LA FRACTURA
-
- Comandante
- Mensajes: 1518
- Registrado: 15 Feb 2004, 23:09
LA FRACTURA
Sevilla
El primer EL-10 salía de la nueva fábrica de Sevilla, había sido un camino sorprendente. Si se lo hubiesen contado hace año y medio, habría dicho que eran locuras pero ahí estaban viendo como salía el primer helicóptero de la nueva, y gigantesca, plata de EL Aviación.
Nada más empezar la fractura se había movido para conseguir que su autogiro fumigador fuese aceptado como modelo a exportar y estaba consiguiendo buenas ventas, la verdad. Aunque la jugada vino al poder en la primera vista a USA de empresarios españoles, contactar con Sikorsky y proponerle una asociación. La cual el americano aceptó así en las instalaciones de Estados Unidos comenzó a fabricarse un autogiro de 4 plazas y un pequeño helicóptero a pistón de 4 también. Y se estaba desarrollando un helicóptero similar al H-19 Chickasaw, estaba muy adelantado y tenía multitud de pedidos por parte de las FAS estadounidenses.
Pero desde pronto estaba en la cabeza del equipo de ELA producir algo que pudiese ser adquirido por las FAS españolas. Se consideró que el helicóptero debería estar motorizado por un Pratt & Whitney R-1340, pues era al que tenían disponible y acceso pues era el que montaban los autogiros. En principio tendría que ser un helicóptero de tamaño pequeño o medio. La mayor innovación vino de manos de un ingeniero que antes había trabajado para INAER , este propuso estudiar y copiar el sistema de rotores de los kamov de dicha empresa . Y así conseguir un helicóptero relativamente compacto que podría interesar a la Armada.
Y así fue naciendo el ELA EL-10 con un diseño corto y rotores coaxiales y motorizado por dos Pratt & Whitney R-1340, alojados en barquillas algo retrasadas y que usaba componentes de eurocopter (los fabricados en suelo nacional y que podían producirse) partes de su estructura la fabricaban antiguos contratistas de Airbus, e incluso plantas de automoción, incluso las partes que compartía con el autogiro eran directamente importadas de Estados unidos junto con los motores.
Habían conseguido un aparato ligero y relativamente pequeño, que en su versión transporte podía llevar hasta 10 pasajeros, con una velocidad media de 190 km/h, y máxima de 205, y una autonomía de 4 horas.
El primer prototipo probado en Rota había interesado a la Armada pues le daba una pequeña opción a estandarizar un poco su flota y dar descanso a sus valiosos helicópteros. Empezándose la producción de lo que podría llamarse los helicópteros de preserie en las instalaciones de Córdoba. Pero pronto se vio la necesidad de poner en funcionamiento una nueva planta, de hecho estaba ya en proyecto por la empresa desde antes.
Así, el helicóptero, estaba saliendo en tres versiones básicas:
Transporte ligero
Helicóptero naval: Con radar Indra, un sonar calable de SAES , y una bola Flir de TECNOBIT, y capacidad para portar una ametralladora pesada y dos cohetes guiados.
Helicóptero de ataque ligero: con Flir de TECNOBIT, y capacidad para llevar diverso armamento en pods incluyendo cohetes guiados.
Y alguno de los aparatos de preserie habian salido en versiön grua ya desde la fabrica
Si bien, los primeros helicópteros habían sido pedidos por la Armada. Para las FAMET se consideraba que era un aparato lento en principio, aunque iba a ser evaluado , pero sí podría dotarse con él a otras instituciones, como la Guardia Civil, y permitir que los turboejes de esas instituciones fuesen a parar a las FAMET sin perjudicarlas.
El futuro era prometedor, incluso se estaba diseñando un helicóptero aun mayor basado en el KA-32, se esperaba poder motorizarlo con un turboeje pero si no se estaba estudiando recurrir a algún motor de pistón.
El primer EL-10 salía de la nueva fábrica de Sevilla, había sido un camino sorprendente. Si se lo hubiesen contado hace año y medio, habría dicho que eran locuras pero ahí estaban viendo como salía el primer helicóptero de la nueva, y gigantesca, plata de EL Aviación.
Nada más empezar la fractura se había movido para conseguir que su autogiro fumigador fuese aceptado como modelo a exportar y estaba consiguiendo buenas ventas, la verdad. Aunque la jugada vino al poder en la primera vista a USA de empresarios españoles, contactar con Sikorsky y proponerle una asociación. La cual el americano aceptó así en las instalaciones de Estados Unidos comenzó a fabricarse un autogiro de 4 plazas y un pequeño helicóptero a pistón de 4 también. Y se estaba desarrollando un helicóptero similar al H-19 Chickasaw, estaba muy adelantado y tenía multitud de pedidos por parte de las FAS estadounidenses.
Pero desde pronto estaba en la cabeza del equipo de ELA producir algo que pudiese ser adquirido por las FAS españolas. Se consideró que el helicóptero debería estar motorizado por un Pratt & Whitney R-1340, pues era al que tenían disponible y acceso pues era el que montaban los autogiros. En principio tendría que ser un helicóptero de tamaño pequeño o medio. La mayor innovación vino de manos de un ingeniero que antes había trabajado para INAER , este propuso estudiar y copiar el sistema de rotores de los kamov de dicha empresa . Y así conseguir un helicóptero relativamente compacto que podría interesar a la Armada.
Y así fue naciendo el ELA EL-10 con un diseño corto y rotores coaxiales y motorizado por dos Pratt & Whitney R-1340, alojados en barquillas algo retrasadas y que usaba componentes de eurocopter (los fabricados en suelo nacional y que podían producirse) partes de su estructura la fabricaban antiguos contratistas de Airbus, e incluso plantas de automoción, incluso las partes que compartía con el autogiro eran directamente importadas de Estados unidos junto con los motores.
Habían conseguido un aparato ligero y relativamente pequeño, que en su versión transporte podía llevar hasta 10 pasajeros, con una velocidad media de 190 km/h, y máxima de 205, y una autonomía de 4 horas.
El primer prototipo probado en Rota había interesado a la Armada pues le daba una pequeña opción a estandarizar un poco su flota y dar descanso a sus valiosos helicópteros. Empezándose la producción de lo que podría llamarse los helicópteros de preserie en las instalaciones de Córdoba. Pero pronto se vio la necesidad de poner en funcionamiento una nueva planta, de hecho estaba ya en proyecto por la empresa desde antes.
Así, el helicóptero, estaba saliendo en tres versiones básicas:
Transporte ligero
Helicóptero naval: Con radar Indra, un sonar calable de SAES , y una bola Flir de TECNOBIT, y capacidad para portar una ametralladora pesada y dos cohetes guiados.
Helicóptero de ataque ligero: con Flir de TECNOBIT, y capacidad para llevar diverso armamento en pods incluyendo cohetes guiados.
Y alguno de los aparatos de preserie habian salido en versiön grua ya desde la fabrica
Si bien, los primeros helicópteros habían sido pedidos por la Armada. Para las FAMET se consideraba que era un aparato lento en principio, aunque iba a ser evaluado , pero sí podría dotarse con él a otras instituciones, como la Guardia Civil, y permitir que los turboejes de esas instituciones fuesen a parar a las FAMET sin perjudicarlas.
El futuro era prometedor, incluso se estaba diseñando un helicóptero aun mayor basado en el KA-32, se esperaba poder motorizarlo con un turboeje pero si no se estaba estudiando recurrir a algún motor de pistón.
-
- Comandante
- Mensajes: 1518
- Registrado: 15 Feb 2004, 23:09
LA FRACTURA
Córcega
Se había decido radarizar toda la isla. Primero las zonas más calientes y luego conseguir radarizarla entera y además, poner estaciones de escucha para monitorizar mejor a los italianos y a los alemanes.
Y a él le había tocado bailar con la más fea. Construir una base para radar en el Monte Cinto a cerca de 2700 metros. La gran putada fue que tuvo que subir a patita, no en helicóptero. Las órdenes eran claras: acondicionar la zona como fuera preciso, así que las voladuras habían sido su primer recurso, luego las excavadoras, que subieron los Chinook, habían ayudado mucho. Si los de Greenpace se pasearan por aquí... Pero en un tiempo récord estaba hecha la base para el Lanza, y las torretas para los medios de inteligencia y guerra electrónica, bases para refugios, para las defensas en forma de cañones y misiles. La verdad es que esa montaña estaba irreconocible.
Se había decido radarizar toda la isla. Primero las zonas más calientes y luego conseguir radarizarla entera y además, poner estaciones de escucha para monitorizar mejor a los italianos y a los alemanes.
Y a él le había tocado bailar con la más fea. Construir una base para radar en el Monte Cinto a cerca de 2700 metros. La gran putada fue que tuvo que subir a patita, no en helicóptero. Las órdenes eran claras: acondicionar la zona como fuera preciso, así que las voladuras habían sido su primer recurso, luego las excavadoras, que subieron los Chinook, habían ayudado mucho. Si los de Greenpace se pasearan por aquí... Pero en un tiempo récord estaba hecha la base para el Lanza, y las torretas para los medios de inteligencia y guerra electrónica, bases para refugios, para las defensas en forma de cañones y misiles. La verdad es que esa montaña estaba irreconocible.
-
- Teniente Coronel
- Mensajes: 2021
- Registrado: 27 Ene 2009, 18:25
LA FRACTURA
GOLFO DE GUINEA
Los trasatlánticos, que habían viajado con la España de 2016, estaban agrupándose en el convoy que formaban varios superpetroleros y enormes cargueros repletos de productos de Guinea, en ellos zarparían los efectivos de dos divisiones formadas en Guinea (aunque con una mezcla de guineanos, españoles y otros africanos que se habían apuntado al ejército español).
El convoy escoltado por los españoles había atraido la atención de otras naciones que querían poner sus cargueros y transportes de tropas bajo su superior protección.
Así Francia trasladaba a su ejército de Madagascar y el África Ecuatorial, se le añadían dos divisiones sudáfricanas, una belga-congoleña y otra nigeriana en los barcos que están llegando para unirse, sin estar oficialmente unidos, a esa flota.
Se esperaba recoger otras tres divisiones francesas a la altura de Senegal, varios tabores creados en el Sahara y otras dos divisiones formadas en Marruecos.
Ese enorme ejército, tras separarse de las unidades españolas, se dirigiría a Túnez.
EVINAYONG (ENTE PREAUTONÓMICO DE GUINEA)
El brigada Lorenzo Oyome había tenido una rápida conversación por teleconferencia con el capitán Castelar que estaba en Bata, la noticia no le gustaba nada, al parecer un español de los que estaban aquí antes había desaparecido.
Una desaparición no significaba mucho, pero un rápido examen del ordenador al que había tenido acceso y cuyo historial no había sabido borrar, mostraban mapas de la Guinea Oriental y busquedas relativas a la descolonización y el futuro de África.
Había que interceptarlo pues se sospechaba que remontaba el río hacia el África francesa, al estar las otras fronteras más vigiladas.
De inmediato ordenó preparar una de las ágiles motoras y remontar el río.
OYEM (ÁFRICA ECUATORIAL FRANCESA)
El teniente Lasserre se había librado de marcharse a luchar al norte de África pero tampoco obtenía un puesto de mando en la capital, enfadado decidió trasladarse con un pelotón a la frontera española a ver si podía obtener alguna información que le sirviera de algo.
TRIPOLI (LIBIA)
El maiore Frabrizzio examinó por última vez datos que había estado reuniendo el servicio de inteligencia para transmitir al Alto Mando; cada día identificaban más y más unidades nuevas al otro lado de la Línea Mareth, además de escuadrillas nuevas venidas de lugares tan lejanos como Madagascar.
Pero en el frente de Egipto la cosa tampoco era buena, se detectaban elementos del Ejército de Levante llegando al sector. Y al sur se vislumbraban fuerzas moviéndose por el desierto.
La situación de Libia era cada vez peor, Roma debía tomar una decisión antes de que terminase la concentración enemiga en todos los frentes.
Los trasatlánticos, que habían viajado con la España de 2016, estaban agrupándose en el convoy que formaban varios superpetroleros y enormes cargueros repletos de productos de Guinea, en ellos zarparían los efectivos de dos divisiones formadas en Guinea (aunque con una mezcla de guineanos, españoles y otros africanos que se habían apuntado al ejército español).
El convoy escoltado por los españoles había atraido la atención de otras naciones que querían poner sus cargueros y transportes de tropas bajo su superior protección.
Así Francia trasladaba a su ejército de Madagascar y el África Ecuatorial, se le añadían dos divisiones sudáfricanas, una belga-congoleña y otra nigeriana en los barcos que están llegando para unirse, sin estar oficialmente unidos, a esa flota.
Se esperaba recoger otras tres divisiones francesas a la altura de Senegal, varios tabores creados en el Sahara y otras dos divisiones formadas en Marruecos.
Ese enorme ejército, tras separarse de las unidades españolas, se dirigiría a Túnez.
EVINAYONG (ENTE PREAUTONÓMICO DE GUINEA)
El brigada Lorenzo Oyome había tenido una rápida conversación por teleconferencia con el capitán Castelar que estaba en Bata, la noticia no le gustaba nada, al parecer un español de los que estaban aquí antes había desaparecido.
Una desaparición no significaba mucho, pero un rápido examen del ordenador al que había tenido acceso y cuyo historial no había sabido borrar, mostraban mapas de la Guinea Oriental y busquedas relativas a la descolonización y el futuro de África.
Había que interceptarlo pues se sospechaba que remontaba el río hacia el África francesa, al estar las otras fronteras más vigiladas.
De inmediato ordenó preparar una de las ágiles motoras y remontar el río.
OYEM (ÁFRICA ECUATORIAL FRANCESA)
El teniente Lasserre se había librado de marcharse a luchar al norte de África pero tampoco obtenía un puesto de mando en la capital, enfadado decidió trasladarse con un pelotón a la frontera española a ver si podía obtener alguna información que le sirviera de algo.
