Un billete a Tchepone. Relato participativo.
- flanker33
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Un billete a Tchepone. Relato participativo.
OK, pues me pongo a ello con el siguiente capitulo.
De lo del personaje "aereo", creo que mejor solo uno, aunque ya lo iremos pensando más detenidamente cuando se acerque el momento de aparecer. Tendriamos que ver si hacemos lo de que los soviéticos proporcionasen algún avión más moderno con mayor alcance para intervenir en Laos, o que los NV acondicionasen algún aerodromo más al sur capaces de operar reactores. También algún sistema de defensa aérea que pudiera aparecer suministrado por la URSS y que en realidad no fuera entregado hasta años más tarde o así a VdN.
Saludos.
De lo del personaje "aereo", creo que mejor solo uno, aunque ya lo iremos pensando más detenidamente cuando se acerque el momento de aparecer. Tendriamos que ver si hacemos lo de que los soviéticos proporcionasen algún avión más moderno con mayor alcance para intervenir en Laos, o que los NV acondicionasen algún aerodromo más al sur capaces de operar reactores. También algún sistema de defensa aérea que pudiera aparecer suministrado por la URSS y que en realidad no fuera entregado hasta años más tarde o así a VdN.
Saludos.
"Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor" - José Luís Sampedro
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Un billete a Tchepone. Relato participativo.
Los posibles candidatos podrían ser, descartados por fechas los SA-6/7, el SA-3 (al parecer no entregado por miedo a que los chinos le pusieran las manos encima) y el ZSU-23-4, del que no me constaba que hubiera estado disponible en la guerra de Vietnam, pero parece ser que si (aunque sólo en las fases finales).flanker33 escribió:También algún sistema de defensa aérea que pudiera aparecer suministrado por la URSS y que en realidad no fuera entregado hasta años más tarde o así a VdN.
- flanker33
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Un billete a Tchepone. Relato participativo.
Según este enlace, el SA-3 estuvo en manos norvietnamitas desde finales del 72 también:
https://books.google.es/books?id=4VG4AQ ... IUCh2QuAui
Me parece correcto, los SA-3 y ZSU-23-4 serían los dos sistemas a incorporar y que podrín poner en apuros a la aviación estadounidense en Laos.
Por otra parte, ¿había alguna variante del Mig-21 con el alcance suficiente a finales del 67 para operar desde las inmediaciones de Hanoi hasta Tchepone en misiones A-A, aunque fueran a gran altitud (Hi-Hi-Hi)?
Ahora les dejo el siguiente capítulo. Saludos.
https://books.google.es/books?id=4VG4AQ ... IUCh2QuAui
Me parece correcto, los SA-3 y ZSU-23-4 serían los dos sistemas a incorporar y que podrín poner en apuros a la aviación estadounidense en Laos.
Por otra parte, ¿había alguna variante del Mig-21 con el alcance suficiente a finales del 67 para operar desde las inmediaciones de Hanoi hasta Tchepone en misiones A-A, aunque fueran a gran altitud (Hi-Hi-Hi)?
Ahora les dejo el siguiente capítulo. Saludos.
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- flanker33
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Capítulo 12 “El descanso del guerrero”
En la cima de una colina de innombrable nombre laosiano y en sus inmediaciones, se situaba desde hacía ya un mes la “Firebase Buffalo”, hogar desde entonces de las compañías Bravo y Charlie del 1/22º Regimiento de Infantería, y por extensión, de la sección del Teniente Ray Anderson, además de una batería de obuses del 105 y pequeños equipos de ingenieros y operaciones especiales.
El soldado Bob Farris y sus compañeros habían estado muy ocupados desde el minuto cero de la operación “Nathan Halle II” cuando llegaron en los primeros helicópteros a suelo laosiano. Desde entonces no habían parado de patrullar, emboscar al enemigo o defender su propia base, y sobre todo, tratar de sobrevivir mientras cumplían con su deber.
Día tras día, semana tras semana, los hombres de la escuadra del Teniente Anderson no habían dejado de luchar en aquella cada vez más cruenta y feroz batalla en que se había transformado la invasión de Laos. Y todavía ignoraban que lo peor estaba por llegar.
Aunque al menos aquel día habían recibido un merecido descanso, y tras el rancho del mediodía, algunos de sus hombres yacían ociosos en el interior de un húmedo y maloliente bunker subterráneo en lo alto de la colina. Por fin Bobby Farris había dejado de ser un novato, y aunque todavía recibía el apodo, nadie lo trataba ya como tal. Había demostrado que se podía confiar en él “allí fuera”. No era un soldado excepcional como Rick Mendez, o “Doc”, pero si confiable como la mayoría de sus compañeros. Había hecho buenas migas con el médico, con “Cagón” y “Granjero”, pero no le gustaba un pelo “Escaqueado” y prefería no tener trato con el cabo Miller o el Sargento Carter. De los mandos le era más simpático el “espagueti”, el Sargento Barelli, aunque no fuera de su escuadra, y tampoco era mal tipo el propio Teniente Anderson cuando se le conocía un poco más. Era una lástima que Rick no estuviera allí, ya que en poco tiempo se habían hecho muy amigos, pero al menos sabía que se encontraba bien y a salvo, recuperándose de sus heridas en un hospital de Dong Ha.
En el interior del bunker, y mientras sonaba en el magnetofón de “Cagón” el “Paint it black” de los Rollings Stones, Farris se encontraba echado en su camastro, con la guerrera abierta, una cerveza en una mano y con una carta de su hermano Patrick en la otra. También “disfrutaba” de la compañía de “Cagón”, “Granjero”, “Escaqueado” y el sargento Carter. Bobby abrió la carta y acercó un poco más el pequeño porta lámparas que tenía por allí, dispuesto a leer lo que le contaba su hermano pequeño.
-Oye “Novato”, ¿no será una carta de tu novia? – quiso saber “Cagón”. – Porque todavía no me has enseñado una foto de ella.
-No, es de mi hermano, pero desde luego lo último que haría sería enseñarle la foto de mi novia a un pervertido como tú – dijo en tono de burla.
-Oye, yo te he enseñado la de mi nena.
-Tú me has enseñado fotos de tres chicas diferentes…
-Bueno, y que quieres que le haga si este cuerpo es tan irresistible – y soltó una gran carcajada el neoyorquino.
-Vale, de acuerdo, pero déjame leer esto, ¿OK?
-Tranquilo, si no hay fotos de chochitos, no me interesa tu carta para nada.
Se tuvo que acercar bien la luz de la bombilla, porque el humo de la marihuana que estaban fumando los presentes en el bunker apenas le permitía ver con aquella tenue luz, aparte de estar provocándole dolor de cabeza y un colocón de la leche.
Su hermano Patrick comenzaba la carta de un modo muy formal para lo “hippie” que se había vuelto los últimos meses.
“Hola Bobby, ¿Cómo estás? Confío en que te encuentres sano y salvo, y que pronto puedas venir de permiso a casa. Hace ya más de dos meses que te fuiste y te echamos mucho de menos, sobre todo madre, pero padre también, aunque no lo exteriorice, ya sabes por aquello del sentido del deber y de la larga tradición militar de la familia y todas esas cosas. Por casa todo bien. Los padres siguen en sus cosas y yo voy aprobando en el instituto, que no es poco…ah, y “Dogie” ya es papa, ahora tenemos varios cachorros en casa, y a madre la están volviendo loca, pero son muy divertidos”
Luego pasó a contarle cosas “del mundo”.
“Vemos cada día las noticias sobre la guerra, aunque madre sufre mucho al oír ciertas cosas, como el número de helicópteros destruidos al día o las bajas que se van filtrando de la invasión en Laos. ¿Tú estás metido en eso? Espero que no. Dicen que las cosas se están poniendo cada vez más feas, y aunque en el resto de Vietnam del Sur la situación se ha calmado tras las primeras semanas de ataques comunistas por todo el país, de los que dicen que terminaron bastante mal los comunistas, en Laos aseguran que los combates son cada vez más fuertes. ¿Tú estás de acuerdo en que nuestro país haya invadido un país neutral? A mí, y a mucha gente en el país, nos parece que el gobierno la ha cagado otra vez y que no sabe cómo salir. Hay gente que dice que esto nos va a traer líos con los chinos y los rusos y que nuestros muchachos están muriendo para nada. También en el resto del mundo no se dicen precisamente maravillas de nuestra nueva política en Vietnam. Ayer fui a una reunión en el instituto y hablaron de todos esos temas y más. Se decía incluso que hay jóvenes que están marchándose a Canada para evitar ser llamados a filas.
También hay alguna gente que está muy enfadada con LBJ y los políticos de Washington, sobre todo después de que se descubriera que el Vietcong había llegado hasta el mismísimo despacho del general, ese que os manda a todos, el Wesmo…no sé qué. Porque resulta que era un rumor que habían estado a punto de matar a ese general y que habían entrado en edificio del mando americano en Vietnam, pero el gobierno y el ejército lo negaron todo, así que cuando Cronkite salió una tarde en su informativo con la grabación donde se veía al vietnamita entrando en un despacho disparando a todo y al general ese matándolo con su propia pistola, la gente se cabreo mucho porque le hubieran mentido, y solo las rápidas disculpas y la “heroicidad” del general no ha hecho que la cosa sea peor. Por lo demás, la gente sigue dividida, aunque yo creo que cada vez hay más oposición a la guerra y a la invasión de Laos en particular. Ah, y a Cronkite le cae un Pulitzer seguro”
Lo de la mentira del gobierno le sorprendió un poco, pero tras pensarlo un poco, y viendo cómo eran de celosos los militares con sus cosas, quizás no fuera tan raro que hubieran tratado de negarlo todo. En fin, Westmoreland seguía al mando, y nadie les había dicho todavía cuanto iba a durar la invasión de Laos y cuando podrían largarse de allí. Solo les habían dicho que iba para largo y que tuvieran paciencia. Quizás la presión en casa hiciera que aquello terminara antes, pero no se hacía ilusiones, todavía tenía que “chupar” mucho barro en aquel jodido país.
