Los Mitos de la Guerra del Pacífico (Chile - Perú, archivo)
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- Iris
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Rebanadas de Realidad:
1879-1883: mezquindades en plena guerra
En su libro Política y Estrategia en la guerra con Chile (Lima 1979), Edgardo Mercado Jarrín, cuando se refiere a la falta de refuerzos de artillería, caballería y transportes, escribe:
"Las ventajas obtenidas por Chile al conquistar el dominio marítimo y al haber proyectado su poderío sobre los territorios de Atacama y Tarapacá -campaña en la cual los aliados combatieron prácticamente sin artillería ni caballería que permitiera efectuar reconocimientos, explotar el éxito y destruir a las fuerzas chilenas en fuga-, exigían que en la reorganización se procediera a aumentar fundamentalmente la potencia de fuegos y la movilidad del Ejército. De acuerdo a los recursos disponibles, los efectivos de infantería quedaban subordinados a la cantidad de fusiles, pese a que la población militar no presentaba limitaciones; los de la caballería se atenían a la existencia de ganado equino y a las importaciones de Argentina; el material de Artillería estaba limitado por los recursos financieros del país, las adquisiciones del exterior y las posibilidades de fabricación en Lima; y los medios de transporte, al ganado mular, disponibilidad de carretas y a los recursos locales.
1) Potencia de fuegos.- Como ya se anotó, Chile realizaba una guerra de invasión para la cual se había preparado con la debida anticipación. A esto se agregaba la obtención del dominio marítimo y la conquista de Antofagasta y Tarapacá, lo que le proporcionaba ventajas para la iniciativa de las operaciones, la elección del lugar del desembarco, el momento y las circunstancias favorable para la iniciación de la ofensiva; y todo esto, sin considerar las de orden económico. La campaña de Tarapacá y sus cuantiosas pérdidas en hombres, equipo y armamento en la retirada, habían puesto en evidencia la vulnerabilidad de las fuerzas aliadas. Ante la inferioridad manifiesta de la potencia de combate de las fuerzas aliadas, en relación a las tropas chilenas, uno de los medios más expeditivos que tenía a su alcance el Dictador para remediar la situación, era el refuerzo de la artillería.
La artillería acrecienta el poder destructor del fuego y brinda profundidad al combate. No hay artillería en reserva en el campo táctico ni en el estratégico operativo. Su carencia debilitó la capacidad combativa del Ejército peruano, y la falta de movilidad -dada la naturaleza desértica del terreno donde se realizaban las operaciones- dificultaba los desplazamientos. Un exceso de artillería sin movilidad, en ese entonces, imponía a las operaciones un carácter más pasivo y un ritmo mesurado y metódico. Por el contrario, la insuficiencia de artillería facilitaba la capacidad de maniobra.
El Ejército peruano, perdida la iniciativa de las operaciones, estaba condenado a asumir una actitud defensiva en el campo estratégico, pero podía y debió emplear la ofensiva en el campo táctico. La maniobra defensiva impuesta por la situación, requería remediar su inherente debilidad organizativa, reforzando los medios de artillería. No se hizo nada por ello. Por otra parte, el campo de batalla elegido se encontraba en un Teatro de Operaciones restringido como lo eran Tacna y Arica. La artillería era la mejor respuesta para fortalecer la potencia combativa del Primer Ejército que actuaba en un espacio relativamente reducido.
¿Pudo el Dictador reforzar con artillería al Ejército del Sur como lo exigían las circunstancias? Creemos que sí, pues existían en Lima algunos cañones disponibles. En la campaña de Lima -descontando los dos cañones Clay de 32", viejos cañones de marina difíciles de transportar, y dos Selay construidos en Bellavista-, participaron en las abras de Santa Teresa y en Zig-Zag: 19 White, 16 Grieve, 4 Walgely, 2 Vavasseur, 1 Armstrong; en total 44 cañones. En la campaña de Tacna la artillería del Ejército del Sur estaba constituida por 2 cañones de 12" y 8 cañones de 4".
En referencia a la artillería chilena, Vicuña Mackenna afirma: "El total de la artillería que iba a batir el campo peruano constaba de 37 cañones; de éstos, 20 Krupp de campaña, 17 de montaña, incluyendo 6 de bronce y cuatro ametralladoras; total 41 piezas contra 31 del enemigo". Los cañones Krupp eran modelo 1879, se trata de uno de los rarísimos casos en los anales de la historia militar, en el que un ejército de un país no fabricante de su propio material de guerra, interviene en una batalla con modelos fabricados el mismo año del conflicto.
Montero no recibió ningún refuerzo de artillería, material que se reservaba para defender Lima, restando así la potencia de fuego necesaria al Teatro de Operaciones principal, en donde precisamente se iba a realizar, como se realizó, la batalla decisiva de la guerra. En la campaña de Tacna se daría lugar al gran enfrentamiento de los ejércitos profesionales de los países en guerra y sería el punto estratégico de conjunción de las fuerzas de la alianza.
2) Caballería.- La caballería acrecienta la movilidad de un ejército. La caballería que disponía el Ejército del Sur, era sumamente reducida y por consiguiente las acciones militares carecían de rapidez. Como en ese momento, todo se realizaba con tropas a pie, las disposiciones requerían de más tiempo. Las zonas desérticas del TO, situadas entre valle y valle, por lo general a dos jornadas de infantería, están constituidas por pampas arenosas, sembradas de piedras partidas y cantos rodados, cruzada por numerosas torrenteras que hacen difícil el tránsito. Una caballería numerosa facilitaba los movimientos amplios y el lanzamiento de destacamentos lejanos para obtener seguridad e información sobre los probables lugares de desembarco chilenos. La carencia de caballería imponía desplazamientos lentos dentro de un dispositivo muy agrupado y obligaba -sin alternativa- a la adopción de la maniobra defensiva. La caballería se adelanta para ganar espacio y con ello proporciona seguridad para el grueso, informa con prontitud sobre cualquier suceso, mantiene y rompe el contacto y avanza de línea de horizonte para preceder a las otras armas que requieren desplazarse con seguridad.
La guerra se desenvolvía en espacios desérticos dilatados y el ejército invasor tenía libertad de acción para elegir los lugares de desembarco. Ello requería la constitución de destacamentos móviles y de acción lejana, capaces de aplicar potentes golpes a las fuerzas chilenas en las áreas de desembarco, a la vez que garantizar al Ejército del Sur contra el peligro de acciones sorpresivas, mediante la información oportuna acerca del enemigo. Era necesario tomar el contacto con las fuerzas chilenas lo más lejos posible, desde sus puntos de desembarco, con el objeto de tener una alerta temprana y un conocimiento lo más exacto posible sobre la fuerza enemiga que se aproximaba y esto se hubiera conseguido con fuerzas de caballería adecuadas.
El Ejército del Sur, carente de movilidad, con una caballería reducida y mal montada, estaba anclada al terreno y no podía hacer otra cosa que aprovechar las líneas favorables del terreno para oponerse al adversario mediante operaciones defensivas, con la finalidad de disminuir la capacidad combativa de las fuerzas chilenas. Luego debería lanzarse a la ofensiva aprovechando la primera oportunidad, ya que las operaciones defensivas sólo tienen carácter transitorio.
El Ejército del Sur en la campaña de Tacna, en lo que se refiere a fuerzas de caballería, contó con tres escuadrones, además de un escuadrón de gendarmes de efectivo reducido. En total 400 hombres mal montados. En la acción del Manzano, en los prolegómenos de la Campaña de Lima, se empleó el Cazadores del Rímac, que bien pudo haber concurrido a la Campaña de Tacna. Chile, en cambio, en esta campaña participó con mil soldados de caballería.
3) Servicio de transporte.- La causa principal para que el Ejército optara por la maniobra defensiva en el transcurso de la guerra, fue sin lugar a dudas, la falta de medios de transporte que permitieran el apoyo de víveres, forrajes y municiones. El general Dellepiani afirma que "según documentos oficiales, las tropas de Montero en la Campaña de Tacna sólo dispusieron de 10 mulas para el servicio de su piezas de artillería". En la Guerra del Pacífico, debido a la naturaleza desértica del TO, el abastecimiento de agua y municiones resultaban decisivos. Veamos lo que escribe Bulnes sobre este aspecto, en la campaña de Tacna:
"El problema de movilizar la artillería y los bagajes pensaba resolverse con mulas y se contaba con 500 de ellas, pero no había agua ni forrajes en ese desierto. Sotomayor calculó que necesitaba otras 700 mulas y hubo que traerlas del sur en los buques de la Cía. del Pacífico. También se trajeron 700 caballos y, asimismo bueyes, para acompañar en pie a la expedición".