TRIPOLI (LIBIA)
El maiore Frabrizzio examinó por última vez datos que había estado reuniendo el servicio de inteligencia para transmitir al Alto Mando; cada día identificaban más y más unidades nuevas al otro lado de la Línea Mareth, además de escuadrillas nuevas venidas de lugares tan lejanos como Madagascar.
Pero en el frente de Egipto la cosa tampoco era buena, se detectaban elementos del Ejército de Levante llegando al sector. Y al sur se vislumbraban fuerzas moviéndose por el desierto.
La situación de Libia era cada vez peor, Roma debía tomar una decisión antes de que terminase la concentración enemiga en todos los frentes.
Última edición por APVid el 02 May 2016, 11:50, editado 1 vez en total.
-
- Comandante
- Mensajes: 1518
- Registrado: 15 Feb 2004, 23:09
LA FRACTURA
Marcel Moreau: Mis días en las islas, Editorial Planeta.
Ahora me explicaba por qué os habían pegado ese entrenamiento tan intensivo los últimos meses. Y haber sido equipados desde entonces tan extensamente, al menos en comparación a lo que teníamos antes.
Aún recuerdo el día que nos dieron la noticia de la defección de Darlan. Se nos dijo que de momento segaríamos encuadrados en unidades bajo mando español, hasta que se aclarase la situación, que nuestras brigadas iban a ser desplegadas en Córcega con esas condiciones, pero que en todo caso quien quisiera pasar a un total mando francés sería enviado a Argel para encuadrase en las nuevas unidades que se estaban creando.
Yo, por mi parte, tenía muy claro cuál sería mi decisión. De hecho, si podía, pensaba quedarme en esta nueva España y en su ejército. Creo que mis mandos españoles lo sabían.
Mi brigada había pasado a ser motorizada. Nuestro principal medio era un blindado 6x6 y 4x4 que los españoles llamaban BMR, así como vehículos ligeros aníbal y medios rebeco. A mí me había tocado manejar un LAg-40 sobre rebeco. La verdad es que me extrañó un poco que me tocase ese puesto pero luego lo entendí.
En uno de mis últimos permisos en Marina d'Or, pude conversar con algunos de mis amigos de cuando cruzamos la frontera, por lo que supe que otra de las brigadas estaba siendo equipada para lo que los españoles llamaban brigada mecanizada y otra ligera a la que estaban entrenando intensivamente usando unas barcazas alargadas. Por lo que supe después, unas fabricadas en España para dar servicio a Guinea y el Sahara y otras cedidas por los ingleses, y hasta en ir en helicópteros.
Los medios con los que nos estaban equipando no es que fuesen de lo último comparado con lo que había visto en España pero eran infinitamente mejores a lo que había usado en Francia
Ahora me explicaba por qué os habían pegado ese entrenamiento tan intensivo los últimos meses. Y haber sido equipados desde entonces tan extensamente, al menos en comparación a lo que teníamos antes.
Aún recuerdo el día que nos dieron la noticia de la defección de Darlan. Se nos dijo que de momento segaríamos encuadrados en unidades bajo mando español, hasta que se aclarase la situación, que nuestras brigadas iban a ser desplegadas en Córcega con esas condiciones, pero que en todo caso quien quisiera pasar a un total mando francés sería enviado a Argel para encuadrase en las nuevas unidades que se estaban creando.
Yo, por mi parte, tenía muy claro cuál sería mi decisión. De hecho, si podía, pensaba quedarme en esta nueva España y en su ejército. Creo que mis mandos españoles lo sabían.
Mi brigada había pasado a ser motorizada. Nuestro principal medio era un blindado 6x6 y 4x4 que los españoles llamaban BMR, así como vehículos ligeros aníbal y medios rebeco. A mí me había tocado manejar un LAg-40 sobre rebeco. La verdad es que me extrañó un poco que me tocase ese puesto pero luego lo entendí.
En uno de mis últimos permisos en Marina d'Or, pude conversar con algunos de mis amigos de cuando cruzamos la frontera, por lo que supe que otra de las brigadas estaba siendo equipada para lo que los españoles llamaban brigada mecanizada y otra ligera a la que estaban entrenando intensivamente usando unas barcazas alargadas. Por lo que supe después, unas fabricadas en España para dar servicio a Guinea y el Sahara y otras cedidas por los ingleses, y hasta en ir en helicópteros.
Los medios con los que nos estaban equipando no es que fuesen de lo último comparado con lo que había visto en España pero eran infinitamente mejores a lo que había usado en Francia
-
- General
- Mensajes: 15039
- Registrado: 13 Ago 2014, 16:15
LA FRACTURA
Al mando español no le había pasado desapercibido el despliegue alemán en el paso fronterizo del Portalet. Todos los días uno de los CRJ 200 modificados para el reconocimiento sobrevolaba la cadena pirenaica; las tomas se comparaban con las de días previos, delatando los cambios del despliegue alemán. Esas zonas eran vigiladas intensivamente con sobrevuelos no solo diurnos sino también nocturnos: los alemanes creían que la noche les protegía, pero sus actuaciones no pasaban desapercibidas a las cámaras térmicas.
Desde un primer momento el teleférico de Artouste había sido considerado un riesgo: había sido construido para obras hidroeléctricas similares a las que había en el lado español, y aunque en el siglo XXI ya no funcionaba (en su lugar había un telecabina que se usaba como atracción turística) en 1940 aun estaba en servicio. Cuando los alemanes instalasen cañones de largo alcance en esa posición (algo más que probable), la alta cota aumentaría el alcance, y podrían batir no solo buena parte del alto valle de Tena, sino incluso Somport. Como se esperaba, poco después de la ocupación del sur de Francia las fotografías confirmaron que los alemanes estaban instalando cañones de largo alcance en esa cota. Otras fotografías delataron la instalación de cañones antiaéreos, que parecían de 20 y 37 mm. Las armas alemanas de la época se apuntaban manualmente y suponían escasa amenaza para los reactores modernos, pero podían resultar peligrosas para los aviones ligeros y serían letales para los helicópteros.
El gran despliegue de cañones antiaéreos hizo que ese sector fuese considerado excesivamente arriesgado para aeronaves de ala rotatoria, a las que se prohibió acercarse a menos de cuatro kilómetros. Eso incluyó parte de las instalaciones defensivas del Portalet, construidas utilizando los servicios de la estación de esquí de Formigal; afortunadamente había varias pistas de montaña que además estaban protegidas de la observación alemana.
Con todo, el que los alemanes hubiesen concentrado tanta artillería (se habían identificado cuatro cañones pesados en Artouste más media docena de antiaéreos, y doce cañones ligeros y otros tantos antiaéreos en Pombie) hacían sospechar que estaban preparándose para provocar nuevos incidentes. Por eso cuando desde la posición Batallero se detectó la intrusión de una patrulla alemana a través del collado viejo de Sallent, se alertó a las unidades del sector que se prepararon para un enfrentamiento a gran escala. La batería de autopropulsados Almagro, que estaba resguardada en una depresión (justo tras las instalaciones de Cantal) se desplazó hasta sus posiciones de tiro, que estaban apartadas de la observación directa desde el lado francés. Un BMR con un radar de contrabatería se escondió entre los edificios de Cantal, y desde los observatorios cercanos a la frontera se aprestaron para identificar posibles orígenes de fuego. Además el pelotón de blindados Quesada, escoltado por dos tanques Lince, se adelantó por la carretera del Portalet hasta llegar a una posición preparada con anterioridad que permitía alcanzar la montaña de Pombie sin quedar expuestos a las vistas enemigas. Finalmente una patrulla de blindados Lince se adelantó para dar el alto a los intrusos.
Que los alemanes querían provocar un enfrentamiento resultó evidente cuando su artillería alemana empezó a disparar contra la posición Batallero. El coronel Artieda, al mando del sector, dio orden de intervenir a las piezas españolas. Aunque las baterías alemanas tampoco estaban a la vista, se conocía su situación por las fotografías aéreas, y la batería de obuses empezó a batirlas una por una. Al mismo tiempo, los morteros pesados tiraron contra los antiaéreos.
Los cañones alemanes estaban situados en posiciones preparadas a conciencia: excavadas en el blando suelo y protegidas con muretes de piedras y sacos terreros, solo eran vulnerables a un impacto directo… pero no contaban con el progreso de la técnica. Los proyectiles españoles usaban espoletas de proximidad y estallaron a quince metros sobre la cabeza de los sorprendidos artilleros. En pocos minutos el humo de las explosiones secundarias se elevó de la ladera de Pombie.
El coronel alemán, al ver como su artillería era destruida, ordenó disparar a los cañones de Artouste. Los observadores no habían sido capaces de localizar los cañones españoles: disparaban desde alguna hondonada, usaban pólvora que apenas producía humo, y cambiaban continuamente de posición. Pero había objetivos que no podían moverse: los pueblos. Los proyectiles alemanes empezaron a caer sobre Sallent de Gállego.
Desde un primer momento el teleférico de Artouste había sido considerado un riesgo: había sido construido para obras hidroeléctricas similares a las que había en el lado español, y aunque en el siglo XXI ya no funcionaba (en su lugar había un telecabina que se usaba como atracción turística) en 1940 aun estaba en servicio. Cuando los alemanes instalasen cañones de largo alcance en esa posición (algo más que probable), la alta cota aumentaría el alcance, y podrían batir no solo buena parte del alto valle de Tena, sino incluso Somport. Como se esperaba, poco después de la ocupación del sur de Francia las fotografías confirmaron que los alemanes estaban instalando cañones de largo alcance en esa cota. Otras fotografías delataron la instalación de cañones antiaéreos, que parecían de 20 y 37 mm. Las armas alemanas de la época se apuntaban manualmente y suponían escasa amenaza para los reactores modernos, pero podían resultar peligrosas para los aviones ligeros y serían letales para los helicópteros.
El gran despliegue de cañones antiaéreos hizo que ese sector fuese considerado excesivamente arriesgado para aeronaves de ala rotatoria, a las que se prohibió acercarse a menos de cuatro kilómetros. Eso incluyó parte de las instalaciones defensivas del Portalet, construidas utilizando los servicios de la estación de esquí de Formigal; afortunadamente había varias pistas de montaña que además estaban protegidas de la observación alemana.
Con todo, el que los alemanes hubiesen concentrado tanta artillería (se habían identificado cuatro cañones pesados en Artouste más media docena de antiaéreos, y doce cañones ligeros y otros tantos antiaéreos en Pombie) hacían sospechar que estaban preparándose para provocar nuevos incidentes. Por eso cuando desde la posición Batallero se detectó la intrusión de una patrulla alemana a través del collado viejo de Sallent, se alertó a las unidades del sector que se prepararon para un enfrentamiento a gran escala. La batería de autopropulsados Almagro, que estaba resguardada en una depresión (justo tras las instalaciones de Cantal) se desplazó hasta sus posiciones de tiro, que estaban apartadas de la observación directa desde el lado francés. Un BMR con un radar de contrabatería se escondió entre los edificios de Cantal, y desde los observatorios cercanos a la frontera se aprestaron para identificar posibles orígenes de fuego. Además el pelotón de blindados Quesada, escoltado por dos tanques Lince, se adelantó por la carretera del Portalet hasta llegar a una posición preparada con anterioridad que permitía alcanzar la montaña de Pombie sin quedar expuestos a las vistas enemigas. Finalmente una patrulla de blindados Lince se adelantó para dar el alto a los intrusos.
Que los alemanes querían provocar un enfrentamiento resultó evidente cuando su artillería alemana empezó a disparar contra la posición Batallero. El coronel Artieda, al mando del sector, dio orden de intervenir a las piezas españolas. Aunque las baterías alemanas tampoco estaban a la vista, se conocía su situación por las fotografías aéreas, y la batería de obuses empezó a batirlas una por una. Al mismo tiempo, los morteros pesados tiraron contra los antiaéreos.
Los cañones alemanes estaban situados en posiciones preparadas a conciencia: excavadas en el blando suelo y protegidas con muretes de piedras y sacos terreros, solo eran vulnerables a un impacto directo… pero no contaban con el progreso de la técnica. Los proyectiles españoles usaban espoletas de proximidad y estallaron a quince metros sobre la cabeza de los sorprendidos artilleros. En pocos minutos el humo de las explosiones secundarias se elevó de la ladera de Pombie.
El coronel alemán, al ver como su artillería era destruida, ordenó disparar a los cañones de Artouste. Los observadores no habían sido capaces de localizar los cañones españoles: disparaban desde alguna hondonada, usaban pólvora que apenas producía humo, y cambiaban continuamente de posición. Pero había objetivos que no podían moverse: los pueblos. Los proyectiles alemanes empezaron a caer sobre Sallent de Gállego.
Tu regere imperio fluctus Hispane memento
-
- General
- Mensajes: 15039
- Registrado: 13 Ago 2014, 16:15
LA FRACTURA
Los Chirris alineados hacían rugir sus motores, mientras dos Texán armados con cohetes que iban a actuar como observadores avanzados aceleraban por la corta pista del aeródromo de Santa Cilia.
El antiguo aeródromo, que anteriormente a la Fractura había sido empleado por avionetas civiles, planeadores, e incluso alguna vez por pequeños bimotores de enlace, se había convertido en una base avanzada desde la que operaba un destacamento mixto de observación y ataque. Tras el salto temporal los aeropuertos civiles de las capitales norteñas se habían convertido en bases aéreas auxiliares, pero además en las estribaciones de los Pirineos había varios pequeños aeródromos que antes de la Fractura utilizaba la aviación deportiva. Sus cortas pistas, que en el caso de Santa Cilia no pasaban de los 900 metros, no permitían la operación de reactores, pero sí de aviones ligeros de reconocimiento o de los cazas Halcón. Como desde un primer momento se había pensado en operar con esos aviones desde las pequeñas cubiertas de los portaaviones de escolta, disponían de dispositivos hipersustentadores que les permitían operar con facilidad desde pistas cortas.
