La Campaña de Filipinas (1941-42)
- Von Kleist
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La Campaña de Filipinas (1941-42)
Hola a todos
Como tenemos en el foro cierto deficit de hilos dedicados al Frente del Pacífico (una de las "hermanas pobres" de la HM en castellano) me parece de interés dedicar este hilo a la campaña terrestre mas importante de la primera fase de la guerra, la invasión y ocupación de las Filipinas por las tropas japonesas. Espero que el tema resulte de interés.
Saludos
Como tenemos en el foro cierto deficit de hilos dedicados al Frente del Pacífico (una de las "hermanas pobres" de la HM en castellano) me parece de interés dedicar este hilo a la campaña terrestre mas importante de la primera fase de la guerra, la invasión y ocupación de las Filipinas por las tropas japonesas. Espero que el tema resulte de interés.
Saludos
- Von Kleist
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I. Los planes norteamericanos.
En las semanas previas al ataque contra Pearl Harbor, las fuerzas del Ejército Imperial japones se prepararon para iniciar una larga serie de bien preparadas ofensivas terrestres. Dentro de estas, la campaña de Filipinas era de importancia crucial, ya que el archipiélago filipino era vital para asegurar el flanco sur del perímetro de Japón, así como para abrir las rutas hacia las Indias Holandesas y el Asia suroriental. Por tanto, si los japoneses deseban controlar la zona del Pacífico sur, el control de las Filipinas se hacia inexcusable de cara a posteriores avances.
La obviedad de que las Filipinas, y en concreto el mayor de sus archipiélagos, Luzón, sería uno de los primeros objetivos japoneses no dejó de ser advertida por el comandante en jefe de las Fuerzas norteamericanas en las islas, Douglas McArthur, quien ya había elaborado planes de contigencia para el caso de invasión. El primer plan, que fue elaborado en los años de preguerra, se denomiba Plan ORANGE ("Naranja") y preveia, en respuesta a los previsibles desembarcos japoneses, plantear una resistencia en centro de Luzón y una retirada ordenada hacia el interior de la isla para crear una fuerte linea defensiva en la Península de Bataán, donde se confiaba establecer un perimetro defensivo que podría retenerse durante mucho tiempo a cualquier fuerza invasora. Sin embargo, en los meses previos a la invasión MacArthur propuso el abandono del plan ORANGE, en favor de uno mucho más ambicioso, que conservara la posición norteamericana en las Filipinas o incluso forzara el reembarco de las fuerzas japonesas. Los argumentos de MacArtgur lograron finalemnte convencer al jede de Estado Mayor, general Marshall para que reforzara la guarnición en las islas.
En diciembre de 1941, este programa de refuerzo había comenzado a dar sus frutos, pero las fuerzas norteamericanas que guarnecian las islas seguían siendo claramente insuficientes. La guarnición que en aquellas fechas apenas superaba los 31.000 hombres, dos batallones blindados y un regimiento de artilleria costera, no se encontraba en condiciones de defender todo el perímetro de Luzón frente a un decidido ataque japonés. La fuerza aerea, aunque estimable, pues contaba con 107 cazas P-40 y 35 fortalezas B-17, tampoco garantizaba una superioridad aerea suficiente como para rechazar la invasión. Para apuntalar sus escasos contigentes, MacArthur llamó a la movilización de 10 divisiones del ejército filipino, que totalizaban unos 100.000 hombres, pero que carecian de material moderno, artilleria y servicios de transporte, por lo que eran tropas que no estaban en condiciones de apoyar efectivamente a las fuerzas norteamericanas más alla de realizar tareas auxiliares.
Para dirigir la defensa de Luzón, MacArthur reorganizó sus tropas dividiendolas en cuatro fuerzas separadas. La fuerza del norte de Luzón (que incluia Bataan), donde era de esperar que se produjeran los desembarcos, dado que el terreno era el más propicio, fue encomendada al general Wainwright, a quien se le asignaron las fuerzas más poderosas. Otras zonas de defensas fueron establecidas al Sur de Luzón, en Mindanao, y finalmente una fuerza de reserva establecida en Manila bajo el mando directo de MacArthur.
En las semanas previas al ataque contra Pearl Harbor, las fuerzas del Ejército Imperial japones se prepararon para iniciar una larga serie de bien preparadas ofensivas terrestres. Dentro de estas, la campaña de Filipinas era de importancia crucial, ya que el archipiélago filipino era vital para asegurar el flanco sur del perímetro de Japón, así como para abrir las rutas hacia las Indias Holandesas y el Asia suroriental. Por tanto, si los japoneses deseban controlar la zona del Pacífico sur, el control de las Filipinas se hacia inexcusable de cara a posteriores avances.
La obviedad de que las Filipinas, y en concreto el mayor de sus archipiélagos, Luzón, sería uno de los primeros objetivos japoneses no dejó de ser advertida por el comandante en jefe de las Fuerzas norteamericanas en las islas, Douglas McArthur, quien ya había elaborado planes de contigencia para el caso de invasión. El primer plan, que fue elaborado en los años de preguerra, se denomiba Plan ORANGE ("Naranja") y preveia, en respuesta a los previsibles desembarcos japoneses, plantear una resistencia en centro de Luzón y una retirada ordenada hacia el interior de la isla para crear una fuerte linea defensiva en la Península de Bataán, donde se confiaba establecer un perimetro defensivo que podría retenerse durante mucho tiempo a cualquier fuerza invasora. Sin embargo, en los meses previos a la invasión MacArthur propuso el abandono del plan ORANGE, en favor de uno mucho más ambicioso, que conservara la posición norteamericana en las Filipinas o incluso forzara el reembarco de las fuerzas japonesas. Los argumentos de MacArtgur lograron finalemnte convencer al jede de Estado Mayor, general Marshall para que reforzara la guarnición en las islas.
En diciembre de 1941, este programa de refuerzo había comenzado a dar sus frutos, pero las fuerzas norteamericanas que guarnecian las islas seguían siendo claramente insuficientes. La guarnición que en aquellas fechas apenas superaba los 31.000 hombres, dos batallones blindados y un regimiento de artilleria costera, no se encontraba en condiciones de defender todo el perímetro de Luzón frente a un decidido ataque japonés. La fuerza aerea, aunque estimable, pues contaba con 107 cazas P-40 y 35 fortalezas B-17, tampoco garantizaba una superioridad aerea suficiente como para rechazar la invasión. Para apuntalar sus escasos contigentes, MacArthur llamó a la movilización de 10 divisiones del ejército filipino, que totalizaban unos 100.000 hombres, pero que carecian de material moderno, artilleria y servicios de transporte, por lo que eran tropas que no estaban en condiciones de apoyar efectivamente a las fuerzas norteamericanas más alla de realizar tareas auxiliares.
