Apónez escribió:Como de costumbre Septimo sigue a lo suyo, tan "típico del español" es eso de emprender la fuga que en Rocroi resultan ser los tercios españoles los únicos que no abandonan el campo de batalla, aunque claro a lo mejor es más "adecuado" no comparecer a la batalla y dejar que te bombardeen un puerto y te revienten buena parte de tu flota mercante ¿verdad?
al dislocarse la formación española se oyeron gritos pidiendo cuartel, y el duque de Enghien ordenó cesar el fuego; pero mientras Enghien y su escolta se aproximaban para pactar las condiciones, algunos españoles abrieron fuego pensando que se trataba de un nuevo ataque. Ante lo que creían un acto traicionero, los jinetes franceses se lanzaron a una matanza despiadada. Para atajar esta carnicería, el mismo Enghien tuvo que interponerse y hacer pie a tierra; muchos españoles le rodearon y se hincaron de rodillas, bendiciéndole. Este es el episodio que refleja François Joseph Heim en un famoso cuadro de la batalla expuesto en Versalles.
Tienes razon....los tercios no huyeron...simplemente se rindieron y se arrollidaron, pidiendo perdon.
Apónez escribió:Aqui lo que hay es el típico ombliguismo chileno que siempre se han creído mucho más de lo que realmente son, ni más ni menos, ya parece este el tema que tuvimos ahí atras con Prat.
No se meta con Prat mi estimado...jamas entenderan ustedes, acostumbrados a arrodillarse, lo que es el honor y la gloria.
Al bravo Comandante Condell.
<<Los Oficiales del buque de S.M.B. Turquoise, admiradores del glorioso combate de la Esmeralda i Covadonga, sin ejemplo en los fastos navales, empeñaron sus esfuerzos por hallar el sitio donde la gloriosa Esmeralda sucumbió. Querían encontrar allí una reliquia que ofrecer al compañero del heroico Prat, caído cuando se hundía su buque, al tomar al abordaje al enemigo.
<<A nadie pues, mejor que al Comandante Condell de la gloriosa Covadonga corresponde ser el depositario de la noble reliquia que hoy le enviamos>>.
Este es uno de los combates mas gloriosos que jamás haya tenido lugar. Un viejo buque de madera casi cayéndose a pedazos, sostuvo la acción durante tres horas i media contra una batería de tierra y un poderoso acorazado, y concluyó con su bandera al tope
Times, de Londres
¿Este joven Comandante de división (Prat) estaba llamado a rendirse? La respuesta a esta pregunta fue su conducta en el combate que iba a tener lugar, combate que asombró al mundo naval, que estableció el precedente que no importa cual sea la desigualdad de las fuerzas, que todo buque debe combatir hasta el último instante, i que ha causa de la inteligencia e intrepidez que lo caracterizaron i de los perjuicios positivos causados al poderoso asaltante, merece toda una página en los anales de la fama. La Esmeralda se hundió con su bandera al tope haciendo fuego con todos sus cañones
"Capitan Prat, Padre Nuestro, desde el firmamento de tu Gloria, derrama luz inextingible sobre los senderos de Chile, para que sea grande y feliz en la paz, y si algun dia, el Huracan de la Guerra azota el suelo patrio, conducenos con los destellos de tu espada indomita, hacia donde se triunfa o se muere"
saludos