Chile disponía, pues, de los elementos necesarios para dar movilidad y capacidad ofensiva a su ejército. En cambio, el Ejército peruano no estaba en aptitud similar por falta de medios de transporte, ni siquiera para realizar el modesto avance de dos jornadas a distancia lejana del adversario, que es la que separa Tacna del valle de Sama. La pregunta que surge es: si durante los cuatro meses que mediaron entre la batalla de Tarapacá y la del Campo de la Alianza, ¿pudo el país reunir en ese lapso hacer el gran esfuerzo de reunir de 800 a 1000 acémilas y ponerlas a disposición del Ejército del Sur? El historiador Bulnes, al narrar la expedición de Lynch a la sierra para destruir a Cáceres, expresa: "Casapalca era el punto indicado de reunión para el paso de la Cordillera... Se juntaron 1250 bestias: 200 tomadas en la Campaña de Lima, 350 burros, 100 mulas y 600 caballos de la artillería." Los comentarios huelgan.
El apoyo en medios de transporte al Ejército del Sur desde Lima, le hubiera permitido ocupar una posición defensiva evidentemente superior. Recordemos que en la retirada de Tarapacá, el Ejército peruano cubrió más de 300 kms. de desierto y cordilleras en veinte días, sin víveres, sin agua y descalzo, conservando la disciplina, probando elevadas fuerzas morales tanto o más que las que se requieren en el propio campo de batalla.
c) Viabilidad del envío de refuerzos
La marina peruana llevó a cabo una de sus atrevidas empresas. La corbeta Unión al mando del comandante Villavicencio, despachada del Callao el 12 de marzo con un cargamento para el Ejército del Sur, se presentó en Arica el 17 burlando la vigilancia del Huáscar -ya en uso por la marina chilena, y habilitado con cañones de retrocarga- y el Matías Cousiño que a la sazón bloqueaban el puerto. Luego de descargar en Arica los abastecimientos que traía, burlando nuevamente la vigilancia chilena a la luz del día, regresó al Callao. A pesar de la brillante hazaña, el abastecimiento resultó irrisorio. Al respecto, Mariano Felipe Paz Soldán en su Narración Histórica de la Guerra de Chile contra el Perú y Bolivia, expresa:
"En el Perú....; para la generalidad se presentaban dos hechos, cual más satisfactorios y halagadores; la brillante hazaña marinera de la corbeta, y la provisión de artículos indispensables al Ejército del Sur, en momentos más premiosos, porque aunque la aspiración de la gente más sensata, era porque de preferencia se reforzara aquel ejército con algunos batallones de los de Lima, y estos no marchaban, se había encontrado medio de calmarla con la anunciada salida de la división Leyva de Arequipa al Cuartel de Tacna, la cual debió satisfacer esta ansiedad; por consiguiente, los transportes de entusiasmo y contento embargaron todos los corazones. Pero, cuán poco debía durar esta agradable ilusión. No tardó mucho en saberse que el tan cacareado cargamento que había lanzado a la Unión a una suerte tan peligrosa, se reducía a unas cuantas gruesas de zapatos, algunos fardos de género para vestido, una pequeña cantidad de municiones de rifle, un cajón de medicamentos, una lanchita torpedo y dos ametralladoras, mientras que lo más necesario y urgente como rifles, millares de tiros y vestidos hechos, se reservaba para el ejército que el Dictador organizaba en Lima, con el objeto de asegurar su autoridad; de suerte que el viaje de la Unión no tuvo más objeto que engañar a la nación haciéndole creer que había llevado grandes auxilios al disminuido y vencido Ejército de Tacna".
Sobre este particular, el historiador chileno Barros Arana en su Historia de la Guerra del Pacífico, dice:
"Los oficiales peruanos de Tacna y Arica que veían a sus soldados casi desnudos, y que conocían todas las necesidades del ejército, se persuadieron de que las mezquinas rivalidades de los hombres públicos del Perú, no se habían acallado en medio de los conflictos de la guerra exterior. A juicio de ellos, el dictador Piérola estaba resuelto a sacrificarlos para evitar un triunfo que debía enaltecer a Montero, y que podía ser como una amenaza para el gobierno de la dictadura. Así, pues, el viaje de la Unión, sin importar un auxilio de mediana importancia para el ejército de Tacna y Arica, vino a fomentar la desconfianza de los oficiales y aun a producir cierto desaliento en sus espíritus".
La corbeta Unión pudo llevar al TO refuerzos de artillería, caballería, y mulas y bueyes para mejorar el apoyo de fuegos y la movilidad del Ejército del Sur. En todo caso, se dispuso de cuatro meses para enviar por tierra, tanto de Lima como de Arequipa, este tipo de refuerzos.
d) Repercusiones en la moral de las tropas
La reorganización del Ejército decretada por Piérola el 31 de enero de 1880, fue calificada por Montero de "funestamente peligrosa". Respecto al relevo de los mandos de división y unidades decretadas por el Dictador, Montero se manifestó contrario a dicha disposición, escribiéndole a Piérola "que los comandos de división y de cuerpos habían adquirido legítima y denodadamente estos puestos, unos en los campos de batalla y otros en medio de los sinsabores y privaciones del servicio de campaña". Agregaba como razones "la confusión que va a producir la variedad de armamentos que resultará en los nuevos cuerpos, al formar uno, de dos o tres que tienen distinto sistema de rifle y su peculiar enseñanza".
La nueva organización del Ejército y la falta de envío de refuerzos, no sólo vulneró las posibilidades estratégicas, sino que además tuvo hondas repercusiones en las fuerzas morales, pues introdujo confusión, rompió el espíritu de cuerpo de las unidades y relajó el ascendiente del jefe sobre sus subalternos, el mismo que se forja a través de las mismas privaciones que surgen en la vida de campaña y el mutuo conocimiento de largos años de servicio. Tanto Piérola como su ministro de Guerra, don Miguel Iglesias, que llevaba el título de coronel de milicias debido a las revueltas que encabezara en Cajamarca, no tenían ninguna formación militar y carecían por completo de los conocimientos mínimos para acometer la reorganización del Ejército. En la Campaña de Tacna, como en la de Lima, los militares profesionales estuvieron en segundo plano en la preparación y conducción operativa estratégica y las consideraciones políticas, al no tomar en cuenta las recomendaciones de la estrategia, coadyuvaron a la victoria chilena". (Ob. cit. pp. 100-108)
Siempre me he preguntado por causa de qué, Cáceres o cualquiera de los militares valientes y hazañosos, no se encargó de Piérola y su cohorte de inexpertos que condujeron al país y particularmente a la capital a una de sus degradaciones más oprobiosas por la derrota en enero de 1881. He allí una de las grandes preguntas inexplicables que no tiene respuesta porque tampoco se puede ser profeta del pasado.
Como escribió Mercado Jarrín: huelgan los comentarios.
Es la cruda realidad, saludos.
1879-1883: mezquindades en plena guerra
En su libro Política y Estrategia en la guerra con Chile (Lima 1979), Edgardo Mercado Jarrín, cuando se refiere a la falta de refuerzos de artillería, caballería y transportes, escribe:
"Las ventajas obtenidas por Chile al conquistar el dominio marítimo y al haber proyectado su poderío sobre los territorios de Atacama y Tarapacá -campaña en la cual los aliados combatieron prácticamente sin artillería ni caballería que permitiera efectuar reconocimientos, explotar el éxito y destruir a las fuerzas chilenas en fuga-, exigían que en la reorganización se procediera a aumentar fundamentalmente la potencia de fuegos y la movilidad del Ejército. De acuerdo a los recursos disponibles, los efectivos de infantería quedaban subordinados a la cantidad de fusiles, pese a que la población militar no presentaba limitaciones; los de la caballería se atenían a la existencia de ganado equino y a las importaciones de Argentina; el material de Artillería estaba limitado por los recursos financieros del país, las adquisiciones del exterior y las posibilidades de fabricación en Lima; y los medios de transporte, al ganado mular, disponibilidad de carretas y a los recursos locales.
1) Potencia de fuegos.- Como ya se anotó, Chile realizaba una guerra de invasión para la cual se había preparado con la debida anticipación. A esto se agregaba la obtención del dominio marítimo y la conquista de Antofagasta y Tarapacá, lo que le proporcionaba ventajas para la iniciativa de las operaciones, la elección del lugar del desembarco, el momento y las circunstancias favorable para la iniciación de la ofensiva; y todo esto, sin considerar las de orden económico. La campaña de Tarapacá y sus cuantiosas pérdidas en hombres, equipo y armamento en la retirada, habían puesto en evidencia la vulnerabilidad de las fuerzas aliadas. Ante la inferioridad manifiesta de la potencia de combate de las fuerzas aliadas, en relación a las tropas chilenas, uno de los medios más expeditivos que tenía a su alcance el Dictador para remediar la situación, era el refuerzo de la artillería.
La artillería acrecienta el poder destructor del fuego y brinda profundidad al combate. No hay artillería en reserva en el campo táctico ni en el estratégico operativo. Su carencia debilitó la capacidad combativa del Ejército peruano, y la falta de movilidad -dada la naturaleza desértica del terreno donde se realizaban las operaciones- dificultaba los desplazamientos. Un exceso de artillería sin movilidad, en ese entonces, imponía a las operaciones un carácter más pasivo y un ritmo mesurado y metódico. Por el contrario, la insuficiencia de artillería facilitaba la capacidad de maniobra.
