La Batalla de Guayaquil
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La Batalla de Guayaquil
La Batalla de Guayaquil
A principios de Agosto de 1860, García Moreno y las tropas de Flores ya están en Guaranda: Es estonces cuando García Moreno lanzó su histórica proclama dirigida al Ejército Nacional, al que aréngo diciéndole: "Soldados, os mando que marchéis a la victoria".
Poco días más tarde, el 7 de agosto se libró el primer enfrentamiento en las cercanías de Babahoyo, donde las fuerzas de Franco fueron destrozadas casi totalmente; pero éste logró retroceder y buscó hacerse fuerte en Guayaquil, contando para el efecto con todo el poder de fuego de las naves peruanas ancladas frente a la ciudad, en el río Guayas, y la presencia de un fuerte contigente de soldados que Castilla había dejado para respaldarlo.
El 23 de septiembre Flores expuso su plan de batalla, disponiendo que una parte del ejército ataque a las fuerzas de Franco por el cerro Santa Ana, al norte de la ciudad; y otra, bajo su mando y junto a García Moreno, cruce el estero Salado -rodeando Guayaquil- para poder encerrar al ejército de Franco entre dos fuegos.
El "Paso del Salado" fue uno de los momentos culminantes de esta batalla, pues las fuerzas de Flores debieron enfrentar a un enemigo para el que no estaban preparados: la naturaleza tropical de las riberas del estero - enmarañadas por las raices de los mangles que se presentaban como una barrera infranqueable- y los lagartos que se hacían de ese ambiente su hábitat milenario.
García Moreno por su parte, ofreció al Crnel. Pedro Pablo Echeverría -jefe de la fuerza que defendía el estero- entregarle 3.000 pesos y ascenderlo a General se se "hacía de la vista gorda". La traición de echeverría facilitó el cruce del Salado, y a primeras horas del 24 de septiembre todas las fuerzas de Flores ocupaban lugares estratégicos para la batalla final.
Acorralado entre dos fuegos -en el sitio donde hoy se encuentra el parque llamado con justicia "Plaza de la Victoria"-, Franco se desmoronó, y junto a sus hombres fugó en desbandada. Muchos -aún sin saber nadar- se tirarón al río y murieron ahogados en el vano intento de llegar a las naves peruanas que, al ver lo que acontecía, levaron anclas y huyeron hacia el peru.
Al anochecer todo había concluido. García Moreno había entrado en la historia....La patria se había salvado.
La epopeya que significó para el ejército el cruce del Salado, generó tal admiración en García Moreno que, poco tiempo después condecoraría a los protagonistas de esa gesta con una medalla a la que llamó "la cruz del Paso del Salado", en la que un anillo elíptico, ubicado en el centro de la misma, pueden leerse las palabras "Arrojo Asombroso".
Cuando el Crnl. Echeverría -ese que se "hizo de la vista Gorda"- se presentó ante García Moreno para recibir su pago, este le entregó una orden para que el tesorero le cancele los 3.000 pesos; pero cuando solicitó su ascenso le contestó: "Nunca.....La traición se paga, pero no se premia".
A principios de Agosto de 1860, García Moreno y las tropas de Flores ya están en Guaranda: Es estonces cuando García Moreno lanzó su histórica proclama dirigida al Ejército Nacional, al que aréngo diciéndole: "Soldados, os mando que marchéis a la victoria".
Poco días más tarde, el 7 de agosto se libró el primer enfrentamiento en las cercanías de Babahoyo, donde las fuerzas de Franco fueron destrozadas casi totalmente; pero éste logró retroceder y buscó hacerse fuerte en Guayaquil, contando para el efecto con todo el poder de fuego de las naves peruanas ancladas frente a la ciudad, en el río Guayas, y la presencia de un fuerte contigente de soldados que Castilla había dejado para respaldarlo.
El 23 de septiembre Flores expuso su plan de batalla, disponiendo que una parte del ejército ataque a las fuerzas de Franco por el cerro Santa Ana, al norte de la ciudad; y otra, bajo su mando y junto a García Moreno, cruce el estero Salado -rodeando Guayaquil- para poder encerrar al ejército de Franco entre dos fuegos.