Tras la Fractura los aeródromos pirenaicos habían sido mejorados, alargando la pista en lo posible, y construyendo hangares y refugios. El aeródromo de Santa Cilia era uno de los principales. A pesar de estar en medio de las montañas, se encontraba en una amplia depresión (la Val Ancha) orientada en el sentido de los vientos dominantes, por lo que los aviones corrían riesgos durante la aproximación o el despegue. Enclavado en una solana, gozaba de un tiempo relativamente benigno para lo habitual en la Jacetania. Al estar a menos de 50 kilómetros de los pasos de Somport de Portalet y de la Piedra de San Martín resultaba una excelente base para aviones de apoyo. La proximidad a la frontera le hacía correr el riesgo de ser atacado por sorpresa; pero además de ser un aeródromo relativamente reciente que probablemente no era conocido por los alemanes, las altas montañas obligarían a los atacantes a elevarse para sobrepasarlas. En ese sector del Pirineo había una depresión paralela a la cordillera donde estaban ciudades como Pamplona, Jaca o Sabiñánigo; inmediatamente al sur quedaba una cadena montañosa que había permitido la instalación de nuevos radares de vigilancia que daban excelentes “vistas” de las montañas fronterizas. Los nuevos escuadrones de vigilancia de la Higa de Monreal, Monrepós y San Salvador (junto a San Juan de la Peña) alertarían de la llegada de intrusos.
Además Santa Cilia había cambiado mucho en los últimos meses. La pista principal se había prolongado hasta los 1.100 m, y la auxiliar, que antes solo usaban los planeadores, era ahora de 800 m. En los campos aledaños se habían construido refugios para aviones, que tenían muros de hormigón y techo de chapas metálicas. Además la base avanzada no estaba indefensa: cuatro montajes de 35 mm y un lanzador de misiles Mistral harían que cualquier ataque no quedase impune.
Con la llegada del verano y la ocupación alemana del sur de Francia se temía un incremento de la actividad alemana, por lo que fue destacado a Santa Cilia un grupo mixto con cazabombarderos Halcón y aviones de observación Texán armados con cohetes. Estaba encargado de dar protección a los helicópteros que operaban cerca de la frontera, manteniendo dos Halcón y un Texán en alerta de quince minutos, y otros dos Halcón en alerta de una hora. Pero los Texán también tenían encomendada la vigilancia de la frontera y efectuaban frecuentes vuelos de vigilancia. En caso de ataque alemán, debían realizar misiones de apoyo táctico.
El capitán Santamaría era uno de los pilotos que formaban el destacamento. Antiguo piloto militar, el paro forzoso tras la Fractura había hecho que no viese con disgusto su reincorporación al Ejército del Aire. Con menos agrado había recibido el ser destinado no a los reactores, ni siquiera a los C-101 armados, sino a los “Chirris”, que era como con un poco de guasa y un mucho de sorna se llamaba a los cazabombarderos Halcón. En un cursillo de transformación con aviones Texán había aprendido las mañas necesarias para pilotar aviones con tren triciclo posterior, en los que las maniobras de despegue y aterrizaje eran muy diferentes, y el alto morro cegaba al piloto durante el carreteo. Luego había pasado a los Halcón.
Santamaría no esperaba mucho de ese avión, pero ya desde el primer momento le entró por el ojo derecho. Se parecía mucho a los famosos Mustang, pero era algo más grande, con aspecto sólido y una deriva de grandes proporciones. Sabía que se habían inspirado en el caza Martin Baker MB.5, aunque con algunas modificaciones: el fuselaje era algo más grueso, la cabina (protegida con placas de blindaje) se había elevado algunos centímetros, y la toma de aire del radiador se había adelantado, para que no ingiriese cuerpos extraños. Las alas de planta trapezoidal con gran alargamiento tenían pequeñas extensiones junto al fuselaje, que hacían que el avión “avisase” si corría riesgo de entrar en pérdida. La deriva era de dimensiones mayores que en el Martin Baker y tenía una vistosa antena.
Pilotarlo era mucho más sencillo de lo que había pensado. El avión era casi completamente automático: la mezcla de gases y el paso de la hélice eran controladas por una centralita electrónica, y el piloto solo tenía que dar o quitar gases. Tenía flaps de combate que se desplegaban automáticamente según la velocidad del aire, y que podían extenderse para el despegue y el aterrizaje, o para ser usados como frenos aerodinámicos. La instrumentación era digital, y aunque carecía de radar, podía recibir información de otras aeronaves y presentarla en el HUD, donde el piloto podía ver su objetivo y el punto de caída calculado de las armas.
El armamento tampoco tenía nada que ver con el de los aviones de los cuarenta. Además de dos cañones revólver de 20 mm (copia mejorada de los M39 de los F-5) podía llevar dos toneladas de armas en cuatro estaciones, aunque normalmente se limitaba a una tonelada. Especialmente, podía ser equipado con dos misiles Estoque, copia de los Mistral de origen francés.
El avión era a la vez potente, ágil y noble, y gustó mucho a Santamaría: pilotarlo era disfrutar del vuelo. Aprendió a usarlo primero en la base aérea de Agoncillo, cerca de Logroño, donde se entrenó en el combate aéreo, y luego en Ablitas de Navarra. Era un aeródromo rudimentario, con pista de tierra e instalaciones más que austeras, pero tan cercano al polígono de tiro de las Bardenas Reales que se había convertido en una importante base de entrenamiento. Ahí se habían entrenado en las peligrosas misiones de apoyo y en el lanzamiento de armas guiadas, contra objetivos iluminados por otros aviones u observadores terrestres.
Tras tres meses de preparación habían sido enviados a Huesca y finalmente a Santa Cilia. La pista era mucho mejor que la de Ablitas, pero el lugar tenía sus peligros: un compañero había tenido que eyectarse tras llevarse por delante un buitre que parecía un Jumbo. Además el terreno en el que operaban era especialmente difícil: el calor favorecía la formación de núcleos tormentosos que ocultaban las altas montañas, y más de una vez Santamaría tuvo que penetrar en la capa de nubes para volver a la base, confiando en las indicaciones de los radiofaros.
El armamento que llevaban los Halcón cuando escoltaban a los helicópteros era mixto: bombas y cohetes contra objetivos terrestres, y misiles Estoque para el combate aéreo; sin embargo, si se preveía que fuese preciso operar sobre Francia, se desmontaban los misiles Estoque y se instalaba una carga que desharía el avión unos segundos después de la eyección. Se consideraba de crucial importancia impedir que los alemanes pudiesen capturar algún ejemplar, y por ello se prohibió terminantemente a los pilotos realizar aterrizajes forzosos, o tomar tierra en aeródromos desconocidos: en caso de problemas tenían que eyectarse, que para eso tenían un moderno asiento cero – cero.
La sirena de alerta hizo que los pilotos corriesen a la sala en la que el teniente coronel al mando del destacamento les informó de la misión que debían cumplir. Se estaba librando un duelo artillero en el sector de Sallent de Gállego y los alemanes estaban usando cañones de largo alcance que la artillería española no podía alcanzar. Iba a ser misión de los Halcón suprimirlos.
Los pilotos ya habían estudiado en varias ocasiones el plan de ataque contra Artouste. Se trataba del extremo norte de una cadena de montañas que separaba dos de los valles que iban hacia el norte, y aunque las laderas eran empinadas la cima redondeada ofrecía excelentes vistas. Las fotografías mostraban que había varios cañones antiaéreos de pequeño calibre, y probablemente hubiese bastantes ametralladoras. La batería alemana estaba casi en la cima, en un suave collado que le permitía disparar contra un amplio sector de la cordillera.
Un objetivo defendido hubiese debido ser blanco de bombas guiadas por láser, lanzándolas desde miles de metros de altura para reírse de los antiaéreos; pero el Ejército del Aire estaba representando una pantomima para hacer creer a los alemanes que apenas les quedaban reactores en servicio. Solo los CRJ 200 de reconocimiento se adentraban en el espacio aéreo francés o alemán. Los cazas C.19 (pues se reservaban los F-18, que tenían problemas de disponibilidad de repuestos) y los Airbus de alerta aérea se mantenían a distancia, sin ser visibles desde Francia. Las operaciones a la vista de los alemanes o de los italianos las realizaban aviones de hélice: Halcón y Águila de construcción española, Texán y Dakota norteamericanos. Eso significaba que Santamaría y sus compañeros iban a tener que exponerse a la antiaérea.
Aunque los cañones operados manualmente no eran un adversario demasiado peligroso, tampoco había que correr riesgos innecesarios: ni se quería arriesgar la vida de los pilotos ni tener que realizar peligrosas operaciones de rescate. Como desde semanas antes se preveía que iban a tener que bombardear Artouste, se había preparado un plan con el que se esperaba confundir a los alemanes.
Tras los dos Texán los Halcones recorrieron la senda de carreteo, atentos a los postes que les servían para orientarse, pues el alto morro les ocultaba la pista. Luego aceleraron al máximo los motores para aprovechar cada metro de carrera antes de elevarse. Una vez en el aire, subieron hasta los dos mil metros antes de virar hacia el sur y luego hacia el oeste. Siguieron elevándose mientras sobrevolaban la Val Ancha, aunque evitando acercarse a San Juan de la Peña o a la Peña Oroel donde había colonias de rapaces de gran tamaño. A la altura de Sabiñánigo giraron hacia el norte, sobrevolando el valle de Tena. El día estaba claro a ambos lados de la cordillera: los alemanes habían provocado el incidente en un día sin nubes que ocultasen la aproximación de los aviones, pero los españoles tampoco correrían el riesgo de estamparse contra una montaña.
Tras pasar el estrecho de Santa Elena la formación se dividió: los dos Texán y cuatro Halcón siguieron por el valle de Tena dirigiéndose hacia el Portalet aunque sin descender de los tres mil quinientos metros. Sobrevolaron el paso fronterizo y se dirigieron hacia Artouste. Los Texán descendieron, orbitando alrededor del Midi d’Ossau como si buscasen los cañones alemanes, mientras los Halcones se mantenían a mayor altura, prestos a atacar. Los sirvientes de los cañones antiaéreos de Artouste (los de Pombie habían sido aplastados por los morterazos) descubrieron sus piezas y empezaron a seguir a los Texán.
Pero mientras los cuatro Halcones de Santamaría habían sobrevolado el balneario de Panticosa antes de empezar a descender. Pasaron por la miríada de lagos del macizo antes de rodear la Gran Facha.
—Halcón dos a Halcón uno, estamos en territorio indio.
—Halcón uno a Halcón dos, recibido.
Los Texán empezaron a orbitar entre el Midi y Artouste como si hubiesen descubierto la batería alemana. Se acercaban hasta dos mil metros de los cañones, cambiando continuamente de velocidad y altura. Los artilleros alemanes pensaron que querían despistarles, y cambiaron de blanco, apuntando a los Halcones que se mantenían más altos.
Mientras la segunda patrulla de Halcones había descendido para mantener tras ellos a los tres miles de la zona de Panticosa, evitando exponerse contra el cielo. Cruzaron sobre varios estrechos valles, casi a la altura de las crestas, hasta que finalmente vieron la loma herbosa con una antena de radio que era su objetivo.
—Halcón dos a Halcón uno, indios a la vista.
—Halcón uno a Halcón dos, recibido. Atacamos.
Los aviones del primer grupo iniciaron un suave picado atrayendo aun más la atención de los artilleros y ensordeciéndolos con sus motores. Nadie prestó atención a los cuatro aviones que aparecieron tras un pico y cruzaron los últimos tres kilómetros en veinte segundos. Estaban a menos de mil metros cuando un observador los vio. Los cañones intentaron volverse para enfrentar la nueva amenaza, pero aun estaban a mitad del giro cuando los cuatro aviones lanzaron sus bombas. Mientras los Halcones de la segunda patrulla viraban, ocho bombas de racimo regaron con bombetas la posición de los sorprendidos antiaéreos. Estallaron como una traca gigantesca, pero no había llegado a disiparse el humo cuando la primera patrulla regó el collado con napalm. Cuando los aviones españoles se alejaron a su espalda quedó el collado donde antes estaban los cañones alemanes cubierto de humo y explosiones secundarias.
El ataque había durado menos de un minuto. Los Halcón volvieron hacia el Portalet, mientras los Texán descendían aun más, para buscar objetivos para los autopropulsados españoles.
Era la primera vez que los Halcones disparaban con furia.
El antiguo aeródromo, que anteriormente a la Fractura había sido empleado por avionetas civiles, planeadores, e incluso alguna vez por pequeños bimotores de enlace, se había convertido en una base avanzada desde la que operaba un destacamento mixto de observación y ataque. Tras el salto temporal los aeropuertos civiles de las capitales norteñas se habían convertido en bases aéreas auxiliares, pero además en las estribaciones de los Pirineos había varios pequeños aeródromos que antes de la Fractura utilizaba la aviación deportiva. Sus cortas pistas, que en el caso de Santa Cilia no pasaban de los 900 metros, no permitían la operación de reactores, pero sí de aviones ligeros de reconocimiento o de los cazas Halcón. Como desde un primer momento se había pensado en operar con esos aviones desde las pequeñas cubiertas de los portaaviones de escolta, disponían de dispositivos hipersustentadores que les permitían operar con facilidad desde pistas cortas.
Tras la Fractura los aeródromos pirenaicos habían sido mejorados, alargando la pista en lo posible, y construyendo hangares y refugios. El aeródromo de Santa Cilia era uno de los principales. A pesar de estar en medio de las montañas, se encontraba en una amplia depresión (la Val Ancha) orientada en el sentido de los vientos dominantes, por lo que los aviones corrían riesgos durante la aproximación o el despegue. Enclavado en una solana, gozaba de un tiempo relativamente benigno para lo habitual en la Jacetania. Al estar a menos de 50 kilómetros de los pasos de Somport de Portalet y de la Piedra de San Martín resultaba una excelente base para aviones de apoyo. La proximidad a la frontera le hacía correr el riesgo de ser atacado por sorpresa; pero además de ser un aeródromo relativamente reciente que probablemente no era conocido por los alemanes, las altas montañas obligarían a los atacantes a elevarse para sobrepasarlas. En ese sector del Pirineo había una depresión paralela a la cordillera donde estaban ciudades como Pamplona, Jaca o Sabiñánigo; inmediatamente al sur quedaba una cadena montañosa que había permitido la instalación de nuevos radares de vigilancia que daban excelentes “vistas” de las montañas fronterizas. Los nuevos escuadrones de vigilancia de la Higa de Monreal, Monrepós y San Salvador (junto a San Juan de la Peña) alertarían de la llegada de intrusos.
