Anécdotas Militares
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- General de Brigada
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- Registrado: 16 Dic 2006, 14:41
Uniforme de trabajo.
Hola amigos :
Un grupo de oficiales al mando del capitán de fragata M M embarcamos, en el portaaviones “CV-67 USS John F. Kennedy”, para integrarnos en el EM del almirante Chang - mando del componente naval - para la operación “CRISEX-83”.
Durante la fase de planeamiento habíamos estado trabajando, en la Base Naval de Rota, y llegó el momento de embarcar para la fase de ejecución. El capitán de fragata M, como oficial más antiguo nos reunió, 2 o 3 días antes del embarque, para decidir el vestuario más conveniente a utilizar en el barco como uniforme de trabajo. No nos parecía adecuado usar el azul, que debíamos dejar para actos formales, y el uniforme ”gris plancha” - uniforme de trabajo en aquella época - carecía de la “prestancia” necesaria para convivir, durante casi un mes, con unos oficiales tan bien uniformados como los americanos.
Después de meditar, opinar y discutir - como siempre había varias opciones - la decisión fue la siguiente: pantalón azul, zapatos y calcetines negros y camisa blanca de manga corta del uniforme de verano. Como se puede observar, inventamos el que se adoptó después en la Armada y que continúa en la actualidad.
El día 30 de octubre tomamos un avión-estafeta, en Rota, y aterrizamos en la cubierta del “Kennedy", que navegaba por el Mediterráneo al N. de las Baleares. Los seis oficiales íbamos vestidos con el uniforme azul número1 (completo). Inmediatamente nos presentamos a los mandos de a bordo. Era muy temprano y el almirante nos ofreció su cámara para el desayuno, que empezaría media hora más tarde. Para quién haya embarcado en buques americanos, de gran porte, no es necesario decirles que los reposteros, en las cámaras de mandos superiores, eran - al menos en gran parte - filipinos y, muchos, de mediana edad.
En espera de la hora del desayuno, fuimos a nuestros camarotes, deshicimos las maletas, nos pusimos el uniforme de trabajo que habíamos decidido y nos dirigimos a la cámara del almirante para desayunar. No nos habíamos sentado todavía, cuando un suboficial se dirige a nosotros, de manera airada, y sin miramiento - a “nuestro rango” y prestancia - nos invita de malos modos a salir de allí inmediatamente.
¡¡Nuestro uniforme de trabajo era exacto al usado por los reposteros filipinos del buque!!
UNA SONRISA :lol:
Un grupo de oficiales al mando del capitán de fragata M M embarcamos, en el portaaviones “CV-67 USS John F. Kennedy”, para integrarnos en el EM del almirante Chang - mando del componente naval - para la operación “CRISEX-83”.
Durante la fase de planeamiento habíamos estado trabajando, en la Base Naval de Rota, y llegó el momento de embarcar para la fase de ejecución. El capitán de fragata M, como oficial más antiguo nos reunió, 2 o 3 días antes del embarque, para decidir el vestuario más conveniente a utilizar en el barco como uniforme de trabajo. No nos parecía adecuado usar el azul, que debíamos dejar para actos formales, y el uniforme ”gris plancha” - uniforme de trabajo en aquella época - carecía de la “prestancia” necesaria para convivir, durante casi un mes, con unos oficiales tan bien uniformados como los americanos.
Después de meditar, opinar y discutir - como siempre había varias opciones - la decisión fue la siguiente: pantalón azul, zapatos y calcetines negros y camisa blanca de manga corta del uniforme de verano. Como se puede observar, inventamos el que se adoptó después en la Armada y que continúa en la actualidad.
El día 30 de octubre tomamos un avión-estafeta, en Rota, y aterrizamos en la cubierta del “Kennedy", que navegaba por el Mediterráneo al N. de las Baleares. Los seis oficiales íbamos vestidos con el uniforme azul número1 (completo). Inmediatamente nos presentamos a los mandos de a bordo. Era muy temprano y el almirante nos ofreció su cámara para el desayuno, que empezaría media hora más tarde. Para quién haya embarcado en buques americanos, de gran porte, no es necesario decirles que los reposteros, en las cámaras de mandos superiores, eran - al menos en gran parte - filipinos y, muchos, de mediana edad.
En espera de la hora del desayuno, fuimos a nuestros camarotes, deshicimos las maletas, nos pusimos el uniforme de trabajo que habíamos decidido y nos dirigimos a la cámara del almirante para desayunar. No nos habíamos sentado todavía, cuando un suboficial se dirige a nosotros, de manera airada, y sin miramiento - a “nuestro rango” y prestancia - nos invita de malos modos a salir de allí inmediatamente.
¡¡Nuestro uniforme de trabajo era exacto al usado por los reposteros filipinos del buque!!
UNA SONRISA :lol:
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- General de Brigada
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La dificultad de conseguir un KO.
