La Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay
- --CaMuS--
- Cabo
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La Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay
q podemos citar a cewrca de esto
LA FUERZA TE LA DAN LAS ARMAS; LA DESTREZA, LA INSTRUCCIÓN
- --CaMuS--
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yo puedo aportar lo siguiente:
q realmente sera un poco largo pero leanlo con paciencia
>>>> lo siguiente sera mas la historia para comenzar asi no?
>La guerra del Chaco se libró desde 1932 hasta 1935 entre Bolivia y Paraguay por el control de la región del Chaco Boreal; pese a su aridez y escasa población, el control de la misma motivó la contienda por el valor estratégico del río Paraguay, que la surca. El dominio del río abriría la puerta al océano Atlántico al país que dispusiese de él, una ventaja crucial para los únicos dos países no costeros de Sudamérica y una cuestión nacional para Bolivia, que había perdido el acceso al océano Pacífico en la llamada guerra del Pacífico de 1879. El descubrimiento de yacimientos petrolíferos en la precordillera andina alimentaba además la hipótesis de que el Chaco albergaría también reservas explotables.
La guerra del Chaco fue la primera guerra moderna en la historia de América; el enorme despliegue de material bélico y municiones no tiene comparación con ningún otro conflicto en el continente a lo largo del siglo, ni siquiera la guerra de Malvinas. Durante tres años, 250.000 soldados bolivianos y 150.000 paraguayos se enfrentaron en los cañadones chaqueños. La malaria y otras enfermedades, al igual que la falta de agua diezmaron más los ejércitos que las balas. En lo económico la guerra fue un desastre para ambos países. Años después se descubrió que no existían más yacimientos petrolíferos aparte de los que ya se habían descubierto en la precordillera boliviana del Chaco.
Antecedentes
La región central sudamericana conocida como Gran Chaco se divide de norte a sur en tres regiones: Chaco Boreal, el cual se extiende al norte del río Pilcomayo, el Chaco Central entre el río antes citado y el río Bermejo, y el Chaco Austral, por su parte históricamente se ha considerado como una sola unidad geográfica al Chaco Austral y al Central reunidos bajo el nombre de Gran Chaco Gualamba, mientras que el Chaco Boreal incluye partes de la Chiquitania y del Gran Pantanal. El área disputada entre Bolivia y Paraguay correspondía exclusivamente al Chaco Boreal.
El Chaco es una región de 150.000 millas cuadradas parecida a un desierto que, hasta fines de la década de los años treinta, había permanecido en su mayoría despoblada y sin explorar. Está rodeada por el Río Pilcomayo y Argentina al sur, y por el Río Paraguay y la región fértil del centro de Paraguay al este. En el oeste, el Chaco está rodeado por la tierra baja de los Andes de Bolivia y al norte por las regiones selváticas de Brasil y Bolivia. La región está cubierta por matorrales copiosos y árboles quebracho, tiene escasos recursos aprovechables y el potencial para la agricultura es pobre. La mayor parte del año el clima es caliente y seco y es sede de una impresionante variedad de culebras venenosas e insectos portadores de enfermedades. El agua es sumamente escasa en el Chaco y los pocos pozos y lagos en la región adoptaron una importancia central estratégica en las campañas de la guerra. Durante el invierno hay una temporada de lluvia de corta duración en la que los pocos caminos, que son senderos polvorientos durante la mayor parte del año, se convierten en ciénagas intransitables. Es una de las regiones más inhóspitas del mundo para librar una guerra intensa.
Controversias limitrofes
Las controversias sobre la soberanía del Chaco Boreal comenzaron desde la independencia misma del Paraguay de la Corona Española en 1811; casi de inmediato se hicieron sentir las presiones portuguesas por anexarse el territorio de la nueva república. A raíz de esto, el nuevo gobierno paraguayo comenzó de inmediato la construcción de fortalezas sobre el río Paraguay para contener el avance de los bandeirantes, mercenarios al servicio de la corona de Portugal. Una en particular (Fuerte Borbón, hoy Fuerte Olimpo) fue construida en el alto Chaco Boreal, donde desde entonces se asentaron las tropas paraguayas.
Al independizarse Bolivia (1825), reclamó como herencia el territorio de la Real Audiencia de Charcas —que comprendía el Chaco Boreal, entre otros territorios— basándose en el principio jurídico de uti possidetis iure, utilizado anteriormente por Portugal para justificar la expansión de sus posesiones brasileñas. Sin embargo, Paraguay siempre hizo uso de facto del territorio chaqueño, sin que jamás hubiera habido reclamos por parte del Alto Perú en época colonial, época en que la intromisión en jurisdicción ajena era penada con la muerte.
Guerra de la Triple Alianza
Hasta finalizada la Guerra de la Triple Alianza en 1870, Paraguay reclamaba como límite noroccidental en el Chaco Boreal el del Yaurú ( actualmente llamado Jauru por los brasileños ) o al río Negro que desembocaba aguas arriba de la Bahía Negra, estos límites exigidos al Brasil habían sido los del Virreinato del Río de la Plata con el Brasil Portugués a inicios del siglo XIX.
Paraguay había perdido un tercio de su territorio nacional en la desastrosa Guerra de la Alianza Triple (1865-1870) cuando Paraguay tuvo que enfrentarse a las fuerzas aliadas de Brasil, Argentina y Uruguay. Después de años de ardua batalla, los paraguayos habían establecido una reputación por su valentía y también perdieron el 80 por ciento de su población adulta masculina quienes murieron en una guerra desastrosa.
Finalizada la guerra de la Triple Alianza en 1870, Paraguay y Argentina acordaron someter la disputa del territorio chaqueño boreal a arbitraje, con propósito de evitar un reinicio de las hostilidades. Fue elegido árbitro el entonces presidente de los Estados Unidos Rutherford B. Hayes, quien el 23 de noviembre de 1878 falló a favor de Paraguay. Los derechos de Paraguay sobre la región parecieron así confirmarse. Sin embargo, de inmediato Bolivia anunció su desacuerdo con el fallo, iniciándose así una larga batalla diplomática.
Guerra del Pacifico
Otra causa de la guerra puede buscarse en la pérdida de Bolivia de su litoral y el acceso al Océano Pacífico durante la Guerra del Pacifico con Chile (1878-1983). Después de perder el territorio a Chile, Bolivia buscó un acceso al océano. El Río Paraguay, que linda con el Chaco al este, es un río profundo y accesible a barcos que navegan el océano. Bolivia deseaba tener un puerto de mar en el Río Paraguay y para obtener completo acceso al mismo necesitaba apoderarse del Chaco. El único problema era que los paraguayos habían llegado primero. Lo poco de ocupación y explotación que se había logrado en el Chaco fue llevada a cabo por Paraguay durante la década de los años veinte. Hacia esas fechas llegó a Asunción un grupo de inmigrantes menonitas a los que el gobierno paraguayo otorgó en 1928 territorios para colonizar en plena región chaqueña; la ocupación civil de parte paraguaya también daba inicio. Además, los paraguayos administraban algunas operaciones de tala de árboles quebracho, ricos en curtidos para curar pieles, y habían construido locomotoras de vías estrechas hasta el Chaco para enviar los troncos al Río Paraguay.
Otro inconveniente era que Bolivia no solo quería disponer de un puerto sobre el margen oeste del río Paraguay, sino incluso disponer de territorio en la margen este, para tomar como capital de su nuevo departamento a la ciudad de Concepción. Esta zona —a unos 250 km al sur de Bahía Negra, el poblado paraguayo más septentrional sobre el río Paraguay; hubiera cortado al país en dos, por lo que resultó inaceptable para los paraguayos, afectados por la debacle de la Guerra de la Triple Alianza. Estos propusieron como frontera noroeste con Bolivia el río Parapití, que a su vez pareció excesivamente restrictivo al gobierno boliviano. Si había otra división de su territorio, la soberanía de Paraguay como país estaría en duda. Por lo tanto, para los paraguayos poder resistirse las demandas bolivianas sobre el Chaco era cuestión de su supervivencia nacional.
Guerra del Acre
Tras la Guerra del Acre, Bolivia derrotada firmó con Brasil el Tratado de Petrópolis (1903). En tal tratado Bolivia cedía el territorio del Acre a Brasil y Brasil reconocía que el Chaco Boreal era una posesión boliviana.
Negociaciones fallidas
Desde principios del siglo XX se firmaron varios tratados entre Paraguay y Bolivia, en los que la mediación de otros países limítrofes buscó evitar el conflicto armado; ninguno de ellos, sin embargo, obró efectos duraderos, ya que no lograron armonizar los intereses de ambos firmantes. Bolivia resucitó unos antiguos reclamos de tierras que datan de la época colonial española y que colocaron al Chaco bajo la soberanía del Virreinato del Perú y heredado por Bolivia. Paraguay podía hacer reclamos sobre el Chaco con base en cartas constitucionales del siglo XVI cuando Paraguay formaba parte del Virreinato del Río de la Plata.
Paralelamente a las conversaciones diplomáticas, Bolivia comenzó en 1905 a asentar pequeños destacamentos, llamados "fortines", en la zona disputada del Chaco, siguiendo la margen norte del Río Pilcomayo, y por otro lado hacia el Río Paraguay, buscando control de las escasas fuentes de agua dulce del Chaco. Debido a que las napas freáticas menos profundas y la mayoría de las escasas surgentes del Chaco contienen sal y otros minerales en proporciones que la hacen no potable, el dominio sobre las surgentes potables suponía el control efectivo del territorio.
La reacción paraguaya se hizo esperar, entre otras razones, por la inestable situación del país. Sujeto desde 1904 a una sucesión de golpes de estado, revoluciones y guerras civiles; las cuestiones territoriales ocuparon un segundo plano respecto al ordenamiento institucional.
Las negociaciones entre Bolivia y Paraguay duraron muchos años con Paraguay ofreciéndole a Bolivia un puerto libre en el Río Paraguay pero rehusándose a ceder su reclamo u ocupación actual de gran parte del Chaco. Bolivia no se conformó con nada menos que la propiedad total de toda la región. Para Bolivia, adueñarse del Chaco era motivo de orgullo nacional y necesidad económica. Para Paraguay la situación era diferente. A Paraguay le había tomado dos generaciones para recuperarse de la devastación de la Guerra de la Triple Alianza. Perder otro trozo grande de su territorio reduciría a Paraguay a tan sólo un tercio del territorio que había ocupado cuando logró la independencia de España en 1811. Durante la década de los años 1920, Bolivia y Paraguay fortificaron sus fuerzas armadas para la guerra.
¡Petróleo!
Entre 1927 y 1928, técnicos de la compañía norteamericana Standard Oil of New Jersey descubrieron petróleo en la zona occidental del Chaco, en las estribaciones de los Andes. Comenzó a sospecharse que los yacimientos se extendían hacia el este, ya en territorio paraguayo (donde los derechos de exploración eran propiedad de la Royal Dutch Shell, anglo-holandesa). Y además, volvió a cobrar importancia el tema de la salida al mar de Bolivia, dado que, de no contar con ella, la única manera de exportar el crudo sería a través de Argentina. Aquí está la razón principal de los alineamientos en el conflicto: si Bolivia contaba con una salida (aún indirecta) al Atlántico, el control de la exportación del petróleo quedaba en sus manos (y en las norteamericanas) en detrimento de los intereses británicos y de sus aliados en el establishment argentino.
La posibilidad de que el Chaco flotase sobre un mar de petróleo hizo que el presidente paraguayo José Guggiari adoptara una postura intransigente, negándose a negociar. La crisis se agravó el 6 de diciembre de 1928, cuando hubo un enfrentamiento entre patrullas de los ejércitos de ambos países. Una mediación de la Sociedad de las Naciones (la antecesora de la Organización de las Naciones Unidas) no logró grandes resultados.
Hacia la Guerra
Eventualmente el ejército paraguayo comenzó a tomar posesión del territorio al oeste del rio Paraguay, estableciendo pequeños fortines y tratando de encontrar y controlar las fuentes de agua dulce. La situación era propicia para que, tras el encuentro de las fuerzas, se iniciaran abiertamente las hostilidades.
Ambos países estaban dispuestos a subir la apuesta. En 1931, en Bolivia resultó electo Daniel Salamanca, partidario de un nacionalismo orgulloso y agresivo, ansioso de sepultar en el olvido el poco brillante pasado militar de su patria. En Paraguay, el presidente Eusebio Ayala tuvo que adoptar una posición firme por presión de sus mandos militares. Fue valiente de Paraguay resistir tan tenazmente las demandas bolivianas. En 1930, Bolivia contaba con una población de tres millones, en comparación con una población de un millón de Paraguay, y la economía boliviana, apoyada por sus ricas minas de plata y estaño, era tres veces mucho más grande que la economía paraguaya que se basaba en la ganadería, aceite de palma y cultivo de algodón. Para ambos lados, la guerra era inevitable.
En 1928, un incidente en el fortin Samaklay, costo la vida del teniente paraguayo Rojas Silva y su unidad. Como respuesta se generaron violentas protestas estudiantiles en Asunción. El conflicto finalmente lo desencadenó el Incidente de Laguna Chuquisaca.
Los Ejércitos Contrarios
A inicios del siglo, Paraguay acostumbraba enviar sus mejores oficiales a Chile y Argentina para recibir adiestramiento. Antes de la Primera Guerra Mundial, una misión militar alemana había estado capacitando activamente al Ejército Paraguayo. Después de la Primera Guerra Mundial, los franceses proporcionaron la mayor influencia extranjera con una misión militar francesa numerosa que llegó en 1926. En las reformas que se dieron después de la revolución de 1922, Paraguay planificó crear un ejército permanente de 4,000 efectivos que aumentaría a 24,000 en tiempos de movilización. A mediados de la década de los años veinte, Paraguay propasó su presupuesto nacional para equipar nuevamente sus fuerzas. A España se le compró más de 10,000 rifles Máuser. A Dinamarca, Paraguay le compró ametralladoras livianas Madsen y a Estados Unidos, 32 ametralladoras Browning pesadas. Paraguay le compró a Francia ocho proyectiles de montaña Schneider Model 1927 de 105 mm y 24 ametralladoras de montaña de 75 mm. Después de un enfrentamiento con los bolivianos en el Chaco en 1928, Paraguay compró más armamento y continuó aumentando su ejército. Se compró siete mil rifles Máuser adicionales al igual que 200 ametralladoras Madsen y 24 morteros Stokes-Brand de 81 mm.2 El plan de estudios de la academia de oficiales se revisó. Se creó una academia para suboficiales al igual que una academia de estado mayor general. Paulatinamente, Paraguay intensificó su ejército y armada, al igual que su arma aérea y, para 1931, contaba con alrededor de cuatro mil efectivos con la capacidad de movilizar hasta aproximadamente dieciséis mil más. La economía nacional durante la década de los años veinte fue extendida a sus límites en compras de armamento y equipo para la defensa del Chaco. Una de las compras más grandes de armamento hecha por Paraguay, una que tendría un impacto importante en la conducción de la guerra, fue la compra a Italia en 1930 de dos poderosas lanchas cañoneras blindadas. Las dos lanchas, la “Humaitá” y la “Paraguay”, eran de 845 toneladas y estaban en servicio en el Río Paraguay. Cada una contaba con dos ametralladoras principales de 4.7” y estaban equipadas con ametralladoras antiaéreas (tres ametralladoras antiaéreas de tres pies y dos cañones de 40 mm). Esas lanchas podían transportar tropas y equipo por el Río Paraguay hasta el teatro de guerra en el Chaco.4 Bolivia, con una población mucho más grande que la de Paraguay y un ingreso fijo de sus minas de plata y estaño, pudo comprar una cantidad considerable de armamento moderno en la década antes de la guerra. En 1926, Bolivia concertó un contrato con Vickers para 36.000 rifles, 250 ametralladoras pesadas y 500 ametralladoras livianas, 196 piezas de artillería y grandes cantidades de municiones. El comienzo de la depresión en 1929 disminuyó el contrato con Vickers pero, cuando la guerra estalló en 1932, Bolivia tenía a la mano un armamento impresionante de 39.000 rifles Máuser modernos, 750 ametralladoras, 64 piezas de artillería modernas y cinco tanques británicos para dotar su ejército permanente de 6.000 hombres.
Los Comandantes Contrarios
Hans Kundt, un oficial alemán, fue la figura militar principal en Bolivia durante las dos décadas antes de la Guerra del Chaco. Kundt nació en 1869 en Mecklenburg, Alemania y fue comisionado en 1888. Sirvió en el Estado Mayor y llegó a Bolivia en 1911 en calidad de jefe de la misión alemana de adiestramiento en Bolivia. Gozaba de una excelente relación con los bolivianos y adquirió una reputación de gran administrador y entrenador de tropas. Al estallar la Primera Guerra Mundial, Kundt regresó a Alemania. Kundt prestó servicio en el frente occidental como jefe de estado mayor del cuerpo y como comandante de brigada. Después de la Primera Guerra Mundial, Kundt se retiró con el rango de coronel pero le confirieron el rango de general de división al retirarse. Después de la Primera Guerra Mundial, lo invitaron de regreso a su país adoptivo y le ofrecieron los puestos de jefe de estado mayor del ejército y de ministro de guerra con el rango de general. Kundt aceptó los puestos y encabezó el programa de rearme de Bolivia durante la década de los años veinte y la planificación para la ocupación del Chaco. Kundt gozaba de excelentes cualidades como administrador e instructor dedicado y tenía inquietud por el bienestar de sus soldados, una característica poco común en la tradición militar suramericana. Sin embargo, durante la Primera Guerra Mundial Kundt había dado muestras que sus conocimientos de táctica eran mediocres, prefiriendo ataques frontales en la mayoría de las situaciones de combate. A pesar de sus conocimientos de estado mayor, tampoco era un buen estratega. Aunque la inquietud militar principal de Bolivia durante la década de los años veinte era el Chaco, Kundt nunca visitó o se familiarizó con la región, y su concepto de una guerra con Paraguay era esencialmente una marcha triunfante y sin oposición de las fuerzas armadas bolivianas a través de la región. Kundt estaba renuente a depender de sus oficiales bolivianos y contaba con oficiales muy buenos y prefería supervisar muy de cerca la labor del ejército. Kundt fue destituido de sus cargos como jefe de estado mayor y ministro de guerra y fue enviado al exilio por el papel que desempeño en un intento de golpe de estado en 1930. En contraste con el General Kundt se encontraba el comandante paraguayo de la Guerra del Chaco, José Félix Estigarribia. Estigarribia nació en circunstancias humildes hijo de un campesino y orfebre de plata en Caraguatay, Paraguay, en 1888 y asistió a una universidad de agronomía. Sin embargo, después de obtener su diploma, Estigarribia cambió su carrera y en 1910 se alistó en el ejército y fue designado el cargo de Teniente de Infantería. De 1911 a 1913, Estigarribia asistió a la Academia Militar Chilena. En aquel entonces, el Ejército de Chile estaba considerado como el mejor en América del Sur. Estigarribia mostró grandes aptitudes y en 1917 fue ascendido a Capitán. Él desempeñó un papel importante en la revolución de 1922 en Paraguay y luego fue promovido a Mayor y seleccionado para asistir al curso de estado mayor del Ejército Francés en la Ecole Superioeur de Guerre. En 1927, culminó el curso de tres años de duración y en 1928 fue nombrado jefe de estado mayor del ejército. A menos de un año de haber sido nombrado fue despedido del cargo a causa de desacuerdos con el gobierno con relación a la estrategia para defender el Chaco. Sin embargo, a medida que la guerra se avecinaba, el gobierno decidió que Estigarribia era el hombre que ellos necesitaban en el teatro de guerra y, en 1931, lo nombraron comandante en el Chaco con la misión de organizar una división de campaña para defender la región. Estigarribia gozaba de una reputación sólida en el ejército como un verdadero estudiante de la guerra moderna. Él contaba con una amplia biblioteca militar y hablaba francés con fluidez y algo de inglés. Era conocido como un hombre tranquilo pero intenso y era popular entre las tropas.