El "Paso del Salado" fue uno de los momentos culminantes de esta batalla, pues las fuerzas de Flores debieron enfrentar a un enemigo para el que no estaban preparados: la naturaleza tropical de las riberas del estero - enmarañadas por las raices de los mangles que se presentaban como una barrera infranqueable- y los lagartos que se hacían de ese ambiente su hábitat milenario.
García Moreno por su parte, ofreció al Crnel. Pedro Pablo Echeverría -jefe de la fuerza que defendía el estero- entregarle 3.000 pesos y ascenderlo a General se se "hacía de la vista gorda". La traición de echeverría facilitó el cruce del Salado, y a primeras horas del 24 de septiembre todas las fuerzas de Flores ocupaban lugares estratégicos para la batalla final.
Acorralado entre dos fuegos -en el sitio donde hoy se encuentra el parque llamado con justicia "Plaza de la Victoria"-, Franco se desmoronó, y junto a sus hombres fugó en desbandada. Muchos -aún sin saber nadar- se tirarón al río y murieron ahogados en el vano intento de llegar a las naves peruanas que, al ver lo que acontecía, levaron anclas y huyeron hacia el peru.
Al anochecer todo había concluido. García Moreno había entrado en la historia....La patria se había salvado.
La epopeya que significó para el ejército el cruce del Salado, generó tal admiración en García Moreno que, poco tiempo después condecoraría a los protagonistas de esa gesta con una medalla a la que llamó "la cruz del Paso del Salado", en la que un anillo elíptico, ubicado en el centro de la misma, pueden leerse las palabras "Arrojo Asombroso".
Cuando el Crnl. Echeverría -ese que se "hizo de la vista Gorda"- se presentó ante García Moreno para recibir su pago, este le entregó una orden para que el tesorero le cancele los 3.000 pesos; pero cuando solicitó su ascenso le contestó: "Nunca.....La traición se paga, pero no se premia".
- comando_pachacutec
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azul y blanca con tres estrellas, simplemente de vuestros vecinos del norte, siendo una de las primeras banderas Ecuatorianas en 1820-1822, conservada como bandera de Guayaquil, algun miembro la tiene como avatar
"A Moi Auvergne"
Ohé Partisanos Obreros y Campesinos es la alarma - Esta noche el enemigo conocerà el precio de la sangre y de las lagrimas
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La bandera de las franjas azules y blancas horizontales es la bandera de Guayaquil Independiente. La flamearon los revolucionarios el 9 de octubre de 1820, día de la independencia de Guayaquil. Por eso también se la llama "la bandera de Octubre". Las tres estrellas representaban a las ciudades de Guayaquil, Portoviejo y Machala.
Era la bandera que flameaba en la goleta Alcance, en la que se llevó al general San Martín, entonces en Ancón, la noticia de la independencia de Guayaquil.
Esta bandera fue luego adoptada por la Provincia Libre de Guayaquil, durante su efímera existencia, antes de que el general Bolívar la anexe a la Gran Colombia.
Es hoy la bandera de la ciudad de Guayaquil y de la provincia del Guayas (de lo que va quedando de ella).
Era la bandera que flameaba en la goleta Alcance, en la que se llevó al general San Martín, entonces en Ancón, la noticia de la independencia de Guayaquil.
Esta bandera fue luego adoptada por la Provincia Libre de Guayaquil, durante su efímera existencia, antes de que el general Bolívar la anexe a la Gran Colombia.
Es hoy la bandera de la ciudad de Guayaquil y de la provincia del Guayas (de lo que va quedando de ella).
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The Doors escribió:
Hey
Esta pintura está trucada y más encima "editada" para montar partes distintas del lienzo. El original representa a la batalla de Maipú entre las fuerzas chileno-argentinas comandadas por San Martín y las realistas bajo el mando de Osorio el 5 de abril de 1818 y que selló definitivamente la independencia de Chile. Lógicamente las banderas a las que se refieren jamás estuvieron en la pintura original.
La pintura es obra del pintor chileno Fray Pedro Subercaseaux, el más importante autor nacional en el ámbito histórico.