Hola amigos:
Hace solo unas semanas falleció el actor de esta anécdota y, como tenía un gran sentido del humor, me atrevo a contarla porque se que desde el más allá se reirá tanto como cuando me la contó. Sucedió en la Cabeza de Playa (CPL) de Aaiún. Así que hay que ponerse a tono con la época y el lugar.
En la explanada que había, en el interior del primer perímetro defensivo de la cabeza de playa de Aaiún, había una pequeña instalación – de las pocas que había - que hacía de calabozo. Los infantes de marina eran excepcionales y su comportamiento, en condiciones muy duras, ejemplar. Así que, el llamado calabozo, llevaba muchísimo tiempo sin ser empleado y, además, situado en el centro de la explanada molestaba, de manera que el jefe de la CPL decidió que se derribase y, ese mismo día, lo primero que se le quitó fue la puerta que hacía falta en otra parte, pues los recursos económicos no eran precisamente abundantes.
Y lo que son las casualidades. Aquél día hizo falta para un soldado, de una unidad de Aaiun, bastante bebido, faltón y violento, que no había manera de mantener tranquilo y solo quería pelea. No se tenía más remedio que alojarle en algún sitio. Se le metió en el calabozo y, como no tenía puerta, se puso un soldado-vigilante (el “faltón” estaría poco tiempo pues ya se había avisado a Aaiun y ya venían a buscarle). El vigilante no podía con él, pues a sus intentos de salir solo podía responder golpeándole con su fusil reglamentario, lo que resultaba, a todas luces, desproporcionado. Total que el vigilante decidió llamar al oficial de guardia (teniente E V), que portaba la pistola reglamentaria.
El teniente, camino del calabozo, iba pensando lo que tenía que hacer ya que el arrestado, según le habían informado, era muy violento y fuerte. “Quizá, pensaba con el sentido del humor que no le faltaba, no tendré más remedio - como en las películas - que darle un golpe en la cabeza con la pistola, y dejarle sin sentido”.
Total, que con gran decisión entró en el calabozo, para calmar al revoltoso que pensaba lograría con solo su presencia (¡¡ era el oficial de servicio!!). Pero nada más lejos de la realidad, el soldado, en cuanto lo vio, se abalanzó sobre él que, de manera instintiva, sacó su pistola, la cogió por el cañón y comenzó a golpearle en la cabeza. Pero claro – contaba con gracia - : “no sabía con que fuerza había que darle, pues lejos de mis intenciones estaba el provocarle algún daño”.
De manera que no fue capaz que – como en las películas - el revoltoso se "desplomase sin sentido". Mientras el soldado observando la persistente determinación que el oficial tenía, de seguir golpeándole, se rindió:
- “No me pegue más, mi teniente, que le juro que ya no me escapo.”
UNA SONRISA
Hace solo unas semanas falleció el actor de esta anécdota y, como tenía un gran sentido del humor, me atrevo a contarla porque se que desde el más allá se reirá tanto como cuando me la contó. Sucedió en la Cabeza de Playa (CPL) de Aaiún. Así que hay que ponerse a tono con la época y el lugar.
En la explanada que había, en el interior del primer perímetro defensivo de la cabeza de playa de Aaiún, había una pequeña instalación – de las pocas que había - que hacía de calabozo. Los infantes de marina eran excepcionales y su comportamiento, en condiciones muy duras, ejemplar. Así que, el llamado calabozo, llevaba muchísimo tiempo sin ser empleado y, además, situado en el centro de la explanada molestaba, de manera que el jefe de la CPL decidió que se derribase y, ese mismo día, lo primero que se le quitó fue la puerta que hacía falta en otra parte, pues los recursos económicos no eran precisamente abundantes.
Y lo que son las casualidades. Aquél día hizo falta para un soldado, de una unidad de Aaiun, bastante bebido, faltón y violento, que no había manera de mantener tranquilo y solo quería pelea. No se tenía más remedio que alojarle en algún sitio. Se le metió en el calabozo y, como no tenía puerta, se puso un soldado-vigilante (el “faltón” estaría poco tiempo pues ya se había avisado a Aaiun y ya venían a buscarle). El vigilante no podía con él, pues a sus intentos de salir solo podía responder golpeándole con su fusil reglamentario, lo que resultaba, a todas luces, desproporcionado. Total que el vigilante decidió llamar al oficial de guardia (teniente E V), que portaba la pistola reglamentaria.
El teniente, camino del calabozo, iba pensando lo que tenía que hacer ya que el arrestado, según le habían informado, era muy violento y fuerte. “Quizá, pensaba con el sentido del humor que no le faltaba, no tendré más remedio - como en las películas - que darle un golpe en la cabeza con la pistola, y dejarle sin sentido”.
Total, que con gran decisión entró en el calabozo, para calmar al revoltoso que pensaba lograría con solo su presencia (¡¡ era el oficial de servicio!!). Pero nada más lejos de la realidad, el soldado, en cuanto lo vio, se abalanzó sobre él que, de manera instintiva, sacó su pistola, la cogió por el cañón y comenzó a golpearle en la cabeza. Pero claro – contaba con gracia - : “no sabía con que fuerza había que darle, pues lejos de mis intenciones estaba el provocarle algún daño”.