La Guerra
En julio de 1932, un destacamento del Ejército Boliviano capturó un puesto de avanzada paraguayo en el Lago Pitiantuta. En julio, las tropas paraguayas volvieron a apoderarse del fuerte después de una pequeña refriega y el Ejército Boliviano en el Chaco respondió atacando y apoderándose de las aldeas de Corrales y Toledo el 27 y 28 de julio. Al mismo tiempo, tres regimientos bolivianos apoyados por aviones de combate y aviones bombarderos, fueron agrupados para atacar un fuerte paraguayo en Boquerón, que fue capturado a finales de julio después de una ardua batalla. Con la batalla de Boquerón, una serie de refriegas incruentas se habían convertido en una guerra. El conflicto en el Chaco se intensificó rápidamente durante el mes de agosto. Al inicio de la guerra, los bolivianos contaban con 4.000 efectivos organizados en lo que se conocía como el Primer Cuerpo del Ejército en la parte sudoeste del Chaco. Dos mil hombres, organizados en dos divisiones, estaban acantonados al noroeste del Chaco. Para el mes de agosto, 6.000 refuerzos más avanzaban desde Bolivia. Durante el mes de agosto de 1932, los paraguayos bajo Estigarribia formaron una fuerza de 8.000 efectivos y los organizó en un Cuerpo del Ejército en el pueblo de Isla Poí. Mil quinientos hombres más fueron atrincherados en Nanawa al sudeste del Chaco y la Tercera División, con 3.000 efectivos y ocho piezas Schneider de artillería móvil, estaba acantonada en el Alto Río Paraguay. Otros 3.000 efectivos más fueron enviados desde Asunción. Durante los meses de julio y agosto, los paraguayos construyeron una pista de aterrizaje en su base de avanzada en Isla Poí y desplazaron una pequeña fuerza de aviones de combate, prácticamente todo lo que Paraguay poseía en términos de poderío aéreo, a la zona de batalla.
La Posición Estratégica
El primer error estratégico importante de los bolivianos fue que creyeron que unos cuantos miles de tropas bolivianas podrían sencillamente intimidar a los paraguayos y adueñarse del Chaco con poca resistencia. La estrategia boliviana, si así se pudiese catalogar, había sido planificada bajo el General Kundt en la década de los años veinte, y en ella se dio por sentado que Paraguay no podía o no quería pelear e hizo un llamado para una entrada triunfal de las fuerzas bolivianas al Río Paraguay. No obstante, el problema estratégico principal para Bolivia fue su larga y tenue línea de abastecimiento hacia el frente de batalla en el Chaco. Las tropas bolivianas fueron movilizadas en el centro de Bolivia y transportadas por ferrocarril gran parte del camino hacia la principal base boliviana, la ciudad de Villa Montes en las tierras bajas bolivianas. Desde Villa Montes, los soldados bolivianos tuvieron que enfrentar una marcha de 200 a 300 millas a través del polvo y del calor sofocante del Chaco, hasta que llegaron a las líneas del frente. El calor y la falta de forraje significaba que los caballos no sobrevivirían en el Chaco por mucho tiempo. De hecho, las unidades de caballería de ambos ejércitos fueron desmontadas al poco tiempo. Esto significaba que el medio básico de transporte en el Chaco era el camión, y éstos escaseaban en ambos ejércitos. En vista de que solo había suficientes camiones para los abastos, los soldados tenían que marchar durante semanas para llegar a la línea del frente y a menudo llegaban extenuados y desnutridos. Los paraguayos pudieron trasladar sus tropas desde Asunción y el centro de Paraguay por barcos de vapor por el Río Paraguay hasta la base en Puerto Casado. Desde ahí había una locomotora de vía estrecha que iba hacia el Chaco y la Isla Poí, la base paraguaya principal en el Chaco, yacía a sólo 18 millas al final de la línea de la locomotora. Las tropas y los abastos tuvieron que enfrentar una marcha relativamente corta hacia el frente. Durante gran parte de la guerra, los factores de logística y de transporte trabajaron a favor de Paraguay e impidieron, en gran medida, la tremenda ventaja boliviana en cuanto a personal y material. Esto también significaba que, desde el inicio de la guerra, el transporte aéreo sería muy importante para las fuerzas bolivianas.
Desarrollo
La Guerra del Chaco fue la guerra más grande y más sangrienta que se libró en el Hemisferio Occidental durante el siglo XX. Durante tres años, de 1932 a 1935, Bolivia y Paraguay pelearon una guerra salvaje en la que hubo grandes bajas (60.000 bolivianos y 30.000 paraguayos) a causa del Chaco, una tierra árida en el corazón de América del Sur. Ninguno de los dos países se dedicaba a fabricar armamento o aviones, de manera que ambos agotaron sus economías al máximo para crear grandes ejércitos y equiparlos con el mejor armamento que pudieron comprar en el mercado mundial. Las fuerzas armadas de ambos países habían sido capacitadas por oficiales europeos, y habían entendido el papel importante que el poderío aéreo desempeñó en la Guerra Mundial. Por lo tanto, Bolivia y Paraguay se empeñaron en proporcionarse a sí mismos con las fuerzas aéreas más modernas que pudiesen sufragar.
Batallas
Durante el conflicto se dieron batallas sangrientas; sólo comparables con aquellas que se dieron durante la Primera Guerra Mundial: La Batalla de Boquerón, Alihuata, Campo Jordán, Campo Grande, Nanawa, Cañada Strongest, El Carmen, Kilómetro 7, Picuiba, Carandaití, Villamontes y otras que sacrificaron parte de una generación de jóvenes paraguayos y bolivianos; pero no sólo las balas fueron las que causaron muerte y dolor, sino también por el hambre, la sed y la malaria.
Entre las batallas más heroicas se reconoce la del Fortín Boquerón, en el que una decena de mal armados combatientes bolivianos al mando del Coronel Manuel Marzana, resiste durante meses el ataque de el Ejercito Paraguayo liderado por el Coronel Felix Estigarribia.
Campaña Boquerón
A inicios de septiembre, Estigarribia había concentrado su Primer Cuerpo y lo había enviado a Boquerón para rodear y embestir la guarnición boliviana de varios cientos de hombres. Las fuerzas aéreas de ambos países comenzaron el patrullaje y reconocimiento agresivo para detectar los movimientos de las tropas enemigas. Los bolivianos, que contaban con una fuerza aérea más grande, obviamente tenían la ventaja en el aire. El 8 de septiembre, dos aviones de combate bolivianos Vickers “Vesp” detectaron al Segundo Regimiento de Infantería paraguayo en el camino hacia Boquerón y bombardearon y ametrallaron la columna, ocasionando grandes bajas entre los hombres y los caballos. Muchos de los soldados paraguayos, la mayoría de los cuales nunca habían visto aeroplanos, se atemorizaron y desaparecieron hacia los arbustos y sus oficiales tuvieron que pasar el resto del día reuniendo la unidad.15 A pesar de este retraso, la avanzada continuó y los paraguayos atacaron a Boquerón el 9 de septiembre. Cuando el ataque inicial no tuvo éxito, las fuerzas paraguayas se colocaron alrededor del fuerte para asediarlo. En la mañana del 9, una columna completa de camiones pertenecientes al Decimotercero Regimiento de Infantería tropezó con una emboscada paraguaya y fueron hechos pedazos. El patrullaje aéreo de los bolivianos en este caso no le dio al alto mando boliviano una descripción clara de las operaciones de ofensiva de Estigarribia. Los espesos matorrales del Chaco fueron útiles para ocultar las operaciones y ayudó a los paraguayos a negar algunos de los resultados de la capacidad de reconocimiento superior boliviana. La artillería paraguaya era uno de los blancos principales de las patrullas aéreas bolivianas, pero era difícil encontrar las ametralladoras que estaban camufladas y bien atrincheradas. Los ataques iniciales del 8 de septiembre les enseñó a los paraguayos algunas lecciones valiosas acerca del poderío aéreo y ellos aprendían rápido. Los paraguayos aprendieron a utilizar los matorrales del Chaco para camuflar sus movimientos y rebasar el flanco de los bolivianos. Los caminos se hacían por debajo de los árboles y se evitan las líneas rectas. Los paraguayos aprendieron a entretejer las ramas de los árboles sobre un camino para minimizar su identificación desde el aire. Con Boquerón bajo ataque, los bolivianos utilizaron toda su fuerza de aviones bombarderos y de caza para lanzar municiones, alimentos y abastos médicos para los defensores. Los paraguayos contrarrestaron atacando a Boquerón con ametralladoras y el fuego antiaéreo obligó a los bolivianos a lanzar sus abastos desde grandes altitudes. Los lanzamientos no eran precisos y la mayoría de los abastos cayeron detrás de las líneas paraguayas. Sin embargo, el alto mando boliviano no tenía idea que el reabastecimiento aéreo de Boquerón había fracasado y actuó lentamente para montar una ofensiva para socorrer al fuerte. El 17 de septiembre, el alto mando boliviano le mandó un mensaje a la guarnición hambrienta ordenándolos que soportaran por diez días más hasta que se montase un contraataque. Fue un tremendo shock para el alto mando de Bolivia cuando la guarnición en Boquerón se rindió dos días más tarde, después de una defensiva desesperante y valiente.
Reequipamiento de las Fuerzas – La Campaña Nanawa
Después de la campaña en Boquerón, ambos lados necesitaban un tiempo para descansar y reorganizarse. Los bolivianos, estupefactos, volvieron a llamar al General Kundt del exilio y le ofrecieron el puesto de comandante en jefe de las fuerzas bolivianas. Se esperaba que la figura militar más popular de Bolivia podría reunir nuevamente al ejército y derrotar rápidamente a los paraguayos. Las fuerzas aéreas de ambos países se estaban desgastando rápidamente y necesitaban nuevos aviones. Ambas fuerzas aéreas habían perdido varios aviones valiosos en accidentes a causa de las condiciones escabrosas de las pistas de aterrizaje del Chaco. Los bolivianos ordenaron 20 Curtis Wright C14R “Osprey”, biplanos de reconocimiento y bombarderos livianos de dos plazas, de Estados Unidos y el primer avión llegó en enero de 1933. El Osprey tenía dos ametralladoras, una frontal y otra trasera, calibre .30 y podía transportar hasta 260 libras de bombas en diferentes configuraciones. Era maniobrable y su velocidad máxima era de 163 mph. Era un avión de ataque terrestre muy capaz para su época y los bolivianos lo utilizaron como bombardero de combate durante la guerra. El Osprey se convertiría en el avión principal del inventario boliviano. También se ordenaron de Curtis-Wright varios modelos de aviones de combate “Hawk” II Modelo 35A y el “Sea Hawk” Modelo 65A. En 1932 se entregaron cuatro, dos en 1933 y tres en 1934. El avión de combate monoplaza se encontraba entre los mejores aviones de combate de su tiempo y, con su armamento de dos ametralladoras frontales y una carga de bombas de 220 libras, generalmente se utilizaba como avión de combate. Era el avión de combate favorito del Cuerpo Aéreo Boliviano. Otra adición importante al poderío aéreo boliviano fue la compra de tres aviones de transporte trimotor, Junkers JU 52, de Alemania. Este avión de combate sumamente competente podía volar en las condiciones más escabrosas y transportar una carga de tres toneladas. El primero de estos aviones fue entregado en octubre de 1932 y otros dos en 1933. Se convertirían en el elemento principal del servicio de transporte aéreo boliviano.26 Durante la campaña de Boquerón, Paraguay pasó a un estado de movilización total. La prioridad principal para el Cuerpo Aéreo era comprar más bombarderos livianos Potez 25, ya que éste había comprobado ser muy competente durante las operaciones en el Chaco. Para fines de 1932 ó 1933, Paraguay compró siete Potez 25 adicionales. En cuanto a los aviones de combate Wibault, se necesitaba un avión de reemplazo urgentemente. Paraguay sólo tenía seis Wibault funcionando al inicio de la guerra y dos habían sido destruidos en accidentes en las etapas iniciales de la primera campaña. El problema principal con los Wibault era la inestabilidad de su motor Lorraine-Diedrich, enfriado por aire, en las condiciones del Chaco. Cinco aviones biplanos de combate Fiat CR 20bis fueron ordenados de Italia para reemplazar a los Wibault. Los aviones de combate Fiat eran aviones competentes pero en su mayoría eran calificados como inferiores al avión de combate Curtis “Hawk” de los bolivianos. Los bolivianos reforzaron su ejército en el Chaco y en noviembre pudieron bloquear la avanzada paraguaya al sur del Kilómetro 7. El General Kundt llegó en diciembre y ordenó una serie de ataques. Del 12 al 13 de diciembre de 1932, la Octava División Boliviana forzó a los paraguayos hacia el sur del Kilómetro 7 en un contraataque encabezado por seis bombarderos de combate. En diciembre, Kundt le ordenó a sus fuerzas que llevaran a cabo una serie de ataques frontales costosos e ineficaces en contra de las defensas paraguayas en Nanawa. Las líneas de defensa paraguayas habían sido bien planificadas por ex oficiales bielorrusos, veteranos de la Primera Guerra Mundial, que se habían establecido en Paraguay y ahora fungían en calidad de oficiales paraguayos. Aunque los bolivianos emplearon su fuerza aérea en el papel de apoyo aéreo cercano y contaban con el apoyo fuerte de la artillería, los métodos de ataque frontal del General Kundt no fueron tan exitosos como lo fueron los mismos ataques durante la Gran Guerra. No obstante, en un punto de la campaña, los defensores paraguayos sufrieron una severa escasez de municiones a medida que las fuertes lluvias tornaban los caminos en intransitables. Estigarribia movilizó todos sus aviones, bombarderos, de combate y de transporte, para transportar municiones hacia una pista de aterrizaje escabrosa en Nanawa. El transporte aéreo improvisado fue suficiente como para permitir que los paraguayos mantuvieran sus posiciones. En febrero, Kundt ordenó otra serie de ataques sobre las posiciones paraguayas en Toledo. El Cuerpo Aéreo Boliviano nuevamente ametralló y bombardeó los defensores paraguayos atrincherados con pocos resultados y una vez más los bolivianos fueron rechazados con grandes bajas.
La Gran Ofensiva de Kundt—Nanawa II
En julio de 1933, Kundt reunió gran parte de su ejército para tomar las posiciones paraguayas en Nanawa mediante un ataque frontal. Contando con superioridad aérea, un fuerte apoyo de artillería y cinco tanques Vickers, Kundt envió sus tropas a las posiciones paraguayas que habían sido fortalecidas desde la última batalla. Al Cuerpo Aéreo Boliviano se le encomendó la misión de encontrar y destruir la artillería paraguaya. Sin embargó, fracasó en esa misión porque era casi imposible detectar las posiciones de fuego paraguayas que habían sido bien camufladas en los densos matorrales de la región. El ataque boliviano fue un fracaso sangriento con más de dos mil bolivianos en comparación con las 149 bajas y 400 heridos paraguayos. Nanawa fue nombrado adecuadamente el “Verdún del Chaco”.28
La Gran Victoria de Paraguay—Campo Vía
En octubre y noviembre de 1933, las patrullas aéreas y terrestres paraguayas detectaron algunas brechas importantes en las líneas bolivianas en Campo Vía. Estigarribia silenciosamente concentró sus fuerzas y el 3 de diciembre desencadenó una maniobra envolvente doble que rodeó rápidamente las Cuarta y Novena División Bolivianas. El ataque paraguayo fue una sorpresa y la defensa boliviana estaba muy mal organizada ya que el General Kundt reaccionó lentamente a la crisis que se desarrollaba. Sus pilotos de reconocimiento habían provisto numerosos informes precisos acerca de la fortaleza y ubicación de los movimientos de las tropas paraguayas pero Kundt rechazó los informes de sus pilotos catalogándolos de alarmistas e incorrectos. Kundt estaba convencido de que el ejército paraguayo no estaba preparado para llevar a cabo operaciones en un frente ancho. El 10 de diciembre, los bolivianos finalmente llevaron a cabo un contraataque para intentar salvar algunas de las fuerzas en la zona aislada pero el apoyo aéreo para el ataque fue coordinado deficientemente y muchas de las bombas del Cuerpo Aéreo Boliviano fueron lanzadas sobre sus propias unidades terrestres. El 11 de diciembre, dos divisiones bolivianas se rindieron. En el desastre militar más grande de Bolivia, 2.600 soldados murieron y aproximadamente 7.500 fueron arrestados. De un solo golpe, la mayoría de las fuerzas de combate bolivianas fueron destruidas. Sólo 1.500 hombres escaparon de la zona aislada. Kundt fue destituido como comandante en jefe de las fuerzas de Bolivia y el Coronel Peñaranda fue promovido a General de Brigada y comandante en el Chaco. El Ejército Boliviano sin pensarlo se retiró. La victoria de Campo Vía le proporcionó a los paraguayos 8.000 rifles, 536 ametralladoras, 25 morteros y 20 piezas de artillería, al igual que una gran cantidad de municiones. Para un país pobre y pequeño como Paraguay, el botín de la guerra fue lluvia del cielo y permitió que Estigarribia y sus fuerzas mantuvieran la ofensiva.
La Avanzada Paraguaya: Las Batallas en Picuiba y El Carmen
A medida que las líneas de logística paraguayas se extendían, su avanzada se retrasó y llegó a un alto a medida que los bolivianos pudieron organizar una línea de defensiva en Ballivián y en el centro del Chaco. En mayo de 1934, el Coronel Bilbao Rioja, quien había tomado el mando de un cuerpo y le había cedido el Cuerpo Aéreo al Tte Cnel Jorge Jordán, inició una trampa para la Segunda División Paraguaya y rodeó la unidad en Cañada Strongest, en el centro del Chaco. Los paraguayos pudieron abrirse camino y salir de la zona aislada, pero en el proceso hubo 500 muertos y 1.500 prisioneros. Fue la victoria más grande de Bolivia en la guerra y cementó la reputación de Bilbao Rioja como el mejor comandante terrestre de Bolivia al igual que un comandante competente. En julio de 1934, la ofensiva paraguaya fue forzada a regresar en Picuiba y Estigarribia buscó la manera de restaurar la maniobra al campo de batalla. Él encontró su oportunidad en El Carmen en noviembre de 1934 cuando sus ataques de flanco de sorpresa acorralaron al Cuerpo de la Reserva Boliviano, 2.000 tropas bolivianas murieron y 4.000 fueron encarceladas. Solamente 2.000 lucharon por salir de la zona aislada hacia un lugar seguro. Un mes después de Picuiba, los bolivianos confundieron una movida de flanco paraguaya por un ataque menor a medida que los paraguayos capturaron los únicos pozos en la zona en Yrendagué. El Cuerpo de Caballería Boliviano, sin acceso al agua, fue obligado a retirarse. Se calcula que de 5.300 efectivos en el cuerpo de caballería, 1.600 murieron de sed durante la retirada.
Las Batallas Finales
A inicios de 1935, el Ejército Boliviano se había retirado de casi todo el Chaco y había regresado a su base principal en Villa Montes. Ahora la situación logística funcionó a favor de Bolivia ya que los paraguayos tenían que depender del transporte por camión a través de todo el Chaco. En ese momento de la guerra, ambas fuerzas aéreas estaban agotadas y habían sufrido una desgaste considerable. Estigarribia conservó sus pocos aviones que funcionaban para proporcionar reconocimiento estratégico aunque se volaron varios ataques de bombardeo en contra de blancos bolivianos durante los primeros seis meses de 1935. Los paraguayos mantuvieron la presión sobre los bolivianos y cruzaron el Río Parapiti, un punto bien adentrado en Bolivia, en abril de 1935. En una serie de contraataques salvajes, los bolivianos obligaron a los paraguayos a regresar al otro lado del río. Para ese entonces, ambos países estaban agotados. Bolivia había desistido de toda idea de que podría apoderarse del Chaco a la fuerza y las fuerzas paraguayas habían sido llevadas al extremo. El 14 de junio de 1935 se firmó un armisticio, dando fin a la guerra. Negociaciones subsiguientes reconocieron el reclamo de Paraguay sobre prácticamente todo el Chaco.
Durante la Guerra del Chaco, los bolivianos movilizaron 210.000 hombres. De éstos, aproximadamente 60.000 murieron, 10.000 desertaron (para Argentina) y 23.250 fueron encarcelados. Paraguay movilizó 150.000 hombres, perdió 31.500 entre desaparecidos y muertos y 2.500 fueron encarcelados. Según los cálculos, fue una guerra sangrienta. Sin embargo, cuando uno se percata del número pequeño de la población de los países—Bolivia tres millones, Paraguay un millón—uno puede darse una idea de la verdadera escala del conflicto.
