Los habitantes de Burdeos asistieron, alborozados, al pánico que parecía haber contagiado a sus ocupantes alemanes. Cargaban los frutos de un año de rapiñas en coches y camiones con los que se hacían a la carretera, buscando una seguridad que no existía, como recordaban las bombas españolas seguían cayendo. Lanzadas por aviones que se mantenían fuera del alcance de los antiaéreos, habían cortado todos los puentes sobre el Loira (la destrucción del Pont de Pierre fue muy lamentada), hundían a los barcos que permanecían en el muelle, y aplastaban las posiciones de los antiaéreos.
Los vehículos robados por los alemanes se aglomeraban en los muelles, esperando montar en los trasbordadores que los llevasen a la otra orilla y a la seguridad. El cruce del Garona, sin embargo, estaba resultando tan peligroso como una batalla campal, y una y otra vez se escuchaban los agudos silbidos de los motores de los aviones cohetes, seguidos de atronadoras explosiones. Los restos de media docena de barcazas mostraban el efecto de las bombas.
Incluso en el caos los disciplinados germanos mantenían ordenadamente las colas y daban prioridad a los coches cuyos banderines señalaban el alto grado o la afiliación al partido de sus ocupantes. Pero entonces se escuchó un sonido lejano que hizo que toda apariencia de orden se esfumase, con soldados y generales peleando por montar en los últimos botes. Desde el sur llegaba el distintivo tañir de las campanas, que saludaban la liberación.
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Domper
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El puesto de mando del mariscal Von Runstedt se preparaba para escapar de Montauban, su última localización, pues al parecer el ataque español había cambiado de dirección.
Hasta el momento se habían identificado tres grandes masas españolas, cada una con centenares de tanques y blindados de todo tipo, equivalentes a los cuerpos panzer. Tras la ruptura de Dantxarinea se habían abierto como los pétalos de una flor: una había rodeado al decimosexto ejército en la costa, otra había cruzado el Adour siguiendo hacia el noroeste, y la tercera había destruido al grupo panzer de Guderian. Pero en las últimas cuarenta y ocho horas los españoles habían modificado su sentido de avance. La destrucción del decimosexto había sido encomendada a los aliados: se había detectado la presencia de unidades francesas, apoyadas por tanques pesados. La masa occidental, formada alrededor de la división acorazada Guadarrama (según las declaraciones de un piloto apresado, uno de los pocos prisioneros que habían hecho), había dejado Burdeos a un lado, y tras pasar por Dax y Mont-de-Marsan, parecían dirigirse hacia Agen, en el Garona.
Una segunda columna, la de la división Extremadura, avanzaba en paralelo, aparentemente hacia Montauban: los helicópteros españoles ya rondaban en las cercanías. La tercera columna, la que había destruido a los tanques de Guderian, estaba formada por la división Guzmán el Bueno, un antiguo héroe medieval español. Avanzando en dirección este, se estaba acercando a Toulouse.
La amenaza era más que evidente: estaban a menos de doscientos kilómetros de la costa mediterránea, y al ritmo que avanzaban podrían llegar en tres o cuatro días. En la enorme bolsa que se formaría quedarían atrapados los grupos de ejército centro y este, con por lo menos un millón de hombres; tras semejante desastre la derrota alemana sería inevitable.
Que el despliegue español ofrecía muchas oportunidades para un contrataque no escapaba de los ojos del mariscal. El flanco norte se apoyaba en el Garona, que al parecer era vigilado solo por patrullas como las que habían entrado en Burdeos. También el otro flanco quedaba abierto a los contrataques. Si dispusiese de fuerzas para hacerlo… pero no las tenía.
El Grupo de Ejércitos Oeste ya no existía y se había dejado de recibir noticias del general Model. Los restos del grupo panzer de Guderian habían sido destruidos. Los que habían podido eludir el cerco en Hasparren y San Juan de Luz habían sido alcanzados al norte de Oloron. Los tanques que les quedaban habían tenido que ser abandonados por falta de combustible, y los supervivientes trataban de escapar a pie. El Grupo de Ejércitos Centro, en el Pirineo Central, estaba en posición ideal para contratacar el flanco español, pero además de no tener fuerzas móviles, se estaba desmoronando: unidades transportadas en helicópteros estaban cercando a las divisiones alemanas una por una.
Tan solo el Grupo de Ejércitos Este, con el segundo grupo panzer de Hoth, tenían capacidad combativa, a pesar de haber sufrido intensos bombardeos. Aun estaba a tiempo de utilizar los tanques para mantener abiertas las comunicaciones, y retirar por ahí al grupo este y lo que quedase del centro. Pero al cabo austríaco se le había ocurrido una idea mejor.
El cabo, mirando solo mapas, pensaba que los españoles estaban tan dispersos que era el momento de golpearles y destruirles. Para ello no se le había ocurrido mejor idea que fraccionar el mando. El mariscal Von Runstedt solo conservaría las tropas al norte del Garona y Toulouse, mientras que Model (suponiendo que siguiese vivo) comandaría las del sur. Los panzer de Hoth tenían que dirigirse hacia Tarbes, y Von Runstedt debía reunir una segunda masa acorazada con las divisiones panzer que se enviarían desde el Reich. Ambas atacarían al unísono y cercarían a lo mejor del ejército español. Luego solo quedaría hacerse con el botín.
El mariscal pensaba que Hitler también podría haber ordenado la participación de la armada selenita y de la tercera división de marcianos: puestos a soñar, mejor a lo grande. Pensar que Hoth iba a poderse desplazar hasta Tarbes era ridículo, y las divisiones panzer prometidas eran unidades de instrucción con tanques anticuados. Lo que realmente había que hacer era preparar la retirada al Sena o incluso a la frontera, mientras se reequipaba el ejército con armas capaces de batir a las españolas. Pero órdenes eran órdenes.
Hasta el momento se habían identificado tres grandes masas españolas, cada una con centenares de tanques y blindados de todo tipo, equivalentes a los cuerpos panzer. Tras la ruptura de Dantxarinea se habían abierto como los pétalos de una flor: una había rodeado al decimosexto ejército en la costa, otra había cruzado el Adour siguiendo hacia el noroeste, y la tercera había destruido al grupo panzer de Guderian. Pero en las últimas cuarenta y ocho horas los españoles habían modificado su sentido de avance. La destrucción del decimosexto había sido encomendada a los aliados: se había detectado la presencia de unidades francesas, apoyadas por tanques pesados. La masa occidental, formada alrededor de la división acorazada Guadarrama (según las declaraciones de un piloto apresado, uno de los pocos prisioneros que habían hecho), había dejado Burdeos a un lado, y tras pasar por Dax y Mont-de-Marsan, parecían dirigirse hacia Agen, en el Garona.
Una segunda columna, la de la división Extremadura, avanzaba en paralelo, aparentemente hacia Montauban: los helicópteros españoles ya rondaban en las cercanías. La tercera columna, la que había destruido a los tanques de Guderian, estaba formada por la división Guzmán el Bueno, un antiguo héroe medieval español. Avanzando en dirección este, se estaba acercando a Toulouse.
La amenaza era más que evidente: estaban a menos de doscientos kilómetros de la costa mediterránea, y al ritmo que avanzaban podrían llegar en tres o cuatro días. En la enorme bolsa que se formaría quedarían atrapados los grupos de ejército centro y este, con por lo menos un millón de hombres; tras semejante desastre la derrota alemana sería inevitable.
Que el despliegue español ofrecía muchas oportunidades para un contrataque no escapaba de los ojos del mariscal. El flanco norte se apoyaba en el Garona, que al parecer era vigilado solo por patrullas como las que habían entrado en Burdeos. También el otro flanco quedaba abierto a los contrataques. Si dispusiese de fuerzas para hacerlo… pero no las tenía.
El Grupo de Ejércitos Oeste ya no existía y se había dejado de recibir noticias del general Model. Los restos del grupo panzer de Guderian habían sido destruidos. Los que habían podido eludir el cerco en Hasparren y San Juan de Luz habían sido alcanzados al norte de Oloron. Los tanques que les quedaban habían tenido que ser abandonados por falta de combustible, y los supervivientes trataban de escapar a pie. El Grupo de Ejércitos Centro, en el Pirineo Central, estaba en posición ideal para contratacar el flanco español, pero además de no tener fuerzas móviles, se estaba desmoronando: unidades transportadas en helicópteros estaban cercando a las divisiones alemanas una por una.
Tan solo el Grupo de Ejércitos Este, con el segundo grupo panzer de Hoth, tenían capacidad combativa, a pesar de haber sufrido intensos bombardeos. Aun estaba a tiempo de utilizar los tanques para mantener abiertas las comunicaciones, y retirar por ahí al grupo este y lo que quedase del centro. Pero al cabo austríaco se le había ocurrido una idea mejor.
El cabo, mirando solo mapas, pensaba que los españoles estaban tan dispersos que era el momento de golpearles y destruirles. Para ello no se le había ocurrido mejor idea que fraccionar el mando. El mariscal Von Runstedt solo conservaría las tropas al norte del Garona y Toulouse, mientras que Model (suponiendo que siguiese vivo) comandaría las del sur. Los panzer de Hoth tenían que dirigirse hacia Tarbes, y Von Runstedt debía reunir una segunda masa acorazada con las divisiones panzer que se enviarían desde el Reich. Ambas atacarían al unísono y cercarían a lo mejor del ejército español. Luego solo quedaría hacerse con el botín.
El mariscal pensaba que Hitler también podría haber ordenado la participación de la armada selenita y de la tercera división de marcianos: puestos a soñar, mejor a lo grande. Pensar que Hoth iba a poderse desplazar hasta Tarbes era ridículo, y las divisiones panzer prometidas eran unidades de instrucción con tanques anticuados. Lo que realmente había que hacer era preparar la retirada al Sena o incluso a la frontera, mientras se reequipaba el ejército con armas capaces de batir a las españolas. Pero órdenes eran órdenes.
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urquhart
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Diario de Galeazzo Ciano
Diario de Galeazzo Ciano
Este ha sido un día que quedará grabado en la Historia... Los alemanes abandonan Burdeos, perseguidos por tierra y por aire por los españoles, y por mar por los británicos.
Desde BETASOM, gracias a la radio del Sommegibile Baracca, como no de la clase Marconi, hemos tenido conocimiento de este suceso... los alemanes deberían estar entrando en Madrid, y bien al contrario, huyen en dirección a Berlín.
He contactado con Vázquez, y en Lisboa el Embajador Scoppa con los españoles acerca del futuro de nuestros marinos. Nuestros hombres se entregarán a los españoles, y serán internados. Los sommergibile que permanecen intactos deben entregarse a las autoridades francesas... Autoridades francesas... al parecer fuerzas gaullistas acompañan a las vanguardias españolas, reestableciendo la administración que Madrid y Londres consideran legítima.
La advertencia realizada a Scoppa, y ante los hechos, ha implicado que al menos de facto, Italia haya suspendido cualquier acción de caracter ofensivo. La Escuadra de Sansonetti, localizada por los españoles de Córcega ha vuelto a puerto. En mi conversación con Vázquez, le he trasladado la petición de Victor Manuel referida a un cese de las actividades franco británicas contra nuestras fuerzas en Cerdeña y Libia. Sin el apoyo de la Regia Marina, las posibilidades de que las fuerzas en Cerdeña resistan es del todo imposible. No sé si este es el preludio de un cese definitivo de los combates; y ello antesala de la intervención alemana... tal vez sea cierto finalmente que las posibilidades de España sean increibles, pero finitas; y que el Garona sea el limite del avance español, y a modo de Muro de Adriano los alemanes se atrincheren, y se lancen contra nosotros... de momento han inmovilizado en Gotenhafen el Reginaldo Giulani, el sommergibile que estaba sirviendo de aula a flote para que nuestros marinos conocieran las tácticas alemanas... esa es la última noticia que tenemos de ellos.
Supongo que los alemanes interceptaron el mensaje del Giulani de la presencia en Gotenhafen, Danzig y Memel de varias unidades pesadas de la Kriegsmarine, lo que confirmaría que el ataque contra la Escuadra alemana en Kiel ha supuesto el enésimo éxito español...
Ahora toca esperar.
Antes de cenar, he hablado a Benito como mi suegro, no como Duce. Creo que debería dimitir, los españoles no negociarán con nosotros mientras siga en el Gobierno; y creo que alguien próximo a la Casa de Saboya, ya que mantiene relaciones con los Borbón, tendría que hacerse cargo de la Jefatura del Gobierno... tal vez un militar. Respecto a su futuro, y el mío, deberíamos empezar a sondear a los españoles sobre la posibilidad de abandonar Italia con garantías...
