What if: Imaginemos un Barbarroja en 2 etapas
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- General de Brigada
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- Ubicación: Chacoi
What if: Imaginemos un Barbarroja en 2 etapas
Una vez que llega Henrici, lo recibo con un cálido saludo:
- Estimado General, que placer verlo.
- Lo mismo digo, Mein Führer. ¿Cómo se arriesgó a venir al Frente Oriental, que se ha transformado en una zona muy peligrosa?.
- Las circunstancias así lo requieren. Debo estar cerca de mis soldados, pero más que nada deseo establecer mi Cuartel General lo más cerca posible del Frente, para poder tener una idea cabal de la situación y poder controlar mejor las operaciones.
- ¿Y ha venido solo?
- No, vino Halder, Jodl y Von Keitel conmigo. Goebbels me insistió para que me acompañe todo un Regimiento de las SS como mi guardia personal, pero yo le dije categóricamente que no. Al final acepté que venga una Compañía de soldados de las SS.
- Yo coincido con Goebbels. Si bien Smolenko es una zona relativamente alejada del Frente, hay peligros de bombardeos e inclusive de ataques de partisanos. Pienso que un regimiento hubiera sido lo mejor.
- Es que aparte de los 200 soldados de la Compañía, el obsesivo de Goebbels mandó todo un equipo de camarógrafos para que filmen cada una de mis actividades en el Frente. Y usted sabe que en política la propaganda es importante.
- No sólo en política, estimado Führer, sino en la guerra también es clave.
- Ya lo creo.
- De todas maneras la zona es peligrosa y yo voy a llevar también otra compañía para que lo proteja.
- No exagere, que tampoco voy a ir al Frente de batalla a pelear con los rusos. Aparte en Octubre obreros de la “Agrupación Todt” me han armado un Bunker, rodeado de soldados, alambrados y con protección antiaérea, así que no se preocupe, estimado Henrici.
El General Henrici meneará la cabeza, no muy convencido y luego me preguntará:
- ¿Estoy intrigado por saber para qué requiere de mis servicios?
- Le voy a ser muy sincero: Necesito un brillante estratega que domine el “Arte de la defensa”, y sé que usted es el más indicado para esos menesteres.
- Le agradezco el elogio y estoy a su disposición.
- Quiero recorrer el frente de batalla y que usted supervice el estado en que están las defensas y que en base a su experiencia les dé consejos sobre dónde ubicar la artillería, dónde colocar las minas, qué alturas hay que mantener, qué terreno es el más apto para la defensa, dónde deben estar ubicados los batallones etc. Inclusive quiero que les dé pequeños “Tips” al nivel más bajo de una Compañía, sobre la forma de preparar las trincheras, sobre la ubicación de los nidos de ametralladoras y hasta de morteros.
- El frente está muy peligroso estimado Führer.
- No importa, vale la pena el riesgo, porque deseo una comunicación directa con los soldados para poder motivarlos y que sepan que su Führer está con ellos al pie del cañón y no que estoy alejado de la realidad, calentito en mi Guarida del Lobo a cientos de kilómetros.
- Es una excelente idea. Pero el frente es muy largo.
- No es mi intención recorrer los 600 km de frente ni tampoco arriesgar mi vida en la línea de fuego, sino ir a varios lugares y que la noticia de que yo estoy en el Frente se expanda como reguero de pólvora, porque persigo la intención de motivar a mis soldados para hacerles sentir que yo estoy junto a ellos al “Pie del cañón” e insuflarle fuerza y coraje.
- Es una excelente idea, Mein Führer. La zona de Rzhev y los altos del Valdai es muy peligrosa y esta bajo constantes contraataques. Pero la zona de Borodino tiene una línea férrea directa desde Smolenk y Borodino está muy cerca de Moscú.
- Borodino me parece no solo una buena elección, sino que es una ciudad simbólica porque en esa ciudad aconteció la Batalla de Napoleón contra Alejanro I y fue una de las batallas más sangrientas.
- Muy cierto, Mein Führer. En un par de horas podríamos estar ahí, aunque el ferrocarril está colapsado.
- No deseo ir en mi Tren Privado, sino montar en un tren de carga que lleva vituallas al frente. De paso puedo tener una dimensión de la situación en que se encuentra el “Tren logístico”.
- Bueno, aunque le aviso que no va a ser un viaje muy cómodo.
- No me importa. Si mis soldados están padeciendo penurias, pues yo deseo sentir lo mismo.
- Bueno, marchemos. Una vez que lleguemos a Borodino podríamos ir bajando hasta la ciudad de Medyn. Es una zona más tranquila de la retaguardia y hay muchos hospitales en donde su visita puede ser un aliciente para los soldados heridos.
- ¡Excelente idea!! – exclamaré Yo, conforme con la ruta a seguir.
Luego Henrici me dirá:
- Hay un tren que sale en media hora que está llevando municiones a Borodino. Podríamos ir en ese tren.
- Me parece una excelente idea. Cuanto antes partamos, mejor.
- ¿Alguien más vendrá con usted? me preguntará Henrici.
- No creo que los mentecatos de Jodl y Keitel quieran venir ya que van a preferir quedarse en el confortable Cuartel General en Smolenko. Y aparte no los necesito.
En ese punto intervendrá Halder, quien me dirá:
- Yo sí deseo ir, Mein Führer, para ver la situación en el Frente.
- Me parece bien, General Halder. Antes de partir voy a hablar con Jodl y Keitel para que se encarguen de organizar el armado de mi Cuartel General aquí en la ciudad de Smolenko.
Me dirigiré a las oficinas en donde están Jodl y Keitel y les diré:
- Me estoy yendo a Borodino, para tener contacto directo con el Frente. Lo mejor será que ustedes se queden acá, organizando todo el funcionamiento del Cuartel General, la sala de mapas, la estaciones de radio y comunicación etc.
Von Keitel me dirá:
- Mein Führer, es muy peligroso ir al Frente. Lo mejor será que usted dirija desde acá las acciones.
- No te preocupes Keitel, que voy a estar bien.
- Pero que por lo menos lo acompañe la Compañía de SS para protegerlo.
- No, es una locura llevar a 150 solados nada más que para mi guardia personal. Me conformo con un Pelotón.
Una vez organizado todo, les diré a Halder y Henrici:
- En forma previsora me traje varias cajas desde Berlín con chocolates, cigarrillos y bebidas para distribuirlos entre la tropa.
- ¡Excelente idea! – manifestará Henrici – Es un buen gesto que va a reconfortar a la tropa
Iniciaremos la marcha al mediodía, en un tren de carga que lleva municiones para cañones. Para paliar las incomodidades del vagón, con unos cajones improvisaremos varias sillas para sentarnos.
El viaje será en silencio, observando la desolación de la estepa helada y la destrucción dejada por la Wehrmacht en sus duros combates de octubre de 1941.
En un vagón iremos YO, Henrici, Halder y varios ayudantes. Mientras que en otro vagón viajará los 40 soldados del pelotón de las SS y el "Equipo de camarógrafos".
En un momento el tren se detendrá.
Un soldado se acercará y nos dirá:
- El tráfico está colapsado y durante varias horas no se va a poder avanzar.
Sin dudar, yo les diré:
- Pues seguiremos a pie o caballo o como sea.
- Le puedo conseguir un automóvil, Mein Führer
- No, no quiero gastar el preciado combustible. Búsqueme algún carro tirado por caballos.
- Bueno.
- ¿En qué ciudad estamos? – preguntaré yo.
- En Gsthadt – me contestará Henrici.
Mientras esperamos el carro, me acercaré a un Gefreiter que está dando órdenes a los gritos parado encima de un montículo de nieve, y le preguntaré:
- ¿Qué pasa que hay tanto caos y los trenes no avanzan?
Al ver que el mismísimo Hitler está frente a sus narices, se va a cuadrar y tartamudeando me dirá:
- Mein Führer, lo que pasa es que hay mucho tráfico y las vías aún no se han adaptado al ancho alemán.
Furioso le diré:
- Quiero que me lleve con el responsable.
Caminaremos un centenar de metros hasta una oficina en donde una persona de unos 40 años está sentado frente a una estufa tomando un café.
Al verme, asustado se incorporará y haciendo el saludo nazi me dirá:
- Heil Hitler.
Irritado le gritaré en la cara:
- ¡Se puede saber qué hace usted cómodamente sentado tomando una taza de café, mientras afuera reina el caos y no se avanza!.
- Lo que pasa Mein Führer es que no podemos avanzar porque…
- ¡Me importa un rábano sus excusas!. ¡Usted debería estar afuera dando órdenes y preocupándose porque las municiones, abrigos y comidas lleguen al frente!. ¡Usted es consciente de que miles de soldados están en este momento peleando contra los rusos y necesita con desesperación municiones!!??
- Si Mein Führer, pero…
- ¡Pero nada!. ¡No hay excusa que lo perdone! - y sin que me tiemble la voz, llamaré 2 dos soldados de las SS de mi guardia personal y les diré:
- Quiero que ahorquen ya a esta persona en los andenes de la estación de tren, para que sirva de ejemplo y escarmiento de todo aquel que no entienda que se está librando una guerra “Sin Cuartel”, de vida o muerte, y que hay que cada soldado, cada oficial y cada empleado administrativo debe poner todo su esfuerzo, toda su energía y hasta la última gota de sudor y sangre en esta guerra.
Los soldados de las SS tomarán al empleado de 40 años y lo sacará al frío de la intemperie. Siguiendo mis órdenes al pie de la letra, los soldados de las SS improvisarán una horca y a pesar de los llantos y súplicas del empleado, será ahorcado sin miramientos del techo de la estación de trenes.
Un montón de soldados se amontonarán ante el espectáculo. AL ver que mismísimo Hitler está en Gsthadt se armará un alboroto.
Yo les ordenaré a los camarógrafos:
- Filmen cómo se ahorca a un mal soldado.
Una vez ahorcado el empleado de ferrocarril, yo me pararé al lado del cadáver que cuelga y les diré:
- Este hombre no cumplió con su deber. Mientras miles de soldados están muriendo en la línea del frente, este sujeto tomaba un café cómodamente sentado en su oficina.
Estamos librando una guerra sin cuartel contra un enemigo despiadado. Y no podemos darnos el lujo de demostrar flaquezas o dudas. Al contrario, es momento de coraje, de decisión y de poner todo nuestro mayor esfuerzo y empeño en ganar la guerra.
Todo aquel que no cumpla con su deber y demuestre flaqueza o prefiera la comodidad al sacrificio, será colgado como este mal soldado que no estaba cumpliendo con su deber, porque un mal soldado es como un traidor.
Varios asentirán, mientras otros exclamarán “¡Heil Hitler!”.
Yo, para tranquilizar las aguas ante tan terrible espectáculo, me acercaré a saludar a los soldados agrupados ante el anden de la Estación de Tren y les obsequiaré con barras de chocolates y cigarrillos.
Continuará.
- Estimado General, que placer verlo.
- Lo mismo digo, Mein Führer. ¿Cómo se arriesgó a venir al Frente Oriental, que se ha transformado en una zona muy peligrosa?.
- Las circunstancias así lo requieren. Debo estar cerca de mis soldados, pero más que nada deseo establecer mi Cuartel General lo más cerca posible del Frente, para poder tener una idea cabal de la situación y poder controlar mejor las operaciones.
- ¿Y ha venido solo?
- No, vino Halder, Jodl y Von Keitel conmigo. Goebbels me insistió para que me acompañe todo un Regimiento de las SS como mi guardia personal, pero yo le dije categóricamente que no. Al final acepté que venga una Compañía de soldados de las SS.
- Yo coincido con Goebbels. Si bien Smolenko es una zona relativamente alejada del Frente, hay peligros de bombardeos e inclusive de ataques de partisanos. Pienso que un regimiento hubiera sido lo mejor.
- Es que aparte de los 200 soldados de la Compañía, el obsesivo de Goebbels mandó todo un equipo de camarógrafos para que filmen cada una de mis actividades en el Frente. Y usted sabe que en política la propaganda es importante.
- No sólo en política, estimado Führer, sino en la guerra también es clave.
- Ya lo creo.
- De todas maneras la zona es peligrosa y yo voy a llevar también otra compañía para que lo proteja.
- No exagere, que tampoco voy a ir al Frente de batalla a pelear con los rusos. Aparte en Octubre obreros de la “Agrupación Todt” me han armado un Bunker, rodeado de soldados, alambrados y con protección antiaérea, así que no se preocupe, estimado Henrici.
El General Henrici meneará la cabeza, no muy convencido y luego me preguntará:
- ¿Estoy intrigado por saber para qué requiere de mis servicios?
- Le voy a ser muy sincero: Necesito un brillante estratega que domine el “Arte de la defensa”, y sé que usted es el más indicado para esos menesteres.
- Le agradezco el elogio y estoy a su disposición.
- Quiero recorrer el frente de batalla y que usted supervice el estado en que están las defensas y que en base a su experiencia les dé consejos sobre dónde ubicar la artillería, dónde colocar las minas, qué alturas hay que mantener, qué terreno es el más apto para la defensa, dónde deben estar ubicados los batallones etc. Inclusive quiero que les dé pequeños “Tips” al nivel más bajo de una Compañía, sobre la forma de preparar las trincheras, sobre la ubicación de los nidos de ametralladoras y hasta de morteros.
- El frente está muy peligroso estimado Führer.
- No importa, vale la pena el riesgo, porque deseo una comunicación directa con los soldados para poder motivarlos y que sepan que su Führer está con ellos al pie del cañón y no que estoy alejado de la realidad, calentito en mi Guarida del Lobo a cientos de kilómetros.
- Es una excelente idea. Pero el frente es muy largo.
- No es mi intención recorrer los 600 km de frente ni tampoco arriesgar mi vida en la línea de fuego, sino ir a varios lugares y que la noticia de que yo estoy en el Frente se expanda como reguero de pólvora, porque persigo la intención de motivar a mis soldados para hacerles sentir que yo estoy junto a ellos al “Pie del cañón” e insuflarle fuerza y coraje.
- Es una excelente idea, Mein Führer. La zona de Rzhev y los altos del Valdai es muy peligrosa y esta bajo constantes contraataques. Pero la zona de Borodino tiene una línea férrea directa desde Smolenk y Borodino está muy cerca de Moscú.
- Borodino me parece no solo una buena elección, sino que es una ciudad simbólica porque en esa ciudad aconteció la Batalla de Napoleón contra Alejanro I y fue una de las batallas más sangrientas.
- Muy cierto, Mein Führer. En un par de horas podríamos estar ahí, aunque el ferrocarril está colapsado.
- No deseo ir en mi Tren Privado, sino montar en un tren de carga que lleva vituallas al frente. De paso puedo tener una dimensión de la situación en que se encuentra el “Tren logístico”.
- Bueno, aunque le aviso que no va a ser un viaje muy cómodo.
- No me importa. Si mis soldados están padeciendo penurias, pues yo deseo sentir lo mismo.
- Bueno, marchemos. Una vez que lleguemos a Borodino podríamos ir bajando hasta la ciudad de Medyn. Es una zona más tranquila de la retaguardia y hay muchos hospitales en donde su visita puede ser un aliciente para los soldados heridos.
- ¡Excelente idea!! – exclamaré Yo, conforme con la ruta a seguir.
Luego Henrici me dirá:
- Hay un tren que sale en media hora que está llevando municiones a Borodino. Podríamos ir en ese tren.
- Me parece una excelente idea. Cuanto antes partamos, mejor.
- ¿Alguien más vendrá con usted? me preguntará Henrici.
- No creo que los mentecatos de Jodl y Keitel quieran venir ya que van a preferir quedarse en el confortable Cuartel General en Smolenko. Y aparte no los necesito.
En ese punto intervendrá Halder, quien me dirá:
- Yo sí deseo ir, Mein Führer, para ver la situación en el Frente.
- Me parece bien, General Halder. Antes de partir voy a hablar con Jodl y Keitel para que se encarguen de organizar el armado de mi Cuartel General aquí en la ciudad de Smolenko.
Me dirigiré a las oficinas en donde están Jodl y Keitel y les diré:
- Me estoy yendo a Borodino, para tener contacto directo con el Frente. Lo mejor será que ustedes se queden acá, organizando todo el funcionamiento del Cuartel General, la sala de mapas, la estaciones de radio y comunicación etc.
Von Keitel me dirá:
- Mein Führer, es muy peligroso ir al Frente. Lo mejor será que usted dirija desde acá las acciones.
- No te preocupes Keitel, que voy a estar bien.
- Pero que por lo menos lo acompañe la Compañía de SS para protegerlo.
- No, es una locura llevar a 150 solados nada más que para mi guardia personal. Me conformo con un Pelotón.
Una vez organizado todo, les diré a Halder y Henrici:
- En forma previsora me traje varias cajas desde Berlín con chocolates, cigarrillos y bebidas para distribuirlos entre la tropa.
- ¡Excelente idea! – manifestará Henrici – Es un buen gesto que va a reconfortar a la tropa
Iniciaremos la marcha al mediodía, en un tren de carga que lleva municiones para cañones. Para paliar las incomodidades del vagón, con unos cajones improvisaremos varias sillas para sentarnos.
El viaje será en silencio, observando la desolación de la estepa helada y la destrucción dejada por la Wehrmacht en sus duros combates de octubre de 1941.
En un vagón iremos YO, Henrici, Halder y varios ayudantes. Mientras que en otro vagón viajará los 40 soldados del pelotón de las SS y el "Equipo de camarógrafos".