Para dirigir la defensa de Luzón, MacArthur reorganizó sus tropas dividiendolas en cuatro fuerzas separadas. La fuerza del norte de Luzón (que incluia Bataan), donde era de esperar que se produjeran los desembarcos, dado que el terreno era el más propicio, fue encomendada al general Wainwright, a quien se le asignaron las fuerzas más poderosas. Otras zonas de defensas fueron establecidas al Sur de Luzón, en Mindanao, y finalmente una fuerza de reserva establecida en Manila bajo el mando directo de MacArthur.
- Von Kleist
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El primer plan, que fue elaborado en los años de preguerra, se denomiba Plan ORANGE ("Naranja")
Este plan comenzó a hacer aguas el minuto en el que japoneses atacaron Pearl Harbour, ya que se preveía el uso de acorazados para apoyar este plan. Tras el ataque japonés el Arizona y Oklahoma se perdieron definitivamente; el Nevada, Tennessee y Meryland quedaron inoperativos durante bastante tiempo. De hecho sólo el Pennsylvania, en dique seco, se salvó de daños.
No deja de ser curioso que los americanos no tuviesen en cuenta la vulnerabilidad de los acorazados frente a los aviones tras Tarento y la caza del Bismarck.
Saludos.
- urquhart
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Hola a todos:
Alejandro comenta:
sí lo tuvieron en cuenta, pero siempre hay un pero, había ciertas diferencias entre la rada de Taranto y la de Pearl HArbour.
En primer lugar la sonda, siendo la de Taranto más profunda que PH, y de acuerdo con todo lo conocido, los torpedos aéreos se deberían clavar en el fondo, aún así estaban previstas las redes antitorpedos. Los japoneses, conocedores de este inconveniente, modificaron sus torpedos con la famosa aleta extra de madera, que evitaba que los torpedos se sumergieran en exceso.
Otro punto a tener en cuenta es que el planificador del ataque a Tarento conocía la base, pues había estado destinado en 1917 con un escuadrón de hidroaviones del RNAS, torpederos por cierto. No recuerdo en este momento su nombre.
En cuanto al KM BIsmarck, existía el precedente de Punta Stilo, donde el RM Vittorio Venetto había sido alcanzado por torpedos aéreos, embarcando una cantidad importante de agua que redujo su velocidad. Aún así en ambos casos, fue el cañón de los acorazados quien debía decidir ambos combates, como en el caso del KM Bismarck; y hubiera ocurrido con el italiano, que a pesar de mantener una velocidad reducida disponía de todavía ventaja sobre los lentos acorazados de la Mediterranean Fleet.
Y por último, si no estoy equivocado o recuerdo mal, los mayores daños en los BB estadounidense fueron ocasionados por bombas.
Un saludo.
Alejandro comenta:
No deja de ser curioso que los americanos no tuviesen en cuenta la vulnerabilidad de los acorazados frente a los aviones tras Tarento y la caza del Bismarck.
sí lo tuvieron en cuenta, pero siempre hay un pero, había ciertas diferencias entre la rada de Taranto y la de Pearl HArbour.
En primer lugar la sonda, siendo la de Taranto más profunda que PH, y de acuerdo con todo lo conocido, los torpedos aéreos se deberían clavar en el fondo, aún así estaban previstas las redes antitorpedos. Los japoneses, conocedores de este inconveniente, modificaron sus torpedos con la famosa aleta extra de madera, que evitaba que los torpedos se sumergieran en exceso.
Otro punto a tener en cuenta es que el planificador del ataque a Tarento conocía la base, pues había estado destinado en 1917 con un escuadrón de hidroaviones del RNAS, torpederos por cierto. No recuerdo en este momento su nombre.
En cuanto al KM BIsmarck, existía el precedente de Punta Stilo, donde el RM Vittorio Venetto había sido alcanzado por torpedos aéreos, embarcando una cantidad importante de agua que redujo su velocidad. Aún así en ambos casos, fue el cañón de los acorazados quien debía decidir ambos combates, como en el caso del KM Bismarck; y hubiera ocurrido con el italiano, que a pesar de mantener una velocidad reducida disponía de todavía ventaja sobre los lentos acorazados de la Mediterranean Fleet.
Y por último, si no estoy equivocado o recuerdo mal, los mayores daños en los BB estadounidense fueron ocasionados por bombas.
Un saludo.
Tempus Fugit
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Y por último, si no estoy equivocado o recuerdo mal, los mayores daños en los BB estadounidense fueron ocasionados por bombas.
Esto diría que es discutible, el Oklahoma se fue a pique tan rápido porque encajó 4 torpedos en un lado, el Arizona fue por una bomba pero tuvieron mala suerte, ya que entró por la chimenea.
Saludos.
- Yorktown
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Al hilo del plan ORANGE, una anecdotilla, contaros que también existía un plan RED. El enfrentamiento en el Atlantico y Pacífico con...la Royal Navy.
La distribución de fuerzas en Diciembre del 41 era la siguiente.
North Luzon Force:
U.S. Army
26th Cavalry
One bn, 45th Inf
Brty A, 23d FA
Btrys B and C, 86th FA
66th QM Troop
Force Hq and Hq Co
Ejercito Filipino.
11th Division
21st Division
31st Division
71st Division
South Luzon Force
US Army
Force Hq and Hq Co. Hq and Hq Brty, Btry A, 86th FA
E. Filipino
41st Division
51st Division
Visayan-Mindanao Force
US Army.
Force Hq and HQ Co
E.Filipino
61st Division
81st Division
101st Division
Reservas.
US Army
Philippine Division (less 1 bn)
86th FA less dets
Hq, Philippine Dept
Far East Air Force
E. Filipino
91st Division, Hq Philippine Army
Defensas de puertos
US Army.
