Apónez escribió:A ver chiquitin acomplejado, voy a explicarte las cosas tan lentamente que hasta tu podrás entenderlas
1.- Yo NO he negado que hubiese 77 soldados chilenos
2.- Los peruanos afirman que SI hubo prisioneros y que estos fueron ejecutados
3.- NO hubo NINGÚN chileno vivo por tanto ¿a quien debería creer a los chilenos o a los peruanos que SI salieron vivos de allí?
4.- ¿Quien se supone que informó a los chilenos de la frasecita de su oficial? ¿su fantasma?
5.- Aún así sigo quedandome con los polacos de Wyzna, que si bien eran 720 lo que tenían delante no era un puñado de desharrapados (otra cosa no se puede llamar a los indigenas que había en Concepción) si no 42.000 soldados de la Wehrmacht apoyados por más de 300 carros de combate y la Luftwaffe y a pesar de ello lograron resistir 3 DÍAS no 19 horitas, incluso Martín Cerezo logró resistir en Baler 337 días así que me temo que su chorradita de Concepción no llega a mucho
Chiquitin? te gusta por el "chiquitin"
Efectivamente no hubo chilenos sobrevivientes...sus camaradas llegaron tan solo entre 30 y 1 hora despues de terminado el combate...por lo que lograron salvar la bandera chilena que flameaba aun en lo alto del cuartel.
Ya postee como se enteran los chilenos del combate /por medio de los extranjeros del pueblo...un aleman, un español y un italiano)...ya que a los peruanos se les fusilo en el lugar.
Los peruanos dicen muchas cosas....la mayoria son relatos "descubiertos" en promedio 30 o 40 años despues de los sucesos...los peruanos tambien dicen que "salvaron" a los niños chilenos de la Concepcion...pero esto no es cierto, ya que las fuerzas chilenas encontraron a los 2 niños, de 5 años y recien nacido..el prmero decapitado y el lactante ensartado en una lanza...se les sepulto con la tropa.
Relacion del Combate de la Concepcion por el Coronel del Canto
“La división entró a La Concepción como a las 11 A.M., del 10, estando ya ocupada esa plaza desde momentos antes por el Chacabuco 6º. de Línea, que había llegado cuando sólo hacía poco más de una hora que se había concluido el combate por el exterminio completo de la compañía que allí sucumbió. El aspecto que presentaba el Cuartel era lúgubre y muy conmovedor, porque sólo quedaban montones de cadáveres de ambos combatientes, y el hacinamiento humeante aún de los escombros del cuartel que había sido consumido por el fuego”.
“Se comprende la precipitación con que el enemigo debe haber emprendido la fuga, que no tuvo tiempo para apoderarse de la bandera que flameaba aún en la puerta del cuartel, y que viéndola yo desde la casa en que me desmonté ordené a mis ayudantes Bisivinger y Larenas que me la fueran a traer, lo que se ejecutó poniéndole con lápiz rojo y en la estrella de la bandera, la fecha del día y la firmó Bisivinger”.
“Yo llegué a la casa de Don Luis M. Duarte situada en la misma plaza donde estaba el cuartel y donde acostumbraba a alojar. Esta casa como todas las de la población estaba desierta, pues sus habitantes habían huido en todas direcciones refugiándose la gente visible al convento de Ocopa que distaba más o menos una legua”.
“Ordené que como el cuartel está colindante con la iglesia se hiciese dentro de ella una fosa conveniente para enterrar a los oficiales y a la tropa que cupiesen y en seguida que se pegase fuego a la iglesia para que los escombros salvaguardasen la profanación de sus cadáveres. Todo lo cual se ejecutó anunciándoselo al Comandante Pinto Agüero, que había ordenado sacar los corazones de los cuatro oficiales y ponerlos en un frasco con alcohol para tener un recuerdo de esos héroes”.
“Seguimos la marcha al día siguiente a las 8 de la mañana, no sin ordenar antes al Capitán de bagajes Don Feliciano Encina y otros agentes, que una vez salido el ejército me encendiesen fuego por los cuatro lados de la población para dar un castigo verdaderamente salvaje, por los actos de verdadero salvajismo que habían cometido, pues, repito que hasta este momento en que escribo me da enfriamiento al cuerpo y temblores de nervios, al recordar los hechos brutales ejecutados con los cadáveres de los chilenos allí sacrificados”.
“En la casa del señor Duarte, en donde yo estuve en el pueblo de Concepción, me refirió un sirviente de nacionalidad española, y que era el único habitante que cuidaba la casa, que el combate había empezado a las 2 ½ de la tarde del día 9 por dos batallones perfectamente armados que arreaban a más de dos mil indígenas para obligarlos a atacar el cuartel. La tropa se defendía heroicamente disparando sus armas con mucha calma y había veces que una misma bala tendía a dos o tres individuos. Que en la noche no cesaron de atacar el cuartel, tomando posesión de la torre de la iglesia la tropa enemiga que venía con rifles y de donde hacían a los chilenos gran número de bajas. Vino el día 10 y tan pronto aclaró, y como no podían penetrar el cuartel, encendieron fuego por dos partes, auxiliándose con estopa mojada en parafina y con lo que se consiguió realmente que el fuego consumiese el edificio del cuartel”.