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APVid
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LA FRACTURA
ROMA (ITALIA)
-Qué está pasando, que quieren.- Al ver entrar a varios oficiales en su despacho.
-Benito Mussolini, en nombre del rey y del Gran Consiglio del Fascismo, debe acompañarnos al Palacio Real.- Indicó uno de los oficiales.
-Pero que significa todo esto.-
-Es por su seguridad, señor, la población está muy nerviosa.-
.....
SEDE DEL PARTIDO FASCISTA EN MILÁN (ITALIA)
-Por favor, hagan el favor de acompañarnos.-
-Pero que es este atropello, el Duce sabrá lo sucedido.-
-Tranquilícense solo es una medida de seguridad temporal y limitada.-
.....
NÁPOLES (ITALIA).
-De acuerdo iniciamos FABIUS.- Hablando por teléfono. -Comandante.-
-Si mi general.-
-Asegure la sede del Partido y la Alcaldía.-
-A sus órdenes.-
......
FRONTERA GERMANO-ITALIANA.
-Diga... Si mi general, MARIUS está preparado, a sus órdenes.- Volviéndose a su segundo. -Francesco.-
-Si mi coronel.-
-Comprueba las cargas, en Roma quieren que los fuegos de artificio estén listos.
-Qué está pasando, que quieren.- Al ver entrar a varios oficiales en su despacho.
-Benito Mussolini, en nombre del rey y del Gran Consiglio del Fascismo, debe acompañarnos al Palacio Real.- Indicó uno de los oficiales.
-Pero que significa todo esto.-
-Es por su seguridad, señor, la población está muy nerviosa.-
.....
SEDE DEL PARTIDO FASCISTA EN MILÁN (ITALIA)
-Por favor, hagan el favor de acompañarnos.-
-Pero que es este atropello, el Duce sabrá lo sucedido.-
-Tranquilícense solo es una medida de seguridad temporal y limitada.-
.....
NÁPOLES (ITALIA).
-De acuerdo iniciamos FABIUS.- Hablando por teléfono. -Comandante.-
-Si mi general.-
-Asegure la sede del Partido y la Alcaldía.-
-A sus órdenes.-
......
FRONTERA GERMANO-ITALIANA.
-Diga... Si mi general, MARIUS está preparado, a sus órdenes.- Volviéndose a su segundo. -Francesco.-
-Si mi coronel.-
-Comprueba las cargas, en Roma quieren que los fuegos de artificio estén listos.
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urquhart
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ROMA, ITALIA
Caro Cugino,
Scrivo a nome di mio Padre , la Corona e l'Italia cuando recibas esta nota la situación del país será bien distinta.Te necesito en Roma.Pocos hombres reunen las cualidades suficientes para afrontar la nueva situación.Tus contactos y entendimiento con el Embajador Vázquez son ahora más necesarios que nunca
LIVORNO, ITALIAExcelencia,
cuando reciba esta carta, Su Excelencia será conocedor de los sucesos que se han producido esta mañana no solo en Roma, en todo el Reino.
Me atrevo a escribirle con la esperanza de lograr de Su Excelencia información relativa a la salud y paradero de mi padre, confiando en su conocida relación con la Familia Real.
Por el momento mi marido está recluido en nuestra Villa, y aunque no se me permite comunicarme con él, sé que su vida no corre peligro.
Atentamente
Edda Mussolini de Ciano
Caro Cugino,
Scrivo a nome di mio Padre , la Corona e l'Italia cuando recibas esta nota la situación del país será bien distinta.Te necesito en Roma.Pocos hombres reunen las cualidades suficientes para afrontar la nueva situación.Tus contactos y entendimiento con el Embajador Vázquez son ahora más necesarios que nunca
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Domper
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—Señor Nicomedes, señor Tejeda, me alegra que hayan aceptado mi invitación.
—Siempre es un placer reunirnos con usted, y agradecemos especialmente que nos dedique su tiempo, sabiendo las preocupaciones que le ocupan estos días —repuso el doctor Tejeda, embajador de la República de México en Madrid.
—Me uno a mi colega en los agradecimientos. Además, debo felicitarle por el favorable curso de las operaciones militares —dijo Adalberto Tejeda Olivares, embajador de Venezuela.
—Gracias, señor Tejeda —dijo ESR—. Como sabrán por los informes que les hemos entregado, el alevoso ataque alemán se está saldando con una estrepitosa derrota. Aunque, por desgracia, me temo que el mundo aun tardará algún tiempo en librarse de la lacra del nazismo. Esperamos que los combates que se están produciendo en Francia se salden con una gran victoria para nuestras armas, pero Alemania sigue siendo una gran potencia militar que no se va a rendir porque pierda una batalla. Aunque sea de proporciones colosales.
Los dos embajadores asintieron. Según el informe, los españoles habían capturado ya más de 150.000 prisioneros, y habían contado unos mil seiscientos tanques y blindados destruidos. Según decían, se estaban enfrentando a serios problemas para alimentar y alojar a tal masa de prisioneros, a pesar de los preparativos hechos previamente a la ofensiva. Las fotografías de interminables columnas de prisioneros, o de tanques y aviones destruidos, que habían sido estudiadas por los expertos militares, no daban lugar a dudas.
—En estos momentos —siguió ESR— se está produciendo un nuevo enfrentamiento a escala aun mayor en el sur de Francia, que probablemente sea la batalla decisiva de la guerra. Lamento por ahora no poder proporcionarles más detalles, pero entenderán la necesidad de mantener la reserva. Aunque les anticipo que ustedes serán puntualmente informado del resultado de los combates.
De nuevo los dos embajadores asintieron. Sabían que estaban siendo tratados como huéspedes de honor, aun mejor que el embajador de Argentina, nación muy querida para los españoles por la gran colonia de emigrantes que albergaba, pero cuyo régimen venal no les era grato. Ni siquiera el embajador norteamericano, y mucho menos el británico, tenían el acceso franco que se daba a los hispanoamericanos. También habían sido México y Venezuela los primeros receptores de la ayuda tecnológica y militar española, aunque esta última se estaba demorando a causa de la emergencia militar.
—Les he convocado, en primer lugar, para expresar mi agradecimiento por la moratoria que sus gobiernos han tenido a bien concedernos en la entrega de equipos militares avanzados, equipos que están permitiendo a España acabar con el nazismo. Espero que el actual estado de emergencia no se prolongue más allá de seis o, a lo sumo, doce meses. También tengo la esperanza que los equipos norteamericanos que en su lugar les hemos entregado puedan servirles de ayuda.
Estados Unidos había ofrecido a España un gran lote de equipos militares, pero en su mayoría había sido rechazado por su obsolescencia. Tras unas duras negociaciones, en las que fue clave la cesión de la patente de un medicamento llamado “Hidrocortisona”, Estados Unidos se había comprometido a entregar esas armas a los aliados españoles. Los cazas P-40 y los tanques M3 resultarían obsoletos para los estándares españoles, pero eran revolucionarios en una Iberoamérica aun anclada en la caballería.
—En segundo lugar, quería entregarles personalmente el texto de mi propuesta para la Unión Iberoamericana, que estaría llamada a acoger tanto a las naciones ibéricas como a nuestras hermanas del otro lado del Atlántico. Desearía que la trasladen a sus gobiernos para que la estudien y presenten aquellas modificaciones que consideren convenientes. Aunque supongo que sus gobiernos sabrán de las buenas intenciones del de mi país, el texto recoge salvaguardias para impedir que ningún miembro de la alianza, ni siquiera España, pueda adoptar una posición preeminente. Además puedo asegurarles que será con la firma del Pacto Iberoamericano con lo que sus países quedarán a salvo de las intromisiones de los gobiernos imperialistas y de los empresarios bucaneros que hasta ahora han tratado a sus países como si fuesen sus protectorados.
—Siempre es un placer reunirnos con usted, y agradecemos especialmente que nos dedique su tiempo, sabiendo las preocupaciones que le ocupan estos días —repuso el doctor Tejeda, embajador de la República de México en Madrid.
—Me uno a mi colega en los agradecimientos. Además, debo felicitarle por el favorable curso de las operaciones militares —dijo Adalberto Tejeda Olivares, embajador de Venezuela.
—Gracias, señor Tejeda —dijo ESR—. Como sabrán por los informes que les hemos entregado, el alevoso ataque alemán se está saldando con una estrepitosa derrota. Aunque, por desgracia, me temo que el mundo aun tardará algún tiempo en librarse de la lacra del nazismo. Esperamos que los combates que se están produciendo en Francia se salden con una gran victoria para nuestras armas, pero Alemania sigue siendo una gran potencia militar que no se va a rendir porque pierda una batalla. Aunque sea de proporciones colosales.
Los dos embajadores asintieron. Según el informe, los españoles habían capturado ya más de 150.000 prisioneros, y habían contado unos mil seiscientos tanques y blindados destruidos. Según decían, se estaban enfrentando a serios problemas para alimentar y alojar a tal masa de prisioneros, a pesar de los preparativos hechos previamente a la ofensiva. Las fotografías de interminables columnas de prisioneros, o de tanques y aviones destruidos, que habían sido estudiadas por los expertos militares, no daban lugar a dudas.
—En estos momentos —siguió ESR— se está produciendo un nuevo enfrentamiento a escala aun mayor en el sur de Francia, que probablemente sea la batalla decisiva de la guerra. Lamento por ahora no poder proporcionarles más detalles, pero entenderán la necesidad de mantener la reserva. Aunque les anticipo que ustedes serán puntualmente informado del resultado de los combates.
De nuevo los dos embajadores asintieron. Sabían que estaban siendo tratados como huéspedes de honor, aun mejor que el embajador de Argentina, nación muy querida para los españoles por la gran colonia de emigrantes que albergaba, pero cuyo régimen venal no les era grato. Ni siquiera el embajador norteamericano, y mucho menos el británico, tenían el acceso franco que se daba a los hispanoamericanos. También habían sido México y Venezuela los primeros receptores de la ayuda tecnológica y militar española, aunque esta última se estaba demorando a causa de la emergencia militar.
—Les he convocado, en primer lugar, para expresar mi agradecimiento por la moratoria que sus gobiernos han tenido a bien concedernos en la entrega de equipos militares avanzados, equipos que están permitiendo a España acabar con el nazismo. Espero que el actual estado de emergencia no se prolongue más allá de seis o, a lo sumo, doce meses. También tengo la esperanza que los equipos norteamericanos que en su lugar les hemos entregado puedan servirles de ayuda.
Estados Unidos había ofrecido a España un gran lote de equipos militares, pero en su mayoría había sido rechazado por su obsolescencia. Tras unas duras negociaciones, en las que fue clave la cesión de la patente de un medicamento llamado “Hidrocortisona”, Estados Unidos se había comprometido a entregar esas armas a los aliados españoles. Los cazas P-40 y los tanques M3 resultarían obsoletos para los estándares españoles, pero eran revolucionarios en una Iberoamérica aun anclada en la caballería.
—En segundo lugar, quería entregarles personalmente el texto de mi propuesta para la Unión Iberoamericana, que estaría llamada a acoger tanto a las naciones ibéricas como a nuestras hermanas del otro lado del Atlántico. Desearía que la trasladen a sus gobiernos para que la estudien y presenten aquellas modificaciones que consideren convenientes. Aunque supongo que sus gobiernos sabrán de las buenas intenciones del de mi país, el texto recoge salvaguardias para impedir que ningún miembro de la alianza, ni siquiera España, pueda adoptar una posición preeminente. Además puedo asegurarles que será con la firma del Pacto Iberoamericano con lo que sus países quedarán a salvo de las intromisiones de los gobiernos imperialistas y de los empresarios bucaneros que hasta ahora han tratado a sus países como si fuesen sus protectorados.
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PARADOR DE FUENTERRABIA/HONDARRIBIA, GUIPUZCOA/GIPUZKOA, ESPAÑA
El Contrammiraglio Romolo Polacchini (1) estaba totalmente asombrado.
Con la entrada de los franco españoles en Burdeos, y siguiendo ordenes de Roma, los marinos italianos adscritos a BETASOM, se habían entregado a las fuerzas españolas, dejando en manos francesas los sommergibile allí basados, y de acuerdo con las indicaciones de Supermarina, sin provocar daños adicionales a los que pudieran haber sido causados en combate.
