía salvar a las fuerzas italo-germanas, opinión que el OKW no consideró en su justa medida.
Kasserine fue el canto del cisne de Rommel y el DAK, la última ocasión en la que pudieron realizar un avance victorioso como tantas veces lo habían hecho entre 1941-42. Sin embargo, para Febrero de 1943 la situación era radicalmente distinta, ahora las fuerzas del eje se enfrentaban a un enemigo mucho mas poderoso. Las unidades norteamericanas pecaron de inexperiencia (como no podía ser de otro modo) pero Rommel quedó maravillado por su abundante equipo y excelente artilleria de campaña. Después de Kasserine Rommel comprendió que no iba a ser un enemigo fácil.
La pregunta que queda en el aire es ¿que habría pasado de haber contado Rommel con el mando unificado desde el principio del ataque alemán y le hubiesen permitido intentar la maniobra de Tebessa?. En esos momentos los aliados no disponían de fuerzas cercanas, y Alexander no esperaba una ofensiva de ese estilo (de hecho, mando reforzar el sector de Thala, precisamente donde Von Arnim deseaba atacar). Posiblemente Rommel habría logrado penetrar profundamente en la retaguardia enemiga, aunque ciertamente el factor del dominio aéreo aliado, junto con las enormes reservas de las que disponían había de tenerse en cuenta. Quizás la guerra en África se habría prolongado algunas semanas más, pero resulta dudoso que hubiese alterado el resultado final. Pese a todo, Rommel supo darse cuenta que la campaña de Tunez solo tenía sentido si se conseguía salvar a las fuerzas italo-germanas, opinión que el OKW no consideró en su justa medida.
- Von Kleist
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Epílogo: Medenine
Para Rommel, la guerra en el Norte de África estaba próxima a su fin, aunque aun quedaba un último acto. Después de Kasserine, Kesselring habia llegado a ofrecerle a Rommel el mando supremo del V Ejército Panzer, pero Rommel, sabedor de que en el fondo, había perdido la confianza del Alto Mando, que lo tachaba de derrotista, rechazó la oferta. No se encontraba con fuerzas para tener que dirigir una derrota que sabía segura, y además era consciente de que Von Arnim era el favorito de Berlin para el puesto. Sin embargo, antes de abandonar África, quiso probar una última jugada contra el 8º ejército que asediaba la posición de Mareth en Mededine.
El 6 de Marzo de 1943, Rommel lanzó sus 3 divisiones panzer, lo que quedaba de la 10ª, 15ª, y 21ª, con unos 200 tanques, contra las defensas de Montgomery. El ataque carente de apoyo aereo, chocó con una formidable concentración artillera británica que dispersó a las fuerzas alemanas poco después de que comenzaran la ofensiva. Además el certero fuego de los cañones antitanque diezmó a las formaciones panzer que perdieron casi un tercio de sus efcetivos. En apenas unas horas, el ataque había fracasado. En realidad, atacar las bien preparadas posiciones británicas prácticamente era un suicidio y Rommel no debió haberlo intentado.
En cualquier caso, el Zorro del Desierto, era solo una sombra del general vigoroso y en plena forma de 1941. Bastante aquejado de fuertes dolores estomacales y (lo que es mas importante) conduciendo una campaña en la que no creia, no estaba en condiciones de seguir ostentando el mando. El dia 10 Rommel abandonó África para siempre, dejando a Von Arnim al mando, siendo este último el dirigió la rendición del Afrika Korps solo dos meses mas tarde. Al menos, da la impresión de que el Destino quiso salvar al gran Zorro del desierto de presenciar la derrota de sus tropas que tan valientemente le habían seguido desde tripolitania hasta las puertas de Alejandría, y que habían escrito algunas de las páginas más legendarias de la guerra en el Desierto.
Para Rommel, la guerra en el Norte de África estaba próxima a su fin, aunque aun quedaba un último acto. Después de Kasserine, Kesselring habia llegado a ofrecerle a Rommel el mando supremo del V Ejército Panzer, pero Rommel, sabedor de que en el fondo, había perdido la confianza del Alto Mando, que lo tachaba de derrotista, rechazó la oferta. No se encontraba con fuerzas para tener que dirigir una derrota que sabía segura, y además era consciente de que Von Arnim era el favorito de Berlin para el puesto. Sin embargo, antes de abandonar África, quiso probar una última jugada contra el 8º ejército que asediaba la posición de Mareth en Mededine.