“En el instituto hay chicos que dicen que se van a alistar voluntarios, ya sabes, los típicos gilipo**** del equipo de futbol, y las tías cuando los oyen decir eso, pierden las bragas por ellos…pero bueno, también hay tíos con la cabeza bien puesta. Ah, sabes, Stevie se ha metido en un buen lio. Hace unos días lo pillaron con maría en el insti y lo llevaron a la comisaría y todo. Ahora no viene al instituto…pero ya me he buscado otra fuente que me provea, pero ya sabes que de eso nada a los viejos, ¿vale? Yo sigo tirándole los tejos a Maggie Ferguson, pero es tan estirada y engreída que no se da por aludida, además, me dijo el otro día que un guarro y un “hippie” como yo no era alguien con quien ella quisiera ni hablar… ¿te lo puedes creer? la muy “snob”, no sé ni porque sigo insistiendo… ¿será porque está muy buena? Tú al menos tienes a Penny que es una buena chica. Suele venir por casa una vez a la semana y se queda hablando un rato con madre, y seguro que sus cartas huelen mejor que las mías jajajaja.
En fin, hermanito, ¿Te darán permiso para navidad? ojala que sea así y te podamos ver pronto.
Un fuerte abrazo, y ten mucho cuidado, no te arriesgues para nada, que no quiero tener un heroico hermano muerto sino uno vivo, aunque sea un cobarde ¿vale?”
Farris dejó caer la carta a su lado y bebió un largo trago de cerveza, sumido en sombríos pensamientos tras leer la carta. Había tanto en tan pocas líneas. La situación de la familia, de su novia, de la opinión pública en general y del pulso del país en particular. Todo ello mezclado con la marcha de la guerra y sus inquietudes y esperanzas de adolescente. Patrick era un buen muchacho, pero se estaba convirtiendo en alguien “extraño” con sus ideas y forma de actuar, sobre todo para una familia acomodada de Hartford, la ciudad de los seguros, y es que en la costa este, y entre ciertos estratos sociales, los movimientos que se estaban dando en otras partes del país, eran todavía poco frecuentes. Pero estaba claro que el país estaba en ebullición y no paraba de haber nuevas ideas y pensamientos, todos ellos, o la mayoría, alrededor de lo que sucedía en aquella remota y violenta tierra del sudeste asiático. Y él se encontraba metido en medio de todo aquel follón, sin quererlo, y pese a sus dudas, sin convicción de estar haciendo lo correcto.
Sonaba el “No where to run” de Martha Reeves and the Vandellas, y el título no le pudo parecer más premonitorio. No había manera de salir de allí, no al menos físicamente… pero a lo mejor podía evadirse de otra manera.
-Cagón – casi grito mientras se hundía en su pesimismo - ¿puedes darme algo de eso que fumas?
-¡coñ* novato! Pero si tú no tomas “drogas”...como llamas a estas inofensivas hierbas – y soltó una carcajada.
-Pues me cago en la puta, voy a empezar hoy. Al fin y al cabo, con todo este humo ya estoy colocado, así que trae eso para acá.
Tras darle un par de caladas y toser lo suyo, Farris respiró hondo y empezó a perder la melancolía que le había invadido al leer la carta de su hermano. Se incorporó un poco y comenzó a seguir la conversación que mantenían “Cagón” y “Escaqueado”.
- ¿Sabes? Habría que tirar una bomba atómica en Hanoi y acabar con esta mierda. Para navidad ya estaríamos en casa. Al fin y al cabo, sólo son unos jodidos perros amarillos y encima comunistas - dijo "Escaqueado".
- A lo mejor habría que tirar la maldita bomba sobre el jodido Washington, al fin y al cabo son los hijos de puta que nos mandaron aquí - contestó "Cagón".
- Cállate, sólo eres un negrata de mierda... y un jodido comunista, ¿verdad, hijo de puta? - intervino el Sargento Carter.
“Cagón” se puso de pie e iba a responderle algo más grave todavía al Sargento, que evidentemente estaba muy colocado, pero “Granjero” cogió al del Bronx y se lo llevó a rastras fuera del bunker a toda prisa. Al salir, Farris escuchó que decía algo de “fraguear” aquel bunker, pero por suerte para él, el Sargento no lo escucho porque ya estaba cambiando la cinta del magnetofón de “Cagón” y sustituyéndola por una de música “country”.
Farris se terminó la cerveza y cogió otra, la cuarta en la última media hora, que bebió con avidez, pero maldijo por lo bajo al neoyorquino por no haberle dejado más de aquella marihuana que fumaba y poder seguir evadiéndose de toda aquella mierda, que en aquel momento sentía que le llegaba hasta el cuello y que lo iba a ahogar. Al final volvió a tenderse y se quedó dormido durante un rato. Al despertar tenía uno de los mayores dolores de cabeza que había tenido en su vida, y encima entraba de guardia en un rato…“puta guerra”.
En la cima de una colina de innombrable nombre laosiano y en sus inmediaciones, se situaba desde hacía ya un mes la “Firebase Buffalo”, hogar desde entonces de las compañías Bravo y Charlie del 1/22º Regimiento de Infantería, y por extensión, de la sección del Teniente Ray Anderson, además de una batería de obuses del 105 y pequeños equipos de ingenieros y operaciones especiales.
El soldado Bob Farris y sus compañeros habían estado muy ocupados desde el minuto cero de la operación “Nathan Halle II” cuando llegaron en los primeros helicópteros a suelo laosiano. Desde entonces no habían parado de patrullar, emboscar al enemigo o defender su propia base, y sobre todo, tratar de sobrevivir mientras cumplían con su deber.
Día tras día, semana tras semana, los hombres de la escuadra del Teniente Anderson no habían dejado de luchar en aquella cada vez más cruenta y feroz batalla en que se había transformado la invasión de Laos. Y todavía ignoraban que lo peor estaba por llegar.
Aunque al menos aquel día habían recibido un merecido descanso, y tras el rancho del mediodía, algunos de sus hombres yacían ociosos en el interior de un húmedo y maloliente bunker subterráneo en lo alto de la colina. Por fin Bobby Farris había dejado de ser un novato, y aunque todavía recibía el apodo, nadie lo trataba ya como tal. Había demostrado que se podía confiar en él “allí fuera”. No era un soldado excepcional como Rick Mendez, o “Doc”, pero si confiable como la mayoría de sus compañeros. Había hecho buenas migas con el médico, con “Cagón” y “Granjero”, pero no le gustaba un pelo “Escaqueado” y prefería no tener trato con el cabo Miller o el Sargento Carter. De los mandos le era más simpático el “espagueti”, el Sargento Barelli, aunque no fuera de su escuadra, y tampoco era mal tipo el propio Teniente Anderson cuando se le conocía un poco más. Era una lástima que Rick no estuviera allí, ya que en poco tiempo se habían hecho muy amigos, pero al menos sabía que se encontraba bien y a salvo, recuperándose de sus heridas en un hospital de Dong Ha.
En el interior del bunker, y mientras sonaba en el magnetofón de “Cagón” el “Paint it black” de los Rollings Stones, Farris se encontraba echado en su camastro, con la guerrera abierta, una cerveza en una mano y con una carta de su hermano Patrick en la otra. También “disfrutaba” de la compañía de “Cagón”, “Granjero”, “Escaqueado” y el sargento Carter. Bobby abrió la carta y acercó un poco más el pequeño porta lámparas que tenía por allí, dispuesto a leer lo que le contaba su hermano pequeño.
-Oye “Novato”, ¿no será una carta de tu novia? – quiso saber “Cagón”. – Porque todavía no me has enseñado una foto de ella.
-No, es de mi hermano, pero desde luego lo último que haría sería enseñarle la foto de mi novia a un pervertido como tú – dijo en tono de burla.
-Oye, yo te he enseñado la de mi nena.
-Tú me has enseñado fotos de tres chicas diferentes…
-Bueno, y que quieres que le haga si este cuerpo es tan irresistible – y soltó una gran carcajada el neoyorquino.
-Vale, de acuerdo, pero déjame leer esto, ¿OK?
-Tranquilo, si no hay fotos de chochitos, no me interesa tu carta para nada.
Se tuvo que acercar bien la luz de la bombilla, porque el humo de la marihuana que estaban fumando los presentes en el bunker apenas le permitía ver con aquella tenue luz, aparte de estar provocándole dolor de cabeza y un colocón de la leche.
Su hermano Patrick comenzaba la carta de un modo muy formal para lo “hippie” que se había vuelto los últimos meses.
“Hola Bobby, ¿Cómo estás? Confío en que te encuentres sano y salvo, y que pronto puedas venir de permiso a casa. Hace ya más de dos meses que te fuiste y te echamos mucho de menos, sobre todo madre, pero padre también, aunque no lo exteriorice, ya sabes por aquello del sentido del deber y de la larga tradición militar de la familia y todas esas cosas. Por casa todo bien. Los padres siguen en sus cosas y yo voy aprobando en el instituto, que no es poco…ah, y “Dogie” ya es papa, ahora tenemos varios cachorros en casa, y a madre la están volviendo loca, pero son muy divertidos”
Luego pasó a contarle cosas “del mundo”.