En un momento el tren se detendrá.
Un soldado se acercará y nos dirá:
- El tráfico está colapsado y durante varias horas no se va a poder avanzar.
Sin dudar, yo les diré:
- Pues seguiremos a pie o caballo o como sea.
- Le puedo conseguir un automóvil, Mein Führer
- No, no quiero gastar el preciado combustible. Búsqueme algún carro tirado por caballos.
- Bueno.
- ¿En qué ciudad estamos? – preguntaré yo.
- En Gsthadt – me contestará Henrici.
Mientras esperamos el carro, me acercaré a un Gefreiter que está dando órdenes a los gritos parado encima de un montículo de nieve, y le preguntaré:
- ¿Qué pasa que hay tanto caos y los trenes no avanzan?
Al ver que el mismísimo Hitler está frente a sus narices, se va a cuadrar y tartamudeando me dirá:
- Mein Führer, lo que pasa es que hay mucho tráfico y las vías aún no se han adaptado al ancho alemán.
Furioso le diré:
- Quiero que me lleve con el responsable.
Caminaremos un centenar de metros hasta una oficina en donde una persona de unos 40 años está sentado frente a una estufa tomando un café.
Al verme, asustado se incorporará y haciendo el saludo nazi me dirá:
- Heil Hitler.
Irritado le gritaré en la cara:
- ¡Se puede saber qué hace usted cómodamente sentado tomando una taza de café, mientras afuera reina el caos y no se avanza!.
- Lo que pasa Mein Führer es que no podemos avanzar porque…
- ¡Me importa un rábano sus excusas!. ¡Usted debería estar afuera dando órdenes y preocupándose porque las municiones, abrigos y comidas lleguen al frente!. ¡Usted es consciente de que miles de soldados están en este momento peleando contra los rusos y necesita con desesperación municiones!!??
- Si Mein Führer, pero…
- ¡Pero nada!. ¡No hay excusa que lo perdone! - y sin que me tiemble la voz, llamaré 2 dos soldados de las SS de mi guardia personal y les diré:
- Quiero que ahorquen ya a esta persona en los andenes de la estación de tren, para que sirva de ejemplo y escarmiento de todo aquel que no entienda que se está librando una guerra “Sin Cuartel”, de vida o muerte, y que hay que cada soldado, cada oficial y cada empleado administrativo debe poner todo su esfuerzo, toda su energía y hasta la última gota de sudor y sangre en esta guerra.
Los soldados de las SS tomarán al empleado de 40 años y lo sacará al frío de la intemperie. Siguiendo mis órdenes al pie de la letra, los soldados de las SS improvisarán una horca y a pesar de los llantos y súplicas del empleado, será ahorcado sin miramientos del techo de la estación de trenes.
Un montón de soldados se amontonarán ante el espectáculo. AL ver que mismísimo Hitler está en Gsthadt se armará un alboroto.
Yo les ordenaré a los camarógrafos:
- Filmen cómo se ahorca a un mal soldado.
Una vez ahorcado el empleado de ferrocarril, yo me pararé al lado del cadáver que cuelga y les diré:
- Este hombre no cumplió con su deber. Mientras miles de soldados están muriendo en la línea del frente, este sujeto tomaba un café cómodamente sentado en su oficina.
Estamos librando una guerra sin cuartel contra un enemigo despiadado. Y no podemos darnos el lujo de demostrar flaquezas o dudas. Al contrario, es momento de coraje, de decisión y de poner todo nuestro mayor esfuerzo y empeño en ganar la guerra.
Todo aquel que no cumpla con su deber y demuestre flaqueza o prefiera la comodidad al sacrificio, será colgado como este mal soldado que no estaba cumpliendo con su deber, porque un mal soldado es como un traidor.
Varios asentirán, mientras otros exclamarán “¡Heil Hitler!”.
Yo, para tranquilizar las aguas ante tan terrible espectáculo, me acercaré a saludar a los soldados agrupados ante el anden de la Estación de Tren y les obsequiaré con barras de chocolates y cigarrillos.
Continuará.
-
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- Registrado: 08 Feb 2012, 05:38
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What if: Imaginemos un Barbarroja en 2 etapas
Una vez superado el desagradable espectáculo, montaremos en el Carro a Caballos y seguiremos la marcha hacia el frente.
Como no había más carros ni caballos para mi escolta, mis soldados me seguirán a pie.
Una vez solos en el Carro, Henrici me dirá:
- Estimado Führer, me pareció muy exagerada su reacción de ahorcar a ese pobre encargado del ferrocarril.
- A mí también. Por dentro se me estrujaba el alma. Pero deseo darle una explicación de mi extremista decisión.
Y aclarándome la garganta me largaré a hablar:
- La guerra ha tomado ribetes dantesco y el rumbo que sigue no es para halagüeño. Deseo serle muy sincero: BARBARROJA FRACASÓ.
Atónito, Henrici me mirará directamente a los ojos:
- ¿¿No entiendo??
- Estimado Gotthard, ¿en que mundo vive usted?. No ha visto sus mapas, el estado de sus divisiones, la situación del frente, el cansancio de la tropa, lo tensionada que está la logística. Para colmo de males pelean con una brutalidad casi irracional. Nunca he visto soldados tan fanáticos y oficiales que no dudan en matar a sus propios soldados si muestran algún tipo de flaquezas.
- Es muy cierto. Yo jamás había visto a soldados pelear de esa manera. He sido testigo de masacres y he visto a pobre soldados alemanes que cayeron prisioneros de los soviéticos, despellejados y sometidos a todo tipo de vejámenes. Lo que no sabía que usted estaba al tanto de toda esos hechos sanguinarios.
- Estoy muy al tanto. Por eso creo que no es momento de mostrarse débil, dubitativo o contemplativo. Me dolió en el alma ahorcar a ese pobre empleado del ferrocarril. Pero sé también que esa muerte fue útil porque a través de ese linchamiento público les mandé un claro mensaje a toda la tropa: NO ES MOMENTO DE DEBILIDADES, DUDAS U HOLGAZANERÍA. ES MOMENTO DE CORAJE, ENTREGA SIN LÍMITES Y LUCHA SIN CUARTEL.
- Entiendo. Sería una especie de escarmiento.
- Mucho más que un escarmiento, sino todo un SIMBOLISMO. Hay un mensaje muy claro en mi decisión de ahorcarlo: No podemos descansar ni un segundo, sino que hay que dejar la vida en estos momentos decisivos.
- Puede ser… ¿Pero qué tiene que ver eso con el “Fracaso de Barbarroja”?
- Porque supuestamente la campaña debió haber durado no más de 16 semanas y conquistado Leningrado, Moscú y Rostov. Y llevamos 20 semanas de durísimos combates y no hemos conquistado ni uno de nuestros objetivos. Y para peor no estamos ni siquiera cerca de conquistarlos. Y encima el ejército soviético se muestra dispuesto a vender cara su derrota peleando como gato panza arriba.
- Es cierto, pero aún nos queda una chance de derrotarlos.
- Yo no creo eso. Para el 10 de Octubre le habíamos destruido 5 ejércitos en las Bolsas de “Vyazma-Briansk”. Tres semanas después han regenerado nuevos ejércitos, armados nuevas divisiones y enviadas a reconstituir un frente defensivo. Es increíble, pero se reproducen como “Hongos”.
- Es muy cierto. Su capacidad de resistencia y lucha es increíble. Y más me sorprende cómo les destruimos una división y a los pocos días aparecen nuevas divisiones.
- Halder ya ha detectado más de 360 divisiones de todo tipo.
- Pero también hay que decir que son divisiones muy mal entrenadas, pésimamente dirigidas y pobremente armadas. Hemos capturado soldados que ni siquiera tienen uniformes y visten ropas de campesinos. Los hemos interrogado para que nos digan el la división a la que están adscriptos, a qué regimiento pertenecen o tan sólo el nombre de sus superiores y no supieron contestar!!!???
- ¡Increíble!... ¿Y qué dicen cuando se los interroga?
- Nos dicen sus nombres y a la ciudad a la que pertenecen. Provienen de los confines más remoto de la URSS y cuentan que fueron reclutados a la fuerza, armados con un fusil y un puñado de balas y llevados al frente en un largo viaje por ferrocarril, en vagones de ganado en donde no le dieron comida y tuvieron que hacer sus “Necesidades” parados en el mismísimo vagón.
- ¡Qué asco!. Pero sin embargo lo que me dice no sólo es revelador, sino que confirma lo que le dije: QUE BARBARROJA FRACASÓ.
- Puede ser… La verdad que jamás me imaginé que la campaña iba a tomar un giro tan salvaje y sangriento. El ejército Rojo, más allá de su falta de profesionalismo, representó una “Desagradable sorpresa”. Su actitud de atacar en todos lados y a como dé lugar, ha desgastado a nuestras divisiones y quitado poder de fuego a nuestros ejércitos.
- ¡Exactamente!. Y su estrategia es muy clara: CAMBIAR SANGRE POR TIEMPO.
- Tiene razón, Mein Fhürer. Aunque por momentos suena torpe y hasta inhumano.
- ¡Por supuesto!. Pero les ha dado resultados. La Wehrmacht está muy desgastada y ellos han conseguido su objetivo. Para colmo mire a su alrededor y tan sólo verá desolación y muerte. Encima los rusos han aplicado la estrategia de “Tierra quemada” y va dejando a su paso ciudades quemadas, animales muertos y material destruido. Nuestra logística se ha tensionado y no podemos aprovisionar correctamente a las tropas. Y encima de males vino la “Rasputiza” y ahora la nieve y el frío extremo. ¡Y no es la nieve el lugar más apto para nuestras divivisiones mecanizadas y nuestras revolucionarias tácticas de BlitzKrieg!.
- Muy cierto. Pero hay que tener en cuenta dos aspectos muy importante:
1) Ellos también tienen sus divisiones desgastadas y por debajo del 50%
2) Sus tácticas son torpes y su cuerpo de oficiales son novatos que no manejan el arte de la guerra mecanizada.
Eso representa para nosotros una gran diferencia y el punto que puede desequilibrar la balanza.
- ¡Estimado Gotthard, de qué desequilibrio hablas si muchos de nuestros pobres soldados aún tiene la ropa de verano, apenas les llega un mendrugo de pan, nuestros cañones fueron engullidos por el barro, no hay suficiente municiones y nuestros Panzer no tienen suficiente fuel!???
- Los rusos están mucho peor. – me contestará Henrici.
Para convencerlo, le diré:
- Tengo un AS en la manga: Un espía me confirmó que los rusos están armando en la retaguardia a 1.000.000 de soldados para una gran “Contraofensiva”.
- Ah!!!. Con razón. Eso cambia todo.
- Por eso necesito pasar a “Cuarteles de Invierno”, armar defensas y esperar a los rusos con el cuchillo entre los dientes. Bajo estas circunstancias tan adversas, mis puntos a favor están en la “Defensa”, no en el “Ataque”, y por varios motivos:
a) Las divisiones desgastadas rinden mejor en la defensa que en el ataque.
b) Los Panzer en la retaguardia van a tener un uso mucho más útil y por sobre todas las cosas serán más “Dañinos” taponando penetraciones rusas que con poco fuel en una ofensiva en un terreno “Nevado”.
c) Los soldados están tan fatigados que cualquier ofensiva va a languidecer, sin posibilidad de llegar a Moscú.
d) Las divisiones rusas son torpes atacando. Y encima se van a encontrar con defensas bien “Plantadas”, con bunkers, con la artillería reglada, que las van a destrozar.
e) Voy a obtener un mayor rédito y una mayor capacidad de destrucción “Defendiendo” que “Artacando”.
- Por todos esos motivos he decidido dejar Moscú para 1942 y hacer un parate.
Continuará.
Como no había más carros ni caballos para mi escolta, mis soldados me seguirán a pie.
Una vez solos en el Carro, Henrici me dirá:
- Estimado Führer, me pareció muy exagerada su reacción de ahorcar a ese pobre encargado del ferrocarril.
- A mí también. Por dentro se me estrujaba el alma. Pero deseo darle una explicación de mi extremista decisión.
Y aclarándome la garganta me largaré a hablar:
- La guerra ha tomado ribetes dantesco y el rumbo que sigue no es para halagüeño. Deseo serle muy sincero: BARBARROJA FRACASÓ.
Atónito, Henrici me mirará directamente a los ojos:
- ¿¿No entiendo??
- Estimado Gotthard, ¿en que mundo vive usted?. No ha visto sus mapas, el estado de sus divisiones, la situación del frente, el cansancio de la tropa, lo tensionada que está la logística. Para colmo de males pelean con una brutalidad casi irracional. Nunca he visto soldados tan fanáticos y oficiales que no dudan en matar a sus propios soldados si muestran algún tipo de flaquezas.
- Es muy cierto. Yo jamás había visto a soldados pelear de esa manera. He sido testigo de masacres y he visto a pobre soldados alemanes que cayeron prisioneros de los soviéticos, despellejados y sometidos a todo tipo de vejámenes. Lo que no sabía que usted estaba al tanto de toda esos hechos sanguinarios.
- Estoy muy al tanto. Por eso creo que no es momento de mostrarse débil, dubitativo o contemplativo. Me dolió en el alma ahorcar a ese pobre empleado del ferrocarril. Pero sé también que esa muerte fue útil porque a través de ese linchamiento público les mandé un claro mensaje a toda la tropa: NO ES MOMENTO DE DEBILIDADES, DUDAS U HOLGAZANERÍA. ES MOMENTO DE CORAJE, ENTREGA SIN LÍMITES Y LUCHA SIN CUARTEL.
- Entiendo. Sería una especie de escarmiento.
- Mucho más que un escarmiento, sino todo un SIMBOLISMO. Hay un mensaje muy claro en mi decisión de ahorcarlo: No podemos descansar ni un segundo, sino que hay que dejar la vida en estos momentos decisivos.
- Puede ser… ¿Pero qué tiene que ver eso con el “Fracaso de Barbarroja”?
- Porque supuestamente la campaña debió haber durado no más de 16 semanas y conquistado Leningrado, Moscú y Rostov. Y llevamos 20 semanas de durísimos combates y no hemos conquistado ni uno de nuestros objetivos. Y para peor no estamos ni siquiera cerca de conquistarlos. Y encima el ejército soviético se muestra dispuesto a vender cara su derrota peleando como gato panza arriba.
- Es cierto, pero aún nos queda una chance de derrotarlos.
- Yo no creo eso. Para el 10 de Octubre le habíamos destruido 5 ejércitos en las Bolsas de “Vyazma-Briansk”. Tres semanas después han regenerado nuevos ejércitos, armados nuevas divisiones y enviadas a reconstituir un frente defensivo. Es increíble, pero se reproducen como “Hongos”.
- Es muy cierto. Su capacidad de resistencia y lucha es increíble. Y más me sorprende cómo les destruimos una división y a los pocos días aparecen nuevas divisiones.
- Halder ya ha detectado más de 360 divisiones de todo tipo.
- Pero también hay que decir que son divisiones muy mal entrenadas, pésimamente dirigidas y pobremente armadas. Hemos capturado soldados que ni siquiera tienen uniformes y visten ropas de campesinos. Los hemos interrogado para que nos digan el la división a la que están adscriptos, a qué regimiento pertenecen o tan sólo el nombre de sus superiores y no supieron contestar!!!???
- ¡Increíble!... ¿Y qué dicen cuando se los interroga?
- Nos dicen sus nombres y a la ciudad a la que pertenecen. Provienen de los confines más remoto de la URSS y cuentan que fueron reclutados a la fuerza, armados con un fusil y un puñado de balas y llevados al frente en un largo viaje por ferrocarril, en vagones de ganado en donde no le dieron comida y tuvieron que hacer sus “Necesidades” parados en el mismísimo vagón.
- ¡Qué asco!. Pero sin embargo lo que me dice no sólo es revelador, sino que confirma lo que le dije: QUE BARBARROJA FRACASÓ.
- Puede ser… La verdad que jamás me imaginé que la campaña iba a tomar un giro tan salvaje y sangriento. El ejército Rojo, más allá de su falta de profesionalismo, representó una “Desagradable sorpresa”. Su actitud de atacar en todos lados y a como dé lugar, ha desgastado a nuestras divisiones y quitado poder de fuego a nuestros ejércitos.
- ¡Exactamente!. Y su estrategia es muy clara: CAMBIAR SANGRE POR TIEMPO.
- Tiene razón, Mein Fhürer. Aunque por momentos suena torpe y hasta inhumano.
- ¡Por supuesto!. Pero les ha dado resultados. La Wehrmacht está muy desgastada y ellos han conseguido su objetivo. Para colmo mire a su alrededor y tan sólo verá desolación y muerte. Encima los rusos han aplicado la estrategia de “Tierra quemada” y va dejando a su paso ciudades quemadas, animales muertos y material destruido. Nuestra logística se ha tensionado y no podemos aprovisionar correctamente a las tropas. Y encima de males vino la “Rasputiza” y ahora la nieve y el frío extremo. ¡Y no es la nieve el lugar más apto para nuestras divivisiones mecanizadas y nuestras revolucionarias tácticas de BlitzKrieg!.
- Muy cierto. Pero hay que tener en cuenta dos aspectos muy importante:
1) Ellos también tienen sus divisiones desgastadas y por debajo del 50%
2) Sus tácticas son torpes y su cuerpo de oficiales son novatos que no manejan el arte de la guerra mecanizada.
Eso representa para nosotros una gran diferencia y el punto que puede desequilibrar la balanza.