El 6 de Marzo de 1943, Rommel lanzó sus 3 divisiones panzer, lo que quedaba de la 10ª, 15ª, y 21ª, con unos 200 tanques, contra las defensas de Montgomery. El ataque carente de apoyo aereo, chocó con una formidable concentración artillera británica que dispersó a las fuerzas alemanas poco después de que comenzaran la ofensiva. Además el certero fuego de los cañones antitanque diezmó a las formaciones panzer que perdieron casi un tercio de sus efcetivos. En apenas unas horas, el ataque había fracasado. En realidad, atacar las bien preparadas posiciones británicas prácticamente era un suicidio y Rommel no debió haberlo intentado.
En cualquier caso, el Zorro del Desierto, era solo una sombra del general vigoroso y en plena forma de 1941. Bastante aquejado de fuertes dolores estomacales y (lo que es mas importante) conduciendo una campaña en la que no creia, no estaba en condiciones de seguir ostentando el mando. El dia 10 Rommel abandonó África para siempre, dejando a Von Arnim al mando, siendo este último el dirigió la rendición del Afrika Korps solo dos meses mas tarde. Al menos, da la impresión de que el Destino quiso salvar al gran Zorro del desierto de presenciar la derrota de sus tropas que tan valientemente le habían seguido desde tripolitania hasta las puertas de Alejandría, y que habían escrito algunas de las páginas más legendarias de la guerra en el Desierto.
Última edición por Von Kleist el 24 Ene 2008, 11:07, editado 1 vez en total.
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Después de Kasserine, Kesselring habia llegado a ofrecerle a Rommel el mando supremo del V Ejército Panzer, pero Rommel, sabedor de que en el fondo, había perdido la confianza del Alto Mando,
Lo cierto es que las relaciones entre Kesselring y Rommel siempre fueron tirantes. En muchas ocasiones Rommel utilizaba sus conexiones con Hitler y Roma para lograr cosas a espaldas de Kesselring, que tampoco perdonaba su autonomia en el desierto. En los interrogatorios de Nuremberg y memorias lo critica bastante, diciendo que tenía tendencia a la depresión y que sólo debería haber mandado una división.
Saludos.
- Von Kleist
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Buenas alejandro
En mi opinión tanto Kesselring como Rommel se vieron inmersos en el engranaje de la confusa y poco armónica alianza germano-italiana, así como en la cúpula de una cadena de mando algo anárquica. Rommel técnicamente estaba subordinado al general Bástico (comadante del ejército africano y con el que se las tuvo tiesas) y a Cavallero, del Comando Supremo en Roma. Pero a su vez, mandaba el DAK y podía apelar a Hitler (como de hecho, hizo varias veces) para imponer sus criterios. Kesselring por su parte, tenía el difuso cargo de responsable de los abastecismientos del Mediterráneo, mientras que Rintelen era el enlace alemán con el Comando Supremo. En resumen, un galimatias de cargos y funciones superpuestas que inevitablemente hizo que surgieran roces entre sus miembros.
En esa tesitura no es de extrañar que tanto Rommel como Kesselring se culparan mutuamente por el mal funcionamiento logístico u operativo, claro que ninguno de los dos podía saber que ULTRA estaba ahi...
Saludos
Lo cierto es que las relaciones entre Kesselring y Rommel siempre fueron tirantes. En muchas ocasiones Rommel utilizaba sus conexiones con Hitler y Roma para lograr cosas a espaldas de Kesselring, que tampoco perdonaba su autonomia en el desierto. En los interrogatorios de Nuremberg y memorias lo critica bastante, diciendo que tenía tendencia a la depresión y que sólo debería haber mandado una división.
En mi opinión tanto Kesselring como Rommel se vieron inmersos en el engranaje de la confusa y poco armónica alianza germano-italiana, así como en la cúpula de una cadena de mando algo anárquica. Rommel técnicamente estaba subordinado al general Bástico (comadante del ejército africano y con el que se las tuvo tiesas) y a Cavallero, del Comando Supremo en Roma. Pero a su vez, mandaba el DAK y podía apelar a Hitler (como de hecho, hizo varias veces) para imponer sus criterios. Kesselring por su parte, tenía el difuso cargo de responsable de los abastecismientos del Mediterráneo, mientras que Rintelen era el enlace alemán con el Comando Supremo. En resumen, un galimatias de cargos y funciones superpuestas que inevitablemente hizo que surgieran roces entre sus miembros.
En esa tesitura no es de extrañar que tanto Rommel como Kesselring se culparan mutuamente por el mal funcionamiento logístico u operativo, claro que ninguno de los dos podía saber que ULTRA estaba ahi...