Además Santa Cilia había cambiado mucho en los últimos meses. La pista principal se había prolongado hasta los 1.100 m, y la auxiliar, que antes solo usaban los planeadores, era ahora de 800 m. En los campos aledaños se habían construido refugios para aviones, que tenían muros de hormigón y techo de chapas metálicas. Además la base avanzada no estaba indefensa: cuatro montajes de 35 mm y un lanzador de misiles Mistral harían que cualquier ataque no quedase impune.
Con la llegada del verano y la ocupación alemana del sur de Francia se temía un incremento de la actividad alemana, por lo que fue destacado a Santa Cilia un grupo mixto con cazabombarderos Halcón y aviones de observación Texán armados con cohetes. Estaba encargado de dar protección a los helicópteros que operaban cerca de la frontera, manteniendo dos Halcón y un Texán en alerta de quince minutos, y otros dos Halcón en alerta de una hora. Pero los Texán también tenían encomendada la vigilancia de la frontera y efectuaban frecuentes vuelos de vigilancia. En caso de ataque alemán, debían realizar misiones de apoyo táctico.
El capitán Santamaría era uno de los pilotos que formaban el destacamento. Antiguo piloto militar, el paro forzoso tras la Fractura había hecho que no viese con disgusto su reincorporación al Ejército del Aire. Con menos agrado había recibido el ser destinado no a los reactores, ni siquiera a los C-101 armados, sino a los “Chirris”, que era como con un poco de guasa y un mucho de sorna se llamaba a los cazabombarderos Halcón. En un cursillo de transformación con aviones Texán había aprendido las mañas necesarias para pilotar aviones con tren triciclo posterior, en los que las maniobras de despegue y aterrizaje eran muy diferentes, y el alto morro cegaba al piloto durante el carreteo. Luego había pasado a los Halcón.
Santamaría no esperaba mucho de ese avión, pero ya desde el primer momento le entró por el ojo derecho. Se parecía mucho a los famosos Mustang, pero era algo más grande, con aspecto sólido y una deriva de grandes proporciones. Sabía que se habían inspirado en el caza Martin Baker MB.5, aunque con algunas modificaciones: el fuselaje era algo más grueso, la cabina (protegida con placas de blindaje) se había elevado algunos centímetros, y la toma de aire del radiador se había adelantado, para que no ingiriese cuerpos extraños. Las alas de planta trapezoidal con gran alargamiento tenían pequeñas extensiones junto al fuselaje, que hacían que el avión “avisase” si corría riesgo de entrar en pérdida. La deriva era de dimensiones mayores que en el Martin Baker y tenía una vistosa antena.
Pilotarlo era mucho más sencillo de lo que había pensado. El avión era casi completamente automático: la mezcla de gases y el paso de la hélice eran controladas por una centralita electrónica, y el piloto solo tenía que dar o quitar gases. Tenía flaps de combate que se desplegaban automáticamente según la velocidad del aire, y que podían extenderse para el despegue y el aterrizaje, o para ser usados como frenos aerodinámicos. La instrumentación era digital, y aunque carecía de radar, podía recibir información de otras aeronaves y presentarla en el HUD, donde el piloto podía ver su objetivo y el punto de caída calculado de las armas.
El armamento tampoco tenía nada que ver con el de los aviones de los cuarenta. Además de dos cañones revólver de 20 mm (copia mejorada de los M39 de los F-5) podía llevar dos toneladas de armas en cuatro estaciones, aunque normalmente se limitaba a una tonelada. Especialmente, podía ser equipado con dos misiles Estoque, copia de los Mistral de origen francés.
El avión era a la vez potente, ágil y noble, y gustó mucho a Santamaría: pilotarlo era disfrutar del vuelo. Aprendió a usarlo primero en la base aérea de Agoncillo, cerca de Logroño, donde se entrenó en el combate aéreo, y luego en Ablitas de Navarra. Era un aeródromo rudimentario, con pista de tierra e instalaciones más que austeras, pero tan cercano al polígono de tiro de las Bardenas Reales que se había convertido en una importante base de entrenamiento. Ahí se habían entrenado en las peligrosas misiones de apoyo y en el lanzamiento de armas guiadas, contra objetivos iluminados por otros aviones u observadores terrestres.
Tras tres meses de preparación habían sido enviados a Huesca y finalmente a Santa Cilia. La pista era mucho mejor que la de Ablitas, pero el lugar tenía sus peligros: un compañero había tenido que eyectarse tras llevarse por delante un buitre que parecía un Jumbo. Además el terreno en el que operaban era especialmente difícil: el calor favorecía la formación de núcleos tormentosos que ocultaban las altas montañas, y más de una vez Santamaría tuvo que penetrar en la capa de nubes para volver a la base, confiando en las indicaciones de los radiofaros.
El armamento que llevaban los Halcón cuando escoltaban a los helicópteros era mixto: bombas y cohetes contra objetivos terrestres, y misiles Estoque para el combate aéreo; sin embargo, si se preveía que fuese preciso operar sobre Francia, se desmontaban los misiles Estoque y se instalaba una carga que desharía el avión unos segundos después de la eyección. Se consideraba de crucial importancia impedir que los alemanes pudiesen capturar algún ejemplar, y por ello se prohibió terminantemente a los pilotos realizar aterrizajes forzosos, o tomar tierra en aeródromos desconocidos: en caso de problemas tenían que eyectarse, que para eso tenían un moderno asiento cero – cero.
La sirena de alerta hizo que los pilotos corriesen a la sala en la que el teniente coronel al mando del destacamento les informó de la misión que debían cumplir. Se estaba librando un duelo artillero en el sector de Sallent de Gállego y los alemanes estaban usando cañones de largo alcance que la artillería española no podía alcanzar. Iba a ser misión de los Halcón suprimirlos.
Los pilotos ya habían estudiado en varias ocasiones el plan de ataque contra Artouste. Se trataba del extremo norte de una cadena de montañas que separaba dos de los valles que iban hacia el norte, y aunque las laderas eran empinadas la cima redondeada ofrecía excelentes vistas. Las fotografías mostraban que había varios cañones antiaéreos de pequeño calibre, y probablemente hubiese bastantes ametralladoras. La batería alemana estaba casi en la cima, en un suave collado que le permitía disparar contra un amplio sector de la cordillera.
Un objetivo defendido hubiese debido ser blanco de bombas guiadas por láser, lanzándolas desde miles de metros de altura para reírse de los antiaéreos; pero el Ejército del Aire estaba representando una pantomima para hacer creer a los alemanes que apenas les quedaban reactores en servicio. Solo los CRJ 200 de reconocimiento se adentraban en el espacio aéreo francés o alemán. Los cazas C.19 (pues se reservaban los F-18, que tenían problemas de disponibilidad de repuestos) y los Airbus de alerta aérea se mantenían a distancia, sin ser visibles desde Francia. Las operaciones a la vista de los alemanes o de los italianos las realizaban aviones de hélice: Halcón y Águila de construcción española, Texán y Dakota norteamericanos. Eso significaba que Santamaría y sus compañeros iban a tener que exponerse a la antiaérea.
Aunque los cañones operados manualmente no eran un adversario demasiado peligroso, tampoco había que correr riesgos innecesarios: ni se quería arriesgar la vida de los pilotos ni tener que realizar peligrosas operaciones de rescate. Como desde semanas antes se preveía que iban a tener que bombardear Artouste, se había preparado un plan con el que se esperaba confundir a los alemanes.
Tras los dos Texán los Halcones recorrieron la senda de carreteo, atentos a los postes que les servían para orientarse, pues el alto morro les ocultaba la pista. Luego aceleraron al máximo los motores para aprovechar cada metro de carrera antes de elevarse. Una vez en el aire, subieron hasta los dos mil metros antes de virar hacia el sur y luego hacia el oeste. Siguieron elevándose mientras sobrevolaban la Val Ancha, aunque evitando acercarse a San Juan de la Peña o a la Peña Oroel donde había colonias de rapaces de gran tamaño. A la altura de Sabiñánigo giraron hacia el norte, sobrevolando el valle de Tena. El día estaba claro a ambos lados de la cordillera: los alemanes habían provocado el incidente en un día sin nubes que ocultasen la aproximación de los aviones, pero los españoles tampoco correrían el riesgo de estamparse contra una montaña.
Tras pasar el estrecho de Santa Elena la formación se dividió: los dos Texán y cuatro Halcón siguieron por el valle de Tena dirigiéndose hacia el Portalet aunque sin descender de los tres mil quinientos metros. Sobrevolaron el paso fronterizo y se dirigieron hacia Artouste. Los Texán descendieron, orbitando alrededor del Midi d’Ossau como si buscasen los cañones alemanes, mientras los Halcones se mantenían a mayor altura, prestos a atacar. Los sirvientes de los cañones antiaéreos de Artouste (los de Pombie habían sido aplastados por los morterazos) descubrieron sus piezas y empezaron a seguir a los Texán.
Pero mientras los cuatro Halcones de Santamaría habían sobrevolado el balneario de Panticosa antes de empezar a descender. Pasaron por la miríada de lagos del macizo antes de rodear la Gran Facha.
—Halcón dos a Halcón uno, estamos en territorio indio.
—Halcón uno a Halcón dos, recibido.
Los Texán empezaron a orbitar entre el Midi y Artouste como si hubiesen descubierto la batería alemana. Se acercaban hasta dos mil metros de los cañones, cambiando continuamente de velocidad y altura. Los artilleros alemanes pensaron que querían despistarles, y cambiaron de blanco, apuntando a los Halcones que se mantenían más altos.
Mientras la segunda patrulla de Halcones había descendido para mantener tras ellos a los tres miles de la zona de Panticosa, evitando exponerse contra el cielo. Cruzaron sobre varios estrechos valles, casi a la altura de las crestas, hasta que finalmente vieron la loma herbosa con una antena de radio que era su objetivo.
—Halcón dos a Halcón uno, indios a la vista.
—Halcón uno a Halcón dos, recibido. Atacamos.
Los aviones del primer grupo iniciaron un suave picado atrayendo aun más la atención de los artilleros y ensordeciéndolos con sus motores. Nadie prestó atención a los cuatro aviones que aparecieron tras un pico y cruzaron los últimos tres kilómetros en veinte segundos. Estaban a menos de mil metros cuando un observador los vio. Los cañones intentaron volverse para enfrentar la nueva amenaza, pero aun estaban a mitad del giro cuando los cuatro aviones lanzaron sus bombas. Mientras los Halcones de la segunda patrulla viraban, ocho bombas de racimo regaron con bombetas la posición de los sorprendidos antiaéreos. Estallaron como una traca gigantesca, pero no había llegado a disiparse el humo cuando la primera patrulla regó el collado con napalm. Cuando los aviones españoles se alejaron a su espalda quedó el collado donde antes estaban los cañones alemanes cubierto de humo y explosiones secundarias.
El ataque había durado menos de un minuto. Los Halcón volvieron hacia el Portalet, mientras los Texán descendían aun más, para buscar objetivos para los autopropulsados españoles.
Era la primera vez que los Halcones disparaban con furia.
Tu regere imperio fluctus Hispane memento
- urquhart
- General de Ejército
- Mensajes: 11145
- Registrado: 06 Feb 2006, 13:13
- Ubicación: Barcelona
LA FRACTURA
ROMA
Madrugada
De algún modo la noche romana se había convertido en día... cientos de bengalas iluminaban el skyline de la Ciudad Eterna... las defensas antiáereas empezaron a abrir fuego contra un enemigo invisible, y los haces reflectores eran redundantes... el cielo estaba perfectamente iluminado en aquella noche de luna llena.
El mensaje estaba claro; Roma estaba al alcance de la que los romanos llamaron desde aquela noche la minaccia fantasma.
Primera Hora de la Mañana
Concertar la entrevista con el Duce había sido en aquella ocasión facilísimo. Francisco Vázquez y Vázquez entregaría al Duce dos cartas; la primera la Carta de Presentación de él como Embajador Plenipotenciario del Reino de España, firmada por Su Majestad el Rey Felipe VI, y sin esperar al plácet; una segunda.
Vázquez sabía que se encontraría, la figura de opereta de Benito con los brazos en jarra y con un gesto facial del todo conocido.... Vázquez no le dio oportunidad de iniciar un discurso que ya era archiconocido, en el que no hubieran faltado alusiones al pasado imperial y al destino manifiesto de aquella Italia que a entender del embajador malgastaba ingentes recursos económicos y humanos en aquella política bufa de la Guerra Paralela.
Con desdén Mussolini lanzó al suelo la Carta de Presentación; y a punto estaba de hacerlo con aquella otra que parecía manuscrita; aunque por más que miraba parecía un facsimil... una foto, pero en papel, papel de altísima calidad, pero no papel fotográfico... firmaba el tal Mariano Rajoy y Brey, y en el que simplemente le informaba de lo sucedido aquella noche... y el Duce lo sabía; las grandes metrópolis italianas estaban al alcance de la aviación española... sí aquella noche el cielo se había iluminado en Roma, Nápoles, Florencia, Génova, Palermo.... y la Regia Aeronautica y la artillería antiáerea del Esercito no habían logrado más que gastar combustible y munición. Le rogaba que atendiera a las peticiones del Embajador.
¿Qué quieren?
En realidad, no queremos nada de Ustedes Excelencia. Simple y llanamente, no realicen acciones contra España ni contra fuerzas españolas, o bajo protección española. Usted lo sabe, de mis conversaciones con el Príncipe Aimón. De todos modos, y a pesar de nuestras advertencias, sus submarinos y aviones han violado repetidas veces la zona de exclusión; con el resultado que su Excelencia ya conoce. La inflitración de agentes de inteligencia en la Península, Baleares y Córcega, también nos es conocida; como le puedo demostrar con esta serie de fotografías.