- ¡Estimado Gotthard, de qué desequilibrio hablas si muchos de nuestros pobres soldados aún tiene la ropa de verano, apenas les llega un mendrugo de pan, nuestros cañones fueron engullidos por el barro, no hay suficiente municiones y nuestros Panzer no tienen suficiente fuel!???
- Los rusos están mucho peor. – me contestará Henrici.
Para convencerlo, le diré:
- Tengo un AS en la manga: Un espía me confirmó que los rusos están armando en la retaguardia a 1.000.000 de soldados para una gran “Contraofensiva”.
- Ah!!!. Con razón. Eso cambia todo.
- Por eso necesito pasar a “Cuarteles de Invierno”, armar defensas y esperar a los rusos con el cuchillo entre los dientes. Bajo estas circunstancias tan adversas, mis puntos a favor están en la “Defensa”, no en el “Ataque”, y por varios motivos:
a) Las divisiones desgastadas rinden mejor en la defensa que en el ataque.
b) Los Panzer en la retaguardia van a tener un uso mucho más útil y por sobre todas las cosas serán más “Dañinos” taponando penetraciones rusas que con poco fuel en una ofensiva en un terreno “Nevado”.
c) Los soldados están tan fatigados que cualquier ofensiva va a languidecer, sin posibilidad de llegar a Moscú.
d) Las divisiones rusas son torpes atacando. Y encima se van a encontrar con defensas bien “Plantadas”, con bunkers, con la artillería reglada, que las van a destrozar.
e) Voy a obtener un mayor rédito y una mayor capacidad de destrucción “Defendiendo” que “Artacando”.
- Por todos esos motivos he decidido dejar Moscú para 1942 y hacer un parate.
Continuará.
-
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Henrici asentirá con la cabeza y en forma pausada me dirá:
- La verdad que dejar Moscú para 1942 y pasar a Cuarteles de Invierno es una decisión muy sabia. Debo reconocer que yo también me daba cuenta que mis soldados estaban muy cansados y que la logística estaba tensionada. Lo que pasa también es que veía a los rusos que parecían estar dando los últimos estertores. Cuando vi los miles de soldados que se rindieron en las bolsas de Vyazma y Briansk me ilusioné y pensé que valía la pena dar un empujón final y no dejarle respirar a los rusos. Pero ahora que usted me cuenta esa invaluable e importantísima información que le dijo su espía, pues creo que lo mejor es detenerse.
- Le puedo jurar que es información muy, pero muy fidedigna.
- No dudo de ello. Pero jamás pensé que usted la iba a tomar ya que varias veces manifestó que le repugna la sola idea de retroceder o defenderse. Se lo veía jugado a “Todo o Nada”.
- Otro Hitler menos reflexivo lo hubiera hecho, desgastando las pocas fuerzas que le quedaba y condenando al fracaso a la Wehrmacht. Pero Y no estoy dispuesto a desperdiciar a mis bravos soldados y a los 1.200 Panzer que aún me quedan en una ofensiva que está desde el vamos condenada al fracaso.
Henrici me mirará sorprendido al escuchar que yo hablo de “Otro Hitler”, como si fueran 2 personas distintas.
Para salir del brete le diré:
- Obviamente que yo cuento con la ventaja de que mi espía me dio información precisa sobre cómo va a ser la ofensiva rusa, sus vectores de ataque y su dispositivo. Y esa información se las he dado a los Comandante de cada división para que armen sus defensas en función del dispositivo ruso.
- Ah… Obviamente que con esa invaluable información otro es el cantar.
- Pero hay algo importante que debemos hacer: A los oficiales JAMÁS se les va a decir que la ofensiva contra Moscú se va a suspender y que vamos a pasar a “Cuarteles de Invierno”. Todo lo contrario, le vamos a decir que la ofensiva se va a reanudar en cuanto se endurezca el suelo.
- ¿Y si pasan las semanas y no atacamos y preguntan qué pasa que nos mantenemos inmóvil?.
- Se les dirá que aún las condiciones no son las óptimas, que falta fuel o alguna excusa por el estilo. De todas maneras mi espía me confirmó que a más tardar la tercer semana de Noviembre los rusos van a desencadenar su “Contraofensiva”, así que tenemos 21 días para mantener la mentira.
- ¿Y si no atacan?.
- En ese caso atacaremos nosotros.
Nos quedaremos en silencio, hasta que en voz baja le diré:
- Ya tengo en mi cabeza armado ese dispositivo defensivo, pero pensé en usted para que me ayude a definirlo y armarlo.
- ¿En mí? – preguntará asombrado Henrici.
- Sí. Creo que usted reúne las cualidades de un buen estratega. Y me han contado que sus estrategias defensivas durante todo Julio y Agosto en torno a Smolenko fueron excelentes. Aguantó el embate de la ofensiva de Timoshenko y destrozó las oleadas de divisiones que se arrojaron contra sus posiciones, oleadas tras oleadas.
- Gracias por su elogio. Y por supuesto cuente conmigo. ¿Me podría explicar como es su dispositivo?
- Con todo gusto:
Deseo armar un sistema defensivo “Mixto”, formado por “Puntos Fuertes”, interconectados por un sistema de Trincheras y Bunkers, con una defensa en profundidad escalonada integradas por KampfGruppe que estarán formados por un Batallón Panzer y 3 batallones de infantería.
Los “Puntos fuerte” se deben armar en las ciudades y adelantar perímetros defensivos más allá de los límites del pueblo para prevenir ataques sorpresas, evitar la dispersión o los ataques de la artillería soviética.
Estos perímetros extendidos deben estar inercontactados por trincheras, nidos de ametralladoras, morteros y bunkers para reducir la distancia entre las unidades vecinas y evitar que las patrullas rusas localicen las brechas entre los puntos fuertes.
Dentro de estos puntos fuertes extendidos, el mando y el personal de apoyo, la artillería y los destacamentos de reserva deberán estar en y alrededor de la misma área urbanizada. Un perímetro defensivo externo, consistente en posiciones de combate de infantería interconectadas, rodeaba este núcleo central, se encargarán de minar los caminos donde pueden atacar los Tanques rusos, poner alambradas y trampas.
- Inteligente dispositivo con el cual concuerdo. Una técnica muy útil es enterrar postes de árbol o maderos, y rociarlos con agua para que el frío forme un “Muro de hielo”. También puestos de observación en lugares de altura, para dominar el terreno circundante. Y si fuera posible podar los árboles para que la ofensiva quede en el campo al descubierto.
- Perfecto. Mi intención es que usted forme un grupo de trabajo, arme un pequeño compendio de un par de páginas en donde se explique todo esto que hemos hablado. Lo que deseo de usted es que arme el “Know How” para repartir esos papeles en todos las divisiones del frente.
- Ya me pongo a trabajar. Nuestra división tiene una pequeña imprenta que se va a encargar de imprimir esos documentos.
- Pero no sólo deseo que reparta esas recomendaciones, sino que deseo que visite todo el frente y haga las recomendaciones “In Situ”. Es decir que visite cada palmo del frente y haga las recomendaciones necesarias, aconsejando dónde poner la artillería, dónde armar los búnkers, qué caminos minar, cuál es el Terreno circundante más apto y donde formar los nidos de ametralladoras.
- No tengo ningún problema en recorrer todo el frente, división por división y poblado por poblado.
- Ya mismo le doy las órdenes a mi Cuartel general para que lo nombre “Inspector de Defensas”. Tiene 21 días para transformar esas defensas en un muro infranqueable que se cobre la mayor cantidad de bajas al enemigo.
Nos quedaremos en silencio, hasta que mirando a los ojos le diré:
- El futuro de la Wehrmacht está en sus manos. Ponga lo mejor de sí para armar las mejores defensas. No dude en tomar todas las drásticas medidas que sean necesarias. Y que no le tiemble el pulso si debe colgar a un soldado que hizo mal su trabajo. Recuerde que ese castigo “Ejemplificador” puede sonar extremo, pero es muy efectivo.
- Ojalá que no sea necesario llegar a ese extremo.
Continuará.
- La verdad que dejar Moscú para 1942 y pasar a Cuarteles de Invierno es una decisión muy sabia. Debo reconocer que yo también me daba cuenta que mis soldados estaban muy cansados y que la logística estaba tensionada. Lo que pasa también es que veía a los rusos que parecían estar dando los últimos estertores. Cuando vi los miles de soldados que se rindieron en las bolsas de Vyazma y Briansk me ilusioné y pensé que valía la pena dar un empujón final y no dejarle respirar a los rusos. Pero ahora que usted me cuenta esa invaluable e importantísima información que le dijo su espía, pues creo que lo mejor es detenerse.
- Le puedo jurar que es información muy, pero muy fidedigna.
- No dudo de ello. Pero jamás pensé que usted la iba a tomar ya que varias veces manifestó que le repugna la sola idea de retroceder o defenderse. Se lo veía jugado a “Todo o Nada”.
- Otro Hitler menos reflexivo lo hubiera hecho, desgastando las pocas fuerzas que le quedaba y condenando al fracaso a la Wehrmacht. Pero Y no estoy dispuesto a desperdiciar a mis bravos soldados y a los 1.200 Panzer que aún me quedan en una ofensiva que está desde el vamos condenada al fracaso.
Henrici me mirará sorprendido al escuchar que yo hablo de “Otro Hitler”, como si fueran 2 personas distintas.
Para salir del brete le diré:
- Obviamente que yo cuento con la ventaja de que mi espía me dio información precisa sobre cómo va a ser la ofensiva rusa, sus vectores de ataque y su dispositivo. Y esa información se las he dado a los Comandante de cada división para que armen sus defensas en función del dispositivo ruso.
- Ah… Obviamente que con esa invaluable información otro es el cantar.
- Pero hay algo importante que debemos hacer: A los oficiales JAMÁS se les va a decir que la ofensiva contra Moscú se va a suspender y que vamos a pasar a “Cuarteles de Invierno”. Todo lo contrario, le vamos a decir que la ofensiva se va a reanudar en cuanto se endurezca el suelo.
- ¿Y si pasan las semanas y no atacamos y preguntan qué pasa que nos mantenemos inmóvil?.
- Se les dirá que aún las condiciones no son las óptimas, que falta fuel o alguna excusa por el estilo. De todas maneras mi espía me confirmó que a más tardar la tercer semana de Noviembre los rusos van a desencadenar su “Contraofensiva”, así que tenemos 21 días para mantener la mentira.
- ¿Y si no atacan?.
- En ese caso atacaremos nosotros.
Nos quedaremos en silencio, hasta que en voz baja le diré:
- Ya tengo en mi cabeza armado ese dispositivo defensivo, pero pensé en usted para que me ayude a definirlo y armarlo.
- ¿En mí? – preguntará asombrado Henrici.
- Sí. Creo que usted reúne las cualidades de un buen estratega. Y me han contado que sus estrategias defensivas durante todo Julio y Agosto en torno a Smolenko fueron excelentes. Aguantó el embate de la ofensiva de Timoshenko y destrozó las oleadas de divisiones que se arrojaron contra sus posiciones, oleadas tras oleadas.
- Gracias por su elogio. Y por supuesto cuente conmigo. ¿Me podría explicar como es su dispositivo?
- Con todo gusto:
Deseo armar un sistema defensivo “Mixto”, formado por “Puntos Fuertes”, interconectados por un sistema de Trincheras y Bunkers, con una defensa en profundidad escalonada integradas por KampfGruppe que estarán formados por un Batallón Panzer y 3 batallones de infantería.
Los “Puntos fuerte” se deben armar en las ciudades y adelantar perímetros defensivos más allá de los límites del pueblo para prevenir ataques sorpresas, evitar la dispersión o los ataques de la artillería soviética.
Estos perímetros extendidos deben estar inercontactados por trincheras, nidos de ametralladoras, morteros y bunkers para reducir la distancia entre las unidades vecinas y evitar que las patrullas rusas localicen las brechas entre los puntos fuertes.
Dentro de estos puntos fuertes extendidos, el mando y el personal de apoyo, la artillería y los destacamentos de reserva deberán estar en y alrededor de la misma área urbanizada. Un perímetro defensivo externo, consistente en posiciones de combate de infantería interconectadas, rodeaba este núcleo central, se encargarán de minar los caminos donde pueden atacar los Tanques rusos, poner alambradas y trampas.
- Inteligente dispositivo con el cual concuerdo. Una técnica muy útil es enterrar postes de árbol o maderos, y rociarlos con agua para que el frío forme un “Muro de hielo”. También puestos de observación en lugares de altura, para dominar el terreno circundante. Y si fuera posible podar los árboles para que la ofensiva quede en el campo al descubierto.
- Perfecto. Mi intención es que usted forme un grupo de trabajo, arme un pequeño compendio de un par de páginas en donde se explique todo esto que hemos hablado. Lo que deseo de usted es que arme el “Know How” para repartir esos papeles en todos las divisiones del frente.
- Ya me pongo a trabajar. Nuestra división tiene una pequeña imprenta que se va a encargar de imprimir esos documentos.
- Pero no sólo deseo que reparta esas recomendaciones, sino que deseo que visite todo el frente y haga las recomendaciones “In Situ”. Es decir que visite cada palmo del frente y haga las recomendaciones necesarias, aconsejando dónde poner la artillería, dónde armar los búnkers, qué caminos minar, cuál es el Terreno circundante más apto y donde formar los nidos de ametralladoras.
- No tengo ningún problema en recorrer todo el frente, división por división y poblado por poblado.
- Ya mismo le doy las órdenes a mi Cuartel general para que lo nombre “Inspector de Defensas”. Tiene 21 días para transformar esas defensas en un muro infranqueable que se cobre la mayor cantidad de bajas al enemigo.
Nos quedaremos en silencio, hasta que mirando a los ojos le diré:
- El futuro de la Wehrmacht está en sus manos. Ponga lo mejor de sí para armar las mejores defensas. No dude en tomar todas las drásticas medidas que sean necesarias. Y que no le tiemble el pulso si debe colgar a un soldado que hizo mal su trabajo. Recuerde que ese castigo “Ejemplificador” puede sonar extremo, pero es muy efectivo.
- Ojalá que no sea necesario llegar a ese extremo.
Continuará.
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Continuamos con nuestro camino, discutiendo con Henrici la forma en que se iba a implementar el “Complejo Defensivo”. Henrici se mostró muy capacitado, dominando el arte de la defensa.
Sus ideas fueron siempre atinadas, precisas y con una gran visión estratégica del campo de batalla y de la forma de aprovechar al máximo las ventajas del terreno, las potencialidades de la “Doctrina defensiva Alemana”, una gran heterodoxia, pragmatismo y la capacidad de adaptarse a las circunstancias del terreno, de la estrategia rusa y de la forma de neutralizar la contraofensiva.
Enseguida en un papel me hizo una especie de esquema con la forma de armar el dispositivo defensivo, la ubicación de los nidos de ametralladoras, la artillería, los almacenes, los caminos que había que minar, la zona de descanso y de atención a los heridos etc.
Me explicó que los bunkers serían sencillos, armados a baja profundidad, con listones de madera en el techo, cubiertos con una capa de tierra y nieve, lo suficientemente rústicos y fácil de fabricar.
Yo le pregunté:
- ¿Y ese bunkers los va a proteger de la artillería?
- No de un tiro directo. Pero sí de los perdigones y esquirlas. Lamentablemente no tenemos tiempo de armar Bunkers de hormigón y debemos improvisar sobre la marcha. De todas maneras en los bosques rusos hay madera como abedules, arces o pinos que son bastantes resistentes y que inclusive pueden soportar municiones de morteros. Aparte la capa de tierra y nieve encima de los listones de madera se las endurece agregándole un poco de agua y eso funciona como un escudo protector.
- Ah, interesante- le diré Yo.
Henrici me dirá:
- Otro aspecto importante será usar los caballos rusos y sus sistema de Panjes. Yo creo que usted debe dar la orden de que se confisque e inclusive se improvise la fabricación de panjes, con esquís en vez de ruedas. Son utilísmos y extremadamente necesarios.
- Sin duda lo haré le diré.
Luego le comentaré:
- Ya el 25 de Septiembre, cuando aún YO estaba en Berlín, le pedí a Goebbels de que se haga una colecta de ropa de invierno. Inclusive di una orden categórica al General Fromm de que se encargue de llevar la ropa de invierno camuflada de blanco, correspondiente al uniforme militar de la Wehrmacht. ¿Esa ropa les ha llegado en tiempo y forma a la tropa?.
- Sí, está llegando aunque con demoras. Las 2 divisiones que están a mi cargo, la 131º y la 52º, algunas recibieron y otras no. Evidentemente el sistema ferroviario está colapsado y no llega la ropa a su debido tiempo.
- No puede ser porque YO inventé una forma original de transportar la “Ropa de invierno” sin necesidad de fatigar aún más el sistema o de tener que destinar trenes “Exclusivamente” para el transporte de las prendas de invierno.
- ¿Y cómo era ese “Sistema Original” de transportar la ropa.
- Ordené montar cajas gigantescas encima de los techos de TODOS los vagones que transportaban vituallas o pertrechos al frente. Inclusive en los laterales de todos los vagones ordené que se cuelguen los Skies y “Raquetas de nieve”. De esa manera evité destinar trenes “Exclusivos” al transporte de la voluminosa ropa de invierno y aproveché los trenes existentes, sin necesidad de fatigar las líneas férreas con más trenes.
Sorprendido, Henrici exclamará:
- ¡¡Qué sistema tan astuto y original!!. ¡¡Ocupa la misma cantidad de trenes, pero aumenta su capacidad con esas cajas montadas en los techos de los vagones!!