Saludos
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A raiz de esto pasando el otro dia por un Kiosco estaban las menorias de Eric Rommel de la coleccion de Altaya, bueno lo compre y lo estoy leyendo y la verdad, a colaccion de las tiranteces entre Kesselring y Rommel, la verda es que Rommel aprecia a Kesselring si a dicho q a veces discutian pero que luego se le pasaba, alaba en varias veces el es fuerzo realizado x Kesselring para neutralizar Malta, asi de como tilda a los Italianos de no comprometerse con la causa y no implicarse en los abastecimientos como eran debidos, deja entre ver que aunque malta era un problema que podian hacer mucho mas por defender los conboy, esperaba con la toma de tubruk utilizar el puerto para recibir suministros desde creta de las fuerzas alemanas xq no podia contar con los italianos para nada.
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para imponer sus criterios. Kesselring por su parte, tenía el difuso cargo de responsable de los abastecismientos del Mediterráneo,
Si, el puesto de Kesselring era curioso. Primero fue nombrado jefe de operaciones en la zona sur, pero apenas tenía relevancia ya que la mayoría de las tropas estaban bajo mando italiano. En cualquier caso se mantenía como comandante en jefe de la Luftflotte 2.
En Enero de 1942 pasa a controlar todas las tropas alemanas en el Mediterraneo menos las de Romel. En Diciembre de 1942 deja de controlar las tropas en Grecia y los Balcanes.
la verdad es que Rommel aprecia a Kesselring
Kesselring era muy apreciado por sus colegas, que le apodaban Albert el sonriente. Su colaboración con Von Bock en las campañas de Polonia, Francia y Rusia fue excelente.
Saludos.
- Von Kleist
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Buenas
Ya que sale a la palestra el tema de la relación Kesselring-Rommel, veamos lo que comentaba este último en sus memorias, al hilo de la campaña italiana de 1940, y que explica en gran medida porque Rommel iba a llevarse mal con el "sonriente Albert":
Si se deja el asunto de los aprovisionamientos a intendentes y personal civil, lo más natural es que aquéllos afluyan con suma lentitud. Los primeros suelen trabajar sobre teorías, y basan sus cálculos en situaciones precedentes, quedando satisfechos si su actuación es comparable a otras similares, ocurridas en tiempos anteriores. Ello puede conducir a espantosos desastres, cuando al otro lado se encuentra un hombre capaz de realizar sus planes de manera decisiva y a mayor velocidad.
Planteada así la situación, el jefe ha de mostrarse implacable en sus peticiones, exigiendo un esfuerzo extraordinario (...)
Si alguna vez se contenta con normas vulgares, o todo cuanto no represente un vigor poco corriente, abandona la competición desde el principio, y más tarde o más temprano, recibirá un duro golpe de un enemigo más veloz, viéndose obligado a abandonar todas sus ideas preconcebidas.
En pocas palabras, Rommel venía a decir "hay que exigirles a los burócratas responsables del abastacimiento que sean tan rápidos y enérgicos como el comandante del frente". La impaciencia y la exigencias de Rommel debieron chocar mucho con la mano izquierda y comprensión hacia los italianos que mostró Kesselring.
Saludos
Ya que sale a la palestra el tema de la relación Kesselring-Rommel, veamos lo que comentaba este último en sus memorias, al hilo de la campaña italiana de 1940, y que explica en gran medida porque Rommel iba a llevarse mal con el "sonriente Albert":
Si se deja el asunto de los aprovisionamientos a intendentes y personal civil, lo más natural es que aquéllos afluyan con suma lentitud. Los primeros suelen trabajar sobre teorías, y basan sus cálculos en situaciones precedentes, quedando satisfechos si su actuación es comparable a otras similares, ocurridas en tiempos anteriores. Ello puede conducir a espantosos desastres, cuando al otro lado se encuentra un hombre capaz de realizar sus planes de manera decisiva y a mayor velocidad.
Planteada así la situación, el jefe ha de mostrarse implacable en sus peticiones, exigiendo un esfuerzo extraordinario (...)
Si alguna vez se contenta con normas vulgares, o todo cuanto no represente un vigor poco corriente, abandona la competición desde el principio, y más tarde o más temprano, recibirá un duro golpe de un enemigo más veloz, viéndose obligado a abandonar todas sus ideas preconcebidas.
En pocas palabras, Rommel venía a decir "hay que exigirles a los burócratas responsables del abastacimiento que sean tan rápidos y enérgicos como el comandante del frente". La impaciencia y la exigencias de Rommel debieron chocar mucho con la mano izquierda y comprensión hacia los italianos que mostró Kesselring.