De manera que no fue capaz que – como en las películas - el revoltoso se "desplomase sin sentido". Mientras el soldado observando la persistente determinación que el oficial tenía, de seguir golpeándole, se rindió:
- “No me pegue más, mi teniente, que le juro que ya no me escapo.”
UNA SONRISA
- Yorktown
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No es estrictamente militar,pero no sabia donde contaroslo.
Acabo de ver en canal Historia a un tio que dispara con dos revolveres,12 balas en 0.94 segundos y da con todas en el blanco...a unos 4 metros. Pero lo que me impresiona es la rapidez,tambien mete 8 balas con un pistola en menos de un segundo a un blanco mas lejano. Espectacular el gachò.
Saludos.
Acabo de ver en canal Historia a un tio que dispara con dos revolveres,12 balas en 0.94 segundos y da con todas en el blanco...a unos 4 metros. Pero lo que me impresiona es la rapidez,tambien mete 8 balas con un pistola en menos de un segundo a un blanco mas lejano. Espectacular el gachò.
Saludos.
We, the people...
¡Sois todos un puñado de socialistas!. (Von Mises)
¡Sois todos un puñado de socialistas!. (Von Mises)
- Vai
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Es verdad yo he visto el documental que dice Yorktown y es espectacular, aquí os dejo un link para que lo veais en you tube:
http://www.youtube.com/watch?v=s3fgduPdH_Y
Sin palabras, sobre todo el cambio de balas.
http://www.youtube.com/watch?v=s3fgduPdH_Y
Sin palabras, sobre todo el cambio de balas.
"Cuando los árboles se agitan, el enemigo avanza" Sun Tzu (El arte de la guerra).
- Gran Capitán
- Cabo Primero
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Bueno, esta es una parecida a la que contó hace tiempo un compañero chileno, de las de que peqeño es el mundo.
Resulta que unos vecinos, tres hermanos, propietarios de un taller, hace unos añitos se dedicaban a importar coches de Alemania para venderlos aqui (como sabeis en el pais germano se pueden encontrar gangas de ordago). En uno de esos viajes, fueron a parar a una ciudad, donde habia una base naval de las que tenian los USA por esos lares (no recuerdan su nombre). Al parecer habia fiesta en la ciudad, y los marinos de servicio se paseaban por alli con uniforme para "pescar" algo, nos entendemos no? Mis vecinos, que de juegas tambien saben algo, se encontraban en medio de la muchedumbre y como suele suceder en esos casos, tropezaron con alguien que venia en sentido contrario. Como tambien suele suceder, por pura inercia del subsconciente, mi vecino le solto al afectado, un marino americano de blanco impecable, un castizo :Ostia tú! perdona!
el "Americano", lejos de mirarlo raro o con cara de no entender, se quedo seco:
-Coño!, de dónde sois?
-Ostia!, De España joder
-Y de España de donde?
-De Asturias
-Hay que joderse. ¿Y de Asturias de donde?
Mis vecinos, ya impresionados de que un marine pareciese asturiano, no esperaban que conociese su(mi) zona, bastante rural.
-Del concejo de Luarca, no se si te sonará...
-Si a vosotros os suena Setienes...
Resulta que Setienes es por asi decirlo el pueblo d´al lao, vamos un pueblo del concejo que deben de ser 25 contando vacas y perros, no se si me xplico.. pero que como suele pasar en zonas rurales, nos conocemos todos como si fuesemos del mismo pueblo.
No se como pudo llegar a EE.UU y alistarse pero segun me contaron se quedaron tontos de encontrarse a un paisano del pueblo en esas tierras, de esa guisa y en esas circunstancias.
Desde luego, el mundo es un pañuelo, desde luego que sí
Saludos a todos
Resulta que unos vecinos, tres hermanos, propietarios de un taller, hace unos añitos se dedicaban a importar coches de Alemania para venderlos aqui (como sabeis en el pais germano se pueden encontrar gangas de ordago). En uno de esos viajes, fueron a parar a una ciudad, donde habia una base naval de las que tenian los USA por esos lares (no recuerdan su nombre). Al parecer habia fiesta en la ciudad, y los marinos de servicio se paseaban por alli con uniforme para "pescar" algo, nos entendemos no? Mis vecinos, que de juegas tambien saben algo, se encontraban en medio de la muchedumbre y como suele suceder en esos casos, tropezaron con alguien que venia en sentido contrario. Como tambien suele suceder, por pura inercia del subsconciente, mi vecino le solto al afectado, un marino americano de blanco impecable, un castizo :Ostia tú! perdona!
el "Americano", lejos de mirarlo raro o con cara de no entender, se quedo seco:
-Coño!, de dónde sois?
-Ostia!, De España joder
-Y de España de donde?
-De Asturias
-Hay que joderse. ¿Y de Asturias de donde?
Mis vecinos, ya impresionados de que un marine pareciese asturiano, no esperaban que conociese su(mi) zona, bastante rural.