- Así es. El único problema que se presentó fue que esas cajas no podían medir más de 40 centímetros para poder pasar por los puentes de “Alto Nivel”. Aunque una gran caja de 20metros de largo por 2metros de largo por 0,40m de alto brindaba un buen Volumen y se podía transportar bastante.
- ¿Cuánto más o menos?
- Con unos 2.000 vagones transportaba la ropa para casi todos los soldados del Ostheer. A 50 vagones por día, en 40 días toda la ropa debería estar en el Frente.
- Esa orden la dio el 25 de septiembre y hoy es 2 de Noviembre. Son más de 35 días.
- Ten en cuenta, estimado Henrici, que se perdió más de una semana en recolectar toda la ropa. Por lo tanto recién la primer semana de Octubre la ropa empezó a ser transportada. Llevamos menos de 30 días implementando ese sistema.
- Ah, entiendo. Y encima se forma un cuello de botella a partir de Smolenko.
- ¡Claro!. ¡Y encima se le suma ese problema!. exclamaré YO.
Henrici, hará un comentario al respecto:
- Lo que sí, mucha de la ropa recibida son abrigos civiles. Inclusive hay abrigos de piel de mujeres. Varios de mis soldados se negaron a ponerse Tapados de Bisón” o “Mitones” de mujer. Cuando el frío empezó a “Apretar los dientes”, se los pusieron a regañadientes, teniendo que soportar burlas de sus camaradas.
- Y bueno… ¡Qué se le va a hacer!... Es lo que hay y fue una medida de emergencia que se me ocurrió en el momento. ¡Heterodoxia pura!.
- Está bien… Entiendo… Improvisó sobre la marcha.
Yo asentiré con la cabeza y le diré:
- Prefiero que el Landser soporte una burla a que se muera de frío o se le congele los dedos.
Continuará.
Sus ideas fueron siempre atinadas, precisas y con una gran visión estratégica del campo de batalla y de la forma de aprovechar al máximo las ventajas del terreno, las potencialidades de la “Doctrina defensiva Alemana”, una gran heterodoxia, pragmatismo y la capacidad de adaptarse a las circunstancias del terreno, de la estrategia rusa y de la forma de neutralizar la contraofensiva.
Enseguida en un papel me hizo una especie de esquema con la forma de armar el dispositivo defensivo, la ubicación de los nidos de ametralladoras, la artillería, los almacenes, los caminos que había que minar, la zona de descanso y de atención a los heridos etc.
Me explicó que los bunkers serían sencillos, armados a baja profundidad, con listones de madera en el techo, cubiertos con una capa de tierra y nieve, lo suficientemente rústicos y fácil de fabricar.
Yo le pregunté:
- ¿Y ese bunkers los va a proteger de la artillería?
- No de un tiro directo. Pero sí de los perdigones y esquirlas. Lamentablemente no tenemos tiempo de armar Bunkers de hormigón y debemos improvisar sobre la marcha. De todas maneras en los bosques rusos hay madera como abedules, arces o pinos que son bastantes resistentes y que inclusive pueden soportar municiones de morteros. Aparte la capa de tierra y nieve encima de los listones de madera se las endurece agregándole un poco de agua y eso funciona como un escudo protector.
- Ah, interesante- le diré Yo.
Henrici me dirá:
- Otro aspecto importante será usar los caballos rusos y sus sistema de Panjes. Yo creo que usted debe dar la orden de que se confisque e inclusive se improvise la fabricación de panjes, con esquís en vez de ruedas. Son utilísmos y extremadamente necesarios.
- Sin duda lo haré le diré.
Luego le comentaré:
- Ya el 25 de Septiembre, cuando aún YO estaba en Berlín, le pedí a Goebbels de que se haga una colecta de ropa de invierno. Inclusive di una orden categórica al General Fromm de que se encargue de llevar la ropa de invierno camuflada de blanco, correspondiente al uniforme militar de la Wehrmacht. ¿Esa ropa les ha llegado en tiempo y forma a la tropa?.
- Sí, está llegando aunque con demoras. Las 2 divisiones que están a mi cargo, la 131º y la 52º, algunas recibieron y otras no. Evidentemente el sistema ferroviario está colapsado y no llega la ropa a su debido tiempo.
- No puede ser porque YO inventé una forma original de transportar la “Ropa de invierno” sin necesidad de fatigar aún más el sistema o de tener que destinar trenes “Exclusivamente” para el transporte de las prendas de invierno.
- ¿Y cómo era ese “Sistema Original” de transportar la ropa.
- Ordené montar cajas gigantescas encima de los techos de TODOS los vagones que transportaban vituallas o pertrechos al frente. Inclusive en los laterales de todos los vagones ordené que se cuelguen los Skies y “Raquetas de nieve”. De esa manera evité destinar trenes “Exclusivos” al transporte de la voluminosa ropa de invierno y aproveché los trenes existentes, sin necesidad de fatigar las líneas férreas con más trenes.
Sorprendido, Henrici exclamará:
- ¡¡Qué sistema tan astuto y original!!. ¡¡Ocupa la misma cantidad de trenes, pero aumenta su capacidad con esas cajas montadas en los techos de los vagones!!
- Así es. El único problema que se presentó fue que esas cajas no podían medir más de 40 centímetros para poder pasar por los puentes de “Alto Nivel”. Aunque una gran caja de 20metros de largo por 2metros de largo por 0,40m de alto brindaba un buen Volumen y se podía transportar bastante.
- ¿Cuánto más o menos?
- Con unos 2.000 vagones transportaba la ropa para casi todos los soldados del Ostheer. A 50 vagones por día, en 40 días toda la ropa debería estar en el Frente.
- Esa orden la dio el 25 de septiembre y hoy es 2 de Noviembre. Son más de 35 días.
- Ten en cuenta, estimado Henrici, que se perdió más de una semana en recolectar toda la ropa. Por lo tanto recién la primer semana de Octubre la ropa empezó a ser transportada. Llevamos menos de 30 días implementando ese sistema.
- Ah, entiendo. Y encima se forma un cuello de botella a partir de Smolenko.
- ¡Claro!. ¡Y encima se le suma ese problema!. exclamaré YO.
Henrici, hará un comentario al respecto:
- Lo que sí, mucha de la ropa recibida son abrigos civiles. Inclusive hay abrigos de piel de mujeres. Varios de mis soldados se negaron a ponerse Tapados de Bisón” o “Mitones” de mujer. Cuando el frío empezó a “Apretar los dientes”, se los pusieron a regañadientes, teniendo que soportar burlas de sus camaradas.
- Y bueno… ¡Qué se le va a hacer!... Es lo que hay y fue una medida de emergencia que se me ocurrió en el momento. ¡Heterodoxia pura!.
- Está bien… Entiendo… Improvisó sobre la marcha.
Yo asentiré con la cabeza y le diré:
- Prefiero que el Landser soporte una burla a que se muera de frío o se le congele los dedos.
Continuará.
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What if: Imaginemos un Barbarroja en 2 etapas
Seguiremos la marcha.
En un momento me encontraré con una compañía de fusileros que se dirige hacia el frente. Le pediré al carrero que se detenga y me bajaré del carro a saludarlos.
La sorpresa de ver a su Führer en el frente de batalla representará casi un shock.
Me saludarán con una mezcla de admiración e incredulidad. De mi mochila sacaré algunos chocolates y una botella de Killepitsch.
El líquido rojo bailando en los vasos de los soldados será de un fuerte contraste con el blanco de la nieve y el color pardo de sus uniformes.
Me mostraré afectuoso y cálido, preguntándole por su estado de ánimo y la ciudad en donde nacieron.
Cuando un soldado me diga que pertenece la región de Turingia le hablaré de sus hermosos paisajes.
En un momento le preguntaré a su Comandante, un Teniente de Pelo rubio y ojos azules:
- ¿Qué hacen por esta Zona?
- Estamos llevando unos prisioneros y patrullando la zona porque se detectó actividad partisana.
- Me gustaría ver a los prisioneros.
Me llevarán colina arriba hacia un grupo de un centenar de soldados rusos. Al verlos de cerca podré apreciar sus rasgos mongoles o tártaros, ateridos de frío y apiñados unos con otros para darse un poco de calor.
El olor nauseabundo y el espectáculo poco agradable me obligará a alejarme.
Le preguntaré al teniente:
- ¿Cuál es el destino de estos hombres?.
- Son entregados a los “Divisiones de Seguridad” que se encuentran a unos kilómetros de aquí. Y luego recluidos en campos de prisioneros distribuidos en la retaguardia
- Mmm… No… Cambio de planes… Los usaremos como “Mulas humanas” – le diré
- No entiendo???
Poniéndome serio le diré:
- A partir de Smolenko se ha producido un “Cuello de Botella” en la logística. La nieve, los malos caminos, la trocha de las vías y la falta de transporte a motor evita que los pertrechos lleguen a la “Línea del frente”. Por lo tanto lo que haremos será usar a los prisioneros como “Mulas humanas”, ¿Se entiende?
- Sí, se entiende perfectamente. En vez de llevar los prisioneros a campos de concentración, los usaremos para que “Hombreen” los pertrechos de los trenes a la línea del frente.
- ¡¡Exactamente!! exclamaré YO.
Luego le diré:
- No deseo que se le de ni un mendrugo de pan. Que se mueran de hambre, porque hay que darles prioridad a nuestros soldados. La situación es complicada y la logística se encuentra tensionada. Apenas hay suficiente comida para mis soldados. Por lo tanto no deseo desperdiciar ni una miga de pan en estos rusos salvajes. ¿Está claro?.
- Sí Mein Führer.
Cambiando de tema le preguntaré:
- ¿A qué división pertenecen?
El Teniente de pelo rubio me contestará:
- A la división 252ª DI delGeneralleutnant von Boehm-Benzing,, adscriptos al XXXXVI Cuerpo Motorizado del Generaloberst Heinrich von Viettinghoff-Scheel
- Ah, mi estimado Heinrich von Viettinghoff es su Jefe de ejército. ¿Y él se encuentra cerca de acá?.
- Si, tiene su Cuartel general en la ciudad de Ugra a unos kilómetros más al Sur.
- Me gustaría visitarlo.
- Mi Jefe de Sección, el Sargento Jürgen lo va a escoltar junto con un pelotón de soldados.
- No es necesario. Tengo a mi Compañía de las SS que me protegen y no deseo distraerlos.
- Es que la Zona está plagada de partisanos y mis soldados conocen bien los caminos más seguros para llegar al Cuartel general del Generaloberst Von Viettinghoff.
- Bueno. Bienvenida sea entonces esta protección extra.
Junto con Henrici subiremos nuevamente a mi carro y emprenderemos la marcha.
Luego de una hora llegaremos a la ciudad de Ugra donde está el Cuartel general del XXXXVI Cuerpo Motorizado del Generaloberst Heinrich von Viettinghoff.
Una vez más al bajar del Carro los soldados se sorprenderán de ver al mismísimo Führer en el frente de batalla del GEC.
Continuará.
En un momento me encontraré con una compañía de fusileros que se dirige hacia el frente. Le pediré al carrero que se detenga y me bajaré del carro a saludarlos.
La sorpresa de ver a su Führer en el frente de batalla representará casi un shock.
Me saludarán con una mezcla de admiración e incredulidad. De mi mochila sacaré algunos chocolates y una botella de Killepitsch.
El líquido rojo bailando en los vasos de los soldados será de un fuerte contraste con el blanco de la nieve y el color pardo de sus uniformes.
Me mostraré afectuoso y cálido, preguntándole por su estado de ánimo y la ciudad en donde nacieron.
Cuando un soldado me diga que pertenece la región de Turingia le hablaré de sus hermosos paisajes.
En un momento le preguntaré a su Comandante, un Teniente de Pelo rubio y ojos azules:
- ¿Qué hacen por esta Zona?
- Estamos llevando unos prisioneros y patrullando la zona porque se detectó actividad partisana.
- Me gustaría ver a los prisioneros.
Me llevarán colina arriba hacia un grupo de un centenar de soldados rusos. Al verlos de cerca podré apreciar sus rasgos mongoles o tártaros, ateridos de frío y apiñados unos con otros para darse un poco de calor.
El olor nauseabundo y el espectáculo poco agradable me obligará a alejarme.
Le preguntaré al teniente:
- ¿Cuál es el destino de estos hombres?.
- Son entregados a los “Divisiones de Seguridad” que se encuentran a unos kilómetros de aquí. Y luego recluidos en campos de prisioneros distribuidos en la retaguardia
- Mmm… No… Cambio de planes… Los usaremos como “Mulas humanas” – le diré
- No entiendo???
Poniéndome serio le diré:
- A partir de Smolenko se ha producido un “Cuello de Botella” en la logística. La nieve, los malos caminos, la trocha de las vías y la falta de transporte a motor evita que los pertrechos lleguen a la “Línea del frente”. Por lo tanto lo que haremos será usar a los prisioneros como “Mulas humanas”, ¿Se entiende?
- Sí, se entiende perfectamente. En vez de llevar los prisioneros a campos de concentración, los usaremos para que “Hombreen” los pertrechos de los trenes a la línea del frente.
- ¡¡Exactamente!! exclamaré YO.
Luego le diré:
- No deseo que se le de ni un mendrugo de pan. Que se mueran de hambre, porque hay que darles prioridad a nuestros soldados. La situación es complicada y la logística se encuentra tensionada. Apenas hay suficiente comida para mis soldados. Por lo tanto no deseo desperdiciar ni una miga de pan en estos rusos salvajes. ¿Está claro?.
- Sí Mein Führer.
Cambiando de tema le preguntaré:
- ¿A qué división pertenecen?
El Teniente de pelo rubio me contestará:
- A la división 252ª DI delGeneralleutnant von Boehm-Benzing,, adscriptos al XXXXVI Cuerpo Motorizado del Generaloberst Heinrich von Viettinghoff-Scheel
- Ah, mi estimado Heinrich von Viettinghoff es su Jefe de ejército. ¿Y él se encuentra cerca de acá?.
- Si, tiene su Cuartel general en la ciudad de Ugra a unos kilómetros más al Sur.
- Me gustaría visitarlo.
- Mi Jefe de Sección, el Sargento Jürgen lo va a escoltar junto con un pelotón de soldados.
- No es necesario. Tengo a mi Compañía de las SS que me protegen y no deseo distraerlos.
- Es que la Zona está plagada de partisanos y mis soldados conocen bien los caminos más seguros para llegar al Cuartel general del Generaloberst Von Viettinghoff.
- Bueno. Bienvenida sea entonces esta protección extra.
Junto con Henrici subiremos nuevamente a mi carro y emprenderemos la marcha.
Luego de una hora llegaremos a la ciudad de Ugra donde está el Cuartel general del XXXXVI Cuerpo Motorizado del Generaloberst Heinrich von Viettinghoff.
Una vez más al bajar del Carro los soldados se sorprenderán de ver al mismísimo Führer en el frente de batalla del GEC.
Continuará.
-
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What if: Imaginemos un Barbarroja en 2 etapas
Sorprendido, Von Viettinghoff saldrá a mi encuentro y me saludará con un Heil Hitler.
Anonadado al verme, me dirá:
- Hubiera esperado a un soldado ruso o a un partisano que me venía a matar, pero Jamás me hubiera imaginado verlo por estos lugares peligrosos.
Me reiría tibiamente y nos daríamos un abrazo. Luego nos haría pasar a mí y a Henrici a una Itsba cálida en donde se encuentran sus ayudantes y colaboradores. En el centro una gran mesa contendrá una serie de mapas, mientras un operador de radio se comunica frenéticamente con el frente.
Preocupado le preguntaré:
- ¿Qué pasa que hay tanto alboroto del otro lado de la radio?
- La 34º División de Infantería está soportando grandes contraofensivas a lo largo del río Oka cerca del poblado de Kanishin y está pidiendo refuerzo de artillería, pero su artillería se encuentra escasa de municiones y apenas le puede ofrecer servicio.
- ¿La situación está complicada?.
- Muy complicada. La división 17º está protegiendo su flanco derecho. Y dí órdenes a mi 20º División Panzer que vaya al rescate, pero no tiene suficiente combustible.
- ¿Y qué pasa con la logística y la distribución de los almacenes y la intendencia?
- Hay una tormenta de nieve y está colapsado el transporte.
Yo daré un golpe de puño sobre la mesa y le diré:
- ¡¡Deseo ir ya mismo a ese sector del Frente!!
- ¡Usted está loco, Mein Führer!. ¡Es extremadamente peligroso!.
Henrici y los colaboradores de Von Viettinghoff tratarán de calmarme y hacerme entrar en razón.
Finalmente Von Viettinghoff me dirá:
- Todo el Frente entre Lotoshino, Volokolamnsk, Medyn y Maloyaroslavet está complicado porque está sufriendo una serie de contraataques desde el 1 de Noviembre. Yo le aconsejaría que vaya hacia Spa-Demiansk que es una zona relativamente tranquila.
- No porque deseo estar lo más cerca del “Frente”, en contacto con mis soldados.
- Vaya entonces a Kirov. Allí se encuentra la 98ª DI del Generalleutnant Erich Schröck, perteneciente al XII Cuerpo de Ejército del General der Infanterie Walter Schroth. Aparte hay un Hospital de campaña y creo que le va a dar una alegría a los soldados heridos que su Führer en persona los esté visitando.