¿Está Usted amenazando a Italia?
No, no amenazo, simplemente le hago notar que conocemos las acciones de sus fuerzas armadas contra los intereses de España. Supongo que su Excelencia ya habrá sido informado por Berlín de los combates esporádicos que se han producido en la línea fronteriza...
Sí, estoy informado...
¿de las bajas alemanas?
¿De que bajas habla Señor Vázquez, de que bajas?... sabemos a ciencia cierta que la artillería alemana respondió a un vil ataque español, logrando causar daños de gran importancia en varias localidades españolas....
totalmente deshabitadas; y de escaso interés militar...
ataque al que Ustedes fueron incapaces de responder... ¿dónde estaba su aviación cohete? Creo sinceramente que su actuación de anoche, muy lograda sí, es en realidad una demostración de su impotencia...como demuestra su visitia... la entrevista ha finalizado
CNI
General, en resumen, según Vázquez los italianos se creen a pies juntillas los informes alemanes.. al menos Mussolini...
Informaré al Gobierno... debemos de todos modos pensar que los alemanes están mintiendo deliberadamente a los italianos.
Para Roma la cada vez menor aparición de reactores debe darles una sensación de confianza; y de seguridad en la capacidad alemana de vencernos. La Operación Noche de Sol ha dado su fruto... conocer de primerísima mano la información que manejan los italianos; y su capacidad de reacción... Por otro lado, siguen llegando trenes de combustible a La Spezia, Livorno, Taranto... las unidades principales están todas en puerto, y rodeadas de grandes grúas...
Sí, los alemanes necesitan a la flota italiana a pleno rendimiento... será en Octubre... no más tarde... si antes no pasa nada en el Este
Madrugada
De algún modo la noche romana se había convertido en día... cientos de bengalas iluminaban el skyline de la Ciudad Eterna... las defensas antiáereas empezaron a abrir fuego contra un enemigo invisible, y los haces reflectores eran redundantes... el cielo estaba perfectamente iluminado en aquella noche de luna llena.
El mensaje estaba claro; Roma estaba al alcance de la que los romanos llamaron desde aquela noche la minaccia fantasma.
Primera Hora de la Mañana
Concertar la entrevista con el Duce había sido en aquella ocasión facilísimo. Francisco Vázquez y Vázquez entregaría al Duce dos cartas; la primera la Carta de Presentación de él como Embajador Plenipotenciario del Reino de España, firmada por Su Majestad el Rey Felipe VI, y sin esperar al plácet; una segunda.
Vázquez sabía que se encontraría, la figura de opereta de Benito con los brazos en jarra y con un gesto facial del todo conocido.... Vázquez no le dio oportunidad de iniciar un discurso que ya era archiconocido, en el que no hubieran faltado alusiones al pasado imperial y al destino manifiesto de aquella Italia que a entender del embajador malgastaba ingentes recursos económicos y humanos en aquella política bufa de la Guerra Paralela.
Con desdén Mussolini lanzó al suelo la Carta de Presentación; y a punto estaba de hacerlo con aquella otra que parecía manuscrita; aunque por más que miraba parecía un facsimil... una foto, pero en papel, papel de altísima calidad, pero no papel fotográfico... firmaba el tal Mariano Rajoy y Brey, y en el que simplemente le informaba de lo sucedido aquella noche... y el Duce lo sabía; las grandes metrópolis italianas estaban al alcance de la aviación española... sí aquella noche el cielo se había iluminado en Roma, Nápoles, Florencia, Génova, Palermo.... y la Regia Aeronautica y la artillería antiáerea del Esercito no habían logrado más que gastar combustible y munición. Le rogaba que atendiera a las peticiones del Embajador.
¿Qué quieren?
En realidad, no queremos nada de Ustedes Excelencia. Simple y llanamente, no realicen acciones contra España ni contra fuerzas españolas, o bajo protección española. Usted lo sabe, de mis conversaciones con el Príncipe Aimón. De todos modos, y a pesar de nuestras advertencias, sus submarinos y aviones han violado repetidas veces la zona de exclusión; con el resultado que su Excelencia ya conoce. La inflitración de agentes de inteligencia en la Península, Baleares y Córcega, también nos es conocida; como le puedo demostrar con esta serie de fotografías.
¿Está Usted amenazando a Italia?
No, no amenazo, simplemente le hago notar que conocemos las acciones de sus fuerzas armadas contra los intereses de España. Supongo que su Excelencia ya habrá sido informado por Berlín de los combates esporádicos que se han producido en la línea fronteriza...
Sí, estoy informado...
¿de las bajas alemanas?
¿De que bajas habla Señor Vázquez, de que bajas?... sabemos a ciencia cierta que la artillería alemana respondió a un vil ataque español, logrando causar daños de gran importancia en varias localidades españolas....
totalmente deshabitadas; y de escaso interés militar...
ataque al que Ustedes fueron incapaces de responder... ¿dónde estaba su aviación cohete? Creo sinceramente que su actuación de anoche, muy lograda sí, es en realidad una demostración de su impotencia...como demuestra su visitia... la entrevista ha finalizado
CNI
General, en resumen, según Vázquez los italianos se creen a pies juntillas los informes alemanes.. al menos Mussolini...
Informaré al Gobierno... debemos de todos modos pensar que los alemanes están mintiendo deliberadamente a los italianos.
Para Roma la cada vez menor aparición de reactores debe darles una sensación de confianza; y de seguridad en la capacidad alemana de vencernos. La Operación Noche de Sol ha dado su fruto... conocer de primerísima mano la información que manejan los italianos; y su capacidad de reacción... Por otro lado, siguen llegando trenes de combustible a La Spezia, Livorno, Taranto... las unidades principales están todas en puerto, y rodeadas de grandes grúas...
Sí, los alemanes necesitan a la flota italiana a pleno rendimiento... será en Octubre... no más tarde... si antes no pasa nada en el Este
Tempus Fugit
-
- General
- Mensajes: 15039
- Registrado: 13 Ago 2014, 16:15
LA FRACTURA
No iba a ser fácil dar explicaciones de lo ocurrido durante las dos últimas semanas.
Siguiendo las instrucciones del OKW, el 9º Ejército del general Blaskowitz había efectuado acciones de hostigamiento a lo largo del Pirineo Central, con un objetivo triple: atraer las reservas españolas, conocer la capacidad real de sus fuerzas terrestres, y conseguir una victoria moral que anulase el mar sabor de boca dejado por los anteriores enfrentamientos.
El primer objetivo parecía que se había conseguido, pues el ejército español había empleado grandes formaciones en los incidentes. La ocupación de Llivia no había supuesto excesivos problemas: una compañía de infantería se había desplegado cortando el camino neutral, y luego un batallón había entrado en la localidad sin tener que combatir: el pueblo había sido evacuado previamente tras haber sido limpiado a fondo: no se encontró prácticamente nada que tuviese algún valor para los investigadores, salvo el gran uso de todo tipo de plásticos que los españoles habían usado en sus viviendas.
La incursión en Valle de Tena, sin embargo, había desencadenado una potente respuesta española. A tenor del volumen de fuego recibido, habían empleado al menos un regimiento de artillería pesada y un grupo de aviones de combate. Que además pudieron actuar con impunidad, porque la Luftwaffe había llegado tarde, y cuando envió algunos aviones para comprobar qué había ocurrido desaparecieron sin más ni más. Algo parecido había ocurrido en el Valle de Arán, con la diferencia que ahí los españoles no solo habían empleado artillería sino también tanques pesados. De nuevo, el número de tanques españoles participantes se deducía a partir del fuego recibido, de inusitada magnitud.
Los principales combates se habían producido en Andorra. Blaskowitz había pensado que el pequeño principado resultaría un objetivo sencillo, y su ocupación permitiría dominar un importante paso pirenaico, lo que obligaría al ejército español a desplegar grandes contingentes para su vigilancia: algo similar a lo ocurrido en Llivia, pues tras la ocupación se habían visto cierto número de blindados españoles que se mantenían a cierta distancia de la frontera.
La operación se había pensado como un golpe relámpago. Una columna motorizada que incluía blindados de reconocimiento, tanques ligeros y un batallón motorizado reforzado con cañones antitanque, tenía que entrar en Andorra por la noche y cruzar el paso de montaña de Envalira, para luego descender por la carretera, ocupar la capital y la garganta que había pocos kilómetros al sur, que tenían que defender hasta la llegada de refuerzos. Mientras dos regimientos de infantería seguirían tras la columna para consolidar el dominio del valle. Para retrasar la probable respuesta española varios agentes, infiltrados días antes, tenían que cortar el telégrafo y el teléfono.
Al principio todo fue coser y cantar: las líneas telefónicas fueron cortadas, y los blindados cruzaron la frontera en Pas de la Casa y tomaron el vital paso de montaña de Envalira; luego siguieron por la carretera, dirigiéndose hacia la capital. Pero antes de llegar a Canilló, un pueblecito encajado en un ensanchamiento del valle, se encontraron con un número indeterminado de blindados españoles. Parecía que España tenía sus propios informantes en Andorra y había previsto el movimiento alemán. Los blindados españoles, armados con potentes cañones de campaña, habían contenido con facilidad a la columna alemana que había quedado encerrada en el valle.
La infantería a pie debía haberla reforzado, pero se encontró con un problema imprevisto: el puerto de Envalira empezó a ser bombardeado con cañones y morteros pesados, impidiendo cualquier tránsito por la carretera. Al amanecer el puerto fue objeto de un intenso ataque aéreo, efectuado por cazabombarderos de hélice que por su diseño parecían “Mustang” norteamericanos. La Luftwaffe había intentado frenarlos, pero se había enfrentado con reactores del tipo “Aviojet” que usando cohetes teledirigidos acabaron con una docena de aviones alemanes.
Con el dominio del aire, los españoles prosiguieron sus bombardeos, y luego llegó un nutrido grupo de “helicópteros”, las aeronaves de vuelo vertical que hasta ahora apenas se habían visto. Las tropas que desembarcaron ocuparon el paso de Envalira, cercando a la columna motorizada alemana.
La infantería alemana había realizado varios intentos valientes de retomar el paso, pero se encontró con un enorme volumen de fuego automático y artillero. La columna alemana atrapada fue destruida: las radios habían dejado de funcionar (los españoles emitían por la misma frecuencia pero a un volumen tremendo ese conjunto de ruidos que llamaban música) y aunque se escucharon muchas explosiones, al final del día disminuyeron de intensidad. En los días siguientes volvieron a Francia media docena de supervivientes que relataron el fin de la columna. Habían rebasado Massana y se acercaban a Canilló, cuando varios blindados de la cabeza estallaron. Pudieron ver algunos tanques de un tipo identificado como “M113” que habían armado con cañones pesados. También tenían morteros que barrieron la carretera, y luego llegaron helicópteros que primero llevaron tropas que ocuparon las alturas y luego ametrallaron la carretera. Los supervivientes tuvieron que escapar a los empinados bosques de las laderas, donde en los días siguientes fueron cazados uno a uno.
El resultado de las operaciones de Sallent y de Andorra había acabado siendo un desastre. En Sallent habían perdido un regimiento entero de artillería y no sabían si habían llegado a causar bajas a los españoles. En Andorra se había perdido un batallón entero.
Sin embargo, había signos positivos. Por una parte, era evidente que había conseguido atraer a gran parte del ejército español: no tenía datos directos sobre el número de tropas empeñadas, pero los testimonios de las tropas aludían a “diluvios de fuego” e “intensísimos bombardeos”, así como a la participación de muchos cañones y morteros pesados. También habían sido avistados buen número de blindados. Los analistas estimaban que tanto en el Valle de tena como en Andorra había participado al menos una división española. Teniendo en cuenta las reservas que tendrían más atrás, Blaskowitz pensaba que había conseguido atraer a la mitad del ejército español.
El otro signo interesante era que no se habían vuelto a ver aeronaves avanzadas. Los españoles habían usado sobre todo cazabombarderos de hélice cedidos por los norteamericanos, que seguían con su tradición de armar a los enemigos de Alemania. Los pocos reactores eran de un modelo que según los desertores, era de entrenamiento y disponible solo en pequeño número. Los helicópteros eran de tipos civiles que habían debido armar. Tampoco se había visto artillería de largo alcance ni habían usado bombas teledirigidas. Al parecer, los desertores tenían razón y España se estaba quedando sin armas modernas.
Con todo, Blaskowitz sabía que si presentaba los resultados que tenía sería relevado, si no le pasaba algo peor. Iba a tener que “adornar” un poco los balances. Por ejemplo, esos blindados que habían combatido en Andorra ¿seguro que no habían tenido bajas? Los supervivientes hablaban de tremendos fogonazos cada vez que disparaban. El bombardeo de Sallent seguramente habría causado daños muy graves. Además en Llivia había conseguido conquistar un pequeño fragmento de territorio español. Por otra parte, la Luftwaffe estaba haciendo sus propias estimaciones respecto a los aparatos españoles derribados.
Siguiendo las instrucciones del OKW, el 9º Ejército del general Blaskowitz había efectuado acciones de hostigamiento a lo largo del Pirineo Central, con un objetivo triple: atraer las reservas españolas, conocer la capacidad real de sus fuerzas terrestres, y conseguir una victoria moral que anulase el mar sabor de boca dejado por los anteriores enfrentamientos.
El primer objetivo parecía que se había conseguido, pues el ejército español había empleado grandes formaciones en los incidentes. La ocupación de Llivia no había supuesto excesivos problemas: una compañía de infantería se había desplegado cortando el camino neutral, y luego un batallón había entrado en la localidad sin tener que combatir: el pueblo había sido evacuado previamente tras haber sido limpiado a fondo: no se encontró prácticamente nada que tuviese algún valor para los investigadores, salvo el gran uso de todo tipo de plásticos que los españoles habían usado en sus viviendas.