Headquarters
69th CA
60th CA (AA)
91st CA
92d CA
200th CA (AA)
assigned to PCAC
Decir que del ORANGE, se pasó al RAINBOW 5 , ideado más a escala de un conflicto global, consultandolo con los britanicos, y teniendo a Alemania como el enemigo principal, los EEUU daban por hecho que tendrían que combatir en más frentes y tendrían a UK como aliado. RAINBOW aceptaba la pérdida de Filipinas, Guam y Wake implicitamente. Basicamente lo único que se defendería sería Manila y Subic Bay, y por las fuerzas ya basadas en Filipinas, no se recibirían refuerzos.
MacArthur no queda muy convencido y propone un nuevo plan, en el que se defendería todo el archipielago con una "defensa activa",y en una carta, el 1 de Octubre, en su estilo, francamente impertinente, al departamento de guerra, dice que no se ha tenido en cuenta que con una movilización de todas las tropas del mando de extremo oriente y del E. Filipino puede disponer de 200.000 hombres, que es imposible defender MAnila y Subic si se deja al enemigo desembarcar y asegurar las islas del sur tranquilamente. Por esto, la defensa tipo "ciudadela" de Manila y Subic se debe cambiar por la defensa activa antes mencionada, y que con las fuerzas que espera contar, debería ser suficiente.
La respuesta de la Junta de Jefes fue positiva, y se aceptó el plan de MacArthur, una de cuyas primeras directivas fue, en contra de las previstas retiradas anteriores, "las playas serán defendidas a toda costa".
Saludos.
La distribución de fuerzas en Diciembre del 41 era la siguiente.
North Luzon Force:
U.S. Army
26th Cavalry
One bn, 45th Inf
Brty A, 23d FA
Btrys B and C, 86th FA
66th QM Troop
Force Hq and Hq Co
Ejercito Filipino.
11th Division
21st Division
31st Division
71st Division
South Luzon Force
US Army
Force Hq and Hq Co. Hq and Hq Brty, Btry A, 86th FA
E. Filipino
41st Division
51st Division
Visayan-Mindanao Force
US Army.
Force Hq and HQ Co
E.Filipino
61st Division
81st Division
101st Division
Reservas.
US Army
Philippine Division (less 1 bn)
86th FA less dets
Hq, Philippine Dept
Far East Air Force
E. Filipino
91st Division, Hq Philippine Army
Defensas de puertos
US Army.
Headquarters
69th CA
60th CA (AA)
91st CA
92d CA
200th CA (AA)
assigned to PCAC
Decir que del ORANGE, se pasó al RAINBOW 5 , ideado más a escala de un conflicto global, consultandolo con los britanicos, y teniendo a Alemania como el enemigo principal, los EEUU daban por hecho que tendrían que combatir en más frentes y tendrían a UK como aliado. RAINBOW aceptaba la pérdida de Filipinas, Guam y Wake implicitamente. Basicamente lo único que se defendería sería Manila y Subic Bay, y por las fuerzas ya basadas en Filipinas, no se recibirían refuerzos.
MacArthur no queda muy convencido y propone un nuevo plan, en el que se defendería todo el archipielago con una "defensa activa",y en una carta, el 1 de Octubre, en su estilo, francamente impertinente, al departamento de guerra, dice que no se ha tenido en cuenta que con una movilización de todas las tropas del mando de extremo oriente y del E. Filipino puede disponer de 200.000 hombres, que es imposible defender MAnila y Subic si se deja al enemigo desembarcar y asegurar las islas del sur tranquilamente. Por esto, la defensa tipo "ciudadela" de Manila y Subic se debe cambiar por la defensa activa antes mencionada, y que con las fuerzas que espera contar, debería ser suficiente.
La respuesta de la Junta de Jefes fue positiva, y se aceptó el plan de MacArthur, una de cuyas primeras directivas fue, en contra de las previstas retiradas anteriores, "las playas serán defendidas a toda costa".
Saludos.
We, the people...
¡Sois todos un puñado de socialistas!. (Von Mises)
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- Von Kleist
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Buenas
Gracias por los aportes.
Sí, fue una reacción bastate típica de MacArthur, pensar que el podía darle la vuelta a la tortilla solo movilizando a los filipinos, unas tropas, como decia, pesimamente armadas, con poco entrenamiento y sin material pesado. La verdad es que el plan Orange era mucho mas razonable a la par que realista, ya que dada la escasez de fuerzas americanas, las dificultades de suministro, y la potencia aeronaval japonesa, todo lo que podia librarse era una accion dilatoria.
Saludos
Gracias por los aportes.
MacArthur no queda muy convencido y propone un nuevo plan, en el que se defendería todo el archipielago con una "defensa activa", (...) con una movilización de todas las tropas del mando de extremo oriente y del E. Filipino puede disponer de 200.000 hombres,
Sí, fue una reacción bastate típica de MacArthur, pensar que el podía darle la vuelta a la tortilla solo movilizando a los filipinos, unas tropas, como decia, pesimamente armadas, con poco entrenamiento y sin material pesado. La verdad es que el plan Orange era mucho mas razonable a la par que realista, ya que dada la escasez de fuerzas americanas, las dificultades de suministro, y la potencia aeronaval japonesa, todo lo que podia librarse era una accion dilatoria.
Saludos
- Von Kleist
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II. Los planes japoneses
El Ejercito Imperial Japones, inmerso en una campaña estratégica para la ocupación de toda Asia suroriental, además de continuar la ocupación de China, no podía destacar grandes fuerzas terrestres a cada punto del Pacífico, pero contaba con el inestimable factor de una aplastante superioridad aeronaval que le permitía dominar el teatro de operaciones.
La invasión de las Filipinas por tierra fue asiganada al 14º Ejercito del general Homma, una fuerza relativamente reducida, que contaba con 2 divisiones de infantería (16ª y 48ª), 2 batallones blindados, 2 regimientos de artillería, 3 regimientos de ingenieros, además de un buen número de unidades axiliares menores. Pero la verdadera fuerza japonesa se encontraba, como hemos dicho, en el mar y en el aire. Así, el 5º grupo aereo respaldaria la invasión desde el aire con aviones y la 3ª Flota naval junto con la 11ª flota aerea de la armada se ocuparian del aspecto aeronaval de la operación. En total los japoneses podían contar con el apoyo de más de 500 aviones para asegurarse el dominio aereo.