El Ejército peruano, perdida la iniciativa de las operaciones, estaba condenado a asumir una actitud defensiva en el campo estratégico, pero podía y debió emplear la ofensiva en el campo táctico. La maniobra defensiva impuesta por la situación, requería remediar su inherente debilidad organizativa, reforzando los medios de artillería. No se hizo nada por ello. Por otra parte, el campo de batalla elegido se encontraba en un Teatro de Operaciones restringido como lo eran Tacna y Arica. La artillería era la mejor respuesta para fortalecer la potencia combativa del Primer Ejército que actuaba en un espacio relativamente reducido.
¿Pudo el Dictador reforzar con artillería al Ejército del Sur como lo exigían las circunstancias? Creemos que sí, pues existían en Lima algunos cañones disponibles. En la campaña de Lima -descontando los dos cañones Clay de 32", viejos cañones de marina difíciles de transportar, y dos Selay construidos en Bellavista-, participaron en las abras de Santa Teresa y en Zig-Zag: 19 White, 16 Grieve, 4 Walgely, 2 Vavasseur, 1 Armstrong; en total 44 cañones. En la campaña de Tacna la artillería del Ejército del Sur estaba constituida por 2 cañones de 12" y 8 cañones de 4".
En referencia a la artillería chilena, Vicuña Mackenna afirma: "El total de la artillería que iba a batir el campo peruano constaba de 37 cañones; de éstos, 20 Krupp de campaña, 17 de montaña, incluyendo 6 de bronce y cuatro ametralladoras; total 41 piezas contra 31 del enemigo". Los cañones Krupp eran modelo 1879, se trata de uno de los rarísimos casos en los anales de la historia militar, en el que un ejército de un país no fabricante de su propio material de guerra, interviene en una batalla con modelos fabricados el mismo año del conflicto.
Montero no recibió ningún refuerzo de artillería, material que se reservaba para defender Lima, restando así la potencia de fuego necesaria al Teatro de Operaciones principal, en donde precisamente se iba a realizar, como se realizó, la batalla decisiva de la guerra. En la campaña de Tacna se daría lugar al gran enfrentamiento de los ejércitos profesionales de los países en guerra y sería el punto estratégico de conjunción de las fuerzas de la alianza.
2) Caballería.- La caballería acrecienta la movilidad de un ejército. La caballería que disponía el Ejército del Sur, era sumamente reducida y por consiguiente las acciones militares carecían de rapidez. Como en ese momento, todo se realizaba con tropas a pie, las disposiciones requerían de más tiempo. Las zonas desérticas del TO, situadas entre valle y valle, por lo general a dos jornadas de infantería, están constituidas por pampas arenosas, sembradas de piedras partidas y cantos rodados, cruzada por numerosas torrenteras que hacen difícil el tránsito. Una caballería numerosa facilitaba los movimientos amplios y el lanzamiento de destacamentos lejanos para obtener seguridad e información sobre los probables lugares de desembarco chilenos. La carencia de caballería imponía desplazamientos lentos dentro de un dispositivo muy agrupado y obligaba -sin alternativa- a la adopción de la maniobra defensiva. La caballería se adelanta para ganar espacio y con ello proporciona seguridad para el grueso, informa con prontitud sobre cualquier suceso, mantiene y rompe el contacto y avanza de línea de horizonte para preceder a las otras armas que requieren desplazarse con seguridad.
La guerra se desenvolvía en espacios desérticos dilatados y el ejército invasor tenía libertad de acción para elegir los lugares de desembarco. Ello requería la constitución de destacamentos móviles y de acción lejana, capaces de aplicar potentes golpes a las fuerzas chilenas en las áreas de desembarco, a la vez que garantizar al Ejército del Sur contra el peligro de acciones sorpresivas, mediante la información oportuna acerca del enemigo. Era necesario tomar el contacto con las fuerzas chilenas lo más lejos posible, desde sus puntos de desembarco, con el objeto de tener una alerta temprana y un conocimiento lo más exacto posible sobre la fuerza enemiga que se aproximaba y esto se hubiera conseguido con fuerzas de caballería adecuadas.
El Ejército del Sur, carente de movilidad, con una caballería reducida y mal montada, estaba anclada al terreno y no podía hacer otra cosa que aprovechar las líneas favorables del terreno para oponerse al adversario mediante operaciones defensivas, con la finalidad de disminuir la capacidad combativa de las fuerzas chilenas. Luego debería lanzarse a la ofensiva aprovechando la primera oportunidad, ya que las operaciones defensivas sólo tienen carácter transitorio.
El Ejército del Sur en la campaña de Tacna, en lo que se refiere a fuerzas de caballería, contó con tres escuadrones, además de un escuadrón de gendarmes de efectivo reducido. En total 400 hombres mal montados. En la acción del Manzano, en los prolegómenos de la Campaña de Lima, se empleó el Cazadores del Rímac, que bien pudo haber concurrido a la Campaña de Tacna. Chile, en cambio, en esta campaña participó con mil soldados de caballería.
3) Servicio de transporte.- La causa principal para que el Ejército optara por la maniobra defensiva en el transcurso de la guerra, fue sin lugar a dudas, la falta de medios de transporte que permitieran el apoyo de víveres, forrajes y municiones. El general Dellepiani afirma que "según documentos oficiales, las tropas de Montero en la Campaña de Tacna sólo dispusieron de 10 mulas para el servicio de su piezas de artillería". En la Guerra del Pacífico, debido a la naturaleza desértica del TO, el abastecimiento de agua y municiones resultaban decisivos. Veamos lo que escribe Bulnes sobre este aspecto, en la campaña de Tacna:
"El problema de movilizar la artillería y los bagajes pensaba resolverse con mulas y se contaba con 500 de ellas, pero no había agua ni forrajes en ese desierto. Sotomayor calculó que necesitaba otras 700 mulas y hubo que traerlas del sur en los buques de la Cía. del Pacífico. También se trajeron 700 caballos y, asimismo bueyes, para acompañar en pie a la expedición".
Chile disponía, pues, de los elementos necesarios para dar movilidad y capacidad ofensiva a su ejército. En cambio, el Ejército peruano no estaba en aptitud similar por falta de medios de transporte, ni siquiera para realizar el modesto avance de dos jornadas a distancia lejana del adversario, que es la que separa Tacna del valle de Sama. La pregunta que surge es: si durante los cuatro meses que mediaron entre la batalla de Tarapacá y la del Campo de la Alianza, ¿pudo el país reunir en ese lapso hacer el gran esfuerzo de reunir de 800 a 1000 acémilas y ponerlas a disposición del Ejército del Sur? El historiador Bulnes, al narrar la expedición de Lynch a la sierra para destruir a Cáceres, expresa: "Casapalca era el punto indicado de reunión para el paso de la Cordillera... Se juntaron 1250 bestias: 200 tomadas en la Campaña de Lima, 350 burros, 100 mulas y 600 caballos de la artillería." Los comentarios huelgan.
El apoyo en medios de transporte al Ejército del Sur desde Lima, le hubiera permitido ocupar una posición defensiva evidentemente superior. Recordemos que en la retirada de Tarapacá, el Ejército peruano cubrió más de 300 kms. de desierto y cordilleras en veinte días, sin víveres, sin agua y descalzo, conservando la disciplina, probando elevadas fuerzas morales tanto o más que las que se requieren en el propio campo de batalla.
c) Viabilidad del envío de refuerzos
La marina peruana llevó a cabo una de sus atrevidas empresas. La corbeta Unión al mando del comandante Villavicencio, despachada del Callao el 12 de marzo con un cargamento para el Ejército del Sur, se presentó en Arica el 17 burlando la vigilancia del Huáscar -ya en uso por la marina chilena, y habilitado con cañones de retrocarga- y el Matías Cousiño que a la sazón bloqueaban el puerto. Luego de descargar en Arica los abastecimientos que traía, burlando nuevamente la vigilancia chilena a la luz del día, regresó al Callao. A pesar de la brillante hazaña, el abastecimiento resultó irrisorio. Al respecto, Mariano Felipe Paz Soldán en su Narración Histórica de la Guerra de Chile contra el Perú y Bolivia, expresa:
"En el Perú....; para la generalidad se presentaban dos hechos, cual más satisfactorios y halagadores; la brillante hazaña marinera de la corbeta, y la provisión de artículos indispensables al Ejército del Sur, en momentos más premiosos, porque aunque la aspiración de la gente más sensata, era porque de preferencia se reforzara aquel ejército con algunos batallones de los de Lima, y estos no marchaban, se había encontrado medio de calmarla con la anunciada salida de la división Leyva de Arequipa al Cuartel de Tacna, la cual debió satisfacer esta ansiedad; por consiguiente, los transportes de entusiasmo y contento embargaron todos los corazones. Pero, cuán poco debía durar esta agradable ilusión. No tardó mucho en saberse que el tan cacareado cargamento que había lanzado a la Unión a una suerte tan peligrosa, se reducía a unas cuantas gruesas de zapatos, algunos fardos de género para vestido, una pequeña cantidad de municiones de rifle, un cajón de medicamentos, una lanchita torpedo y dos ametralladoras, mientras que lo más necesario y urgente como rifles, millares de tiros y vestidos hechos, se reservaba para el ejército que el Dictador organizaba en Lima, con el objeto de asegurar su autoridad; de suerte que el viaje de la Unión no tuvo más objeto que engañar a la nación haciéndole creer que había llevado grandes auxilios al disminuido y vencido Ejército de Tacna".
