Alto ahí, señor mío, que fueron sus dos cuates, Don Lorenzo y el Puma de Carabanchel -sobre todo este último- los que propusieron tal cambio; un servidor tan solo añadió lo de que de ser así deberían estar criando malvas. Pues no se hinchó el Puma a ponernos politiquillos vascos conocidos en su casa a la hora de comer...esa cuadrilla de calvinistas desagradecido
Pero Sire, nos juraríamos que la última vez que v.m. paró por estos pagos esa regla ya estaba en uso, pues no es de ayer precisamente, ahora no podría asegurarlo, pero me parece que cuando la norma se cambió aún pululaba por el foro aquel chicharrero de infausto recuerdo.
Saludos.