Los comandantes japoneses habian concluido los planes de invasión en el mes de noviembre. El objetivo de plan japones era lograr la superioridad aerea en las primeras 24 horas del ataque, a la vez que pequeños grupos anfibios desembarcarian en Luzón para asegurar aerodromos como paso previo a la invasión. Logrado esto, el desembarco principal del 14º ejército se produciría al norte de Manila, en el golfo de Lingayen, mientras que una fuerza más pequeña lanzaria un ataque secundario en la bahía de Lamon al sur de la capital. Ambas fuerzas debían converger desde ambos extremos sobre Manila, donde se esperaba librar la batalla decisiva contra los focos de resistencia norteamericanos. Una vez conquistado Luzón, el resto de las islas se iria ocupando progresivamente. El Cuartel General japonés estimó que Homma debía conquistar Luzon en cincuenta días, antes del fin de Marzo de 1942, para ceder luego gran parte de sus fuerzas, que se necesitaban de cara a las futuras ofensivas más al sur.
El Ejercito Imperial Japones, inmerso en una campaña estratégica para la ocupación de toda Asia suroriental, además de continuar la ocupación de China, no podía destacar grandes fuerzas terrestres a cada punto del Pacífico, pero contaba con el inestimable factor de una aplastante superioridad aeronaval que le permitía dominar el teatro de operaciones.
La invasión de las Filipinas por tierra fue asiganada al 14º Ejercito del general Homma, una fuerza relativamente reducida, que contaba con 2 divisiones de infantería (16ª y 48ª), 2 batallones blindados, 2 regimientos de artillería, 3 regimientos de ingenieros, además de un buen número de unidades axiliares menores. Pero la verdadera fuerza japonesa se encontraba, como hemos dicho, en el mar y en el aire. Así, el 5º grupo aereo respaldaria la invasión desde el aire con aviones y la 3ª Flota naval junto con la 11ª flota aerea de la armada se ocuparian del aspecto aeronaval de la operación. En total los japoneses podían contar con el apoyo de más de 500 aviones para asegurarse el dominio aereo.
Los comandantes japoneses habian concluido los planes de invasión en el mes de noviembre. El objetivo de plan japones era lograr la superioridad aerea en las primeras 24 horas del ataque, a la vez que pequeños grupos anfibios desembarcarian en Luzón para asegurar aerodromos como paso previo a la invasión. Logrado esto, el desembarco principal del 14º ejército se produciría al norte de Manila, en el golfo de Lingayen, mientras que una fuerza más pequeña lanzaria un ataque secundario en la bahía de Lamon al sur de la capital. Ambas fuerzas debían converger desde ambos extremos sobre Manila, donde se esperaba librar la batalla decisiva contra los focos de resistencia norteamericanos. Una vez conquistado Luzón, el resto de las islas se iria ocupando progresivamente. El Cuartel General japonés estimó que Homma debía conquistar Luzon en cincuenta días, antes del fin de Marzo de 1942, para ceder luego gran parte de sus fuerzas, que se necesitaban de cara a las futuras ofensivas más al sur.
- delaherran007
- Cabo
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el ejercito imperial japones aunque con una floja potente era de las 5potencias mas importantes durante la IIGM la que contaba con mas limitaciones en la armada ya que no recuerdo el tratado y el año se le limito su armada a X numero de naves mientras que las demas potencias por tener soberania en aguas del pacifico y atlantico contaba con mayor fuerza naval ...japon desperto a un gigante dormido y la gran pregunta ¿por que?¿miedo?...tenian extremo oriente a su dispocion vale que muchas posesiones pertenecian a holanda EEUU e inglaterra francia y australia ¿pero supo jugar bien sus cartas o se adelanto a los acontecimiento? si alemania hubiese ganado en africa o si ubiese tomado inglaterra el autoaislamiento de EEUU ubiera provocado el mayor imperio no occidental de todos los tiempos
- Von Kleist
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- Registrado: 18 Dic 2003, 20:01
III. La destrucción de la base de Clark
Sobre la medianoche del 7 de Diciembre de 1941 comenzaron a llegar a Filipinas noticias sobre el ataque contra Pearl Harbor, por lo que MacArthur dio orden de poner a las tropas en alerta en espera del previsible ataque japonés. Al mismo tiempo, en las bases de Formosa, los aviones japoneses se preparaban para despegar con destino a Luzón, pero un repentimo empeoramiento de las condiciones climáticas hizo que fuera preciso aplazar la operación durante 24 horas. Mientras tanto, el jefe de la fuerza aerea norteamericana en Filipinas, el general Brerenton trataba de localizar a MacArthur para que este le autorizara a lanzar un ataque preventivo contra las bases aéreas japonesas en Formosa el dia 8 de Diciembre. Sin embargo tal plan no llegó a concretarse, al parecer porque cuando finalmente MacArthur dio permiso a Brerenton, este no se decidió a pasar a la acción sin un previo reconocimiento de los objetivos. Sea como fuere, el caso es que los americanos perdieron la ocasión de adelantarse a los planes japoneses.
Siguiendo los planes, en la mañana del dia 9 de Diciembre, una potente formación de bombardeos japoneses escoltados por Zeros apareció sobre Clark Field, la principal base aerea norteamericana en Luzón, la cual fue bombardeada y ametrallada sistemáticamente, por los aviones japoneses. Al igual que había ocurrido en la incursión contra Pearl Harbor, se atacaron las instalaciones de tierra y los aviones estacionados en el aeródromo. En poco más de una hora, la base quedó fuera de servicio y el poderío aereo norteamericano en Filipinas habia quedado destruido.
De los 107 aviones disponibles en Clark, más de 80 resultaron destruidos, de forma que el ataque japonés contra Clark fue un éxito rotundo que aseguró a la fuerza de invasión disfrutar de la superioridad aérea sobre las islas. Si hay que buscar un responsable del desastre, ese fue sin duda el general Brereton, primero por no decidirse a lanzar el raid sobre Formosa, y segundo, por desoir las órdenes de MacArthur de trasladar los aviones a los aeródromos situados al Sur de Luzón. En cualquier caso, el "Desastre de Clark" prácticamente selló el destino de Filipinas, antes de que un solo infante japonés hubiera desembarcado en las islas.