Como Jefe de BETASOM esperaba que su internamiento en España no fuera incómodo, pero lo que nunca llegó a pensar es que fuera alojado en aquel Hotel, en una gran habitación con todas las comodidades inimaginables. Incluso contaba con un cinema particular, del que aprendió su funcionamiento gracias a las explicaciones de un ambale capitán de corbeta español. Solo ofrecía noticias, algo parecido a los documentales de LUCE (2) en las que visualizaba todo lo que ya había observado, cientos de vehículos alemanes destruidos, puentes volatizados, e infinitas columnas de prisioneros feldgrau. También pudo ver como sanitarios de los ejércitos españoles atendían a innumerables heridos, la inmensa mayoría vistiendo los característicos uniformes del Heer y de las Waffen SS... pocos, muy pocos con el multicolor uniforme español.
Tras una serie de informaciones sobre el frente, un anuncio repetido en varios idiomas, entendió que llamaba a la población civil a donar sangre... sangre que según el anuncio sería destinada a los heridos de guerra sin hacer distinciones hacia su uniforme.
Durante los cinco minutos en los que estuvo acompñado por el capitán español, éste le comento que si alguno de sus hombres deseaba donar sangre, un equipo médico acudiría al Hotel con tal fin. Sin salir de su asombro, y dada la hora, el Capitán español le indicó que en pocos minutos podría almorzar, y si lo deseaba podía hacerlo en su habitación. Polacchini se negó, mientras sus hombres no recibieran igual trato... ningún problema, podría almonzar acompañado de sus hombres, oficiales y marinería, en el comedor. Dado el número de hombres, y el escaso personal del Hotel, debería esperar unos minutos más, pues el primer turno acababa de empezar a comer. Cuando estuviera dispuesto el segundo turno, él mismo le avisaría. Por último, y dada la escasez de personal, el Capitán le solicitó permiso para ofrecer a sus hombres la posibilidad de trabajar en la cocina o la sala del comedor, recibiendo un salario ajustado a los convenios vigentes en ese momento para el sector de la Hostelería. Polacchini le contestó que preferiría hablar del asunto con sus oficiales hantes de darle una respuesta. El español no puso ninguna objección, el Contralmirante era libre de mantener cuantas conversaciones deseara con sus hombres. Si deseaba que la reunión fuera a puerta cerrada, se habilitaría una de las salas de las que disponía el Parador para celebrar reuniones.
En aquellos pocos minutos había recibido más amibilidad y cooperación de los españoles que de los alemanes desde su llegada a Burdeos como Capo di Stato Maggiore al Comando Superiore delle Forze Subacquee Italiane in Atlantico.
Cuando el español abandonó la habitación, no pudo evitarlo, y cogió el teléfono. La respuesta aunque en castellano, fue inaudita
A sus ordenes Contrammiraglio.
Posso comunicare con la mia famiglia ? Por probar que no quede pensó Polacchini
Sí
A La Spezia , Italia ?
Por supuesto. ¿Teléfono o Telegrama Contrammiraglio?
E 'possibile per telefono?
Díificil, pero ahora mismo lo intentamos. ¿Qué número? entendido,repito...Enseguida establezca comunicación le aviso. Si pasados unos minutos no lo logramos, desearía redactar un telegrama ¿me entiende?
Sì, sì , ho capito
¿Ordena algo más?
No, non al momento, grazie Con chi ho parlato ?
Suboficial Mayor de la Armada Española Alvaro mi Contrammiraglio
Inmediatamente Alvaro informa a sus superiores.
Perfecto, esperemos que Polacchini describa lo que ha visto, y que su mujer lo comunique...
(1) Al mando de BETASOM en otoño de 1941
(2) LUCE. la versión italiana del NoDo
El Contrammiraglio Romolo Polacchini (1) estaba totalmente asombrado.
Con la entrada de los franco españoles en Burdeos, y siguiendo ordenes de Roma, los marinos italianos adscritos a BETASOM, se habían entregado a las fuerzas españolas, dejando en manos francesas los sommergibile allí basados, y de acuerdo con las indicaciones de Supermarina, sin provocar daños adicionales a los que pudieran haber sido causados en combate.
Como Jefe de BETASOM esperaba que su internamiento en España no fuera incómodo, pero lo que nunca llegó a pensar es que fuera alojado en aquel Hotel, en una gran habitación con todas las comodidades inimaginables. Incluso contaba con un cinema particular, del que aprendió su funcionamiento gracias a las explicaciones de un ambale capitán de corbeta español. Solo ofrecía noticias, algo parecido a los documentales de LUCE (2) en las que visualizaba todo lo que ya había observado, cientos de vehículos alemanes destruidos, puentes volatizados, e infinitas columnas de prisioneros feldgrau. También pudo ver como sanitarios de los ejércitos españoles atendían a innumerables heridos, la inmensa mayoría vistiendo los característicos uniformes del Heer y de las Waffen SS... pocos, muy pocos con el multicolor uniforme español.
Tras una serie de informaciones sobre el frente, un anuncio repetido en varios idiomas, entendió que llamaba a la población civil a donar sangre... sangre que según el anuncio sería destinada a los heridos de guerra sin hacer distinciones hacia su uniforme.
Durante los cinco minutos en los que estuvo acompñado por el capitán español, éste le comento que si alguno de sus hombres deseaba donar sangre, un equipo médico acudiría al Hotel con tal fin. Sin salir de su asombro, y dada la hora, el Capitán español le indicó que en pocos minutos podría almorzar, y si lo deseaba podía hacerlo en su habitación. Polacchini se negó, mientras sus hombres no recibieran igual trato... ningún problema, podría almonzar acompañado de sus hombres, oficiales y marinería, en el comedor. Dado el número de hombres, y el escaso personal del Hotel, debería esperar unos minutos más, pues el primer turno acababa de empezar a comer. Cuando estuviera dispuesto el segundo turno, él mismo le avisaría. Por último, y dada la escasez de personal, el Capitán le solicitó permiso para ofrecer a sus hombres la posibilidad de trabajar en la cocina o la sala del comedor, recibiendo un salario ajustado a los convenios vigentes en ese momento para el sector de la Hostelería. Polacchini le contestó que preferiría hablar del asunto con sus oficiales hantes de darle una respuesta. El español no puso ninguna objección, el Contralmirante era libre de mantener cuantas conversaciones deseara con sus hombres. Si deseaba que la reunión fuera a puerta cerrada, se habilitaría una de las salas de las que disponía el Parador para celebrar reuniones.
En aquellos pocos minutos había recibido más amibilidad y cooperación de los españoles que de los alemanes desde su llegada a Burdeos como Capo di Stato Maggiore al Comando Superiore delle Forze Subacquee Italiane in Atlantico.
Cuando el español abandonó la habitación, no pudo evitarlo, y cogió el teléfono. La respuesta aunque en castellano, fue inaudita
A sus ordenes Contrammiraglio.
Posso comunicare con la mia famiglia ? Por probar que no quede pensó Polacchini
Sí
A La Spezia , Italia ?
Por supuesto. ¿Teléfono o Telegrama Contrammiraglio?
E 'possibile per telefono?
Díificil, pero ahora mismo lo intentamos. ¿Qué número? entendido,repito...Enseguida establezca comunicación le aviso. Si pasados unos minutos no lo logramos, desearía redactar un telegrama ¿me entiende?
Sì, sì , ho capito
¿Ordena algo más?
No, non al momento, grazie Con chi ho parlato ?
Suboficial Mayor de la Armada Española Alvaro mi Contrammiraglio
Inmediatamente Alvaro informa a sus superiores.
Perfecto, esperemos que Polacchini describa lo que ha visto, y que su mujer lo comunique...
(1) Al mando de BETASOM en otoño de 1941
(2) LUCE. la versión italiana del NoDo
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LA FRACTURA
Domper, L; Auset A; Bistuer M. Historia de la Fractura. Op.cit.
La batalla de Muret
Tras el desastre sufrido por el Grupo de Ejércitos Oeste, destruido tras el contrataque español de Dantxarinea y la batalla de tanques de Hasparren, el mariscal Von Rundstedt recomendó al Oberkommando der Wehrmacht (OKW) la inmediata retirada del sur de Francia del resto de las fuerzas alemanas. Aunque estas seguían siendo potentes y numerosas (de hecho seguían superando a los atacantes españoles cinco a uno), la capacidad de reacción de estas fuerzas era muy limitada, pues no solo estaban desmoralizadas por la derrota del grupo occidental y los continuos bombardeos, sino que sus comunicaciones eran muy difíciles. El mariscal temía que cuando los españoles alcanzasen Toulouse, siguiesen progresando por el hueco de Carcasona y alcanzar Narbona, lo que llevaría a la destrucción del ejército alemán en Francia, catástrofe de la que Alemania no podría recuperarse.
Efectivamente, las vanguardias españolas alcanzaron el río Garona por el puente de Bourret, cerca de Montauban, capturado por un ataque aerotransportado, y se dirigieron hacia Toulouse por la orilla derecha del Garona. Hitler ordenó que Toulouse se convirtiese en una fortaleza bajo el mando del general Heinrici, que solo disponía de fuerzas improvisadas reuniendo fugitivos y dispersos. En los combates callejeros las tácticas de guerra urbana aplicadas por los españoles, combinando el empleo de armas de apoyo, vehículos y blindados y helicópteros, hicieron que las pérdidas hispanas fuesen reducidas. Heinrici se vio obligado a rendirse tras tres días de combates, cuando las patrullas de caballería y los helicópteros españoles ya se dirigían hacia Carcasona.
Según las intenciones de Von Rundstedt, el segundo grupo panzer del general Hoth, la última gran masa blindada que le quedaba a Alemania, debía mantener la resistencia en Carcasona, luchando en un combate dilatorio, ya que el enfrentamiento de Hasparren había mostrado la gran inferioridad del blindaje alemán. Mientras el Grupo de Ejércitos Centro, desplegado en el Pirineo Central, debía replegarse hacia la costa mediterránea, para unirse con el Grupo de Ejércitos Este. Ambos se retirarían por el Macizo Central y el valle del Ródano, para luego desplegarse en el norte de Francia.
Las dificultades de comunicaciones con Berlín hicieron que el mariscal tuviese que ordenar por su cuenta los movimientos previos. Ordenó a los restos del panzergruppe 1 y del Grupo de Ejércitos Oeste que se replegasen a través de las líneas españolas para dirigirse hacia el norte, y que el Grupo de Ejércitos Centro abandonase sus posiciones más occidentales, amenazadas por los asaltos aerotransportados españoles. Asimismo Hoth tenía que desplazarse desde Perpiñán hasta Carcasona.
Cuando los planes de Von Rundstedt llegaron a Berlín Hitler, que estaba aun conmocionado por el desastre del País Vasco francés, mostró inicialmente su aprobación. Sin embargo la derrota alemana sirvió a la monarquía italiana como pretexto para apartar a Mussolini y el partido fascista del poder, y romper su alianza con Alemania. Suecia estableció un embargo de las ventas de mineral de hierro, y Rumania suspendió sus envíos de petróleo a Alemania, que tampoco se hubiesen podido transportar pues Hungría había cerrado el Danubio a la navegación. Hitler se enfrentó a la defección en masa de sus antiguos aliados, al que previsiblemente se uniría el colapso económico tanto por la falta de materias primas y combustibles como por la destrucción de las plantas generadoras de electricidad y de producción de petróleo sintético. El gran revés sufrido en Francia estaba abocando a Alemania a perder la guerra salvo que consiguiese una victoria.
Tu regere imperio fluctus Hispane memento
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urquhart
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LA FRACTURA
RESIDENCIA POLACCHINI, LA SPEZIA, ITALIA
Leía el telegrama por enésima vez al no sabía ya que Ammiraglio o Capitano en Supermarina
¿No será un telegrama apócrifo?
Ammiraglio, la Signora Placchini no puede confirmarlo. De todos modos, en Lisboa el Embajador Scoppa ha recibido un ofrecimiento del Embajador Español para visitar Hondarrabia y entrevistarse con el Contrammiraglio y cada uno de sus hombres....
¿De cuantos hombres se trataría?
En este momento, el listado que los españoles han proporcionado a Scoppa coincide con los hombres que teníamos en Burdeos, con excepción de la tripulación del Baracca (1), que en el momento de la ofensiva alemana estaba en patrulla. No sabemos nada del sommergibile. Faltan otros tres hombres en el listado.
