Nombre de la firma que hará los estudios del Metro de Bogotá se conocerá el martes La Alcaldía Mayor será la encargada de hacer el anuncio. La empresa que sea elegida tendrá que decidir, en menos de un año, por cuál vía irá la primera línea del sistema de transporte masivo.
En la disputa figuran dos consorcios españoles (Ineco- Metro de Madrid, y Sener-Transporte Metropolitano de Barcelona) y uno británico (Steer Davies and Gleave), que aspiran a quedarse con una licitación valorada en 15 mil millones de pesos y que tiene los ojos encima del Banco Mundial, en Washington.
Cada uno de los tres grupos le entregó a la Alcaldía más de 1.000 páginas en las que expusieron su modelo de ciudad y explicaron cómo integrarán el Metro con los buses tradicionales, TransMilenio y el futuro Tren de Cercanías.
Además, señalaron cuál sería el mejor esquema de financiación del Metro de Bogotá y aspectos fundamentales para la sostenibilidad del negocio como el aporte de los privados, la Nación y el Distrito, los riesgos que asumiría cada una de esas partes y -lo más importante para la gente- el costo del pasaje.
A estos nuevos estudios del Metro de Bogotá -algo nada novedoso, pues se vienen haciendo desde la alcaldía de Carlos Sanz Santamaría hace 68 años sin que pase nada- se postularon 56 consorcios, a finales de marzo.
Desde el arquitecto inglés Norman Foster (que diseñó el nuevo aeropuerto de Pekín para los pasados Juegos Olímpicos) hasta el banquero colombiano Luis Carlos Sarmiento Angulo, pasando por el ex ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, mostraron interés por el tema.
Pero tras un filtro del Banco Mundial quedaron solo seis consorcios. Y los tres que hoy están en la 'pelea' fueron los que finalmente presentaron todos los documentos ante la entidad multilateral.
Este fin de semana, el equipo del alcalde Samuel Moreno le hizo llegar al Banco Mundial la evaluación que hicieron de las tres firmas para que allí se dé el visto bueno definitivo.
Si no hay contratiempos, este martes, en una rueda de prensa, se sabrá el nombre del consorcio que puede ayudar a ponerle fin a la tortura de la movilidad en Bogotá, o a contribuir para que las cosas sigan igual o empeoren.
Consultando diferentes fuentes, EL TIEMPO indagó las hojas de vida de los tres grupos, donde figuran poderosas bancas de inversión, bufetes de abogados, además de reconocidas firmas de ingeniería y universidades colombianas.
Ineco-Metro de Madrid
Es un consorcio conformado por Ineco (Ingeniería y Economía del Transporte S.A.), una firma estatal española de consultoría creada en 1968, con 2.700 profesionales y experiencia en 50 países, entre ellos Colombia (hicieron estudios de Metro para Bogotá hace 30 años).
Hacen planificación, ingeniería básica y de detalle, dirección de obra y asistencia técnica en infraestructuras de transporte. Por su parte, el Metro de Madrid tiene la tercera red más grande del mundo (284 kilómetros).
En diálogo con este diario, José Anguita, una de las cabezas de ese conglomerado, cuenta que en Madrid se han construido metros subterráneos a un costo de 40 millones de euros por kilómetro, pero otras fuentes dicen que en Bogotá, por diferentes variables como el suelo, esa cifra podría dispararse a 100 millones de euros.
Este consorcio está reforzado con la Universidad Nacional, la firma colombiana de ingeniería Estudios Técnicos, el bufete de abogados Ariza, López y Asociados, y la multinacional suiza Deloitte, experta en auditoría y asesoramiento financiero y que ha hecho trabajos en Colombia (según fuentes, en Emcali y empresas de energía).
En metros tiene experiencia en Madrid, Sevilla, Barcelona, Zaragoza, en el Bus Rapid Transit (BRT) de Porto Alegre (Brasil) y el tranvía de Miami.
Sener-Transporte Metropolitano de Barcelona
Sener fue una de las primeras empresas de ingeniería que se crearon en España. En un principio se enfocó en asuntos navales y espaciales (en trabajos para la Agencia Espacial Europea). Ha participado en metros no solo en España, sino en Portugal y América Latina (asesoría técnica en Buenos Aires).
En Madrid, por ejemplo, Sener hizo en el 2002 la estación de Nuevos Ministerios -quizá la más moderna de esa ciudad- donde confluyen metro, tren de cercanías, buses y taxis. Este diario buscó un contacto con esa firma, pero no respondieron los mensajes.
Por su parte, Transporte Metropolitano de Barcelona (TMB) agrupa todos los servicios de movilidad de esa ciudad, incluyendo el metro.