La pintura verdadera en comento:
Saludos
PS. Dato friki: Aunque suene extraño, este insigne pintor, con estudios intensos y extensos de arte en Europa, es también el padre del cómic chileno, al crear al personaje Von Pilsener en 1906.
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Alberto Elgueta escribió:Esta pintura está trucada y más encima "editada" para montar partes distintas del lienzo. El original representa a la batalla de Maipú entre las fuerzas chileno-argentinas comandadas por San Martín y las realistas bajo el mando de Osorio el 5 de abril de 1818 y que selló definitivamente la independencia de Chile. Lógicamente las banderas a las que se refieren jamás estuvieron en la pintura original.
La pintura es obra del pintor chileno Fray Pedro Subercaseaux, el más importante autor nacional en el ámbito histórico.
Que vergüenza
¿De donde sacaste la ilustración The Doors?, seguramente los editores de esa obra fueron los percusores de los copiadores de DVD o eran unos peresosos mentales.
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- Capitán
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nos dieron duro, con lo de la foto, peor buenohay que reconocer que el photoshop fue buenisimo, un exelente diseñador grafico.
considero que en cierta forma hay un secretismo en torno a la figura y a la actividad politica de Gabriel Garcia Moreno, y aun mas en estos tiempos de revoluciones de colores y de ciudadanos.
para mi Moreno fue muy habil, un sutil y obstinaod politico que construyo con teson y mucho esmero su carrera politica, en medio de un ambiente hostil, en un contexto social, historico y politico, donde un muchacho de sus caracteristicas nuna hubiese tenido la oportunidad de triunfar en la politica.
esas caracteristicas en al vida de moreno son de admirar, de destacar, esa entereza, esa fuerza de caracter qu ele hiso sobre ponerse a las mas perversas conyunturas, donde el no slaia ganador
Daniel Jacome Cahueñas
considero que en cierta forma hay un secretismo en torno a la figura y a la actividad politica de Gabriel Garcia Moreno, y aun mas en estos tiempos de revoluciones de colores y de ciudadanos.
para mi Moreno fue muy habil, un sutil y obstinaod politico que construyo con teson y mucho esmero su carrera politica, en medio de un ambiente hostil, en un contexto social, historico y politico, donde un muchacho de sus caracteristicas nuna hubiese tenido la oportunidad de triunfar en la politica.
esas caracteristicas en al vida de moreno son de admirar, de destacar, esa entereza, esa fuerza de caracter qu ele hiso sobre ponerse a las mas perversas conyunturas, donde el no slaia ganador
Daniel Jacome Cahueñas
"sapientia et patientia facere magnitudine"
EL SANTO DEL PATIBULO
Estimados amigos:
La figura de don Gabriel Garcia Moreno es desde todo punto de vista digna de estudio.
Aunque nace en familia importante, su infancia es vivida casi en la mendicidad.
Subvencionada su educación por la iglesia católica, influyó tanto en su vida (de misticismo) que es conocido también con el apodo de "El Santo del Patíbulo"; que nos lleva a la otra fasceta de su vida...la de sanguinario imponedor de su voluntad.
De mente brillante, incursionó en la política. El mesianismo con que caminaba por el mundo lo llevó a aspirar el poder. Y lo logró.
Incursionó también en lo militar: La Batalla de Guayaquil. Donde gracias a su espíritu, raro y sanguinario, pero irrefrenable, conquistó el triunfo llevando a sus fuerzas en medio de las marismas del estero, los lagartos y las fuerzas opositoras que en aquella época se encontraban en lo que actualmente es la ciudadela Bolivariana de Guayaquil, si mis cálculos no están errados.
No tuvo empacho de intervenir o de hacer intervenir a potencias extranjeras en su deseo feroz de poder.
Como dijo Juan Montalvo: "García Moreno dividió al pueblo ecuatoriano en tres partes iguales: la una la dedicó a la muerte; la otra al destierro, la última a la servidumbre. Los muertos no pueden conspirar, los esclavos no se atreven, los desterrados han conspirado mil veces."
