Programas de Defensa Nacional, presupuesto militar. El nacionalismo, Cataluña y País Vasco. Ceuta y Melilla frente a Marruecos. Relaciones con la OTAN.
Puntualizamiento: por mucha campaña "presidencialista" que hagan, no lo elegimos nosotros. Nosotros elegimos a nuestros representantes parlamentarios y luego, según los resultados, son ellos los que eligen a quien les da la gana. En el gobierno central todavía no ha pasado nunca, pero ahora mismo tenemos unas cuantas autonomías y ayuntamientos importantes donde el presidente/alcalde no es el cabeza de la lista más votada.
Cierto, pero como los diputados tampoco son elegidos en listas abiertas si no en listas puestas por el lider supremo al fin y al cabo, pues es una especie de si pero no, no pero si en el que al final, el legislativo y el ejecutivo se funden, y la cagamos.
Algo interesante sería hacer de una vez unas elecciones a primer ministro, y otras al parlamento. Si fuese con listas abiertas y peuqeños distritos ya babeo y mi conspiración para que nos anexione US avanzaría mucho
Saludos.
We, the people...
¡Sois todos un puñado de socialistas!. (Von Mises)
JAJAJAJ,era de presuponer que no supiera el pequeño francés Sarkozy con ínfulas de Napoleón,pero le da lo mismo no saber en política exterior esta volviendo a dar prestigio a Francia,que a fin de cuentas es lo que vale,aunque el saber no ocupa lugar.
Se ha inaugurado la embajada de Cataluña en Londres. Con esta ya son tres (Bruselas, Berlín y Londres) y próximamente se abrirán las de Paris y Nueva Yok.
El señor Carod-Rovira manifiesta que no están para competir con la embajada española, sino para defender una serie de competencias que son exclusivas del Gobierno de Cataluña.
GARRIDO DICE QUE "NO HABÍA INTENCIÓN DE CRITICAR"
Italia pide explicaciones al Ejecutivo después de que De la Vega calificara de racista al Gobierno de Berlusconi
El embajador de Italia en España, Pasquale Terracciano, pidió este viernes explicaciones al secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, tras las palabras de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en las que, preguntada por el decreto sobre inmigración que aprobará el Gobierno italiano la próxima semana, contestó que el Ejecutivo "no comparte la política de expulsiones sin respeto a la ley y a los derechos, por tanto tampoco de actuaciones que pueden exaltar, que exaltan la violencia, el racismo y la xenofobia". El Gobierno italiano ha reinterpretado estas palabras para darse por satisfecho.
Si un bisoño diplomático cometiese un error, que debilitase las relaciones entre dos países amigos, me imagino que recibiría una dura reprimenda e, incluso, podría perder el puesto si su intervención no hubiese sido pedida.
Pues esta falta, fue cometida no por un diplomático o político inexperto sino por una tan veterana que está más cerca de ser una jubilada que novata. La vicepresidenta del Gobierno – en funciones de presidente - María Teresa Fernández de la Vega generó una crisis entre los gobiernos de España e Italia cuando acusó al nuevo Ejecutivo de Berlusconi de fomentar el racismo con su política en inmigración. “El Gobierno no comparte la política de expulsiones sin respeto a la ley y a los derechos, y por tanto tampoco las actuaciones que pueden exaltar la violencia, el racismo y la xenofobia”, dijo De la Vega en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. Una declaración inédita entre países aliados y amigos.
Como es natural las protestas diplomáticas italianas no se hicieron esperar - ni las portadas de los periódicos – ante la grave torpeza de la vicepresidenta que como dijo el rey podía haberse callado. Quizás el subconsciente le jugó, a la vicepresidenta, una mala pasada y estaba pensando - ”erre que erre” - en la bondad de la ley o plan Caldera que hay que recordar fue criticado por todas las naciones de la Unión, mientras que el proyecto italiano – aun no ha sido aprobado - por ahora no.
La subsecretaria de Exteriores italiana tachó a la vicepresidenta española de "alma buena". "Era inevitable que las almas buenas de Europa y de España tomaran el pretexto de las nuevas medidas en materia de inmigración del Gobierno para lanzar su "j'accuse" al nuevo Ejecutivo", manifestó la subsecretaria. Su respuesta a De la Vega tuvo su continuación en el embajador de Italia en España, que pidió una explicación formal sobre el asunto al secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido.
Hay que reconocer , y lamentar, que la política de Asuntos Exteriores española continúa falta de talento y fineza.
Corbacho carga de nuevo contra Italia por «criminalizar» la inmigración G.SANZ/V.BECERRIL. MADRID/ROMA.