Sobre este particular, el historiador chileno Barros Arana en su Historia de la Guerra del Pacífico, dice:
"Los oficiales peruanos de Tacna y Arica que veían a sus soldados casi desnudos, y que conocían todas las necesidades del ejército, se persuadieron de que las mezquinas rivalidades de los hombres públicos del Perú, no se habían acallado en medio de los conflictos de la guerra exterior. A juicio de ellos, el dictador Piérola estaba resuelto a sacrificarlos para evitar un triunfo que debía enaltecer a Montero, y que podía ser como una amenaza para el gobierno de la dictadura. Así, pues, el viaje de la Unión, sin importar un auxilio de mediana importancia para el ejército de Tacna y Arica, vino a fomentar la desconfianza de los oficiales y aun a producir cierto desaliento en sus espíritus".
La corbeta Unión pudo llevar al TO refuerzos de artillería, caballería, y mulas y bueyes para mejorar el apoyo de fuegos y la movilidad del Ejército del Sur. En todo caso, se dispuso de cuatro meses para enviar por tierra, tanto de Lima como de Arequipa, este tipo de refuerzos.
d) Repercusiones en la moral de las tropas
La reorganización del Ejército decretada por Piérola el 31 de enero de 1880, fue calificada por Montero de "funestamente peligrosa". Respecto al relevo de los mandos de división y unidades decretadas por el Dictador, Montero se manifestó contrario a dicha disposición, escribiéndole a Piérola "que los comandos de división y de cuerpos habían adquirido legítima y denodadamente estos puestos, unos en los campos de batalla y otros en medio de los sinsabores y privaciones del servicio de campaña". Agregaba como razones "la confusión que va a producir la variedad de armamentos que resultará en los nuevos cuerpos, al formar uno, de dos o tres que tienen distinto sistema de rifle y su peculiar enseñanza".
La nueva organización del Ejército y la falta de envío de refuerzos, no sólo vulneró las posibilidades estratégicas, sino que además tuvo hondas repercusiones en las fuerzas morales, pues introdujo confusión, rompió el espíritu de cuerpo de las unidades y relajó el ascendiente del jefe sobre sus subalternos, el mismo que se forja a través de las mismas privaciones que surgen en la vida de campaña y el mutuo conocimiento de largos años de servicio. Tanto Piérola como su ministro de Guerra, don Miguel Iglesias, que llevaba el título de coronel de milicias debido a las revueltas que encabezara en Cajamarca, no tenían ninguna formación militar y carecían por completo de los conocimientos mínimos para acometer la reorganización del Ejército. En la Campaña de Tacna, como en la de Lima, los militares profesionales estuvieron en segundo plano en la preparación y conducción operativa estratégica y las consideraciones políticas, al no tomar en cuenta las recomendaciones de la estrategia, coadyuvaron a la victoria chilena". (Ob. cit. pp. 100-108)
Siempre me he preguntado por causa de qué, Cáceres o cualquiera de los militares valientes y hazañosos, no se encargó de Piérola y su cohorte de inexpertos que condujeron al país y particularmente a la capital a una de sus degradaciones más oprobiosas por la derrota en enero de 1881. He allí una de las grandes preguntas inexplicables que no tiene respuesta porque tampoco se puede ser profeta del pasado.
Como escribió Mercado Jarrín: huelgan los comentarios.
Es la cruda realidad, saludos.
Compañero forista fallecido el 16 de julio de 2011. Ver homenaje en el FMG
- GRUMO
- Mariscal de Campo
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Una perlita mas
Cuando Pierola sube al poder, muchos de los militares de carrera fueron cesados y cambiados por advenedizos ¡¡¡ en plena guerra ¡¡¡
Teniendo al Ejercito Chileno en las puertas de Lima, estos Militares, muchos de alta graduación, se presentaron para defender Lima.
Pierola, organizó con ellos la famosa "Columna de Honor"..¿Que significaba esto?...Les dio plaza de soldados rasos, dejando a sus elementos de confianza al mando de las tropas combatiente, y llevando a la Columna de Honor hasta Ate, lugar alejado de la Batalla
Lindas perlas, es mi Historia
Saludos
El "licenciado"
Grumo
Cuando Pierola sube al poder, muchos de los militares de carrera fueron cesados y cambiados por advenedizos ¡¡¡ en plena guerra ¡¡¡
Teniendo al Ejercito Chileno en las puertas de Lima, estos Militares, muchos de alta graduación, se presentaron para defender Lima.
Pierola, organizó con ellos la famosa "Columna de Honor"..¿Que significaba esto?...Les dio plaza de soldados rasos, dejando a sus elementos de confianza al mando de las tropas combatiente, y llevando a la Columna de Honor hasta Ate, lugar alejado de la Batalla
Lindas perlas, es mi Historia
Saludos
El "licenciado"
Grumo
¡Somos o no pilotos de combate!.... ya, que nos den otra misión y salimos 3 o 4 fierros, rasanteamos hasta donde podamos y si nos van tumbando.... nos tumbaron pues.... pero por lo menos uno llega y rompe.... así no regresemos los demás.... total para eso nos hemos formado, para eso estamos preparados, y si vamos a morir.... bueno nos inmolamos por la patria, es la oportunidad de demostrar lo que somos y valemos”. Coronel FAP Marco Antonio Schenone Oliva , piloto muerto en el Cenepa
- GMSA
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Encontré este enlace con una interesante versión de la GdP basada en el trabajo del historiador peruano Jorge Basadre. El contenido se puede bajar, capítulo por capítulo, en formato PDF.
Atte.
GMSA.
PS: Hace un par de semanas en Iquique de puro tonto perdí la posibilidad de comprar un libro (usado) del historiador peruano Paz Soldán sobre la GdP…el libro realmente prometía, para comenzar tenía como portada una reproducción del cuadro “El Repase”, gran cantidad de fotografías, sobre 400 páginas, etc. Todavía me estoy dando…:pared:
Atte.
GMSA.
PS: Hace un par de semanas en Iquique de puro tonto perdí la posibilidad de comprar un libro (usado) del historiador peruano Paz Soldán sobre la GdP…el libro realmente prometía, para comenzar tenía como portada una reproducción del cuadro “El Repase”, gran cantidad de fotografías, sobre 400 páginas, etc. Todavía me estoy dando…:pared:
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Estimado:
La página de Basadre tiene bastante info que he guardado para mi proyecto de Historia militar de la GdP (que he pospuesto pero no dejado, y que ahora espero retomar con la regularidad que merece), y vale bastante la pena. En especial me ayudó mucho lo referido a los planes peruanos de adquisiciones de buques en Europa y EE.UU. durante la guerra, material que no tiene desperdicio.
Sobre el texto de Paz Soldán, te recomiendo buscar un edificio lo suficientemente alto para suicidarte: tratar de encontrar eso en Chile es una labor titánica como para que lo hayas tenido prácticamente en tus manos y lo dejaras de lado al final
En fin, no puedo decir mucho en realidad: en algún momento pude comprar una edición original de la Historia de la GdP de Bulnes con sus tres tomos, en una feria de libros usados y aunque tenía la plata (lujos que puede darse un profesional soltero con trabajo en ciertos instantes de su vida), pensé en el momento que era mucha plata... hasta hoy me arrepiento, y por eso apenas vi algunos años después la edición original del segundo tomo de "Nuestra Marina Militar" del VA Luis Uribe (1914) no dudé ni un segundo. Gajes del oficio de cazador de libros raros
Un abrazo.
La página de Basadre tiene bastante info que he guardado para mi proyecto de Historia militar de la GdP (que he pospuesto pero no dejado, y que ahora espero retomar con la regularidad que merece), y vale bastante la pena. En especial me ayudó mucho lo referido a los planes peruanos de adquisiciones de buques en Europa y EE.UU. durante la guerra, material que no tiene desperdicio.
Sobre el texto de Paz Soldán, te recomiendo buscar un edificio lo suficientemente alto para suicidarte: tratar de encontrar eso en Chile es una labor titánica como para que lo hayas tenido prácticamente en tus manos y lo dejaras de lado al final
En fin, no puedo decir mucho en realidad: en algún momento pude comprar una edición original de la Historia de la GdP de Bulnes con sus tres tomos, en una feria de libros usados y aunque tenía la plata (lujos que puede darse un profesional soltero con trabajo en ciertos instantes de su vida), pensé en el momento que era mucha plata... hasta hoy me arrepiento, y por eso apenas vi algunos años después la edición original del segundo tomo de "Nuestra Marina Militar" del VA Luis Uribe (1914) no dudé ni un segundo. Gajes del oficio de cazador de libros raros
Un abrazo.