“Vemos cada día las noticias sobre la guerra, aunque madre sufre mucho al oír ciertas cosas, como el número de helicópteros destruidos al día o las bajas que se van filtrando de la invasión en Laos. ¿Tú estás metido en eso? Espero que no. Dicen que las cosas se están poniendo cada vez más feas, y aunque en el resto de Vietnam del Sur la situación se ha calmado tras las primeras semanas de ataques comunistas por todo el país, de los que dicen que terminaron bastante mal los comunistas, en Laos aseguran que los combates son cada vez más fuertes. ¿Tú estás de acuerdo en que nuestro país haya invadido un país neutral? A mí, y a mucha gente en el país, nos parece que el gobierno la ha cagado otra vez y que no sabe cómo salir. Hay gente que dice que esto nos va a traer líos con los chinos y los rusos y que nuestros muchachos están muriendo para nada. También en el resto del mundo no se dicen precisamente maravillas de nuestra nueva política en Vietnam. Ayer fui a una reunión en el instituto y hablaron de todos esos temas y más. Se decía incluso que hay jóvenes que están marchándose a Canada para evitar ser llamados a filas.
También hay alguna gente que está muy enfadada con LBJ y los políticos de Washington, sobre todo después de que se descubriera que el Vietcong había llegado hasta el mismísimo despacho del general, ese que os manda a todos, el Wesmo…no sé qué. Porque resulta que era un rumor que habían estado a punto de matar a ese general y que habían entrado en edificio del mando americano en Vietnam, pero el gobierno y el ejército lo negaron todo, así que cuando Cronkite salió una tarde en su informativo con la grabación donde se veía al vietnamita entrando en un despacho disparando a todo y al general ese matándolo con su propia pistola, la gente se cabreo mucho porque le hubieran mentido, y solo las rápidas disculpas y la “heroicidad” del general no ha hecho que la cosa sea peor. Por lo demás, la gente sigue dividida, aunque yo creo que cada vez hay más oposición a la guerra y a la invasión de Laos en particular. Ah, y a Cronkite le cae un Pulitzer seguro”
Lo de la mentira del gobierno le sorprendió un poco, pero tras pensarlo un poco, y viendo cómo eran de celosos los militares con sus cosas, quizás no fuera tan raro que hubieran tratado de negarlo todo. En fin, Westmoreland seguía al mando, y nadie les había dicho todavía cuanto iba a durar la invasión de Laos y cuando podrían largarse de allí. Solo les habían dicho que iba para largo y que tuvieran paciencia. Quizás la presión en casa hiciera que aquello terminara antes, pero no se hacía ilusiones, todavía tenía que “chupar” mucho barro en aquel jodido país.
“En el instituto hay chicos que dicen que se van a alistar voluntarios, ya sabes, los típicos gilipo**** del equipo de futbol, y las tías cuando los oyen decir eso, pierden las bragas por ellos…pero bueno, también hay tíos con la cabeza bien puesta. Ah, sabes, Stevie se ha metido en un buen lio. Hace unos días lo pillaron con maría en el insti y lo llevaron a la comisaría y todo. Ahora no viene al instituto…pero ya me he buscado otra fuente que me provea, pero ya sabes que de eso nada a los viejos, ¿vale? Yo sigo tirándole los tejos a Maggie Ferguson, pero es tan estirada y engreída que no se da por aludida, además, me dijo el otro día que un guarro y un “hippie” como yo no era alguien con quien ella quisiera ni hablar… ¿te lo puedes creer? la muy “snob”, no sé ni porque sigo insistiendo… ¿será porque está muy buena? Tú al menos tienes a Penny que es una buena chica. Suele venir por casa una vez a la semana y se queda hablando un rato con madre, y seguro que sus cartas huelen mejor que las mías jajajaja.
En fin, hermanito, ¿Te darán permiso para navidad? ojala que sea así y te podamos ver pronto.
Un fuerte abrazo, y ten mucho cuidado, no te arriesgues para nada, que no quiero tener un heroico hermano muerto sino uno vivo, aunque sea un cobarde ¿vale?”
Farris dejó caer la carta a su lado y bebió un largo trago de cerveza, sumido en sombríos pensamientos tras leer la carta. Había tanto en tan pocas líneas. La situación de la familia, de su novia, de la opinión pública en general y del pulso del país en particular. Todo ello mezclado con la marcha de la guerra y sus inquietudes y esperanzas de adolescente. Patrick era un buen muchacho, pero se estaba convirtiendo en alguien “extraño” con sus ideas y forma de actuar, sobre todo para una familia acomodada de Hartford, la ciudad de los seguros, y es que en la costa este, y entre ciertos estratos sociales, los movimientos que se estaban dando en otras partes del país, eran todavía poco frecuentes. Pero estaba claro que el país estaba en ebullición y no paraba de haber nuevas ideas y pensamientos, todos ellos, o la mayoría, alrededor de lo que sucedía en aquella remota y violenta tierra del sudeste asiático. Y él se encontraba metido en medio de todo aquel follón, sin quererlo, y pese a sus dudas, sin convicción de estar haciendo lo correcto.
Sonaba el “No where to run” de Martha Reeves and the Vandellas, y el título no le pudo parecer más premonitorio. No había manera de salir de allí, no al menos físicamente… pero a lo mejor podía evadirse de otra manera.
-Cagón – casi grito mientras se hundía en su pesimismo - ¿puedes darme algo de eso que fumas?
-¡coñ* novato! Pero si tú no tomas “drogas”...como llamas a estas inofensivas hierbas – y soltó una carcajada.
-Pues me cago en la puta, voy a empezar hoy. Al fin y al cabo, con todo este humo ya estoy colocado, así que trae eso para acá.
Tras darle un par de caladas y toser lo suyo, Farris respiró hondo y empezó a perder la melancolía que le había invadido al leer la carta de su hermano. Se incorporó un poco y comenzó a seguir la conversación que mantenían “Cagón” y “Escaqueado”.
- ¿Sabes? Habría que tirar una bomba atómica en Hanoi y acabar con esta mierda. Para navidad ya estaríamos en casa. Al fin y al cabo, sólo son unos jodidos perros amarillos y encima comunistas - dijo "Escaqueado".
- A lo mejor habría que tirar la maldita bomba sobre el jodido Washington, al fin y al cabo son los hijos de puta que nos mandaron aquí - contestó "Cagón".
- Cállate, sólo eres un negrata de mierda... y un jodido comunista, ¿verdad, hijo de puta? - intervino el Sargento Carter.
“Cagón” se puso de pie e iba a responderle algo más grave todavía al Sargento, que evidentemente estaba muy colocado, pero “Granjero” cogió al del Bronx y se lo llevó a rastras fuera del bunker a toda prisa. Al salir, Farris escuchó que decía algo de “fraguear” aquel bunker, pero por suerte para él, el Sargento no lo escucho porque ya estaba cambiando la cinta del magnetofón de “Cagón” y sustituyéndola por una de música “country”.
Farris se terminó la cerveza y cogió otra, la cuarta en la última media hora, que bebió con avidez, pero maldijo por lo bajo al neoyorquino por no haberle dejado más de aquella marihuana que fumaba y poder seguir evadiéndose de toda aquella mierda, que en aquel momento sentía que le llegaba hasta el cuello y que lo iba a ahogar. Al final volvió a tenderse y se quedó dormido durante un rato. Al despertar tenía uno de los mayores dolores de cabeza que había tenido en su vida, y encima entraba de guardia en un rato…“puta guerra”.
"Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor" - José Luís Sampedro
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Capítulo 13 “Preparando el terreno”
Al sureste del paso de Ban Karai y dentro del territorio de Vietnam del Norte, apenas a siete kilómetros de la frontera con Laos y a algo más de cincuenta al noreste de Tchepone, se encontraba un complejo de búnkeres subterráneos todavía a medio terminar, destinado a ser el puesto de mando del nuevo frente B-6 del NVA, creado expresamente para la campaña del sur de Laos. Oculto entre las brumas de los densos bosques, en plenas montañas Annamitas, aquellas excavaciones ejercían de Cuartel General del General Van Tien Dung, número dos del NVA y del propio General Giap, y que había sido nombrado para ese cargo por el Politburó de Hanoi dada la vital importancia de la misión que le habían encomendado.
Aquella mañana, el General había salido a respirar un poco de aire puro, tras pasar toda la noche en el viciado y opresivo ambiente del interior de las cuevas artificiales. Hacía ya tiempo que vivía en Hanoi y aunque le gustaba, no le importaba volver a comandar tropas en combate ni sufrir las carencias y vicisitudes de un mando en campaña. Todavía recordaba cuando al mando de “su división”, la 320ª, tomó parte en la memorable batalla de Dien Bien Phu, y como pese a que fue considerado por algunos de sus camaradas militares, como un campesino poco preparado para asumir el mando, él había demostrado que no era así, y sobre todo, que poseía grandes habilidades para gestionar eficazmente la logística necesaria para mantener en la lucha a grandes unidades de combate. Quizás había sido aquella habilidad la que más habían valorado sus superiores para enviarlo a él personalmente, o quizás fue su reputación que ahora solo era superada por el propio Giap.
Sea como fuere, había asumido el mando del nuevo frente B-6 hacía tan solo una semana, y hasta hacía dos días, el General Tran Quy Hai, anterior General al mando de las operaciones contra los imperialistas en Laos, había estado poniéndole al día de todo. Hai se había marchado ya a su nuevo puesto de mando, para ocuparse íntegramente de la lucha contra los americanos en los frentes B-4 y B-5, al norte de la República de Vietnam, para impedir o tratar de dificultar la llegada de suministros a las fuerzas enemigas desplegadas en Laos. Los dos hombres habían trabajado bien y ahora deberían coordinarse lo mejor posible para sacar al enemigo de su principal ruta de abastecimiento de armas, municiones y soldados de camino al sur.