Saludos
- Von Kleist
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XIII. Reflexiones Finales sobre El Teatro Norteafricano
A modo de resumen, me gustaria concluir con una serie de reflexiones sobre la figura de Rommel y la campaña del Norte de Africa. Justo al finalizar la guerra, después de que comenzaran a salir a luz las memorias de los protagonistas alemanes, (especialmente Kesselring) implicados en la campaña africana, comenzó a calar la leyenda de el Rommel “genial táctico pero pésimo estratega” que había llevado a sus fuerzas al desastre. Tal aserto habría que matizarlo con una serie de consideraciones.
Medios. Desde que Rommel llegó a Africa, en Febrero del 41, hasta mediados de 1942, las fuerzas entre ambos bandos estuvieron mas o menos igualadas numéricamente, en hombres, tanques y aviones, con ligera superioridad británica en determinados periodos, compensada por la diferencia cualitativa del material alemán en general. Sin embargo a partir de junio del 42, los británicos comenzaron a aventajar al eje decisivamente en números, y a lograr la paridad cualitativa en cuanto al material, pese a lo cual Rommel aun pudo obtener alguna resonante victoria como la de Gazala. Y Rommel mantuvo la ventaja táctica prácticamente hasta que la desventaja material fue abrumadora en su contra. Fue entonces, cuando las fuerzas de Rommel pudieron ser finalmente frenadas y derrotadas.
Estrategia. Frecuentemente se pasa por alto que Rommel, nominalmente, ni siquiera era el comandante supremo del Eje en Africa (ese puesto era de Gariboldi, y luego de Bástico). El fallo estratégico de no tomar Malta hay que achacárselo al mando italiano en 1940, y al OKW en 1941. En 1942, cuando Rommel decidió dejar de lado "Hercules" para continuar su avance sobre Egipto, la operación hubiera sido demasiado arriesgada (las defensas se habian fortalecido mucho) y además no hubiera garantizado un vuelco en la situación logística, ya que Alejandría y Gibraltar hubieran continuando operando como bases aeronavales.
Tampoco hay que olvidar el importantísimo papel de ULTRA en la descodificación de las claves navales del eje, que permitió que las rutas de los mercantes fueran conocidas, con las consiguientes pérdidas de enormes cantidades de tonelaje de suministros en ruta hacia los puertos africanos. Todo ello por no hablar que ni Hitler ni Mussolini estaban entusiasmados con la idea de la operación. El primero le dejó claro a Student, antes de que Rommel avanzara sobre Egipto, que no confiaba para nada en el apoyo naval italiano y se temía un desastre. El segundo, pese a sus reticencias iniciales, nunca tuvo Malta entre sus preferencias y convino en que era mejor proseguir el avance sobre Alejandria.
Rommel asumió riesgos innecesarios. Frecuentemente se le ha achacado a Rommel el hecho de que tomara demasiados riesgos, de ir siempre sobre el filo de navaja. Esta afirmación contiene una parte de verdad, pero hay que tener en cuenta que, con los medios de que disponía, su única posibilidad de lograr una victoria decisiva consistía en apurar sus escasas posibilidades de darle un golpe de gracia al 8º ejército. Hasta finales de 1941, cuando las fuerzas eran mas o menos iguales, Rommel calculó acertadamente que podía imponer su superioridad táctica para reconquistar Cirenaica y amenazar Egipto, cosa que hizo con innegable brillantez.
A partir de 1942, con sus nuevos éxitos ofensivos, Rommel tenía que se consecuente con su estrategia y seguir avanzando. Quedarse parado (además de absurdo) habría equivalido a dejar que el enemigo se retirase tranquilamente equivalía a: 1. Permitir que se reconstituyeran una y otra vez sus fuerzas con su constante flujo de suministros; 2. Convertir la guerra en el desierto en una batalla de desgaste en la que Rommel llevaba las de perder, precisamente porque el no recibía tantos aprovisionamientos como sus enemigos. Insisto, si quería lograrse algo en el Norte de Africa, habia que arriesgar. Y Rommel lo hizo, con medios limitados, logró avances espectaculares y llevó al DAK a las puertas de Alejandria. Posiblemente, con más apoyo del OKW habría logrado aun mas cosas, aunque eso nunca lo sabremos con certeza.
A modo de resumen, me gustaria concluir con una serie de reflexiones sobre la figura de Rommel y la campaña del Norte de Africa. Justo al finalizar la guerra, después de que comenzaran a salir a luz las memorias de los protagonistas alemanes, (especialmente Kesselring) implicados en la campaña africana, comenzó a calar la leyenda de el Rommel “genial táctico pero pésimo estratega” que había llevado a sus fuerzas al desastre. Tal aserto habría que matizarlo con una serie de consideraciones.