-Del concejo de Luarca, no se si te sonará...
-Si a vosotros os suena Setienes...
Resulta que Setienes es por asi decirlo el pueblo d´al lao, vamos un pueblo del concejo que deben de ser 25 contando vacas y perros, no se si me xplico.. pero que como suele pasar en zonas rurales, nos conocemos todos como si fuesemos del mismo pueblo.
No se como pudo llegar a EE.UU y alistarse pero segun me contaron se quedaron tontos de encontrarse a un paisano del pueblo en esas tierras, de esa guisa y en esas circunstancias.
Desde luego, el mundo es un pañuelo, desde luego que sí
Saludos a todos
"Dígale a su almirante que España prefiere honra sin barcos que barcos sin honra"
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- General de Brigada
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- Registrado: 16 Dic 2006, 14:41
La economía y el submarino.
A finales de los 90,s un grupo de oficiales realizaron el curso de mandos superiores en la Escuela de Guerra Naval (EGN). El curso consistía – además del estudio de una serie de materias - en un ciclo de conferencias, impartidas por importantes personalidades civiles y militares, y una serie de trabajos personales o realizados en grupo. Cada conferencia tenía un período asignado de dos horas. (Una hora para presentar la conferencia y otra de coloquio, entre alumnos y conferenciante, que normalmente resultaba muy animada.)
Los alumnos, en el coloquio, hacían las preguntas que consideraban oportunas pero siempre referidas a la conferencia que se acababa de impartir. Como en todos los cursos había alumnos más participativos que otros y, sin duda, el que más intervenía era un oficial superior - Jefe de Mantenimiento de submarinos de la Base Naval de Cartagena - . Siempre, siempre - después de cada conferencia - hacía una pregunta, lo que no era fácil pues eran muchos los alumnos y poco el tiempo disponible. Y lo más curioso de la cuestión es que tenía la habilidad, y el ingenio, de que sus preguntas siempre estaban relacionadas o eran relativas a los submarinos. El jefe de mantenimiento tenía mucha gracia y todos estaban pendientes de su pregunta.
Un día la conferencia - impartida por un catedrático de economía de la Complutense – versaba sobre Economía General y, naturalmente, ese día el oficial “submarinista” no tenía fácil entrar en el tema.
No se levantó, prácticamente, hasta el final del tiempo establecido de clase. De manera que casi iba a sonar el timbre, que daba fin al coloquio, cuando, ante la expectación general, se levantó pausadamente y preguntó:
- ¿Qué opina usted sobre la economía sumergida?
UNA SONRISA
Los alumnos, en el coloquio, hacían las preguntas que consideraban oportunas pero siempre referidas a la conferencia que se acababa de impartir. Como en todos los cursos había alumnos más participativos que otros y, sin duda, el que más intervenía era un oficial superior - Jefe de Mantenimiento de submarinos de la Base Naval de Cartagena - . Siempre, siempre - después de cada conferencia - hacía una pregunta, lo que no era fácil pues eran muchos los alumnos y poco el tiempo disponible. Y lo más curioso de la cuestión es que tenía la habilidad, y el ingenio, de que sus preguntas siempre estaban relacionadas o eran relativas a los submarinos. El jefe de mantenimiento tenía mucha gracia y todos estaban pendientes de su pregunta.
Un día la conferencia - impartida por un catedrático de economía de la Complutense – versaba sobre Economía General y, naturalmente, ese día el oficial “submarinista” no tenía fácil entrar en el tema.
No se levantó, prácticamente, hasta el final del tiempo establecido de clase. De manera que casi iba a sonar el timbre, que daba fin al coloquio, cuando, ante la expectación general, se levantó pausadamente y preguntó:
- ¿Qué opina usted sobre la economía sumergida?
UNA SONRISA
-
- Recluta
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- Registrado: 14 Feb 2008, 20:33
Corta pero graciosa, en el periodo de instruccion básica de los primeros 3 meses, todas las mañanas salíamos a correr, despues de llevar 3meses allí y quedar 2 días para marcharnos, un soldado al cual siempre le pasaba algo, como no, ese día cuando nos dieron la orden de kitarnos el chandal y quedarnos en pantalón corto para correr, este se quita el pantalón de chandal y no llevava si no solamente los calzoncillos debajo, y va corriendo a hablar con el brigada y se le cuadra en calzoncillos, ante los ojos de las restantes 3 compañias y la de servicios justo des pues de dar las novedades al Coronel. Si veis el ruido de unas 600 personas riendose, el chaval rojo rojo como un tomate, el brigada y los mandos flipando, pero no fue lo peor para el pobre, sino que tuvo que correr en calzoncillos y camiseta corta a 1 o 2 grados que estabamos de temperatura. En fin una anécdota más que no se me olvidará.
-
- Comandante
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- Registrado: 20 Ene 2008, 01:19
Asimut y retroasimut CURVO?
estavamos en una patrulla de 25 hombres, en Quintero Litoral Chile.