La incursión en Valle de Tena, sin embargo, había desencadenado una potente respuesta española. A tenor del volumen de fuego recibido, habían empleado al menos un regimiento de artillería pesada y un grupo de aviones de combate. Que además pudieron actuar con impunidad, porque la Luftwaffe había llegado tarde, y cuando envió algunos aviones para comprobar qué había ocurrido desaparecieron sin más ni más. Algo parecido había ocurrido en el Valle de Arán, con la diferencia que ahí los españoles no solo habían empleado artillería sino también tanques pesados. De nuevo, el número de tanques españoles participantes se deducía a partir del fuego recibido, de inusitada magnitud.
Los principales combates se habían producido en Andorra. Blaskowitz había pensado que el pequeño principado resultaría un objetivo sencillo, y su ocupación permitiría dominar un importante paso pirenaico, lo que obligaría al ejército español a desplegar grandes contingentes para su vigilancia: algo similar a lo ocurrido en Llivia, pues tras la ocupación se habían visto cierto número de blindados españoles que se mantenían a cierta distancia de la frontera.
La operación se había pensado como un golpe relámpago. Una columna motorizada que incluía blindados de reconocimiento, tanques ligeros y un batallón motorizado reforzado con cañones antitanque, tenía que entrar en Andorra por la noche y cruzar el paso de montaña de Envalira, para luego descender por la carretera, ocupar la capital y la garganta que había pocos kilómetros al sur, que tenían que defender hasta la llegada de refuerzos. Mientras dos regimientos de infantería seguirían tras la columna para consolidar el dominio del valle. Para retrasar la probable respuesta española varios agentes, infiltrados días antes, tenían que cortar el telégrafo y el teléfono.
Al principio todo fue coser y cantar: las líneas telefónicas fueron cortadas, y los blindados cruzaron la frontera en Pas de la Casa y tomaron el vital paso de montaña de Envalira; luego siguieron por la carretera, dirigiéndose hacia la capital. Pero antes de llegar a Canilló, un pueblecito encajado en un ensanchamiento del valle, se encontraron con un número indeterminado de blindados españoles. Parecía que España tenía sus propios informantes en Andorra y había previsto el movimiento alemán. Los blindados españoles, armados con potentes cañones de campaña, habían contenido con facilidad a la columna alemana que había quedado encerrada en el valle.
La infantería a pie debía haberla reforzado, pero se encontró con un problema imprevisto: el puerto de Envalira empezó a ser bombardeado con cañones y morteros pesados, impidiendo cualquier tránsito por la carretera. Al amanecer el puerto fue objeto de un intenso ataque aéreo, efectuado por cazabombarderos de hélice que por su diseño parecían “Mustang” norteamericanos. La Luftwaffe había intentado frenarlos, pero se había enfrentado con reactores del tipo “Aviojet” que usando cohetes teledirigidos acabaron con una docena de aviones alemanes.
Con el dominio del aire, los españoles prosiguieron sus bombardeos, y luego llegó un nutrido grupo de “helicópteros”, las aeronaves de vuelo vertical que hasta ahora apenas se habían visto. Las tropas que desembarcaron ocuparon el paso de Envalira, cercando a la columna motorizada alemana.
La infantería alemana había realizado varios intentos valientes de retomar el paso, pero se encontró con un enorme volumen de fuego automático y artillero. La columna alemana atrapada fue destruida: las radios habían dejado de funcionar (los españoles emitían por la misma frecuencia pero a un volumen tremendo ese conjunto de ruidos que llamaban música) y aunque se escucharon muchas explosiones, al final del día disminuyeron de intensidad. En los días siguientes volvieron a Francia media docena de supervivientes que relataron el fin de la columna. Habían rebasado Massana y se acercaban a Canilló, cuando varios blindados de la cabeza estallaron. Pudieron ver algunos tanques de un tipo identificado como “M113” que habían armado con cañones pesados. También tenían morteros que barrieron la carretera, y luego llegaron helicópteros que primero llevaron tropas que ocuparon las alturas y luego ametrallaron la carretera. Los supervivientes tuvieron que escapar a los empinados bosques de las laderas, donde en los días siguientes fueron cazados uno a uno.
El resultado de las operaciones de Sallent y de Andorra había acabado siendo un desastre. En Sallent habían perdido un regimiento entero de artillería y no sabían si habían llegado a causar bajas a los españoles. En Andorra se había perdido un batallón entero.
Sin embargo, había signos positivos. Por una parte, era evidente que había conseguido atraer a gran parte del ejército español: no tenía datos directos sobre el número de tropas empeñadas, pero los testimonios de las tropas aludían a “diluvios de fuego” e “intensísimos bombardeos”, así como a la participación de muchos cañones y morteros pesados. También habían sido avistados buen número de blindados. Los analistas estimaban que tanto en el Valle de tena como en Andorra había participado al menos una división española. Teniendo en cuenta las reservas que tendrían más atrás, Blaskowitz pensaba que había conseguido atraer a la mitad del ejército español.
El otro signo interesante era que no se habían vuelto a ver aeronaves avanzadas. Los españoles habían usado sobre todo cazabombarderos de hélice cedidos por los norteamericanos, que seguían con su tradición de armar a los enemigos de Alemania. Los pocos reactores eran de un modelo que según los desertores, era de entrenamiento y disponible solo en pequeño número. Los helicópteros eran de tipos civiles que habían debido armar. Tampoco se había visto artillería de largo alcance ni habían usado bombas teledirigidas. Al parecer, los desertores tenían razón y España se estaba quedando sin armas modernas.
Con todo, Blaskowitz sabía que si presentaba los resultados que tenía sería relevado, si no le pasaba algo peor. Iba a tener que “adornar” un poco los balances. Por ejemplo, esos blindados que habían combatido en Andorra ¿seguro que no habían tenido bajas? Los supervivientes hablaban de tremendos fogonazos cada vez que disparaban. El bombardeo de Sallent seguramente habría causado daños muy graves. Además en Llivia había conseguido conquistar un pequeño fragmento de territorio español. Por otra parte, la Luftwaffe estaba haciendo sus propias estimaciones respecto a los aparatos españoles derribados.
Tu regere imperio fluctus Hispane memento
-
- General
- Mensajes: 23447
- Registrado: 28 Oct 2007, 21:59
- Ubicación: Hoy en mañolandia, mañana ya veremos
LA FRACTURA
Las luces de la ciudad se proyectaban sobre el mar en la madrugada, iluminando la entrada del puerto de Cartagena de forma clara. Esto mantenía las esperanzas del capitán, que ya conocía Cartagena desde años atrás, y si bien aquella y esta Cartagena no eran las mismas, no creía que la orografía o la disposición del puerto hubiesen cambiado demasiado. Una voz le saco entonces de su ensimismamiento. Se trataba del radiotelegrafista, que le informaba que el SOS enviado había sido recibido por las autoridades españolas que enviaban ayuda.
Minutos más tarde dos extraños aparatos de hala rotatoria sobrevolaban el petrolero que navegaba escorado, soltando una gran mancha de petróleo a causa del ataque con torpedos sufrido horas atrás. Por fortuna el petrolero había logrado continuar su viaje alejándose de su atacante y acercarse a España, donde tal vez pudiese recibir ayuda.
Durante las horas siguientes el capitán superviso la evacuación de varios heridos en los helicópteros y el remolque de su petrolero hacia el puerto de Cartagena. Por desgracia poco después se desato un incendio a bordo, posiblemente a causa de los daños sufridos por el torpedeamiento, pues se inició justo a escasos metros de la zona afectada. No mucho después dos barcos contraincendios llegaban hasta ellos y empezaban a lanzar grandes chorros de agua sobre el petrolero con sus cañones. La situación era sin embargo imposible de controlar, por lo que el práctico decidió sacar el petrolero a mar abierto una vez más, alejándolo de la ciudad. Nadie vio como el capitán pulsaba distraídamente un botón en el puente.
La terrible explosión volatilizo el petrolero. Segundos después una gran onda expansiva de gases recalentados golpeo la fragata Juan de Borbón arrancando sus antenas, doblando sus puertas y derritiendo el metal en algunos puntos. No muy lejos de allí el submarino Siroco era alcanzado de lleno viendo como su vela era completamente destrozada, destino similar al que sufrieron el resto de buques surtos en el puerto. Justo entonces llego la enorme ola provocada por la explosión que rompió los amarres de los buques lanzándolos contra los muelles y espigones, donde el metal de los buques se dobló como si fuese de papel, permitiendo al entrada de cientos de toneladas de agua.
En tierra la onda expansiva siguió su curso hasta chocar con los edificios, donde destruyo todos los cristales de la ciudad y provoco no pocos incendios. El Arsenal de la Armada, algo alejado se salvó con relativamente pocos daños, pero dos submarinos americanos que esperaban su transformación fueron destruidos. Un minuto después de la explosión, cuando la población aun trataba de salir de su aturdimiento, grandes trozos de metal procedentes del petrolero empezaron a llover del cielo. La explosión los había impulsado cientos de metros en el aire, llegando uno a caer a más de diez kilómetros del puerto, en el pueblo de La Unión, donde aplasto a un vecino causándole la muerte.
Era la victima dos mil trescientas ochenta y uno de esta terrible explosión.
Minutos más tarde dos extraños aparatos de hala rotatoria sobrevolaban el petrolero que navegaba escorado, soltando una gran mancha de petróleo a causa del ataque con torpedos sufrido horas atrás. Por fortuna el petrolero había logrado continuar su viaje alejándose de su atacante y acercarse a España, donde tal vez pudiese recibir ayuda.
Durante las horas siguientes el capitán superviso la evacuación de varios heridos en los helicópteros y el remolque de su petrolero hacia el puerto de Cartagena. Por desgracia poco después se desato un incendio a bordo, posiblemente a causa de los daños sufridos por el torpedeamiento, pues se inició justo a escasos metros de la zona afectada. No mucho después dos barcos contraincendios llegaban hasta ellos y empezaban a lanzar grandes chorros de agua sobre el petrolero con sus cañones. La situación era sin embargo imposible de controlar, por lo que el práctico decidió sacar el petrolero a mar abierto una vez más, alejándolo de la ciudad. Nadie vio como el capitán pulsaba distraídamente un botón en el puente.
La terrible explosión volatilizo el petrolero. Segundos después una gran onda expansiva de gases recalentados golpeo la fragata Juan de Borbón arrancando sus antenas, doblando sus puertas y derritiendo el metal en algunos puntos. No muy lejos de allí el submarino Siroco era alcanzado de lleno viendo como su vela era completamente destrozada, destino similar al que sufrieron el resto de buques surtos en el puerto. Justo entonces llego la enorme ola provocada por la explosión que rompió los amarres de los buques lanzándolos contra los muelles y espigones, donde el metal de los buques se dobló como si fuese de papel, permitiendo al entrada de cientos de toneladas de agua.
En tierra la onda expansiva siguió su curso hasta chocar con los edificios, donde destruyo todos los cristales de la ciudad y provoco no pocos incendios. El Arsenal de la Armada, algo alejado se salvó con relativamente pocos daños, pero dos submarinos americanos que esperaban su transformación fueron destruidos. Un minuto después de la explosión, cuando la población aun trataba de salir de su aturdimiento, grandes trozos de metal procedentes del petrolero empezaron a llover del cielo. La explosión los había impulsado cientos de metros en el aire, llegando uno a caer a más de diez kilómetros del puerto, en el pueblo de La Unión, donde aplasto a un vecino causándole la muerte.
Era la victima dos mil trescientas ochenta y uno de esta terrible explosión.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
-
- Teniente Coronel
- Mensajes: 2021
- Registrado: 27 Ene 2009, 18:25
LA FRACTURA
CAGLIARI (CERDEÑA)
-Se han vuelto locos, Mauro.-
-Pero, mi general, el mensaje ha sido confirmado como auténtico.-
-Precisamente por eso, en Roma se han vuelto completamente locos.-
-....
-Un división, dicen que me enviarán una división y aún encima ni Alpini, ni motorizada, ni nada,..., me envían una división de infantería, la 44ª Cremona que no ha pegado casi un tiro en lo que llevamos de guerra, y aún encima me dicen que me pueden enviar voluntarios de los camisas negras.-
-Roma cuenta con que luchen bien.-
-Luchar, lo que van a hacer es salir corriendo como en Libia o como hicieron en Gualadajara, y menos mal que es una isla porque si no, esos no paran hasta Milán. Has visto los informes, los franceses acumulan barcos y tropas en sus puertos de Argel, Orán, Túnez,..., y han enviado tropas a Córcega, donde ya tienen fuerzas y están los españoles. Cruzar a Cerdeña es apenas un salto desde el norte, y se redespliego más fuerzas hacia el norte, desembarcarán por el sur o por el oeste.-
-Roma debe tener algún plan.-
-Sabes tan bien como yo, que a esos estupidos del partido solo se les ocurre ideas descabelladas; y ahora quieren que resista con divisiones costeras y un puñado de unidades sueltas, que están atemorizados por las aeronaves españolas.-
-Tiene razón mi general, solo nos queda resistir,..., pero quizás solo para cubrir el expediente.-
-Si una lucha simbólica, a fin de cuentas es mejor evitar que nuestras tropas sean masacradas y rendirse a los españoles, evitando que los norteafricanos saqueen a la población. Sabes las órdenes que hay que transmitir a los comandantes.-
-Perfectamente, mi general.-
ROMA (ITALIA)
-¿Es cierto Giovanni?-
-Si Ettore, parece que la rendición del Duque de Aosta es un hecho cierto. Aunque algunas unidades resistan algo más, hemos perdido 370.000 efectivos, de ellos 110.000 italianos.-
-Pero ¿qué dicen en el Quirinal Pietro?.- Volviéndose hacia el tercer hombre.