Allí fuera, el cielo era plomizo y amenazaba lluvia, lo cual le encantaba, así se reduciría la actividad aérea enemiga sobre las que ahora eran sus tropas. Tras unos minutos relajándose, Dung volvió a entrar en las cavernas y tras desayunar algo, se dirigió a su puesto de mando. La cavidad era apenas más grande que una pequeña habitación de un edificio cualquiera, pero estaba abarrotada de documentos, mapas, mesas, luces portátiles, caballetes y equipos de comunicación. Él se dispuso a comenzar su tarea sentándose tras su mesa y comenzó a revisar los últimos informes que vía radio habían comunicado la noche anterior las diferentes unidades en el frente. Pasaron unos minutos y cuando iba a convocar la reunión matinal con sus subordinados, entró un ayudante con una nota y se la dejó encima de la mesa. Dung la leyó con impaciencia.
-¿Cómo? ¿El camarada Le Duan aquí? ¿Cuándo?
-Ya está aquí, camarada General. En el acceso norte ¿Le hago pasar hasta aquí?
-Claro, no hagamos esperar a un representante del Politburó.
Y mientras el ayudante se marchaba a cumplir sus órdenes, él se acicaló un poco para estar más presentable y conminó a los presentes a salir del puesto de mando. Sin duda lo que allí se tratara, debía mantenerse en secreto, al menos de momento. A los pocos minutos, el Secretario General del Partido de los Trabajadores de Vietnam se encontraba delante de él.
-Camarada General, me alegro de verlo de nuevo. Veo que salir de Hanoi le ha sentado bien, parece rejuvenecido.
-Camarada Secretario General, es un honor poder servir al partido y al país desde donde el Politburo considere oportuno, y más si es en el frente, donde todo soldado se encuentra “en casa”.
-Bien Van, dejémonos de formalidades y sentémonos, me tienes que poner al día.
-Por supuesto camarada, siéntese aquí – dijo el militar ofreciéndole una silla frente a su mesa y sin dejar de tratarle como a un superior.
El General pertenecía a la misma facción que Le Duan en las altas esferas norvietnamitas, y pese a que era el segundo de Giap y le procesaba gran respeto, pensaba que este estaba errado en sus planteamientos estratégicos y alineaciones políticas. Dung fue el primero en hablar.
-Camarada, no le esperábamos hoy.
-Ya sabes, el secreto y todas esas cosas que a los militares os gustan tanto.
-Por supuesto…y ¿cuál es el motivo de su visita?
-En Hanoi quieren saber un primer informe, tus primeras valoraciones de cómo marchan los preparativos para la ofensiva en Laos, así como una idea aproximada sobre cuando podríamos iniciarla.
-El estado de los preparativos es en general satisfactorio, pero por supuesto hay problemas.
-¿De qué se trata?
-Camarada, creo que pese a los ataques aéreos americanos, nuestras tropas estarán preparadas en unas dos o tres semanas. Pero los problemas son los suministros, como ya habíamos anticipado. Por suerte, el grueso de nuestras fuerzas llega desde nuestra patria, y aquí tenemos menos dificultades para el traslado de los suministros que han de avituallarlos, pero con el aumento de los ataques aéreos de interdicción contra nuestras vías de suministro en el norte, nuestra cadena logística está sufriendo pérdidas y retrasos. Además, está la inoportuna destrucción del puerto de Shihanoukville en Camboya.
Le Duan se llevó la mano a la cara. Aquello había sido un duro golpe para Hanoi. Como la ruta de suministros por Laos estaba cortada, se había tratado de hacer llegar refuerzos y suministros hacia el sur a través de diversas vías. Se trató de alargar la ruta hacia el oeste de Laos, pero en un terreno sin la protección de los bosques y las montañas, había demostrado ser desastroso, ya que los ataques aéreos y las incursiones enemigas destruían o capturaban la mayoría de los suministros. Se habían reavivado las rutas marítimas y a través de la DMZ, pero la vigilancia y las fuerzas enemigas eran demasiado fuertes, y el éxito había resultado escaso. Así que sobre todo se había potenciado la ruta camboyana, a través del único puerto utilizable, el de Sihanoukville, donde llegaban más y más mercantes de la Europa oriental y chinos, y que pese a la cada vez más evidente complicidad del gobierno camboyano, los Estados Unidos habían seguido durante un tiempo mirando hacia otro lado. Pero aquello no duró mucho, y tras unas declaraciones del príncipe Sihanouk negando tajantemente el paso de suministros hacia lo que el denominaba “bandas de forajidos que operan en la frontera”, y el nuevo esfuerzo bélico de algunas unidades del Vietcong cerca de Saigón con la llegada de nuevos suministros, pero sobre todo, la confirmación de que aquellos pertrechos estaban llegando a las fuerzas del NVA que operaban en Laos, indujo finalmente a los Estados Unidos a tomar cartas en el asunto.
Así que cinco días atrás, y en una arriesgada operación, un equipo de buceadores de combate de la armada survietnamita, el LDNN, había dinamitado por completo el único embarcadero disponible, así como el nuevo muelle en construcción, dañándolos gravemente y haciendo su pronta reconstrucción tremendamente difícil. Según los primeros cálculos, se estimaba que incluso una reparación de urgencia llevaría al menos un mes, e incluso entonces, el tráfico de mercancías posible sería bastante bajo. Por supuesto, el gobierno camboyano había puesto el grito en el cielo y acusó a Washington y Saigón de estar detrás del ataque, pero los Estados Unidos dijeron no saber nada al respecto y Saigón dijo que tenía fundadas sospechas de que la autoría del mismo era de “los forajidos que operaban en la frontera”.
-Pero – continúo Le Duan - ¿tendremos suficientes suministros para limpiar Laos de americanos?
-Según nuestros cálculos, sí. Pero tampoco puede ser una campaña muy larga, y si fallamos, al final tendremos que volver a la estrategia de guerra subversiva,…seguramente por bastante tiempo hasta que podamos volver a combatir convencionalmente, y siempre y cuando las condiciones de hoy día no varíen, claro.
-Tengo confianza en ti, y en que llevarás al pueblo a la victoria también esta vez. Además, no todo son malas noticias.
-¿Hay buenas nuevas?
-Así es. Ayer mismo recibimos confirmación del comandante de la 316 División que hemos enviado al norte de Laos para apoyar a nuestros camaradas del Pathet Lao, que han derrotado a las fuerzas gubernamentales en la llanura de Jars, y que en breve estarán a las puertas de la capital.
-Eso está muy bien, camarada. Pero de momento en poco o nada afecta a nuestras operaciones aquí.
-Cierto, pero a medio o largo plazo tendrá sus frutos, no lo dude. Pero eso no es todo. Hemos empezado a recibir nuevo material antiaéreo soviético. Son nuevos misiles S-125 Pechora y sistemas autopropulsados con cañones antiaéreos de 23 mm guiados por radar de lo más moderno, “Shilka” creo que los llaman.
-He oído hablar de ellos. Es una buena noticia, sí, pero ¿estarán listos para operar cuando comencemos la lucha?
-Seguro que sí. Al poco de que Moscú accediera a nuestra demanda de materiales más avanzados tras la invasión de Laos por los americanos, mandamos especialistas a entrenarse en la Unión Soviética, y ellos junto a algunos asesores rusos que han llegado a Hanoi con el material, enseñarán su utilización a nuestros soldados. Quizás el tiempo sea algo justo, sobre todo sin tener una fecha definitiva del comienzo de la operación, pero al menos parte de ese equipo podrá estar disponible y manejado por personal cualificado en la zona de operaciones.
-Me alegra oír eso. La verdad es que su aviación y los malditos helicópteros nos hacen mucho daño. Ya hemos traído un buen número de piezas antiaéreas, pero a pesar de sus bajas, siguen llegando y soltando sus bombas día sí, día también. Espero que esta vez funcione mejor que cuando intentamos instalar lanzaderas de misiles S-75, porque ya recordará como terminó el asunto.
El General se refería al intento de instalar una base de misiles SAM S-75 (SA-2) en territorio norvietnamita, pero cerca de la frontera con Laos y Tchepone, para tratar de proteger de alguna manera a sus hombres, pero, y pese a todos los intentos por camuflar las obras, la base fue atacada y destruida desde el aire. No se había vuelto a intentar de nuevo.
-Lo hará. Estos equipos son móviles y no necesitan de grandes obras. Es más, necesitarán estar desplegados cerca del frente para ser efectivos, así que sería conveniente protegerlos de la manera más adecuada.
-No se preocupe por eso, destinaré regimientos enteros si esas nuevas armas sacan a la aviación enemiga del cielo – dijo exagerando el militar.
Le Duan cogió un cigarrillo y se lo llevó a los labios. Lo encendió y tras un segundo de silencio, prosiguió.
-¿Y qué me dice del enemigo? ¿Cómo están los imperialistas?
-Ahora mismo se encuentran en sus fiestas de navidad, aunque nosotros tratamos de que no tengan mucho que celebrar. – Su contertulio mostró una ligera sonrisa. – Pero resumiendo, su posición es fuerte. Han construido o reparado pequeños aeródromos en algunos puntos que junto con sus helicópteros, reparten una buena parte de sus suministros y envían y sacan personal sin demasiados problemas, para frustración nuestra. También han reparado casi toda la ruta 9 desde la frontera hasta Muong Phine, así que también les llegan suministros por tierra, pese a nuestros intentos por cortar la ruta, sobre todo con ataques a los puentes. A pesar de nuestros ataques y las bajas que les hemos producido, se han adueñado del terreno, sobre todo del elevado y posiciones clave, fortificándolas, y haciendo muy difícil la vida de mis hombres. Están bien armados, y todos nuestros esfuerzos no parece que estén afectándoles demasiado. Además sus suministros no escasean, o al menos no tanto como deberían, como para que cuando ataquemos tengan pocos recursos y estén en una posición vulnerable. Le he pedido al General Hai que haga todo lo posible por cortar la ruta colonial 9, al menos temporalmente cuando vayamos a iniciar nuestra ofensiva.