Yo lo clasificaría como un fanático, mesiánico, de desmedida ambición, despótico, sin empachos ni culpabilidad (de sentir casi sicopatico) inclaudicable en sus designios. Tan pagado de si mismo, que fue su voluntad presidir sus propias excequias fúnebres.
Por todo lo dicho y lo no dicho: Digno de un manicomio.
"Mis contrarios están en el deber de matarme; caso contrario los exterminaré yo" le dijo García Moreno a un diplomático colombiano. Casi les pide: "Mátenme, mátenme".
Por eso terminó en donde terminó: Muerto en la calle, a machetazos, rematado a balazos, en el momento en que acudía a misa. Muerto por un Rayo, pero no salido de las alturas, sinó de las sombras, pues así se llamó su matador.
"El discípulo del puñal había muerto a puñaladas" dijo Juan Montalvo.
Estos seres aparecen cada cierto tiempo en nuestro tercer mundo. A veces me pregunto: no lo estaremos viviendo de nuevo?
Saludos
La figura de don Gabriel Garcia Moreno es desde todo punto de vista digna de estudio.
Aunque nace en familia importante, su infancia es vivida casi en la mendicidad.
Subvencionada su educación por la iglesia católica, influyó tanto en su vida (de misticismo) que es conocido también con el apodo de "El Santo del Patíbulo"; que nos lleva a la otra fasceta de su vida...la de sanguinario imponedor de su voluntad.
De mente brillante, incursionó en la política. El mesianismo con que caminaba por el mundo lo llevó a aspirar el poder. Y lo logró.
Incursionó también en lo militar: La Batalla de Guayaquil. Donde gracias a su espíritu, raro y sanguinario, pero irrefrenable, conquistó el triunfo llevando a sus fuerzas en medio de las marismas del estero, los lagartos y las fuerzas opositoras que en aquella época se encontraban en lo que actualmente es la ciudadela Bolivariana de Guayaquil, si mis cálculos no están errados.
No tuvo empacho de intervenir o de hacer intervenir a potencias extranjeras en su deseo feroz de poder.
Como dijo Juan Montalvo: "García Moreno dividió al pueblo ecuatoriano en tres partes iguales: la una la dedicó a la muerte; la otra al destierro, la última a la servidumbre. Los muertos no pueden conspirar, los esclavos no se atreven, los desterrados han conspirado mil veces."
Yo lo clasificaría como un fanático, mesiánico, de desmedida ambición, despótico, sin empachos ni culpabilidad (de sentir casi sicopatico) inclaudicable en sus designios. Tan pagado de si mismo, que fue su voluntad presidir sus propias excequias fúnebres.
Por todo lo dicho y lo no dicho: Digno de un manicomio.
"Mis contrarios están en el deber de matarme; caso contrario los exterminaré yo" le dijo García Moreno a un diplomático colombiano. Casi les pide: "Mátenme, mátenme".
Por eso terminó en donde terminó: Muerto en la calle, a machetazos, rematado a balazos, en el momento en que acudía a misa. Muerto por un Rayo, pero no salido de las alturas, sinó de las sombras, pues así se llamó su matador.
"El discípulo del puñal había muerto a puñaladas" dijo Juan Montalvo.
Estos seres aparecen cada cierto tiempo en nuestro tercer mundo. A veces me pregunto: no lo estaremos viviendo de nuevo?
Saludos
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Tema interesante sobre la historia de Guayaquil.
Ecos y contexto de la independencia de Guayaquil
Tendencias tras la revolución
Un grupo propugnaba la anexión a Colombia; el segundo, sumarse a San Martín; y el tercero, unirse como provincia autónoma a otro estado, decidido por elección.
Campaña. Una histórica pintura, repetida en varios libros y portales de Internet, muestra al general José de San Martín en su campaña libertadora desde el sur del continente.