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- Teniente Primero
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Iris escribió:Rebanadas de Realidad:
1879-1883: mezquindades en plena guerra
En su libro Política y Estrategia en la guerra con Chile (Lima 1979), Edgardo Mercado Jarrín, cuando se refiere a la falta de refuerzos de artillería, caballería y transportes, escribe:
"Las ventajas obtenidas por Chile al conquistar el dominio marítimo y al haber proyectado su poderío sobre los territorios de Atacama y Tarapacá -campaña en la cual los aliados combatieron prácticamente sin artillería ni caballería que permitiera efectuar reconocimientos, explotar el éxito y destruir a las fuerzas chilenas en fuga-, exigían que en la reorganización se procediera a aumentar fundamentalmente la potencia de fuegos y la movilidad del Ejército. De acuerdo a los recursos disponibles, los efectivos de infantería quedaban subordinados a la cantidad de fusiles, pese a que la población militar no presentaba limitaciones; los de la caballería se atenían a la existencia de ganado equino y a las importaciones de Argentina; el material de Artillería estaba limitado por los recursos financieros del país, las adquisiciones del exterior y las posibilidades de fabricación en Lima; y los medios de transporte, al ganado mular, disponibilidad de carretas y a los recursos locales.
1) Potencia de fuegos.- Como ya se anotó, Chile realizaba una guerra de invasión para la cual se había preparado con la debida anticipación. A esto se agregaba la obtención del dominio marítimo y la conquista de Antofagasta y Tarapacá, lo que le proporcionaba ventajas para la iniciativa de las operaciones, la elección del lugar del desembarco, el momento y las circunstancias favorable para la iniciación de la ofensiva; y todo esto, sin considerar las de orden económico. La campaña de Tarapacá y sus cuantiosas pérdidas en hombres, equipo y armamento en la retirada, habían puesto en evidencia la vulnerabilidad de las fuerzas aliadas. Ante la inferioridad manifiesta de la potencia de combate de las fuerzas aliadas, en relación a las tropas chilenas, uno de los medios más expeditivos que tenía a su alcance el Dictador para remediar la situación, era el refuerzo de la artillería.
La artillería acrecienta el poder destructor del fuego y brinda profundidad al combate. No hay artillería en reserva en el campo táctico ni en el estratégico operativo. Su carencia debilitó la capacidad combativa del Ejército peruano, y la falta de movilidad -dada la naturaleza desértica del terreno donde se realizaban las operaciones- dificultaba los desplazamientos. Un exceso de artillería sin movilidad, en ese entonces, imponía a las operaciones un carácter más pasivo y un ritmo mesurado y metódico. Por el contrario, la insuficiencia de artillería facilitaba la capacidad de maniobra.
El Ejército peruano, perdida la iniciativa de las operaciones, estaba condenado a asumir una actitud defensiva en el campo estratégico, pero podía y debió emplear la ofensiva en el campo táctico. La maniobra defensiva impuesta por la situación, requería remediar su inherente debilidad organizativa, reforzando los medios de artillería. No se hizo nada por ello. Por otra parte, el campo de batalla elegido se encontraba en un Teatro de Operaciones restringido como lo eran Tacna y Arica. La artillería era la mejor respuesta para fortalecer la potencia combativa del Primer Ejército que actuaba en un espacio relativamente reducido.
¿Pudo el Dictador reforzar con artillería al Ejército del Sur como lo exigían las circunstancias? Creemos que sí, pues existían en Lima algunos cañones disponibles. En la campaña de Lima -descontando los dos cañones Clay de 32", viejos cañones de marina difíciles de transportar, y dos Selay construidos en Bellavista-, participaron en las abras de Santa Teresa y en Zig-Zag: 19 White, 16 Grieve, 4 Walgely, 2 Vavasseur, 1 Armstrong; en total 44 cañones. En la campaña de Tacna la artillería del Ejército del Sur estaba constituida por 2 cañones de 12" y 8 cañones de 4".
En referencia a la artillería chilena, Vicuña Mackenna afirma: "El total de la artillería que iba a batir el campo peruano constaba de 37 cañones; de éstos, 20 Krupp de campaña, 17 de montaña, incluyendo 6 de bronce y cuatro ametralladoras; total 41 piezas contra 31 del enemigo". Los cañones Krupp eran modelo 1879, se trata de uno de los rarísimos casos en los anales de la historia militar, en el que un ejército de un país no fabricante de su propio material de guerra, interviene en una batalla con modelos fabricados el mismo año del conflicto.
Montero no recibió ningún refuerzo de artillería, material que se reservaba para defender Lima, restando así la potencia de fuego necesaria al Teatro de Operaciones principal, en donde precisamente se iba a realizar, como se realizó, la batalla decisiva de la guerra. En la campaña de Tacna se daría lugar al gran enfrentamiento de los ejércitos profesionales de los países en guerra y sería el punto estratégico de conjunción de las fuerzas de la alianza.
2) Caballería.- La caballería acrecienta la movilidad de un ejército. La caballería que disponía el Ejército del Sur, era sumamente reducida y por consiguiente las acciones militares carecían de rapidez. Como en ese momento, todo se realizaba con tropas a pie, las disposiciones requerían de más tiempo. Las zonas desérticas del TO, situadas entre valle y valle, por lo general a dos jornadas de infantería, están constituidas por pampas arenosas, sembradas de piedras partidas y cantos rodados, cruzada por numerosas torrenteras que hacen difícil el tránsito. Una caballería numerosa facilitaba los movimientos amplios y el lanzamiento de destacamentos lejanos para obtener seguridad e información sobre los probables lugares de desembarco chilenos. La carencia de caballería imponía desplazamientos lentos dentro de un dispositivo muy agrupado y obligaba -sin alternativa- a la adopción de la maniobra defensiva. La caballería se adelanta para ganar espacio y con ello proporciona seguridad para el grueso, informa con prontitud sobre cualquier suceso, mantiene y rompe el contacto y avanza de línea de horizonte para preceder a las otras armas que requieren desplazarse con seguridad.
La guerra se desenvolvía en espacios desérticos dilatados y el ejército invasor tenía libertad de acción para elegir los lugares de desembarco. Ello requería la constitución de destacamentos móviles y de acción lejana, capaces de aplicar potentes golpes a las fuerzas chilenas en las áreas de desembarco, a la vez que garantizar al Ejército del Sur contra el peligro de acciones sorpresivas, mediante la información oportuna acerca del enemigo. Era necesario tomar el contacto con las fuerzas chilenas lo más lejos posible, desde sus puntos de desembarco, con el objeto de tener una alerta temprana y un conocimiento lo más exacto posible sobre la fuerza enemiga que se aproximaba y esto se hubiera conseguido con fuerzas de caballería adecuadas.
El Ejército del Sur, carente de movilidad, con una caballería reducida y mal montada, estaba anclada al terreno y no podía hacer otra cosa que aprovechar las líneas favorables del terreno para oponerse al adversario mediante operaciones defensivas, con la finalidad de disminuir la capacidad combativa de las fuerzas chilenas. Luego debería lanzarse a la ofensiva aprovechando la primera oportunidad, ya que las operaciones defensivas sólo tienen carácter transitorio.
El Ejército del Sur en la campaña de Tacna, en lo que se refiere a fuerzas de caballería, contó con tres escuadrones, además de un escuadrón de gendarmes de efectivo reducido. En total 400 hombres mal montados. En la acción del Manzano, en los prolegómenos de la Campaña de Lima, se empleó el Cazadores del Rímac, que bien pudo haber concurrido a la Campaña de Tacna. Chile, en cambio, en esta campaña participó con mil soldados de caballería.
3) Servicio de transporte.- La causa principal para que el Ejército optara por la maniobra defensiva en el transcurso de la guerra, fue sin lugar a dudas, la falta de medios de transporte que permitieran el apoyo de víveres, forrajes y municiones. El general Dellepiani afirma que "según documentos oficiales, las tropas de Montero en la Campaña de Tacna sólo dispusieron de 10 mulas para el servicio de su piezas de artillería". En la Guerra del Pacífico, debido a la naturaleza desértica del TO, el abastecimiento de agua y municiones resultaban decisivos. Veamos lo que escribe Bulnes sobre este aspecto, en la campaña de Tacna:
"El problema de movilizar la artillería y los bagajes pensaba resolverse con mulas y se contaba con 500 de ellas, pero no había agua ni forrajes en ese desierto. Sotomayor calculó que necesitaba otras 700 mulas y hubo que traerlas del sur en los buques de la Cía. del Pacífico. También se trajeron 700 caballos y, asimismo bueyes, para acompañar en pie a la expedición".