-¿En cuánto estiman su fuerza?
-Pues en tres divisiones al menos, y de cincuenta a sesenta mil soldados, además de carros de combate, artillería pesada y un sinfín de aviación.
-No parece que sea un objetivo fácil, ¿Cómo piensa planear la ofensiva?
Dung se levantó y tras girarse de espalda y pensar un poco, se dirigió a un caballete que había en la pared del fondo.
-De momento Hanoi nos ha asignado seis divisiones para realizar el ataque, además de varios regimientos independientes de infantería, artillería, ingenieros, antiaéreos, y de varios batallones de zapadores (comandos). Es una fuerza impresionante, sin duda, pero no sé si será suficiente. Nuestra superioridad numérica no será muy grande, de hecho no llegará a dos de nuestros soldados por cada uno de los suyos, y ellos tienen más poder de fuego, así que creo que lo mejor será concentrar un buen número de soldados y recursos en pequeñas zonas para saturar sus defensas y destruirlas.
-Pero esa concentración de nuestras fuerzas, ¿no las dejará demasiado expuestas a la potencia de sus bombardeos?
-Es un riesgo, desde luego, pero es necesario. Tomaremos todas las medidas de enmascaramiento y de distracción que tengamos a nuestro alcance, pero es que con las fuerzas disponibles, si no creamos en algunos puntos una superioridad numérica local, no tendremos ninguna oportunidad.
-¿Y cuáles serán esos puntos?
-He identificado al menos dos. La zona del aeródromo Muong Phine, que no solo está protegida por los paracaidistas del sur, que aunque son buenos soldados, carecen del apoyo de fuegos de sus amos americanos, sino que además, si conseguimos liberar esa zona, nuestros suministros podrían enviarse nuevamente al sur. Y la segunda es el aeródromo de Tchepone, aunque está a cierta distancia al oeste del pueblo, se encuentra cerca de la unión entra la ruta 9 y la 93, y defendida por una brigada americana al menos. Su liberación dejaría al enemigo al oeste y suroeste de ese punto en una situación muy grave, y como la mayoría de esas fuerzas vuelven a ser los paracaidistas survietnamitas, pienso que la situación sería insoportable, y la destrucción de esa división enemiga probable, con lo que ello acarrearía para su alianza. Por supuesto, se realizarían ataques secundarios en otras zonas para impedir el refuerzo de esas unidades, tanto en Laos, como, a ser posible, en el sur, de nuevo cerca de Saigon y Da Nang principalmente.
-Explícame un poco por encima como se realizará nuestro ataque.
Dung comenzó a mover las manos sobre el mapa que tenía en el caballete a su lado. En él se veían las disposiciones de las fuerzas enemigas y las previstas de las del NVA para el inicio de la ofensiva.
-En el sur, contra Muong Phine lanzaremos a las Divisiones 3ª y la 325C con respaldo artillero y de ingenieros para saturar al enemigo, y contener a las fuerzas enemigas en sus proximidades. Lo mismo harán contra el aeródromo de Tchepon y la 4ª División americana, las Divisiones 320A, 304B y 341ª, además de algún regimiento independiente y el grueso de nuestra artillería. La 308ª División y unidades menores se encargarán de mantener ocupadas a las fuerzas enemigas cercanas a la frontera. Mantendremos a la 312ª División al norte de la zona desmilitarizada como reserva, mientras que las 324ª y 2ª Divisiones y muchas unidades más pequeñas, tipo batallón principalmente, mantendrán la presión sobre las rutas 1 y 9 en el sur.
-Como sabes mis conocimientos militares son escasos – dijo con pretendida falsa modestia – pero ¿Qué garantías tenemos de que esto salga bien?
-No sabría decirle ahora mismo…depende de muchos factores, pero voy a hacer todo lo que esté en mi mano por maximizar las posibilidades. De momento ya estamos rellenando nuestras unidades con nuevos reclutas y armas pesadas para que estén cerca de su máximo potencial al inicio de la ofensiva, aunque esto nos obliga a reducir el periodo de entrenamiento de nuestra tropa. También estamos mejorando nuestras fuerzas antiaéreas, y con la llegada de ese nuevo armamento que antes comentaba, seguro que aumenta considerablemente su capacidad. Seguimos trabajando para preparar todos los suministros necesarios y que estos sean suficientes, pero es uno de los problemas más importantes como ya hemos hablado. Y por último estamos realizando un buen número de reconocimientos de las posiciones enemigas, y de trabajo de planificación para seguir perfilando nuestro plan de ataque, y que este sea lo mejor posible. Además de la indispensable labor de adoctrinamiento político y de mejora de la moral y la salud de nuestros hombres, poco más creo que se puede hacer.
-Excelente. Me parece que son buenos pasos los que está tomando para tener todo a favor en la lucha, y así informaré al Politburó. Por nuestra parte, trataremos que sus fuerzas cuenten con todos los suministros y soldados necesarios, y no escatimaremos esfuerzos para apoyar su ofensiva. – Dio otra calada a su cigarro. - Y ahora solo quedan un par de asuntos por tratar ¿Cuándo cree probable comenzar la ofensiva y con qué nombre le gustaría que fuese conocida?
-Camarada, respecto a lo primero, me parece adecuado seguir con nuestra idea original para la ofensiva/levantamiento general que debía llevarse a cabo durante las festividades del Tet. Nuestras fuerzas ya estarán en posición y estoy pensando en limitar nuestras acciones días antes para que el enemigo se confíe, y lanzar la ofensiva el 31 de enero, es decir, dentro de poco más de un mes. Y respecto a la segunda, no lo había pensado todavía, pero podría ser adecuado algo así como “Ofensiva general por la liberación de Laos”.
-De acuerdo, camarada General, tomo nota, y lo trasladaré a Hanoi….creo que ya tengo todo cuanto quería oír – y dando la última calada a su cigarrillo, Le Duan concluyo – ahora si tiene alguna botella de licor por ahí, me vendría muy bien, pese a lo temprano que es.
-Claro camarada, algo tiene que haber por aquí.
Ambos hombres tomaron un poco de licor mientras charlaron de varios temas. Algunos más intrascendentes, como la familia o el tiempo, otros de más interés como el equilibrio de poder entre facciones en el gobierno norvietnamita, o la influencia de la URSS y China en el mismo. A media mañana el Secretario General del Partido de los Trabajadores de Vietnam realizó una visita por las instalaciones del complejo subterráneo, y al finalizarla, partió de nuevo hacia la capital de Vietnam del Norte.
Al sureste del paso de Ban Karai y dentro del territorio de Vietnam del Norte, apenas a siete kilómetros de la frontera con Laos y a algo más de cincuenta al noreste de Tchepone, se encontraba un complejo de búnkeres subterráneos todavía a medio terminar, destinado a ser el puesto de mando del nuevo frente B-6 del NVA, creado expresamente para la campaña del sur de Laos. Oculto entre las brumas de los densos bosques, en plenas montañas Annamitas, aquellas excavaciones ejercían de Cuartel General del General Van Tien Dung, número dos del NVA y del propio General Giap, y que había sido nombrado para ese cargo por el Politburó de Hanoi dada la vital importancia de la misión que le habían encomendado.
Aquella mañana, el General había salido a respirar un poco de aire puro, tras pasar toda la noche en el viciado y opresivo ambiente del interior de las cuevas artificiales. Hacía ya tiempo que vivía en Hanoi y aunque le gustaba, no le importaba volver a comandar tropas en combate ni sufrir las carencias y vicisitudes de un mando en campaña. Todavía recordaba cuando al mando de “su división”, la 320ª, tomó parte en la memorable batalla de Dien Bien Phu, y como pese a que fue considerado por algunos de sus camaradas militares, como un campesino poco preparado para asumir el mando, él había demostrado que no era así, y sobre todo, que poseía grandes habilidades para gestionar eficazmente la logística necesaria para mantener en la lucha a grandes unidades de combate. Quizás había sido aquella habilidad la que más habían valorado sus superiores para enviarlo a él personalmente, o quizás fue su reputación que ahora solo era superada por el propio Giap.
Sea como fuere, había asumido el mando del nuevo frente B-6 hacía tan solo una semana, y hasta hacía dos días, el General Tran Quy Hai, anterior General al mando de las operaciones contra los imperialistas en Laos, había estado poniéndole al día de todo. Hai se había marchado ya a su nuevo puesto de mando, para ocuparse íntegramente de la lucha contra los americanos en los frentes B-4 y B-5, al norte de la República de Vietnam, para impedir o tratar de dificultar la llegada de suministros a las fuerzas enemigas desplegadas en Laos. Los dos hombres habían trabajado bien y ahora deberían coordinarse lo mejor posible para sacar al enemigo de su principal ruta de abastecimiento de armas, municiones y soldados de camino al sur.
Allí fuera, el cielo era plomizo y amenazaba lluvia, lo cual le encantaba, así se reduciría la actividad aérea enemiga sobre las que ahora eran sus tropas. Tras unos minutos relajándose, Dung volvió a entrar en las cavernas y tras desayunar algo, se dirigió a su puesto de mando. La cavidad era apenas más grande que una pequeña habitación de un edificio cualquiera, pero estaba abarrotada de documentos, mapas, mesas, luces portátiles, caballetes y equipos de comunicación. Él se dispuso a comenzar su tarea sentándose tras su mesa y comenzó a revisar los últimos informes que vía radio habían comunicado la noche anterior las diferentes unidades en el frente. Pasaron unos minutos y cuando iba a convocar la reunión matinal con sus subordinados, entró un ayudante con una nota y se la dejó encima de la mesa. Dung la leyó con impaciencia.