Este consorcio cuenta con el músculo financiero del Banco Santander. Igualmente tiene a la firma Aguirres Abogados, un despacho jurídico español con 42 oficinas ubicadas en 14 países de América, Europa, Asia y África.
El año pasado fueron galardonados por la publicación internacional Chambers & Partners como la mejor firma ibérica. Ese galardón goza de renombre en el plano jurídico internacional. Finalmente, tienen el apoyo de la empresa colombiana Incoplan S.A.
Steer Davies and Gleave
Una firma británica conocida por muchos en Bogotá -con oficinas en la ciudad-, pues fue la que hizo el estudio de demanda de pasajeros para poner a rodar a TransMilenio, en diciembre del 2000.
Lleva 20 años asesorando al Metro de Londres. Se aliaron con la compañía colombiana Akiris, donde está Ignacio de Guzmán, quien durante la alcaldía de Enrique Peñalosa fue uno de los gestores de TransMilenio.
La banca de inversión de este consorcio, según la Alcaldía, es el grupo Citibank y el bufete de abogados es Baker & Mckenzie, que tiene 66 oficinas en 36 países. Además, cuentan con Figueiredo Ferraz, un grupo brasilero de consultoría e ingeniería.
En diálogo con este diario sobre los estudios, fuentes de Steer Davies dijeron que preferían guardar silencio.
¿Y cómo financiarlo?, la pregunta del millón
Hasta el momento, el presidente Álvaro Uribe no ha sido claro a qué le va a apostar primero: a nuevas troncales de TransMilenio, al Metro o al Tren de Cercanías.
Uribe repite -una y otra vez- que va a respaldar la primera línea del Metro, pero no hay certeza de cómo y si aportará el 70 por ciento (el máximo permitido por la ley).
Lo único cierto es que la ciudad solo tendrá recursos de la Nación a partir del 2016, cuando se vencen los compromisos adquiridos para sostener el sistema TransMilenio.
El secretario de Hacienda, Juan Ricardo Ortega, dice que -gracias a la buena calificación de las finanzas de la ciudad y a su bajo nivel de endeudamiento (2 billones)-, Bogotá podría pedir un préstamo total a la banca para hacer la obra, con la garantía de las vigencias de la Nación.
No obstante, los ciudadanos tendrán que hacer un esfuerzo económico para ver el Metro.
Como lo señaló la directora de Planeación Nacional, Carolina Rentería, hay que salir a buscar recursos y eso podría implicar un incremento en el número de predios que pagan industria y comercio, cobrar la plusvalía a los inmuebles que se beneficien por el paso del Metro o hasta una nueva valorización.
Y más cuando, además de Metro, se habla de Tren de Cercanías y TransMilenio por la 7a. ¿Habrá plata para todo eso? En la Alcaldía responden que esperan los estudios.
Los riesgos de la megaobra
La construcción de la primera línea del Metro tendrá enormes riesgos para las finanzas de Bogotá.
Según un reporte del Banco Mundial presentado recientemente a un equipo del alcalde Samuel Moreno en el Palacio Liévano, los riesgos en estos sistemas de transporte masivos "son mayores que en cualquier otro tipo de proyecto de infraestructura".
La entidad ha señalado que se pueden presentar sobrecostos de un 40 por ciento y que el Metro podría tener finalmente un 51 por ciento menos de demanda de pasajeros.
El Banco Mundial -con una amplia experiencia en la financiación y asesoría de proyectos de transporte- dice que "suelen desarrollarse metros que no se integran con los restantes modos de transporte público y fracasan como solución sin generar los beneficios esperados en la ciudad".
Total transparencia
El alcalde Moreno ha dicho que le apuesta a un Sistema Integrado de Transporte (donde operen en una sola red el Metro, TransMilenio, los buses tradicionales y el Tren de Cercanías).
Pero es una apuesta nada fácil de sacar adelante, si se analiza otro campanazo del Banco Mundial: "Esos megaproyectos (los metros) tienen el riesgo de impactar negativamente sobre el resto del sistema de transporte público, absorbiendo todos los recursos humanos y financieros".
El Banco Mundial también ha señalado que este tipo de proyectos "requieren procesos participativos desde su inicio y transparencia a lo largo de su implementación".
En la financiación de sistemas de transporte en el mundo, el Banco Mundial ha invertido en los últimos 10 años 33.500 millones de dólares, es decir, más del 14 por ciento de su cartera.
Solo el año pasado, fueron 5 mil millones de dólares.
YESID LANCHEROS
REDACTOR DE EL TIEMPO
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