- Tiene usted mucha razón. Hacia allí iremos entonces
Saldremos del cálido Cuartel General del Von Viettinghoff y subiremos a mi Carro.
El frío gélido golpeará mi cara y yo me preguntaré por el estado de mi escolta de las SS.
Decidido, le diré a Henrici:
- Hagamos un descanso en ese bosque para que mis soldados puedan comer algo y descansen un poco.
- Debemos hacer un descanso rápido, porque son las 2 de la tarde y en un par de horas va a estar oscureciendo y faltan 30 kilómetros para llegar a Kirov.
- Perfecto.
Luego le diré a Henrici:
- Ni bien regrese a mi “Cuartel General” en Smolenko, voy a dar la orden de que todos los prisioneros de guerra sean usados como “Mulas humanas”. Y también el consejo que usted me dio sobre los PANJES.
Meneando la cabeza, no muy convencido me contestará:
- La verdad que es una medida extrema que viola convenciones de guerra y plantea un dilema moral. Inclusive transformar prisioneros en esclavos pueden ocasionar en el futuro algún tipo de represalia legal.
Subiendo el tono de voz, le diré:
- No es momento de tener remilgos morales o dudas éticas. Es momento de luchar con fiereza, de ser heterodoxo y tan brutal y salvaje como los rusos. Si ellos pelean violando todo tipo de “Convenciones de Guerra”, nosotros no podemos mostrar debilidad y ser tan salvaje y sanguinarios como ellos. ¡¡Y aquel General, Oficial o simple sargento que no esté de acuerdo con esa forma de luchar, que renuncie.!!
Y en forma categórica le diré:
- ¡No podemos mostrar flaqueza, dudas o compasión!. ¡Es momento de pelear con coraje y de dejar la vida en esta batalla, sino la guerra estará perdida.! ¡Si nuestro enemigo es impiadoso y cruel, nosotros seremos el doble de impiadosos y crueles.!!
Haremos un fuego y le ofreceré a mi escolta de la SS algunos chocolates.
Mis soldados de las SS confraternizarán con el pelotón del Sargento Jürgen. El contraste entre ambos soldados me impresionará.
Tal cual lo dicho por Henrici, los soldados del pelotón del Sargento Jürgen vestirán ropas de civiles, sacones y hasta tapados de piel de mujeres. Se verán cansados, barbudos, con los rostros curtidos por el frío y la lucha extrema. Mientras mis soldados de las SS lucirán impecables, con su ropa de invierno camuflada de blanco y sus rostros si experimentar la fatiga de meses de combate sin cuartel.
Me quedaré pensativo ante ese contraste tan marcado.
Luego de tomar un café caliente y unas rodajas de pan, emprenderemos la marcha.
Continuará.
Anonadado al verme, me dirá:
- Hubiera esperado a un soldado ruso o a un partisano que me venía a matar, pero Jamás me hubiera imaginado verlo por estos lugares peligrosos.
Me reiría tibiamente y nos daríamos un abrazo. Luego nos haría pasar a mí y a Henrici a una Itsba cálida en donde se encuentran sus ayudantes y colaboradores. En el centro una gran mesa contendrá una serie de mapas, mientras un operador de radio se comunica frenéticamente con el frente.
Preocupado le preguntaré:
- ¿Qué pasa que hay tanto alboroto del otro lado de la radio?
- La 34º División de Infantería está soportando grandes contraofensivas a lo largo del río Oka cerca del poblado de Kanishin y está pidiendo refuerzo de artillería, pero su artillería se encuentra escasa de municiones y apenas le puede ofrecer servicio.
- ¿La situación está complicada?.
- Muy complicada. La división 17º está protegiendo su flanco derecho. Y dí órdenes a mi 20º División Panzer que vaya al rescate, pero no tiene suficiente combustible.
- ¿Y qué pasa con la logística y la distribución de los almacenes y la intendencia?
- Hay una tormenta de nieve y está colapsado el transporte.
Yo daré un golpe de puño sobre la mesa y le diré:
- ¡¡Deseo ir ya mismo a ese sector del Frente!!
- ¡Usted está loco, Mein Führer!. ¡Es extremadamente peligroso!.
Henrici y los colaboradores de Von Viettinghoff tratarán de calmarme y hacerme entrar en razón.
Finalmente Von Viettinghoff me dirá:
- Todo el Frente entre Lotoshino, Volokolamnsk, Medyn y Maloyaroslavet está complicado porque está sufriendo una serie de contraataques desde el 1 de Noviembre. Yo le aconsejaría que vaya hacia Spa-Demiansk que es una zona relativamente tranquila.
- No porque deseo estar lo más cerca del “Frente”, en contacto con mis soldados.
- Vaya entonces a Kirov. Allí se encuentra la 98ª DI del Generalleutnant Erich Schröck, perteneciente al XII Cuerpo de Ejército del General der Infanterie Walter Schroth. Aparte hay un Hospital de campaña y creo que le va a dar una alegría a los soldados heridos que su Führer en persona los esté visitando.
- Tiene usted mucha razón. Hacia allí iremos entonces
Saldremos del cálido Cuartel General del Von Viettinghoff y subiremos a mi Carro.
El frío gélido golpeará mi cara y yo me preguntaré por el estado de mi escolta de las SS.
Decidido, le diré a Henrici:
- Hagamos un descanso en ese bosque para que mis soldados puedan comer algo y descansen un poco.
- Debemos hacer un descanso rápido, porque son las 2 de la tarde y en un par de horas va a estar oscureciendo y faltan 30 kilómetros para llegar a Kirov.
- Perfecto.
Luego le diré a Henrici:
- Ni bien regrese a mi “Cuartel General” en Smolenko, voy a dar la orden de que todos los prisioneros de guerra sean usados como “Mulas humanas”. Y también el consejo que usted me dio sobre los PANJES.
Meneando la cabeza, no muy convencido me contestará:
- La verdad que es una medida extrema que viola convenciones de guerra y plantea un dilema moral. Inclusive transformar prisioneros en esclavos pueden ocasionar en el futuro algún tipo de represalia legal.
Subiendo el tono de voz, le diré:
- No es momento de tener remilgos morales o dudas éticas. Es momento de luchar con fiereza, de ser heterodoxo y tan brutal y salvaje como los rusos. Si ellos pelean violando todo tipo de “Convenciones de Guerra”, nosotros no podemos mostrar debilidad y ser tan salvaje y sanguinarios como ellos. ¡¡Y aquel General, Oficial o simple sargento que no esté de acuerdo con esa forma de luchar, que renuncie.!!
Y en forma categórica le diré:
- ¡No podemos mostrar flaqueza, dudas o compasión!. ¡Es momento de pelear con coraje y de dejar la vida en esta batalla, sino la guerra estará perdida.! ¡Si nuestro enemigo es impiadoso y cruel, nosotros seremos el doble de impiadosos y crueles.!!
Haremos un fuego y le ofreceré a mi escolta de la SS algunos chocolates.
Mis soldados de las SS confraternizarán con el pelotón del Sargento Jürgen. El contraste entre ambos soldados me impresionará.
Tal cual lo dicho por Henrici, los soldados del pelotón del Sargento Jürgen vestirán ropas de civiles, sacones y hasta tapados de piel de mujeres. Se verán cansados, barbudos, con los rostros curtidos por el frío y la lucha extrema. Mientras mis soldados de las SS lucirán impecables, con su ropa de invierno camuflada de blanco y sus rostros si experimentar la fatiga de meses de combate sin cuartel.
Me quedaré pensativo ante ese contraste tan marcado.
Luego de tomar un café caliente y unas rodajas de pan, emprenderemos la marcha.
Continuará.
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What if: Imaginemos un Barbarroja en 2 etapas
Llegamos a la ciudad de Kirov a la noche.
Un fío extremo calaría hasta los huesos a mis pobre soldados de las SS que vienen caminando detrás de mi Carro.
La ciudad se veía destruida. Miles de soldados se protegían entre las ruinas de las casas por fogatas improvisadas y algunas mantas.
Frente a una gran plaza, en un edificio milagrosamente sano, el General Walter Schroth me recibió con los brazos abiertos, diciéndome:
- No puedo creer lo que ven mis ojos. ¿Yo estoy delirando, usted es un espejismo o es realmente el mismísimo Adolf Hitler?
- Soy yo en persona, estimado Walter Schroth.
- ¿Y se puede saber qué hace por acá, en el medio del peligro y tan cerca del Frente?
- Decidí salir de mi confortable Bunker de Smolenko y visitar a mis bravos soldados.
- Sabía que usted había abandonado Berlín y armado su Cuartel general en Smolenko desde el 30 de Septiembre. Y que había dirigido la Operación Taifún desde allí. Pero jamás me iba a imaginar que se iba a acercar al frente de combate.
- Es que sé que se viven momentos difíciles, que el invierno se ha adelantado y que la situación es complicada en todo el frente.
- La situación es muy complicada. La verdad que el soldado ruso en particular y el ejército rojo en general, ha resultado un hueso duro de roer. Nunca he visto tanta capacidad de resistencia y tanta tenacidad, ya sea en la defensa como en el contraataque. Las 98º y 34 División de Infantería que están bajo mi mando han reportado haber ocasionado más de 30.000 bajas soviéticas en las últimas 2 semanas. Es decir que en 14 días le hemos ocasionado a los rusos tantas bajas como todo el personal de las 2 divisiones a mi cargo, sin embargo los rusos no dan señales de aflojar. Siguen batallando con fiereza y crueldad.
- Eso ya lo sabía porque me han llegado reportes de Halder al respecto. Las masacre de Brody o Lemberg son conocidas…
Interrumpiéndome, me dirá:
- Eso sucedió hace meses, en el verano. Pero esas matanzas usted debe multiplicarlas por 100!!. Yo mismo he sido testigo en Yelnia, en Baranovici, en Gomel, en Konotop, en Roslav masacres aún peores. Los soviéticos son salvajes y despiadados.
- Ya lo sé. En la Conferencia de Orsha celebrada el 30 de Septiembre yo les dije lo mismo a mis generales y por eso decidí desencadenar la primer etapa de Taifún y dejar Moscú para 1942.
- Ya lo sé. Von Kluge que estuvo en la Conferencia de Orsha ya nos bajó las órdenes y las nuevas directivas. Pero le pregunto: Hoy es 2 de Noviembre y han pasado más de 30 días de la Conferencia de Orsha. ¿Luego de los éxitos de las bolsas de Vyazma-Briansk, sus expectativas han cambiado?
- Para nada. A pesar de la gran destrucción a la que hemos sometido a los ejércitos soviéticos y a los miles de prisioneros que hemos tomado, sé fehacientemente que lo más astuto, lo más inteligente y lo más conveniente para nuestros soldados y ejércitos, es hacer el parate, armar defensas y pasar a Cuarteles de Invierno. La situación es crítica, la logística está muy tensionada y la Wehrmacht está tan desgastada que no tenemos suficiente fuerzas para poder Conquistar Moscú.
- Es una sabia decisión, pero jamás pensé que usted iba a tomar esa medida.
- Tuve una charla hoy al mediodía con Von Vietingoff y me dijo lo mismo. Pero desde que estoy en Smolenko, durante todo este mes he tomado una real dimensión de la situación de la Wehrmacht y creo que he tomado la decisión más estratégica y hasta astuta. Hoy es 2 de Noviembre y después de un mes de intensos combates, mis desgastadas divisiones están por debajo del 50% y lo mejor es pasar a la defensiva. El descanso le va a permitir subir la moral del Landser. Y toda la logística que me voy a ahorrar y los miles de balas y litros de combustible, serán almacenados en la retaguardia para esperar con el “Cuchillo entre los dientes” la Contraofensiva rusa.
- ¿Está seguro que los soviéticos van a atacar?.
- Absolutamente. ¿Usted tiene alguna duda?.
- No lo sé. Fue tanta la paliza que le dimos en los Kessel de Vyazma-Briansk, que me cuesta creer que los rusos se vayan a recuperar de semejantes derrotas.
- Tengo fuentes muy confiables de un espía que me brinda información muy precisa. Sé que los soviéticos tienen casi 1.000.000 de soldados en la retaguardia listos para la contraofensiva. Incluso conozco el dispositivo ruso y sus vectores de ataque.
Continuará.
Un fío extremo calaría hasta los huesos a mis pobre soldados de las SS que vienen caminando detrás de mi Carro.
La ciudad se veía destruida. Miles de soldados se protegían entre las ruinas de las casas por fogatas improvisadas y algunas mantas.
Frente a una gran plaza, en un edificio milagrosamente sano, el General Walter Schroth me recibió con los brazos abiertos, diciéndome:
- No puedo creer lo que ven mis ojos. ¿Yo estoy delirando, usted es un espejismo o es realmente el mismísimo Adolf Hitler?
- Soy yo en persona, estimado Walter Schroth.
- ¿Y se puede saber qué hace por acá, en el medio del peligro y tan cerca del Frente?
- Decidí salir de mi confortable Bunker de Smolenko y visitar a mis bravos soldados.
- Sabía que usted había abandonado Berlín y armado su Cuartel general en Smolenko desde el 30 de Septiembre. Y que había dirigido la Operación Taifún desde allí. Pero jamás me iba a imaginar que se iba a acercar al frente de combate.
- Es que sé que se viven momentos difíciles, que el invierno se ha adelantado y que la situación es complicada en todo el frente.
- La situación es muy complicada. La verdad que el soldado ruso en particular y el ejército rojo en general, ha resultado un hueso duro de roer. Nunca he visto tanta capacidad de resistencia y tanta tenacidad, ya sea en la defensa como en el contraataque. Las 98º y 34 División de Infantería que están bajo mi mando han reportado haber ocasionado más de 30.000 bajas soviéticas en las últimas 2 semanas. Es decir que en 14 días le hemos ocasionado a los rusos tantas bajas como todo el personal de las 2 divisiones a mi cargo, sin embargo los rusos no dan señales de aflojar. Siguen batallando con fiereza y crueldad.
- Eso ya lo sabía porque me han llegado reportes de Halder al respecto. Las masacre de Brody o Lemberg son conocidas…
Interrumpiéndome, me dirá:
- Eso sucedió hace meses, en el verano. Pero esas matanzas usted debe multiplicarlas por 100!!. Yo mismo he sido testigo en Yelnia, en Baranovici, en Gomel, en Konotop, en Roslav masacres aún peores. Los soviéticos son salvajes y despiadados.
- Ya lo sé. En la Conferencia de Orsha celebrada el 30 de Septiembre yo les dije lo mismo a mis generales y por eso decidí desencadenar la primer etapa de Taifún y dejar Moscú para 1942.
- Ya lo sé. Von Kluge que estuvo en la Conferencia de Orsha ya nos bajó las órdenes y las nuevas directivas. Pero le pregunto: Hoy es 2 de Noviembre y han pasado más de 30 días de la Conferencia de Orsha. ¿Luego de los éxitos de las bolsas de Vyazma-Briansk, sus expectativas han cambiado?
- Para nada. A pesar de la gran destrucción a la que hemos sometido a los ejércitos soviéticos y a los miles de prisioneros que hemos tomado, sé fehacientemente que lo más astuto, lo más inteligente y lo más conveniente para nuestros soldados y ejércitos, es hacer el parate, armar defensas y pasar a Cuarteles de Invierno. La situación es crítica, la logística está muy tensionada y la Wehrmacht está tan desgastada que no tenemos suficiente fuerzas para poder Conquistar Moscú.
- Es una sabia decisión, pero jamás pensé que usted iba a tomar esa medida.
- Tuve una charla hoy al mediodía con Von Vietingoff y me dijo lo mismo. Pero desde que estoy en Smolenko, durante todo este mes he tomado una real dimensión de la situación de la Wehrmacht y creo que he tomado la decisión más estratégica y hasta astuta. Hoy es 2 de Noviembre y después de un mes de intensos combates, mis desgastadas divisiones están por debajo del 50% y lo mejor es pasar a la defensiva. El descanso le va a permitir subir la moral del Landser. Y toda la logística que me voy a ahorrar y los miles de balas y litros de combustible, serán almacenados en la retaguardia para esperar con el “Cuchillo entre los dientes” la Contraofensiva rusa.
- ¿Está seguro que los soviéticos van a atacar?.
- Absolutamente. ¿Usted tiene alguna duda?.
- No lo sé. Fue tanta la paliza que le dimos en los Kessel de Vyazma-Briansk, que me cuesta creer que los rusos se vayan a recuperar de semejantes derrotas.
- Tengo fuentes muy confiables de un espía que me brinda información muy precisa. Sé que los soviéticos tienen casi 1.000.000 de soldados en la retaguardia listos para la contraofensiva. Incluso conozco el dispositivo ruso y sus vectores de ataque.
Continuará.
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En ese punto de la discusión intervendrá Henrici:
- Acá en Kirov el frente se ve más tranquilo. Pero mi XXXXIII Cuerpo de Ejército formnados por las 52ª DI dirigidas por Generaloberst Lothar Rendulic y la 131ª DI dirigidas por el General der Artillerie Heinrich Meyer-Bürdorf se encuentran entre las ciudades de Kosielzk y Kaluga y en este momento están siendo duramente atacadas por el 50º Ejército de Boldín y la 31º división de Caballería rusa ha penetrado entre la unión de las 2 divisiones y sólo pude contenerla con la ayuda de la 29º división Motorizada y la ayuda del XIII Cuerpo de Ejército dirigido por el General Hans Felber, quien está protegiendo mi flanco con sus 17ª DI dirigidas por el General Herbert Loch y la 260ª DI comandada por el Teniente General Hans Schmidt
.