-¿Cómo? ¿El camarada Le Duan aquí? ¿Cuándo?
-Ya está aquí, camarada General. En el acceso norte ¿Le hago pasar hasta aquí?
-Claro, no hagamos esperar a un representante del Politburó.
Y mientras el ayudante se marchaba a cumplir sus órdenes, él se acicaló un poco para estar más presentable y conminó a los presentes a salir del puesto de mando. Sin duda lo que allí se tratara, debía mantenerse en secreto, al menos de momento. A los pocos minutos, el Secretario General del Partido de los Trabajadores de Vietnam se encontraba delante de él.
-Camarada General, me alegro de verlo de nuevo. Veo que salir de Hanoi le ha sentado bien, parece rejuvenecido.
-Camarada Secretario General, es un honor poder servir al partido y al país desde donde el Politburo considere oportuno, y más si es en el frente, donde todo soldado se encuentra “en casa”.
-Bien Van, dejémonos de formalidades y sentémonos, me tienes que poner al día.
-Por supuesto camarada, siéntese aquí – dijo el militar ofreciéndole una silla frente a su mesa y sin dejar de tratarle como a un superior.
El General pertenecía a la misma facción que Le Duan en las altas esferas norvietnamitas, y pese a que era el segundo de Giap y le procesaba gran respeto, pensaba que este estaba errado en sus planteamientos estratégicos y alineaciones políticas. Dung fue el primero en hablar.
-Camarada, no le esperábamos hoy.
-Ya sabes, el secreto y todas esas cosas que a los militares os gustan tanto.
-Por supuesto…y ¿cuál es el motivo de su visita?
-En Hanoi quieren saber un primer informe, tus primeras valoraciones de cómo marchan los preparativos para la ofensiva en Laos, así como una idea aproximada sobre cuando podríamos iniciarla.
-El estado de los preparativos es en general satisfactorio, pero por supuesto hay problemas.
-¿De qué se trata?
-Camarada, creo que pese a los ataques aéreos americanos, nuestras tropas estarán preparadas en unas dos o tres semanas. Pero los problemas son los suministros, como ya habíamos anticipado. Por suerte, el grueso de nuestras fuerzas llega desde nuestra patria, y aquí tenemos menos dificultades para el traslado de los suministros que han de avituallarlos, pero con el aumento de los ataques aéreos de interdicción contra nuestras vías de suministro en el norte, nuestra cadena logística está sufriendo pérdidas y retrasos. Además, está la inoportuna destrucción del puerto de Shihanoukville en Camboya.
Le Duan se llevó la mano a la cara. Aquello había sido un duro golpe para Hanoi. Como la ruta de suministros por Laos estaba cortada, se había tratado de hacer llegar refuerzos y suministros hacia el sur a través de diversas vías. Se trató de alargar la ruta hacia el oeste de Laos, pero en un terreno sin la protección de los bosques y las montañas, había demostrado ser desastroso, ya que los ataques aéreos y las incursiones enemigas destruían o capturaban la mayoría de los suministros. Se habían reavivado las rutas marítimas y a través de la DMZ, pero la vigilancia y las fuerzas enemigas eran demasiado fuertes, y el éxito había resultado escaso. Así que sobre todo se había potenciado la ruta camboyana, a través del único puerto utilizable, el de Sihanoukville, donde llegaban más y más mercantes de la Europa oriental y chinos, y que pese a la cada vez más evidente complicidad del gobierno camboyano, los Estados Unidos habían seguido durante un tiempo mirando hacia otro lado. Pero aquello no duró mucho, y tras unas declaraciones del príncipe Sihanouk negando tajantemente el paso de suministros hacia lo que el denominaba “bandas de forajidos que operan en la frontera”, y el nuevo esfuerzo bélico de algunas unidades del Vietcong cerca de Saigón con la llegada de nuevos suministros, pero sobre todo, la confirmación de que aquellos pertrechos estaban llegando a las fuerzas del NVA que operaban en Laos, indujo finalmente a los Estados Unidos a tomar cartas en el asunto.
Así que cinco días atrás, y en una arriesgada operación, un equipo de buceadores de combate de la armada survietnamita, el LDNN, había dinamitado por completo el único embarcadero disponible, así como el nuevo muelle en construcción, dañándolos gravemente y haciendo su pronta reconstrucción tremendamente difícil. Según los primeros cálculos, se estimaba que incluso una reparación de urgencia llevaría al menos un mes, e incluso entonces, el tráfico de mercancías posible sería bastante bajo. Por supuesto, el gobierno camboyano había puesto el grito en el cielo y acusó a Washington y Saigón de estar detrás del ataque, pero los Estados Unidos dijeron no saber nada al respecto y Saigón dijo que tenía fundadas sospechas de que la autoría del mismo era de “los forajidos que operaban en la frontera”.
-Pero – continúo Le Duan - ¿tendremos suficientes suministros para limpiar Laos de americanos?
-Según nuestros cálculos, sí. Pero tampoco puede ser una campaña muy larga, y si fallamos, al final tendremos que volver a la estrategia de guerra subversiva,…seguramente por bastante tiempo hasta que podamos volver a combatir convencionalmente, y siempre y cuando las condiciones de hoy día no varíen, claro.
-Tengo confianza en ti, y en que llevarás al pueblo a la victoria también esta vez. Además, no todo son malas noticias.
-¿Hay buenas nuevas?
-Así es. Ayer mismo recibimos confirmación del comandante de la 316 División que hemos enviado al norte de Laos para apoyar a nuestros camaradas del Pathet Lao, que han derrotado a las fuerzas gubernamentales en la llanura de Jars, y que en breve estarán a las puertas de la capital.
-Eso está muy bien, camarada. Pero de momento en poco o nada afecta a nuestras operaciones aquí.
-Cierto, pero a medio o largo plazo tendrá sus frutos, no lo dude. Pero eso no es todo. Hemos empezado a recibir nuevo material antiaéreo soviético. Son nuevos misiles S-125 Pechora y sistemas autopropulsados con cañones antiaéreos de 23 mm guiados por radar de lo más moderno, “Shilka” creo que los llaman.
-He oído hablar de ellos. Es una buena noticia, sí, pero ¿estarán listos para operar cuando comencemos la lucha?
-Seguro que sí. Al poco de que Moscú accediera a nuestra demanda de materiales más avanzados tras la invasión de Laos por los americanos, mandamos especialistas a entrenarse en la Unión Soviética, y ellos junto a algunos asesores rusos que han llegado a Hanoi con el material, enseñarán su utilización a nuestros soldados. Quizás el tiempo sea algo justo, sobre todo sin tener una fecha definitiva del comienzo de la operación, pero al menos parte de ese equipo podrá estar disponible y manejado por personal cualificado en la zona de operaciones.
-Me alegra oír eso. La verdad es que su aviación y los malditos helicópteros nos hacen mucho daño. Ya hemos traído un buen número de piezas antiaéreas, pero a pesar de sus bajas, siguen llegando y soltando sus bombas día sí, día también. Espero que esta vez funcione mejor que cuando intentamos instalar lanzaderas de misiles S-75, porque ya recordará como terminó el asunto.
El General se refería al intento de instalar una base de misiles SAM S-75 (SA-2) en territorio norvietnamita, pero cerca de la frontera con Laos y Tchepone, para tratar de proteger de alguna manera a sus hombres, pero, y pese a todos los intentos por camuflar las obras, la base fue atacada y destruida desde el aire. No se había vuelto a intentar de nuevo.
-Lo hará. Estos equipos son móviles y no necesitan de grandes obras. Es más, necesitarán estar desplegados cerca del frente para ser efectivos, así que sería conveniente protegerlos de la manera más adecuada.
-No se preocupe por eso, destinaré regimientos enteros si esas nuevas armas sacan a la aviación enemiga del cielo – dijo exagerando el militar.
Le Duan cogió un cigarrillo y se lo llevó a los labios. Lo encendió y tras un segundo de silencio, prosiguió.
-¿Y qué me dice del enemigo? ¿Cómo están los imperialistas?
-Ahora mismo se encuentran en sus fiestas de navidad, aunque nosotros tratamos de que no tengan mucho que celebrar. – Su contertulio mostró una ligera sonrisa. – Pero resumiendo, su posición es fuerte. Han construido o reparado pequeños aeródromos en algunos puntos que junto con sus helicópteros, reparten una buena parte de sus suministros y envían y sacan personal sin demasiados problemas, para frustración nuestra. También han reparado casi toda la ruta 9 desde la frontera hasta Muong Phine, así que también les llegan suministros por tierra, pese a nuestros intentos por cortar la ruta, sobre todo con ataques a los puentes. A pesar de nuestros ataques y las bajas que les hemos producido, se han adueñado del terreno, sobre todo del elevado y posiciones clave, fortificándolas, y haciendo muy difícil la vida de mis hombres. Están bien armados, y todos nuestros esfuerzos no parece que estén afectándoles demasiado. Además sus suministros no escasean, o al menos no tanto como deberían, como para que cuando ataquemos tengan pocos recursos y estén en una posición vulnerable. Le he pedido al General Hai que haga todo lo posible por cortar la ruta colonial 9, al menos temporalmente cuando vayamos a iniciar nuestra ofensiva.
-¿En cuánto estiman su fuerza?
-Pues en tres divisiones al menos, y de cincuenta a sesenta mil soldados, además de carros de combate, artillería pesada y un sinfín de aviación.
-No parece que sea un objetivo fácil, ¿Cómo piensa planear la ofensiva?
Dung se levantó y tras girarse de espalda y pensar un poco, se dirigió a un caballete que había en la pared del fondo.