En otro orden de cosas, que medidas adicionales hemos tomado para Marius.
En Génova se ha municionado la batteria galleggiante GM 194 (2); y la Forza Navale Speciale se dirige a Venecia, incluyendo las fuerzas del San Marco destinadas al Egeo. Los acorazados siguen en Taranto; y la fuerza de Sansonetti, se encuentra en Livorno preparada para hacerse a la mar en horas de recibirse ordenes. Desde Genova y Savonna hemos enviado marineros organizados como fusileros navales para proteger Menton y Ventimiglia; así como varios MAS, por si los alemanes intentaran alguna acción contra la costa ligur.
(1) Hundido en septiembre de 1941
(2) Anterior pontone armatto semovente Faà di Bruno. En servicio en 1917, armado con dos cañones de 381 mm. destinados a los acorazados clase Francesco Caracciolo. Dado de baja en 1924, se conservó, siendo realistado en 1939
Leía el telegrama por enésima vez al no sabía ya que Ammiraglio o Capitano en Supermarina
SUPERMARINA, ROMACara Moglie
Sono in un albergo in Spagna in modo sicuro. Tutti i miei uomini sono con me. Domani ci vengono inviati Lisbona. Se esiste l'inferno è pieno di tedeschi.Niente tedesco lasciato tra Bordeaux e la Spagna
¿No será un telegrama apócrifo?
Ammiraglio, la Signora Placchini no puede confirmarlo. De todos modos, en Lisboa el Embajador Scoppa ha recibido un ofrecimiento del Embajador Español para visitar Hondarrabia y entrevistarse con el Contrammiraglio y cada uno de sus hombres....
¿De cuantos hombres se trataría?
En este momento, el listado que los españoles han proporcionado a Scoppa coincide con los hombres que teníamos en Burdeos, con excepción de la tripulación del Baracca (1), que en el momento de la ofensiva alemana estaba en patrulla. No sabemos nada del sommergibile. Faltan otros tres hombres en el listado.
En otro orden de cosas, que medidas adicionales hemos tomado para Marius.
En Génova se ha municionado la batteria galleggiante GM 194 (2); y la Forza Navale Speciale se dirige a Venecia, incluyendo las fuerzas del San Marco destinadas al Egeo. Los acorazados siguen en Taranto; y la fuerza de Sansonetti, se encuentra en Livorno preparada para hacerse a la mar en horas de recibirse ordenes. Desde Genova y Savonna hemos enviado marineros organizados como fusileros navales para proteger Menton y Ventimiglia; así como varios MAS, por si los alemanes intentaran alguna acción contra la costa ligur.
(1) Hundido en septiembre de 1941
(2) Anterior pontone armatto semovente Faà di Bruno. En servicio en 1917, armado con dos cañones de 381 mm. destinados a los acorazados clase Francesco Caracciolo. Dado de baja en 1924, se conservó, siendo realistado en 1939
Tempus Fugit
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Llanero
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LA FRACTURA
Grupo de Vigilancia de la F75 y III
Rayaba el alba y el cabo furriel Baldwin se aprestaba a poner todo en orden para dar de desayunar a una horda de marineros hambrientos que entrarían en servicio en apenas 1 hora. Hacia 1 día que acababan de zarpar de Tolón a toda prisa acompañados por su gemelo el FR11 y 3 Destructores Clase Le Hardi, se había aprovisionado con lo justo y para el desayuno habría pan con margarina y café, nada de tocino ni weisswurst ni brezel, aunque no creía que ningún marinero protestase. La mayoría eran reemplazos muy jóvenes y si te quedabas mirándolos fijamente se ponían colorados los muy desgraciados. Los mandos más antiguos les habían comentado que aquel viaje iba a ser casi como un entrenamiento. Se iban a dar una vuelta por la Côte D´azur, apoyar en su entrada en España a los panzer del General Hoth con 4 cañonazos y hostigar al enemigo hasta donde fuera posible, pero se imaginaba que en cuanto se acabaran las salchichas, darían la vuelta de inmediato a la base.
A la misma hora a bordo de la F74 Extremadura se encendía el Hughes AN/SPS-52B a plena potencia. Estando situada a unas 150Mn del cabo de Creus, podría realizar una buena vigilancia de cualquier amenaza que surgiera.......
<< Mi Teniente, contacto radar !!!. Se detecta formación enemiga a 60 Mn al este de nuestra posición con rumbo de intercepción.
<< Mi Comandante se detecta formación enemiga con rumbo 260 O. Vienen directos hacia nosotros. En vanguardia se detectan 3 buques de tamaño Destructor navegado delante de los buques principales de tamaño Crucero ligero a unos 10.000 metros de distancia de estos a proa, estribor y babor.
<< Zafarrancho de combate bramó el capitán de fragata Vila. Avisen al Temerario para que lance el SH60 a ver que puede decirnos. Recomendaciones preguntó Vila.
<< No nos han detectado todavía. Podemos acercarnos a 15.000 metros y cañonearlos o bien cañonearles solo nosotros a 23.000 metros o lanzarles una salva de misiles. Entre el Temerario y nosotros tenemos suficientes Harpoons como para dejarlos tiritando. Pero si son los Cruceros ligeros que se detectaron saliendo de Tolón y nos impactan con alguno de sus cañones de 152mm, nos pueden hacer un buen desaguisado, incluso si nos dan los Destructores podríamos pasarlo mal, ya que tiene cañones de 130mm con un alcance de unos 25.000 metros.
Vila meditaba pros y contras. Los Harpoons, aunque ya se habían empezado a copiar eran escasos en este momento y al Ajema no le agradaría oír que se habían gastado alegremente. Vila se dirigió entonces al segundo comandante.
<< Aproximémonos a distancia de disparo del 127mm. Que el Temerario se quede atrás.
Las distancias entre ambas formaciones se iba reduciendo paulatinamente.
<< Mi Comandante, ya tenemos distancia de disparo contra el objetivo de vanguardia de la formación enemiga.
<< Abran fuego en cuanto estén listos
Tras recibir los datos del radar, el control de tiro Mk 68 realizó las oportunas correcciones.
Con un ángulo de 45º el MK42 de 127mm realizó 5 disparos consecutivos con proyectiles de HE hacia el objetivo y a continuación otros 5 más.
El vigía del destructor ZF3 Ex - Le Hardí no vio nada, tal solo escuchó el silbido de los proyectiles cayendo hacia ellos. El primero impactó en el agua delante de proa sin consecuencias, el segundo entre la torre proel de los 130mm y el puente, al impactar en la zona de cubierta con menos protección los daños fueron cuantiosos e inhabilitó el funcionamiento de la susodicha torre, el tercero arrancó de raiz las antenas de radio, el cuarto se incrustó contra la chimenea popel destrozándola, el quinto cayó en vertical sobre la torre de 130mm popel arrancando de cuajo sus cañones.
La segunda andanada, convirtió al buque en un infierno de hierros retorcidos alcanzándole de nuevo en el puente y chimenea.
Kommodore Krankl !!!!. Están atacando al ZF3. <<¡¡¿¿¿ Cómo ???!!!!, ¿ de dónde proviene el ataque ?, preguntó Krankl.
<< Lo ignoramos Sr. Se han producido varias explosiones seguidas de otras detonaciones menores. El Destructor ZF4 Ex - Fleuret se está acercando para auxiliarlo y nos pide que nos acerquemos nosotros también para ayudarles.
<< Está bien Neuer, respondió el kommodore, pero háganlo con todas las precauciones del mundo no vaya a ser que haya algún submarino enemigo rondándonos.
En el CIC de la Extremadura el operador del radar informaba. << Mi Teniente, se acercan 2 barcos al destructor abatido. Uno de ellos puede ser un Crucero.
<< Mi Comandante, dijo el Tte. Solano, al parecer 2 de las naves van a auxiliar al Destructor al que hemos disparado.
<< Bien Solano, probablemente se den cuenta que han sido disparos de artillería y nos busquen, pero vamos a ahorrarles la molestia y terminar esto cuanto antes. En cuanto estén llegando al Destructor, vamos a lanzarles un Harpoon a cada uno.
Los 2 misiles salieron de sus lanzadores con gran estruendo y se elevaron. A los pocos segundos adquirieron velocidad de crucero y casi rozando las olas se dirigieron a sus objetivos.
El ZF3 Ex - Le Hardí se escoraba lentamente hundiéndose. Explosiones y fuegos continuados en la sala de calderas y en la torre popel habían provocado brechas en el casco imposibles de taponar. Aunque los tripulantes luchaban denodadamente por salvar el buque estaba claro que el barco estaba perdido.
<< Capitán Zweig, informó el 2º comandante se acercan el ZF4 Ex - Fleuret y el FR12 para auxiliarnos, no podemos controlar los fuegos. Desde el maltrecho puente, el Capitán Cornelius Zweig ordenó que se informase a los rescatadores de su suerte y dio orden de abandonar el buque.
Justo en ese instante los serviolas del ZF4 vieron a los Harpoons y dieron la alarma. Todos los que no estaban preparando el rescate se abalanzaron sobre los escasos antiaéreos. De nada les sirvió, el radar Texas Instruments PR-53/DSQ-58 de los misiles ya efectuaba el rastreo y enganche de los blancos. Uno de Harpoon impactó directamente contra el puente de la FR12 destruyéndolo sin dejar supervivientes. El otro, se llevó por delante la torre central del ZF4 provocando un espantoso incendio.
<< Mi Comandante, impactos en ambos buques.
<< Bien Solano, estos no nos molestarán más. Dejémosles tranquilos por ahora y avise al EA, por si hubiera posibilidad de rematarlos. Volvamos a nuestra zona de patrulla.
A la mañana siguiente 3 "Tritones" de Son San Juan (Boeing 737 modificados ) se acercaron con bombas guiadas a las coordenadas enviadas por la Extremadura detectando unicamente 3 buques. Al cabo de 1 hora la Mittelmeer Kreuzergeschwader dejaba de existir.
Rayaba el alba y el cabo furriel Baldwin se aprestaba a poner todo en orden para dar de desayunar a una horda de marineros hambrientos que entrarían en servicio en apenas 1 hora. Hacia 1 día que acababan de zarpar de Tolón a toda prisa acompañados por su gemelo el FR11 y 3 Destructores Clase Le Hardi, se había aprovisionado con lo justo y para el desayuno habría pan con margarina y café, nada de tocino ni weisswurst ni brezel, aunque no creía que ningún marinero protestase. La mayoría eran reemplazos muy jóvenes y si te quedabas mirándolos fijamente se ponían colorados los muy desgraciados. Los mandos más antiguos les habían comentado que aquel viaje iba a ser casi como un entrenamiento. Se iban a dar una vuelta por la Côte D´azur, apoyar en su entrada en España a los panzer del General Hoth con 4 cañonazos y hostigar al enemigo hasta donde fuera posible, pero se imaginaba que en cuanto se acabaran las salchichas, darían la vuelta de inmediato a la base.
A la misma hora a bordo de la F74 Extremadura se encendía el Hughes AN/SPS-52B a plena potencia. Estando situada a unas 150Mn del cabo de Creus, podría realizar una buena vigilancia de cualquier amenaza que surgiera.......
<< Mi Teniente, contacto radar !!!. Se detecta formación enemiga a 60 Mn al este de nuestra posición con rumbo de intercepción.
<< Mi Comandante se detecta formación enemiga con rumbo 260 O. Vienen directos hacia nosotros. En vanguardia se detectan 3 buques de tamaño Destructor navegado delante de los buques principales de tamaño Crucero ligero a unos 10.000 metros de distancia de estos a proa, estribor y babor.
<< Zafarrancho de combate bramó el capitán de fragata Vila. Avisen al Temerario para que lance el SH60 a ver que puede decirnos. Recomendaciones preguntó Vila.
<< No nos han detectado todavía. Podemos acercarnos a 15.000 metros y cañonearlos o bien cañonearles solo nosotros a 23.000 metros o lanzarles una salva de misiles. Entre el Temerario y nosotros tenemos suficientes Harpoons como para dejarlos tiritando. Pero si son los Cruceros ligeros que se detectaron saliendo de Tolón y nos impactan con alguno de sus cañones de 152mm, nos pueden hacer un buen desaguisado, incluso si nos dan los Destructores podríamos pasarlo mal, ya que tiene cañones de 130mm con un alcance de unos 25.000 metros.