Interrumpiéndole, le diré:
- Una compañía de 50 soldados de las SS me está acompañando como escolta. Llevan desde la mañana caminando en la intemperie y deseo darles cobijo y un plato de comida.
- No hay problema, ya mismo me encargo.
Una vez solucionado ese detalle, cenaremos con Henrici, Yo, el general Walter Schroth y todo el Staff del Cuartel General del XII Cuerpo de Ejército.
El lugarteniente de Walter Schroth, Otto Bergantten, destapará una botella de Kirschwasser y todos brindaremos.
Finalizada la cena, todos nos volcaremos encima de la mesa de Mapas para analizar la situación. Primero yo expondré mi punto de vista y luego le cederé la palabra a Henrici para que explique la forma en que se va a amar el dispositivo defensivo.
En forma clara y concisa, Henrici explicará todos los Tips y pasos a tomar. Una vez terminada su alocución, yo diré:
- Recuerden que de los Generales de División para abajo, nadie debe saber que vamos a hacer un parate y pasar a “Cuarteles de Invierno”.
- Eso lo tenemos muy claro. Tanto el general Lothar Rendulic de la 131ª DI y el General Heinrich Meyer-Bürdorf comandante de la 52º no saben absolutamente nada.
- Yo he hecho lo mismo con Teniente General Erich Schröck de la 98 división y el Teniente General Hans Behlendorffmde la 34 división – Dirá Walter Schroth.
- Perfecto. He nombrado al General Henrici como responsable del armado del complejo defensivo. El general Henrici va a armar un Documento “Instructivo” y lo va a imprimir en la imprenta de su división para luego repartirlo a todos los Jefes de Batallón. Y él personalmente va a recorrer todo el frente para “Supervisar” que la defensas se armen de acuerdo con sus consejos y recomendaciones.
- Si a algún Jefe de Regimiento o Batallón le llama la atención que se ponga tanto esmero en armar el “Complejo Defensivo”, qué le diremos.
- La misma mentira de siempre: “Que debemos descansar 3 semanas para acumular logística y que por eso estamos armando defensas. Pero para cuando el suelo se endurezca emprenderemos la ofensiva – les diré
Todos los presenten asentirá. Finalmente nos acostaremos a descansar.
Continuará.
- Acá en Kirov el frente se ve más tranquilo. Pero mi XXXXIII Cuerpo de Ejército formnados por las 52ª DI dirigidas por Generaloberst Lothar Rendulic y la 131ª DI dirigidas por el General der Artillerie Heinrich Meyer-Bürdorf se encuentran entre las ciudades de Kosielzk y Kaluga y en este momento están siendo duramente atacadas por el 50º Ejército de Boldín y la 31º división de Caballería rusa ha penetrado entre la unión de las 2 divisiones y sólo pude contenerla con la ayuda de la 29º división Motorizada y la ayuda del XIII Cuerpo de Ejército dirigido por el General Hans Felber, quien está protegiendo mi flanco con sus 17ª DI dirigidas por el General Herbert Loch y la 260ª DI comandada por el Teniente General Hans Schmidt
.
Interrumpiéndole, le diré:
- Una compañía de 50 soldados de las SS me está acompañando como escolta. Llevan desde la mañana caminando en la intemperie y deseo darles cobijo y un plato de comida.
- No hay problema, ya mismo me encargo.
Una vez solucionado ese detalle, cenaremos con Henrici, Yo, el general Walter Schroth y todo el Staff del Cuartel General del XII Cuerpo de Ejército.
El lugarteniente de Walter Schroth, Otto Bergantten, destapará una botella de Kirschwasser y todos brindaremos.
Finalizada la cena, todos nos volcaremos encima de la mesa de Mapas para analizar la situación. Primero yo expondré mi punto de vista y luego le cederé la palabra a Henrici para que explique la forma en que se va a amar el dispositivo defensivo.
En forma clara y concisa, Henrici explicará todos los Tips y pasos a tomar. Una vez terminada su alocución, yo diré:
- Recuerden que de los Generales de División para abajo, nadie debe saber que vamos a hacer un parate y pasar a “Cuarteles de Invierno”.
- Eso lo tenemos muy claro. Tanto el general Lothar Rendulic de la 131ª DI y el General Heinrich Meyer-Bürdorf comandante de la 52º no saben absolutamente nada.
- Yo he hecho lo mismo con Teniente General Erich Schröck de la 98 división y el Teniente General Hans Behlendorffmde la 34 división – Dirá Walter Schroth.
- Perfecto. He nombrado al General Henrici como responsable del armado del complejo defensivo. El general Henrici va a armar un Documento “Instructivo” y lo va a imprimir en la imprenta de su división para luego repartirlo a todos los Jefes de Batallón. Y él personalmente va a recorrer todo el frente para “Supervisar” que la defensas se armen de acuerdo con sus consejos y recomendaciones.
- Si a algún Jefe de Regimiento o Batallón le llama la atención que se ponga tanto esmero en armar el “Complejo Defensivo”, qué le diremos.
- La misma mentira de siempre: “Que debemos descansar 3 semanas para acumular logística y que por eso estamos armando defensas. Pero para cuando el suelo se endurezca emprenderemos la ofensiva – les diré
Todos los presenten asentirá. Finalmente nos acostaremos a descansar.
Continuará.
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Al otro día (3 de Noviembre de 1941) nos levantaremos temprano.
Luego de desayunar le preguntaré a Henrici:
- ¿Hacia dónde vamos ahora?
- Hay un hospital aquí cerca. Creo que sería una excelente idea visitar a los heridos. Sin duda les levantaría la moral.
Me despediré del general Schorth, agradeciéndole su hospitalidad, y continuamos el trayecto hacia el Hospital en silencio.
El traqueteo del Carro tirado por caballos nos dará un poco de somnolencia. Cuando mis ojos pesados se estaban cerrando y parecía que me iba a dormir, el ruido de cañones disparando me levantará alterado.
Las municiones empezarán a caer cerca de nuestro Carro. El Jefe de la Compañía que me escoltaba me sacará del Carro y me pondrá a cubierto en un grupo de árboles. Apoyará mi cuerpo contra un tronco y me protegerá como un escudo humano con su propio cuerpo.
Henrici también se protegerá entre los árboles y se arrojará al suelo cubierto de nieve.
Una vez acabado el cañoneo, Henrici se incorporará y acercándose donde yo estaba, me dirá:
- Nos estamos acercando al frente y la cosa se está poniendo peligrosa. Creo que lo mejor es que busquemos algún puesto de mando.
Al ver a un grupo de soldados, nos acercaremos. Al ver al mismísimo Adolf Hitler frente a sus "Narices", todos los soldados taconearán sus botas y harán el saludo nazi al grito de ¡Heil Hitler!.
Estupefactos no sabrán qué hacer al verme. Para distender la situación le diré:
- Relájense, soldados. Estamos buscando el Hospital de campaña.
- Deben dirigirse un par de kilómetros hacia el Norte por esta senda. Mis soldados los van a guiar.
Como el Carro no puede atravesar por ese camino estrecho, haremos el trayecto caminando.
La visita al Hospital será uno de los momentos más fuertes y emotivos de mi vista al Frente.
Ver cientos de soldados con sus miembros amputados y sus vendas ensangrentadas me dará la dimensión de lo que se estaba viviendo en el Ostheer en esos momentos tan terribles.
Repartiré chocolates, cigarrillos y saludos a todos los enfermos. Con los soldados que tuvieran heridas más leves mantendré una charla afectuosa con el fin de insuflarle ánimo.
Finalmente emprenderemos el regreso hacia la ciudad de Kosielzk donde está el Cuartel general del General Henrici.
A medidas que nos acercamos el frente de batalla, el ruido de las armas se hará más intensivo.
Salvas de artillería cayendo nuevamente cerca nuestro nos obligará a protegernos en un bosque.
Preocupado, Henrici me dirá:
- Me parece que lo correcto es que hasta acá llegue su visita al frente. Más adelante será ya muy peligroso y no podemos correr el riesgo de que usted salga herido. Creo que lo mejor es que yo siga camino a la ciudad de Kosielzk hacia mi Cuartel General y usted retroceda hasta la ciudad de Orel donde se encuentra el Cuartel general de Guderian.
Yo asentiré. Henrici me dirá:
- Pero deberá hacerlo en un camión o automóvil, porque en carro es muy peligroso y va a tardar todo un día. Ya me encargo de conseguirle un Camión para usted y sus 50 soldados de las SS que ofician de su escolta personal.
Una vez conseguido 3 camiones, emprenderemos la marcha. A media tarde nos quedaremos sin combustible y visitaremos el Cuartel general del XXX cuerpo de Ejército Motorizado dirigido por el General de Caballería Georg Stumme, quien nos dará alojamiento y algo de comida.
Finalmente emprenderemos la marcha hacia Orel para encontrarme con Guderian.
Continuará.
Luego de desayunar le preguntaré a Henrici:
- ¿Hacia dónde vamos ahora?
- Hay un hospital aquí cerca. Creo que sería una excelente idea visitar a los heridos. Sin duda les levantaría la moral.
Me despediré del general Schorth, agradeciéndole su hospitalidad, y continuamos el trayecto hacia el Hospital en silencio.
El traqueteo del Carro tirado por caballos nos dará un poco de somnolencia. Cuando mis ojos pesados se estaban cerrando y parecía que me iba a dormir, el ruido de cañones disparando me levantará alterado.
Las municiones empezarán a caer cerca de nuestro Carro. El Jefe de la Compañía que me escoltaba me sacará del Carro y me pondrá a cubierto en un grupo de árboles. Apoyará mi cuerpo contra un tronco y me protegerá como un escudo humano con su propio cuerpo.
Henrici también se protegerá entre los árboles y se arrojará al suelo cubierto de nieve.
Una vez acabado el cañoneo, Henrici se incorporará y acercándose donde yo estaba, me dirá:
- Nos estamos acercando al frente y la cosa se está poniendo peligrosa. Creo que lo mejor es que busquemos algún puesto de mando.
Al ver a un grupo de soldados, nos acercaremos. Al ver al mismísimo Adolf Hitler frente a sus "Narices", todos los soldados taconearán sus botas y harán el saludo nazi al grito de ¡Heil Hitler!.
Estupefactos no sabrán qué hacer al verme. Para distender la situación le diré:
- Relájense, soldados. Estamos buscando el Hospital de campaña.
- Deben dirigirse un par de kilómetros hacia el Norte por esta senda. Mis soldados los van a guiar.
Como el Carro no puede atravesar por ese camino estrecho, haremos el trayecto caminando.
La visita al Hospital será uno de los momentos más fuertes y emotivos de mi vista al Frente.
Ver cientos de soldados con sus miembros amputados y sus vendas ensangrentadas me dará la dimensión de lo que se estaba viviendo en el Ostheer en esos momentos tan terribles.
Repartiré chocolates, cigarrillos y saludos a todos los enfermos. Con los soldados que tuvieran heridas más leves mantendré una charla afectuosa con el fin de insuflarle ánimo.
Finalmente emprenderemos el regreso hacia la ciudad de Kosielzk donde está el Cuartel general del General Henrici.
A medidas que nos acercamos el frente de batalla, el ruido de las armas se hará más intensivo.
Salvas de artillería cayendo nuevamente cerca nuestro nos obligará a protegernos en un bosque.
Preocupado, Henrici me dirá:
- Me parece que lo correcto es que hasta acá llegue su visita al frente. Más adelante será ya muy peligroso y no podemos correr el riesgo de que usted salga herido. Creo que lo mejor es que yo siga camino a la ciudad de Kosielzk hacia mi Cuartel General y usted retroceda hasta la ciudad de Orel donde se encuentra el Cuartel general de Guderian.
Yo asentiré. Henrici me dirá:
- Pero deberá hacerlo en un camión o automóvil, porque en carro es muy peligroso y va a tardar todo un día. Ya me encargo de conseguirle un Camión para usted y sus 50 soldados de las SS que ofician de su escolta personal.
Una vez conseguido 3 camiones, emprenderemos la marcha. A media tarde nos quedaremos sin combustible y visitaremos el Cuartel general del XXX cuerpo de Ejército Motorizado dirigido por el General de Caballería Georg Stumme, quien nos dará alojamiento y algo de comida.
Finalmente emprenderemos la marcha hacia Orel para encontrarme con Guderian.
Continuará.
-
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What if: Imaginemos un Barbarroja en 2 etapas
DIALOGO CON GUDERIAN
Ni bien Guderian me vea llegar en su Cuartel General en la ciudad de Orel, no podrá creer lo que ven sus ojos.
La reacción del célebre y famoso “General der Panzertruppen” que revolucionó la guerra moderna con sus técnicas mecanizadas será muy similar a la de los demás generales a los que visité: SORPRESA al ver al mismísimo Hitler metido en el corazón de Rusia y a pocos kilómetros del Frente:
- ¡No puedo creer lo que ven mis ojos!. ¿Qué hace usted por acá?.
- Decidí visitar a mi “General-Estrella” para ver cómo marcha la cosa en el Ostheer.
- Pase por favor a mi Cuartel general, que hace mucho frío.
- Me acompañan como escolta, 50 soldados de las SS. Me gustaría si les puede dar algo de comida y cobijo.
- Ya mismo doy las órdenes, aunque estamos escasos de comida así que más que un poco de pan viejo y algo de cerdo congelado no puedo ofrecerle.
- Será suficiente.
Entraremos a un edificio de 4 pisos en el centro de Orel bastante bien equipado. En la planta baja estará la sala de mapas y el Cuartel de operaciones, en el segundo piso la sala de comunicaciones y el control administrativo, en el tercer piso un depósito y almacén de vituallas y en el cuarto los dormitorios de Guderian, su lugarteniente, edecán, secretarios y ayudantes.
Me ofrecerá una taza de Té y parándonos frente a los mapas, le preguntaré:
- ¿Pínteme un panorama por favor de la situación?
- La ofensiva yo la comencé el 30 de Septiembre, un día antes que el resto del GEC. Tal cual lo planificado por usted en la Conferencia de Orsha, respeté el plan y los vectores de ataque de mis divisiones Panzer.
Mi 2º Ejército Panzer salió de Glukov y en un movimiento de Hoz cayó a espaldas de Briansk. El otro brazo del Kessel lo ejecutó desde el Norte las divisiones del 2º Ejército de Weichs, que funcionó como Yunque, ya que son divisiones de infantería más lentas.
Muy a pesar de mi temple que deseaba liberar mis Divisiones Panzer para lanzarlas hacia Orel, mantuve firme las pinzas del Kessel, lo que me permitió destruir los Ejércitos Soviéticos 3º, 13º y 15º y capturar una gran cantidad de soldados y material de guerra, incluyendo unos cuantos miles de galones de combustible que estaban almacenados en las afuera de Orel en el cuartel General del 28º ejército que se escapó del Kessel de Briansk.
En un tono admonitorio le diré:
- Estuve controlando muy de cerca los movimientos de sus ejércitos porque aún estoy muy enojado con su movimiento excéntrico hacia Yelnia en Julio.
Guderian pretenderá defenderse:
- Lo que pasa es que ese movimiento era necesario para establecer un trampolín que en el futuro me iba a servir para lanzarme hacia Moscú y…
No lo voy a dejar terminar. Con un movimiento seco de la mano y el tono firme, le diré:
- ¡No me interesa escuchar sus excusas.! Usted debió haber mandado la 10º Panzer y la Grossdeuchland SS a espaldas de Smolenk, para unirse con la “Pinza” de Hoth y cellar firmemente el Kessel de Smolenko. Pero por culpa de su ambición miles de soldados de los Ejércitos Rusos 20º y 22º se escaparon y luego representaron un dolor de cabeza con las duras contraofensivas de Timoshenko durante todo el mes de Agosto.
- No fue por culpa de mi ambición, sino por una cuestión estratégica que…
Subiendo el tono de voz, le contestaré:
- ¡Le dije que no me interesa escuchar sus excusas!. ¡Lo pasado pisado y ya no podemos volver el tiempo atrás para revertir su “Grueso Error”.!
Lo importante es que por lo menos en el “Kessel de Briansk” hizo caso a mis órdenes y se mantuvo firme, aunque me ha dicho una mentirita.
Entre indignado y ofendido, Guderian me contestará:
- ¡Yo no le he mentido!.
- Sí porque sólo mantuvo a la 18º División Panzer y a la 29º Mecanizada, mientras liberó a la 3º y 4º Panzer y las mandó hacia Orel.
- Las 3º y 4º Panzer estuvieron 24 horas rodeando el anillo externo del Kessel y cuando fueron relevadas por la 18º Panzer y la 29º Mecanizadas, las liberé hacia Orel porque ya no tenía sentido que se queden ociosas en el frente.
- Las tendría que haber mantenido a esas 2 divisiones Panzer por lo menos 48 horas más, quizás de esa manera no se hubiera escapado el 28º Ejército Soviético del Kessel de Briansk.
Guderian pretenderá defenderse, pero yo lo interrumpiré en seco:
- No discutamos sobre hechos pasados que ya no tienen solución. Explíqueme la situación actual.
Continuará.
Ni bien Guderian me vea llegar en su Cuartel General en la ciudad de Orel, no podrá creer lo que ven sus ojos.
La reacción del célebre y famoso “General der Panzertruppen” que revolucionó la guerra moderna con sus técnicas mecanizadas será muy similar a la de los demás generales a los que visité: SORPRESA al ver al mismísimo Hitler metido en el corazón de Rusia y a pocos kilómetros del Frente:
- ¡No puedo creer lo que ven mis ojos!. ¿Qué hace usted por acá?.