Habiamos dejado la base hace unas horas, y ya debiamos empezar a usar la carta o mapa.
yo era de avanzada, (los que revisan que no haya nada mas adelante que de la patrulla. Y de vez en cuando volvia a la patrulla a saber novedades, hasta cuando me dice el capitan de patrulla, ¡estamos perdidos!
yo no entendia como, nadie se pierde con una brujula y un mapa, y menos de noche y todos sabiendo orientarse por las estrellas.
volvi a mi mision de ir adelante de la patrulla cuando me llaman, y me explicaron que habia sucedido, el genio del comandante de patrulla para ver la brujula la ponia sobre el pomo de la linterna ¬¬ por ende esta hiba trasando un norte falso.
caminamos 20 kilometros de mas. y como sabran el comandante de patrulla tiene el mismo rango que uno , al volver de la maniobra a la base recivio su merecido
estavamos en una patrulla de 25 hombres, en Quintero Litoral Chile.
Habiamos dejado la base hace unas horas, y ya debiamos empezar a usar la carta o mapa.
yo era de avanzada, (los que revisan que no haya nada mas adelante que de la patrulla. Y de vez en cuando volvia a la patrulla a saber novedades, hasta cuando me dice el capitan de patrulla, ¡estamos perdidos!
yo no entendia como, nadie se pierde con una brujula y un mapa, y menos de noche y todos sabiendo orientarse por las estrellas.
volvi a mi mision de ir adelante de la patrulla cuando me llaman, y me explicaron que habia sucedido, el genio del comandante de patrulla para ver la brujula la ponia sobre el pomo de la linterna ¬¬ por ende esta hiba trasando un norte falso.
caminamos 20 kilometros de mas. y como sabran el comandante de patrulla tiene el mismo rango que uno , al volver de la maniobra a la base recivio su merecido
- Mr. Camp
- Soldado Primero
- Mensajes: 53
- Registrado: 21 Mar 2008, 13:01
- Ubicación: Canarias
Estando destinado en la Legión, el Coronel que tenia ( justificada ) fama de tipo duro, me dice que quiere hacer una inspección de las instalaciones, entonces al acercarse al taller mecánico, aparece de debajo de un 109, un legionario con un chapiri "negro" por la grasa, el Coronel se acerca y le dice:
¡ Joder, esta currado este chapiri eh! , el legia, se queda parado y contesta:
¡ Si mi Coronel !
Entoces el Coronel se lo pide y sin pensarlo se lo pone en su cabeza, dandole al soldado el suyo propio.
Aquel Legionario se paseo con el chapiri del Coronel mientras yo estuve alli destinado, y por supuesto nadie se atrevia a decirle nada....
un saludo
¡ Joder, esta currado este chapiri eh! , el legia, se queda parado y contesta:
¡ Si mi Coronel !
Entoces el Coronel se lo pide y sin pensarlo se lo pone en su cabeza, dandole al soldado el suyo propio.
Aquel Legionario se paseo con el chapiri del Coronel mientras yo estuve alli destinado, y por supuesto nadie se atrevia a decirle nada....
un saludo
Es agradable ser importante.
Pero es mas importante ser agradable.
Pero es mas importante ser agradable.
- Mr. Camp
- Soldado Primero
- Mensajes: 53
- Registrado: 21 Mar 2008, 13:01
- Ubicación: Canarias
Hace ya algunos años, me dirigia a mi nuevo destino, viajaba en tren, de paisano y en una estacion se subió un soldado perfectamente uniformado.
La casualidad quiso que se sentara a mi lado y empezaramos a hablar.
Aquel chico me empieza a contar su vida y yo le empiezo a preguntar por su vida militar. Primero me dice que bien pero, ahora, su vida va a cambiar porque al parecer han destinado al cuartel un Capitán que es de lo peorcito que hay ( los improperios fueron muy fuertes ).
Cual fue la sorpresa del soldado cuando al día siguiente el Capitán era yo,,,jjejejje....
Por cierto, nunca hubo represalias y hoy es Cabo 1º permanente.....
Seguimos teniendo una buena amistad...
SALUDOS.
La casualidad quiso que se sentara a mi lado y empezaramos a hablar.
Aquel chico me empieza a contar su vida y yo le empiezo a preguntar por su vida militar. Primero me dice que bien pero, ahora, su vida va a cambiar porque al parecer han destinado al cuartel un Capitán que es de lo peorcito que hay ( los improperios fueron muy fuertes ).
Cual fue la sorpresa del soldado cuando al día siguiente el Capitán era yo,,,jjejejje....
Por cierto, nunca hubo represalias y hoy es Cabo 1º permanente.....
Seguimos teniendo una buena amistad...
SALUDOS.
Es agradable ser importante.
Pero es mas importante ser agradable.
Pero es mas importante ser agradable.
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- Teniente Primero
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- Registrado: 17 Nov 2007, 20:11
- Ubicación: en un lugar de la Mancha...
Mr. Camp escribió:Hace ya algunos años, me dirigia a mi nuevo destino, viajaba en tren, de paisano y en una estacion se subió un soldado perfectamente uniformado.
