Hola amigos:
Ha fallecido el pasado 5 de diciembre en la localidad suiza de Aubonne como consecuencia de leucemia crónica y de carcinoma espinocelular con metástasis.
Miguel I de Rumanía, Príncipe de Hohenzolern había nacido el 25 de ocutubre de 1927. Fue rey de los rumanos del 20 de julio de 1927 al 8 de junio de 1930, y otra vez del 6 de septiembre de 1940 hasta el 30 de diciembre de 1947, cuando fue depuesto; vivió en el exilio hasta 1997, cuando fue autorizado a volver a su país. No obstante, continuó residiendo en Versoix (Suiza).
Hijo del entonces príncipe heredero Carlos de Rumanía y la princesa Elena de Grecia, y nieto del rey Fernando I de Rumania, que reinaba entonces.
Fue tataranieto de la reina Victoria del Reino Unido y el rey Cristián IX de Dinamarca, primo del rey Constantino II de Grecia, del duque de Edimburgo y de la reina Sofía de España. También era primo en tercer grado de la reina Isabel II, del anterior rey de España, Juan Carlos I, del rey Carlos XVI Gustavo de Suecia, de la reina Margarita II de Dinamarca y del rey Harald V de Noruega.
Cuando Carlos huye con su amante Elena Magdalena Lupescu —de ascendencia judía, más tarde su esposa— fue obligado por su padre Fernando I a renunciar al trono rumano en enero de 1926 y las autoridades designaron como heredero a Miguel.
A la muerte de su abuelo, el 27 de julio de 1927 y con tan solo 6 años, fue proclamado rey de Rumania, aunque al frente del país quedaba un consejo de regencia que su abuelo proclamó en su testamento póstumo encabezado por su tío, el príncipe Nicolás de Rumania e integrado además por el patriarca Miron Cristea y Gheorghe Buzdugan, presidente del Tribunal Supremo rumano.
En éste periodo Rumanía estuvo bajo la influencia francesa y vivió un periodo de crecimiento económico fruto de la exportación de petróleo, pero como consecuencia de la crisis del 29 hubo cierta desestabilización social.
En 1930 su padre regresó repentinamente al país con la invitación de políticos descontentos con la regencia, y aprovechando la situación de minoría de edad de su hijo y la complicada situación política en Europa recuperó el trono el 8 de junio de 1930 como Carlos II, designando a Miguel como el príncipe heredero.
En los diez años que duró el reinado de su padre (1930-1940) Miguel I, de nuevo príncipe, aprovechó para recibir una educación adecuada a su futura responsabilidad. En el ámbito internacional Carlos II no pudo evitar la caída de Rumania en el área de influencia germano-italiana. Como resultado del pacto germano soviético Ribbentrop-Molotov Rumania, según una cláusula secreta, perdió ante la URSS Besarabia (actual República de Moldavia) y Bucovina, que Rusia había ganado en la guerra contra el Imperio Otomano y que le fueron arrebatados aprovechando el descontrol de la Revolución. En el ámbito interno la aparición de la Guardia de Hierro y la violencia que esta desencadenó enturbió la vida social y política rumana ante la impotencia del rey Carlos II. Ante todo esto el rey abdicó en su hijo el 5 de septiembre de 1940 y huyó del país dejando a Miguel I al frente de la monarquía rumana en un momento muy delicado. Miguel fue coronado rey el 6 de septiembre de 1940.
Os podeís imaginar la situación, en medio de una guerra mundial, descontento social y violencia política. Miguel optó por poner al frente del gobierno a un militar: el General Antonescu, que terminó de meter a su país en la guerra. Cuando ésta acabó por ir de mal en peor Miguel encargó al Ministro de Exteriores que sondeara a los aliados para un armisticio separado. Ante la caída del Frente Oriental y la contraofensiva soviética, el 23 de agosto de 1944 Miguel I ordenó detener al Gobierno Antonescu y formó un gobierno de concertación que pidió oficialmente el armisticio a los Aliados ese mismo día.1 Al día siguiente, Rumanía se retiró del Pacto Tripartito.
Después del bombardeo alemán de Bucarest, el Gobierno rumano declaró la guerra al Eje el 25 de agosto.1 El 12 de septiembre de 1944 firmó el armisticio de Moscú por el que Rumania renunciaba a Basarabia y el norte de Bucovina (que los había recuperado la URSS), el sur de Dobrudja (cedida a Bulgaria), pero recuperaba el norte de Transilvania, ocupada por Hungría tras el Segundo arbitraje de Viena.1 También se aceptó pagar en concepto de reparación de daños de guerra a los Aliados la cantidad de 300 millones de dólares.
Con la II Guerra Mundial concluida y el país ocupado por los soviéticos su posición se debilitó y tras las elecciones del 19 de marzo de 1946 tuvo que abdicar y abandonar el país. Fue desposeido de la nacionalidad y sus propiedades confiscadas. Primero huyó a Londres y al final se estableció en Suiza.
En 1997 se le autorizó a volver a Rumania y se le concedieron algunas propiedades confiscadas a su familia tras la caída de la monarquía, como el Castillo Peleş de Sinaia, dentro del proceso de reconciliación que propició el presidente Ion Iliescu en el año 2000 en el que también se le volvió a reconocer la ciudadanía rumana.
En 2001 recuperó el título de rey, al ser reconocido también como antiguo jefe del Estado. Su intensa labor en Rumania, ajena a la política de los partidos y muy vinculada a iniciativas de carácter social, le llevó a ejercer el patronazgo de diversas obras sociales de beneficencia, lo que contribuyó decisivamente a engrandecer su prestigio como referente moral de un país en el que la clase política no ha gozado precisamente de un gran respeto por parte de la ciudadanía.
Miguel de Rumania pronunció el 25 de octubre de 2011 su primer discurso ante el Parlamento de su país desde 1947, cuando había sido derrocado para la proclamación de la República Popular Rumana.

En la foto de joven.

Y aquí, sentado, cuando habló en el parlamento rumano.
Hasta otra. ><>
Fuente para la biografía: wikipedia.