- Decidí visitar a mi “General-Estrella” para ver cómo marcha la cosa en el Ostheer.
- Pase por favor a mi Cuartel general, que hace mucho frío.
- Me acompañan como escolta, 50 soldados de las SS. Me gustaría si les puede dar algo de comida y cobijo.
- Ya mismo doy las órdenes, aunque estamos escasos de comida así que más que un poco de pan viejo y algo de cerdo congelado no puedo ofrecerle.
- Será suficiente.
Entraremos a un edificio de 4 pisos en el centro de Orel bastante bien equipado. En la planta baja estará la sala de mapas y el Cuartel de operaciones, en el segundo piso la sala de comunicaciones y el control administrativo, en el tercer piso un depósito y almacén de vituallas y en el cuarto los dormitorios de Guderian, su lugarteniente, edecán, secretarios y ayudantes.
Me ofrecerá una taza de Té y parándonos frente a los mapas, le preguntaré:
- ¿Pínteme un panorama por favor de la situación?
- La ofensiva yo la comencé el 30 de Septiembre, un día antes que el resto del GEC. Tal cual lo planificado por usted en la Conferencia de Orsha, respeté el plan y los vectores de ataque de mis divisiones Panzer.
Mi 2º Ejército Panzer salió de Glukov y en un movimiento de Hoz cayó a espaldas de Briansk. El otro brazo del Kessel lo ejecutó desde el Norte las divisiones del 2º Ejército de Weichs, que funcionó como Yunque, ya que son divisiones de infantería más lentas.
Muy a pesar de mi temple que deseaba liberar mis Divisiones Panzer para lanzarlas hacia Orel, mantuve firme las pinzas del Kessel, lo que me permitió destruir los Ejércitos Soviéticos 3º, 13º y 15º y capturar una gran cantidad de soldados y material de guerra, incluyendo unos cuantos miles de galones de combustible que estaban almacenados en las afuera de Orel en el cuartel General del 28º ejército que se escapó del Kessel de Briansk.
En un tono admonitorio le diré:
- Estuve controlando muy de cerca los movimientos de sus ejércitos porque aún estoy muy enojado con su movimiento excéntrico hacia Yelnia en Julio.
Guderian pretenderá defenderse:
- Lo que pasa es que ese movimiento era necesario para establecer un trampolín que en el futuro me iba a servir para lanzarme hacia Moscú y…
No lo voy a dejar terminar. Con un movimiento seco de la mano y el tono firme, le diré:
- ¡No me interesa escuchar sus excusas.! Usted debió haber mandado la 10º Panzer y la Grossdeuchland SS a espaldas de Smolenk, para unirse con la “Pinza” de Hoth y cellar firmemente el Kessel de Smolenko. Pero por culpa de su ambición miles de soldados de los Ejércitos Rusos 20º y 22º se escaparon y luego representaron un dolor de cabeza con las duras contraofensivas de Timoshenko durante todo el mes de Agosto.
- No fue por culpa de mi ambición, sino por una cuestión estratégica que…
Subiendo el tono de voz, le contestaré:
- ¡Le dije que no me interesa escuchar sus excusas!. ¡Lo pasado pisado y ya no podemos volver el tiempo atrás para revertir su “Grueso Error”.!
Lo importante es que por lo menos en el “Kessel de Briansk” hizo caso a mis órdenes y se mantuvo firme, aunque me ha dicho una mentirita.
Entre indignado y ofendido, Guderian me contestará:
- ¡Yo no le he mentido!.
- Sí porque sólo mantuvo a la 18º División Panzer y a la 29º Mecanizada, mientras liberó a la 3º y 4º Panzer y las mandó hacia Orel.
- Las 3º y 4º Panzer estuvieron 24 horas rodeando el anillo externo del Kessel y cuando fueron relevadas por la 18º Panzer y la 29º Mecanizadas, las liberé hacia Orel porque ya no tenía sentido que se queden ociosas en el frente.
- Las tendría que haber mantenido a esas 2 divisiones Panzer por lo menos 48 horas más, quizás de esa manera no se hubiera escapado el 28º Ejército Soviético del Kessel de Briansk.
Guderian pretenderá defenderse, pero yo lo interrumpiré en seco:
- No discutamos sobre hechos pasados que ya no tienen solución. Explíqueme la situación actual.
Continuará.
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Comiéndose su orgullo, Guderian proseguirá:
- Ehhh… Está bien… Luego de conquistar Briansk lancé mi XXIV Panzer Korps hacia Orel y la conquisté en un movimiento veloz y sin dudar me lancé hacia la ciudad de Mtesk. Tuve mucha resistencia del Cuerpo Blindado Ermakov, pero al final lo diezmé hasta que perdió capacidad combativa. Luego subí hacia Kaluga con todas mis divisiones acorazadas bordeando el río Oka, seguidas muy de cerca por mis divisiones de infantería- y con jactancia Guderian dirá:
- Finalmente tal cual lo planificado en la Conferencia de Orsha, mis Ejércitos Panzer se unieron con el Panzer Korps de Von Viettingoff, formando un gran Kessel en donde quedaron atrapados los “Ejércitos Soviéticos” 43º, 49º y 50º, destruyendo gran cantidad de material y capturando muchos prisioneros.
Para bajar sus “Humos de Belladonna”, le diré en tono de reproche
- Lamentablemente, muchos soldados se han escapado y Halder me ha revelado que esos 3 ejércitos ya han sido “Regenerados” y están firmemente emplazados en la otra orilla del Oka.
- Es cierto. Pero no fue por torpeza, sino por culpa del mal tiempo, el barro y la nieve que permitió que miles de soldados se escapen en ataques nocturnos cuando aún la pantalla formada por mis divisiones era porosa y las divisiones de infantería estaban muy retrasadas debido a la “Rasputiza” y el barro espeso que se devoró camiones, caballos, cañones y hasta a los pobres soldados.
- Entiendo. Y sé de lo difícil que se puso la situación a mediados de octubre por culpa de la lluvia y el mal tiempo.[/i]
Nos quedaremos callados, hasta que yo le diga:
- Prosiga por favor.
- Bien. Durante la última semana de Octubre me encargué de consolidar el terreno, armar defensas usando el río Oka como pantalla “Natural”. El terreno barroso impidió que esas defensas sean muy sólidas. Por suerte las nevadas de los primeros días de Noviembre me permitieron armar Bunkers más sólidos.
- Perfecto. ¿Y cual es la perspectiva a futuro.?
- Hoy es 3 de Noviembre y el frente está más o menos tranquilo, excepto en Mtezk, que sigue asediado por el Cuerpo de Ermakov, aunque ha sido diezmado y sus ofensivas no alcanzan a penetrar mis defensas.
Mi Frente Principal va de Kaluga a Mtezk, y está protegido por mi 2º Ejército Panzer y el 2º Ejército de Infantería de Weichs. Luego tengo un frente muy débil que va a de Mtezk a Kursk.
- ¿Por qué es débil?
- Porque está pobremente defendido por los cuerpos de Infantería XXXIV, XXXV y XXXXVIII, formado por divisiones que están muy desgastadas.
- ¿Y teme un ataque en ese sector o los rusos no cuentan con suficientes fuerzas? le preguntaré.
- Frente a ellos está el Ejército soviético 40º que está intacto y con tropas de refresco. Y el ejército parte del Ejército 13º que se escapó del Kessel de Briansk.
En tono de reproche le diré:
- Si hubiera dejado a las 3º y 4º Panzer el tiempo suficiente en los anillos externos del Kessel de Briansk quizás no se hubieran escapado
Guderian se pondrá rojo de ira, pero se aguantará replicarme o esgrimir algún argumento en su defensa.
Continuará.
- Ehhh… Está bien… Luego de conquistar Briansk lancé mi XXIV Panzer Korps hacia Orel y la conquisté en un movimiento veloz y sin dudar me lancé hacia la ciudad de Mtesk. Tuve mucha resistencia del Cuerpo Blindado Ermakov, pero al final lo diezmé hasta que perdió capacidad combativa. Luego subí hacia Kaluga con todas mis divisiones acorazadas bordeando el río Oka, seguidas muy de cerca por mis divisiones de infantería- y con jactancia Guderian dirá:
- Finalmente tal cual lo planificado en la Conferencia de Orsha, mis Ejércitos Panzer se unieron con el Panzer Korps de Von Viettingoff, formando un gran Kessel en donde quedaron atrapados los “Ejércitos Soviéticos” 43º, 49º y 50º, destruyendo gran cantidad de material y capturando muchos prisioneros.
Para bajar sus “Humos de Belladonna”, le diré en tono de reproche
- Lamentablemente, muchos soldados se han escapado y Halder me ha revelado que esos 3 ejércitos ya han sido “Regenerados” y están firmemente emplazados en la otra orilla del Oka.
- Es cierto. Pero no fue por torpeza, sino por culpa del mal tiempo, el barro y la nieve que permitió que miles de soldados se escapen en ataques nocturnos cuando aún la pantalla formada por mis divisiones era porosa y las divisiones de infantería estaban muy retrasadas debido a la “Rasputiza” y el barro espeso que se devoró camiones, caballos, cañones y hasta a los pobres soldados.
- Entiendo. Y sé de lo difícil que se puso la situación a mediados de octubre por culpa de la lluvia y el mal tiempo.[/i]
Nos quedaremos callados, hasta que yo le diga:
- Prosiga por favor.
- Bien. Durante la última semana de Octubre me encargué de consolidar el terreno, armar defensas usando el río Oka como pantalla “Natural”. El terreno barroso impidió que esas defensas sean muy sólidas. Por suerte las nevadas de los primeros días de Noviembre me permitieron armar Bunkers más sólidos.
- Perfecto. ¿Y cual es la perspectiva a futuro.?
- Hoy es 3 de Noviembre y el frente está más o menos tranquilo, excepto en Mtezk, que sigue asediado por el Cuerpo de Ermakov, aunque ha sido diezmado y sus ofensivas no alcanzan a penetrar mis defensas.
Mi Frente Principal va de Kaluga a Mtezk, y está protegido por mi 2º Ejército Panzer y el 2º Ejército de Infantería de Weichs. Luego tengo un frente muy débil que va a de Mtezk a Kursk.
- ¿Por qué es débil?
- Porque está pobremente defendido por los cuerpos de Infantería XXXIV, XXXV y XXXXVIII, formado por divisiones que están muy desgastadas.
- ¿Y teme un ataque en ese sector o los rusos no cuentan con suficientes fuerzas? le preguntaré.
- Frente a ellos está el Ejército soviético 40º que está intacto y con tropas de refresco. Y el ejército parte del Ejército 13º que se escapó del Kessel de Briansk.
En tono de reproche le diré:
- Si hubiera dejado a las 3º y 4º Panzer el tiempo suficiente en los anillos externos del Kessel de Briansk quizás no se hubieran escapado
Guderian se pondrá rojo de ira, pero se aguantará replicarme o esgrimir algún argumento en su defensa.
Continuará.
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Yo le diré:
- En fin… No lloremos sobre la leche derramada. Prosiga por favor. ¿Cuáles son sus expectativas a futuro.?
- De acuerdo a lo que me ha dicho mi servicio de inteligencia, el grueso del Ejército Soviético está concentrado entre Kaluga y Kromy donde se encuentran los ejércitos 49º, 50º, 3º, 10º y restos del Ejército 13º y 20º.
Aprovechándome de mis conocimientos sobre la SGM, le diré:
- Mis propios servicios de Inteligencia me han confirmado que en la reserva los soviéticos tiene al ejército 28º y 61º ubicados entre las ciudades de Rjazk y Lipeck
- ¿Y sabe cómo están formados esos ejércitos?
- Sí. Tienen 2 brigadas de tanques y aproximadamente una docena de divisiones de fusileros, aunque son divisiones armadas AD-Hoc, equivalentes a unas 7 divisiones de las nuestras.
- Yo le diría que nuestras divisiones hoy por hoy están al 50% y se parecen mucho al poder de fuego de las divisiones soviéticas.
- Cierto. Aunque imagino que habrá recibido los refuerzos que ordené traer desde Francia.
- Tan sólo recibí 2 divisiones de infantería.
- Y lamentablemente no puedo darle más. 2 divisiones recibió el IX Ejército de Staruss, 2 el IV de Von Kluge, 2 el II de Von Weichs y 2 Divisiones el 3º ejército Panzer de Hoth. Con las 2 divisiones que le tocó en gracia a usted, son las 10 divisiones que traje de Francia.
- Ah… Entiendo.
- Deberá arreglarse con esas 2 divisiones. Como consejo, le digo que desmiembre esas 2 divisiones en 18 batallones y las integre a sus divisiones de infantería o Panzer Korps según su criterio.
- Respetando lo que usted nos dijo en la Conferencia de Orsha, llevé mis divisiones Panzer a la retaguardia.
- Perfecto. ¿Y recibió la ropa de invierno y anticongelantes, lubricantes y repuestos?
- Recibí todo, menos suficientes repuestos para mis tanques. Aparte necesito motores y…
Con una risa entre amarga y cínica, le diré:
- Jajaja... No se ilusione. Eso es todo lo que hay por ahora. He tomado medidas drásticas y he echado a Dömpermuller al frente del Ministerio de Transporte y nombrado a Ganzermüller para solucionar el problema de transporte ferroviario, pero recién para Enero de 1942 se empezarán a ver las mejoras. Mientras tanto hay que “Apechugarse” y aguantar con lo que hay. Más no puedo ofrecer.
- Y bueno… Con respecto a la ropa de invierno, he recibido un montón de prendas civiles de todo tipo. Inclusive tengo a todo un regimiento vestido con tapados de mujer. A modo de burla sus camaradas de otras divisiones le llaman “Las Señoritas de la Wehrmacht”
Me reiré con ganas ante esa ocurrencia.
Continuará.
- En fin… No lloremos sobre la leche derramada. Prosiga por favor. ¿Cuáles son sus expectativas a futuro.?
- De acuerdo a lo que me ha dicho mi servicio de inteligencia, el grueso del Ejército Soviético está concentrado entre Kaluga y Kromy donde se encuentran los ejércitos 49º, 50º, 3º, 10º y restos del Ejército 13º y 20º.
Aprovechándome de mis conocimientos sobre la SGM, le diré:
- Mis propios servicios de Inteligencia me han confirmado que en la reserva los soviéticos tiene al ejército 28º y 61º ubicados entre las ciudades de Rjazk y Lipeck
- ¿Y sabe cómo están formados esos ejércitos?
- Sí. Tienen 2 brigadas de tanques y aproximadamente una docena de divisiones de fusileros, aunque son divisiones armadas AD-Hoc, equivalentes a unas 7 divisiones de las nuestras.
- Yo le diría que nuestras divisiones hoy por hoy están al 50% y se parecen mucho al poder de fuego de las divisiones soviéticas.
- Cierto. Aunque imagino que habrá recibido los refuerzos que ordené traer desde Francia.
- Tan sólo recibí 2 divisiones de infantería.
- Y lamentablemente no puedo darle más. 2 divisiones recibió el IX Ejército de Staruss, 2 el IV de Von Kluge, 2 el II de Von Weichs y 2 Divisiones el 3º ejército Panzer de Hoth. Con las 2 divisiones que le tocó en gracia a usted, son las 10 divisiones que traje de Francia.
- Ah… Entiendo.
- Deberá arreglarse con esas 2 divisiones. Como consejo, le digo que desmiembre esas 2 divisiones en 18 batallones y las integre a sus divisiones de infantería o Panzer Korps según su criterio.
- Respetando lo que usted nos dijo en la Conferencia de Orsha, llevé mis divisiones Panzer a la retaguardia.
- Perfecto. ¿Y recibió la ropa de invierno y anticongelantes, lubricantes y repuestos?
- Recibí todo, menos suficientes repuestos para mis tanques. Aparte necesito motores y…
Con una risa entre amarga y cínica, le diré:
- Jajaja... No se ilusione. Eso es todo lo que hay por ahora. He tomado medidas drásticas y he echado a Dömpermuller al frente del Ministerio de Transporte y nombrado a Ganzermüller para solucionar el problema de transporte ferroviario, pero recién para Enero de 1942 se empezarán a ver las mejoras. Mientras tanto hay que “Apechugarse” y aguantar con lo que hay. Más no puedo ofrecer.
- Y bueno… Con respecto a la ropa de invierno, he recibido un montón de prendas civiles de todo tipo. Inclusive tengo a todo un regimiento vestido con tapados de mujer. A modo de burla sus camaradas de otras divisiones le llaman “Las Señoritas de la Wehrmacht”
Me reiré con ganas ante esa ocurrencia.
Continuará.
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Guderian y todo su Staff también se reirán.
Esa humorada distenderá un poco el ambiente.
A modo de excusa le diré:
- Prefiero que sus camaradas se burlen y no que mueran congelados. Tuve que improvisar sobre la marcha y se me ocurrieron esa “Medida Heterodoxa”. Goebbels se encargó de coordinar la donación de ropas.
Pero pienso que para enero de 1942 llegará al frente la ropa “Blanca de Invierno”, correspondiente al uniforme invernal de la Wehrmacht.
El edecán de Guderian dirá a modo de chanza:
- Quizás para esa época a los soldados ya les guste sus suaves tapados de “Bisón”
Volveremos a reírnos con ganas.
Luego le diré:
- No le ha dicho a nadie que vamos a hacer el parate, ¿no es cierto?
