Que tal, vuelvo a repetir lo mismo de todas las elecciones: el argentino vota con el bolsillo. Si no hubiese inflación, el kirchnerismo sacaría otra vez el 54%. Si ha perdido votantes, es porque desde las últimas elecciones presidenciales, muchos sueldos han quedado en el camino debido a ese inconveniente económico. Simple y sencillo.
A la gente le importa un carajo quien gobierne, siempre y cuando pueda pagar tranquilamente las cuentas a fin de mes. Cuando los números no cierran, los mismos burros ignorantes que votaron esta lacra 4 años atrás, se acuerdan que son corruptos, o que tenemos un ministro de economía incompetente, o que nos mienten con las estadísticas, o que tiramos miles de millones de pesos a la basura todos los años, etc. De ahí viene la merma de votos.
De todas maneras, aún con esta inflación acumulada y los otros problemas económicos que arrastramos,
NO estamos al borde de la catástrofe como en 1999. Por ello es que, probablemente, sea el candidato kirchnerista quien gane la elección presidencial este año (si fuese Cristina la candidata, lo afirmaría rotundamente). Lamentablemente la oposición en este país sigue siendo una bolsa de gatos.
Massa apela a revivir el kirchnerismo de primera vuelta (el de Néstor), de la mano de Roberto Lavagna, pero ha hecho alianzas con un montón de alimañas peronistas que mejor incinerarcofcof... digo perder que encontrar.
Macri fue, es, y probablemente siempre será, un inútil que vive en una nube de pedos. Me gustaría que perdiera la ciudad de Buenos Aires, para ver si el PRO cae como un castillo de naipes o se mantiene de pie. Porque todo muy lindo mientras hay puestos y dinero para repartir, pero cuando todo eso se acaba, no hay muchos con verdadero compromiso político y lealtad para con su partido.
El radicalismo parece un zombie escapado de The Walking Dead, todavía padece el bochornoso fracaso del 2001.
Es un asco todo, no sé ni por qué me gasto en escribir esto, me da náuseas la política argentina.
Ya pueden ir abriendo el hilo del presidente Scioli