-Ya te imaginas lo que dicen, venganza, victoria,..., palabras mi querido Ettore, el Duce dice palabras. Pero la situación empeora en todos los frentes.-
-Además Ettore, se baraja tu nombre para enviarte a Libia a sustituir a Gariboldi.-
-Ya me imaginaba que el sustituto de Graziani no duraría mucho. Me quieren cargar el marrón de otra capitulación.-
-Y no será la única.- Afirmó Giovanni, o los alemanes se meten y están deseándolo, o nos podemos olvidar de las islas mayores.-
-Pero ¿tenemos alternativa?.-
-Bueno el rey y algunos ministros están examinando las posibilidades, mira esto.- Pietro le entrega una carpeta que ponía Plan Eje, que lee con rapidez Ettore.
-Pero... ¿es cierto?-
-Por desgracia si, los españoles nos han mostrado pruebas de como quedará nuestra Italia como cruzada de sur a norte por arados.-
-Hay que hacer algo.-
-Mira Ettore, Pietro y yo ya estamos tomando medidas y preparando a los mandos. El Ejército del Po no debe marchar al sur, y se están preparando para resistir a los boches en el norte.-
-Si el Duce quiere iniciar los planes sobre Córcega podría encargarlo a los valerosos camisas negras.- Añadió Pietro. -Pero debemos preservar al ejército.
-Estoy con vosotros, apoyaré lo que diga el rey.-
-Se han vuelto locos, Mauro.-
-Pero, mi general, el mensaje ha sido confirmado como auténtico.-
-Precisamente por eso, en Roma se han vuelto completamente locos.-
-....
-Un división, dicen que me enviarán una división y aún encima ni Alpini, ni motorizada, ni nada,..., me envían una división de infantería, la 44ª Cremona que no ha pegado casi un tiro en lo que llevamos de guerra, y aún encima me dicen que me pueden enviar voluntarios de los camisas negras.-
-Roma cuenta con que luchen bien.-
-Luchar, lo que van a hacer es salir corriendo como en Libia o como hicieron en Gualadajara, y menos mal que es una isla porque si no, esos no paran hasta Milán. Has visto los informes, los franceses acumulan barcos y tropas en sus puertos de Argel, Orán, Túnez,..., y han enviado tropas a Córcega, donde ya tienen fuerzas y están los españoles. Cruzar a Cerdeña es apenas un salto desde el norte, y se redespliego más fuerzas hacia el norte, desembarcarán por el sur o por el oeste.-
-Roma debe tener algún plan.-
-Sabes tan bien como yo, que a esos estupidos del partido solo se les ocurre ideas descabelladas; y ahora quieren que resista con divisiones costeras y un puñado de unidades sueltas, que están atemorizados por las aeronaves españolas.-
-Tiene razón mi general, solo nos queda resistir,..., pero quizás solo para cubrir el expediente.-
-Si una lucha simbólica, a fin de cuentas es mejor evitar que nuestras tropas sean masacradas y rendirse a los españoles, evitando que los norteafricanos saqueen a la población. Sabes las órdenes que hay que transmitir a los comandantes.-
-Perfectamente, mi general.-
ROMA (ITALIA)
-¿Es cierto Giovanni?-
-Si Ettore, parece que la rendición del Duque de Aosta es un hecho cierto. Aunque algunas unidades resistan algo más, hemos perdido 370.000 efectivos, de ellos 110.000 italianos.-
-Pero ¿qué dicen en el Quirinal Pietro?.- Volviéndose hacia el tercer hombre.
-Ya te imaginas lo que dicen, venganza, victoria,..., palabras mi querido Ettore, el Duce dice palabras. Pero la situación empeora en todos los frentes.-
-Además Ettore, se baraja tu nombre para enviarte a Libia a sustituir a Gariboldi.-
-Ya me imaginaba que el sustituto de Graziani no duraría mucho. Me quieren cargar el marrón de otra capitulación.-
-Y no será la única.- Afirmó Giovanni, o los alemanes se meten y están deseándolo, o nos podemos olvidar de las islas mayores.-
-Pero ¿tenemos alternativa?.-
-Bueno el rey y algunos ministros están examinando las posibilidades, mira esto.- Pietro le entrega una carpeta que ponía Plan Eje, que lee con rapidez Ettore.
-Pero... ¿es cierto?-
-Por desgracia si, los españoles nos han mostrado pruebas de como quedará nuestra Italia como cruzada de sur a norte por arados.-
-Hay que hacer algo.-
-Mira Ettore, Pietro y yo ya estamos tomando medidas y preparando a los mandos. El Ejército del Po no debe marchar al sur, y se están preparando para resistir a los boches en el norte.-
-Si el Duce quiere iniciar los planes sobre Córcega podría encargarlo a los valerosos camisas negras.- Añadió Pietro. -Pero debemos preservar al ejército.
-Estoy con vosotros, apoyaré lo que diga el rey.-
- urquhart
- General de Ejército
- Mensajes: 11145
- Registrado: 06 Feb 2006, 13:13
- Ubicación: Barcelona
LA FRACTURA
LIVORNO
El Almirante Aimón, estaba cada vez más convencido de que los españoles dejaban actuar a sus anchas a sus hombres en Córcega... aunque a las vistas de las fotografías que le presentaban los agentes de Borghesse, todo hacía pensar que los medios modernos españoles estaban a punto de desaparecer por falta de repuestos; o bien todo se tartaba de una celada...
Al menos la presencia española en Córcega había supuesto un pequeño avance para la Regia Marina... las bases navales ya no estarían defendidas por los Fiat CR-42, y se había acelerado la producción del fabuloso Cannone da 90/53 y de la centrale di tiro Mod. Borletti-Galileo-San Giorgio (1)
Las incursiones españolas sobre las metrópolis mediterráneas habían aguijoneado al Consejo en acelerar algunos programas armamentísticos, sin por una vez tener en cuenta las habituales dádivas y corruptelas.
Los profesores Tiberio y Carrera trabajarían en un EC3 reducido, capaz de ser aerotransportado. Por suerte, habían sido exonerados de seguir dando clases en la Academia Naval, y contarían con la ayuda de los alumnos más cualificados. Lamentablemente la escasa experiencia de la Galileo, no permitía fabricar a buen ritmo los EC3 de serie.
En otro orden de cosas, la noticia de la rendición de su hermano Amedeo le supuso sentimeintos encontrados; por un lado la tristeza de saber que quedaría en manos de los ingleses; pero la alegría de saberlo vivo... además, las noticias de su rendición le llenaba de orgullo; ya que los británicos le rindieron honores de armas... aquella era la segunda ocasión en que se rendían tales honores en la guerra; la primera, cuando los franceses se rindieron en Lille en junio de 1940 (2), la segunda en Amba Alagi

El ulular de las sirenas le sacaron de sus pensamientos... aviones a baja cota se acercaban a la base le informaron... ¿torpederos?
(1) Se retirarían de servicio en la decada de los 70. El 90/53, era capaz en su uso como Antitanque de batir a cualquiera de los carros de combate aliados presentes en Africa e Italia. Una batería autopropulsada, 3 últimas unidades, en el Estrecho de Messina lograron retrasar el avance británico, hasta que se quedaron sin munición. Comparado con el Flak 18, el proyectil italiano pesaba 10,33 kg, frente a los 9,2 del alemán; y la Velocidad inicial del italiano era de 840 m/s, frente a la de 820 m/s del alemán. Su alcance AA máximo era de 12000 m., frente a los 9900 de su congenere alemán. Solo la munición alemana era superior, espoleta de tiempo mecánica frente a espoleta pirotécnica.
(2)
El Almirante Aimón, estaba cada vez más convencido de que los españoles dejaban actuar a sus anchas a sus hombres en Córcega... aunque a las vistas de las fotografías que le presentaban los agentes de Borghesse, todo hacía pensar que los medios modernos españoles estaban a punto de desaparecer por falta de repuestos; o bien todo se tartaba de una celada...
Al menos la presencia española en Córcega había supuesto un pequeño avance para la Regia Marina... las bases navales ya no estarían defendidas por los Fiat CR-42, y se había acelerado la producción del fabuloso Cannone da 90/53 y de la centrale di tiro Mod. Borletti-Galileo-San Giorgio (1)
Las incursiones españolas sobre las metrópolis mediterráneas habían aguijoneado al Consejo en acelerar algunos programas armamentísticos, sin por una vez tener en cuenta las habituales dádivas y corruptelas.
Los profesores Tiberio y Carrera trabajarían en un EC3 reducido, capaz de ser aerotransportado. Por suerte, habían sido exonerados de seguir dando clases en la Academia Naval, y contarían con la ayuda de los alumnos más cualificados. Lamentablemente la escasa experiencia de la Galileo, no permitía fabricar a buen ritmo los EC3 de serie.
En otro orden de cosas, la noticia de la rendición de su hermano Amedeo le supuso sentimeintos encontrados; por un lado la tristeza de saber que quedaría en manos de los ingleses; pero la alegría de saberlo vivo... además, las noticias de su rendición le llenaba de orgullo; ya que los británicos le rindieron honores de armas... aquella era la segunda ocasión en que se rendían tales honores en la guerra; la primera, cuando los franceses se rindieron en Lille en junio de 1940 (2), la segunda en Amba Alagi

El ulular de las sirenas le sacaron de sus pensamientos... aviones a baja cota se acercaban a la base le informaron... ¿torpederos?
(1) Se retirarían de servicio en la decada de los 70. El 90/53, era capaz en su uso como Antitanque de batir a cualquiera de los carros de combate aliados presentes en Africa e Italia. Una batería autopropulsada, 3 últimas unidades, en el Estrecho de Messina lograron retrasar el avance británico, hasta que se quedaron sin munición. Comparado con el Flak 18, el proyectil italiano pesaba 10,33 kg, frente a los 9,2 del alemán; y la Velocidad inicial del italiano era de 840 m/s, frente a la de 820 m/s del alemán. Su alcance AA máximo era de 12000 m., frente a los 9900 de su congenere alemán. Solo la munición alemana era superior, espoleta de tiempo mecánica frente a espoleta pirotécnica.
(2)

Tempus Fugit
-
- Cabo
- Mensajes: 108
- Registrado: 15 Nov 2015, 20:41
- Ubicación: Madrid
LA FRACTURA
ZAFRA
Quien le iba a decir a D. Juan Díaz de Terán cuando en 1883 monto un humilde negocio de maderas en un pueblito de Badajoz que sus descendientes iban a acabar fabricando motores de avión.
Ya en los años 40 algunos le llamaron locos cuando desde Zafra empezaron a fabricar pequeños motores Diesel que se hicieron omnipresentes en la España de la posguerra, llegando a producir más de 30.000 motores al año. Después pasó a manos alemanas, se cambió el nombre para llamarse DEUTZ y con el tiempo fue abandonando la fabricación de motores. El último motor completo salió de fábrica en 2007 para luego centrarse en la fabricación de piezas y partes en el sector de la automoción. Pocos conocían que las culatas de sus afamados BMW procedían de un pueblecito de Badajoz.
Con la Fractura al igual que otras empresas, DEUTZ se quedó sin dueño y sin clientes, así que la dirección además cambiar el nombre a la empresa para volver a ser la DITER de toda la vida, empezó a desempolvar los plano de motores DIESEL que hasta no hacía mucho fabricaban. Sabían que sus motores simples y robustos eran ideales para equipar grupos electrógenos, tractores, maquinarias de obras públicas y tendrían mucha aceptación tanto en España como en el extranjero.
Como era de esperar, al poco tiempo se pusieron en contacto ellos otros fabricantes de motores, para encargarles la producción de diferente piezas. Lo que no esperaban es que las piezas que les estaban encargando no fuesen para instalarse en vehículos. Ahora estaban pidiendo que fabricaran piezas para aviones.
Rápidamente se dieron cuenta de las posibilidades de negocio en el sector aeronáutico y no les costó mucho identificar un nicho de negocio en el que su experiencia podrá ser muy útil. Iban a fabricar motores para aviación general, concretamente LYCOMING de 4 y 6 cilindros, no en vano habían estado fabricando motores DIESEL refrigerados por aire y un LYCOMING es lo más parecido al motor de un Tractor refrigerado por aire.
Cuando los ingenieros de DITER vieron por primero vez el motor que tenían que copiar pensaron que era una broma. Ante ellos tenían un motor de lo más simple, sin apenas tecnología, nada de electrónica, funcionaba con carburadores y la mezcla se regulaba de forma manual……sus motores DIESEL eran mucho más complejos y avanzados, aunque luego vieron que la cosa tenia truco.
Pronto comprobaron que si bien el motor era tecnológicamente muy simple, su fabricación no era tan sencilla. Estos motores LYCOMING estaban construidos con una precisión digna de un reloj suizo y no era tan fácil copiarlo con una mínima fiabilidad en su funcionamiento.
Aun así, unas pocas unidades preserie del motor de 4 cilindros y 125Cv pudieron empezar a entregarse a los 6 meses de La Fractura, pero con un TBO de solo 500 horas, es decir una cuarta parte de la TBO del motor original.
El motor de 6 cilindros y 235 CV tardó 3 meses más y tenia los mismos problemas de fiabilidad que el de 4. Con el tiempo ya irían mejorando la fiabilidad y aumentando la potencia de los motores.
Tras casi 18 de trabajo se había conseguido TBO razonables de 1.500 Horas y se empezaban a entregar en número creciente a la fábrica de helicópteros que se había instalado en las antiguas instalaciones de EBRO KUBOTA en el Aeródromo de Cuatro Vientos
Continuara……
Quien le iba a decir a D. Juan Díaz de Terán cuando en 1883 monto un humilde negocio de maderas en un pueblito de Badajoz que sus descendientes iban a acabar fabricando motores de avión.
Ya en los años 40 algunos le llamaron locos cuando desde Zafra empezaron a fabricar pequeños motores Diesel que se hicieron omnipresentes en la España de la posguerra, llegando a producir más de 30.000 motores al año. Después pasó a manos alemanas, se cambió el nombre para llamarse DEUTZ y con el tiempo fue abandonando la fabricación de motores. El último motor completo salió de fábrica en 2007 para luego centrarse en la fabricación de piezas y partes en el sector de la automoción. Pocos conocían que las culatas de sus afamados BMW procedían de un pueblecito de Badajoz.