Sólo 24 horas ha durado la «paz» entre los Gobiernos de España e Italia a cuenta de la política de inmigración que aplica cada país. Después de las gestiones del propio presidente del Gobierno, entrevistándose con el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, para zanjar el conflicto abierto por las críticas de María Teresa Fernández de la Vega contra las políticas que «exaltan el racismo», ayer el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, volvió a la carga. En unas declaraciones que efectuó en el Ayuntamiento de Villafranca de los Barros (Badajoz), dentro de su visita oficial de tres días a Extremadura, Corbacho dijo que las políticas de inmigración del Gobierno de Silvio Berlusconi «ponen más el acento en discriminar al diferente que en gobernar el fenómeno». «Quieren criminalizar al diferente -subrayó el ministro- y yo asumo la responsabilidad de gobernar el fenómeno». Para el titular de Trabajo, «un inmigrante ilegal sólo puede tener un destino, el retorno a su país, pero por medio hay que cumplir todos los requisitos de respeto a los derechos humanos». Estas declaraciones sacudieron de nuevo a una Italia ya de por sí tambaleante no sólo por los incidentes de la semana pasada con los inmigrantes ilegales, sino también por la enésima crisis de las basuras que arriesga de desencadenar un conflicto en el interior del país. En todas las ediciones digitales de los principales medios se ponía de relieve que a menos de 48 horas de las primeras críticas españolas, «llega un nuevo ataque contra Italia». La prensa transalpina se pregunta cómo hará Zapatero para justificar de nuevo a otro ministro, mientras desde el mundo político no hacen comentarios. La noticia no escapó a la radio y a la televisión, que comentaron la noticia, más bien para decir, «otra vez», que para analizar el contenido. En los blog más conocidos, entre los debates aparecían las palabras de Celestino Corbacho, siendo la línea general una llamada a España a que lave primero sus trapos sucios antes de criticar a los demás. Por su parte, el ministro del Interior, Roberto Maroni, matizó la negativa a regularizar inmigrantes ilegales en Italia. «No puede haber una regularización para quien ha entrado de forma irregular, pero tendremos en cuenta, naturalmente, aquellas situaciones que tienen un fuerte impacto social, como el caso de los cuidadores» de ancianos y niños italianos, trabajo desarrollado en su inmensa mayoría por mujeres. Su colega de Igualdad de Oportunidades, Mara Carfagna, se expresó en el mismo sentido. Carfagna dijo que «sin idear una regularización indiscriminada», ha propuesto al Consejo de Ministros de Silvio Berlusconi «la necesidad de buscar una salida jurídica distinta» para esas personas. La ministra considera que se debe distinguir entre el «inmigrante-recurso» y el «inmigrante-problema». Regularizar es «indultar» El decreto ley sobre persecución de la inmigración clandestina y la pequeña delincuencia será aprobado el 21 de mayo en un Consejo de Ministros en Nápoles. Maroni indicó que la inmigración clandestina no será delito, posibilidad que había sopesado el nuevo Gobierno de Berlusconi. No obstante, insistió en rechazar la regularización porque «pertenece a la misma categoría que el indulto y nosotros somos contrarios al indulto y a las regularizaciones indiscriminadas».
Un ministro italiano viajará a Madrid para aclarar su postura
Italia pide a España que no interfiera en su política de inmigración.
El ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, confió este lunes en que el presidente Zapatero intervenga para zanjar la polémica sobre temas de inmigración desatada entre España e Italia.
La verdad es que muchos ministros de este Gobierno – igual que la oposición – están “missing”. Pero a quién más echaba de menos era al ministro de Asuntos Exteriores señor Moratinos. Hacía tiempo que no lo veía, pero ayer apareció en la TV para congratularse de la aprobación de un tratado de prohibición de las bombas de racimo. Su presencia me recordó las últimas actuaciones de miembros del Gobierno en el campo internacional.
Podríamos iniciar un reportaje con el presidente Zapatero aislado, en la cumbre de la OTAN en Bucarest, mientras otros mandatarios de la Alianza charlaban animadamente. Con su actitud transmitió, a todo el mundo, una imagen de España francamente mejorable.