Vila meditaba pros y contras. Los Harpoons, aunque ya se habían empezado a copiar eran escasos en este momento y al Ajema no le agradaría oír que se habían gastado alegremente. Vila se dirigió entonces al segundo comandante.
<< Aproximémonos a distancia de disparo del 127mm. Que el Temerario se quede atrás.
Las distancias entre ambas formaciones se iba reduciendo paulatinamente.
<< Mi Comandante, ya tenemos distancia de disparo contra el objetivo de vanguardia de la formación enemiga.
<< Abran fuego en cuanto estén listos
Tras recibir los datos del radar, el control de tiro Mk 68 realizó las oportunas correcciones.
Con un ángulo de 45º el MK42 de 127mm realizó 5 disparos consecutivos con proyectiles de HE hacia el objetivo y a continuación otros 5 más.
El vigía del destructor ZF3 Ex - Le Hardí no vio nada, tal solo escuchó el silbido de los proyectiles cayendo hacia ellos. El primero impactó en el agua delante de proa sin consecuencias, el segundo entre la torre proel de los 130mm y el puente, al impactar en la zona de cubierta con menos protección los daños fueron cuantiosos e inhabilitó el funcionamiento de la susodicha torre, el tercero arrancó de raiz las antenas de radio, el cuarto se incrustó contra la chimenea popel destrozándola, el quinto cayó en vertical sobre la torre de 130mm popel arrancando de cuajo sus cañones.
La segunda andanada, convirtió al buque en un infierno de hierros retorcidos alcanzándole de nuevo en el puente y chimenea.
Kommodore Krankl !!!!. Están atacando al ZF3. <<¡¡¿¿¿ Cómo ???!!!!, ¿ de dónde proviene el ataque ?, preguntó Krankl.
<< Lo ignoramos Sr. Se han producido varias explosiones seguidas de otras detonaciones menores. El Destructor ZF4 Ex - Fleuret se está acercando para auxiliarlo y nos pide que nos acerquemos nosotros también para ayudarles.
<< Está bien Neuer, respondió el kommodore, pero háganlo con todas las precauciones del mundo no vaya a ser que haya algún submarino enemigo rondándonos.
En el CIC de la Extremadura el operador del radar informaba. << Mi Teniente, se acercan 2 barcos al destructor abatido. Uno de ellos puede ser un Crucero.
<< Mi Comandante, dijo el Tte. Solano, al parecer 2 de las naves van a auxiliar al Destructor al que hemos disparado.
<< Bien Solano, probablemente se den cuenta que han sido disparos de artillería y nos busquen, pero vamos a ahorrarles la molestia y terminar esto cuanto antes. En cuanto estén llegando al Destructor, vamos a lanzarles un Harpoon a cada uno.
Los 2 misiles salieron de sus lanzadores con gran estruendo y se elevaron. A los pocos segundos adquirieron velocidad de crucero y casi rozando las olas se dirigieron a sus objetivos.
El ZF3 Ex - Le Hardí se escoraba lentamente hundiéndose. Explosiones y fuegos continuados en la sala de calderas y en la torre popel habían provocado brechas en el casco imposibles de taponar. Aunque los tripulantes luchaban denodadamente por salvar el buque estaba claro que el barco estaba perdido.
<< Capitán Zweig, informó el 2º comandante se acercan el ZF4 Ex - Fleuret y el FR12 para auxiliarnos, no podemos controlar los fuegos. Desde el maltrecho puente, el Capitán Cornelius Zweig ordenó que se informase a los rescatadores de su suerte y dio orden de abandonar el buque.
Justo en ese instante los serviolas del ZF4 vieron a los Harpoons y dieron la alarma. Todos los que no estaban preparando el rescate se abalanzaron sobre los escasos antiaéreos. De nada les sirvió, el radar Texas Instruments PR-53/DSQ-58 de los misiles ya efectuaba el rastreo y enganche de los blancos. Uno de Harpoon impactó directamente contra el puente de la FR12 destruyéndolo sin dejar supervivientes. El otro, se llevó por delante la torre central del ZF4 provocando un espantoso incendio.
<< Mi Comandante, impactos en ambos buques.
<< Bien Solano, estos no nos molestarán más. Dejémosles tranquilos por ahora y avise al EA, por si hubiera posibilidad de rematarlos. Volvamos a nuestra zona de patrulla.
A la mañana siguiente 3 "Tritones" de Son San Juan (Boeing 737 modificados ) se acercaron con bombas guiadas a las coordenadas enviadas por la Extremadura detectando unicamente 3 buques. Al cabo de 1 hora la Mittelmeer Kreuzergeschwader dejaba de existir.
ספרד תמיד עם ישראל
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Domper
- General de Ejército
- Mensajes: 14692
- Registrado: 13 Ago 2014, 16:15
LA FRACTURA
Domper, L; Auset A; Bistuer M. Historia de la Fractura. Op.cit.
...
El dictador alemán, necesitado de victorias, decidió entonces que el rápido avance español no era una amenaza sino, al contrario, una ocasión que le presentaba el destino. Seguía convencido de lo limitado en número y reservas de las Fuerzas Armadas españolas: por ejemplo, las valoraciones del OKW era que solo estaban en servicio unos doscientos tanques pesados, a lo sumo doscientos cincuenta, que estaban apoyados apoyados por algunos cientos de blindados. En realidad eran trescientos los Leopardo 2, casi un centenar de M60 recuperados, y ciento cincuenta Lince de nueva construcción. Con ellos se habían podido organizar dos divisiones acorazadas, una mecanizada y varios batallones independientes. Estos batallones eran los que habían defendido la frontera, y ahora se estaban agrupando para apoyar el avance español. Los carros eran apoyados por algo más de dos mil blindados de varios tipos (Pizarro, M113, muchos de ellos modificados como VCIs o armados con misiles o cañones sin retroceso, Farnesios y BMR) y otros tantos ligeros. Conviene tener en cuenta que buena parte de los blindados tenían protección que equiparaba a la de los carros de combate alemanes, y armamento capaz de batirlos, por lo que podían complementar e incluso en determinados casos sustituir a los tanques. Algo parecido ocurría otros campos, como con los helicópteros de combate, en el que a la decena de Tigres se habían unido dos docenas de Bo 105 y un centenar de AS 350 y EC 135, o la aviación, en el que los aviones de línea modificados estaban prestando meritorios servicios como bombarderos, aviones de reconocimiento o de patrulla marítima.
Pensando en la supuesta debilidad del ejército español, al que Hitler describió como “una almeja de cáscara dura y cuerpo blando”, planeó un ataque por ambos flancos que cercase a las unidades de carros de combate que estaban participando en la contraofensiva. El ataque se produciría mediante dos masas acorazadas: el panzergruppe 2 de Hoth, que en lugar de detenerse en Carcasona debía seguir hacia el oeste, hasta Saint-Gaudens, para luego atacar hacia el norte, y el nuevo panzergruppe 4, al mando del general Von Manstein, que debía atacar en dirección sur desde Agen. Teniendo en cuenta las dificultades de coordinación, se limitó el mando del mariscal Von Rundstedt, que quedó solo a cargo únicamente de las fuerzas al norte del avance español, mientras que las del sur pasarían a estar mandadas por el general Model. En el caso de este último, la elección para un mando que contaría con cerca de un millón de hombres, pasando por encima de mariscales y generales de mayor grado y antigüedad, mostraba la predilección cada vez mayor de Hitler por los mandos que, según los libros llevados por desertores, habían sido fieles al dictador hasta el final, atendiendo más a la lealtad que a la capacidad.
Aunque el potencial español era mayor de lo que presuponía el OKW, seguía estando en gran inferioridad. Especialmente el Ejercito del Aire, que había llevado el peso de las operaciones, estaba empezando a padecer las consecuencias del empleo tan intenso. Aunque las bajas eran muy reducidas, la disponibilidad de los aviones de combate más modernos, Typhoon y EF-18, había caído a niveles tan bajos que se había restringido su empleo para la superioridad aérea y para ataques contra objetivos valiosos, fuertemente defendidos y que no pudiesen ser efectuados por otros aviones. Afortunadamente ITP había conseguido iniciar la producción en serie, aunque aun a pequeña escala, de motores J1 (copia del J85) y J2 (del TF731). Durante la primera semana de operaciones CASA entregó ocho C.19A (copia del F-5) y once C-101, terminados como cazabombarderos monoplaza. A mejor ritmo iba la producción del cazabombardero Halcón, del que ya había en servicio más de dos centenares de unidades, y se estaban entregando las primeras unidades de serie de los bimotores Águila. Estos últimos habían sido equipados para la iluminación de objetivos que eran atacados por los Halcón, lo que descargó a los EF-18 y Typhoon de esas misiones. Aun así, gran parte de las misiones de ataque, especialmente las de gran radio de acción, pasaron a ser efectuadas por los aviones de línea modificados: las de gran alcance, por Airbus A330 y A340. Las de medio y corto alcance eran efectuadas por Boeing 737 (de los que se habían adaptado para el bombardeo cincuenta, reservando veinte para su conversión en patrulleros y el resto para repuestos) y Airbus A320 (aun siendo menos adecuados, la disponibilidad en gran número y su conocimiento por CASA hizo que se modificasen ochenta unidades para este papel, que se empleaban contra objetivos poco defendidos). También estaban prestando meritorios servicios los diez Boeing 737 transformados en aviones de patrulla marítima (que actuaron sobre todo como bombarderos), los A319 y A320 empleados para la guerra electrónica y como AEW, y los CRJ y Embraer 195 de reconocimiento.
Las misiones de esos aparatos, aunque por su velocidad y altura fuesen inmunes a la intercepción, no estaban exentas de peligro. Para atacar los objetivos más fuertemente defendidos, como Berlín, era preciso volar a cotas en los que el margen de velocidad era muy escaso, y esa fue probablemente la causa de la pérdida de un A340 sobre Berlín, que entró en una barrena de la que no pudo recuperarse. Además el mal tiempo obligó a efectuar ataques a menor cota; aunque en esos casos solo se realizaban misiones nocturnas, un Boeing 737 se perdió tras una despresurización explosiva tras ser alcanzado por la metralla de la artillería antiaérea pesada. A partir de entonces las misiones se realizaron despresurizando parcialmente la cabina, lo que obligó a que la tripulación llevase trajes anti G (que mantenían la presión) y sistemas de respiración autónomos. Aun así, un A330 y cinco Boeing 737 sufrieron daños graves.
El ejército también carecía de efectivos suficientes. El retraso en el ataque Hitleriano había permitido la incorporación de decenas de miles de voluntarios (muchos de ellos refugiados de origen centroeuropeo), y las antiguas brigadas habían sido expandidas a divisiones. Aun así, el ataque hacia Toulouse y Carcasona era mantenido por solo tres divisiones pesadas y dos motorizadas. Los flancos estaban casi desprotegidos, vigilados tan solo por patrullas de caballería, aviones y helicópteros. Al menos, la llegada de unidades de infantería primero francesas y luego inglesas estaba permitiendo consolidar la retaguardia y reducir los focos de resistencia. Un problema añadido era el de las cada vez más larga cadena logística; aunque miles de camiones civiles habían sido dedicados a esa misión, las malas condiciones de las carreteras, las destrucciones y la necesidad de escoltar a los convoyes imponía un pesado peaje a las unidades motorizadas. En esta situación, el avance español era vulnerable a un ataque decidido como el que estaba planeando Hitler.
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El dictador alemán, necesitado de victorias, decidió entonces que el rápido avance español no era una amenaza sino, al contrario, una ocasión que le presentaba el destino. Seguía convencido de lo limitado en número y reservas de las Fuerzas Armadas españolas: por ejemplo, las valoraciones del OKW era que solo estaban en servicio unos doscientos tanques pesados, a lo sumo doscientos cincuenta, que estaban apoyados apoyados por algunos cientos de blindados. En realidad eran trescientos los Leopardo 2, casi un centenar de M60 recuperados, y ciento cincuenta Lince de nueva construcción. Con ellos se habían podido organizar dos divisiones acorazadas, una mecanizada y varios batallones independientes. Estos batallones eran los que habían defendido la frontera, y ahora se estaban agrupando para apoyar el avance español. Los carros eran apoyados por algo más de dos mil blindados de varios tipos (Pizarro, M113, muchos de ellos modificados como VCIs o armados con misiles o cañones sin retroceso, Farnesios y BMR) y otros tantos ligeros. Conviene tener en cuenta que buena parte de los blindados tenían protección que equiparaba a la de los carros de combate alemanes, y armamento capaz de batirlos, por lo que podían complementar e incluso en determinados casos sustituir a los tanques. Algo parecido ocurría otros campos, como con los helicópteros de combate, en el que a la decena de Tigres se habían unido dos docenas de Bo 105 y un centenar de AS 350 y EC 135, o la aviación, en el que los aviones de línea modificados estaban prestando meritorios servicios como bombarderos, aviones de reconocimiento o de patrulla marítima.