Medios. Desde que Rommel llegó a Africa, en Febrero del 41, hasta mediados de 1942, las fuerzas entre ambos bandos estuvieron mas o menos igualadas numéricamente, en hombres, tanques y aviones, con ligera superioridad británica en determinados periodos, compensada por la diferencia cualitativa del material alemán en general. Sin embargo a partir de junio del 42, los británicos comenzaron a aventajar al eje decisivamente en números, y a lograr la paridad cualitativa en cuanto al material, pese a lo cual Rommel aun pudo obtener alguna resonante victoria como la de Gazala. Y Rommel mantuvo la ventaja táctica prácticamente hasta que la desventaja material fue abrumadora en su contra. Fue entonces, cuando las fuerzas de Rommel pudieron ser finalmente frenadas y derrotadas.
Estrategia. Frecuentemente se pasa por alto que Rommel, nominalmente, ni siquiera era el comandante supremo del Eje en Africa (ese puesto era de Gariboldi, y luego de Bástico). El fallo estratégico de no tomar Malta hay que achacárselo al mando italiano en 1940, y al OKW en 1941. En 1942, cuando Rommel decidió dejar de lado "Hercules" para continuar su avance sobre Egipto, la operación hubiera sido demasiado arriesgada (las defensas se habian fortalecido mucho) y además no hubiera garantizado un vuelco en la situación logística, ya que Alejandría y Gibraltar hubieran continuando operando como bases aeronavales.
Tampoco hay que olvidar el importantísimo papel de ULTRA en la descodificación de las claves navales del eje, que permitió que las rutas de los mercantes fueran conocidas, con las consiguientes pérdidas de enormes cantidades de tonelaje de suministros en ruta hacia los puertos africanos. Todo ello por no hablar que ni Hitler ni Mussolini estaban entusiasmados con la idea de la operación. El primero le dejó claro a Student, antes de que Rommel avanzara sobre Egipto, que no confiaba para nada en el apoyo naval italiano y se temía un desastre. El segundo, pese a sus reticencias iniciales, nunca tuvo Malta entre sus preferencias y convino en que era mejor proseguir el avance sobre Alejandria.
Rommel asumió riesgos innecesarios. Frecuentemente se le ha achacado a Rommel el hecho de que tomara demasiados riesgos, de ir siempre sobre el filo de navaja. Esta afirmación contiene una parte de verdad, pero hay que tener en cuenta que, con los medios de que disponía, su única posibilidad de lograr una victoria decisiva consistía en apurar sus escasas posibilidades de darle un golpe de gracia al 8º ejército. Hasta finales de 1941, cuando las fuerzas eran mas o menos iguales, Rommel calculó acertadamente que podía imponer su superioridad táctica para reconquistar Cirenaica y amenazar Egipto, cosa que hizo con innegable brillantez.
A partir de 1942, con sus nuevos éxitos ofensivos, Rommel tenía que se consecuente con su estrategia y seguir avanzando. Quedarse parado (además de absurdo) habría equivalido a dejar que el enemigo se retirase tranquilamente equivalía a: 1. Permitir que se reconstituyeran una y otra vez sus fuerzas con su constante flujo de suministros; 2. Convertir la guerra en el desierto en una batalla de desgaste en la que Rommel llevaba las de perder, precisamente porque el no recibía tantos aprovisionamientos como sus enemigos. Insisto, si quería lograrse algo en el Norte de Africa, habia que arriesgar. Y Rommel lo hizo, con medios limitados, logró avances espectaculares y llevó al DAK a las puertas de Alejandria. Posiblemente, con más apoyo del OKW habría logrado aun mas cosas, aunque eso nunca lo sabremos con certeza.
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- Ubicación: En Tobruk esperando a Rommel
Von Kleist escribió:[size=18][b]
Posiblemente, con más apoyo del OKW habría logrado aun mas cosas, aunque eso nunca lo sabremos con certeza.
Referente a esto Rommel hizo unos comentarios a su esposa por carta:
Una fue cuando los Italianos le daban una medalla a Rommel mas o menos decia que en vez de la medallita preferia que le abastecieran en condiciones.
La otra fue cuando fue a recoger el basto de mariscal a alemania le comentaba a su mujer que antes del baston preferia que le hubiera dado otra division.
Un oficial agregado alto mando del DAK estimaba que con 6 divisiones mas hubieran llegado a Alejandria, lo que no especifica si eran alemanas o italianas , aunque conociendo la estima que tenian a los Italianos serian alemanas.
Rommel en cambio esperaba que le enviasen 2 divisiones que ya estaban preparas para enviarlas a africa y luego acabaron en Rusia cosas del azar.
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