Sobre la medianoche del 7 de Diciembre de 1941 comenzaron a llegar a Filipinas noticias sobre el ataque contra Pearl Harbor, por lo que MacArthur dio orden de poner a las tropas en alerta en espera del previsible ataque japonés. Al mismo tiempo, en las bases de Formosa, los aviones japoneses se preparaban para despegar con destino a Luzón, pero un repentimo empeoramiento de las condiciones climáticas hizo que fuera preciso aplazar la operación durante 24 horas. Mientras tanto, el jefe de la fuerza aerea norteamericana en Filipinas, el general Brerenton trataba de localizar a MacArthur para que este le autorizara a lanzar un ataque preventivo contra las bases aéreas japonesas en Formosa el dia 8 de Diciembre. Sin embargo tal plan no llegó a concretarse, al parecer porque cuando finalmente MacArthur dio permiso a Brerenton, este no se decidió a pasar a la acción sin un previo reconocimiento de los objetivos. Sea como fuere, el caso es que los americanos perdieron la ocasión de adelantarse a los planes japoneses.
Siguiendo los planes, en la mañana del dia 9 de Diciembre, una potente formación de bombardeos japoneses escoltados por Zeros apareció sobre Clark Field, la principal base aerea norteamericana en Luzón, la cual fue bombardeada y ametrallada sistemáticamente, por los aviones japoneses. Al igual que había ocurrido en la incursión contra Pearl Harbor, se atacaron las instalaciones de tierra y los aviones estacionados en el aeródromo. En poco más de una hora, la base quedó fuera de servicio y el poderío aereo norteamericano en Filipinas habia quedado destruido.
De los 107 aviones disponibles en Clark, más de 80 resultaron destruidos, de forma que el ataque japonés contra Clark fue un éxito rotundo que aseguró a la fuerza de invasión disfrutar de la superioridad aérea sobre las islas. Si hay que buscar un responsable del desastre, ese fue sin duda el general Brereton, primero por no decidirse a lanzar el raid sobre Formosa, y segundo, por desoir las órdenes de MacArthur de trasladar los aviones a los aeródromos situados al Sur de Luzón. En cualquier caso, el "Desastre de Clark" prácticamente selló el destino de Filipinas, antes de que un solo infante japonés hubiera desembarcado en las islas.
- Von Kleist
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IV. Los desembarcos preliminares
Mientras la fuerza aerea nipona se encargaba de destruir a las fuerzas aereas norteamericanas en tierra, tres pequeños destacamentos navales japoneses se dirigían a Luzón para efectuar desembarcos secundarios en la parte norte de la isla, mientras que otros dos convoyes se dirigian hacia el extremo sur de Luzón y Mindanao. Conforme a los planes japoneses estas fuerzas de desembarco debían servir para distraer la atención norteamericana del desembarco principal que habria de producirse en Lingayen y establecer cabezas de playa suficientemente amplias como para construir aeródromos avanzados. Los desembarcos del sur, por su parte, debían servir para cortar las lineas de retirada norteamericanas e impedir la llegada de refuerzos y suministros.
Aunque las fuerzas de desembarco eran de dimensiones reducidas, se trataba de una operación compleja que requería una buena coordinación entre las distintas unidades. Además la dispersión de las fuerzas japonesas implicaba necesariamente que estas fueran poco numerosas, por lo que el plan conllevaba riesgos en caso de que los norteamericanos pudieran concentrar unidades mayores contra cada fuerza de desembarco.
El objetivo más importante de esta primera oleada de desembarco era el puerto de Aparri, en el extremo norte de Luzón, que podía utilizarse como excelente base de aprovisionamientos. Para defender la zona norte de la isla, el general Wainwright solo disponía de 3 divisones filipinas deficientemente equipadas y escasas de pertrechos. El dia 10 de diciembre, la flotilla japonesa de invasión pudo desembarcar 2.000 hombres de la Agrupación Tanaka, en Aparri sin encontrar oposición en tierra y sin ser inquietada desde el aire, por lo que establecieron fácilmente una cabeza de playa. El dia 11, Wainwright, al ser informado de los desembarcos japoneses, pensó que era inútil mandar un contraataque, ya que Aparri se encontraba lejos de la ruta hacia Manila y Lingayen y no deseaba dispersar sus fuerzas. De este modo, sin oposición, la Agrupación Tanaka pudo asegurar el puerto y aeródromo de Aparri y profundizar hacia el sur.
Al mismo tiempo, la segunda fuerza de invasión japonesa, la Agrupación Kanno, pudo desembarcar al norte de Lingayen, cerca de Vigan, en la mañana del 10. A pesar de que la fuerza aerea norteamericana apareció a tiempo para bombardear los transportes japoneses que se acercaban a la costa, no pudieron evitar los desembarcos ni la pérdida del aerodrmo de Vigan. Con el éxito de sus dos fuerzas de desembarco en el norte de Luzón, y los aerodomos en sus manos, el general Homma dio órdenes para que las fuerzas de Tanaka y Kanno se unieran para luego marchar hacia el sur en apoyo del desembarco principal que iba a producirse en Lingayen. La unión de ambas fuerzas se produjo el dia 20 de diciembre, y para el 22 los japoneses habían llegado al golfo de Lingayen, casi a tiempo de encontrarse con el grueso de las fuerzas del XIV ejército que habían comenzado a desembarcar por la mañana.
Desde el punto de vista táctico, los desembarcos japoneses en el norte de Luzón fueron un éxito, cubriendo todos los objetivos previstos sin sufrir apenas bajas. Otro tanto puede decirse del desembarco japonés al sur de Luzón, en Legaspi, que apenas encontró resistencia y pudo profundizar rápidamente hacia el norte, formando la otra pinza de las fuerzas de invasión. Sin embargo, desde el punto de vista operativo, la compleja operación ideada por Homma se había mostrado innecesaria. Puesto que los americanos no opusieron apenas resistencia y, dada la ausencia de oposición aérea, la captura de los aeródromos no habían reportado apenas ventajas a los japoneses. Los desembarcos tampoco habían conseguido distraer a ninguna fuerza enemiga importante de la defensa de los puntos vitales de la isla, por lo que puede concluirse que su impacto en el resultado de la campaña fue escaso o nulo; y sobre todo, mucho menos importante que la destrucción de la base de Clark.
Mientras la fuerza aerea nipona se encargaba de destruir a las fuerzas aereas norteamericanas en tierra, tres pequeños destacamentos navales japoneses se dirigían a Luzón para efectuar desembarcos secundarios en la parte norte de la isla, mientras que otros dos convoyes se dirigian hacia el extremo sur de Luzón y Mindanao. Conforme a los planes japoneses estas fuerzas de desembarco debían servir para distraer la atención norteamericana del desembarco principal que habria de producirse en Lingayen y establecer cabezas de playa suficientemente amplias como para construir aeródromos avanzados. Los desembarcos del sur, por su parte, debían servir para cortar las lineas de retirada norteamericanas e impedir la llegada de refuerzos y suministros.