Las Fuerzas Aéreas Contrarias
Bolivia entró a la era de la aviación en 1915 cuando se efectuó con éxito el primer vuelo en La Paz. En 1916, Bolivia comenzó a fundar un cuerpo de aviación y envió a tres oficiales a Argentina y tres oficiales a Chile para recibir capacitación de vuelo. A inicios de la década de los años veinte, Bolivia compró varios aviones entrenadores franceses e intentó establecer su propio programa de capacitación para pilotos. Después de un par de intentos fracasados, se estableció una escuela militar de capacitación de vuelo en La Paz en 1923 bajo el mando del Mayor Bernardino Bilbao Rioja, uno de los primeros pilotos militares bolivianos. Se contrató a un piloto instructor suizo y el cuerpo aéreo comenzó a convertirse en una verdadera fuerza aérea. Para 1925, Bolivia había adquirido una variedad de aeronaves militares europeas, inclusive cinco Fokker C-Vs, dos aviones de combate Fiat BR, dos bombarderos franceses Bregue XIX, diez aviones caza Bristol F.2B, nueve biplanos Martinsyde y once Avro 504s.10 El comandante del Cuerpo Aéreo Boliviano durante la mayor parte de esa época fue el Mayor Bilbao Rioja, un piloto y oficial sumamente capaz que pasaba su tiempo estudiando la aviación europea y la norteamericana. Por cuenta propia, tradujo y publicó varios manuales técnicos y de artillería aérea para su pequeña fuerza aérea. Bilbao Rioja ejercía una influencia considerable sobre las compras de equipo del cuerpo aéreo inexperto y su organización y doctrina.11 En 1927, Bolivia ordenó nueve aviones de combate Vickers “Vespa” de Gran Bretaña, aviones de caza livianos muy capaces y ágiles para su época. En 1926-27, Bolivia aceptó la entrega de seis bombarderos Breguet XIX de Francia, aviones muy capaces y fuertes. En 1929, Bolivia compró otros cuatro modelos mejorados del Breguet XIX. Para el inicio de la Guerra del Chaco, Bolivia contaba con un cuerpo aéreo muy capaz según los estándares suramericanos. Durante los meses antes del conflicto, los bolivianos desplazaron un grupo aéreo de tres aviones de combate Vickers Vespa, tres bombarderos Breguet XIX, de cinco a seis aviones de combate Vickers “Scout” Type 143 y un par de Fokker CVs a Villa Montes, en la frontera del Chaco y las tierras bajas de Bolivia.12 El primer vuelo paraguayo tuvo lugar en 1915, cuando un piloto paraguayo que había asistido a la escuela de vuelo en Argentina llevó a Paraguay el primer avión. Al finalizar la Primera Guerra Mundial, Paraguay había comprado varios aviones entrenadores franceses y había establecido un cuerpo aéreo pequeño. Algunos aviones participaron en las acciones de combate de la revolución de 1922. El verdadero comienzo de un cuerpo aéreo militar en Paraguay ocurrió con la llegada de una misión de la Fuerza Aérea Francesa en 1926. Los franceses mantuvieron cinco misiones aeronáuticas y de adiestramiento en América del Sur entre 1918 y 1924. En 1926, una misión aérea francesa de cinco oficiales y un suboficial mecánico llegaron a Asunción para fundar una escuela para las tripulaciones de vuelo y en tierra para el Cuerpo Aéreo Paraguayo. La misión francesa permaneció desde 1926 hasta 1931 y durante ese tiempo establecieron un Cuerpo Aéreo Paraguayo sólido y graduaron dos promociones de pilotos de la escuela de vuelo. En ese entonces, los franceses le vendieron a Paraguay tres aviones entrenadores Hanriot HD 32, dos aviones entrenadores Moran Saulnier 35, seis aviones bombarderos/de reconocimiento livianos y cuatro aviones de combate Wibault 73.14 Al estallar la Guerra del Chaco, los paraguayos poseían una pequeña arma aérea de aproximadamente veinticinco pilotos y unas cuantas docenas de mecánicos y ajustadores. Algunos observadores habían sido capacitados y el cuerpo aéreo estaba organizado en pequeñas escuadrillas de aviones de combate que constaban de aviones Wibault 73 y una escuadrilla de aviones bombarderos/de reconocimiento que constaba de los Potez 25. Los paraguayos también contaban con una pequeña cantidad de aviones de transporte y de uso ligero al igual que aviones entrenadores acantonados en Asunción en el Aeródromo Nu-Guazu. Los bombarderos Potez 25 estaban al borde de volverse obsoletos en 1932, pero durante los años veinte este avión resistente, seguro, maniobrable y versátil había sido uno de los aviones más populares de las fuerzas armadas francesas durante las difíciles campañas coloniales. El Wibault 73, un avión caza monoplano de alas altas, también estaba en servicio con algunas escuadrillas francesas de aviones de combate en aquel entonces, y estaba reconocido como un buen avión de combate. Sin embargo, el motor Lorraine-Diedrich, enfriado por agua, de 450 caballos de potencia que accionaba al Wibault tenía la tendencia de sobrecalentarse en las condiciones del Chaco y su servicio en la guerra fue deficiente a causa de los problemas constantes en los motores. El comandante del Cuerpo Aéreo Paraguayo era un argentino, el Mayor (luego Teniente Coronel) Vicente Almonacid, que había volado con los franceses en el Frente Occidental durante la Primera Guerra Mundial. Para dos países pequeños y pobres, tanto Bolivia como Paraguay habían hecho grandes esfuerzos por organizar fuerzas aéreas eficaces para la guerra que se avecinaba. Al estallar la guerra, los bolivianos poseían una fuerza aérea pequeña, pero capaz, de aproximadamente cuarenta aviones, que incluia aviones entrenadores y de transporte. Paraguay podía colocar en campaña alrededor de diez aviones de combate y contaba con aproximadamente veinte aviones entrenadores y de transporte. Una vez que comenzó la guerra, ambos países intentarían desesperadamente evadir restricciones establecidas por los países neutrales en cuanto a la venta de armamento a los combatientes y le daría gran prioridad a la compra de aviones.
Las Operaciones Aéreas Iniciales
El Teniente Coronel Bilbao Rioja tomó el mando de las unidades de la Fuerza Aérea Boliviana en el Chaco a inicios del conflicto y en julio de 1932 concentró su fuerza en la base principal en Villa Montes con una base de avanzada en Muñoz. En julio de 1932, los bolivianos desplazaron tres aviones de combate Vickers “Vespa”, tres bombarderos Breguet XIX y de tres a seis Vickers Type 143 “Scouts” (aviones de combate) a sus pistas de avanzada. En vista de la situación estratégica, el Tte Cnel Bilbao visitó al comandante del teatro y afirmó que el mejor uso de la superior Fuerza Aérea Boliviana era bombardear la base paraguaya principal en Puerto Casado en el Río Paraguay ya que cada hombre, camión, caballo y munición entraba por ese puerto en camino hacia el teatro de operaciones en el centro del Chaco. Además, en una violenta confrontación con el comandante del teatro, el Coronel Enrique Peñaranda, Bilbao Rioja insistió que se bombardeara a Asunción para poder quebrantar el estado de ánimo paraguayo. Con las pistas de aterrizaje de avanzada en Muñoz y Ballivían, el Cuerpo Aéreo Boliviano estaba al alcance fácil de Asunción y Puerto Casado. El alto mando de Bolivia desaprobó las demandas de Bilbao Rioja ya que ellos pensaban, y no se equivocaron, que bombardear Asunción suscitaría protestas internacionales en contra de Bolivia. En ese momento de la guerra, el alto mando boliviano no vio la necesidad para tomar medidas tan drásticas, aunque los bolivianos volverían a analizar esa idea más tarde. Sin embargo, se autorizó varias incursiones en contra de la base paraguaya en Puerto Casado. Esas incursiones provocaron una fuerte reacción por parte del gobierno argentino ya que muchos argentinos vivían en Puerto Casado y administraban la locomotora que iba hasta el Chaco (y apoyaban la iniciativa de la guerra paraguaya). Argentina, aunque oficialmente neutral durante la guerra, poseía una neutralidad que se podía describir como sumamente amistosa hacia los paraguayos. Los argentinos le entregaron equipo, municiones y aviones a Paraguay y también le brindó apoyo financiero. Después del bombardeo de Puerto Casado en 1933, los argentinos le dijeron a Bolivia que ellos no tolerarían bajas de sus civiles y enérgicamente insinuaron que quizás apoyarían a Paraguay si los ataques continuaban. Ante ese dilema, Bolivia sensatamente canceló los ataques aéreos. Desde ese momento en la campaña, el Cuerpo Aéreo Boliviano se utilizaría principalmente en el frente llevando a cabo misiones de reconocimiento, patrullaje aéreo y apoyo aéreo cercano. Desde el comienzo, Bilbao Rioja le ordenó a sus aviones que llevaran a cabo patrullajes agresivos sobre el Chaco y los bolivianos perdieron por lo menos un Vickers Vespa a causa del fuego antiaéreo a fines de julio. Durante la batalla de Boquerón, ambos lados llevaron a cabo numerosos ataques en apoyo a las tropas terrestres. Entre el 9 y el 29 de septiembre, Potez 25 paraguayos, escoltados por aviones de combate Wibault, efectuaron 12 ataques de bombardeo sobre los bolivianos en Boquerón. Los paraguayos también utilizaron sus bombarderos Potez 25, equipados con radios, como concentradores de artillería para sus baterías Schneider 75. El Teniente de Artillería Alfredo Stroessner, luego dictador de Paraguay desde 1954 hasta 1990, voló como observador en el Potez 25 concentrando fuego para su batería de 75 mm.21 Aunque ambas fuerzas aéreas habían volado misiones de reconocimiento y de apoyo aéreo cercano durante la campaña de Boquerón, el primer enfrentamiento de Aire- a-Aire ocurrió el 28 de septiembre cuando un Potez 25 paraguayo se enfrentó a un Vickers Vespa boliviano. El piloto paraguayo, el Teniente Emilio Rocholl, fue herido pero pudo regresar con su avión. El 30 de septiembre de 1932, la primera pérdida de aire-a-aire de la guerra ocurrió cuando uno de los Wibault paraguayos fue derribado por un Vickers Type 143 boliviano.
Aviones de Apoyo
Las fuerzas aéreas desempeñaron una variedad de papeles importantes en todas las etapas de la guerra, inclusive apoyo aéreo cercano, reconocimiento y evacuación de bajas.
Si bien las escuadrillas de aviones de combate y de bombardeo de ambas fuerzas aéreas obtuvieron la mayoría de la gloria, los humildes y desarmados aviones de transporte y de uso general de ambas fuerzas aéreas desempeñaron papeles muy importantes en la guerra. Ambos lados utilizaron una amplia variedad de aviones livianos y de transporte para apoyar a sus fuerzas. Al inicio de la guerra, los militares bolivianos se adueñaron de la aerolínea civil Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) que contaba con cuatro aviones livianos de transporte resistentes Junkers F13 (un solo motor, seis pasajeros) y tres de los aviones de transporte Junkers W34 más grandes. LAB recientemente había comprado un Ford Trimotor que se utilizaba como avión de transporte hasta que fue destruido en un accidente. En diciembre de 1932, Bolivia recibió tres aviones de transporte Junkers JU52 trimotor de Alemania. La construcción resistente del JU 52, sus buenas características de vuelo y su capacidad de carga de tres toneladas, lo hacían un avión ideal para las condiciones de vuelo en América del Sur. Para ser un país pequeño, Bolivia contaba con una capacidad de transporte aéreo bastante impresionante y los problemas de logística en el Chaco exigían que dicha capacidad se utilizase al máximo durante la guerra para transportar hacia el frente de batalla abastos necesarios de municiones, combustible y medicina. Durante la guerra, solamente los JU 52 transportaron al frente de batalla más de 4.400 toneladas de carga. Paraguay también metió apresuradamente en servicio una amplia variedad de aviones de transporte y de uso general. A fines de 1932, Paraguay le había comprado a Estados Unidos dos monoplanos Travel Air Model S-6000 de seis pasajeros para que sirvieran como ambulancias aéreas. También compró un avión italiano de transporte Breda 44, bimotor para utilizarlo como una ambulancia aérea. Durante la Guerra del Chaco ambos lados utilizaron extensamente sus aviones para transportar a enfermos y heridos desde las pistas de aterrizaje en el frente de batalla a hospitales permanentes en la retaguardia. Se calcula que durante el transcurso de la guerra el JU 52 transportó a la retaguardia 40.000 tropas bolivianas heridas y enfermas. La capacidad de carga de los Travel Air y Breda 44 paraguayos eran menos, pero por lo regular volaban una distancia más corta a buques hospitales completamente equipados que estaban anclados en los puertos de Concepción y Puerto Casado. Las tropas gravemente heridas eran transportadas al Hospital Central Militar en Asunción.39 Las ambulancias aéreas volaban constantemente y varios miles de tropas paraguayas fueron evacuadas por aire durante la guerra. El General Estigarribia utilizó extensamente los aviones livianos de enlace alrededor de la región y para reunirse con sus comandantes superiores.40 Estigarribia también utilizaba los aviones livianos para llevar a cabo su propio reconocimiento sobre el frente de batalla.41 El presidente de Paraguay, Eusebio Ayala, a menudo utilizaba el avión para visitar a las tropas y reunirse con Estigarribia. Esa fue la primera guerra donde los líderes políticos se reunían personalmente con los líderes militares durante las operaciones en zonas grandes y aisladas del teatro de guerra. El principal avión de enlace y de estafeta de alta velocidad de Paraguay fue el avión consolidado Model 21 C (PT 11) fabricado por Estados Unidos. Paraguay también compró por lo menos un Curtis “Robin”, dos DeHavilland DH 60 “Moths” y dos aviones livianos Junkers A-50 para enlace y tareas de transporte liviano.
Embargo de Armas aereas
Si bien ambas fuerzas aéreas enfrentaban un desgaste de aviones considerable, el problema de encontrar aviones de reemplazo se dificultaba a causa de un embargo sobre la venta de armas a ambos combatientes por parte de la Liga de las Naciones y el gobierno norteamericano. Sin embargo, aunque los embargos eran inconvenientes, tanto Bolivia como Paraguay dieron muestras de ingeniosidad al evadir los controles internacionales e importar suficientes aviones para mantener a sus fuerzas aéreas volando. Bolivia dependía del apoyo de Chile. Ese país había comprado la licencia para ensamblar algunos aviones Curtis, inclusive el Curtis “Falcon”. En vista de que los “Osprey” bolivianos estaban desgastados por el combate y los accidentes, los bolivianos querían un avión de combate biplaza y más rápido y el “Falcon” era un reemplazo excelente. Los bolivianos pudieron importar varios “Falcon” de Chile durante la guerra en vista de que Chile silenciosamente ignoraba el embargo de la Liga de las Naciones. Los aviones Curtis “Hawks” y “Sea Hawks”, los mejores aviones de combate en Bolivia, también fueron comprados a través de una conexión chilena. El intento más emprendedor de Bolivia para evadir los embargos de Estados Unidos y de la Liga de las Naciones sucedió en 1934 cuando Bolivia hizo un pedido de cuatro bombarderos Curtis “Condor”. Estos bombarderos biplanos grandes transportaban una carga de bombas de una tonelada, tenían tres torteas, cada una con una ametralladora calibre .30 y de gran alcance. Oficialmente, los bolivianos querían esos aviones para el “transporte médico”, pero en vista de que los “Condor” fueron ordenados con equipo militar, inclusive torretas, ametralladoras y portabombas, eso fue poco probable. La explicación probable del motivo del pedido fue que en vista de que las cosas iban sumamente mal en el campo de batalla y el hecho de que los bolivianos querían un bombardero pesado con el alcance para bombardear a Asunción desde Bolivia—los “Condor” llenaban los requisitos. Cuando Estados Unidos rehusó permitir la venta de los aviones, los bombarderos fueron comprados por subterfugio por una aerolínea recién creada—la Tampa-New Orleans-Tampico (TNT) Airline. Los cuatro “Condor” llegaron hasta Perú, momento en que el gobierno norteamericano fue alertado y exhortó a Perú a que embargara los aviones. Bajo el embargo de la Liga de las Naciones, Francia embargó 19 aviones ordenados por Paraguay y los Países Bajos detuvo el envío de cinco Fokker CV. No obstante, los paraguayos mostraron gran ingeniosidad al igual que los bolivianos en obtener los aviones. Siete Potez 25 vendidos por Francia a Estonia fueron misteriosamente desviados y enviados a Paraguay. Durante la guerra, Uruguay y Argentina conspiraron para apoyar las compras de armamento de los paraguayos. Uruguay permitió que aviones provenientes de Europa se transbordaran en sus puertos y Paraguay compró a través de fuentes argentinas una variedad de aviones entrenadores, de transporte y de enlace.
Evaluación de la Guerra para la aviacion
El desgaste de aviones y pilotos durante la guerra fue alto para ambos lados. El principal aniquilador de aviones y pilotos fueron los accidentes operacionales. De los nuevo Curtis “Falcon” que Bolivia había ordenado, se perdieron dos en combate y cuatro en accidentes durante la guerra.33 Paraguay perdió cuatro aviones en accidentes de entrenamiento con cuatro muertos durante la guerra.34 Durante la guerra, Bolivia volaba entre 57 y 62 aviones de combate y 22 aviones entrenadores y de transporte. Paraguay volaba 32 aviones de combate y 23 aviones entrenadores y de transporte. Según cifras oficiales paraguayas, durante la guerra Paraguay perdió ocho aviones en combate (un Wibault, cuatro Potez 25, un CANT, dos Fiat CR20) y Bolivia perdió diez (6 Osprey, un Junker, un Hawk y un Curtis Falcon).35 La principal causa de estas pérdidas en combate fue el fuego terrestre. Los combates de aire a aire eran relativamente pocos. Sin embargo, cuando las fuerzas aéreas se enfrentaban ocurrían combates agresivos entre los aviones caza, como por ejemplo un choque insólito entre un bombardero Potez 25 paraguayo y dos bombarderos Breguet XIX bolivianos.
En varias ocasiones, hubo ataques muy exitosos en contra de bases aéreas y depósitos de abasto del enemigo. El ataque paraguayo de más éxito durante la guerra se llevó a cabo en contra de la pista de aterrizaje y el depósito boliviano en Ballivián el 8 de julio de 1934. Cuatro Potez 25, escoltados por dos aviones de combate Fiat, lanzaron 40 bombas sobre la pista de aterrizaje boliviana y destruyeron, como mínimo, cuatro aviones de combate Curtis estacionados y dañaron otros aviones. Los bombarderos Potez también atacaron y destruyeron el depósito de combustible principal en Ballivián lo que ocasionó una escasez severa de combustible para un ejército que ya estaba padeciendo de escasez de combustible y abastos.37 El mayor éxito del Cuerpo Aéreo Boliviano ocurrió en la Batalla del Carmen en noviembre de 1934 cuando las unidades aéreas bolivianas cubrieron la retirada del Cuerpo de Caballería atacando constantemente a las unidades de avanzada paraguayas. El hecho de que la fuerza boliviana pudo escapar se debió en gran medida a los esfuerzos de los pilotos.
La Armada Paraguaya y La Guerra
La Armada Paraguaya debió cumplir un importante papel logístico, ya que las líneas estaban muy extendidas y el territorio no tenía muchos caminos y la única vía férrea era la de Puerto Casado. No hubo acciones navales más que un ataque de la aviación boliviana, pero los buques fueron usados como componentes logísticos por Paraguay con gran éxito. Las Cañoneras ARP Paraguay y ARP Humaita adquiridas a Italia poco antes del conflicto demostraron ser oponentes formidables a la aviación boliviana.
Ya en 1926, el Estado Mayor Paraguayo aconsejo al gobierno en 1927 la compra de dos barcos de guerra para asegurar el dominio de las arterias fluviales, por lo que se resolvió la adquisición de dos cañoneros por Decreto PE No 26.603 del 21.11.1927. Los mismos fueron construidos por SA Cantieri Navali Odero, de Génova, Italia; completados en 1930 y entregados en mayo de 1931 en Buenos Aires. Se bautizaron Paraguay (C1) y Humaitá (C2), con un desplazamiento de 636 t(865 a plena carga).
Medidas: 70 x 10,7 x 1,7 m
Armamento original: 4 cañones de 4,7 pulgadas (120 mm), 3 de 3 pulgadas (76 mm) antiaéreos, 2 de 40 mm y 2 de 20 mm Pueden llevar 6 minas
Armamento actual
Paraguay: 2x120 mm, 3x76 mm y 2 x 40mm
Humaitá: 2 x 120 mm; 2x76 mm; 1x40 mm y dos Oerlikons
Bindaje: 1/2" en el casco, 1/3" en la cubierta; 3/4" en la sala de control
Turbinas Parsons y calderas alimentadas por petróleo, dos ejes
Potencia: 3.800 hp a 18 nudos
Combustible: 170 t
Alcance: 1.700 mi. a 16 nudos
Tripulación: 86 personas, pero en algunos pasajes del conflicto llegaron a transportar hasta 2.000 hombres por viaje.
La Aviación Naval Paraguaya
También fue creada en 1927, como el Servicio Aeronáutico de la Marina, con ayuda de la Misión Militar Francesa.
Inicialmente tuvo un CANT-10 y un SIAI S59bis, seguido en 1929 por dos Macchi M18, además de compartir los entrenadores Morane-Saulnier MS139 con el Ejército.