La casualidad quiso que se sentara a mi lado y empezaramos a hablar.
Aquel chico me empieza a contar su vida y yo le empiezo a preguntar por su vida militar. Primero me dice que bien pero, ahora, su vida va a cambiar porque al parecer han destinado al cuartel un Capitán que es de lo peorcito que hay ( los improperios fueron muy fuertes ).
Cual fue la sorpresa del soldado cuando al día siguiente el Capitán era yo,,,jjejejje....
Por cierto, nunca hubo represalias y hoy es Cabo 1º permanente.....
Seguimos teniendo una buena amistad...
SALUDOS.
con que cara se le tuvo que quedar cuando te vió
Un saludo
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- Suboficial Primero
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- Registrado: 22 Feb 2008, 23:28
- Ubicación: ESPAÑA
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- General de Brigada
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- Registrado: 16 Dic 2006, 14:41
SAlvamento y rescate.
El que no conoce la montaña, no sabe los peligros que puede entrañar como dice Metralla. Incluso en verano, el día más espléndido y luminoso se puede tornar en un día con una niebla tan espesa que impide la visión a cinco metros, y todo ello en menos de media hora.
Y eso fue lo que le sucedió a un grupo de chicas - de unos 14 ó 15 años - en la zona de Jaca. Salieron de excursión al lago de Estanés (creo que se llamaba así) y, mientras las profesoras de más edad permanecían cerca de Canfranc, más de 20 alumnas iniciaban la marcha hacia el lago con una instructora - aún recuerdo su nombre: Sonsoles - . Llegaron al lago sin problemas, se bañaron y, en bañador, se les ocurrió subir a unas alturas en las inmediaciones del lago pues el día era magnífico. Cuando estaban llegando a la cima se cerró en niebla, no encontraron el camino de vuelta y se perdieron.
Todo esto ocurrió la víspera del señalado para la ceremonia de fin del curso de montaña que realizábamos. Por eso nuestros compañeros del ejército de tierra, casi todos destinados en unidades de Zaragoza, Jaca ...etc, se habían ido a sus casas (al día siguiente se incorporarían al acto). En la residencia de la Escuela Militar de Montaña (EMM) solo permanecíamos seis alumnos (2 tenientes de la Guardia Civil y 4 infantes de marina los tenientes - Cristóbal G. y Federico S - y los capitanes - Alberto R. y el que esto escribe - ) .
Era una tarde del mes de agosto - las ocho o así porque pronto se hizo de noche - cuando en la EMM se recibió la noticia de la pérdida de las chicas. Inmediatamente se ordenó la salida de la compañía de esquiadores-escaladores y la preparación, para salir a la orden, de dos patrullas con los 6 oficiales (cada una constituida por un capitán de infantería de marina, dos tenientes - uno de infantería de marina y uno de la guardia civil – y cuatro soldados).
Solo el que la ha portado conoce lo que pesa una mochila con el equipo reglamentario de montaña. Ahora había que añadir algunas mantas pues las chicas estaban en bañador. A las 20,30 horas, más o menos, salió la primera patrulla, de ella formaba parte Cristóbal G. y las 03,00 horas sale la segunda para relevar a la primera. Cristóbal decidió quedarse con la segunda patrulla, que tuvo la suerte de encontrar a las chicas.
El regreso a la residencia de Candanchú se hacía, como es lógico en montaña, en fila india y Cristóbal venía el último para controlar que nadie se quedaba rezagado. Cuando todos estábamos ya reunidos, a la entrada de la residencia de Candanchú, faltaba el teniente Cristóbal, que al poco rato aparece con el mochilón, las mantas y cruzada a la espalda - encima de la mochila - ¡¡una chica que se había roto una pierna!!. Así que el teniente Cristóbal G., además de las muchas virtudes que le adornaban - y le adornan - , era “una fuerza de la naturaleza”.
Por cierto cuando las chicas – más de veinte - llegaron ante las profesoras, que cualquiera puede imaginarse como estaban, formaron, de manera parecida a como lo hacen los equipos de fútbol antes de comenzar el encuentro, y cantaron el himno del colegio. ¡¡Fue un acto muy emotivo!!.
Ya era de madrugada así que un par de horas más tarde se celebró el acto de clausura del curso. En las palabras que pronunció, al final del acto, el Director de la Escuela no faltaron unas para la odisea que acabo de relatar y, nosotros, los infantes de marina quedamos plenamente satisfechos cuando se le concedió al teniente Cristóbal G. una mención especial como uno de los mejores alumnos del curso. ¡¡Era el mejor!!
Nota : Hoy me acordé de Cristóbal, por razones personales, y de algunas de sus historietas, así que he escrito ésta aquí y otra para el “subforo” de Infantería de Marina “ Un veterano que no olvida “que, por cierto, está un poco olvidado.