“Como a las 9 de la mañana del día 10 no quedaban sino el subteniente de la Cruz y cuatro soldados que defendieron la entrada al recinto del ya quemado cuartel. Se notó a esa hora que ya habían agotado todas sus municiones porque no hacían ningún disparo, y entonces algunas voces peruanas que conocían perfectamente al oficial, le gritaban: “¡Subteniente de la Cruz: ríndase hijito. No tiene para qué morir!”. A lo cual él les contestaba: “¡Los chilenos no se rinden jamás!”. Y volviéndose a su tropa le preguntaba: “¿Es verdad muchachos?”. Los soldados contestaban afirmativamente y entonces el oficial les mandaba calar la bayoneta y se iban furiosos contra las masas indígenas. De suerte, pues, que ya fatigados tuvieron que rendir su vida, quedando algunos clavados en las lanzas de los salvajes y al subteniente Cruz se le aplicó un tiro por la espalda. Me comunicó el español que cuando no podían hacer rendirse al subteniente Cruz hicieron llegar hasta el cuartel y acompañada de una mujer a una jovencita a quien el oficial saludaba siempre con cariño para que fuese a rogarle que se rindiese y el oficial la rechazó indignado”.
La jovencita era la hija del Italiano Gamba, a quien el Subteniente Cruz cortejeaba en los dias previos.
soldado Marcos Ibarra D., del Batallón 2º de Línea :
Conferenciaron que al dia siguente mandar una comicion abuscar cholos ala campiña paque ballan cargandos los heridos o enfermos cuatro soldados armados pacada camilla dia 10 de julio de 1882 alas 8 ½ a.m. trajeron la comicion mas de ochenta cholos Serranos para cargar los heridos i custudiados por soldados ala 1 ½ de la tarde salimos en marcha a la Concepción el 2º de linea ibamos ala vanguardia llegamos alas 6 de la tarde ala dentrada del Pueblo la concepción mi coronel Canto sesosprendio que todas las abitaciones estaban serrada ino sebeia un ser viviente iso aser alto la marcha i que cargaramos el rifle Comblain iso abanzar alos carabineros de yungay aser un Reconocimiento ala plaza ante de un minuto llegó un ayudante de campo la plaza se encuentra un cuadro Horroroso de muertos en tonse abanzamos i los impusimos abian perecidos Toda la 4ª compañía del Batallon Chacabuco 6º de Linea esos valientes se 77 Hombres se batieron hasta quemar el ultimo cartucho contra 2,000 cholos Serranos bien armados los chilenos peliaron del 9 hasta el dia 10 de julio de 1882 los 77 Chacabucanos nose rindieron jamas menos entregar sus armas un corneta una mujer chilena con una guagua de pocos meses estaban traspasados con balas iflechas ilanzas estas victimas se encontraron enel medio de los cadaves mi coronel Canto iso poner abanzadas por las cuatros salidas del pueblo la Concepción luego descubrieron dos hombres estranjeros arriba de una galeria de vidrios quedaban al lado del cuartel del chacabuco estos extranjeros mi coronel le dio orden de rendición dijieron ellos estamos rendidos los estranjeros eran comerciantes enese pueblo estaban establesidos mas de 6 meses ellos relataron los hechos que abian vistos esa sospresa de los peruanos los cholos bajaron de los cerros al pueblo alas 11 55 a.m. el dia 9 de julio 1882 alas 12 del dia ronpieron los fuegos los cholos Serranos los dos estranjeros dijieron la valentia de los 77 Chacabucanos Chilenos el capitan Carrera Pinto le ordeno alos Oficiales Clases i Soldados no hai que rendirse nunca quemar hasta el Ultimos cartuchos i atacar ala Bayoneta calada el capitan Carrera le ordenaba al corneta tocar fuego imas fuego no hai que bolver atras jamas no abandonar la plaza i morir peliando cinco Chilenos quedaban enel cuartel peliaban como unos Leones sin abandonar el cuartel un soldado de los cinco chilenos se subio arriba del techo iclavo el hasta de Bandera tricolor chilenos queno dejara de flamiar la vandera el enemigo Insendio el cuartel estaba al lado de la Iglecia se 77 hombres chilenos se batieron contra 2,000 cholos Serranos mi coronel Canto ordeno alos Doctores Sirujanos que sacaran los corazones alos balientes Oficiales de la 4ª Compañia del Batallon Chacabuco 6º de Linea estos corazones fueron colocados en un frasco en alcohol pa traerlos a chile i la demas victimas que perecieron enel combate fueron sepurtados al dia siguiente ordeno mi coronel Canto que Insendiaramos el pueblo la Concepcion i fuera reducido azeniza alas 11 a.m. estaba todo terminado enel mismo dia seguimos en marcha ajauja llegamos en la noche illegamos al pueblo de Talma alas 6 a.m.
Espero que te des el tiempo de leer (porque queda claro que no lo haces..)
saludos