Pensando en la supuesta debilidad del ejército español, al que Hitler describió como “una almeja de cáscara dura y cuerpo blando”, planeó un ataque por ambos flancos que cercase a las unidades de carros de combate que estaban participando en la contraofensiva. El ataque se produciría mediante dos masas acorazadas: el panzergruppe 2 de Hoth, que en lugar de detenerse en Carcasona debía seguir hacia el oeste, hasta Saint-Gaudens, para luego atacar hacia el norte, y el nuevo panzergruppe 4, al mando del general Von Manstein, que debía atacar en dirección sur desde Agen. Teniendo en cuenta las dificultades de coordinación, se limitó el mando del mariscal Von Rundstedt, que quedó solo a cargo únicamente de las fuerzas al norte del avance español, mientras que las del sur pasarían a estar mandadas por el general Model. En el caso de este último, la elección para un mando que contaría con cerca de un millón de hombres, pasando por encima de mariscales y generales de mayor grado y antigüedad, mostraba la predilección cada vez mayor de Hitler por los mandos que, según los libros llevados por desertores, habían sido fieles al dictador hasta el final, atendiendo más a la lealtad que a la capacidad.
Aunque el potencial español era mayor de lo que presuponía el OKW, seguía estando en gran inferioridad. Especialmente el Ejercito del Aire, que había llevado el peso de las operaciones, estaba empezando a padecer las consecuencias del empleo tan intenso. Aunque las bajas eran muy reducidas, la disponibilidad de los aviones de combate más modernos, Typhoon y EF-18, había caído a niveles tan bajos que se había restringido su empleo para la superioridad aérea y para ataques contra objetivos valiosos, fuertemente defendidos y que no pudiesen ser efectuados por otros aviones. Afortunadamente ITP había conseguido iniciar la producción en serie, aunque aun a pequeña escala, de motores J1 (copia del J85) y J2 (del TF731). Durante la primera semana de operaciones CASA entregó ocho C.19A (copia del F-5) y once C-101, terminados como cazabombarderos monoplaza. A mejor ritmo iba la producción del cazabombardero Halcón, del que ya había en servicio más de dos centenares de unidades, y se estaban entregando las primeras unidades de serie de los bimotores Águila. Estos últimos habían sido equipados para la iluminación de objetivos que eran atacados por los Halcón, lo que descargó a los EF-18 y Typhoon de esas misiones. Aun así, gran parte de las misiones de ataque, especialmente las de gran radio de acción, pasaron a ser efectuadas por los aviones de línea modificados: las de gran alcance, por Airbus A330 y A340. Las de medio y corto alcance eran efectuadas por Boeing 737 (de los que se habían adaptado para el bombardeo cincuenta, reservando veinte para su conversión en patrulleros y el resto para repuestos) y Airbus A320 (aun siendo menos adecuados, la disponibilidad en gran número y su conocimiento por CASA hizo que se modificasen ochenta unidades para este papel, que se empleaban contra objetivos poco defendidos). También estaban prestando meritorios servicios los diez Boeing 737 transformados en aviones de patrulla marítima (que actuaron sobre todo como bombarderos), los A319 y A320 empleados para la guerra electrónica y como AEW, y los CRJ y Embraer 195 de reconocimiento.
Las misiones de esos aparatos, aunque por su velocidad y altura fuesen inmunes a la intercepción, no estaban exentas de peligro. Para atacar los objetivos más fuertemente defendidos, como Berlín, era preciso volar a cotas en los que el margen de velocidad era muy escaso, y esa fue probablemente la causa de la pérdida de un A340 sobre Berlín, que entró en una barrena de la que no pudo recuperarse. Además el mal tiempo obligó a efectuar ataques a menor cota; aunque en esos casos solo se realizaban misiones nocturnas, un Boeing 737 se perdió tras una despresurización explosiva tras ser alcanzado por la metralla de la artillería antiaérea pesada. A partir de entonces las misiones se realizaron despresurizando parcialmente la cabina, lo que obligó a que la tripulación llevase trajes anti G (que mantenían la presión) y sistemas de respiración autónomos. Aun así, un A330 y cinco Boeing 737 sufrieron daños graves.
El ejército también carecía de efectivos suficientes. El retraso en el ataque Hitleriano había permitido la incorporación de decenas de miles de voluntarios (muchos de ellos refugiados de origen centroeuropeo), y las antiguas brigadas habían sido expandidas a divisiones. Aun así, el ataque hacia Toulouse y Carcasona era mantenido por solo tres divisiones pesadas y dos motorizadas. Los flancos estaban casi desprotegidos, vigilados tan solo por patrullas de caballería, aviones y helicópteros. Al menos, la llegada de unidades de infantería primero francesas y luego inglesas estaba permitiendo consolidar la retaguardia y reducir los focos de resistencia. Un problema añadido era el de las cada vez más larga cadena logística; aunque miles de camiones civiles habían sido dedicados a esa misión, las malas condiciones de las carreteras, las destrucciones y la necesidad de escoltar a los convoyes imponía un pesado peaje a las unidades motorizadas. En esta situación, el avance español era vulnerable a un ataque decidido como el que estaba planeando Hitler.
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APVid
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LA FRACTURA
KUNMING (CHINA)
-De donde han salido, dijeron que solo había una docena bombarderos.
-Gira Robert, sal de ahí, Robert, Robert,...-
-Pappy, Pappy, se te acercan dos Messers por la cola.-
-Los veo, los veo,..., el ala me han alcanzado en el ala, Mayday, Mayday,...-
-¿Quien ha traido a los alemanes o los italianos aquí?-
-Han dado de lleno en los depósitos, todo es un mar de fuego.-
-Tex, aquí Scarsdale. Bert ha caido, a Neale le han dado en tierra, salgamos de aquí, el "Panda Bears" ya no existe y el "Adam & Eves" está a punto de ser aniquilado.-
-Sargento Sato, dos P-40 intentan huír, vamos a por ellos, el segundo chuntai con los Ki-100 se ocupa de cubrir a los bombarderos.
-A sus órdenes, teniente Nomura.- Dijo mientras veía como la base y los depósitos ardían.
YAN´AN (CHINA)
-Aquí Zhu.-
-...-
-No lo se no he podido hablar con Mao,.., claro que nos están bombardeando, nuestras posiciones están devastadas. Informame de...-
-...-
-¿Que la 120 División también? ¿Y He Long?-
-Pues hay que evacuar como sea, si aunque dejeís las armas,...
-...-
-¿Tropas de Nanjing en el flanco? ¿y también mongoles?-
...
-De donde han salido, dijeron que solo había una docena bombarderos.
-Gira Robert, sal de ahí, Robert, Robert,...-
-Pappy, Pappy, se te acercan dos Messers por la cola.-
-Los veo, los veo,..., el ala me han alcanzado en el ala, Mayday, Mayday,...-
-¿Quien ha traido a los alemanes o los italianos aquí?-
-Han dado de lleno en los depósitos, todo es un mar de fuego.-
-Tex, aquí Scarsdale. Bert ha caido, a Neale le han dado en tierra, salgamos de aquí, el "Panda Bears" ya no existe y el "Adam & Eves" está a punto de ser aniquilado.-
-Sargento Sato, dos P-40 intentan huír, vamos a por ellos, el segundo chuntai con los Ki-100 se ocupa de cubrir a los bombarderos.
-A sus órdenes, teniente Nomura.- Dijo mientras veía como la base y los depósitos ardían.
YAN´AN (CHINA)
-Aquí Zhu.-
-...-
-No lo se no he podido hablar con Mao,.., claro que nos están bombardeando, nuestras posiciones están devastadas. Informame de...-
-...-
-¿Que la 120 División también? ¿Y He Long?-
-Pues hay que evacuar como sea, si aunque dejeís las armas,...
-...-
-¿Tropas de Nanjing en el flanco? ¿y también mongoles?-
...
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Domper
- General de Ejército
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LA FRACTURA
Domper, L; Auset A; Bistuer M. Historia de la Fractura. Op.cit.
…
Al planificar la ahora llamada operación Schloss, Hitler no solo minusvaloró la situación española sino que sobreestimó la de sus fuerzas. Las dos grandes masas alemanas, ahora redenominadas Grupo de Ejércitos Loira (mandado por Von Rundstedt, situado al norte del Garona) y Pirineos (inicialmente Kesselring) estaban en situación crítica y su capacidad para contratacar era reducida.
El grupo de ejércitos Loira había sido formado apresuradamente partiendo del noveno ejército, el sexto y el panzergruppe 4. El noveno ejército era una formación de reserva en la que se habían integrado unidades de ocupación procedentes del norte de Francia y de Holanda, de instrucción, y grupos de combate resultantes de reunir a los fugitivos del antiguo Grupo de Ejércitos Oeste. El OKW (siguiendo las directrices de Hitler) dio gran valor a esos grupos de combate, que en la historia pre Fractura habían conseguido estabilizar el frente una y otra vez en situaciones desesperadas, pero no se tuvo en cuenta que esos grupos de combate actuaron bien tras la experiencia adquirida en 1941 y 1942, de la que ahora se carecía. En realidad, esas formaciones no pasaron de ser una amalgama de fugitivos con poco armamento y menos moral. La otra gran unidad, el sexto ejército debía llegar procedente de Polonia, pero los bombardeos de los puentes de los ríos Saar, Rin, Elba y Weser estaban causando graves retrasos. Ambas grandes unidades, sobre todo el noveno, tenían pocos vehículos y carecían de artillería.
El nuevo panzergruppe 4, que debía ser la masa de maniobra que encabezase el contrataque en el flanco norte, apenas existía más allá del papel. Tendría que haber incluido partes de los cuerpos XXXXVI y XXXXVI, que por orden de Model habían pasado al norte del río Adour, pero habían sido acosados por las avanzadas españolas, y entre las pérdidas en combate, los ataques aéreos, y los blindados abandonados por falta de combustible, habían quedado reducidos a una división débil, con unos pocos miles de soldados y unos cincuenta tanques, la mayoría ligeros Panzer II y Panzer 38. La recién creada 22 Panzer División estaba armada con tanques franceses capturados de valor militar dudoso. La unidad más potente del grupo era la recién constituida 21 División Panzer, que se estaba entrenando en Alemania. Paradójicamente, estaba equipada con tanques de origen soviético adquiridos por el acuerdo Ribbentrop-Vyshinsky, más unos pocos Panzer IVF2. Por desgracia los T-34 demostraron tener muchos defectos mecánicos y gran parte tuvo que ser dada de baja. Además Von Manstein contaba con una brigada de cazacarros, equipada con Marder de chasis franceses. En total, el panzergruppe 4 tenía unos trescientos carros de combate, de los que solo unos setenta eran T-34 y Panzer IV.
Durante la preparación del asalto la posición estratégica del ejército del Loira se deterioró. El bombardeo de los puentes del río del mismo nombre retrasó la llegada de combustible, municiones y refuerzos. Mientras, las avanzadas españolas no solo habían llegado al Garona, formando cabezas de puente a lo largo de casi todo su curso, sino que habían liberado Agen, la supuesta base de partida de la ofensiva, formando un gran saliente que amenazaba dividir al Grupo de Ejércitos Loira. Von Manstein solicitó desplazar el punto de partida hacia el este, al río Tarn. Sus perspectivas, con un panzergruppe muy débil, casi sin infantería, con poco combustible y con un flanco amenazado, no eran halagüeñas.
El Grupo de Ejércitos Pirineos que formaba el ala sur, producto de la amalgama de los antiguos grupos Oeste, Centro y Este, era más nutrido y tenía las grandes masas de infantería de las que carecía el grupo Loira, pero su situación era peor. La pérdida de Toulouse había cortado sus principales vías de suministros. Los ferrocarriles del este de Francia se habían convertido en su principal ruta de aprovisionamientos, pero estos confluían en Montpellier y Béziers. El tramo que unía esas localidades con Narbona, que fue objeto de bombardeos continuos que acabaron cortándolo. Similares ataques sufrió la red de carreteras; aunque no había grandes obras para superar obstáculos naturales cuya destrucción las cortase, las carreteras fueron atacadas día y noche por cazabombarderos y aviones cañoneros.