Podíamos continuar con la vicepresidenta y otros miembros del Gobierno criticando severamente la política de inmigración del Gobierno italiano; por cierto cuando aún dicha política no se había puesto en práctica. Primero fue la vicepresidenta de la Vega, que acusó a Silvio Berlusconi nada menos que de "exaltar la violencia, el racismo y la xenofobia". Después el señor Corbacho (Ministro de Trabajo e Inmigración) le acusó de "criminalizar al diferente" con su política de emigración y, finalmente, Bibiana Aído tan preocupada estaba que se manifestó dispuesta a pagar, de su propio bolsillo, un psiquiatra para Berlusconi aunque "no sé si sería demasiado efectivo porque le harían falta muchas sesiones".
Como responsable de la diplomacia, y las relaciones exteriores, el señor Moratinos debería impartir - como en su momento hizo un miembro del Gobierno con el presidente sobre economía - un curso acelerado a sus compañeros de Gobierno, sobre estas materias, para evitar que se cometan tales imprudencias.
Y hablando de otra cosa, en el mismo programa se trató sobre la encuesta del CIS y me dejó perplejo. Aunque la mayor parte de los ministros – repito igual que la oposición – están “missing” los españoles los conocen tan bien que son capaces de juzgarles e, incluso, concederles una nota. Y así les dan aprobado – ignoro si con cuatro asignaturas suspendidas – el presidente y la vicepresidenta del Gobierno, y siete ministros :la señora Chacón (Defensa), Cristina Garmendia (Innovación), Alfredo Pérez Rubalcaba (Interior), Celestino Corbacho (Trabajo e Inmigración), Pedro Solbes (Economía y Hacienda), Bibiana Aído (Igualdad) y Beatriz Corredor (Vivienda). Y a nueve les suspenden : Magdalena Álvarez (Fomento), Mariano Fernández Bermejo (Justicia), Miguel Sebastián (Industria), Elena Salgado (Administraciones Públicas), Moratinos (Asuntos Exteriores), Elena Espinosa (Medio Rural y Marino), Bernat Soria (Sanidad), César Antonio Molina (Cultura) y Mercedes Cabrera (Educación).
Pues si, me he quedado muy gratamente sorprendido porque creía – pero, evidentemente, estaba equivocado – que el español medio no conocía por sus nombres, cargos y actividades desarrolladas a más de cinco o seis miembros del Gobierno. Pero insisto estaba equivocado y me felicito de estar entre unos ciudadanos tan conocedores de los componentes de su Gobierno. Y hasta me atrevería a sugerir al CIS que la próxima encuesta incluya hasta el nivel Secretario de Estado. ¡¡Seguro que nos llevaríamos una sorpresa!!
Hace unos días el señor Blanco - secretario de organización del partido socialista - dijo a través de su blog que siempre había sido partidario del candidato Obama, pero que no se había manifestado hasta conocer su victoria sobre Hillary Clinton para "no interferir en lo más mínimo en el proceso de elección que estaba desarrollando el Partido Demócrata". Como el señor Blanco es desconocido en el mundo internacional y, desde luego, nada influyente, sus opiniones tienen un cariz pintoresco.
Pero cuando manifestaciones, de ese estilo, las realiza el presidente de España la cosa es diferente. En noviembre se celebrarán las elecciones norteamericanas y, en estos momentos, no hay un claro favorito (y ¡¡aunque lo hubiera!!) y ya el presidente español se ha atrevido a mostrar su preferencia. En una entrevista en el Financial Times se posiciona por el candidato demócrata, Barack Obama.
El presidente peca como poco de imprudente, hasta el punto de que el ministro Moratinos tuvo que intervenir para tratar de “matizar” sus declaraciones. El presidente ya se posicionó – siempre por el después perdedor - en las anteriores elecciones norteamericanas – que apostó por el candidato contrario a Bush -, por el alemán Gerhard Schröder y por la francesa Segolene Royal. El demócrata Obama debe estar preocupado.
He tenido la oportunidad de ver, en un programa de televisión, a uno de los responsables de la “Asociación de Solidaridad España –Israel” que publicó los vídeos que trata a España como un “país de mierda”.
Según sus manifestaciones no se trata de menospreciar a España, sino de demostrar que se pueden seleccionar noticias o planos que den como resultado una mala imagen de un país y, que eso, es tradicionalmente lo que se hace en Europa sobre Israel donde los planos, o las noticias, siempre son desafortunados y fomentan el odio. Se ha llegado hasta negar el Holocausto.
En el vídeo – según sus palabras - no se trata, pues, de retratar a España como es sino como no es. Los autores del vídeo saben que no es justo, ni veraz, pero se trata de provocar, para demostrar que se puede deformar la realidad con una docena de imágenes y para mostrar lo que Israel soporta durante muchos años, sin que sea frecuente que alguien salga en su defensa.
Un ministro italiano viajará a Madrid para aclarar su postura