Chile disponía, pues, de los elementos necesarios para dar movilidad y capacidad ofensiva a su ejército. En cambio, el Ejército peruano no estaba en aptitud similar por falta de medios de transporte, ni siquiera para realizar el modesto avance de dos jornadas a distancia lejana del adversario, que es la que separa Tacna del valle de Sama. La pregunta que surge es: si durante los cuatro meses que mediaron entre la batalla de Tarapacá y la del Campo de la Alianza, ¿pudo el país reunir en ese lapso hacer el gran esfuerzo de reunir de 800 a 1000 acémilas y ponerlas a disposición del Ejército del Sur? El historiador Bulnes, al narrar la expedición de Lynch a la sierra para destruir a Cáceres, expresa: "Casapalca era el punto indicado de reunión para el paso de la Cordillera... Se juntaron 1250 bestias: 200 tomadas en la Campaña de Lima, 350 burros, 100 mulas y 600 caballos de la artillería." Los comentarios huelgan.
El apoyo en medios de transporte al Ejército del Sur desde Lima, le hubiera permitido ocupar una posición defensiva evidentemente superior. Recordemos que en la retirada de Tarapacá, el Ejército peruano cubrió más de 300 kms. de desierto y cordilleras en veinte días, sin víveres, sin agua y descalzo, conservando la disciplina, probando elevadas fuerzas morales tanto o más que las que se requieren en el propio campo de batalla.
c) Viabilidad del envío de refuerzos
La marina peruana llevó a cabo una de sus atrevidas empresas. La corbeta Unión al mando del comandante Villavicencio, despachada del Callao el 12 de marzo con un cargamento para el Ejército del Sur, se presentó en Arica el 17 burlando la vigilancia del Huáscar -ya en uso por la marina chilena, y habilitado con cañones de retrocarga- y el Matías Cousiño que a la sazón bloqueaban el puerto. Luego de descargar en Arica los abastecimientos que traía, burlando nuevamente la vigilancia chilena a la luz del día, regresó al Callao. A pesar de la brillante hazaña, el abastecimiento resultó irrisorio. Al respecto, Mariano Felipe Paz Soldán en su Narración Histórica de la Guerra de Chile contra el Perú y Bolivia, expresa:
"En el Perú....; para la generalidad se presentaban dos hechos, cual más satisfactorios y halagadores; la brillante hazaña marinera de la corbeta, y la provisión de artículos indispensables al Ejército del Sur, en momentos más premiosos, porque aunque la aspiración de la gente más sensata, era porque de preferencia se reforzara aquel ejército con algunos batallones de los de Lima, y estos no marchaban, se había encontrado medio de calmarla con la anunciada salida de la división Leyva de Arequipa al Cuartel de Tacna, la cual debió satisfacer esta ansiedad; por consiguiente, los transportes de entusiasmo y contento embargaron todos los corazones. Pero, cuán poco debía durar esta agradable ilusión. No tardó mucho en saberse que el tan cacareado cargamento que había lanzado a la Unión a una suerte tan peligrosa, se reducía a unas cuantas gruesas de zapatos, algunos fardos de género para vestido, una pequeña cantidad de municiones de rifle, un cajón de medicamentos, una lanchita torpedo y dos ametralladoras, mientras que lo más necesario y urgente como rifles, millares de tiros y vestidos hechos, se reservaba para el ejército que el Dictador organizaba en Lima, con el objeto de asegurar su autoridad; de suerte que el viaje de la Unión no tuvo más objeto que engañar a la nación haciéndole creer que había llevado grandes auxilios al disminuido y vencido Ejército de Tacna".
Sobre este particular, el historiador chileno Barros Arana en su Historia de la Guerra del Pacífico, dice:
"Los oficiales peruanos de Tacna y Arica que veían a sus soldados casi desnudos, y que conocían todas las necesidades del ejército, se persuadieron de que las mezquinas rivalidades de los hombres públicos del Perú, no se habían acallado en medio de los conflictos de la guerra exterior. A juicio de ellos, el dictador Piérola estaba resuelto a sacrificarlos para evitar un triunfo que debía enaltecer a Montero, y que podía ser como una amenaza para el gobierno de la dictadura. Así, pues, el viaje de la Unión, sin importar un auxilio de mediana importancia para el ejército de Tacna y Arica, vino a fomentar la desconfianza de los oficiales y aun a producir cierto desaliento en sus espíritus".
La corbeta Unión pudo llevar al TO refuerzos de artillería, caballería, y mulas y bueyes para mejorar el apoyo de fuegos y la movilidad del Ejército del Sur. En todo caso, se dispuso de cuatro meses para enviar por tierra, tanto de Lima como de Arequipa, este tipo de refuerzos.
d) Repercusiones en la moral de las tropas
La reorganización del Ejército decretada por Piérola el 31 de enero de 1880, fue calificada por Montero de "funestamente peligrosa". Respecto al relevo de los mandos de división y unidades decretadas por el Dictador, Montero se manifestó contrario a dicha disposición, escribiéndole a Piérola "que los comandos de división y de cuerpos habían adquirido legítima y denodadamente estos puestos, unos en los campos de batalla y otros en medio de los sinsabores y privaciones del servicio de campaña". Agregaba como razones "la confusión que va a producir la variedad de armamentos que resultará en los nuevos cuerpos, al formar uno, de dos o tres que tienen distinto sistema de rifle y su peculiar enseñanza".
La nueva organización del Ejército y la falta de envío de refuerzos, no sólo vulneró las posibilidades estratégicas, sino que además tuvo hondas repercusiones en las fuerzas morales, pues introdujo confusión, rompió el espíritu de cuerpo de las unidades y relajó el ascendiente del jefe sobre sus subalternos, el mismo que se forja a través de las mismas privaciones que surgen en la vida de campaña y el mutuo conocimiento de largos años de servicio. Tanto Piérola como su ministro de Guerra, don Miguel Iglesias, que llevaba el título de coronel de milicias debido a las revueltas que encabezara en Cajamarca, no tenían ninguna formación militar y carecían por completo de los conocimientos mínimos para acometer la reorganización del Ejército. En la Campaña de Tacna, como en la de Lima, los militares profesionales estuvieron en segundo plano en la preparación y conducción operativa estratégica y las consideraciones políticas, al no tomar en cuenta las recomendaciones de la estrategia, coadyuvaron a la victoria chilena". (Ob. cit. pp. 100-108)
Siempre me he preguntado por causa de qué, Cáceres o cualquiera de los militares valientes y hazañosos, no se encargó de Piérola y su cohorte de inexpertos que condujeron al país y particularmente a la capital a una de sus degradaciones más oprobiosas por la derrota en enero de 1881. He allí una de las grandes preguntas inexplicables que no tiene respuesta porque tampoco se puede ser profeta del pasado.
Como escribió Mercado Jarrín: huelgan los comentarios.
Es la cruda realidad, saludos.
Buenas. Interesante articulo aunque hay ciertas cosas que no comparto como cuando dice "que Chile tenia tiempo preparandose para invadir el Perú" se referira creo yo al tiempo transcurrido entre la declaracion de Guerra (5 de Abril) y el Asalto de la costa sur del Perú (2 de Noviembre) ya que como es sabido el Presidente y los ministros querian el bloqueo del Callao con la destruccion de la flota peruana y el asalto inmediato de Iquique, pero esto no se pudo realizar pues se le informo al Presidente Pinto que no habian municones ni para una division de 5 mil hombres. Tambien es bueno recordar que el ejercito de Linea era de 2.700 hombres y la Guardia Nacional habia sido reducida de 25.000 a 7.000 hombres en 1878.
Tambien es bueno recordar que el el teatro de operaciones (Desiertos de Atacama, Tarapaca y Tacna) era tierra conocida por peruanos y bolivianos, no asi por los chilenos, que en su mayoria nunca habian visto el Desierto, existen muchos relatos de soldados y oficiales dando cuenta de su asombro al conterplar las aridas pampas nortinas.
En cuanto a la artilleria y la caballeria yo encuenro que es un analisis sesgado y parcial. En la Campaña de Tarapaca el Ejercito de Chile solo conto con el Regimiento de Caballeria Cazadores y Granaderos por entonces de 300 plazas (luego serian transformados para la camp'aña de Lima en Rgimientos de 400 jinetes) pero no estaban completos, algunos escuadrones cubrian Calama , San Pedro de ATcama y varios lugares mas como guarnicion. (y los Carabineros de Yungay Nº1 habian caido prisioneros en el transporte Rimac).
La Caballeria peruana se fugo extrañamente durante la Batalla de Dolores o San Francisco, la caballeria chilena tampoco podia moverse como Pedro por su casa en el Desierto, los caballos quedaban con sus patas "reventadas" por los guijarros del desierto, por eso el Ejercito en fuga de Buendia pudo llegar a Arica, la Caballeria no podia operar ilimitadamente en el desierto. La Artilleria peruana en la Campaña de Tarapaca fue abandonada y enfroso las filas chilenas. Aun asi en las Batallas de Lima por cada cañon chileno los peruanos tenian 1 1/2, 70 cañones y 4 ametralladoras chilenos contra 120 cañones y 20 ametralladoras peruanas (incluyendo las Claxton que partian aun soldado por la mitad). Las largas marchas por los desiertos donde muchos soldados chilenos murieron de sed e insolacion demuestran lo duro que fue para Chile ir a buscar a sus enemigos en sus apartados atrincheramientos.
