Veamos; yo no he dicho que lo de poner mallas, etcétera, no funciones; lo que digo es que en la SGM y por lo general no resultaba demasiado ventajoso. Lo de los somieres, etcétera, enredándose en alambradas o en vegetación no es una imaginación, sino que me baso en testimonios de tanquistas: recomiendo revisar iremember.ru (especialmente en la versión rusa hay centenares de testimonios de tanquistas o tripulantes de autopropulsados). Si revisáis fotos veréis que en pocas se ven esos añadidos, y mirando con cuidado se ve que son de unos pocos tanques, muy fotogénicos, eso sí. Otra cosa que eso haya sido copiado en todo tipo de dioramas.Lucas de Escola escribió:Hombre, desdeñar la maniobra de cubrir con mallas (y otras medidas análogas) determinadas partes del tanque porque no fue usado masivamente, tampoco es de recibo. Tampoco lo es decir que como ya no se usa, sosteniéndose en el tiempo, debió ser una tontería inútil. No se trata de definir a estas improvisadas argucias como técnicas infalibles, pero tampoco es cuestión de negarlas en absolutamente todas sus posibles virtudes. Lo cierto es que usarse se usaron, en una pequeña proporción, pero se usaron, sobre todo a partir del uso extendido de lanzagranadas, hacia el fin de la guerra. Y cierto es también que en la actualidad también se usan, minoritariamente, claro está, porque el 99% de los ejércitos están en cuarteles sin gran cosa que hacer y no necesitan de estas espontaneidades.
Yo, que, a la hora de enjuiciar unos hechos del pasado, soy muy poco dado a tomar por idiotas a quienes los vivieron realmente, dudo mucho que aquellas maniobras, aunque sólo fueran intuitivas, fuesen poco menos que un mito. Y eso de que eran un mal asunto porque se enredaban en las vegetación, sin que niegue que tal caso pudiese darse, la verdad: me parece bastante estúpido por intrascendente.
Desde luego, ciñéndome al sentido común, y sin entrar en cuestiones ultratécnicas, yo entiendo que el efecto "rebote" de estas mallas, o que hiciesen estallar un proyectil antes de tocar el propio blindado disipando parte de su potencia perforadora me resulta verosímil como contramedida de relativo éxito. Y alguien más debe pensar así actualmente a tenor de las fotografías posteriores a la IIGM en que aparecen vehículos de esta guisa. Ahora, que si son todos tontos... Pues, nada, yo me incluyo.
Sí era muy frecuente lo de instalar piezas de repuesto en el frente o en los laterales. De nuevo, es una medida con ventajas y desventajas. La protección adicional contra proyectiles de alta velocidad era pequeña pues se trataba de acero que no era de calidad de blindaje, e incluso podían ser contraproducente al actuar como un capacete e impedir los rebotes. Contra cargas huecas serían mucho más efectivas. El principal problema era el peso que sobrecargaba la parte delantera de la suspensión, y algunos mandos ordenaron retirar esas protecciones. Pero hubo de todo: por ejemplo, los StuG-IV acabaron llevando casi todos un añadido de cemento en una mirilla.
El problema se repitió en Vietnam, donde la principal amenaza eran las cargas huecas: el problema era que los carros operaban en ambientes muy cerrados (vegetación) y se enredaban. Por eso se usaron sacos de arena, menos engorrosos, aunque los efectos sobre la suspensión, la transmisión, eran importantes.
La mejora de las cargas huecas y el nuevo escenario de guerra asimétrica en zonas urbanas han modificado el panorama, porque ahora el riesgo es muy superior; pero no es lo mismo una protección improvisada, que una bien diseñada (de barras o de placas): es más ligera, más efectiva, y menos engorrosa.
Saludos