Al mismo tiempo el avance español hacía que el grupo entero corriese el riesgo de ser embolsado. Las disposiciones de Von Rundstedt habían trasladado grandes fuerzas de infantería al corredor de Carcasona. Considerando que sería preciso un gran esfuerzo para romper las líneas alemanas, el avance español se detuvo en Bram, a veinte kilómetros de Carcasona y a cincuenta de Narbona. Pero al norte del corredor fue liberada la ciudad de Castres, al pie de las Cevennes. Las montañas ya habían demostrado no ser obstáculo para las fuerzas aeromóviles, por lo que el grupo de ejércitos sur corría el riesgo de ser cercado y aniquilado.
De las formaciones que componían el nuevo grupo de ejércitos, solo el panzergruppe 2 de Hoth y el antiguo grupo de ejércitos del este estaban en buenas condiciones. Ambas unidades habían sufrido los bombardeos aéreos y artilleros, y habían perdido gran parte de su artillería, pero mantenían su cohesión. Pero el resto de sus unidades estaban en situación crítica. El antiguo grupo de ejércitos oeste había dejado de existir. Aun quedaban pequeños núcleos de resistencia, y por los campos franceses vagaban miles de soldados dispersos, acosados por la Resistencia y por unidades regulares, pero ya no era una fuerza de combate efectiva.
Las unidades del Pirineo Central, el antiguo grupo de ejércitos centro, se estaban desmoronando. Tras la ruptura del frente de Dantxarinea las avanzadas españolas estaban atacando a lo largo de toda la cadena montañosa, no con asaltos de infantería clásicos, sino con operaciones helitransportadas, tomando posiciones clave a espaldas de las tropas alemanas y estableciendo bloqueos en la salida de los valles. El Pirineo francés, con sus grandes desniveles y profundas gargantas, era un terreno especialmente favorable para estas operaciones. Los alemanes quedaron atrapadas en los fondos de los valles, y aunque inicialmente no fueron molestados salvo por intermitentes ataques aéreos, estando aislados, sin suministros, y rodeados por posiciones dominantes, su futuro parecía incierto.
Siguiendo las instrucciones de Von Rundstedt, el general Strauss había ordenado a sus divisiones que rompiesen el contacto y se retirasen al pie de la cordillera, para luego dirigirse hacia el este, pero los resultados fueron variopintos. Varias divisiones renunciaron al repliegue al encontrarse con bloqueos. La primera división de montaña consiguió escapar de la trampa en Cauterets, pero perdiendo todo el material pesado. El intento de romper el cerco efectuado por la 101 división de infantería ligera, cercada en Sainte-Engrâce, se saldó con graves pérdidas cuando las columnas en retirada fueron atacadas por artillería, aviones y helicópteros. Acosada y sin municiones, los supervivientes tuvieron que rendirse antes de llegar a Arette, donde la 100ª división de infantería ligera también había quedado rodeada.
Tras el desastre de Sainte-Engrâce el OKW ordenó al general Strauss, al mando del grupo de ejércitos, que contratacase para expulsar a las vanguardias españolas y restablecer la comunicación entre sus diferentes unidades. Pero la orden no llegó, y Strauss prosiguió con la retirada de sus unidades, aunque significase abandonar a las formaciones cercadas, en su mayoría las del flanco occidental. Cuando la noticia del repliegue llegó a Berlín Hitler tuvo un ataque de furor y ordenó que Strauss fuese detenido y juzgado sumariamente por cobardía. En su lugar designó al general Von Klücher, pero su avión fue derribado cuando intentaba llegar a sus casi rodeadas tropas. También había desaparecido el general Model, que debía hacerse cargo del flanco sur; solo semanas después se supo que se había suicidado cerca de Dax para eludir la captura. El mariscal Kesselring, al mando del antiguo grupo de ejércitos este, había sido herido gravemente en un bombardeo, lo que dejó a toda el ala sur sin mando durante cuatro días claves. Finalmente el coronel general Buchs recibió el mando del grupo de ejércitos Pirineos. Su primera medida fue aplicar la directiva de Hitler que prohibía las retiradas. Esa orden, emitida desde Berlín sin saber cuál era la situación real de las fuerzas armadas de los Pirineos, condenó a varias unidades que se fortificaron en sus posiciones cuando aun tenían posibilidades de escapar.
La principal fuerza del grupo Pirineos era el panzergruppe 2 del general Hoth, que Von Rundstedt había enviado a Carcasona. El OKW ordenó directamente a Hoth que se dirigiese hacia Saint-Gaudens, pero las columnas se enfrentaron a ataques aéreos continuos, y al llegar al alto Garona encontró los puentes destruidos. Considerando que sería imposible alcanzar Saint-Gaudens a tiempo para la ofensiva, solicitó cambiar el punto de concentración a la llanura de Varilhes, a orilla del Garona, para posteriormente atacar siguiendo sus márgenes en dirección a Toulouse.
El cambio de las puntos de partida de los panzergruppe 2 y 4 significaba que la contraofensiva alemana iba a tener que ser mucho menos ambiciosa de lo inicialmente planeado, lo que disgusto a Hitler. Pero hasta el habitualmente adulador general Schörner (que había sustituido a Halder, relevado como tantos otros por sospecha de traición) pensaba que el planteamiento original de Schloss era irrealizable, y que el ataque a menor escala no solo conseguiría causar severas pérdidas a las débiles (como creía) vanguardias españolas, sino que permitiría restablecer la situación del cada vez más amenazado Grupo de Ejércitos Pirineos, que podría retirarse por el corredor mediterráneo y luego por el valle del Ródano. Pero para eso era necesario que todo el grupo de ejércitos se retirase hacia la costa, ignorando la prohibición de retiradas, y que el panzergruppe 4 consiguiese derrotar o al menos rechazar a los españoles.
…
Al planificar la ahora llamada operación Schloss, Hitler no solo minusvaloró la situación española sino que sobreestimó la de sus fuerzas. Las dos grandes masas alemanas, ahora redenominadas Grupo de Ejércitos Loira (mandado por Von Rundstedt, situado al norte del Garona) y Pirineos (inicialmente Kesselring) estaban en situación crítica y su capacidad para contratacar era reducida.
El grupo de ejércitos Loira había sido formado apresuradamente partiendo del noveno ejército, el sexto y el panzergruppe 4. El noveno ejército era una formación de reserva en la que se habían integrado unidades de ocupación procedentes del norte de Francia y de Holanda, de instrucción, y grupos de combate resultantes de reunir a los fugitivos del antiguo Grupo de Ejércitos Oeste. El OKW (siguiendo las directrices de Hitler) dio gran valor a esos grupos de combate, que en la historia pre Fractura habían conseguido estabilizar el frente una y otra vez en situaciones desesperadas, pero no se tuvo en cuenta que esos grupos de combate actuaron bien tras la experiencia adquirida en 1941 y 1942, de la que ahora se carecía. En realidad, esas formaciones no pasaron de ser una amalgama de fugitivos con poco armamento y menos moral. La otra gran unidad, el sexto ejército debía llegar procedente de Polonia, pero los bombardeos de los puentes de los ríos Saar, Rin, Elba y Weser estaban causando graves retrasos. Ambas grandes unidades, sobre todo el noveno, tenían pocos vehículos y carecían de artillería.
El nuevo panzergruppe 4, que debía ser la masa de maniobra que encabezase el contrataque en el flanco norte, apenas existía más allá del papel. Tendría que haber incluido partes de los cuerpos XXXXVI y XXXXVI, que por orden de Model habían pasado al norte del río Adour, pero habían sido acosados por las avanzadas españolas, y entre las pérdidas en combate, los ataques aéreos, y los blindados abandonados por falta de combustible, habían quedado reducidos a una división débil, con unos pocos miles de soldados y unos cincuenta tanques, la mayoría ligeros Panzer II y Panzer 38. La recién creada 22 Panzer División estaba armada con tanques franceses capturados de valor militar dudoso. La unidad más potente del grupo era la recién constituida 21 División Panzer, que se estaba entrenando en Alemania. Paradójicamente, estaba equipada con tanques de origen soviético adquiridos por el acuerdo Ribbentrop-Vyshinsky, más unos pocos Panzer IVF2. Por desgracia los T-34 demostraron tener muchos defectos mecánicos y gran parte tuvo que ser dada de baja. Además Von Manstein contaba con una brigada de cazacarros, equipada con Marder de chasis franceses. En total, el panzergruppe 4 tenía unos trescientos carros de combate, de los que solo unos setenta eran T-34 y Panzer IV.
Durante la preparación del asalto la posición estratégica del ejército del Loira se deterioró. El bombardeo de los puentes del río del mismo nombre retrasó la llegada de combustible, municiones y refuerzos. Mientras, las avanzadas españolas no solo habían llegado al Garona, formando cabezas de puente a lo largo de casi todo su curso, sino que habían liberado Agen, la supuesta base de partida de la ofensiva, formando un gran saliente que amenazaba dividir al Grupo de Ejércitos Loira. Von Manstein solicitó desplazar el punto de partida hacia el este, al río Tarn. Sus perspectivas, con un panzergruppe muy débil, casi sin infantería, con poco combustible y con un flanco amenazado, no eran halagüeñas.
El Grupo de Ejércitos Pirineos que formaba el ala sur, producto de la amalgama de los antiguos grupos Oeste, Centro y Este, era más nutrido y tenía las grandes masas de infantería de las que carecía el grupo Loira, pero su situación era peor. La pérdida de Toulouse había cortado sus principales vías de suministros. Los ferrocarriles del este de Francia se habían convertido en su principal ruta de aprovisionamientos, pero estos confluían en Montpellier y Béziers. El tramo que unía esas localidades con Narbona, que fue objeto de bombardeos continuos que acabaron cortándolo. Similares ataques sufrió la red de carreteras; aunque no había grandes obras para superar obstáculos naturales cuya destrucción las cortase, las carreteras fueron atacadas día y noche por cazabombarderos y aviones cañoneros.
Al mismo tiempo el avance español hacía que el grupo entero corriese el riesgo de ser embolsado. Las disposiciones de Von Rundstedt habían trasladado grandes fuerzas de infantería al corredor de Carcasona. Considerando que sería preciso un gran esfuerzo para romper las líneas alemanas, el avance español se detuvo en Bram, a veinte kilómetros de Carcasona y a cincuenta de Narbona. Pero al norte del corredor fue liberada la ciudad de Castres, al pie de las Cevennes. Las montañas ya habían demostrado no ser obstáculo para las fuerzas aeromóviles, por lo que el grupo de ejércitos sur corría el riesgo de ser cercado y aniquilado.
De las formaciones que componían el nuevo grupo de ejércitos, solo el panzergruppe 2 de Hoth y el antiguo grupo de ejércitos del este estaban en buenas condiciones. Ambas unidades habían sufrido los bombardeos aéreos y artilleros, y habían perdido gran parte de su artillería, pero mantenían su cohesión. Pero el resto de sus unidades estaban en situación crítica. El antiguo grupo de ejércitos oeste había dejado de existir. Aun quedaban pequeños núcleos de resistencia, y por los campos franceses vagaban miles de soldados dispersos, acosados por la Resistencia y por unidades regulares, pero ya no era una fuerza de combate efectiva.
Las unidades del Pirineo Central, el antiguo grupo de ejércitos centro, se estaban desmoronando. Tras la ruptura del frente de Dantxarinea las avanzadas españolas estaban atacando a lo largo de toda la cadena montañosa, no con asaltos de infantería clásicos, sino con operaciones helitransportadas, tomando posiciones clave a espaldas de las tropas alemanas y estableciendo bloqueos en la salida de los valles. El Pirineo francés, con sus grandes desniveles y profundas gargantas, era un terreno especialmente favorable para estas operaciones. Los alemanes quedaron atrapadas en los fondos de los valles, y aunque inicialmente no fueron molestados salvo por intermitentes ataques aéreos, estando aislados, sin suministros, y rodeados por posiciones dominantes, su futuro parecía incierto.