Una vez alcanzada la independencia, la élite ilustrada de la ciudad, canalizando la opinión del vecindario, se dividió en tres corrientes:
a).- Aquellos que por intereses comerciales y vínculos familiares mantenidos por siglos con Lima, pugnaban por sumarse al ejército de San Martín, pues muchas de las grandes fortunas radicadas en Guayaquil provenían de esa relación. Fueron el puro interés económico y la presencia de oficiales argentinos enviados por el Protector quienes motivaron a un grupo de ciudadanos destacados a orientar sus preferencias hacia esa tendencia.
b).- Los que creían llenar sus aspiraciones con la anexión a Colombia eran una minoría bastante escasa, pero ultra exaltada, que inspirada en el carisma de Bolívar y su heroica trayectoria, llevada como bandera su agregación a Colombia a todo trance, sin condiciones y sin pensar que este era un país lejano, totalmente desconocido y desvinculado a la socioeconomía guayaquileña. Sin embargo, "contaba a su favor con el prestigio del Libertador, el suficiente poder militar y la posesión de la totalidad del territorio hoy ecuatoriano. Esto les infundió la audacia necesaria para calumniar a Olmedo e imponer su tendencia" (Julio Estrada Ycaza, La Lucha de Guayaquil por el Estado de Quito, 1984).
Estas dos facciones se enfrentaron violentamente y la ciudad se vio inmersa en una lucha nunca antes vista ni sufrida. Los unos por hacer prevalecer el juego de sus intereses netamente comerciales y sociales, y los otros, obnubilados por el carisma y la personalidad del Libertador.
c).- Los más numerosos, encabezados por Olmedo, frente al gobierno de la provincia de Guayaquil y del Cabildo de la ciudad, pero sin fuerza militar, se aferraban a una asociación autónoma con Colombia, sujeta a la decisión del Colegio Electoral, el cual ya había demostrado el acierto de su participación, para que democráticamente decidiese de cuál de los libertadores buscarían su amparo. Posición que consta en la carta que Olmedo dirige al general Mires, que fue el primer portador de la clara intención de someter a Guayaquil a la voluntad omnímoda de Bolívar.
"La ligera indicación que hace US. en su nota sobre la agregación de esta provincia a la heroica República de Colombia, merece una contestación tan detenida y extensa que más bien debe ser motivo de varias conferencias. Por ahora me contento con decir a US. que, después de proclamada la Independencia de la provincia, nuestros únicos votos han sido sostenerla y cooperar a la causa de América y al engrandecimiento de la República. Desde los principios hemos conocido que esta provincia por su pequeña extensión, por su corta población, por la escasez de luces, y por el atraso lamentable de la agricultura y de las artes, no puede ni debe ser un Estado independiente y aislado, y necesita apoyo de un Estado más fuerte y poderoso para progresar en la carrera de su prosperidad y marchar con firmeza en la de su libertad. (...) de manera que, aunque el Gobierno estuviese autorizado para hacer una declaración sobre este asunto, no sería oportuna ni ventajosa. (...) En lo que debe fijarse toda la consideración por ahora es en los medios de consolidar la independencia de la provincia, no en afirmar su reunión a un Estado con quien ya está tan unida por tantos lazos y tantas relaciones. En efecto, dispuesta como está a cooperar activamente a la libertad de las provincias comarcanas, preparada a prestar al ejército libertador cuantos auxilios estén en su poder, y segura de recibir los que necesite, se le puede considerar de hecho agregada a cualquier Estado con quien tenga tales relaciones" (carta de Olmedo al general Mires, febrero 27 de 1821. Aurelio Espinosa Pólit, 1989).
Amenaza que poco más tarde empieza a tomar cuerpo a través de Sucre. Cuando la junta de guerra de Babahoyo solicitó a V.E. la reunión de la Junta Electoral creyó este reclamo en sus atribuciones (...) Una negativa tan obstinada no manifiesta la menor mira generosa por parte del Gobierno, y los males de la provincia exigían ya, ó salvar nuestra complicidad de estas miras, ó impeler al Gobierno a satisfacer los votos públicos (...) la división está mal distraída y peor situada; teniendo que atender los negocios de Guayaquil al tiempo que se halla en campaña (...) un voto tan latamente esperado, un anhelo tan conocido en el pueblo por esta incorporación no necesita tantos preparativos insignificantes, tal vez viciosos para declararlo (...) Si V.E. la concede ó la convoca, podemos juzgar ese desprendimiento mal justificado en cuatro meses; si V.E. la niega, yo repito que las armas de Colombia no se prostituyen a consideraciones particulares, y que ellos deben salvar su honor, los deberes de Colombia y los verdaderos intereses de la provincia (Antonio José de Sucre, De mi propia mano, 1995, Fragmento de una carta de Sucre a Olmedo, Pág. 37).