Aunque las fuerzas de desembarco eran de dimensiones reducidas, se trataba de una operación compleja que requería una buena coordinación entre las distintas unidades. Además la dispersión de las fuerzas japonesas implicaba necesariamente que estas fueran poco numerosas, por lo que el plan conllevaba riesgos en caso de que los norteamericanos pudieran concentrar unidades mayores contra cada fuerza de desembarco.
El objetivo más importante de esta primera oleada de desembarco era el puerto de Aparri, en el extremo norte de Luzón, que podía utilizarse como excelente base de aprovisionamientos. Para defender la zona norte de la isla, el general Wainwright solo disponía de 3 divisones filipinas deficientemente equipadas y escasas de pertrechos. El dia 10 de diciembre, la flotilla japonesa de invasión pudo desembarcar 2.000 hombres de la Agrupación Tanaka, en Aparri sin encontrar oposición en tierra y sin ser inquietada desde el aire, por lo que establecieron fácilmente una cabeza de playa. El dia 11, Wainwright, al ser informado de los desembarcos japoneses, pensó que era inútil mandar un contraataque, ya que Aparri se encontraba lejos de la ruta hacia Manila y Lingayen y no deseaba dispersar sus fuerzas. De este modo, sin oposición, la Agrupación Tanaka pudo asegurar el puerto y aeródromo de Aparri y profundizar hacia el sur.
Al mismo tiempo, la segunda fuerza de invasión japonesa, la Agrupación Kanno, pudo desembarcar al norte de Lingayen, cerca de Vigan, en la mañana del 10. A pesar de que la fuerza aerea norteamericana apareció a tiempo para bombardear los transportes japoneses que se acercaban a la costa, no pudieron evitar los desembarcos ni la pérdida del aerodrmo de Vigan. Con el éxito de sus dos fuerzas de desembarco en el norte de Luzón, y los aerodomos en sus manos, el general Homma dio órdenes para que las fuerzas de Tanaka y Kanno se unieran para luego marchar hacia el sur en apoyo del desembarco principal que iba a producirse en Lingayen. La unión de ambas fuerzas se produjo el dia 20 de diciembre, y para el 22 los japoneses habían llegado al golfo de Lingayen, casi a tiempo de encontrarse con el grueso de las fuerzas del XIV ejército que habían comenzado a desembarcar por la mañana.
Desde el punto de vista táctico, los desembarcos japoneses en el norte de Luzón fueron un éxito, cubriendo todos los objetivos previstos sin sufrir apenas bajas. Otro tanto puede decirse del desembarco japonés al sur de Luzón, en Legaspi, que apenas encontró resistencia y pudo profundizar rápidamente hacia el norte, formando la otra pinza de las fuerzas de invasión. Sin embargo, desde el punto de vista operativo, la compleja operación ideada por Homma se había mostrado innecesaria. Puesto que los americanos no opusieron apenas resistencia y, dada la ausencia de oposición aérea, la captura de los aeródromos no habían reportado apenas ventajas a los japoneses. Los desembarcos tampoco habían conseguido distraer a ninguna fuerza enemiga importante de la defensa de los puntos vitales de la isla, por lo que puede concluirse que su impacto en el resultado de la campaña fue escaso o nulo; y sobre todo, mucho menos importante que la destrucción de la base de Clark.
- Von Kleist
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V. El Desembarco en el Golfo de Lingayen
Las dos primeras semanas de campaña en Filipinas habían servido para que las fuerzas del general Homma lograran los dos objetivos previstos por los planificadores del Cuartel General Imperial: lograr la superioridad aeronaval en las islas y capturar aeródromos avanzados en Luzón. La situación, por tanto, era propicia para pasar a la siguiente fase de la invasión: el desembarco principal en el Golfo de Lingayen, que sería apoyado por un desembarco secundario en la bahia Lamon.
Para la operación de Lingayen, los japoneses iban a emplear el grueso de la 48ª division de infantería y parte de la 16ª división, reforzadas por tanques y unidades auxiliares, una fuerza que contaba con más de 40.000 hombres. Frente a estas fuerzas japonesas, el general Wainwright solo podía oponer dos débiles divisiones filipinas (11ª y 71ª) sin apenas apoyo aereo ni artillería. En estas condiciones no es de extrañar, que cuando en la madrugada del 22 de diciembre de 1941 los convoyes navales japoneses aparecieron frente a Lingayen, hubiera muy poco que los defensores pudieran oponer para evitar los desembarcos, que comenzaron al alba de ese mismo dia. Los japoneses habían seleccionado tres playas de desembarco a lo largo de la costa del golfo, asignadas cada una de ellas a una agrupación táctica apoyada por tanques, para avanzar rápidamente hacia el interior. El punto de desembarco elegido era ideal para lograr un rápido avance gracias a la cercania de la ruta nº 3, una de las principales carreteras que conducian a Manila.
Las tareas de desembarco solo se vieron ligeramente alteradas por la mar picada y la aparición puntual de algún submarino norteamericano, pero pudieron completarse sin grandes contratiempos. En las playas las fuerzas japonesas apenas encontraron resistencia, ya que las defensas principales se habían establecido más al interior, y solo algunas débiles unidades filipinas se opusieron a los desembarcos, siendo fácilmente derrotadas por los japoneses. De este modo, al terminar el dia 22, los japoneses habían podido consolidar sus posiciones y establecer contacto entre sus tres cabezas de playa, logrando presentar un frente continuo. Pese a ello, la posición japonesa no era del todo satisfactoria, ya que la gran mayoría de la artilleria y armamento pesado seguía aun en los transportes, y un contraataque decidido por parte norteamericana habría podido poner en serio peligro las cabezas de playa.