La Aviación Naval Paraguaya tuvo una triste célebre historia en la Guerra del Chaco, durante la cual hizo el primer bombardeo aéreo nocturno de América con un Macchi M.18 (R5) contra posiciones bolivianas. Fue el 22 de diciembre de 1934, rompiendo el pacto de tregua de diez días acordado por ambos países debido a la época de navidad.
Operaciones Aéreas Navales
En vista de que todas las tropas y abastos que Paraguay enviaba al Chaco se embarcaban por el Río Paraguay, el control aéreo sobre el río cobró una importancia considerable. La Armada Paraguaya tenía un arma aérea pequeña (Aviación Naval) equipada con dos hidroaviones de canoa Macchi M.18 y un hidroavión Savoia S59 bis. La Armada acantonó su pequeña fuerza en Bahía Negra en el sector norte del Chaco para apoyar a las fuerzas del ejército que bloqueaban cualquier avanzada boliviana río abajo. Durante la guerra, el arma aérea paraguaya voló 145 misiones, inclusive misiones de reconocimiento y operaciones de ataque terrestre. La unidad aérea Naval mantuvo a los bolivianos bajo presión en la parte superior del Río Paraguay e inclusive llevó a cabo los primeros bombardeos nocturnos que se efectuaron en las Américas. El 20 de diciembre de 1934, los dos Macchi M.18 bombardearon las bases bolivianas en Vitriones y San Juan dejando caer 800 libras de bombas. Los bolivianos también acantonaron una pequeña escuadrilla aérea en el sector norte del Chaco y atacaron el tráfico por el río paraguayo en varias ocasiones. En vista de la dependencia en el río como línea de comunicación, la pérdida de una lancha cañonera o un buque de vapor grande a causa de un ataque aéreo hubiera sido muy grave para Paraguay. Para contrarrestar la amenaza aérea boliviana, la Armada Paraguaya utilizó sus lanchas cañoneras pesadas, que estaban bien equipadas con ametralladoras antiaéreas, para escoltar los botes con tropas o abastos y para servir como baterías de artillería antiaérea flotantes en las bases principales de Concepción y Puerto Casado. El rendimiento de las lanchas cañoneras fue admirable y en varias ocasiones alejaron a los aviones bolivianos e inclusive derribaron uno de sus aviones atacantes.43 A causa de los esfuerzos de la Armada, los bolivianos ocasionaron daños mínimos al tráfico logístico de Paraguay.
Fin de la Guerra
Después de largas y penosas negociaciones, el tratado para terminar la guerra fue firmado en Argentina el 21 de julio de 1938. Buscando convertirse en artífice de la paz en el Chaco, el canciller argentino Carlos Saavedra Lamas, convocó a la Conferencia de Paz de Buenos Aires. Finalmente,por su pericia y mediación diplomática, obtuvo el reconocimiento personal que ansiaba al ganar el Premio Nobel de la Paz de 1936, por su labor en pro de la paz en general, y en particular por haber inspirado el Pacto antibélico Saavedra Lamas, firmado por 21 naciones y convertido en un instrumento jurídico internacional. Tuvo un papel importante, aunque también polémico, como mediador para finalizar la guerra del Chaco.
Paraguay resultó el mayor beneficiado del acuerdo de paz, al retener las 3/4 partes del Chaco Boreal estableciendose para ello los actuales límites internacionales geodésicos. Bolivia, resultado de una mala negociación, recibió apenas una pequeña área hacia el río Paraguay, hoy día llamado Puerto Busch.
Las Consecuencias Políticas
En 1936, el gobierno liberal del presidente Ayala fue depuesto por un golpe militar dirigido por oficiales jóvenes, escandalizados por lo que suponían términos extremadamente benignos para Bolivia. Paraguay sucumbió ante los efectos de una severa crisis económica y una sucesión de golpes y dictaduras, que culminaron en la soñolienta tiranía de Alfredo Stroessner de 1954 a 1989.
En Bolivia, Salamanca tuvo que ceder el gobierno a su vicepresidente José Luis Tejada Sorzano ya a fines de 1934, el que a su vez fue derrocado en mayo de 1935 p
q realmente sera un poco largo pero leanlo con paciencia
>>>> lo siguiente sera mas la historia para comenzar asi no?
>La guerra del Chaco se libró desde 1932 hasta 1935 entre Bolivia y Paraguay por el control de la región del Chaco Boreal; pese a su aridez y escasa población, el control de la misma motivó la contienda por el valor estratégico del río Paraguay, que la surca. El dominio del río abriría la puerta al océano Atlántico al país que dispusiese de él, una ventaja crucial para los únicos dos países no costeros de Sudamérica y una cuestión nacional para Bolivia, que había perdido el acceso al océano Pacífico en la llamada guerra del Pacífico de 1879. El descubrimiento de yacimientos petrolíferos en la precordillera andina alimentaba además la hipótesis de que el Chaco albergaría también reservas explotables.
La guerra del Chaco fue la primera guerra moderna en la historia de América; el enorme despliegue de material bélico y municiones no tiene comparación con ningún otro conflicto en el continente a lo largo del siglo, ni siquiera la guerra de Malvinas. Durante tres años, 250.000 soldados bolivianos y 150.000 paraguayos se enfrentaron en los cañadones chaqueños. La malaria y otras enfermedades, al igual que la falta de agua diezmaron más los ejércitos que las balas. En lo económico la guerra fue un desastre para ambos países. Años después se descubrió que no existían más yacimientos petrolíferos aparte de los que ya se habían descubierto en la precordillera boliviana del Chaco.
Antecedentes
La región central sudamericana conocida como Gran Chaco se divide de norte a sur en tres regiones: Chaco Boreal, el cual se extiende al norte del río Pilcomayo, el Chaco Central entre el río antes citado y el río Bermejo, y el Chaco Austral, por su parte históricamente se ha considerado como una sola unidad geográfica al Chaco Austral y al Central reunidos bajo el nombre de Gran Chaco Gualamba, mientras que el Chaco Boreal incluye partes de la Chiquitania y del Gran Pantanal. El área disputada entre Bolivia y Paraguay correspondía exclusivamente al Chaco Boreal.
El Chaco es una región de 150.000 millas cuadradas parecida a un desierto que, hasta fines de la década de los años treinta, había permanecido en su mayoría despoblada y sin explorar. Está rodeada por el Río Pilcomayo y Argentina al sur, y por el Río Paraguay y la región fértil del centro de Paraguay al este. En el oeste, el Chaco está rodeado por la tierra baja de los Andes de Bolivia y al norte por las regiones selváticas de Brasil y Bolivia. La región está cubierta por matorrales copiosos y árboles quebracho, tiene escasos recursos aprovechables y el potencial para la agricultura es pobre. La mayor parte del año el clima es caliente y seco y es sede de una impresionante variedad de culebras venenosas e insectos portadores de enfermedades. El agua es sumamente escasa en el Chaco y los pocos pozos y lagos en la región adoptaron una importancia central estratégica en las campañas de la guerra. Durante el invierno hay una temporada de lluvia de corta duración en la que los pocos caminos, que son senderos polvorientos durante la mayor parte del año, se convierten en ciénagas intransitables. Es una de las regiones más inhóspitas del mundo para librar una guerra intensa.
Controversias limitrofes
Las controversias sobre la soberanía del Chaco Boreal comenzaron desde la independencia misma del Paraguay de la Corona Española en 1811; casi de inmediato se hicieron sentir las presiones portuguesas por anexarse el territorio de la nueva república. A raíz de esto, el nuevo gobierno paraguayo comenzó de inmediato la construcción de fortalezas sobre el río Paraguay para contener el avance de los bandeirantes, mercenarios al servicio de la corona de Portugal. Una en particular (Fuerte Borbón, hoy Fuerte Olimpo) fue construida en el alto Chaco Boreal, donde desde entonces se asentaron las tropas paraguayas.
Al independizarse Bolivia (1825), reclamó como herencia el territorio de la Real Audiencia de Charcas —que comprendía el Chaco Boreal, entre otros territorios— basándose en el principio jurídico de uti possidetis iure, utilizado anteriormente por Portugal para justificar la expansión de sus posesiones brasileñas. Sin embargo, Paraguay siempre hizo uso de facto del territorio chaqueño, sin que jamás hubiera habido reclamos por parte del Alto Perú en época colonial, época en que la intromisión en jurisdicción ajena era penada con la muerte.
Guerra de la Triple Alianza
Hasta finalizada la Guerra de la Triple Alianza en 1870, Paraguay reclamaba como límite noroccidental en el Chaco Boreal el del Yaurú ( actualmente llamado Jauru por los brasileños ) o al río Negro que desembocaba aguas arriba de la Bahía Negra, estos límites exigidos al Brasil habían sido los del Virreinato del Río de la Plata con el Brasil Portugués a inicios del siglo XIX.
Paraguay había perdido un tercio de su territorio nacional en la desastrosa Guerra de la Alianza Triple (1865-1870) cuando Paraguay tuvo que enfrentarse a las fuerzas aliadas de Brasil, Argentina y Uruguay. Después de años de ardua batalla, los paraguayos habían establecido una reputación por su valentía y también perdieron el 80 por ciento de su población adulta masculina quienes murieron en una guerra desastrosa.
Finalizada la guerra de la Triple Alianza en 1870, Paraguay y Argentina acordaron someter la disputa del territorio chaqueño boreal a arbitraje, con propósito de evitar un reinicio de las hostilidades. Fue elegido árbitro el entonces presidente de los Estados Unidos Rutherford B. Hayes, quien el 23 de noviembre de 1878 falló a favor de Paraguay. Los derechos de Paraguay sobre la región parecieron así confirmarse. Sin embargo, de inmediato Bolivia anunció su desacuerdo con el fallo, iniciándose así una larga batalla diplomática.
Guerra del Pacifico
Otra causa de la guerra puede buscarse en la pérdida de Bolivia de su litoral y el acceso al Océano Pacífico durante la Guerra del Pacifico con Chile (1878-1983). Después de perder el territorio a Chile, Bolivia buscó un acceso al océano. El Río Paraguay, que linda con el Chaco al este, es un río profundo y accesible a barcos que navegan el océano. Bolivia deseaba tener un puerto de mar en el Río Paraguay y para obtener completo acceso al mismo necesitaba apoderarse del Chaco. El único problema era que los paraguayos habían llegado primero. Lo poco de ocupación y explotación que se había logrado en el Chaco fue llevada a cabo por Paraguay durante la década de los años veinte. Hacia esas fechas llegó a Asunción un grupo de inmigrantes menonitas a los que el gobierno paraguayo otorgó en 1928 territorios para colonizar en plena región chaqueña; la ocupación civil de parte paraguaya también daba inicio. Además, los paraguayos administraban algunas operaciones de tala de árboles quebracho, ricos en curtidos para curar pieles, y habían construido locomotoras de vías estrechas hasta el Chaco para enviar los troncos al Río Paraguay.
Otro inconveniente era que Bolivia no solo quería disponer de un puerto sobre el margen oeste del río Paraguay, sino incluso disponer de territorio en la margen este, para tomar como capital de su nuevo departamento a la ciudad de Concepción. Esta zona —a unos 250 km al sur de Bahía Negra, el poblado paraguayo más septentrional sobre el río Paraguay; hubiera cortado al país en dos, por lo que resultó inaceptable para los paraguayos, afectados por la debacle de la Guerra de la Triple Alianza. Estos propusieron como frontera noroeste con Bolivia el río Parapití, que a su vez pareció excesivamente restrictivo al gobierno boliviano. Si había otra división de su territorio, la soberanía de Paraguay como país estaría en duda. Por lo tanto, para los paraguayos poder resistirse las demandas bolivianas sobre el Chaco era cuestión de su supervivencia nacional.
Guerra del Acre
Tras la Guerra del Acre, Bolivia derrotada firmó con Brasil el Tratado de Petrópolis (1903). En tal tratado Bolivia cedía el territorio del Acre a Brasil y Brasil reconocía que el Chaco Boreal era una posesión boliviana.
Negociaciones fallidas
Desde principios del siglo XX se firmaron varios tratados entre Paraguay y Bolivia, en los que la mediación de otros países limítrofes buscó evitar el conflicto armado; ninguno de ellos, sin embargo, obró efectos duraderos, ya que no lograron armonizar los intereses de ambos firmantes. Bolivia resucitó unos antiguos reclamos de tierras que datan de la época colonial española y que colocaron al Chaco bajo la soberanía del Virreinato del Perú y heredado por Bolivia. Paraguay podía hacer reclamos sobre el Chaco con base en cartas constitucionales del siglo XVI cuando Paraguay formaba parte del Virreinato del Río de la Plata.
Paralelamente a las conversaciones diplomáticas, Bolivia comenzó en 1905 a asentar pequeños destacamentos, llamados "fortines", en la zona disputada del Chaco, siguiendo la margen norte del Río Pilcomayo, y por otro lado hacia el Río Paraguay, buscando control de las escasas fuentes de agua dulce del Chaco. Debido a que las napas freáticas menos profundas y la mayoría de las escasas surgentes del Chaco contienen sal y otros minerales en proporciones que la hacen no potable, el dominio sobre las surgentes potables suponía el control efectivo del territorio.
La reacción paraguaya se hizo esperar, entre otras razones, por la inestable situación del país. Sujeto desde 1904 a una sucesión de golpes de estado, revoluciones y guerras civiles; las cuestiones territoriales ocuparon un segundo plano respecto al ordenamiento institucional.
Las negociaciones entre Bolivia y Paraguay duraron muchos años con Paraguay ofreciéndole a Bolivia un puerto libre en el Río Paraguay pero rehusándose a ceder su reclamo u ocupación actual de gran parte del Chaco. Bolivia no se conformó con nada menos que la propiedad total de toda la región. Para Bolivia, adueñarse del Chaco era motivo de orgullo nacional y necesidad económica. Para Paraguay la situación era diferente. A Paraguay le había tomado dos generaciones para recuperarse de la devastación de la Guerra de la Triple Alianza. Perder otro trozo grande de su territorio reduciría a Paraguay a tan sólo un tercio del territorio que había ocupado cuando logró la independencia de España en 1811. Durante la década de los años 1920, Bolivia y Paraguay fortificaron sus fuerzas armadas para la guerra.
¡Petróleo!
Entre 1927 y 1928, técnicos de la compañía norteamericana Standard Oil of New Jersey descubrieron petróleo en la zona occidental del Chaco, en las estribaciones de los Andes. Comenzó a sospecharse que los yacimientos se extendían hacia el este, ya en territorio paraguayo (donde los derechos de exploración eran propiedad de la Royal Dutch Shell, anglo-holandesa). Y además, volvió a cobrar importancia el tema de la salida al mar de Bolivia, dado que, de no contar con ella, la única manera de exportar el crudo sería a través de Argentina. Aquí está la razón principal de los alineamientos en el conflicto: si Bolivia contaba con una salida (aún indirecta) al Atlántico, el control de la exportación del petróleo quedaba en sus manos (y en las norteamericanas) en detrimento de los intereses británicos y de sus aliados en el establishment argentino.
La posibilidad de que el Chaco flotase sobre un mar de petróleo hizo que el presidente paraguayo José Guggiari adoptara una postura intransigente, negándose a negociar. La crisis se agravó el 6 de diciembre de 1928, cuando hubo un enfrentamiento entre patrullas de los ejércitos de ambos países. Una mediación de la Sociedad de las Naciones (la antecesora de la Organización de las Naciones Unidas) no logró grandes resultados.
Hacia la Guerra
Eventualmente el ejército paraguayo comenzó a tomar posesión del territorio al oeste del rio Paraguay, estableciendo pequeños fortines y tratando de encontrar y controlar las fuentes de agua dulce. La situación era propicia para que, tras el encuentro de las fuerzas, se iniciaran abiertamente las hostilidades.
Ambos países estaban dispuestos a subir la apuesta. En 1931, en Bolivia resultó electo Daniel Salamanca, partidario de un nacionalismo orgulloso y agresivo, ansioso de sepultar en el olvido el poco brillante pasado militar de su patria. En Paraguay, el presidente Eusebio Ayala tuvo que adoptar una posición firme por presión de sus mandos militares. Fue valiente de Paraguay resistir tan tenazmente las demandas bolivianas. En 1930, Bolivia contaba con una población de tres millones, en comparación con una población de un millón de Paraguay, y la economía boliviana, apoyada por sus ricas minas de plata y estaño, era tres veces mucho más grande que la economía paraguaya que se basaba en la ganadería, aceite de palma y cultivo de algodón. Para ambos lados, la guerra era inevitable.
En 1928, un incidente en el fortin Samaklay, costo la vida del teniente paraguayo Rojas Silva y su unidad. Como respuesta se generaron violentas protestas estudiantiles en Asunción. El conflicto finalmente lo desencadenó el Incidente de Laguna Chuquisaca.
Los Ejércitos Contrarios
A inicios del siglo, Paraguay acostumbraba enviar sus mejores oficiales a Chile y Argentina para recibir adiestramiento. Antes de la Primera Guerra Mundial, una misión militar alemana había estado capacitando activamente al Ejército Paraguayo. Después de la Primera Guerra Mundial, los franceses proporcionaron la mayor influencia extranjera con una misión militar francesa numerosa que llegó en 1926. En las reformas que se dieron después de la revolución de 1922, Paraguay planificó crear un ejército permanente de 4,000 efectivos que aumentaría a 24,000 en tiempos de movilización. A mediados de la década de los años veinte, Paraguay propasó su presupuesto nacional para equipar nuevamente sus fuerzas. A España se le compró más de 10,000 rifles Máuser. A Dinamarca, Paraguay le compró ametralladoras livianas Madsen y a Estados Unidos, 32 ametralladoras Browning pesadas. Paraguay le compró a Francia ocho proyectiles de montaña Schneider Model 1927 de 105 mm y 24 ametralladoras de montaña de 75 mm. Después de un enfrentamiento con los bolivianos en el Chaco en 1928, Paraguay compró más armamento y continuó aumentando su ejército. Se compró siete mil rifles Máuser adicionales al igual que 200 ametralladoras Madsen y 24 morteros Stokes-Brand de 81 mm.2 El plan de estudios de la academia de oficiales se revisó. Se creó una academia para suboficiales al igual que una academia de estado mayor general. Paulatinamente, Paraguay intensificó su ejército y armada, al igual que su arma aérea y, para 1931, contaba con alrededor de cuatro mil efectivos con la capacidad de movilizar hasta aproximadamente dieciséis mil más. La economía nacional durante la década de los años veinte fue extendida a sus límites en compras de armamento y equipo para la defensa del Chaco. Una de las compras más grandes de armamento hecha por Paraguay, una que tendría un impacto importante en la conducción de la guerra, fue la compra a Italia en 1930 de dos poderosas lanchas cañoneras blindadas. Las dos lanchas, la “Humaitá” y la “Paraguay”, eran de 845 toneladas y estaban en servicio en el Río Paraguay. Cada una contaba con dos ametralladoras principales de 4.7” y estaban equipadas con ametralladoras antiaéreas (tres ametralladoras antiaéreas de tres pies y dos cañones de 40 mm). Esas lanchas podían transportar tropas y equipo por el Río Paraguay hasta el teatro de guerra en el Chaco.4 Bolivia, con una población mucho más grande que la de Paraguay y un ingreso fijo de sus minas de plata y estaño, pudo comprar una cantidad considerable de armamento moderno en la década antes de la guerra. En 1926, Bolivia concertó un contrato con Vickers para 36.000 rifles, 250 ametralladoras pesadas y 500 ametralladoras livianas, 196 piezas de artillería y grandes cantidades de municiones. El comienzo de la depresión en 1929 disminuyó el contrato con Vickers pero, cuando la guerra estalló en 1932, Bolivia tenía a la mano un armamento impresionante de 39.000 rifles Máuser modernos, 750 ametralladoras, 64 piezas de artillería modernas y cinco tanques británicos para dotar su ejército permanente de 6.000 hombres.