Quien era en realidad, pese a que representaba una actitud ecuánime, el que estimulaba tales enfrentamientos y escándalos callejeros, que le daban asidero a Bolívar para difamar al Gobierno. "Pero, al fin, no pudiendo ya tolerar el espíritu de facción, que ha retardado el éxito de la guerra y que amenaza inundar en desorden todo el Sur de Colombia, he tomado definitivamente la resolución de no permitir más tiempo la existencia anticonstitucional de una Junta, que es el azote del pueblo de Guayaquil, y no el órgano de su voluntad" (Bolívar a San Martín, Vicente Lecuna).
También creemos que no está de más enfatizar, con estos antecedentes señalados, que en diciembre de 1820 la Junta de Gobierno de Guayaquil nunca decidió entregarse al Perú, pues, en aquel momento para ese país, la libertad e independencia era tan solo una dulce esperanza. Lo que en realidad se hizo fue lo mismo que con Bolívar: solicitar protección y auxilio al ejército libertador del sur, cuyo jefe era San Martín.
Buena candidez habrían cometido los miembros de la Junta de Gobierno, el Colegio Electoral y el Cabildo, al someter la provincia al dominio de un ejército extranjero después de haberse liberado del poder español (cosa que sí ocurrió con la toma de Guayaquil por Bolívar, que mantuvo al Ecuador sometido al militarismo colombo-venezolano desde 1830 hasta el 6 de Marzo de 1845).
Ni San Martín ni el ejército libertador del sur formaban país alguno; el Perú continuaba siendo un virreinato, por lo tanto, un imposible de realizar. "Esta provincia no está agregada al Perú, y es tan ridículo persuadirse a que la agregación ya está hecha por la sola razón de haber admitido comisionados del General San Martín y los auxilios que la ha prestado, como sería degradante para ella someterse a un ejército en lugar de unirse a uno de los grandes estados con quienes linda" (José Joaquín de Olmedo, Epistolario, Segunda parte, recopilación de Aurelio Espinosa Pólit, Quito, Corporación de Estudios y Publicaciones, Pág. 364, 1989).
Igual expresión tajante tuvo Olmedo en el artículo 2°, suscrito entre Guido y la Junta guayaquileña, artículo al cual ya hemos hecho referencia, que textualmente dice: "La provincia de Guayaquil se declara, durante la guerra bajo la protección del Excmo. Señor Capitán General del Ejército Libertador" (Jorge G. Paredes M. "San Martín y Bolívar en Guayaquil", Lima, Perú, Pág. 11, 2003).
Debemos entender que detrás de la revolución hay una estrategia de ruptura colonial, de reconstitución de poder y de apertura a la modernidad. Que los líderes guayaquileños, con Olmedo a la cabeza, asumieron como tarea y estuvieron dispuestos a pagar los costos que el proceso hacia una asociación con autonomía implicaba. Que fue organizada y planificada junto a la oleada revolucionaria continental contra el régimen colonial y sus estructuras caducas, y coincidió con la ofensiva que recibía España desde Europa, Estados Unidos de Norteamérica y otros lugares.
Sintonizados con los tiempos y ritmos revolucionarios, se sumaron a la nueva ofensiva de la burguesía contra los regímenes señoriales mundiales. Hicieron una adecuada lectura de la independencia de los Estados Unidos, de la Revolución Francesa, de la haitiana y de la oportunidad que ofrecían las acciones militares encabezadas desde el norte por Bolívar y del sur por San Martín. Juzgaron oportunamente el momento en que las tropas españolas estaban entretenidas en distintos frentes, y decidieron dar el golpe final para alcanzar una revolución oportuna y victoriosa. Esta estrategia y táctica supone no solo una visión adecuada de la lucha revolucionaria y de la insurrección, sino además, una correcta evaluación de la correlación de fuerzas internas y continentales.
José Antonio Gómez Iturralde - Centro Regional de Investigaciones Históricas
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