-De momento Hanoi nos ha asignado seis divisiones para realizar el ataque, además de varios regimientos independientes de infantería, artillería, ingenieros, antiaéreos, y de varios batallones de zapadores (comandos). Es una fuerza impresionante, sin duda, pero no sé si será suficiente. Nuestra superioridad numérica no será muy grande, de hecho no llegará a dos de nuestros soldados por cada uno de los suyos, y ellos tienen más poder de fuego, así que creo que lo mejor será concentrar un buen número de soldados y recursos en pequeñas zonas para saturar sus defensas y destruirlas.
-Pero esa concentración de nuestras fuerzas, ¿no las dejará demasiado expuestas a la potencia de sus bombardeos?
-Es un riesgo, desde luego, pero es necesario. Tomaremos todas las medidas de enmascaramiento y de distracción que tengamos a nuestro alcance, pero es que con las fuerzas disponibles, si no creamos en algunos puntos una superioridad numérica local, no tendremos ninguna oportunidad.
-¿Y cuáles serán esos puntos?
-He identificado al menos dos. La zona del aeródromo Muong Phine, que no solo está protegida por los paracaidistas del sur, que aunque son buenos soldados, carecen del apoyo de fuegos de sus amos americanos, sino que además, si conseguimos liberar esa zona, nuestros suministros podrían enviarse nuevamente al sur. Y la segunda es el aeródromo de Tchepone, aunque está a cierta distancia al oeste del pueblo, se encuentra cerca de la unión entra la ruta 9 y la 93, y defendida por una brigada americana al menos. Su liberación dejaría al enemigo al oeste y suroeste de ese punto en una situación muy grave, y como la mayoría de esas fuerzas vuelven a ser los paracaidistas survietnamitas, pienso que la situación sería insoportable, y la destrucción de esa división enemiga probable, con lo que ello acarrearía para su alianza. Por supuesto, se realizarían ataques secundarios en otras zonas para impedir el refuerzo de esas unidades, tanto en Laos, como, a ser posible, en el sur, de nuevo cerca de Saigon y Da Nang principalmente.
-Explícame un poco por encima como se realizará nuestro ataque.
Dung comenzó a mover las manos sobre el mapa que tenía en el caballete a su lado. En él se veían las disposiciones de las fuerzas enemigas y las previstas de las del NVA para el inicio de la ofensiva.
-En el sur, contra Muong Phine lanzaremos a las Divisiones 3ª y la 325C con respaldo artillero y de ingenieros para saturar al enemigo, y contener a las fuerzas enemigas en sus proximidades. Lo mismo harán contra el aeródromo de Tchepon y la 4ª División americana, las Divisiones 320A, 304B y 341ª, además de algún regimiento independiente y el grueso de nuestra artillería. La 308ª División y unidades menores se encargarán de mantener ocupadas a las fuerzas enemigas cercanas a la frontera. Mantendremos a la 312ª División al norte de la zona desmilitarizada como reserva, mientras que las 324ª y 2ª Divisiones y muchas unidades más pequeñas, tipo batallón principalmente, mantendrán la presión sobre las rutas 1 y 9 en el sur.
-Como sabes mis conocimientos militares son escasos – dijo con pretendida falsa modestia – pero ¿Qué garantías tenemos de que esto salga bien?
-No sabría decirle ahora mismo…depende de muchos factores, pero voy a hacer todo lo que esté en mi mano por maximizar las posibilidades. De momento ya estamos rellenando nuestras unidades con nuevos reclutas y armas pesadas para que estén cerca de su máximo potencial al inicio de la ofensiva, aunque esto nos obliga a reducir el periodo de entrenamiento de nuestra tropa. También estamos mejorando nuestras fuerzas antiaéreas, y con la llegada de ese nuevo armamento que antes comentaba, seguro que aumenta considerablemente su capacidad. Seguimos trabajando para preparar todos los suministros necesarios y que estos sean suficientes, pero es uno de los problemas más importantes como ya hemos hablado. Y por último estamos realizando un buen número de reconocimientos de las posiciones enemigas, y de trabajo de planificación para seguir perfilando nuestro plan de ataque, y que este sea lo mejor posible. Además de la indispensable labor de adoctrinamiento político y de mejora de la moral y la salud de nuestros hombres, poco más creo que se puede hacer.
-Excelente. Me parece que son buenos pasos los que está tomando para tener todo a favor en la lucha, y así informaré al Politburó. Por nuestra parte, trataremos que sus fuerzas cuenten con todos los suministros y soldados necesarios, y no escatimaremos esfuerzos para apoyar su ofensiva. – Dio otra calada a su cigarro. - Y ahora solo quedan un par de asuntos por tratar ¿Cuándo cree probable comenzar la ofensiva y con qué nombre le gustaría que fuese conocida?
-Camarada, respecto a lo primero, me parece adecuado seguir con nuestra idea original para la ofensiva/levantamiento general que debía llevarse a cabo durante las festividades del Tet. Nuestras fuerzas ya estarán en posición y estoy pensando en limitar nuestras acciones días antes para que el enemigo se confíe, y lanzar la ofensiva el 31 de enero, es decir, dentro de poco más de un mes. Y respecto a la segunda, no lo había pensado todavía, pero podría ser adecuado algo así como “Ofensiva general por la liberación de Laos”.
-De acuerdo, camarada General, tomo nota, y lo trasladaré a Hanoi….creo que ya tengo todo cuanto quería oír – y dando la última calada a su cigarrillo, Le Duan concluyo – ahora si tiene alguna botella de licor por ahí, me vendría muy bien, pese a lo temprano que es.
-Claro camarada, algo tiene que haber por aquí.
Ambos hombres tomaron un poco de licor mientras charlaron de varios temas. Algunos más intrascendentes, como la familia o el tiempo, otros de más interés como el equilibrio de poder entre facciones en el gobierno norvietnamita, o la influencia de la URSS y China en el mismo. A media mañana el Secretario General del Partido de los Trabajadores de Vietnam realizó una visita por las instalaciones del complejo subterráneo, y al finalizarla, partió de nuevo hacia la capital de Vietnam del Norte.
"Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor" - José Luís Sampedro
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- General de Brigada
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- Registrado: 28 Sep 2009, 11:10
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Un billete a Tchepone. Relato participativo.
Excelente. Ya tenemos situadas las piezas en el tablero... se aproxima el clímax de la historia
Por cierto... me olvidé el otro día de contestar esta pregunta...
De hecho, mirando por ahí se pueden ver cifras de radios de acción realistas y hablan de menos de 350 kilómetros... y el propio MiG-29 tenía un radio de acción "realista" de unas 150 millas.
Por cierto... me olvidé el otro día de contestar esta pregunta...
Teoricamente sería posible: la distancia en linea recta ronda los 500 km. y por ahí se ven cifras que otorgan ese radio de acción a los MiG-21PF... pero desde luego que los MiG tendrían serias dificultades para combatir eficazmente a esa distancia. A poco que usaran el posquemador e hicieran un par de maniobras, no podrían regresar.Por otra parte, ¿había alguna variante del Mig-21 con el alcance suficiente a finales del 67 para operar desde las inmediaciones de Hanoi hasta Tchepone en misiones A-A, aunque fueran a gran altitud (Hi-Hi-Hi)?
De hecho, mirando por ahí se pueden ver cifras de radios de acción realistas y hablan de menos de 350 kilómetros... y el propio MiG-29 tenía un radio de acción "realista" de unas 150 millas.
- flanker33
- Teniente Coronel
- Mensajes: 2238
- Registrado: 18 Jun 2005, 12:02
Un billete a Tchepone. Relato participativo.
Hola Sergiopl,
si, las cosas ya se van poniendo calentitas y el siguiente capitulo creo que ya debería ser el inicio de la ofensiva ¿Qué le parece? ¿Quizás un capitulo sobre el soldado del NVA? ¿O del helicóptero? Lo de algún capitulo de combates aéreos lo podríamos dejar por si decidimos que los US lancen una campaña aérea todavía más agresiva contra VdN si utilizamos a un piloto de MiG-21 como protagonista, ya como usted dice lo de un MiG sobre Tchepone es complicado. Yo había localizado al Mig-21S o Fishbed J:
http://www.skytamer.com/MiG-21R.html
(sale la info un poco más abajo)
que tenía un nuevo radar Sapfir, y mayor carga de combustible con un total de tres puntos "húmedos" y una modificación en la joroba para llevar más combustible.
http://combatace.com/files/file/11159-g ... fishbed-h/
Aquí lo llaman Fishbed H
Saludos.
si, las cosas ya se van poniendo calentitas y el siguiente capitulo creo que ya debería ser el inicio de la ofensiva ¿Qué le parece? ¿Quizás un capitulo sobre el soldado del NVA? ¿O del helicóptero? Lo de algún capitulo de combates aéreos lo podríamos dejar por si decidimos que los US lancen una campaña aérea todavía más agresiva contra VdN si utilizamos a un piloto de MiG-21 como protagonista, ya como usted dice lo de un MiG sobre Tchepone es complicado. Yo había localizado al Mig-21S o Fishbed J:
http://www.skytamer.com/MiG-21R.html
(sale la info un poco más abajo)
que tenía un nuevo radar Sapfir, y mayor carga de combustible con un total de tres puntos "húmedos" y una modificación en la joroba para llevar más combustible.
http://combatace.com/files/file/11159-g ... fishbed-h/
Aquí lo llaman Fishbed H
Se podría incluir algún pasaje o capitulo donde la FA de VdN intentara algo, sobre todo al inicio de la ofensiva o cuando la situación estuviera muy indecisa, y así introducir al personaje del piloto norvietnamita...¿Cómo lo ve?In the mid 60th it became obviesly, that the MiG-21 of the second generation had some weakpoints. First of all was the radar system not capable enough. The range of the plane was to short and the air to ground capability was to weak.