SALUDOS EMOTIVOS
Y eso fue lo que le sucedió a un grupo de chicas - de unos 14 ó 15 años - en la zona de Jaca. Salieron de excursión al lago de Estanés (creo que se llamaba así) y, mientras las profesoras de más edad permanecían cerca de Canfranc, más de 20 alumnas iniciaban la marcha hacia el lago con una instructora - aún recuerdo su nombre: Sonsoles - . Llegaron al lago sin problemas, se bañaron y, en bañador, se les ocurrió subir a unas alturas en las inmediaciones del lago pues el día era magnífico. Cuando estaban llegando a la cima se cerró en niebla, no encontraron el camino de vuelta y se perdieron.
Todo esto ocurrió la víspera del señalado para la ceremonia de fin del curso de montaña que realizábamos. Por eso nuestros compañeros del ejército de tierra, casi todos destinados en unidades de Zaragoza, Jaca ...etc, se habían ido a sus casas (al día siguiente se incorporarían al acto). En la residencia de la Escuela Militar de Montaña (EMM) solo permanecíamos seis alumnos (2 tenientes de la Guardia Civil y 4 infantes de marina los tenientes - Cristóbal G. y Federico S - y los capitanes - Alberto R. y el que esto escribe - ) .
Era una tarde del mes de agosto - las ocho o así porque pronto se hizo de noche - cuando en la EMM se recibió la noticia de la pérdida de las chicas. Inmediatamente se ordenó la salida de la compañía de esquiadores-escaladores y la preparación, para salir a la orden, de dos patrullas con los 6 oficiales (cada una constituida por un capitán de infantería de marina, dos tenientes - uno de infantería de marina y uno de la guardia civil – y cuatro soldados).
Solo el que la ha portado conoce lo que pesa una mochila con el equipo reglamentario de montaña. Ahora había que añadir algunas mantas pues las chicas estaban en bañador. A las 20,30 horas, más o menos, salió la primera patrulla, de ella formaba parte Cristóbal G. y las 03,00 horas sale la segunda para relevar a la primera. Cristóbal decidió quedarse con la segunda patrulla, que tuvo la suerte de encontrar a las chicas.
El regreso a la residencia de Candanchú se hacía, como es lógico en montaña, en fila india y Cristóbal venía el último para controlar que nadie se quedaba rezagado. Cuando todos estábamos ya reunidos, a la entrada de la residencia de Candanchú, faltaba el teniente Cristóbal, que al poco rato aparece con el mochilón, las mantas y cruzada a la espalda - encima de la mochila - ¡¡una chica que se había roto una pierna!!. Así que el teniente Cristóbal G., además de las muchas virtudes que le adornaban - y le adornan - , era “una fuerza de la naturaleza”.
Por cierto cuando las chicas – más de veinte - llegaron ante las profesoras, que cualquiera puede imaginarse como estaban, formaron, de manera parecida a como lo hacen los equipos de fútbol antes de comenzar el encuentro, y cantaron el himno del colegio. ¡¡Fue un acto muy emotivo!!.
Ya era de madrugada así que un par de horas más tarde se celebró el acto de clausura del curso. En las palabras que pronunció, al final del acto, el Director de la Escuela no faltaron unas para la odisea que acabo de relatar y, nosotros, los infantes de marina quedamos plenamente satisfechos cuando se le concedió al teniente Cristóbal G. una mención especial como uno de los mejores alumnos del curso. ¡¡Era el mejor!!
Nota : Hoy me acordé de Cristóbal, por razones personales, y de algunas de sus historietas, así que he escrito ésta aquí y otra para el “subforo” de Infantería de Marina “ Un veterano que no olvida “que, por cierto, está un poco olvidado.
SALUDOS EMOTIVOS
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- General de Brigada
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Recibimientos de autoridades.
Había participado, junto con otros oficiales de la Armada, en la operación “CRISEX-83”, a bordo del portaaviones “CV-67 USS John F. Kennedy”. El regreso de la comisión fue imprevista. Era el 3 de noviembre de 1983 y estábamos en el Puesto de Mando en plena reunión de la mañana presidida, como todas, por el almirante Chang. La reunión duraba ya más de 2 horas aquel día y yo, que me había tomado un montón de cafés - como todos saben diurético - estaba que me reventaba, por lo que esperaba ansiosamente el fin de la reunión.
Inesperadamente - estaba terminantemente prohibido interrumpir las reuniones de EM - entró el ayudante del almirante. Le cuchicheó algo al oído e, inmediatamente, se anunció el fin de la reunión. Se informó que el portaaviones tenía que salir inmediatamente, para el Mediterráneo Oriental, a consecuencia del conflicto árabe-israelí. (Los aviones que actuaron, aquellos días, en el valle de la Beka - ocupado por los sirios - eran del “Kennedy”).