Sin embargo, la respuesta norteamericana frente a los desembarcos fue demasiado lenta y descoordinada. El dia 23, Wainwright envió sus unidades móviles, la 26ª division de caballeria filipina y un batallon de tanques en dirección a la ciudad de Rosario y la población de Damortis para cerrar el paso a los japoneses que avanzaban hacia el sur por la carretera de la costa. Por casualidad, las fuerzas americanas y japonesas llegaron al mismo tiempo a Damortis, entablandose entre ambas una confusa batalla en la que los americanos se vieron rechazados hacia Rosario. En esta población los elementos de la 26ª división trataron de establecer una posición defensiva pero se vieron superados por los japoneses y por la desintegración de las unidades de infantería filipina, que se retiraban en cuanto establecian contacto con tropas japonesas. Estas, libres de oposición siguieron avanzando hacia el sur por la ruta 3, encontrando escasa o nula resistencia por parte de las unidades filipinas que encontraban al paso.
En vista de la grave situación causada por el avance japones, el general Wainwright telefoneó a MacArthur informándole de que sus fuerzas eran incapaces de sostener el frente y que la defensa de las cabezas de playa se habia vuelto imposible, solicitando permiso para retirarse a una linea mas segura tras el rio Agno. MacArthur comprendió entonces que su plan de retener a las fuerzas de invasión en las playas era ya impracticable, y autorizó la retirada. Hecho esto, MacArthur decidió que en vista de las circunstancias, era preciso volver pasar al plan de preguerra, el plan ORANGE, esto es, emprender una retirada ordenada para la posterior defensa a ultranza de Corregidor y la peninsula de Bataan.
Las dos primeras semanas de campaña en Filipinas habían servido para que las fuerzas del general Homma lograran los dos objetivos previstos por los planificadores del Cuartel General Imperial: lograr la superioridad aeronaval en las islas y capturar aeródromos avanzados en Luzón. La situación, por tanto, era propicia para pasar a la siguiente fase de la invasión: el desembarco principal en el Golfo de Lingayen, que sería apoyado por un desembarco secundario en la bahia Lamon.
Para la operación de Lingayen, los japoneses iban a emplear el grueso de la 48ª division de infantería y parte de la 16ª división, reforzadas por tanques y unidades auxiliares, una fuerza que contaba con más de 40.000 hombres. Frente a estas fuerzas japonesas, el general Wainwright solo podía oponer dos débiles divisiones filipinas (11ª y 71ª) sin apenas apoyo aereo ni artillería. En estas condiciones no es de extrañar, que cuando en la madrugada del 22 de diciembre de 1941 los convoyes navales japoneses aparecieron frente a Lingayen, hubiera muy poco que los defensores pudieran oponer para evitar los desembarcos, que comenzaron al alba de ese mismo dia. Los japoneses habían seleccionado tres playas de desembarco a lo largo de la costa del golfo, asignadas cada una de ellas a una agrupación táctica apoyada por tanques, para avanzar rápidamente hacia el interior. El punto de desembarco elegido era ideal para lograr un rápido avance gracias a la cercania de la ruta nº 3, una de las principales carreteras que conducian a Manila.
Las tareas de desembarco solo se vieron ligeramente alteradas por la mar picada y la aparición puntual de algún submarino norteamericano, pero pudieron completarse sin grandes contratiempos. En las playas las fuerzas japonesas apenas encontraron resistencia, ya que las defensas principales se habían establecido más al interior, y solo algunas débiles unidades filipinas se opusieron a los desembarcos, siendo fácilmente derrotadas por los japoneses. De este modo, al terminar el dia 22, los japoneses habían podido consolidar sus posiciones y establecer contacto entre sus tres cabezas de playa, logrando presentar un frente continuo. Pese a ello, la posición japonesa no era del todo satisfactoria, ya que la gran mayoría de la artilleria y armamento pesado seguía aun en los transportes, y un contraataque decidido por parte norteamericana habría podido poner en serio peligro las cabezas de playa.
Sin embargo, la respuesta norteamericana frente a los desembarcos fue demasiado lenta y descoordinada. El dia 23, Wainwright envió sus unidades móviles, la 26ª division de caballeria filipina y un batallon de tanques en dirección a la ciudad de Rosario y la población de Damortis para cerrar el paso a los japoneses que avanzaban hacia el sur por la carretera de la costa. Por casualidad, las fuerzas americanas y japonesas llegaron al mismo tiempo a Damortis, entablandose entre ambas una confusa batalla en la que los americanos se vieron rechazados hacia Rosario. En esta población los elementos de la 26ª división trataron de establecer una posición defensiva pero se vieron superados por los japoneses y por la desintegración de las unidades de infantería filipina, que se retiraban en cuanto establecian contacto con tropas japonesas. Estas, libres de oposición siguieron avanzando hacia el sur por la ruta 3, encontrando escasa o nula resistencia por parte de las unidades filipinas que encontraban al paso.
En vista de la grave situación causada por el avance japones, el general Wainwright telefoneó a MacArthur informándole de que sus fuerzas eran incapaces de sostener el frente y que la defensa de las cabezas de playa se habia vuelto imposible, solicitando permiso para retirarse a una linea mas segura tras el rio Agno. MacArthur comprendió entonces que su plan de retener a las fuerzas de invasión en las playas era ya impracticable, y autorizó la retirada. Hecho esto, MacArthur decidió que en vista de las circunstancias, era preciso volver pasar al plan de preguerra, el plan ORANGE, esto es, emprender una retirada ordenada para la posterior defensa a ultranza de Corregidor y la peninsula de Bataan.
- Von Kleist
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La Retirada hacia Bataan (I)
El éxito de los desembarcos japoneses en Lingayen supuso para las fuerzas nortemericanas un duro revés que en la práctica implicaba la eventual pérdida de las Filipinas. Todo lo que MacArthur podía hacer era retrasar lo inevitable retirando sus tropas a las posiciones de Bataan para establecer una linea que fuera defendible durante el mayor tiempo posible. En la noche del 23 de diciembre MacArthur se reunió con el presidente filipino Quezón y le informó de que, ante el curso de los acontecimientos,era imposible defender Luzón, por lo que habia decidido declarar Manila ciudad abierta y retirarse hacia el oeste para hacerse fuerte en Bataan con todas las tropas disponibles.
MacArthur, por tanto, decidió aplicar la parte terrestre del antiguo plan ORANGE, decretando una retirada desde el norte y sur de Luzón, librando acciones de retaguardia en el centro de la isla, estableciendo sucesivas lineas defensivas provisionales, para concentrar sus fuerzas en la península de Bataan. Inmediatamente, se cursaron órdenes para aplicar este plan, denominado WPO-3, asi como para evacuar los Cuarteles Generales de Manila y trasladarlos a Corregidor. Al mismo tiempo, se enviaron órdenes para que las unidades filipinas trasladaran sus efectivos a Bataan y comenzaran a fortificar la entrada de la peninsula.