La Artilleria chilena no pudo desembarcar por Ilo en la Campaña de Tacna y Arica, lo hizo por la Caleta de Ite, donde existen acantilados de 200 metros de alto junto a la playa, las mulas fueron incapaces de subir la Artilleria de Campaña por lo que se "improviso a la chilena" es decir se "jalaron" a mano por los acantilados rivalizando en fuerza y sudor los "Zapadores" y los marinos de la Covadonga que realizaron tal proeza.
La Caballeria peruana creo que tenia "un poco de temor" de enfrentarse con la chilena, por ejemplo en Miraflores, cuando Caceres guia el ataque peruano contra la izquierda chilena, por la derecha aparecio la Caballeria peruana, en el lado chileno se mando a llamar a la caballeria chilena para que diese cuenta de la peruana, a los pocos minutos aparecio el Regimiento de Caballeria "Carabineros de Yungay" (fusion de los escuadrones Crabineros de Yungay Nº1 y Nº2) a las ordenes del Coronel Manuel Bulnes, es decir 400 jinetes, pero no hubo enfrentamiento la caballeria peruana volvio riendas y se retiro del Campo de Batalla sin pelear.
En realidad en la Campaña de Lima Chile tenia nominalmente 1.200 jinetes , ya que concurrieron 3 Regimientos y cada uno tenia 400 jinetes. Y en Tacna, Arica y Tarapaca quedo la Caballeria de Reserva (Escuadrones Bueras, Las Heras y Carabineros de Maipú entre otros).
Bueno eso era. saludos
Mi patria sabe que está sola en Sudamérica; pero tiene fe en su estrella, en su derecho y en la justicia que le asiste; y si mañana es atacada, sus hijos, cual otros viriatos sucumbirán todos, antes que rendirse...
Nicanor Molinare
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GMSA escribió:Encontré este enlace con una interesante versión de la GdP basada en el trabajo del historiador peruano Jorge Basadre. El contenido se puede bajar, capítulo por capítulo, en formato PDF.
Atte.
GMSA.
PS: Hace un par de semanas en Iquique de puro tonto perdí la posibilidad de comprar un libro (usado) del historiador peruano Paz Soldán sobre la GdP…el libro realmente prometía, para comenzar tenía como portada una reproducción del cuadro “El Repase”, gran cantidad de fotografías, sobre 400 páginas, etc. Todavía me estoy dando…:pared:
Interesante libro, lo ley completo (ayer), aun asi contiene el libro varios errores.
"Chile concluyó su guerra de la Independencia en 1818, en plazo relativamente breve y no tuvo, a consecuencia de ella, problemas internacionales, pues los auxiliares argentinos se retiraron muy pronto sin intervenir en la política interna. Así pudo vivir durante muchos años aislado, como un largo y angosto barco anclado en el extremo sur de los Andes. "
Esta afirmacion de Basadre es falsa...y las expediciones a Concepcion, Talcahuano, Valdivia, Chiloe y los 2 Ejercitos enviados al Perú en 1820 y 1823????
En este texto Besadre cita una critica velada del Presidente Prado a Grau.
"Ese día (declaró Prado en su manifiesto de Nueva York en agosto de 1880) pudimos haber resuelto en nuestro favor el problema de la guerra, porque debimos apresar o echar a pique los tres buques enemigos que estaban en Iquique (alude a la Esmeralda, la Covadonga y el transporte Matías Cousiño), ese mismo día debieron, conforme a mis órdenes e instrucciones, pasar nuestros buques a Antofagasta donde habrían sido echados a pique o caído en nuestro poder cuatro o cinco transportes chilenos llenos de tropa que llegaban a la sazón. Puede calcularse cuál habría sido el desastre del ejército de Antofagasta, considerando el efecto que hubiera producido la pérdida de las fuerzas de a bordo y la destrucción de las máquinas de agua que surtían la tierra". "
Señor Basadre, el dia Miercoles 21 de mayo de 1879, en la rada de Iquique se encontraban la Corbeta Esmeralda, la Goleta Cañonera Covadonga y el Transporte Lamar, el Matias Cousiño acompaño a Williams al Callao y pa mas rechacha se perdio en el camino.
Otro error de Basadre es cuando dice que la Armada de Chile se guia por los reglamentos de la Marina de EEUU, cuando es recontra sabido nuestra "aficion" a la marina britanica
Pero tambien confirma algunas cosas habia dicho yo antes, y que a muchos peruanos les molesto y no creyeron: que Perú declaro la Guerra a Chile el 6 de Abril sin saber aun la declaracion chilena de Guerra del dia anterior (5 de Abril) "El Presidente Prado expidió, con fecha 6 de abril de 1879, un decreto para declarar que había llegado el casus foederis conforme al tratado de 6 de febrero de 1873; en consecuencia, debía hacerse efectiva, la alianza en todas y cada una de sus estipulaciones."
Otra cosa interesante es la duda que plantea sobre las "versiones peruanas" en este caso del combate de Iquique cuando dice "Entre las distintas y contradictorias versiones peruanas"
Pero dentro de todo, creo reconocer como uno de los trabajos peruanos sobre la Guerra mas coherentes y acertados con la realidad, que he podido leer.
Estos son los que me acuerdo en este momento.
saludos
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Septimo_de_Linea escribió:Pero tambien confirma algunas cosas habia dicho yo antes, y que a muchos peruanos les molesto y no creyeron: que Perú declaro la Guerra a Chile el 6 de Abril sin saber aun la declaracion chilena de Guerra del dia anterior (5 de Abril) "El Presidente Prado expidió, con fecha 6 de abril de 1879, un decreto para declarar que había llegado el casus foederis conforme al tratado de 6 de febrero de 1873; en consecuencia, debía hacerse efectiva, la alianza en todas y cada una de sus estipulaciones."
El Perú tiene conocimiento de la decisión chilena de declaración de guerra el dia 3 de abril.
Para el dia 5 de abril entre las esferas peruanas era archiconocida la noticia.
El dia 6 de abril (ante el conocimiento de la declaración de guerra por parte de Chile) se declara el casus belis, eso significa un motivo para declarar la guerra, mas no la declaración de guerra en sí.
Saludos
- reytuerto
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7mo.
Para comenzar, Feliz Año. Ahora bien, con respecto a tu frase:
"...Aun asi en las Batallas de Lima por cada cañon chileno los peruanos tenian 1 1/2, 70 cañones y 4 ametralladoras chilenos contra 120 cañones y 20 ametralladoras peruanas..."
De los 120 cañones, más de 100 eran cañones nacionales, los White de bronce y los Grieve de acero y bronce. Todos de montaña (calibres 55 y 60 mm respectivamente) y los 10 restantes eran Vavasseur de montaña, de 55 mm también. Si fueses más serio, pondrías el tipo de cañones con que vino el Ejército del Gral. Baquedano (Armstrong de 13 lbs, Krupp de 89, 78, 75 y 60 mm). Saludos.
Para comenzar, Feliz Año. Ahora bien, con respecto a tu frase:
"...Aun asi en las Batallas de Lima por cada cañon chileno los peruanos tenian 1 1/2, 70 cañones y 4 ametralladoras chilenos contra 120 cañones y 20 ametralladoras peruanas..."
De los 120 cañones, más de 100 eran cañones nacionales, los White de bronce y los Grieve de acero y bronce. Todos de montaña (calibres 55 y 60 mm respectivamente) y los 10 restantes eran Vavasseur de montaña, de 55 mm también. Si fueses más serio, pondrías el tipo de cañones con que vino el Ejército del Gral. Baquedano (Armstrong de 13 lbs, Krupp de 89, 78, 75 y 60 mm). Saludos.
La verdad nos hara libres
- GRUMO
- Mariscal de Campo
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Hola Septimo
Feliz año
Leer que una frase de Basadre es falsa, en un principio sono a herejía, pero , no hay verdades eternas e inmaculadas, todo es revisable y rebatible
Atreviendome a interpretar a Basadre, el contexto de la fras es con relación al caudillaje y desgobierno que habia por estos lares, totalmente distinto a la realidad chilena
Sobre Grau
El hecho de ser un héroe de mi país no le quita la condicion humana. Y como todo humano , tuvo sus errores. El General Prado por ello lo critica.
Cierto, pero es parte del posterior análisis donde combian versionas de otras fuentes, incluso las chilenas. Y los trabajos posteriores clarifican la cuestion de Iquique
Saludos
El "incoherente"
Grumo
Feliz año
Leer que una frase de Basadre es falsa, en un principio sono a herejía, pero , no hay verdades eternas e inmaculadas, todo es revisable y rebatible
Esta afirmacion de Basadre es falsa...y las expediciones a Concepcion, Talcahuano, Valdivia, Chiloe y los 2 Ejercitos enviados al Perú en 1820 y 1823????