Con la Fractura al igual que otras empresas, DEUTZ se quedó sin dueño y sin clientes, así que la dirección además cambiar el nombre a la empresa para volver a ser la DITER de toda la vida, empezó a desempolvar los plano de motores DIESEL que hasta no hacía mucho fabricaban. Sabían que sus motores simples y robustos eran ideales para equipar grupos electrógenos, tractores, maquinarias de obras públicas y tendrían mucha aceptación tanto en España como en el extranjero.
Como era de esperar, al poco tiempo se pusieron en contacto ellos otros fabricantes de motores, para encargarles la producción de diferente piezas. Lo que no esperaban es que las piezas que les estaban encargando no fuesen para instalarse en vehículos. Ahora estaban pidiendo que fabricaran piezas para aviones.
Rápidamente se dieron cuenta de las posibilidades de negocio en el sector aeronáutico y no les costó mucho identificar un nicho de negocio en el que su experiencia podrá ser muy útil. Iban a fabricar motores para aviación general, concretamente LYCOMING de 4 y 6 cilindros, no en vano habían estado fabricando motores DIESEL refrigerados por aire y un LYCOMING es lo más parecido al motor de un Tractor refrigerado por aire.
Cuando los ingenieros de DITER vieron por primero vez el motor que tenían que copiar pensaron que era una broma. Ante ellos tenían un motor de lo más simple, sin apenas tecnología, nada de electrónica, funcionaba con carburadores y la mezcla se regulaba de forma manual……sus motores DIESEL eran mucho más complejos y avanzados, aunque luego vieron que la cosa tenia truco.
Pronto comprobaron que si bien el motor era tecnológicamente muy simple, su fabricación no era tan sencilla. Estos motores LYCOMING estaban construidos con una precisión digna de un reloj suizo y no era tan fácil copiarlo con una mínima fiabilidad en su funcionamiento.
Aun así, unas pocas unidades preserie del motor de 4 cilindros y 125Cv pudieron empezar a entregarse a los 6 meses de La Fractura, pero con un TBO de solo 500 horas, es decir una cuarta parte de la TBO del motor original.
El motor de 6 cilindros y 235 CV tardó 3 meses más y tenia los mismos problemas de fiabilidad que el de 4. Con el tiempo ya irían mejorando la fiabilidad y aumentando la potencia de los motores.
Tras casi 18 de trabajo se había conseguido TBO razonables de 1.500 Horas y se empezaban a entregar en número creciente a la fábrica de helicópteros que se había instalado en las antiguas instalaciones de EBRO KUBOTA en el Aeródromo de Cuatro Vientos
Continuara……
-
- Teniente Coronel
- Mensajes: 2021
- Registrado: 27 Ene 2009, 18:25
LA FRACTURA
OBERBEFEHLSHABER DER MARINE (ALEMANIA)
-Mensaje urgente de uno de nuestros submarinos en el Golfo de Cádiz, señor.-
-¿Cuál es su contenido?.-
-Informa de que ha detectado a una formación de portaaviones y acorazados enemigos entrando en el Estrecho.-
-¿Qué? ¿Cuantas unidades?-
-Al menos cinco portaaviones y más de una decena de acorazados y unidades pesadas. Ha procedido a atacarlos y afirma haber hundido un portaaviones que ha identificado como el HMS Ark Royal.
-¿Confirma el hundimiento?-
-Si, ha oído detonación de las máquinas, pero el submarino ha sido averiado en el contraataque.-
-¿Ha identificado el resto de unidades?-
-No está seguro, pero cree que eran el Formidable, el Furius, Eagle y el Bearn.-
-¿El Bearn?-
-Si señor, además ha identificado también dos acorazados clase Nelson, dos King George V, varios Queen Elizabeth y Revenge.-
-Pongame de inmediato con el Almirante Döenitz.-
RODAS (DODECANESO ITALIANO)
-Señor uno de nuestros aviones de reconocimiento ha avistado una formación saliendo de la costa egipcia.-
-¿Cuantas unidades y su rumbo?.-
-....
-Informa de que innumerables, que parece que hay al menos tres o cuatro portaaviones y un número incontable de barcos pesados.
Y su rumbo...Su rumbo es este.-
TRIPOLI (LIBIA)
-General,..., general Gariboldi.-
-¿Que ha sucedido coronel Renzo?.- Levantando la vista de los mapas.
-Señor, inteligencia informa de silencio radial absoluto en Túnez y Egipto. También parece que han cesado todas las comunicaciones telefónicas en el norte de África.-
-Ya comienza,..., maldición si tuvieramos a ese Zorro del Desierto que parecía invencible según la versión de la Historia que los españoles traían, pero su Führer no se fía y prefiere reservárselo. Y nosotros aquí a dos manos. Bien, alerta general a todos los puestos.-
-Mensaje urgente de uno de nuestros submarinos en el Golfo de Cádiz, señor.-
-¿Cuál es su contenido?.-
-Informa de que ha detectado a una formación de portaaviones y acorazados enemigos entrando en el Estrecho.-
-¿Qué? ¿Cuantas unidades?-
-Al menos cinco portaaviones y más de una decena de acorazados y unidades pesadas. Ha procedido a atacarlos y afirma haber hundido un portaaviones que ha identificado como el HMS Ark Royal.
-¿Confirma el hundimiento?-
-Si, ha oído detonación de las máquinas, pero el submarino ha sido averiado en el contraataque.-
-¿Ha identificado el resto de unidades?-
-No está seguro, pero cree que eran el Formidable, el Furius, Eagle y el Bearn.-
-¿El Bearn?-
-Si señor, además ha identificado también dos acorazados clase Nelson, dos King George V, varios Queen Elizabeth y Revenge.-
-Pongame de inmediato con el Almirante Döenitz.-
RODAS (DODECANESO ITALIANO)
-Señor uno de nuestros aviones de reconocimiento ha avistado una formación saliendo de la costa egipcia.-
-¿Cuantas unidades y su rumbo?.-
-....
-Informa de que innumerables, que parece que hay al menos tres o cuatro portaaviones y un número incontable de barcos pesados.
Y su rumbo...Su rumbo es este.-
TRIPOLI (LIBIA)
-General,..., general Gariboldi.-
-¿Que ha sucedido coronel Renzo?.- Levantando la vista de los mapas.
-Señor, inteligencia informa de silencio radial absoluto en Túnez y Egipto. También parece que han cesado todas las comunicaciones telefónicas en el norte de África.-
-Ya comienza,..., maldición si tuvieramos a ese Zorro del Desierto que parecía invencible según la versión de la Historia que los españoles traían, pero su Führer no se fía y prefiere reservárselo. Y nosotros aquí a dos manos. Bien, alerta general a todos los puestos.-
-
- General
- Mensajes: 15039
- Registrado: 13 Ago 2014, 16:15
LA FRACTURA
Los inspectores habían completado la evaluación de los daños causados por el atentado de Cartagena. Atentado y no accidente, porque desde el primer momento resultó claro que no se trataba de la explosión accidental de un petrolero. Los testigos presenciales hablaban de una detonación y no de una bola de fuego, y el olor a amoníaco que se había extendido por las calles de la pobre ciudad mostraba a las claras que el desastre había sido causado por la explosión de una ingente cantidad de explosivos.
La explosión había volatilizado los restos del buque bomba, y el mayor fragmento encontrado era una plancha de cuatro toneladas, que había tenido la mala fortuna de caer en el arsenal, causando serios daños en dos submarinos que estaban atracados esperando su conversión. Sin embargo la intrincada forma de la rada había salvado a los buques surtos en Cartagena de destrucciones peores. La explosión se había producido ene l canal de acceso al puerto, pues el barco había desoído las órdenes de atracar en el muelle exterior de Escombreras, y se había lanzado contra el puerto. Estaba enfilando la bocana de la rada cuando detonó; probablemente debido a que el patrullero Mazarrón (uno de los yates convertidos) estaba tratando de abordarlo. Al menos eso decían los testigos, porque el Mazarrón también se había volatilizado, igual que el remolcador de rada Y124, que había tratado de detener al (supuesto) petrolero hasta que faltó el remolque.
En una primera inspección, los destrozos y el número de víctimas eran muy elevados, sin embargo una reevaluación posterior disminuyó su número. Afortunadamente el atentado había tenido lugar por la noche, sin apenas gente en las calles y con las persianas bajadas: las terribles heridas causadas por los cristales no fueron excesivamente numerosas. Había más de un millar de heridos, pero casi todos leves, causados por la caída de cielorrasos u objetos. La mayor parte de las víctimas mortales se produjeron entre el personal que trataba de auxiliar al petrolero, aunque un grupo de trasnochadores que se acercó al muelle para contemplar lo que ocurría pagó su osadía cuando una ola lo arrastró. Los escombros que llegaron a caer a gran distancia también causaron algunas víctimas, aunque los peores efectos se habían producido en el arsenal, donde el propelente de un misil que había sido desembarcado de la fragata Juan de Borbón detonó, iniciando una cadena de explosiones que fue la causante de la mayor parte de los daños en la fragata y en el submarino Siroco.
La explosión había volatilizado los restos del buque bomba, y el mayor fragmento encontrado era una plancha de cuatro toneladas, que había tenido la mala fortuna de caer en el arsenal, causando serios daños en dos submarinos que estaban atracados esperando su conversión. Sin embargo la intrincada forma de la rada había salvado a los buques surtos en Cartagena de destrucciones peores. La explosión se había producido ene l canal de acceso al puerto, pues el barco había desoído las órdenes de atracar en el muelle exterior de Escombreras, y se había lanzado contra el puerto. Estaba enfilando la bocana de la rada cuando detonó; probablemente debido a que el patrullero Mazarrón (uno de los yates convertidos) estaba tratando de abordarlo. Al menos eso decían los testigos, porque el Mazarrón también se había volatilizado, igual que el remolcador de rada Y124, que había tratado de detener al (supuesto) petrolero hasta que faltó el remolque.
En una primera inspección, los destrozos y el número de víctimas eran muy elevados, sin embargo una reevaluación posterior disminuyó su número. Afortunadamente el atentado había tenido lugar por la noche, sin apenas gente en las calles y con las persianas bajadas: las terribles heridas causadas por los cristales no fueron excesivamente numerosas. Había más de un millar de heridos, pero casi todos leves, causados por la caída de cielorrasos u objetos. La mayor parte de las víctimas mortales se produjeron entre el personal que trataba de auxiliar al petrolero, aunque un grupo de trasnochadores que se acercó al muelle para contemplar lo que ocurría pagó su osadía cuando una ola lo arrastró. Los escombros que llegaron a caer a gran distancia también causaron algunas víctimas, aunque los peores efectos se habían producido en el arsenal, donde el propelente de un misil que había sido desembarcado de la fragata Juan de Borbón detonó, iniciando una cadena de explosiones que fue la causante de la mayor parte de los daños en la fragata y en el submarino Siroco.
Tu regere imperio fluctus Hispane memento
- urquhart
- General de Ejército
- Mensajes: 11145
- Registrado: 06 Feb 2006, 13:13
- Ubicación: Barcelona
LA FRACTURA
LIVORNO
Los buzos habían logrado recuperar dos de los artefactos que habían lanzado los aviones desconocidos, aunque saltaba a la vista que eran españoles... parecía una broma de mal gusto

Una especie de barril, con una serie de luces que parpadeaban. Las luces eran pequeñísimas bombillas; y parecían repetir una secuencia... Uno de los guardiamarinas enseguida se dió cuenta que se trataba de código Morse... por si acaso, sacó de una de las aulas de radio una tablilla...

Direttore.... Amiraglio... esto... es morse... y simplemente dice BUON GIORNO LIVORNO
Abran la caja de las luces... con cuidado...
Un mecánico siguió las ordenes del Almirante Director de la Academia Naval, pero tan pronto empezó a destornillar la tapa transparente que protegía las lucecitas, un desagradable olor a fuego eléctrico fue percibido por los allí presentes. Tras abrir lo que quedaba de tapa, solo eran reconocibles una sarta de cables eléctricos; y los restos de un recipiente de vidrio. Armeros navales desmontaron el artefacto, encontrando en su interior tan solo un bloque de cemento.
Similares artefactos habían sido lanzados frente a varios puertos del Tirreno. El mensaje era claro. Tras los raids sobre las ciudades, los españoles habían demostrado su capacidad de atacar las bases navales italianas; sin que hubieran sido interceptados, ni descubiertos hasta el último momento. A diferencia de la anterior demostración, ésta se había producido a plena luz del día.
Los buzos habían logrado recuperar dos de los artefactos que habían lanzado los aviones desconocidos, aunque saltaba a la vista que eran españoles... parecía una broma de mal gusto

Una especie de barril, con una serie de luces que parpadeaban. Las luces eran pequeñísimas bombillas; y parecían repetir una secuencia... Uno de los guardiamarinas enseguida se dió cuenta que se trataba de código Morse... por si acaso, sacó de una de las aulas de radio una tablilla...

Direttore.... Amiraglio... esto... es morse... y simplemente dice BUON GIORNO LIVORNO
Abran la caja de las luces... con cuidado...
Un mecánico siguió las ordenes del Almirante Director de la Academia Naval, pero tan pronto empezó a destornillar la tapa transparente que protegía las lucecitas, un desagradable olor a fuego eléctrico fue percibido por los allí presentes. Tras abrir lo que quedaba de tapa, solo eran reconocibles una sarta de cables eléctricos; y los restos de un recipiente de vidrio. Armeros navales desmontaron el artefacto, encontrando en su interior tan solo un bloque de cemento.
Similares artefactos habían sido lanzados frente a varios puertos del Tirreno. El mensaje era claro. Tras los raids sobre las ciudades, los españoles habían demostrado su capacidad de atacar las bases navales italianas; sin que hubieran sido interceptados, ni descubiertos hasta el último momento. A diferencia de la anterior demostración, ésta se había producido a plena luz del día.
Tempus Fugit
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: ClaudeBot [Bot] y 0 invitados