Los Comandantes Contrarios
Hans Kundt, un oficial alemán, fue la figura militar principal en Bolivia durante las dos décadas antes de la Guerra del Chaco. Kundt nació en 1869 en Mecklenburg, Alemania y fue comisionado en 1888. Sirvió en el Estado Mayor y llegó a Bolivia en 1911 en calidad de jefe de la misión alemana de adiestramiento en Bolivia. Gozaba de una excelente relación con los bolivianos y adquirió una reputación de gran administrador y entrenador de tropas. Al estallar la Primera Guerra Mundial, Kundt regresó a Alemania. Kundt prestó servicio en el frente occidental como jefe de estado mayor del cuerpo y como comandante de brigada. Después de la Primera Guerra Mundial, Kundt se retiró con el rango de coronel pero le confirieron el rango de general de división al retirarse. Después de la Primera Guerra Mundial, lo invitaron de regreso a su país adoptivo y le ofrecieron los puestos de jefe de estado mayor del ejército y de ministro de guerra con el rango de general. Kundt aceptó los puestos y encabezó el programa de rearme de Bolivia durante la década de los años veinte y la planificación para la ocupación del Chaco. Kundt gozaba de excelentes cualidades como administrador e instructor dedicado y tenía inquietud por el bienestar de sus soldados, una característica poco común en la tradición militar suramericana. Sin embargo, durante la Primera Guerra Mundial Kundt había dado muestras que sus conocimientos de táctica eran mediocres, prefiriendo ataques frontales en la mayoría de las situaciones de combate. A pesar de sus conocimientos de estado mayor, tampoco era un buen estratega. Aunque la inquietud militar principal de Bolivia durante la década de los años veinte era el Chaco, Kundt nunca visitó o se familiarizó con la región, y su concepto de una guerra con Paraguay era esencialmente una marcha triunfante y sin oposición de las fuerzas armadas bolivianas a través de la región. Kundt estaba renuente a depender de sus oficiales bolivianos y contaba con oficiales muy buenos y prefería supervisar muy de cerca la labor del ejército. Kundt fue destituido de sus cargos como jefe de estado mayor y ministro de guerra y fue enviado al exilio por el papel que desempeño en un intento de golpe de estado en 1930. En contraste con el General Kundt se encontraba el comandante paraguayo de la Guerra del Chaco, José Félix Estigarribia. Estigarribia nació en circunstancias humildes hijo de un campesino y orfebre de plata en Caraguatay, Paraguay, en 1888 y asistió a una universidad de agronomía. Sin embargo, después de obtener su diploma, Estigarribia cambió su carrera y en 1910 se alistó en el ejército y fue designado el cargo de Teniente de Infantería. De 1911 a 1913, Estigarribia asistió a la Academia Militar Chilena. En aquel entonces, el Ejército de Chile estaba considerado como el mejor en América del Sur. Estigarribia mostró grandes aptitudes y en 1917 fue ascendido a Capitán. Él desempeñó un papel importante en la revolución de 1922 en Paraguay y luego fue promovido a Mayor y seleccionado para asistir al curso de estado mayor del Ejército Francés en la Ecole Superioeur de Guerre. En 1927, culminó el curso de tres años de duración y en 1928 fue nombrado jefe de estado mayor del ejército. A menos de un año de haber sido nombrado fue despedido del cargo a causa de desacuerdos con el gobierno con relación a la estrategia para defender el Chaco. Sin embargo, a medida que la guerra se avecinaba, el gobierno decidió que Estigarribia era el hombre que ellos necesitaban en el teatro de guerra y, en 1931, lo nombraron comandante en el Chaco con la misión de organizar una división de campaña para defender la región. Estigarribia gozaba de una reputación sólida en el ejército como un verdadero estudiante de la guerra moderna. Él contaba con una amplia biblioteca militar y hablaba francés con fluidez y algo de inglés. Era conocido como un hombre tranquilo pero intenso y era popular entre las tropas.
La Guerra
En julio de 1932, un destacamento del Ejército Boliviano capturó un puesto de avanzada paraguayo en el Lago Pitiantuta. En julio, las tropas paraguayas volvieron a apoderarse del fuerte después de una pequeña refriega y el Ejército Boliviano en el Chaco respondió atacando y apoderándose de las aldeas de Corrales y Toledo el 27 y 28 de julio. Al mismo tiempo, tres regimientos bolivianos apoyados por aviones de combate y aviones bombarderos, fueron agrupados para atacar un fuerte paraguayo en Boquerón, que fue capturado a finales de julio después de una ardua batalla. Con la batalla de Boquerón, una serie de refriegas incruentas se habían convertido en una guerra. El conflicto en el Chaco se intensificó rápidamente durante el mes de agosto. Al inicio de la guerra, los bolivianos contaban con 4.000 efectivos organizados en lo que se conocía como el Primer Cuerpo del Ejército en la parte sudoeste del Chaco. Dos mil hombres, organizados en dos divisiones, estaban acantonados al noroeste del Chaco. Para el mes de agosto, 6.000 refuerzos más avanzaban desde Bolivia. Durante el mes de agosto de 1932, los paraguayos bajo Estigarribia formaron una fuerza de 8.000 efectivos y los organizó en un Cuerpo del Ejército en el pueblo de Isla Poí. Mil quinientos hombres más fueron atrincherados en Nanawa al sudeste del Chaco y la Tercera División, con 3.000 efectivos y ocho piezas Schneider de artillería móvil, estaba acantonada en el Alto Río Paraguay. Otros 3.000 efectivos más fueron enviados desde Asunción. Durante los meses de julio y agosto, los paraguayos construyeron una pista de aterrizaje en su base de avanzada en Isla Poí y desplazaron una pequeña fuerza de aviones de combate, prácticamente todo lo que Paraguay poseía en términos de poderío aéreo, a la zona de batalla.
La Posición Estratégica
El primer error estratégico importante de los bolivianos fue que creyeron que unos cuantos miles de tropas bolivianas podrían sencillamente intimidar a los paraguayos y adueñarse del Chaco con poca resistencia. La estrategia boliviana, si así se pudiese catalogar, había sido planificada bajo el General Kundt en la década de los años veinte, y en ella se dio por sentado que Paraguay no podía o no quería pelear e hizo un llamado para una entrada triunfal de las fuerzas bolivianas al Río Paraguay. No obstante, el problema estratégico principal para Bolivia fue su larga y tenue línea de abastecimiento hacia el frente de batalla en el Chaco. Las tropas bolivianas fueron movilizadas en el centro de Bolivia y transportadas por ferrocarril gran parte del camino hacia la principal base boliviana, la ciudad de Villa Montes en las tierras bajas bolivianas. Desde Villa Montes, los soldados bolivianos tuvieron que enfrentar una marcha de 200 a 300 millas a través del polvo y del calor sofocante del Chaco, hasta que llegaron a las líneas del frente. El calor y la falta de forraje significaba que los caballos no sobrevivirían en el Chaco por mucho tiempo. De hecho, las unidades de caballería de ambos ejércitos fueron desmontadas al poco tiempo. Esto significaba que el medio básico de transporte en el Chaco era el camión, y éstos escaseaban en ambos ejércitos. En vista de que solo había suficientes camiones para los abastos, los soldados tenían que marchar durante semanas para llegar a la línea del frente y a menudo llegaban extenuados y desnutridos. Los paraguayos pudieron trasladar sus tropas desde Asunción y el centro de Paraguay por barcos de vapor por el Río Paraguay hasta la base en Puerto Casado. Desde ahí había una locomotora de vía estrecha que iba hacia el Chaco y la Isla Poí, la base paraguaya principal en el Chaco, yacía a sólo 18 millas al final de la línea de la locomotora. Las tropas y los abastos tuvieron que enfrentar una marcha relativamente corta hacia el frente. Durante gran parte de la guerra, los factores de logística y de transporte trabajaron a favor de Paraguay e impidieron, en gran medida, la tremenda ventaja boliviana en cuanto a personal y material. Esto también significaba que, desde el inicio de la guerra, el transporte aéreo sería muy importante para las fuerzas bolivianas.
Desarrollo
La Guerra del Chaco fue la guerra más grande y más sangrienta que se libró en el Hemisferio Occidental durante el siglo XX. Durante tres años, de 1932 a 1935, Bolivia y Paraguay pelearon una guerra salvaje en la que hubo grandes bajas (60.000 bolivianos y 30.000 paraguayos) a causa del Chaco, una tierra árida en el corazón de América del Sur. Ninguno de los dos países se dedicaba a fabricar armamento o aviones, de manera que ambos agotaron sus economías al máximo para crear grandes ejércitos y equiparlos con el mejor armamento que pudieron comprar en el mercado mundial. Las fuerzas armadas de ambos países habían sido capacitadas por oficiales europeos, y habían entendido el papel importante que el poderío aéreo desempeñó en la Guerra Mundial. Por lo tanto, Bolivia y Paraguay se empeñaron en proporcionarse a sí mismos con las fuerzas aéreas más modernas que pudiesen sufragar.
Batallas
Durante el conflicto se dieron batallas sangrientas; sólo comparables con aquellas que se dieron durante la Primera Guerra Mundial: La Batalla de Boquerón, Alihuata, Campo Jordán, Campo Grande, Nanawa, Cañada Strongest, El Carmen, Kilómetro 7, Picuiba, Carandaití, Villamontes y otras que sacrificaron parte de una generación de jóvenes paraguayos y bolivianos; pero no sólo las balas fueron las que causaron muerte y dolor, sino también por el hambre, la sed y la malaria.
Entre las batallas más heroicas se reconoce la del Fortín Boquerón, en el que una decena de mal armados combatientes bolivianos al mando del Coronel Manuel Marzana, resiste durante meses el ataque de el Ejercito Paraguayo liderado por el Coronel Felix Estigarribia.
Campaña Boquerón
A inicios de septiembre, Estigarribia había concentrado su Primer Cuerpo y lo había enviado a Boquerón para rodear y embestir la guarnición boliviana de varios cientos de hombres. Las fuerzas aéreas de ambos países comenzaron el patrullaje y reconocimiento agresivo para detectar los movimientos de las tropas enemigas. Los bolivianos, que contaban con una fuerza aérea más grande, obviamente tenían la ventaja en el aire. El 8 de septiembre, dos aviones de combate bolivianos Vickers “Vesp” detectaron al Segundo Regimiento de Infantería paraguayo en el camino hacia Boquerón y bombardearon y ametrallaron la columna, ocasionando grandes bajas entre los hombres y los caballos. Muchos de los soldados paraguayos, la mayoría de los cuales nunca habían visto aeroplanos, se atemorizaron y desaparecieron hacia los arbustos y sus oficiales tuvieron que pasar el resto del día reuniendo la unidad.15 A pesar de este retraso, la avanzada continuó y los paraguayos atacaron a Boquerón el 9 de septiembre. Cuando el ataque inicial no tuvo éxito, las fuerzas paraguayas se colocaron alrededor del fuerte para asediarlo. En la mañana del 9, una columna completa de camiones pertenecientes al Decimotercero Regimiento de Infantería tropezó con una emboscada paraguaya y fueron hechos pedazos. El patrullaje aéreo de los bolivianos en este caso no le dio al alto mando boliviano una descripción clara de las operaciones de ofensiva de Estigarribia. Los espesos matorrales del Chaco fueron útiles para ocultar las operaciones y ayudó a los paraguayos a negar algunos de los resultados de la capacidad de reconocimiento superior boliviana. La artillería paraguaya era uno de los blancos principales de las patrullas aéreas bolivianas, pero era difícil encontrar las ametralladoras que estaban camufladas y bien atrincheradas. Los ataques iniciales del 8 de septiembre les enseñó a los paraguayos algunas lecciones valiosas acerca del poderío aéreo y ellos aprendían rápido. Los paraguayos aprendieron a utilizar los matorrales del Chaco para camuflar sus movimientos y rebasar el flanco de los bolivianos. Los caminos se hacían por debajo de los árboles y se evitan las líneas rectas. Los paraguayos aprendieron a entretejer las ramas de los árboles sobre un camino para minimizar su identificación desde el aire. Con Boquerón bajo ataque, los bolivianos utilizaron toda su fuerza de aviones bombarderos y de caza para lanzar municiones, alimentos y abastos médicos para los defensores. Los paraguayos contrarrestaron atacando a Boquerón con ametralladoras y el fuego antiaéreo obligó a los bolivianos a lanzar sus abastos desde grandes altitudes. Los lanzamientos no eran precisos y la mayoría de los abastos cayeron detrás de las líneas paraguayas. Sin embargo, el alto mando boliviano no tenía idea que el reabastecimiento aéreo de Boquerón había fracasado y actuó lentamente para montar una ofensiva para socorrer al fuerte. El 17 de septiembre, el alto mando boliviano le mandó un mensaje a la guarnición hambrienta ordenándolos que soportaran por diez días más hasta que se montase un contraataque. Fue un tremendo shock para el alto mando de Bolivia cuando la guarnición en Boquerón se rindió dos días más tarde, después de una defensiva desesperante y valiente.
Reequipamiento de las Fuerzas – La Campaña Nanawa
Después de la campaña en Boquerón, ambos lados necesitaban un tiempo para descansar y reorganizarse. Los bolivianos, estupefactos, volvieron a llamar al General Kundt del exilio y le ofrecieron el puesto de comandante en jefe de las fuerzas bolivianas. Se esperaba que la figura militar más popular de Bolivia podría reunir nuevamente al ejército y derrotar rápidamente a los paraguayos. Las fuerzas aéreas de ambos países se estaban desgastando rápidamente y necesitaban nuevos aviones. Ambas fuerzas aéreas habían perdido varios aviones valiosos en accidentes a causa de las condiciones escabrosas de las pistas de aterrizaje del Chaco. Los bolivianos ordenaron 20 Curtis Wright C14R “Osprey”, biplanos de reconocimiento y bombarderos livianos de dos plazas, de Estados Unidos y el primer avión llegó en enero de 1933. El Osprey tenía dos ametralladoras, una frontal y otra trasera, calibre .30 y podía transportar hasta 260 libras de bombas en diferentes configuraciones. Era maniobrable y su velocidad máxima era de 163 mph. Era un avión de ataque terrestre muy capaz para su época y los bolivianos lo utilizaron como bombardero de combate durante la guerra. El Osprey se convertiría en el avión principal del inventario boliviano. También se ordenaron de Curtis-Wright varios modelos de aviones de combate “Hawk” II Modelo 35A y el “Sea Hawk” Modelo 65A. En 1932 se entregaron cuatro, dos en 1933 y tres en 1934. El avión de combate monoplaza se encontraba entre los mejores aviones de combate de su tiempo y, con su armamento de dos ametralladoras frontales y una carga de bombas de 220 libras, generalmente se utilizaba como avión de combate. Era el avión de combate favorito del Cuerpo Aéreo Boliviano. Otra adición importante al poderío aéreo boliviano fue la compra de tres aviones de transporte trimotor, Junkers JU 52, de Alemania. Este avión de combate sumamente competente podía volar en las condiciones más escabrosas y transportar una carga de tres toneladas. El primero de estos aviones fue entregado en octubre de 1932 y otros dos en 1933. Se convertirían en el elemento principal del servicio de transporte aéreo boliviano.26 Durante la campaña de Boquerón, Paraguay pasó a un estado de movilización total. La prioridad principal para el Cuerpo Aéreo era comprar más bombarderos livianos Potez 25, ya que éste había comprobado ser muy competente durante las operaciones en el Chaco. Para fines de 1932 ó 1933, Paraguay compró siete Potez 25 adicionales. En cuanto a los aviones de combate Wibault, se necesitaba un avión de reemplazo urgentemente. Paraguay sólo tenía seis Wibault funcionando al inicio de la guerra y dos habían sido destruidos en accidentes en las etapas iniciales de la primera campaña. El problema principal con los Wibault era la inestabilidad de su motor Lorraine-Diedrich, enfriado por aire, en las condiciones del Chaco. Cinco aviones biplanos de combate Fiat CR 20bis fueron ordenados de Italia para reemplazar a los Wibault. Los aviones de combate Fiat eran aviones competentes pero en su mayoría eran calificados como inferiores al avión de combate Curtis “Hawk” de los bolivianos. Los bolivianos reforzaron su ejército en el Chaco y en noviembre pudieron bloquear la avanzada paraguaya al sur del Kilómetro 7. El General Kundt llegó en diciembre y ordenó una serie de ataques. Del 12 al 13 de diciembre de 1932, la Octava División Boliviana forzó a los paraguayos hacia el sur del Kilómetro 7 en un contraataque encabezado por seis bombarderos de combate. En diciembre, Kundt le ordenó a sus fuerzas que llevaran a cabo una serie de ataques frontales costosos e ineficaces en contra de las defensas paraguayas en Nanawa. Las líneas de defensa paraguayas habían sido bien planificadas por ex oficiales bielorrusos, veteranos de la Primera Guerra Mundial, que se habían establecido en Paraguay y ahora fungían en calidad de oficiales paraguayos. Aunque los bolivianos emplearon su fuerza aérea en el papel de apoyo aéreo cercano y contaban con el apoyo fuerte de la artillería, los métodos de ataque frontal del General Kundt no fueron tan exitosos como lo fueron los mismos ataques durante la Gran Guerra. No obstante, en un punto de la campaña, los defensores paraguayos sufrieron una severa escasez de municiones a medida que las fuertes lluvias tornaban los caminos en intransitables. Estigarribia movilizó todos sus aviones, bombarderos, de combate y de transporte, para transportar municiones hacia una pista de aterrizaje escabrosa en Nanawa. El transporte aéreo improvisado fue suficiente como para permitir que los paraguayos mantuvieran sus posiciones. En febrero, Kundt ordenó otra serie de ataques sobre las posiciones paraguayas en Toledo. El Cuerpo Aéreo Boliviano nuevamente ametralló y bombardeó los defensores paraguayos atrincherados con pocos resultados y una vez más los bolivianos fueron rechazados con grandes bajas.
La Gran Ofensiva de Kundt—Nanawa II
En julio de 1933, Kundt reunió gran parte de su ejército para tomar las posiciones paraguayas en Nanawa mediante un ataque frontal. Contando con superioridad aérea, un fuerte apoyo de artillería y cinco tanques Vickers, Kundt envió sus tropas a las posiciones paraguayas que habían sido fortalecidas desde la última batalla. Al Cuerpo Aéreo Boliviano se le encomendó la misión de encontrar y destruir la artillería paraguaya. Sin embargó, fracasó en esa misión porque era casi imposible detectar las posiciones de fuego paraguayas que habían sido bien camufladas en los densos matorrales de la región. El ataque boliviano fue un fracaso sangriento con más de dos mil bolivianos en comparación con las 149 bajas y 400 heridos paraguayos. Nanawa fue nombrado adecuadamente el “Verdún del Chaco”.28
La Gran Victoria de Paraguay—Campo Vía
En octubre y noviembre de 1933, las patrullas aéreas y terrestres paraguayas detectaron algunas brechas importantes en las líneas bolivianas en Campo Vía. Estigarribia silenciosamente concentró sus fuerzas y el 3 de diciembre desencadenó una maniobra envolvente doble que rodeó rápidamente las Cuarta y Novena División Bolivianas. El ataque paraguayo fue una sorpresa y la defensa boliviana estaba muy mal organizada ya que el General Kundt reaccionó lentamente a la crisis que se desarrollaba. Sus pilotos de reconocimiento habían provisto numerosos informes precisos acerca de la fortaleza y ubicación de los movimientos de las tropas paraguayas pero Kundt rechazó los informes de sus pilotos catalogándolos de alarmistas e incorrectos. Kundt estaba convencido de que el ejército paraguayo no estaba preparado para llevar a cabo operaciones en un frente ancho. El 10 de diciembre, los bolivianos finalmente llevaron a cabo un contraataque para intentar salvar algunas de las fuerzas en la zona aislada pero el apoyo aéreo para el ataque fue coordinado deficientemente y muchas de las bombas del Cuerpo Aéreo Boliviano fueron lanzadas sobre sus propias unidades terrestres. El 11 de diciembre, dos divisiones bolivianas se rindieron. En el desastre militar más grande de Bolivia, 2.600 soldados murieron y aproximadamente 7.500 fueron arrestados. De un solo golpe, la mayoría de las fuerzas de combate bolivianas fueron destruidas. Sólo 1.500 hombres escaparon de la zona aislada. Kundt fue destituido como comandante en jefe de las fuerzas de Bolivia y el Coronel Peñaranda fue promovido a General de Brigada y comandante en el Chaco. El Ejército Boliviano sin pensarlo se retiró. La victoria de Campo Vía le proporcionó a los paraguayos 8.000 rifles, 536 ametralladoras, 25 morteros y 20 piezas de artillería, al igual que una gran cantidad de municiones. Para un país pobre y pequeño como Paraguay, el botín de la guerra fue lluvia del cielo y permitió que Estigarribia y sus fuerzas mantuvieran la ofensiva.