- Sólo lo sabe mi Staff y los Comandantes de los Cuerpos de Ejército. Pero los Generales de División para abajo no saben nada.
- Perfecto.
Finalmente le preguntaré:
- ¿Hasta ahora cómo ve la situación y cómo cree que reaccionaran los rusos.
- La verdad que estoy expectante. Tengo un pensamiento ambiguo o más bien oscilante. Por momentos creo que fue un error decidir pasar a “Cuarteles de Invierno” porque fueron tantas las bajas que sufrieron en el Kessel de Vyazma-Briansk y tanta la destrucción de material, que pienso que si proseguíamos presionando y atacándolos sin darle respiro, Moscú podía caer.
- Le puedo asegurar que no nos iba a alcanzar las fuerzas.
- Puede ser… manifestará Guderian con un dejo de escepticismo.
Yo le diré:
- Me dijo que su pensamiento es “Oscilante”. ¿Me puede explicar hacia dónde “Oscila”.?
- Hay otros días que me levanto y veo a mis soldados cansados, flacos, barbudos, ojerosos y pienso que lo mejor es hacer el parate… Es más, ¿sabe lo que incluso a veces pienso?
- No… Dígamelo usted.
Poniéndose muy serio, me contestará en un tono grave:
- Que lo mejor hubiera sido no atacar a la URSS
Nos quedaremos todos los presentes congelados como estatuas de sal.
Continuará.
Esa humorada distenderá un poco el ambiente.
A modo de excusa le diré:
- Prefiero que sus camaradas se burlen y no que mueran congelados. Tuve que improvisar sobre la marcha y se me ocurrieron esa “Medida Heterodoxa”. Goebbels se encargó de coordinar la donación de ropas.
Pero pienso que para enero de 1942 llegará al frente la ropa “Blanca de Invierno”, correspondiente al uniforme invernal de la Wehrmacht.
El edecán de Guderian dirá a modo de chanza:
- Quizás para esa época a los soldados ya les guste sus suaves tapados de “Bisón”
Volveremos a reírnos con ganas.
Luego le diré:
- No le ha dicho a nadie que vamos a hacer el parate, ¿no es cierto?
- Sólo lo sabe mi Staff y los Comandantes de los Cuerpos de Ejército. Pero los Generales de División para abajo no saben nada.
- Perfecto.
Finalmente le preguntaré:
- ¿Hasta ahora cómo ve la situación y cómo cree que reaccionaran los rusos.
- La verdad que estoy expectante. Tengo un pensamiento ambiguo o más bien oscilante. Por momentos creo que fue un error decidir pasar a “Cuarteles de Invierno” porque fueron tantas las bajas que sufrieron en el Kessel de Vyazma-Briansk y tanta la destrucción de material, que pienso que si proseguíamos presionando y atacándolos sin darle respiro, Moscú podía caer.
- Le puedo asegurar que no nos iba a alcanzar las fuerzas.
- Puede ser… manifestará Guderian con un dejo de escepticismo.
Yo le diré:
- Me dijo que su pensamiento es “Oscilante”. ¿Me puede explicar hacia dónde “Oscila”.?
- Hay otros días que me levanto y veo a mis soldados cansados, flacos, barbudos, ojerosos y pienso que lo mejor es hacer el parate… Es más, ¿sabe lo que incluso a veces pienso?
- No… Dígamelo usted.
Poniéndose muy serio, me contestará en un tono grave:
- Que lo mejor hubiera sido no atacar a la URSS
Nos quedaremos todos los presentes congelados como estatuas de sal.
Continuará.
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Para romper el hielo, Yo le diré:
- Ya es tarde para llorar sobre la “Leche Derramada”… Si le sirve de consuelo, Yo pienso igual… El Ejército Soviético ha representado una “Desagradable Sorpresa”. Jamás me imaginé que iban a pelear con tanto fanatismo y que su capacidad de aguante y resistencia iba a ser tan, pero TAN GRANDE.
- Tiene razón… Lo que han hecho, la forma en que han peleado, su espíritu de lucha, su capacidad de sacrificio y su umbral de resistencia es IMPRESIONANTE. Les hemos destruido cientos de divisiones, miles de tanques y aviones y capturados millones de soldados y aún siguen combatiendo con fiereza, disputando cada palmo del terreno, vendiendo cara su derrota. Sus ofensivas son torpes y sangrientas, dejando el terreno plagado de cadáveres. Y cuando uno cree que ya están acabados, al otro día vuelven a atacar con más fiereza y coraje. Y encima de todo eso, usted me dice que en la retaguardia su “Servicio Secreto” le confirmó que están armando más divisiones, brigadas de Tanques y ejércitos!!! ESO ES INCREÍBLE!!!.- Manifestará Guderian, asombrado.
Yo le diré:
- La verdad que es Increíble... Y le juro que los más sorprendente es que los soviéticos están creando varios ejércitos en la retaguardia y se van a lanzar contra nosotros. Si yo hubiera decidido en la “Conferencia de Orsha” lanzarme a la “Desesperada” contra Moscú, la Wehrmacht se hubiera desilachado. Y eso hubiera representado tener miles de soldados muertos de fríos y cientos de tanques con los motores congelados a la intemperie, Seguramente cerca de MOSCÚ, pero muy lejos de algún tipo de VICTORIA o aunque más no sea un ÉXITO Militar.
- Tiene razón - comentará Guderian con pesadumbre.
Yo insistiré:
- La contraofensiva rusa encontrará a nuestras pobres divisiones a la intemperie, sin defensas, mal protegidas, ateridas de frío y hambrientas. Y encima con la logística extendida, con los Tanques con poco combustible y los motores congelados… Porque usted sabe que para poder mantener activos los tanques se deberían dejar los motores encendidos. O prenderles fuego debajo para descongelarlos.
- Si lo sé que esa es la forma de evitar el congelamiento.
- Sin embargo ahora la realidad de la Wehrmacht es MUY DISTINTA… Los Panzer están en la retaguardia y se les ha hecho por lo menos un mínimo mantenimiento. Los soldados están descansados, abrigados y protegidos en bunkers. SI bien la logística sigue siendo deficitaria, por lo menos todos estos días en que vamos a detener la ofensiva, vamos a poder AHORRAR fuel, municiones y pertrechos.
- Tiene razón… La logística mejorará no porque hayan más trenes, sino por el AHORRO.
- ¡Exactamente!... Como se puede apreciar estamos mejor a “Todas Luces” que si nos hubiéramos lanzado a “La Desesperada” contra Moscú.
Todos asentirán sorprendidos de mi Análisis.
En forma acertada, el lugarteniente de Guderian me dirá:
- La verdad que su clarividencia es sorprendente… Plantea el panorama como si realmente hubiera desencadenado alguna vez la ofensiva contra Moscú y eso fuera a suceder… Pero yo pregunto: ¿Las cosas sucederían así como usted lo plantea con tanta “Precisión y “Claridad”?
Obviamente que ellos no saben que yo soy un ciudadano del siglo XXI que sabe lo que sucedió en la “Historia Verdadera”.
Para inspirar confianza, me mostraré categórico:
- Que no le quepa la menor duda… Lo mío no es “Clarividencia”, sino razonamiento PURO. Aparte ya les dije que espías “Muy confiables” me han confirmado lo que les digo.
- Visto de esa manera y contando con es “Invaluable Información”, a todas luces está claro que haber hecho el parate y pasar a “Cuarteles de Invierno” es lo mejor y se ve como la decisión más atinada y estratégicamente conveniente.
- Que no le quepa la menor duda - le diré Yo en forma categórica.
Continuará.
- Ya es tarde para llorar sobre la “Leche Derramada”… Si le sirve de consuelo, Yo pienso igual… El Ejército Soviético ha representado una “Desagradable Sorpresa”. Jamás me imaginé que iban a pelear con tanto fanatismo y que su capacidad de aguante y resistencia iba a ser tan, pero TAN GRANDE.
- Tiene razón… Lo que han hecho, la forma en que han peleado, su espíritu de lucha, su capacidad de sacrificio y su umbral de resistencia es IMPRESIONANTE. Les hemos destruido cientos de divisiones, miles de tanques y aviones y capturados millones de soldados y aún siguen combatiendo con fiereza, disputando cada palmo del terreno, vendiendo cara su derrota. Sus ofensivas son torpes y sangrientas, dejando el terreno plagado de cadáveres. Y cuando uno cree que ya están acabados, al otro día vuelven a atacar con más fiereza y coraje. Y encima de todo eso, usted me dice que en la retaguardia su “Servicio Secreto” le confirmó que están armando más divisiones, brigadas de Tanques y ejércitos!!! ESO ES INCREÍBLE!!!.- Manifestará Guderian, asombrado.
Yo le diré:
- La verdad que es Increíble... Y le juro que los más sorprendente es que los soviéticos están creando varios ejércitos en la retaguardia y se van a lanzar contra nosotros. Si yo hubiera decidido en la “Conferencia de Orsha” lanzarme a la “Desesperada” contra Moscú, la Wehrmacht se hubiera desilachado. Y eso hubiera representado tener miles de soldados muertos de fríos y cientos de tanques con los motores congelados a la intemperie, Seguramente cerca de MOSCÚ, pero muy lejos de algún tipo de VICTORIA o aunque más no sea un ÉXITO Militar.
- Tiene razón - comentará Guderian con pesadumbre.
Yo insistiré:
- La contraofensiva rusa encontrará a nuestras pobres divisiones a la intemperie, sin defensas, mal protegidas, ateridas de frío y hambrientas. Y encima con la logística extendida, con los Tanques con poco combustible y los motores congelados… Porque usted sabe que para poder mantener activos los tanques se deberían dejar los motores encendidos. O prenderles fuego debajo para descongelarlos.
- Si lo sé que esa es la forma de evitar el congelamiento.
- Sin embargo ahora la realidad de la Wehrmacht es MUY DISTINTA… Los Panzer están en la retaguardia y se les ha hecho por lo menos un mínimo mantenimiento. Los soldados están descansados, abrigados y protegidos en bunkers. SI bien la logística sigue siendo deficitaria, por lo menos todos estos días en que vamos a detener la ofensiva, vamos a poder AHORRAR fuel, municiones y pertrechos.
- Tiene razón… La logística mejorará no porque hayan más trenes, sino por el AHORRO.
- ¡Exactamente!... Como se puede apreciar estamos mejor a “Todas Luces” que si nos hubiéramos lanzado a “La Desesperada” contra Moscú.
Todos asentirán sorprendidos de mi Análisis.
En forma acertada, el lugarteniente de Guderian me dirá:
- La verdad que su clarividencia es sorprendente… Plantea el panorama como si realmente hubiera desencadenado alguna vez la ofensiva contra Moscú y eso fuera a suceder… Pero yo pregunto: ¿Las cosas sucederían así como usted lo plantea con tanta “Precisión y “Claridad”?
Obviamente que ellos no saben que yo soy un ciudadano del siglo XXI que sabe lo que sucedió en la “Historia Verdadera”.
Para inspirar confianza, me mostraré categórico:
- Que no le quepa la menor duda… Lo mío no es “Clarividencia”, sino razonamiento PURO. Aparte ya les dije que espías “Muy confiables” me han confirmado lo que les digo.
- Visto de esa manera y contando con es “Invaluable Información”, a todas luces está claro que haber hecho el parate y pasar a “Cuarteles de Invierno” es lo mejor y se ve como la decisión más atinada y estratégicamente conveniente.
- Que no le quepa la menor duda - le diré Yo en forma categórica.
Continuará.
-
- General de Brigada
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What if: Imaginemos un Barbarroja en 2 etapas
4 de Noviembre de 1941
Nos quedaremos en silencio, hasta que yo le diré:
- Mi plan defensivo es el siguiente:
Toda ciudad, todo poblado, toda Itsba y cualquier colina debe ser considerada como un “Punto fuerte” y consolidado como tal. Alrededor del “Punto Fuerte” se debe establecer un sistema defensivo de Bunkers, trincheras y nidos de ametralladoras en el terreno circundante. La Artillería estará ubicada unos 6 o 7 kilómetros por detrás del “Punto Fuerte”, estará reglada y se mantendrá alerta ante cualquier intento de penetración u ofensiva soviética. Entre “Punto Fuerte” y “Punto Fuerte” se unirán con una “Pantalla delgada” de trincheras y puntos de observación que alertarán sobre las penetraciones soviéticas.
Esa “Pantalla” entre “Puntos fuertes” funcionará como una defensa elástica y en Profundidad, porque detrás de esa delgada y débil línea de trincheras, estarán ubicados 2 batallones de infantería y un Batallón Panzer que contraatacarán inmediatamente para romper la “Punta de lanza” de la ofensiva y sellar la penetración.
- Perfecto – manifestará Guderian – ¿Y de dónde saldrán esos batallones Panzer y de Infantería.?
- De sus propias divisiones.
- Ah… Entiendo… Yo debo desmembrar mis divisiones Panzer en Batallones.
- Exactamente. Y adosarles a ese “Batallón de Panzer” un par de batallones de Infantería. Formará una especie de “Regimiento AD-Hoc”.
- Entiendo perfectamente.
- Mi idea es que el Batallón Panzer esté ubicado “en Profundidad” a unos 15 kilómetros del Frente, protegidos del alcance de la “Artillería Soviética”. Dicho Batallón de Tanques debe estar en el Centro del dispositivo defensivo, mientras que los Batallones de Infantería deben estar ubicados en las “Alas”, tan sólo a un par de kilómetros, desplegados en “Profundidad Escalonada”.
- Ah, entiendo… Su idea es que la ofensiva rusa atraviese esa débil defensa entre “Punto Fuerte” y “Punto Fuerte” y se adentre en el terreno. En ese momento la artillería martilla su penetración y los Panzer le salen a su encuentro, frenándolos en seco. Luego los Batallones de Infantería atacan los “Flancos” de la penetración, formando una especie de “Kessel”.
- ¡¡Exacto!!!. ¡Me leyó la mente!. Los rusos encontrarán una fiera resistencia en los “Puntos Fuertes”, pero sin embargo la resistencia entre cada “Punto Fuerte” será débil. Confiados atacarán, sin saber que están metiendo su cabeza en las “Fauces” de una Trampa. Avanzarán varios kilómetros sin encontrar resistencia, hasta que el Batallón de Tanques le saldrá al encuentro. Luego de 24 horas de fieros combates, los 2 batallones de Infantería que están ubicados en los “Flancos” de la “Base” de la Penetración, atacarán formando 2 pinzas y sellarán la Bolsa.
Y con un lápiz le haré un esquema:
Continuará.
Nos quedaremos en silencio, hasta que yo le diré:
- Mi plan defensivo es el siguiente:
Toda ciudad, todo poblado, toda Itsba y cualquier colina debe ser considerada como un “Punto fuerte” y consolidado como tal. Alrededor del “Punto Fuerte” se debe establecer un sistema defensivo de Bunkers, trincheras y nidos de ametralladoras en el terreno circundante. La Artillería estará ubicada unos 6 o 7 kilómetros por detrás del “Punto Fuerte”, estará reglada y se mantendrá alerta ante cualquier intento de penetración u ofensiva soviética. Entre “Punto Fuerte” y “Punto Fuerte” se unirán con una “Pantalla delgada” de trincheras y puntos de observación que alertarán sobre las penetraciones soviéticas.
Esa “Pantalla” entre “Puntos fuertes” funcionará como una defensa elástica y en Profundidad, porque detrás de esa delgada y débil línea de trincheras, estarán ubicados 2 batallones de infantería y un Batallón Panzer que contraatacarán inmediatamente para romper la “Punta de lanza” de la ofensiva y sellar la penetración.
- Perfecto – manifestará Guderian – ¿Y de dónde saldrán esos batallones Panzer y de Infantería.?
- De sus propias divisiones.
- Ah… Entiendo… Yo debo desmembrar mis divisiones Panzer en Batallones.
- Exactamente. Y adosarles a ese “Batallón de Panzer” un par de batallones de Infantería. Formará una especie de “Regimiento AD-Hoc”.
- Entiendo perfectamente.
- Mi idea es que el Batallón Panzer esté ubicado “en Profundidad” a unos 15 kilómetros del Frente, protegidos del alcance de la “Artillería Soviética”. Dicho Batallón de Tanques debe estar en el Centro del dispositivo defensivo, mientras que los Batallones de Infantería deben estar ubicados en las “Alas”, tan sólo a un par de kilómetros, desplegados en “Profundidad Escalonada”.
- Ah, entiendo… Su idea es que la ofensiva rusa atraviese esa débil defensa entre “Punto Fuerte” y “Punto Fuerte” y se adentre en el terreno. En ese momento la artillería martilla su penetración y los Panzer le salen a su encuentro, frenándolos en seco. Luego los Batallones de Infantería atacan los “Flancos” de la penetración, formando una especie de “Kessel”.
- ¡¡Exacto!!!. ¡Me leyó la mente!. Los rusos encontrarán una fiera resistencia en los “Puntos Fuertes”, pero sin embargo la resistencia entre cada “Punto Fuerte” será débil. Confiados atacarán, sin saber que están metiendo su cabeza en las “Fauces” de una Trampa. Avanzarán varios kilómetros sin encontrar resistencia, hasta que el Batallón de Tanques le saldrá al encuentro. Luego de 24 horas de fieros combates, los 2 batallones de Infantería que están ubicados en los “Flancos” de la “Base” de la Penetración, atacarán formando 2 pinzas y sellarán la Bolsa.
Y con un lápiz le haré un esquema:
Continuará.
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