PORT STANLEY, FAKLANDS, 2 DE MARZO DE 2016
Por fin el Hespérides lograba avistar el puerto de Port Stanley. Desde hacía una semana las cosas se habían vuelto locas de repente. Se había pasado del verano antártico al invierno en cuestión de pocas horas; y todas las comunicaciones con Madrid y con Cartagena habían desaparecido...
El Comandante repasaba sus anotaciones, el difícil rescate de los científicos de las Bases Juan Carlos I y Gabriel de CAstilla, la desaparición de las bases extranjeras, la pérdida de las ayudas a la navegación, la arbolada...
Desde el puente observaba el puerto malvinense, donde esperaban poder aprovisionarse y conocer que estaba sucediendo. La elección de recalar en la Isla Británica había sido decidida tras los infructuosos intentos de conectar con Ushuaia, el puerto habitual para iniciar el regreso a España
La sorpresa fue observar que unas obsoletas baterías apuntaban al buque español. Mediante lámpara de señales, desde una patrullera se interrogaba al Hespérides sobre identificación y pabellón....
Desde la borda, los marinos españoles no daban crédito a lo que veían.... un soldado con un plato de sopa como casco...
Horas después, y ya en puerto, los científicos y marinería del Hespérides empezaba a conocer, y a analizar la situación. Una de las primeras decisiones tomadas por el Comanadante del Hespérides era contactar con Madrid, mientras los científicos analizaban mustras de agua anteriores y posteriores al extraño cambio climático y temporal.