Siguiendo las instrucciones de Von Rundstedt, el general Strauss había ordenado a sus divisiones que rompiesen el contacto y se retirasen al pie de la cordillera, para luego dirigirse hacia el este, pero los resultados fueron variopintos. Varias divisiones renunciaron al repliegue al encontrarse con bloqueos. La primera división de montaña consiguió escapar de la trampa en Cauterets, pero perdiendo todo el material pesado. El intento de romper el cerco efectuado por la 101 división de infantería ligera, cercada en Sainte-Engrâce, se saldó con graves pérdidas cuando las columnas en retirada fueron atacadas por artillería, aviones y helicópteros. Acosada y sin municiones, los supervivientes tuvieron que rendirse antes de llegar a Arette, donde la 100ª división de infantería ligera también había quedado rodeada.
Tras el desastre de Sainte-Engrâce el OKW ordenó al general Strauss, al mando del grupo de ejércitos, que contratacase para expulsar a las vanguardias españolas y restablecer la comunicación entre sus diferentes unidades. Pero la orden no llegó, y Strauss prosiguió con la retirada de sus unidades, aunque significase abandonar a las formaciones cercadas, en su mayoría las del flanco occidental. Cuando la noticia del repliegue llegó a Berlín Hitler tuvo un ataque de furor y ordenó que Strauss fuese detenido y juzgado sumariamente por cobardía. En su lugar designó al general Von Klücher, pero su avión fue derribado cuando intentaba llegar a sus casi rodeadas tropas. También había desaparecido el general Model, que debía hacerse cargo del flanco sur; solo semanas después se supo que se había suicidado cerca de Dax para eludir la captura. El mariscal Kesselring, al mando del antiguo grupo de ejércitos este, había sido herido gravemente en un bombardeo, lo que dejó a toda el ala sur sin mando durante cuatro días claves. Finalmente el coronel general Buchs recibió el mando del grupo de ejércitos Pirineos. Su primera medida fue aplicar la directiva de Hitler que prohibía las retiradas. Esa orden, emitida desde Berlín sin saber cuál era la situación real de las fuerzas armadas de los Pirineos, condenó a varias unidades que se fortificaron en sus posiciones cuando aun tenían posibilidades de escapar.
La principal fuerza del grupo Pirineos era el panzergruppe 2 del general Hoth, que Von Rundstedt había enviado a Carcasona. El OKW ordenó directamente a Hoth que se dirigiese hacia Saint-Gaudens, pero las columnas se enfrentaron a ataques aéreos continuos, y al llegar al alto Garona encontró los puentes destruidos. Considerando que sería imposible alcanzar Saint-Gaudens a tiempo para la ofensiva, solicitó cambiar el punto de concentración a la llanura de Varilhes, a orilla del Garona, para posteriormente atacar siguiendo sus márgenes en dirección a Toulouse.
El cambio de las puntos de partida de los panzergruppe 2 y 4 significaba que la contraofensiva alemana iba a tener que ser mucho menos ambiciosa de lo inicialmente planeado, lo que disgusto a Hitler. Pero hasta el habitualmente adulador general Schörner (que había sustituido a Halder, relevado como tantos otros por sospecha de traición) pensaba que el planteamiento original de Schloss era irrealizable, y que el ataque a menor escala no solo conseguiría causar severas pérdidas a las débiles (como creía) vanguardias españolas, sino que permitiría restablecer la situación del cada vez más amenazado Grupo de Ejércitos Pirineos, que podría retirarse por el corredor mediterráneo y luego por el valle del Ródano. Pero para eso era necesario que todo el grupo de ejércitos se retirase hacia la costa, ignorando la prohibición de retiradas, y que el panzergruppe 4 consiguiese derrotar o al menos rechazar a los españoles.
Tu regere imperio fluctus Hispane memento
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APVid
- Teniente Coronel
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LA FRACTURA
TOKIO (JAPÓN)
-Por el emperador, Banza ahh..
.......................
-Mi general, los Rikusentai avanzan por el flanco izquierdo y han asegurado la posición, las divisiones 52º y 53º mantienen el control del Palacio Imperial y de los puntos principales.
-Perfecto, mantengan ese despliegue en espera de la llegada de la 1ª división taiwanesa.
-Si señor.
...
-Mi general, la 2ª Brigada de la Guardía se rinde, al parecer varios oficiales se han suicidado entre ellos el contralmirante Matome Ugaki y el coronel Okikatsu Arao,..., el coronel Kiyonao Ichiki murió dirigiendo una carga contra nuestras ametralladoras.
-Comuníquenselo al emperador y al gobierno.
....
-Su Majestad, por ese motivo presento mi renuncia como Primer Ministro y recomiendo que se designe para el puesto a Mitsumasa Yonai.
-Están todos ustedes seguros.- Mirando por primera vez al grupo de generales, almirantes, los poderosos virreyes en China y los políticos que le miraban con respeto pero ya no con la veneración anterior. La frustrada alianza con Alemania que estaba ahora siendo vapuleada en Europa y el fracaso del apoyo de sus partidarios en el "incidente" al que había llevado la tensión insoportable entre las facciones, sobre todo los radicales partidarios de la guerra, todo ello había colocado al emperador en una situación peligrosa.
-Si Majestad.
-En ese caso, acepto su renuncia primer ministro Fumimaro Konoe y la suya también Hideki Tōjō.
-Majestad.
-Príncipe Mikasa.
-Majestad, como es sabido por los españoles, y por los espias.- Manteniendo la gravedad de su cargo el emperador tragaba saliva al oír a su hermano. -Lo que sucede en ciertas áreas de investigación en Manchuria es real y monstruoso. Y aunque me precipite cuatro años a lo que según la Historia diré, hay cambios que serán necesarios para salvaguardar al imperio y se deben asumir responsabilidades.
Los restantes príncipes que sabían que sus ramas iban a perder su estatus también mantenían la mirada fija en el emperador.
-Majestad.- Continuó el Príncipe Mikasa. -Es curioso el mundo, según parece estoy destinado o condenado a cumplir más de un siglo a ver caer y renacer a nuestro país. Y... a ver el posible ocaso de nuestra dinastía al desaparecer los herederos varones y excluir de ella a las mujeres. Pero lo que está claro es que es preciso que cambiemos.
...
-Por el emperador, Banza ahh..
.......................
-Mi general, los Rikusentai avanzan por el flanco izquierdo y han asegurado la posición, las divisiones 52º y 53º mantienen el control del Palacio Imperial y de los puntos principales.
-Perfecto, mantengan ese despliegue en espera de la llegada de la 1ª división taiwanesa.
-Si señor.
...
-Mi general, la 2ª Brigada de la Guardía se rinde, al parecer varios oficiales se han suicidado entre ellos el contralmirante Matome Ugaki y el coronel Okikatsu Arao,..., el coronel Kiyonao Ichiki murió dirigiendo una carga contra nuestras ametralladoras.
-Comuníquenselo al emperador y al gobierno.
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-Su Majestad, por ese motivo presento mi renuncia como Primer Ministro y recomiendo que se designe para el puesto a Mitsumasa Yonai.
-Están todos ustedes seguros.- Mirando por primera vez al grupo de generales, almirantes, los poderosos virreyes en China y los políticos que le miraban con respeto pero ya no con la veneración anterior. La frustrada alianza con Alemania que estaba ahora siendo vapuleada en Europa y el fracaso del apoyo de sus partidarios en el "incidente" al que había llevado la tensión insoportable entre las facciones, sobre todo los radicales partidarios de la guerra, todo ello había colocado al emperador en una situación peligrosa.
-Si Majestad.
-En ese caso, acepto su renuncia primer ministro Fumimaro Konoe y la suya también Hideki Tōjō.
-Majestad.
-Príncipe Mikasa.
-Majestad, como es sabido por los españoles, y por los espias.- Manteniendo la gravedad de su cargo el emperador tragaba saliva al oír a su hermano. -Lo que sucede en ciertas áreas de investigación en Manchuria es real y monstruoso. Y aunque me precipite cuatro años a lo que según la Historia diré, hay cambios que serán necesarios para salvaguardar al imperio y se deben asumir responsabilidades.
Los restantes príncipes que sabían que sus ramas iban a perder su estatus también mantenían la mirada fija en el emperador.
-Majestad.- Continuó el Príncipe Mikasa. -Es curioso el mundo, según parece estoy destinado o condenado a cumplir más de un siglo a ver caer y renacer a nuestro país. Y... a ver el posible ocaso de nuestra dinastía al desaparecer los herederos varones y excluir de ella a las mujeres. Pero lo que está claro es que es preciso que cambiemos.
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-
Domper
- General de Ejército
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- Registrado: 13 Ago 2014, 16:15
LA FRACTURA
Domper, L; Auset A; Bistuer M. Historia de la Fractura. Op.cit.
…
Los movimientos alemanes no habían pasado desapercibidos para los vuelos de reconocimiento españoles, que detectaron la concentración de los dos Panzergruppe. Aunque la batalla de Hasparren había demostrado que las fuerzas acorazadas alemanas no eran enemigo para las españolas, no se podía descartar un ataque contra algún punto de los muy débiles flancos del avance. De las dos masas acorazadas, la más débil era la del norte, pero también la más alejada del eje de las operaciones y, por tanto, más peligrosa, por lo que se decidió dispersarla antes de enfrentarse a la del sur.
La operación fue realizada por la división mecanizada Castillejos, que se había incorporado a la contraofensiva española una vez despejado el cruce de carretera de Hendaya y había llegado al área el día anterior. La división disponía, además de blindados de reconocimiento (muchos armados con misiles contracarro) y de transporte de tropas, un batallón con tanques Lince. En lugar de atacar desde Agen, como temía Von Manstein, lo hizo desde Montauban en dirección a la retaguardia del Panzergruppe 4. Al mismo tiempo, un batallón acorazado independiente, que ya no era preciso en la frontera y que estaba equipado con tanques M60 y blindados M113 (la mayoría transformados en VCI), atacó desde Agen.
Las formaciones de Von Manstein aun no estaban preparadas y, ante la amenaza de envolvimiento, se vio obligado a combatir en campo abierto, sufriendo pérdidas muy graves. La mayoría no fueron causadas por los carros de combate españoles, sino por cazabombarderos y helicópteros, apoyados por artillería de largo alcance. El Panzergruppe 4, tras perder más de ciento cincuenta tanques en las inmediaciones de Lauzerte tuvo que pasar a la defensiva. La Castillejos mantuvo la presión, avanzando hacia Cahors, con lo que amenazaba dividir el recién constituido Grupo de Ejércitos del Loira. Sin embargo, tuvo que ceder el batallón de tanques M60, que fue trasladado urgentemente al sur.
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Los movimientos alemanes no habían pasado desapercibidos para los vuelos de reconocimiento españoles, que detectaron la concentración de los dos Panzergruppe. Aunque la batalla de Hasparren había demostrado que las fuerzas acorazadas alemanas no eran enemigo para las españolas, no se podía descartar un ataque contra algún punto de los muy débiles flancos del avance. De las dos masas acorazadas, la más débil era la del norte, pero también la más alejada del eje de las operaciones y, por tanto, más peligrosa, por lo que se decidió dispersarla antes de enfrentarse a la del sur.
La operación fue realizada por la división mecanizada Castillejos, que se había incorporado a la contraofensiva española una vez despejado el cruce de carretera de Hendaya y había llegado al área el día anterior. La división disponía, además de blindados de reconocimiento (muchos armados con misiles contracarro) y de transporte de tropas, un batallón con tanques Lince. En lugar de atacar desde Agen, como temía Von Manstein, lo hizo desde Montauban en dirección a la retaguardia del Panzergruppe 4. Al mismo tiempo, un batallón acorazado independiente, que ya no era preciso en la frontera y que estaba equipado con tanques M60 y blindados M113 (la mayoría transformados en VCI), atacó desde Agen.
Las formaciones de Von Manstein aun no estaban preparadas y, ante la amenaza de envolvimiento, se vio obligado a combatir en campo abierto, sufriendo pérdidas muy graves. La mayoría no fueron causadas por los carros de combate españoles, sino por cazabombarderos y helicópteros, apoyados por artillería de largo alcance. El Panzergruppe 4, tras perder más de ciento cincuenta tanques en las inmediaciones de Lauzerte tuvo que pasar a la defensiva. La Castillejos mantuvo la presión, avanzando hacia Cahors, con lo que amenazaba dividir el recién constituido Grupo de Ejércitos del Loira. Sin embargo, tuvo que ceder el batallón de tanques M60, que fue trasladado urgentemente al sur.
Tu regere imperio fluctus Hispane memento
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