To overcome the first weakpoint the MiG designers decided to introduce the new radar system RP-22 Saphir. This radar was originally developed as S-23 for the high agile dogfighter project E-8, which was canceled to favor the swing wing design, which we know today as MiG-23.
Because the S-23 was to big for the MiG-21 nose cone it was downsized. Especially the size of the radar antanna was reduced. So the maximum detection range of the system was decreased from 54km to 30km. But this was 50% more the old RP-21 could offer. So the RP-22 Saphir was selected, and the S in MiG-21S was the indicator for the improved radar.
To give the MiG-21 longer legs, the designers decided to implement the long backfueltank which was already used at the MiG-21R recon bird. Further the miG-21S got two additionally wet hardpoints under the wings. So the S could carry 3 fuel drop tanks instead 1 as the older versions. With the 2 new weaponstations the air to ground capability of the plane was doubled. The bird now was able to carry 2.000kg of weapons instead 1.000kg as before.
On paper the MiG-21S was an excellent and capable bird. But it was not loved by their pilots. It was nearly 1.000kg heavier than a MiG-21F-13 and 500kg heavier than a MiG-21PF, but still had the same engine. So the MiG-21S had lost a lot of the agility of their forrunners and was not more the born dogfighter.
Saludos.
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¿Tendrian que operar necesariamente desde Hanoi?.Por otra parte, ¿había alguna variante del Mig-21 con el alcance suficiente a finales del 67 para operar desde las inmediaciones de Hanoi hasta Tchepone en misiones A-A, aunque fueran a gran altitud (Hi-Hi-Hi)?
http://www.globalsecurity.org/military/ ... fields.htm
Saludos
Última edición por KL Albrecht Achilles el 03 Nov 2015, 02:46, editado 1 vez en total.
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No es conmigo pero voto por un "si".flanker33 escribió:Se podría incluir algún pasaje o capitulo donde la FA de VdN intentara algo, sobre todo al inicio de la ofensiva o cuando la situación estuviera muy indecisa, y así introducir al personaje del piloto norvietnamita...¿Cómo lo ve?
Saludos
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Estimado KL, el problema es que en las fechas de las que hablamos, las únicas bases capaces de operar reactores en Vietnam del Norte eran las que estaban en el área de Hanói/Haiphong, y no fue hasta algunos años después cuando tuvieron bases más al sur capaces de operar los MiG. Tenía por ahí un mapa pero ahora no lo tengo a mano, en cuanto pueda lo subo.KL Albrecht Achilles escribió:¿Tendrian que operar necesariamente desde Hanoi?.
Aunque lo pregunte a Sergiopl, en realidad es con todos los que se quieran añadir a confeccionar el relato. Anoto su voto favorableKL Albrecht Achilles escribió:No es conmigo pero voto por un "si".
Saludos.
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Lo prometido es deuda. Aquí el mapa del que hablaba en el mensaje anterior:
Por si no se ve muy bien cuando se amplia, las cinco bases para reactores en 1967 estaban en la zona de Hanoi/Haiphong.
Saludos.
Por si no se ve muy bien cuando se amplia, las cinco bases para reactores en 1967 estaban en la zona de Hanoi/Haiphong.
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Perfectosi, las cosas ya se van poniendo calentitas y el siguiente capitulo creo que ya debería ser el inicio de la ofensiva ¿Qué le parece?
Hmmm... si queremos que se vea reflejado el desconcierto en el bando aliado al comenzar la ofensiva, la tripulación del helicóptero es la elección mas adecuada (por ejemplo, en una misión llevando refuerzos a alguna posición asediada).¿Quizás un capitulo sobre el soldado del NVA? ¿O del helicóptero?
Podría hacer un capítulo "cross-over", con una parte del soldado del NVA y los del helicóptero... interactuando en una misma acción, así tenemos los 2 puntos de vista.
La cuestión es: ¿realmente les conviene a los norvietnamitas lanzar una parte de sus escasos MiG en una misión semi-suicida?Se podría incluir algún pasaje o capitulo donde la FA de VdN intentara algo, sobre todo al inicio de la ofensiva o cuando la situación estuviera muy indecisa, y así introducir al personaje del piloto norvietnamita...¿Cómo lo ve?
Sin duda afectaría a las operaciones americanas en el sentido de que tendrían que desplegar mas aviones de superioridad aérea, pero los MiG podrían hacer sólo unas pocas misiones antes de que el desgaste fuera demasiado...
Yo apostaría por el piloto norvietnamita defendiendo sus cielos... peeero... entonces nos estaríamos saliendo del escenario geográfico de Laos... estoy indeciso
PD: Encantado de verlo por aquí, KL
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El problema es que el protagonista pilota un “gunship”, por lo que en todo caso, mejor una misión de apoyo por el fuego a una posición asediada, o incluso el rescate de emergencia de un piloto u otra tripulación de otro helo abatida.si queremos que se vea reflejado el desconcierto en el bando aliado al comenzar la ofensiva, la tripulación del helicóptero es la elección mas adecuada (por ejemplo, en una misión llevando refuerzos a alguna posición asediada).
Sobre el desconcierto del bando aliado, creo que tendrían suficiente información de la concentración de tropas enemigas y podrían intuir que se iba a desencadenar un ataque más o menos fuerte, la incógnita estaría en saber cuándo y con qué objetivos principales, por lo tanto no creo que fuera a ser otro Tet, no habría sorpresa estratégica, pero quizás si táctica.
Me gusta, se lo compro.Podría hacer un capítulo "cross-over", con una parte del soldado del NVA y los del helicóptero... interactuando en una misma acción, así tenemos los 2 puntos de vista.
Le he estado dando vueltas al tema. Que les parece lo siguiente: que interviniesen de forma indirecta sobre el TO en forma de misiones de interceptación sobre los aviones de la USAF que atacasen el estratégico paso de Mu Gia, por el cual estarían enviándose grandes cantidades de soldados y suministros hacia Tchepone. Pongamos que la USAF lleva haciendo ataques regulares de interdicción los últimos días/semanas con F-105 (¿con o sin escolta de F-4?) sobre el paso, y que los norvietnamitas intentan dificultar los ataques para que la mayor cantidad de suministros y refuerzos lleguen al sur justo cuando se va a iniciar la ofensiva. Algunas variantes que se me ocurren también es que los objetivos fueran una escuadrilla de B-52 o que el piloto fuera uno soviético como parte de la ayuda de Moscú. Además no habría que hacer nada “raro” con los MiG,s ya que estarían más o menos en el límite de su alcance realista de 350 km. Aunque nos alejásemos un poco del TO creo que se puede entender que tendría una influencia directa sobre él (en realidad los combates sobre Hanoi/Haiphong también, pero bueno).La cuestión es: ¿realmente les conviene a los norvietnamitas lanzar una parte de sus escasos MiG en una misión semi-suicida?
Sin duda afectaría a las operaciones americanas en el sentido de que tendrían que desplegar mas aviones de superioridad aérea, pero los MiG podrían hacer sólo unas pocas misiones antes de que el desgaste fuera demasiado...
Yo apostaría por el piloto norvietnamita defendiendo sus cielos... peeero... entonces nos estaríamos saliendo del escenario geográfico de Laos... estoy indeciso
Por lo tanto, propondría una estructura así: 1º capitulo combate aéreo y 2º capitulo “cross-over” piloto helo y soldado NVA.
+1PD: Encantado de verlo por aquí, KL
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Cierto, fallo mioflanker33 escribió:El problema es que el protagonista pilota un “gunship”, por lo que en todo caso, mejor una misión de apoyo por el fuego a una posición asediada, o incluso el rescate de emergencia de un piloto u otra tripulación de otro helo abatida.
En todo caso, sería también válido en el rol de apoyo o rescate que comenta.
Mas bien me refería al desconcierto por la escala de la ofensiva y porque esta pusiera en problemas a las fuerzas aliadas. Aunque... ¿se podría jugar con un desconcierto "estilo Ardenas"? ¿Una mala evaluación de la inteligencia que minusvalorara la magnitud del ataque y sus objetivos tal vez?Sobre el desconcierto del bando aliado, creo que tendrían suficiente información de la concentración de tropas enemigas y podrían intuir que se iba a desencadenar un ataque más o menos fuerte, la incógnita estaría en saber cuándo y con qué objetivos principales, por lo tanto no creo que fuera a ser otro Tet, no habría sorpresa estratégica, pero quizás si táctica.
Buena idea. Ahí si que tendría sentido arriesgarse, porque habría un beneficio directo, y la distancia sería mas asumible.Le he estado dando vueltas al tema. Que les parece lo siguiente: que interviniesen de forma indirecta sobre el TO en forma de misiones de interceptación sobre los aviones de la USAF que atacasen el estratégico paso de Mu Gia, por el cual estarían enviándose grandes cantidades de soldados y suministros hacia Tchepone.
En cuanto al tema de la escolta de los aviones... podemos suponer que en una zona de escaso riesgo no habría escolta de Phantom para los Thunderchief, si es apropiado para la historia. Los F-105 no estaban indefensos y una falsa sensación de seguridad podría provocar esa situación. Si fueran B-52 supongo que si habría alguna CAP en las cercanía.
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Anotado queda.flanker33 escribió:Estimado KL, el problema es que en las fechas de las que hablamos, las únicas bases capaces de operar reactores en Vietnam del Norte eran las que estaban en el área de Hanói/Haiphong, y no fue hasta algunos años después cuando tuvieron bases más al sur capaces de operar los MiG. Tenía por ahí un mapa pero ahora no lo tengo a mano, en cuanto pueda lo subo.
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