La Avanzada Paraguaya: Las Batallas en Picuiba y El Carmen
A medida que las líneas de logística paraguayas se extendían, su avanzada se retrasó y llegó a un alto a medida que los bolivianos pudieron organizar una línea de defensiva en Ballivián y en el centro del Chaco. En mayo de 1934, el Coronel Bilbao Rioja, quien había tomado el mando de un cuerpo y le había cedido el Cuerpo Aéreo al Tte Cnel Jorge Jordán, inició una trampa para la Segunda División Paraguaya y rodeó la unidad en Cañada Strongest, en el centro del Chaco. Los paraguayos pudieron abrirse camino y salir de la zona aislada, pero en el proceso hubo 500 muertos y 1.500 prisioneros. Fue la victoria más grande de Bolivia en la guerra y cementó la reputación de Bilbao Rioja como el mejor comandante terrestre de Bolivia al igual que un comandante competente. En julio de 1934, la ofensiva paraguaya fue forzada a regresar en Picuiba y Estigarribia buscó la manera de restaurar la maniobra al campo de batalla. Él encontró su oportunidad en El Carmen en noviembre de 1934 cuando sus ataques de flanco de sorpresa acorralaron al Cuerpo de la Reserva Boliviano, 2.000 tropas bolivianas murieron y 4.000 fueron encarceladas. Solamente 2.000 lucharon por salir de la zona aislada hacia un lugar seguro. Un mes después de Picuiba, los bolivianos confundieron una movida de flanco paraguaya por un ataque menor a medida que los paraguayos capturaron los únicos pozos en la zona en Yrendagué. El Cuerpo de Caballería Boliviano, sin acceso al agua, fue obligado a retirarse. Se calcula que de 5.300 efectivos en el cuerpo de caballería, 1.600 murieron de sed durante la retirada.
Las Batallas Finales
A inicios de 1935, el Ejército Boliviano se había retirado de casi todo el Chaco y había regresado a su base principal en Villa Montes. Ahora la situación logística funcionó a favor de Bolivia ya que los paraguayos tenían que depender del transporte por camión a través de todo el Chaco. En ese momento de la guerra, ambas fuerzas aéreas estaban agotadas y habían sufrido una desgaste considerable. Estigarribia conservó sus pocos aviones que funcionaban para proporcionar reconocimiento estratégico aunque se volaron varios ataques de bombardeo en contra de blancos bolivianos durante los primeros seis meses de 1935. Los paraguayos mantuvieron la presión sobre los bolivianos y cruzaron el Río Parapiti, un punto bien adentrado en Bolivia, en abril de 1935. En una serie de contraataques salvajes, los bolivianos obligaron a los paraguayos a regresar al otro lado del río. Para ese entonces, ambos países estaban agotados. Bolivia había desistido de toda idea de que podría apoderarse del Chaco a la fuerza y las fuerzas paraguayas habían sido llevadas al extremo. El 14 de junio de 1935 se firmó un armisticio, dando fin a la guerra. Negociaciones subsiguientes reconocieron el reclamo de Paraguay sobre prácticamente todo el Chaco.
Durante la Guerra del Chaco, los bolivianos movilizaron 210.000 hombres. De éstos, aproximadamente 60.000 murieron, 10.000 desertaron (para Argentina) y 23.250 fueron encarcelados. Paraguay movilizó 150.000 hombres, perdió 31.500 entre desaparecidos y muertos y 2.500 fueron encarcelados. Según los cálculos, fue una guerra sangrienta. Sin embargo, cuando uno se percata del número pequeño de la población de los países—Bolivia tres millones, Paraguay un millón—uno puede darse una idea de la verdadera escala del conflicto.
Las Fuerzas Aéreas Contrarias
Bolivia entró a la era de la aviación en 1915 cuando se efectuó con éxito el primer vuelo en La Paz. En 1916, Bolivia comenzó a fundar un cuerpo de aviación y envió a tres oficiales a Argentina y tres oficiales a Chile para recibir capacitación de vuelo. A inicios de la década de los años veinte, Bolivia compró varios aviones entrenadores franceses e intentó establecer su propio programa de capacitación para pilotos. Después de un par de intentos fracasados, se estableció una escuela militar de capacitación de vuelo en La Paz en 1923 bajo el mando del Mayor Bernardino Bilbao Rioja, uno de los primeros pilotos militares bolivianos. Se contrató a un piloto instructor suizo y el cuerpo aéreo comenzó a convertirse en una verdadera fuerza aérea. Para 1925, Bolivia había adquirido una variedad de aeronaves militares europeas, inclusive cinco Fokker C-Vs, dos aviones de combate Fiat BR, dos bombarderos franceses Bregue XIX, diez aviones caza Bristol F.2B, nueve biplanos Martinsyde y once Avro 504s.10 El comandante del Cuerpo Aéreo Boliviano durante la mayor parte de esa época fue el Mayor Bilbao Rioja, un piloto y oficial sumamente capaz que pasaba su tiempo estudiando la aviación europea y la norteamericana. Por cuenta propia, tradujo y publicó varios manuales técnicos y de artillería aérea para su pequeña fuerza aérea. Bilbao Rioja ejercía una influencia considerable sobre las compras de equipo del cuerpo aéreo inexperto y su organización y doctrina.11 En 1927, Bolivia ordenó nueve aviones de combate Vickers “Vespa” de Gran Bretaña, aviones de caza livianos muy capaces y ágiles para su época. En 1926-27, Bolivia aceptó la entrega de seis bombarderos Breguet XIX de Francia, aviones muy capaces y fuertes. En 1929, Bolivia compró otros cuatro modelos mejorados del Breguet XIX. Para el inicio de la Guerra del Chaco, Bolivia contaba con un cuerpo aéreo muy capaz según los estándares suramericanos. Durante los meses antes del conflicto, los bolivianos desplazaron un grupo aéreo de tres aviones de combate Vickers Vespa, tres bombarderos Breguet XIX, de cinco a seis aviones de combate Vickers “Scout” Type 143 y un par de Fokker CVs a Villa Montes, en la frontera del Chaco y las tierras bajas de Bolivia.12 El primer vuelo paraguayo tuvo lugar en 1915, cuando un piloto paraguayo que había asistido a la escuela de vuelo en Argentina llevó a Paraguay el primer avión. Al finalizar la Primera Guerra Mundial, Paraguay había comprado varios aviones entrenadores franceses y había establecido un cuerpo aéreo pequeño. Algunos aviones participaron en las acciones de combate de la revolución de 1922. El verdadero comienzo de un cuerpo aéreo militar en Paraguay ocurrió con la llegada de una misión de la Fuerza Aérea Francesa en 1926. Los franceses mantuvieron cinco misiones aeronáuticas y de adiestramiento en América del Sur entre 1918 y 1924. En 1926, una misión aérea francesa de cinco oficiales y un suboficial mecánico llegaron a Asunción para fundar una escuela para las tripulaciones de vuelo y en tierra para el Cuerpo Aéreo Paraguayo. La misión francesa permaneció desde 1926 hasta 1931 y durante ese tiempo establecieron un Cuerpo Aéreo Paraguayo sólido y graduaron dos promociones de pilotos de la escuela de vuelo. En ese entonces, los franceses le vendieron a Paraguay tres aviones entrenadores Hanriot HD 32, dos aviones entrenadores Moran Saulnier 35, seis aviones bombarderos/de reconocimiento livianos y cuatro aviones de combate Wibault 73.14 Al estallar la Guerra del Chaco, los paraguayos poseían una pequeña arma aérea de aproximadamente veinticinco pilotos y unas cuantas docenas de mecánicos y ajustadores. Algunos observadores habían sido capacitados y el cuerpo aéreo estaba organizado en pequeñas escuadrillas de aviones de combate que constaban de aviones Wibault 73 y una escuadrilla de aviones bombarderos/de reconocimiento que constaba de los Potez 25. Los paraguayos también contaban con una pequeña cantidad de aviones de transporte y de uso ligero al igual que aviones entrenadores acantonados en Asunción en el Aeródromo Nu-Guazu. Los bombarderos Potez 25 estaban al borde de volverse obsoletos en 1932, pero durante los años veinte este avión resistente, seguro, maniobrable y versátil había sido uno de los aviones más populares de las fuerzas armadas francesas durante las difíciles campañas coloniales. El Wibault 73, un avión caza monoplano de alas altas, también estaba en servicio con algunas escuadrillas francesas de aviones de combate en aquel entonces, y estaba reconocido como un buen avión de combate. Sin embargo, el motor Lorraine-Diedrich, enfriado por agua, de 450 caballos de potencia que accionaba al Wibault tenía la tendencia de sobrecalentarse en las condiciones del Chaco y su servicio en la guerra fue deficiente a causa de los problemas constantes en los motores. El comandante del Cuerpo Aéreo Paraguayo era un argentino, el Mayor (luego Teniente Coronel) Vicente Almonacid, que había volado con los franceses en el Frente Occidental durante la Primera Guerra Mundial. Para dos países pequeños y pobres, tanto Bolivia como Paraguay habían hecho grandes esfuerzos por organizar fuerzas aéreas eficaces para la guerra que se avecinaba. Al estallar la guerra, los bolivianos poseían una fuerza aérea pequeña, pero capaz, de aproximadamente cuarenta aviones, que incluia aviones entrenadores y de transporte. Paraguay podía colocar en campaña alrededor de diez aviones de combate y contaba con aproximadamente veinte aviones entrenadores y de transporte. Una vez que comenzó la guerra, ambos países intentarían desesperadamente evadir restricciones establecidas por los países neutrales en cuanto a la venta de armamento a los combatientes y le daría gran prioridad a la compra de aviones.
Las Operaciones Aéreas Iniciales
El Teniente Coronel Bilbao Rioja tomó el mando de las unidades de la Fuerza Aérea Boliviana en el Chaco a inicios del conflicto y en julio de 1932 concentró su fuerza en la base principal en Villa Montes con una base de avanzada en Muñoz. En julio de 1932, los bolivianos desplazaron tres aviones de combate Vickers “Vespa”, tres bombarderos Breguet XIX y de tres a seis Vickers Type 143 “Scouts” (aviones de combate) a sus pistas de avanzada. En vista de la situación estratégica, el Tte Cnel Bilbao visitó al comandante del teatro y afirmó que el mejor uso de la superior Fuerza Aérea Boliviana era bombardear la base paraguaya principal en Puerto Casado en el Río Paraguay ya que cada hombre, camión, caballo y munición entraba por ese puerto en camino hacia el teatro de operaciones en el centro del Chaco. Además, en una violenta confrontación con el comandante del teatro, el Coronel Enrique Peñaranda, Bilbao Rioja insistió que se bombardeara a Asunción para poder quebrantar el estado de ánimo paraguayo. Con las pistas de aterrizaje de avanzada en Muñoz y Ballivían, el Cuerpo Aéreo Boliviano estaba al alcance fácil de Asunción y Puerto Casado. El alto mando de Bolivia desaprobó las demandas de Bilbao Rioja ya que ellos pensaban, y no se equivocaron, que bombardear Asunción suscitaría protestas internacionales en contra de Bolivia. En ese momento de la guerra, el alto mando boliviano no vio la necesidad para tomar medidas tan drásticas, aunque los bolivianos volverían a analizar esa idea más tarde. Sin embargo, se autorizó varias incursiones en contra de la base paraguaya en Puerto Casado. Esas incursiones provocaron una fuerte reacción por parte del gobierno argentino ya que muchos argentinos vivían en Puerto Casado y administraban la locomotora que iba hasta el Chaco (y apoyaban la iniciativa de la guerra paraguaya). Argentina, aunque oficialmente neutral durante la guerra, poseía una neutralidad que se podía describir como sumamente amistosa hacia los paraguayos. Los argentinos le entregaron equipo, municiones y aviones a Paraguay y también le brindó apoyo financiero. Después del bombardeo de Puerto Casado en 1933, los argentinos le dijeron a Bolivia que ellos no tolerarían bajas de sus civiles y enérgicamente insinuaron que quizás apoyarían a Paraguay si los ataques continuaban. Ante ese dilema, Bolivia sensatamente canceló los ataques aéreos. Desde ese momento en la campaña, el Cuerpo Aéreo Boliviano se utilizaría principalmente en el frente llevando a cabo misiones de reconocimiento, patrullaje aéreo y apoyo aéreo cercano. Desde el comienzo, Bilbao Rioja le ordenó a sus aviones que llevaran a cabo patrullajes agresivos sobre el Chaco y los bolivianos perdieron por lo menos un Vickers Vespa a causa del fuego antiaéreo a fines de julio. Durante la batalla de Boquerón, ambos lados llevaron a cabo numerosos ataques en apoyo a las tropas terrestres. Entre el 9 y el 29 de septiembre, Potez 25 paraguayos, escoltados por aviones de combate Wibault, efectuaron 12 ataques de bombardeo sobre los bolivianos en Boquerón. Los paraguayos también utilizaron sus bombarderos Potez 25, equipados con radios, como concentradores de artillería para sus baterías Schneider 75. El Teniente de Artillería Alfredo Stroessner, luego dictador de Paraguay desde 1954 hasta 1990, voló como observador en el Potez 25 concentrando fuego para su batería de 75 mm.21 Aunque ambas fuerzas aéreas habían volado misiones de reconocimiento y de apoyo aéreo cercano durante la campaña de Boquerón, el primer enfrentamiento de Aire- a-Aire ocurrió el 28 de septiembre cuando un Potez 25 paraguayo se enfrentó a un Vickers Vespa boliviano. El piloto paraguayo, el Teniente Emilio Rocholl, fue herido pero pudo regresar con su avión. El 30 de septiembre de 1932, la primera pérdida de aire-a-aire de la guerra ocurrió cuando uno de los Wibault paraguayos fue derribado por un Vickers Type 143 boliviano.
Aviones de Apoyo
Las fuerzas aéreas desempeñaron una variedad de papeles importantes en todas las etapas de la guerra, inclusive apoyo aéreo cercano, reconocimiento y evacuación de bajas.
Si bien las escuadrillas de aviones de combate y de bombardeo de ambas fuerzas aéreas obtuvieron la mayoría de la gloria, los humildes y desarmados aviones de transporte y de uso general de ambas fuerzas aéreas desempeñaron papeles muy importantes en la guerra. Ambos lados utilizaron una amplia variedad de aviones livianos y de transporte para apoyar a sus fuerzas. Al inicio de la guerra, los militares bolivianos se adueñaron de la aerolínea civil Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) que contaba con cuatro aviones livianos de transporte resistentes Junkers F13 (un solo motor, seis pasajeros) y tres de los aviones de transporte Junkers W34 más grandes. LAB recientemente había comprado un Ford Trimotor que se utilizaba como avión de transporte hasta que fue destruido en un accidente. En diciembre de 1932, Bolivia recibió tres aviones de transporte Junkers JU52 trimotor de Alemania. La construcción resistente del JU 52, sus buenas características de vuelo y su capacidad de carga de tres toneladas, lo hacían un avión ideal para las condiciones de vuelo en América del Sur. Para ser un país pequeño, Bolivia contaba con una capacidad de transporte aéreo bastante impresionante y los problemas de logística en el Chaco exigían que dicha capacidad se utilizase al máximo durante la guerra para transportar hacia el frente de batalla abastos necesarios de municiones, combustible y medicina. Durante la guerra, solamente los JU 52 transportaron al frente de batalla más de 4.400 toneladas de carga. Paraguay también metió apresuradamente en servicio una amplia variedad de aviones de transporte y de uso general. A fines de 1932, Paraguay le había comprado a Estados Unidos dos monoplanos Travel Air Model S-6000 de seis pasajeros para que sirvieran como ambulancias aéreas. También compró un avión italiano de transporte Breda 44, bimotor para utilizarlo como una ambulancia aérea. Durante la Guerra del Chaco ambos lados utilizaron extensamente sus aviones para transportar a enfermos y heridos desde las pistas de aterrizaje en el frente de batalla a hospitales permanentes en la retaguardia. Se calcula que durante el transcurso de la guerra el JU 52 transportó a la retaguardia 40.000 tropas bolivianas heridas y enfermas. La capacidad de carga de los Travel Air y Breda 44 paraguayos eran menos, pero por lo regular volaban una distancia más corta a buques hospitales completamente equipados que estaban anclados en los puertos de Concepción y Puerto Casado. Las tropas gravemente heridas eran transportadas al Hospital Central Militar en Asunción.39 Las ambulancias aéreas volaban constantemente y varios miles de tropas paraguayas fueron evacuadas por aire durante la guerra. El General Estigarribia utilizó extensamente los aviones livianos de enlace alrededor de la región y para reunirse con sus comandantes superiores.40 Estigarribia también utilizaba los aviones livianos para llevar a cabo su propio reconocimiento sobre el frente de batalla.41 El presidente de Paraguay, Eusebio Ayala, a menudo utilizaba el avión para visitar a las tropas y reunirse con Estigarribia. Esa fue la primera guerra donde los líderes políticos se reunían personalmente con los líderes militares durante las operaciones en zonas grandes y aisladas del teatro de guerra. El principal avión de enlace y de estafeta de alta velocidad de Paraguay fue el avión consolidado Model 21 C (PT 11) fabricado por Estados Unidos. Paraguay también compró por lo menos un Curtis “Robin”, dos DeHavilland DH 60 “Moths” y dos aviones livianos Junkers A-50 para enlace y tareas de transporte liviano.
Embargo de Armas aereas
Si bien ambas fuerzas aéreas enfrentaban un desgaste de aviones considerable, el problema de encontrar aviones de reemplazo se dificultaba a causa de un embargo sobre la venta de armas a ambos combatientes por parte de la Liga de las Naciones y el gobierno norteamericano. Sin embargo, aunque los embargos eran inconvenientes, tanto Bolivia como Paraguay dieron muestras de ingeniosidad al evadir los controles internacionales e importar suficientes aviones para mantener a sus fuerzas aéreas volando. Bolivia dependía del apoyo de Chile. Ese país había comprado la licencia para ensamblar algunos aviones Curtis, inclusive el Curtis “Falcon”. En vista de que los “Osprey” bolivianos estaban desgastados por el combate y los accidentes, los bolivianos querían un avión de combate biplaza y más rápido y el “Falcon” era un reemplazo excelente. Los bolivianos pudieron importar varios “Falcon” de Chile durante la guerra en vista de que Chile silenciosamente ignoraba el embargo de la Liga de las Naciones. Los aviones Curtis “Hawks” y “Sea Hawks”, los mejores aviones de combate en Bolivia, también fueron comprados a través de una conexión chilena. El intento más emprendedor de Bolivia para evadir los embargos de Estados Unidos y de la Liga de las Naciones sucedió en 1934 cuando Bolivia hizo un pedido de cuatro bombarderos Curtis “Condor”. Estos bombarderos biplanos grandes transportaban una carga de bombas de una tonelada, tenían tres torteas, cada una con una ametralladora calibre .30 y de gran alcance. Oficialmente, los bolivianos querían esos aviones para el “transporte médico”, pero en vista de que los “Condor” fueron ordenados con equipo militar, inclusive torretas, ametralladoras y portabombas, eso fue poco probable. La explicación probable del motivo del pedido fue que en vista de que las cosas iban sumamente mal en el campo de batalla y el hecho de que los bolivianos querían un bombardero pesado con el alcance para bombardear a Asunción desde Bolivia—los “Condor” llenaban los requisitos. Cuando Estados Unidos rehusó permitir la venta de los aviones, los bombarderos fueron comprados por subterfugio por una aerolínea recién creada—la Tampa-New Orleans-Tampico (TNT) Airline. Los cuatro “Condor” llegaron hasta Perú, momento en que el gobierno norteamericano fue alertado y exhortó a Perú a que embargara los aviones. Bajo el embargo de la Liga de las Naciones, Francia embargó 19 aviones ordenados por Paraguay y los Países Bajos detuvo el envío de cinco Fokker CV. No obstante, los paraguayos mostraron gran ingeniosidad al igual que los bolivianos en obtener los aviones. Siete Potez 25 vendidos por Francia a Estonia fueron misteriosamente desviados y enviados a Paraguay. Durante la guerra, Uruguay y Argentina conspiraron para apoyar las compras de armamento de los paraguayos. Uruguay permitió que aviones provenientes de Europa se transbordaran en sus puertos y Paraguay compró a través de fuentes argentinas una variedad de aviones entrenadores, de transporte y de enlace.
Evaluación de la Guerra para la aviacion
El desgaste de aviones y pilotos durante la guerra fue alto para ambos lados. El principal aniquilador de aviones y pilotos fueron los accidentes operacionales. De los nuevo Curtis “Falcon” que Bolivia había ordenado, se perdieron dos en combate y cuatro en accidentes durante la guerra.33 Paraguay perdió cuatro aviones en accidentes de entrenamiento con cuatro muertos durante la guerra.34 Durante la guerra, Bolivia volaba entre 57 y 62 aviones de combate y 22 aviones entrenadores y de transporte. Paraguay volaba 32 aviones de combate y 23 aviones entrenadores y de transporte. Según cifras oficiales paraguayas, durante la guerra Paraguay perdió ocho aviones en combate (un Wibault, cuatro Potez 25, un CANT, dos Fiat CR20) y Bolivia perdió diez (6 Osprey, un Junker, un Hawk y un Curtis Falcon).35 La principal causa de estas pérdidas en combate fue el fuego terrestre. Los combates de aire a aire eran relativamente pocos. Sin embargo, cuando las fuerzas aéreas se enfrentaban ocurrían combates agresivos entre los aviones caza, como por ejemplo un choque insólito entre un bombardero Potez 25 paraguayo y dos bombarderos Breguet XIX bolivianos.