Mientras tanto, las fuerzas derrotadas por los japoneses en el Norte de Luzón se estaban agrupando para ocupar la primera de las cinco lineas de defensa previstas para retardar el avance japonés. Naturalmente, estas "lineas" no eran sino posiciones trazadas sobre los mapas, escasamente fortificadas, y que se basaban más en el aprovechamiento de las dificultades orográficas del terreno que en la existencia de un frente continuo. Pese a ello, MacArthur esperaba que los japoneses tuvieran que detenerse ante cada linea el tiempo suficiente como para preparar adecuadamente las defensas de Bataan. En todo caso, se dieron instrucciones para que cada linea resistiera al menos un dia, y tras dicho plazo, podía emprenderse la retirada hacia la siguiente posición.
En la tarde del 24 de diciembre las tropas americanas comenzaron a retirarse hacia la primera linea defensiva, sin ser inquietadas por los japoneses. El 25, la presión de los japoneses obligó a emprender nuevamente la retirada hacia la segunda linea de defensa, situada tras el rio Agno. Esta ofrecía buenas posibilidades, ya que la configuración natural del terreno, con la cruva del rio en el centro y los flancos guardados por una serie de colinas, permitía establecer una buena posición defensiva. Sin embargo, el 26, un vigoroso asalto japones apoyado por tanques y aviones logró cruzar el rio y obligó a los norteamericanos a retroceder hacia su tercera linea de defensa, que tras una pausa de un dia, fue abandonada por los norteamericanos para ocupar la cuarta linea defensiva, que fue ocupada el dia 28. En este punto, el general Wainwright dio ordenes para mantener las posiciones, dado que se habia alcanzado la penultima linea defensiva prevista y la fuerza del Sur de Luzón, que avanzaba hacia el norte para reunirse con el resto de fuerzas americano-filipinas en Bataan, podía quedar aislada en caso de que se produjera una retirada prematura. Por este motivo, se ordenó defender esta linea todo el tiempo que fuera posible.
Los japoneses, sin quererlo, iban a facilitar los planes norteamericanos ya que, pese a que Homma dedujo correctamente las intenciones de MacArthur de hacerse fuerte en Bataan, tenía órdenes de tomar Manila. Consecuentemente desvió a su unidad más poderosa, la 48ª división, hacia el este para asegurar la ruta hacia la capital filipina, dejando solo una pequeña fracción de sus fuerzas en persecución de los americanos que se retiraban hacia la peninsula.
El éxito de los desembarcos japoneses en Lingayen supuso para las fuerzas nortemericanas un duro revés que en la práctica implicaba la eventual pérdida de las Filipinas. Todo lo que MacArthur podía hacer era retrasar lo inevitable retirando sus tropas a las posiciones de Bataan para establecer una linea que fuera defendible durante el mayor tiempo posible. En la noche del 23 de diciembre MacArthur se reunió con el presidente filipino Quezón y le informó de que, ante el curso de los acontecimientos,era imposible defender Luzón, por lo que habia decidido declarar Manila ciudad abierta y retirarse hacia el oeste para hacerse fuerte en Bataan con todas las tropas disponibles.
MacArthur, por tanto, decidió aplicar la parte terrestre del antiguo plan ORANGE, decretando una retirada desde el norte y sur de Luzón, librando acciones de retaguardia en el centro de la isla, estableciendo sucesivas lineas defensivas provisionales, para concentrar sus fuerzas en la península de Bataan. Inmediatamente, se cursaron órdenes para aplicar este plan, denominado WPO-3, asi como para evacuar los Cuarteles Generales de Manila y trasladarlos a Corregidor. Al mismo tiempo, se enviaron órdenes para que las unidades filipinas trasladaran sus efectivos a Bataan y comenzaran a fortificar la entrada de la peninsula.
Mientras tanto, las fuerzas derrotadas por los japoneses en el Norte de Luzón se estaban agrupando para ocupar la primera de las cinco lineas de defensa previstas para retardar el avance japonés. Naturalmente, estas "lineas" no eran sino posiciones trazadas sobre los mapas, escasamente fortificadas, y que se basaban más en el aprovechamiento de las dificultades orográficas del terreno que en la existencia de un frente continuo. Pese a ello, MacArthur esperaba que los japoneses tuvieran que detenerse ante cada linea el tiempo suficiente como para preparar adecuadamente las defensas de Bataan. En todo caso, se dieron instrucciones para que cada linea resistiera al menos un dia, y tras dicho plazo, podía emprenderse la retirada hacia la siguiente posición.
En la tarde del 24 de diciembre las tropas americanas comenzaron a retirarse hacia la primera linea defensiva, sin ser inquietadas por los japoneses. El 25, la presión de los japoneses obligó a emprender nuevamente la retirada hacia la segunda linea de defensa, situada tras el rio Agno. Esta ofrecía buenas posibilidades, ya que la configuración natural del terreno, con la cruva del rio en el centro y los flancos guardados por una serie de colinas, permitía establecer una buena posición defensiva. Sin embargo, el 26, un vigoroso asalto japones apoyado por tanques y aviones logró cruzar el rio y obligó a los norteamericanos a retroceder hacia su tercera linea de defensa, que tras una pausa de un dia, fue abandonada por los norteamericanos para ocupar la cuarta linea defensiva, que fue ocupada el dia 28. En este punto, el general Wainwright dio ordenes para mantener las posiciones, dado que se habia alcanzado la penultima linea defensiva prevista y la fuerza del Sur de Luzón, que avanzaba hacia el norte para reunirse con el resto de fuerzas americano-filipinas en Bataan, podía quedar aislada en caso de que se produjera una retirada prematura. Por este motivo, se ordenó defender esta linea todo el tiempo que fuera posible.
Los japoneses, sin quererlo, iban a facilitar los planes norteamericanos ya que, pese a que Homma dedujo correctamente las intenciones de MacArthur de hacerse fuerte en Bataan, tenía órdenes de tomar Manila. Consecuentemente desvió a su unidad más poderosa, la 48ª división, hacia el este para asegurar la ruta hacia la capital filipina, dejando solo una pequeña fracción de sus fuerzas en persecución de los americanos que se retiraban hacia la peninsula.
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