Atreviendome a interpretar a Basadre, el contexto de la fras es con relación al caudillaje y desgobierno que habia por estos lares, totalmente distinto a la realidad chilena
...Mas que una critica es un elogio, en mi punto de vistaAsí pudo vivir durante muchos años aislado, como un largo y angosto barco anclado en el extremo sur de los Andes. "
Sobre Grau
El hecho de ser un héroe de mi país no le quita la condicion humana. Y como todo humano , tuvo sus errores. El General Prado por ello lo critica.
Otra cosa interesante es la duda que plantea sobre las "versiones peruanas" en este caso del combate de Iquique cuando dice "Entre las distintas y contradictorias versiones peruanas"
Cierto, pero es parte del posterior análisis donde combian versionas de otras fuentes, incluso las chilenas. Y los trabajos posteriores clarifican la cuestion de Iquique
Saludos
El "incoherente"
Grumo
¡Somos o no pilotos de combate!.... ya, que nos den otra misión y salimos 3 o 4 fierros, rasanteamos hasta donde podamos y si nos van tumbando.... nos tumbaron pues.... pero por lo menos uno llega y rompe.... así no regresemos los demás.... total para eso nos hemos formado, para eso estamos preparados, y si vamos a morir.... bueno nos inmolamos por la patria, es la oportunidad de demostrar lo que somos y valemos”. Coronel FAP Marco Antonio Schenone Oliva , piloto muerto en el Cenepa
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Feliz año a todos ustedes tambien.
Si el Gobierno peruano se entero el dia 3 de Abril de la declaracion de Guerra de Chile deberia de haber avisado a sus Prefectos de un inminente ataque, no crees.
Si bien nunca dije que la artilleria peruana en Chorrillos y Miraflores fuera superior a la chilena, sino lo contrario, el emplazamiento con antelacion, y medidas las distancias de tiro (supongo) los cañones peruanos debieron de ser mas eficaces que los chilenos, y ni hablar de sus ametralladoras, colocadas en lugares altos del terreno. La artilleria de Campaña chilena apenas casi no pudo colocarse en posicion de defender el avance de la infanteria, no asi la de Montaña que logro ponerse mas cerca de la linea de combate y apoyar eficasmente a la infanteria chilena.
Estimado Grumo, esa interpretacion podria acercarse un poco pero entre 1826 y 1831 es llamado en la Historia de Chile como el periodo de "Anarquia", mas breve que en los demas paises de Sudamerica, pero Anarquia al fin y al cabo.
No recuerdo una fuente chilena del 21 de Mayo que difiera de otra fuente chilena, es decir, por lo recuerdo todas ellas concuerdan con las versiones de neutrales presentes en la bahia. La primera version chilena es el parte de Uribe.
Feliz año y suerte a todos.....menos a la seleccion peruana cuando enfrente a Chile por las eliminatorias y al Mexico 3 de la Libertadores que debe jugar con la U.de Chile.
saludos
Si el Gobierno peruano se entero el dia 3 de Abril de la declaracion de Guerra de Chile deberia de haber avisado a sus Prefectos de un inminente ataque, no crees.
Si bien nunca dije que la artilleria peruana en Chorrillos y Miraflores fuera superior a la chilena, sino lo contrario, el emplazamiento con antelacion, y medidas las distancias de tiro (supongo) los cañones peruanos debieron de ser mas eficaces que los chilenos, y ni hablar de sus ametralladoras, colocadas en lugares altos del terreno. La artilleria de Campaña chilena apenas casi no pudo colocarse en posicion de defender el avance de la infanteria, no asi la de Montaña que logro ponerse mas cerca de la linea de combate y apoyar eficasmente a la infanteria chilena.
Estimado Grumo, esa interpretacion podria acercarse un poco pero entre 1826 y 1831 es llamado en la Historia de Chile como el periodo de "Anarquia", mas breve que en los demas paises de Sudamerica, pero Anarquia al fin y al cabo.
No recuerdo una fuente chilena del 21 de Mayo que difiera de otra fuente chilena, es decir, por lo recuerdo todas ellas concuerdan con las versiones de neutrales presentes en la bahia. La primera version chilena es el parte de Uribe.
Feliz año y suerte a todos.....menos a la seleccion peruana cuando enfrente a Chile por las eliminatorias y al Mexico 3 de la Libertadores que debe jugar con la U.de Chile.
saludos
Mi patria sabe que está sola en Sudamérica; pero tiene fe en su estrella, en su derecho y en la justicia que le asiste; y si mañana es atacada, sus hijos, cual otros viriatos sucumbirán todos, antes que rendirse...
Nicanor Molinare
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Ojala pierdan
Asi que , recibiendo los tomatazos de quienes ven en el Futbol motivo de orgullo nacional, para mi lo mejor es que pierdan, dado que así menos opio para el pueblo
Saludos
El "opiomano"
Grumo
Asi que , recibiendo los tomatazos de quienes ven en el Futbol motivo de orgullo nacional, para mi lo mejor es que pierdan, dado que así menos opio para el pueblo
Saludos
El "opiomano"
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¡Somos o no pilotos de combate!.... ya, que nos den otra misión y salimos 3 o 4 fierros, rasanteamos hasta donde podamos y si nos van tumbando.... nos tumbaron pues.... pero por lo menos uno llega y rompe.... así no regresemos los demás.... total para eso nos hemos formado, para eso estamos preparados, y si vamos a morir.... bueno nos inmolamos por la patria, es la oportunidad de demostrar lo que somos y valemos”. Coronel FAP Marco Antonio Schenone Oliva , piloto muerto en el Cenepa
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Septimo_de_Linea escribió:No recuerdo una fuente chilena del 21 de Mayo que difiera de otra fuente chilena, es decir, por lo recuerdo todas ellas concuerdan con las versiones de neutrales presentes en la bahia. La primera version chilena es el parte de Uribe.
saludos
Pero se crearon mitos, por ejemplo (y los que han tenido la oportunidad de ir a Iquique lo pueden comprobar) que Prat no murió en la cubierta, sino en el tópico. De acuerdo al mito, Prat fue llevado al interior del Huáscar, y solo expiró cuando Grau le comunicó que la Esmeralda se hundió peleando.
Por cierto, estando en San Francisco (Dolores) y Tarapacá; pude comprobar aquello que algunos pobladores chilenos me dijeron: Si pasas la noche en aquellas terrenos escucharás por las madrugadas sonidos de cañones, gritos, disparos, una batalla.
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Septimo_de_Linea escribió:Esta afirmacion de Basadre es falsa...y las expediciones a Concepcion, Talcahuano, Valdivia, Chiloe y los 2 Ejercitos enviados al Perú en 1820 y 1823????
Las expediciones chilenas poco o nada hicieron por la Independencia del Perú. Llegaron y se fueron sin liberar a nadie. Perú seguia teniendo un Virrey y las fuerzas españolas seguían haciendo lo que querían.
La capitulación española, recién se da con las batallas de Junin y Ayacucho en 1824.
No obstante es bueno recordarles que ya estamos viejos como para creernos la historia de que las guerras de independencia e America se hicieron con la finalidad de sacar a los malos españoles que nos explotaban y se llevaban nuestras riquezas (este orden de cosas continuó solo se cambiaron de autoridades), y luego convertirnos en una nación libre y soberana blah blah blah.
saludos.
PD: Blah.
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Es decir que segun el Mito ¿Grau y Prat estubieron en el interior del Huascar echando la talla? por favor, ponte serio.
Cuando la mayoria de las tropas chilenas se retiraron del Perú, solo quedaba en poder de los realistas la Sierra central peruana al interior de Lima, Tacna y Arica fueron liberadas por la Infanteria de Marina de Chile, al mando del Mayor Miller, ya sbes, todos bajo el mando de Cochrane, asi tambien el norte peruano. Y tambien es sabido por todos (al parecer solo tu no sabes) que en las Batallas de Junin y Ayacucho pelearon hombro con hombro chilenos y argentinos, peruanos y bolivianos, venezolonas, colombianos y ecuatorianos.
En 1824 y en Junin y Ayacucho pelearon tambien los chilenos, sin banderas, revueltos entre cuerpos peruanos, colombinos y argentinos.
saludos
Cuando la mayoria de las tropas chilenas se retiraron del Perú, solo quedaba en poder de los realistas la Sierra central peruana al interior de Lima, Tacna y Arica fueron liberadas por la Infanteria de Marina de Chile, al mando del Mayor Miller, ya sbes, todos bajo el mando de Cochrane, asi tambien el norte peruano. Y tambien es sabido por todos (al parecer solo tu no sabes) que en las Batallas de Junin y Ayacucho pelearon hombro con hombro chilenos y argentinos, peruanos y bolivianos, venezolonas, colombianos y ecuatorianos.
En 1824 y en Junin y Ayacucho pelearon tambien los chilenos, sin banderas, revueltos entre cuerpos peruanos, colombinos y argentinos.
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