En varias ocasiones, hubo ataques muy exitosos en contra de bases aéreas y depósitos de abasto del enemigo. El ataque paraguayo de más éxito durante la guerra se llevó a cabo en contra de la pista de aterrizaje y el depósito boliviano en Ballivián el 8 de julio de 1934. Cuatro Potez 25, escoltados por dos aviones de combate Fiat, lanzaron 40 bombas sobre la pista de aterrizaje boliviana y destruyeron, como mínimo, cuatro aviones de combate Curtis estacionados y dañaron otros aviones. Los bombarderos Potez también atacaron y destruyeron el depósito de combustible principal en Ballivián lo que ocasionó una escasez severa de combustible para un ejército que ya estaba padeciendo de escasez de combustible y abastos.37 El mayor éxito del Cuerpo Aéreo Boliviano ocurrió en la Batalla del Carmen en noviembre de 1934 cuando las unidades aéreas bolivianas cubrieron la retirada del Cuerpo de Caballería atacando constantemente a las unidades de avanzada paraguayas. El hecho de que la fuerza boliviana pudo escapar se debió en gran medida a los esfuerzos de los pilotos.
La Armada Paraguaya y La Guerra
La Armada Paraguaya debió cumplir un importante papel logístico, ya que las líneas estaban muy extendidas y el territorio no tenía muchos caminos y la única vía férrea era la de Puerto Casado. No hubo acciones navales más que un ataque de la aviación boliviana, pero los buques fueron usados como componentes logísticos por Paraguay con gran éxito. Las Cañoneras ARP Paraguay y ARP Humaita adquiridas a Italia poco antes del conflicto demostraron ser oponentes formidables a la aviación boliviana.
Ya en 1926, el Estado Mayor Paraguayo aconsejo al gobierno en 1927 la compra de dos barcos de guerra para asegurar el dominio de las arterias fluviales, por lo que se resolvió la adquisición de dos cañoneros por Decreto PE No 26.603 del 21.11.1927. Los mismos fueron construidos por SA Cantieri Navali Odero, de Génova, Italia; completados en 1930 y entregados en mayo de 1931 en Buenos Aires. Se bautizaron Paraguay (C1) y Humaitá (C2), con un desplazamiento de 636 t(865 a plena carga).
Medidas: 70 x 10,7 x 1,7 m
Armamento original: 4 cañones de 4,7 pulgadas (120 mm), 3 de 3 pulgadas (76 mm) antiaéreos, 2 de 40 mm y 2 de 20 mm Pueden llevar 6 minas
Armamento actual
Paraguay: 2x120 mm, 3x76 mm y 2 x 40mm
Humaitá: 2 x 120 mm; 2x76 mm; 1x40 mm y dos Oerlikons
Bindaje: 1/2" en el casco, 1/3" en la cubierta; 3/4" en la sala de control
Turbinas Parsons y calderas alimentadas por petróleo, dos ejes
Potencia: 3.800 hp a 18 nudos
Combustible: 170 t
Alcance: 1.700 mi. a 16 nudos
Tripulación: 86 personas, pero en algunos pasajes del conflicto llegaron a transportar hasta 2.000 hombres por viaje.
La Aviación Naval Paraguaya
También fue creada en 1927, como el Servicio Aeronáutico de la Marina, con ayuda de la Misión Militar Francesa.
Inicialmente tuvo un CANT-10 y un SIAI S59bis, seguido en 1929 por dos Macchi M18, además de compartir los entrenadores Morane-Saulnier MS139 con el Ejército.
La Aviación Naval Paraguaya tuvo una triste célebre historia en la Guerra del Chaco, durante la cual hizo el primer bombardeo aéreo nocturno de América con un Macchi M.18 (R5) contra posiciones bolivianas. Fue el 22 de diciembre de 1934, rompiendo el pacto de tregua de diez días acordado por ambos países debido a la época de navidad.
Operaciones Aéreas Navales
En vista de que todas las tropas y abastos que Paraguay enviaba al Chaco se embarcaban por el Río Paraguay, el control aéreo sobre el río cobró una importancia considerable. La Armada Paraguaya tenía un arma aérea pequeña (Aviación Naval) equipada con dos hidroaviones de canoa Macchi M.18 y un hidroavión Savoia S59 bis. La Armada acantonó su pequeña fuerza en Bahía Negra en el sector norte del Chaco para apoyar a las fuerzas del ejército que bloqueaban cualquier avanzada boliviana río abajo. Durante la guerra, el arma aérea paraguaya voló 145 misiones, inclusive misiones de reconocimiento y operaciones de ataque terrestre. La unidad aérea Naval mantuvo a los bolivianos bajo presión en la parte superior del Río Paraguay e inclusive llevó a cabo los primeros bombardeos nocturnos que se efectuaron en las Américas. El 20 de diciembre de 1934, los dos Macchi M.18 bombardearon las bases bolivianas en Vitriones y San Juan dejando caer 800 libras de bombas. Los bolivianos también acantonaron una pequeña escuadrilla aérea en el sector norte del Chaco y atacaron el tráfico por el río paraguayo en varias ocasiones. En vista de la dependencia en el río como línea de comunicación, la pérdida de una lancha cañonera o un buque de vapor grande a causa de un ataque aéreo hubiera sido muy grave para Paraguay. Para contrarrestar la amenaza aérea boliviana, la Armada Paraguaya utilizó sus lanchas cañoneras pesadas, que estaban bien equipadas con ametralladoras antiaéreas, para escoltar los botes con tropas o abastos y para servir como baterías de artillería antiaérea flotantes en las bases principales de Concepción y Puerto Casado. El rendimiento de las lanchas cañoneras fue admirable y en varias ocasiones alejaron a los aviones bolivianos e inclusive derribaron uno de sus aviones atacantes.43 A causa de los esfuerzos de la Armada, los bolivianos ocasionaron daños mínimos al tráfico logístico de Paraguay.
Fin de la Guerra
Después de largas y penosas negociaciones, el tratado para terminar la guerra fue firmado en Argentina el 21 de julio de 1938. Buscando convertirse en artífice de la paz en el Chaco, el canciller argentino Carlos Saavedra Lamas, convocó a la Conferencia de Paz de Buenos Aires. Finalmente,por su pericia y mediación diplomática, obtuvo el reconocimiento personal que ansiaba al ganar el Premio Nobel de la Paz de 1936, por su labor en pro de la paz en general, y en particular por haber inspirado el Pacto antibélico Saavedra Lamas, firmado por 21 naciones y convertido en un instrumento jurídico internacional. Tuvo un papel importante, aunque también polémico, como mediador para finalizar la guerra del Chaco.
Paraguay resultó el mayor beneficiado del acuerdo de paz, al retener las 3/4 partes del Chaco Boreal estableciendose para ello los actuales límites internacionales geodésicos. Bolivia, resultado de una mala negociación, recibió apenas una pequeña área hacia el río Paraguay, hoy día llamado Puerto Busch.
Las Consecuencias Políticas
En 1936, el gobierno liberal del presidente Ayala fue depuesto por un golpe militar dirigido por oficiales jóvenes, escandalizados por lo que suponían términos extremadamente benignos para Bolivia. Paraguay sucumbió ante los efectos de una severa crisis económica y una sucesión de golpes y dictaduras, que culminaron en la soñolienta tiranía de Alfredo Stroessner de 1954 a 1989.
En Bolivia, Salamanca tuvo que ceder el gobierno a su vicepresidente José Luis Tejada Sorzano ya a fines de 1934, el que a su vez fue derrocado en mayo de 1935 p
LA FUERZA TE LA DAN LAS ARMAS; LA DESTREZA, LA INSTRUCCIÓN
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- Cabo Primero
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vaya primera vez que leo este post, muy bueno, por cierto Camus sigues por ahis?
Haber voy a consultar en mi biblioteca personal, como muchos Collas casi todos los potosinos (originales ) tenemos biceabuelos que fueron a la guerra, y en mi sala tengo un sin fin d libros sobre el tema.
Haber voy a consultar en mi biblioteca personal, como muchos Collas casi todos los potosinos (originales ) tenemos biceabuelos que fueron a la guerra, y en mi sala tengo un sin fin d libros sobre el tema.
La realidad es algo subjetivo, cada uno ve las cosas como las ve, y no necesariamente como otras la ven.
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Sip
Sip seria bueno postear algunas fotitos, vi muchas en el sitio de aviacionboliviana.net tratare de postear algo junto a sus caracteristicas y su desenvolvimiento en la guerra, por cierto tambien muchos familiares mios fueron a la guerra del chaco tiosabuelos, biseabuelos etc...
Tambien seria bueno que apareciera algun amigo paraguayo para que nos pueda brindar sus opiniones y puntos de vista no es asi?
Saluuud!os
Tambien seria bueno que apareciera algun amigo paraguayo para que nos pueda brindar sus opiniones y puntos de vista no es asi?
Saluuud!os
"Patria mia eres fe, eres heroísmo; eres el símbolo de la justicia, del honor y de la gloria; me inclino reverente ante la majestuosidad de tu existenicia signada con la sublime herencia de la libertad."
Viva Bolivia Carajo!
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- uzi1982
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Realmente esta es una de esas guerras modernas que se peleaban con tácticas del S. XIX. Ahora asimismo se demuestra la necesidad de una buena planificación, no sacamos nada con tener un puño fuerte para agredir al enemigo si no contamos con un brazo fuerte que sostenga ese puño. Quizá el primero y principal problema de lo bolivianos fue su deficiente soporte, si tenian mejor armamento, tenian más soldados pero no tenian como apoyarlos adecuadamente.
citaré esto que hallé en la web:
"Están en guerra Bolivia y el Paraguay. Los dos pueblos más pobres de América del Sur, lo que no tienen mar, los más vencidos y despojados, se aniquilan mutuamente por un pedazo de mapa. Escondidas entre los pliegues de ambas banderas, la Standard Oil Company y la Royal Dutch Shell disputan el posible petróleo del Chaco. Metidos en la guerra, paraguayos y bolivianos están obligados a odiarse en nombre de una tierra que no aman, que nadie ama: el Chaco es un desierto gris, habitado por espinas y serpientes, sin un pájaro cantor ni una huella de gente. Todo tiene sed en este mundo de espanto. Las mariposas se apian, desesperadas, sobre las pocas gotas de agua. Los bolivianos vienen de la heladera al horno: han sido arrancados de las cumbres de los Andes y arrojados a estos calcinados matorrales. Aquí mueren de bala, pero más mueren de sed. Nubes de moscas y mosquitos persiguen a los soldados, que agachan la cabeza y trotando embisten a través de la maraña, a marchas forzadas, contra las líneas enemigas. De un lado y del otro, el pueblo descalzo es la carne de cañón que paga los errores de los oficiales. Los esclavos del patrón feudal y del cura rural mueren de uniforme, al servicio de la imperial angurria. Habla uno de los soldados bolivianos que marcha hacia la muerte. No dice nada sobre la gloria, nada sobre la patria. Dice, resollando: - Maldita sea la hora en que nací hombre."
me parece una creación literaria conmovedora se encuentra completamente en
http://www.lagazeta.com.ar/guerrachaco.htm
citaré esto que hallé en la web:
"Están en guerra Bolivia y el Paraguay. Los dos pueblos más pobres de América del Sur, lo que no tienen mar, los más vencidos y despojados, se aniquilan mutuamente por un pedazo de mapa. Escondidas entre los pliegues de ambas banderas, la Standard Oil Company y la Royal Dutch Shell disputan el posible petróleo del Chaco. Metidos en la guerra, paraguayos y bolivianos están obligados a odiarse en nombre de una tierra que no aman, que nadie ama: el Chaco es un desierto gris, habitado por espinas y serpientes, sin un pájaro cantor ni una huella de gente. Todo tiene sed en este mundo de espanto. Las mariposas se apian, desesperadas, sobre las pocas gotas de agua. Los bolivianos vienen de la heladera al horno: han sido arrancados de las cumbres de los Andes y arrojados a estos calcinados matorrales. Aquí mueren de bala, pero más mueren de sed. Nubes de moscas y mosquitos persiguen a los soldados, que agachan la cabeza y trotando embisten a través de la maraña, a marchas forzadas, contra las líneas enemigas. De un lado y del otro, el pueblo descalzo es la carne de cañón que paga los errores de los oficiales. Los esclavos del patrón feudal y del cura rural mueren de uniforme, al servicio de la imperial angurria. Habla uno de los soldados bolivianos que marcha hacia la muerte. No dice nada sobre la gloria, nada sobre la patria. Dice, resollando: - Maldita sea la hora en que nací hombre."
me parece una creación literaria conmovedora se encuentra completamente en
http://www.lagazeta.com.ar/guerrachaco.htm
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La guerra del Chaco fue una transición de tácticas entre la 1º guerra mundial y la 2º guerra mundial. Una buena parte de la contienda fue de guerra de posiciones, como las batallas de Nanawa y Gondra, por ejemplo, combinadas con la la después llamada "guerra de movimiento" como la batalla del Carmen. En esto se muestra al comandante paraguayo Estigarribia como pionero de esta última, que llamó Guerra de comunicaciones
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uzi1982 escribió:Realmente esta es una de esas guerras modernas que se peleaban con tácticas del S. XIX. Ahora asimismo se demuestra la necesidad de una buena planificación, no sacamos nada con tener un puño fuerte para agredir al enemigo si no contamos con un brazo fuerte que sostenga ese puño. Quizá el primero y principal problema de lo bolivianos fue su deficiente soporte, si tenian mejor armamento, tenian más soldados pero no tenian como apoyarlos adecuadamente.
citaré esto que hallé en la web:
"Están en guerra Bolivia y el Paraguay. Los dos pueblos más pobres de América del Sur, lo que no tienen mar, los más vencidos y despojados, se aniquilan mutuamente por un pedazo de mapa. Escondidas entre los pliegues de ambas banderas, la Standard Oil Company y la Royal Dutch Shell disputan el posible petróleo del Chaco. Metidos en la guerra, paraguayos y bolivianos están obligados a odiarse en nombre de una tierra que no aman, que nadie ama: el Chaco es un desierto gris, habitado por espinas y serpientes, sin un pájaro cantor ni una huella de gente. Todo tiene sed en este mundo de espanto. Las mariposas se apian, desesperadas, sobre las pocas gotas de agua. Los bolivianos vienen de la heladera al horno: han sido arrancados de las cumbres de los Andes y arrojados a estos calcinados matorrales. Aquí mueren de bala, pero más mueren de sed. Nubes de moscas y mosquitos persiguen a los soldados, que agachan la cabeza y trotando embisten a través de la maraña, a marchas forzadas, contra las líneas enemigas. De un lado y del otro, el pueblo descalzo es la carne de cañón que paga los errores de los oficiales. Los esclavos del patrón feudal y del cura rural mueren de uniforme, al servicio de la imperial angurria. Habla uno de los soldados bolivianos que marcha hacia la muerte. No dice nada sobre la gloria, nada sobre la patria. Dice, resollando: - Maldita sea la hora en que nací hombre."
me parece una creación literaria conmovedora se encuentra completamente en
http://www.lagazeta.com.ar/guerrachaco.htm
Que ironico que este el articulo en un sitio argentino y vaya que fueron "N E U T R A L E S" los muy...
Mientras Bolivia peleaba, Argentina le serruchaba el piso y pensar que los apoyamos/amos con las malvinas... en fin pasado pisado.
REALMENTE el general ESTIGARRIBIA fue grande un gran estratega sin duda alguna llevo al EP a muchas victorias.
Saludos.
pd. Paraguayito no recuerdo la batalla del carmen podrias refrescarme la memoria?
"Patria mia eres fe, eres heroísmo; eres el símbolo de la justicia, del honor y de la gloria; me inclino reverente ante la majestuosidad de tu existenicia signada con la sublime herencia de la libertad."
Viva Bolivia Carajo!
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Corrección, no fue la batalla de el Carmen igual a la de Campo Vía. A continuación, un extracto sobre la Guerra del Chaco de "San Wikipedia"
Lo más efectivo de la lucha en ese sector del mes de septiembre de 1934 fue el avance del cuerpo de caballería hasta el Fortín Picuiba, que quedaba a espaldas de las fuerzas paraguayas que accionaban contra el Primer cuerpo boliviano, el ejército paraguayo hizo una tercera maniobra para llegar al Pilcomayo, todavía más al norte de sus intentos anteriores. En noviembre, rodeó a una división boliviana que se encontraba defendiendo el lugar denominado el Carmen, con tres divisiones que actuaron una atacando frontalmente y las otras dos avanzando por los costados de su presa, hasta unirse en su retaguardia, aumentaron su victoria derrotando a otra división boliviana que vino en socorro de la primera.
Los 4.800 hombres quedaron rodeados el 16 de noviembre de 1934 y acosados por la presión enemiga, el calor y la sed, comenzaron a rendirse. Algunos grupos lograron escapar internándose en el bosque. La acción le costó al ejército boliviano 4.000 hombres, de los cuales una mitad cayó prisionera y la otra sucumbió a la sed y a la metralla.
Lo más efectivo de la lucha en ese sector del mes de septiembre de 1934 fue el avance del cuerpo de caballería hasta el Fortín Picuiba, que quedaba a espaldas de las fuerzas paraguayas que accionaban contra el Primer cuerpo boliviano, el ejército paraguayo hizo una tercera maniobra para llegar al Pilcomayo, todavía más al norte de sus intentos anteriores. En noviembre, rodeó a una división boliviana que se encontraba defendiendo el lugar denominado el Carmen, con tres divisiones que actuaron una atacando frontalmente y las otras dos avanzando por los costados de su presa, hasta unirse en su retaguardia, aumentaron su victoria derrotando a otra división boliviana que vino en socorro de la primera.
Los 4.800 hombres quedaron rodeados el 16 de noviembre de 1934 y acosados por la presión enemiga, el calor y la sed, comenzaron a rendirse. Algunos grupos lograron escapar internándose en el bosque. La acción le costó al ejército boliviano 4.000 hombres, de los cuales una mitad cayó prisionera y la otra sucumbió a la sed y a la metralla.
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Batallas de Boqueron y Nanawa
Las 2 Batallas mas garndes de la guerra y en ambas ambos bandos derrocharon heroismo, los paraguayos y bolivianos avanzaron atraves de campo abierto hacia posiciones fuertemente fortificadas y perdieron miles de soldados. Los defensores bolivianos de boqueron marcharon como heroes por las calles paraguayas, debido a que nosotros valoramos el heroismo, y en laguerra hubo muchos heroes en ambos bandos y los paraguayos durante toda la guerra lucho contra un enemigo mas rico, numeroso y mejor armado, con mejor preparacion.
Mi abuelo comentaba que tomaban su propia orina para no deshidratarse y que mucho de sus amigos murieron a causa de la sed y las balas tuvo pesadillas durante mucho tiempo. Cayo prisionero de guerra en 1934 y volvio en 1937.
Espero nunca vuelva a estallar una guerra.
Mi abuelo comentaba que tomaban su propia orina para no deshidratarse y que mucho de sus amigos murieron a causa de la sed y las balas tuvo pesadillas durante mucho tiempo. Cayo prisionero de guerra en 1934 y volvio en 1937.
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Sip CampoVia tremendo desastre... como decian por atras no sirve tener un pu~no fuerte para golpear al enemigo si no tienes un brazo fuerte para sostenerlo...
Se mostro gran heroismo de parte de ambos ejercitos quien sabe cuantos soldados que fueron jamas supieron por lo que pelearon sufrieron y murieron... Un Biseabuelo mio murio en el primer ataque a NANAWA y otros entre tioabuelos y demas sobrevivieron a la guerra... pude escuchar algunas historias como las que cuenta Juan Marcelo florentin... tomaban su propio orin, se comian a las mulas de carga y eso es lo que nos contaron Dios sabe que mas pasaron esos pobres hombres...
Yo lei este libro "La Laguna H-3" de Adolfo CostaDurels exelente cuenta como se reagrupan unos soldados y un sargento despues de la batalla de campo via si mal no recuerdo conformando despues una patrulla que se obsesiona por encontrar la susodicha laguna H-3 escasos de viveres y agua... tremenda historia personalemente se las recomiendo. Tambien quisiera leer un libro parecido que ilustre la experiencia paraguaya... cual me recomendarian foristas paraguayos?