En la misma sala de reuniones, se ofreció a los oficiales españoles del cuerpo general la posibilidad de pasar a otros buques americanos y yo, como no había buques anfibios en la zona, tenía que salir para Rota en una estafeta que estaba en cubierta presta a despegar dentro de 5 minutos. Así que me fui al camarote - que no tenía servicio que estaban un poco separados en el pasillo - siempre perseguido por uno de esos marineros, que llevan a la espalda “FOLLOW ME”, y que no dejaba de requerir continuamente: !! más deprisa que despega el avión¡¡ Hice precipitadamente la maleta y salí corriendo hacia la cubierta, a tomar el avión, siempre precedido por el “Follow me” que no cesaba de exigirme más rapidez, pero sobretodo - y no se lo perdono - sin dejarme hacer “pis” y como los diuréticos seguían, dale que dale, haciendo su efecto ¡¡ya no podía más!!.
Embarqué en el avión - estafeta bimotor sin servicios - . Allí tampoco se podía hacer nada y ¡¡estábamos al este de las Baleares!! Cuando llegamos a Rota me esperaba, casi a pié de avión, un coche que me trasladó a las instalaciones de la Flotilla de Helicópteros. Mi estado era ya comatoso pero no podía perder mi dignidad, había que mantener el tipo ¡¡iba de uniforme que sino...!!.
Llego a las instalaciones de la Flotilla, subo a los servicios de la cámara - siempre con la maleta en la mano - y, al fin, allí pude aliviar mi dolor. Al salir de los servicios reparé en que no había nadie en los despachos ni en la cámara. Todo el personal estaba formado para recibir a una comisión cívico-militar constituida por altas autoridades: Jefes de los EEMM,s (Tierra, Mar y Aire), diputados, senadores...
Con la maleta en la mano, recorrí todo el pasillo y llegué a la plataforma donde se inicia la escalera de bajada. Y en ese preciso momento subía, hacia la cámara, toda la comisión - que superaba las 50 personas -. Me quedo parado en el “portalón” -siempre con mi maleta en la mano - con la única intención de dejarles libre el paso, pero ellos creen que estoy allí para recibirles, y he aquí que el que subía en cabeza - JEME del ejército de tierra - me da la mano, y a continuación el AJEMA y así uno tras otro todos los senadores y diputados.
Cuando le di la mano al último parlamentario, cogí mi maleta - que había dejado a mi lado mientras saludaba a tan altas autoridades - y seguí rumbo a casa.
UNA SONRISA.
Inesperadamente - estaba terminantemente prohibido interrumpir las reuniones de EM - entró el ayudante del almirante. Le cuchicheó algo al oído e, inmediatamente, se anunció el fin de la reunión. Se informó que el portaaviones tenía que salir inmediatamente, para el Mediterráneo Oriental, a consecuencia del conflicto árabe-israelí. (Los aviones que actuaron, aquellos días, en el valle de la Beka - ocupado por los sirios - eran del “Kennedy”).
En la misma sala de reuniones, se ofreció a los oficiales españoles del cuerpo general la posibilidad de pasar a otros buques americanos y yo, como no había buques anfibios en la zona, tenía que salir para Rota en una estafeta que estaba en cubierta presta a despegar dentro de 5 minutos. Así que me fui al camarote - que no tenía servicio que estaban un poco separados en el pasillo - siempre perseguido por uno de esos marineros, que llevan a la espalda “FOLLOW ME”, y que no dejaba de requerir continuamente: !! más deprisa que despega el avión¡¡ Hice precipitadamente la maleta y salí corriendo hacia la cubierta, a tomar el avión, siempre precedido por el “Follow me” que no cesaba de exigirme más rapidez, pero sobretodo - y no se lo perdono - sin dejarme hacer “pis” y como los diuréticos seguían, dale que dale, haciendo su efecto ¡¡ya no podía más!!.
Embarqué en el avión - estafeta bimotor sin servicios - . Allí tampoco se podía hacer nada y ¡¡estábamos al este de las Baleares!! Cuando llegamos a Rota me esperaba, casi a pié de avión, un coche que me trasladó a las instalaciones de la Flotilla de Helicópteros. Mi estado era ya comatoso pero no podía perder mi dignidad, había que mantener el tipo ¡¡iba de uniforme que sino...!!.
Llego a las instalaciones de la Flotilla, subo a los servicios de la cámara - siempre con la maleta en la mano - y, al fin, allí pude aliviar mi dolor. Al salir de los servicios reparé en que no había nadie en los despachos ni en la cámara. Todo el personal estaba formado para recibir a una comisión cívico-militar constituida por altas autoridades: Jefes de los EEMM,s (Tierra, Mar y Aire), diputados, senadores...
Con la maleta en la mano, recorrí todo el pasillo y llegué a la plataforma donde se inicia la escalera de bajada. Y en ese preciso momento subía, hacia la cámara, toda la comisión - que superaba las 50 personas -. Me quedo parado en el “portalón” -siempre con mi maleta en la mano - con la única intención de dejarles libre el paso, pero ellos creen que estoy allí para recibirles, y he aquí que el que subía en cabeza - JEME del ejército de tierra - me da la mano, y a continuación el AJEMA y así uno tras otro todos los senadores y diputados.
Cuando le di la mano al último parlamentario, cogí mi maleta - que había dejado a mi lado mientras saludaba a tan altas autoridades - y seguí rumbo a casa.
UNA SONRISA.
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