Saludos y esperemos que con UNASUR la paz en Sudamerica este garantizada desde ahora en adelante...
Se mostro gran heroismo de parte de ambos ejercitos quien sabe cuantos soldados que fueron jamas supieron por lo que pelearon sufrieron y murieron... Un Biseabuelo mio murio en el primer ataque a NANAWA y otros entre tioabuelos y demas sobrevivieron a la guerra... pude escuchar algunas historias como las que cuenta Juan Marcelo florentin... tomaban su propio orin, se comian a las mulas de carga y eso es lo que nos contaron Dios sabe que mas pasaron esos pobres hombres...
Yo lei este libro "La Laguna H-3" de Adolfo CostaDurels exelente cuenta como se reagrupan unos soldados y un sargento despues de la batalla de campo via si mal no recuerdo conformando despues una patrulla que se obsesiona por encontrar la susodicha laguna H-3 escasos de viveres y agua... tremenda historia personalemente se las recomiendo. Tambien quisiera leer un libro parecido que ilustre la experiencia paraguaya... cual me recomendarian foristas paraguayos?
Saludos y esperemos que con UNASUR la paz en Sudamerica este garantizada desde ahora en adelante...
"Patria mia eres fe, eres heroísmo; eres el símbolo de la justicia, del honor y de la gloria; me inclino reverente ante la majestuosidad de tu existenicia signada con la sublime herencia de la libertad."
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No se pero cuando leo lo escrito en este foro parece que los paraguayos dimos es primer golpe pero mucho antes los bolivianos nos estaban incitando a la palea:
Las razones de la Guerra
Se habló de muchas razones supuestas de la guerra. Una versión afirma que empresas petroleras tenían interés en que Paraguay perdiera el Chaco, para poder explotarlo. Otra, asegura algo más lógico y creíble: Bolivia, en su búsqueda desesperada de un río que lo sacara al mar debía pasar por el territorio paraguayo. Luego de haber perdido la guerra contra Chile, que lo privó de una salida al mar, dieron curso a la infeliz idea de buscarla por medio del río Paraguay.
Entraron por el nordeste, enarbolaron una bandera boliviana y a Bahía Negra lo llamaron "Puerto Pacheco". La reacción paraguaya no se hizo esperar y se volvió a retomar Bahía Negra; los bolivianos retrocedieron.
La diplomacia empezó a agotar sus últimas cartas de juego y en 1907, los representantes de ambos países firmaron el Protocolo Soler-Pinilla.
El arbitraje de esta cuestión fue de Argentina. Paraguay y Bolivia se comprometieron a no avanzar en las posiciones. No pasó mucho tiempo y Bolivia rompió su palabra: lentamente, entre el claroscuro de la noche y los dentados arbustos, fue adentrándose nuevamente al Chaco paraguayo.
La invasión
Poco a poco, los bolivianos fueron invadiendo las tierras del Norte, poco a poco avanzaron. El objetivo era incluso la costa de Asunción.
Transcurrió esto en el gobierno del general Escobar, reinaba en todo el Paraguay una preocupación angustiante.
Los bolivianos no perdieron tiempo; en este ínterin, compraron armamentos, reclutaron soldados, trajeron instructores alemanes y se armaron de valor. Paraguay no se quedó de brazos cruzados. Con la fuerte sospecha de que, efectivamente, ellos se estaban preparando para atacarnos, el gobierno de Eligio Ayala organizó la defensa. Fundó varios fortines para contener el avance, construyó dos cañoneros y compró armamento nuevo de Europa. La suerte estaba echada.
Un mal día de febrero, del año 1927, las fuerzas bolivianas atacaron el fortín paraguayo Sorpresa y asesinaron al teniente Rojas Silva. Ya no había diplomacia que diera marcha atrás a esto: las negociaciones en Buenos Aires fracasaron.
Esta fue la llama que encendió la mecha paraguaya. Paraguay no fue el país agresor, aunque algunos acusen al coronel Rafael Franco de haber iniciado las hostilidades. Bolivia ya había ingresado y ganado ampliamente el territorio chaqueño. El Paraguay, entonces, reaccionó.
Fieramente, desalojaron a los bolivianos del fortín Vanguardia en Bahía Negra; en represalia, Bolivia tomó Boquerón. Avanzaron.
En setiembre de 1931, fundaron un fortín frente a Nanawa, que se llamó Masamaklay.
Desde allí y desde La Paz , lanzaron al mundo el rumor de que atacarían al Paraguay con un terrible ejército de 30 mil hombres con todas las potencias. Los observadores diplomáticos presagiaron una masacre. Se le aconsejó a Paraguay rendirse, renunciar a sus territorios. La guerra sería el fin del Paraguay.
Era el año 1932, se libró una de las más san grientas batallas de toda la guerra, pero Paraguay recuperó Boquerón. Fue importante esta victoria, pues sirvió para levantar la moral del ejército paraguayo que apenas comenzaba este largo camino de polvo y pólvora.
Fin de la Guerra
Era la última etapa de la guerra, ambos países se encontraban muy desgastados. Fue al fin cuando pensaron en la paz. La mesa negociadora se armó dispuesta a encontrar una salida inmediata al conflicto. Era hora de terminar con la tragedia, se alcanzó un acuerdo. Llegó el 12 de junio de 1935, y trajo consigo la añorada paz. El doctor Luis A. Riart por Paraguay y Tomás Elio por Bolivia, firmaron el Protocolo de Paz y cese de fuego. En 1938, el tratado de límites definió de forma absoluta el territorio. Hay quienes aseguran que "Paraguay ganó la guerra pero perdió territorio". Esta idea en verdad puede ser desechada, recordando que cada frontera fue trazada, aproximadamente, en las últimas líneas donde llegaron las tropas hasta la fecha del cese de fuego. Si bien es cierto que incluso Paraguay llegó a alcanzar el río Parapití, por falta de municiones y abastecimientos para el ejército, tuvo que retroceder. Hasta donde estaban las líneas el 14 de junio, allí quedaros.
Aproximadamente 31.000 compatriotas cayeron en el frente, y muchos quedaron allí. Ya no había estos o aquellos, paraguayos o bolivianos, eran todos iguales: eran los muertos. El Pueblo paraguayo merecía la victoria, y la tuvo con la agridulce sensación de saber que nadie gana en una guerra. Todos pierden.
Héroes de la Guerra
Biografía de Mariscal José Félix Estigarribia : Líder militar y conductor de la contienda. Su genio de estratega y temple de dirigente lo consagró como uno de los pilares de la victoria paraguaya.
Nació en el Departamento de Cordillera, en la ciudad de Caraguatay, el 21 de febrero de 1888. José Félix fue hijo de Mateo Estigarribia y de Casilda Insaurralde.
José Félix realizó sus primeros estudios en su ciudad natal para luego continuarlos en la Escuela de Agricultura de Trinidad. Ya de joven ingresó al ejército y tomó cursos de perfeccionamiento en Chile y en la Escuela de Guerra de París en Francia.
El general José Félix Estigarribia era poseedor de una personalidad única y de un alma volcánica. No bebía alcohol y, sí o sí, tomaba un vaso de leche antes de ir a dormir por las noches. Leía mucho y meditaba las lecturas. Era extremadamente aseado, con decir que se bañaba y lavaba la cabeza todos los días. Obviamente, siempre y cuando hubiera agua. A las seis de la mañana ya estaba fuera de la cama, sin importar que hubiera pasado una noche tranquila o una noche de pesadillas. No quería para nada que se lo molestara en las horas de sueño y durante las horas de las comidas, estaba terminantemente prohibido hablar de la guerra. Jamás dormía la siesta. Y estudiaba los mapas del Chaco de punta a punta en sus ratos libres. Pero esto no termina aquí, todos los días, sin excepción alguna hacía una caminata de 20 km. como ejercicio.
A su regreso de la Escuela de Guerra de París, José Félix tuvo una participación decisiva en la Guerra del Chaco. Esta guerra se desató contra Bolivia en defensa del territorio paraguayo y se extendió desde 1932 hasta 1935. Durante esta contienda demostró sus grandes aptitudes militares en el puesto de comandante y detuvo el avance boliviano hacia el río Paraguay. Conjuntamente con sus tropas, infligió numerosas pérdidas al enemigo mediante la táctica de guerrillas.
Cuando el desfile de la Victoria (organizado para recibir a los victoriosos soldados, paraguayos) se llevó a cabo, Estigarribia le ordenó al encargado del evento: "Saque usted esos clarines; esto no es un triunfo romano, es el pueblo de agricultores y soldados paraguayos de siempre, que regresa después de tres terribles años de lucha, hambre, sed, fatiga y agotamiento, a sus valles, para seguir trabajando en el engrandecimiento de nuestra tierra guaraní".
A pesar de la victoria obtenida en la contienda, José Félix Estigarribia se vio obligado al exilio en Montevideo, luego del golpe militar que derrocó al presidente Eusebio Ayala en 1936. Recién regresó en 1938 para negociar la paz definitiva con Bolivia.
La Nación paraguaya no olvidó los empujones al ánimo que significaron las victorias logradas por José Félix en el Chaco, las cuales permitieron la recuperación de la fe de todo un pueblo. Considerado ya todo un héroe nacional, fue elegido presidente de la República, cargo que lo desempeñó durante un año.
Durante su gobierno, Estigarribia permitió la libertad de prensa y la oposición política, en la que destacaron los "colorados". Cuando el parlamento quedó autodisuelto Estigarribia derogó la Constitución de 1870 y asumió todos los poderes. Así, el 10 de julio de 1940, promulgó una nueva Constitución, que reforzaba al Ejecutivo.
Lastimosamente este héroe de la Patria falleció junto a su esposa Julia Miranda Cueto, en un accidente de aviación en San Bernardino, el 7 de setiembre de 1940.
A su muerte le fue otorgado el grado de Mariscal. : Líder militar y conductor de la contienda. Su genio de estratega y temple de dirigente lo consagró como uno de los pilares de la victoria paraguaya.
Eusebio Ayala : Recordado como "El presidente de la victoria", pues por intercesión de su prudente gobierno se pudo defender el territorio y acordar la paz con Bolivia.
Rafael Franco: Coronel dirigente de varias batallas. Uno de los más brillantes líderes militares y fundador, luego, de la Unión Nacional Revolucionaria en 1936.
Cecilia Báez y Luis A. Riart : 21 de julio de 1938 firmaron por Paraguay el Tratado Definitivo de Paz, Amistad y de Límites con Bolivia. Fue en Buenos Aires, Argentina.
Mujeres del Chaco : Ellas también fueron protagonistas. Asistiendo en los hospitales, confeccionando prendas de combate, amadrinándolos con ayudas monetarias y espirituales o rogando por ellos en sus hogares, ellas también dijeron "presente".
El soldado desconocido : Si un hermano, un hijo o un esposo no volvieron, fue porque quedaron allá, en su tierra defendida. Muchos fueron los héroes anónimos que dieron sus vidas por nuestra patria.
Emiliano R. Fernández : Músico y compositor que alentó a las tropas con sus escritos épicos, en yopará y guaraní puro. Brillante alentador de las trincheras paraguayas y consagrado por sus temas relativos a la contienda.
Las razones de la Guerra
Se habló de muchas razones supuestas de la guerra. Una versión afirma que empresas petroleras tenían interés en que Paraguay perdiera el Chaco, para poder explotarlo. Otra, asegura algo más lógico y creíble: Bolivia, en su búsqueda desesperada de un río que lo sacara al mar debía pasar por el territorio paraguayo. Luego de haber perdido la guerra contra Chile, que lo privó de una salida al mar, dieron curso a la infeliz idea de buscarla por medio del río Paraguay.
Entraron por el nordeste, enarbolaron una bandera boliviana y a Bahía Negra lo llamaron "Puerto Pacheco". La reacción paraguaya no se hizo esperar y se volvió a retomar Bahía Negra; los bolivianos retrocedieron.
La diplomacia empezó a agotar sus últimas cartas de juego y en 1907, los representantes de ambos países firmaron el Protocolo Soler-Pinilla.
El arbitraje de esta cuestión fue de Argentina. Paraguay y Bolivia se comprometieron a no avanzar en las posiciones. No pasó mucho tiempo y Bolivia rompió su palabra: lentamente, entre el claroscuro de la noche y los dentados arbustos, fue adentrándose nuevamente al Chaco paraguayo.
La invasión
Poco a poco, los bolivianos fueron invadiendo las tierras del Norte, poco a poco avanzaron. El objetivo era incluso la costa de Asunción.
Transcurrió esto en el gobierno del general Escobar, reinaba en todo el Paraguay una preocupación angustiante.
Los bolivianos no perdieron tiempo; en este ínterin, compraron armamentos, reclutaron soldados, trajeron instructores alemanes y se armaron de valor. Paraguay no se quedó de brazos cruzados. Con la fuerte sospecha de que, efectivamente, ellos se estaban preparando para atacarnos, el gobierno de Eligio Ayala organizó la defensa. Fundó varios fortines para contener el avance, construyó dos cañoneros y compró armamento nuevo de Europa. La suerte estaba echada.
Un mal día de febrero, del año 1927, las fuerzas bolivianas atacaron el fortín paraguayo Sorpresa y asesinaron al teniente Rojas Silva. Ya no había diplomacia que diera marcha atrás a esto: las negociaciones en Buenos Aires fracasaron.
Esta fue la llama que encendió la mecha paraguaya. Paraguay no fue el país agresor, aunque algunos acusen al coronel Rafael Franco de haber iniciado las hostilidades. Bolivia ya había ingresado y ganado ampliamente el territorio chaqueño. El Paraguay, entonces, reaccionó.
Fieramente, desalojaron a los bolivianos del fortín Vanguardia en Bahía Negra; en represalia, Bolivia tomó Boquerón. Avanzaron.
En setiembre de 1931, fundaron un fortín frente a Nanawa, que se llamó Masamaklay.
Desde allí y desde La Paz , lanzaron al mundo el rumor de que atacarían al Paraguay con un terrible ejército de 30 mil hombres con todas las potencias. Los observadores diplomáticos presagiaron una masacre. Se le aconsejó a Paraguay rendirse, renunciar a sus territorios. La guerra sería el fin del Paraguay.
Era el año 1932, se libró una de las más san grientas batallas de toda la guerra, pero Paraguay recuperó Boquerón. Fue importante esta victoria, pues sirvió para levantar la moral del ejército paraguayo que apenas comenzaba este largo camino de polvo y pólvora.
Fin de la Guerra
Era la última etapa de la guerra, ambos países se encontraban muy desgastados. Fue al fin cuando pensaron en la paz. La mesa negociadora se armó dispuesta a encontrar una salida inmediata al conflicto. Era hora de terminar con la tragedia, se alcanzó un acuerdo. Llegó el 12 de junio de 1935, y trajo consigo la añorada paz. El doctor Luis A. Riart por Paraguay y Tomás Elio por Bolivia, firmaron el Protocolo de Paz y cese de fuego. En 1938, el tratado de límites definió de forma absoluta el territorio. Hay quienes aseguran que "Paraguay ganó la guerra pero perdió territorio". Esta idea en verdad puede ser desechada, recordando que cada frontera fue trazada, aproximadamente, en las últimas líneas donde llegaron las tropas hasta la fecha del cese de fuego. Si bien es cierto que incluso Paraguay llegó a alcanzar el río Parapití, por falta de municiones y abastecimientos para el ejército, tuvo que retroceder. Hasta donde estaban las líneas el 14 de junio, allí quedaros.
Aproximadamente 31.000 compatriotas cayeron en el frente, y muchos quedaron allí. Ya no había estos o aquellos, paraguayos o bolivianos, eran todos iguales: eran los muertos. El Pueblo paraguayo merecía la victoria, y la tuvo con la agridulce sensación de saber que nadie gana en una guerra. Todos pierden.
Héroes de la Guerra
Biografía de Mariscal José Félix Estigarribia : Líder militar y conductor de la contienda. Su genio de estratega y temple de dirigente lo consagró como uno de los pilares de la victoria paraguaya.
Nació en el Departamento de Cordillera, en la ciudad de Caraguatay, el 21 de febrero de 1888. José Félix fue hijo de Mateo Estigarribia y de Casilda Insaurralde.
José Félix realizó sus primeros estudios en su ciudad natal para luego continuarlos en la Escuela de Agricultura de Trinidad. Ya de joven ingresó al ejército y tomó cursos de perfeccionamiento en Chile y en la Escuela de Guerra de París en Francia.
El general José Félix Estigarribia era poseedor de una personalidad única y de un alma volcánica. No bebía alcohol y, sí o sí, tomaba un vaso de leche antes de ir a dormir por las noches. Leía mucho y meditaba las lecturas. Era extremadamente aseado, con decir que se bañaba y lavaba la cabeza todos los días. Obviamente, siempre y cuando hubiera agua. A las seis de la mañana ya estaba fuera de la cama, sin importar que hubiera pasado una noche tranquila o una noche de pesadillas. No quería para nada que se lo molestara en las horas de sueño y durante las horas de las comidas, estaba terminantemente prohibido hablar de la guerra. Jamás dormía la siesta. Y estudiaba los mapas del Chaco de punta a punta en sus ratos libres. Pero esto no termina aquí, todos los días, sin excepción alguna hacía una caminata de 20 km. como ejercicio.
A su regreso de la Escuela de Guerra de París, José Félix tuvo una participación decisiva en la Guerra del Chaco. Esta guerra se desató contra Bolivia en defensa del territorio paraguayo y se extendió desde 1932 hasta 1935. Durante esta contienda demostró sus grandes aptitudes militares en el puesto de comandante y detuvo el avance boliviano hacia el río Paraguay. Conjuntamente con sus tropas, infligió numerosas pérdidas al enemigo mediante la táctica de guerrillas.
Cuando el desfile de la Victoria (organizado para recibir a los victoriosos soldados, paraguayos) se llevó a cabo, Estigarribia le ordenó al encargado del evento: "Saque usted esos clarines; esto no es un triunfo romano, es el pueblo de agricultores y soldados paraguayos de siempre, que regresa después de tres terribles años de lucha, hambre, sed, fatiga y agotamiento, a sus valles, para seguir trabajando en el engrandecimiento de nuestra tierra guaraní".
A pesar de la victoria obtenida en la contienda, José Félix Estigarribia se vio obligado al exilio en Montevideo, luego del golpe militar que derrocó al presidente Eusebio Ayala en 1936. Recién regresó en 1938 para negociar la paz definitiva con Bolivia.
La Nación paraguaya no olvidó los empujones al ánimo que significaron las victorias logradas por José Félix en el Chaco, las cuales permitieron la recuperación de la fe de todo un pueblo. Considerado ya todo un héroe nacional, fue elegido presidente de la República, cargo que lo desempeñó durante un año.
Durante su gobierno, Estigarribia permitió la libertad de prensa y la oposición política, en la que destacaron los "colorados". Cuando el parlamento quedó autodisuelto Estigarribia derogó la Constitución de 1870 y asumió todos los poderes. Así, el 10 de julio de 1940, promulgó una nueva Constitución, que reforzaba al Ejecutivo.
Lastimosamente este héroe de la Patria falleció junto a su esposa Julia Miranda Cueto, en un accidente de aviación en San Bernardino, el 7 de setiembre de 1940.
A su muerte le fue otorgado el grado de Mariscal. : Líder militar y conductor de la contienda. Su genio de estratega y temple de dirigente lo consagró como uno de los pilares de la victoria paraguaya.
Eusebio Ayala : Recordado como "El presidente de la victoria", pues por intercesión de su prudente gobierno se pudo defender el territorio y acordar la paz con Bolivia.
Rafael Franco: Coronel dirigente de varias batallas. Uno de los más brillantes líderes militares y fundador, luego, de la Unión Nacional Revolucionaria en 1936.
Cecilia Báez y Luis A. Riart : 21 de julio de 1938 firmaron por Paraguay el Tratado Definitivo de Paz, Amistad y de Límites con Bolivia. Fue en Buenos Aires, Argentina.
Mujeres del Chaco : Ellas también fueron protagonistas. Asistiendo en los hospitales, confeccionando prendas de combate, amadrinándolos con ayudas monetarias y espirituales o rogando por ellos en sus hogares, ellas también dijeron "presente".
El soldado desconocido : Si un hermano, un hijo o un esposo no volvieron, fue porque quedaron allá, en su tierra defendida. Muchos fueron los héroes anónimos que dieron sus vidas por nuestra patria.
Emiliano R. Fernández : Músico y compositor que alentó a las tropas con sus escritos épicos, en yopará y guaraní puro. Brillante alentador de las trincheras paraguayas y consagrado por sus temas relativos a la contienda.
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