Bueno, aquí te hemos dado opiniones en función de nuestras lecturas y conocimientos sobre el tema, pruebas las tendrás que buscar en los estudiosos de la cuestión, que haber hay un montón.Isocrates escribió: Me he limitado a pedir pruebas de ese apoyo al golpe de estado, que solo me puedas decir que es algo "que se ha asumido" no dice demasiado en favor de que existan. Mucha gente no veía con buenos ojos lo que pasaba en España, pero de ahí a que respaldasen un golpe de estado hay un salto muy largo. Una vez iniciada la guerra había que elegir bando -cuando no te lo elegían las circunstancias- y el que podía elegiría en función de su afinidad, hubiese apoyado el golpe o no. Evidentemente, con el triunfo final de los sublevados todos los que pudieron remontaron su apoyo a los vencedores tanto como les fue posible. Pero ni una cosa ni la otra dan fe de un apoyo mayoritario (ni ampliamente extendido) de la población a un golpe de estado. De hecho, el manifiesto de Franco en Las palmas
Pero es que pareces plantear que el apoyo popular a los alzados, de existir, debía haberse manifestado en la calle desde el minuto uno de la sublevación y al no ser así pues concluyes que no existía más allá de los falangistas y los requetés. Contra esa argumentación ya se te ha razonado que en la planificación del alzamiento no participaron apenas elementos civiles, así que mal podían participar en él. Una vez se produce, en aquellos lugares donde triunfa de primeras el apoyo popular se puede expresar sin cortapisas, pero donde la situación es delicada e incierta la gente se tienta la ropa antes de tomar partido, lo que es lógico además.
El hecho de que los contrarios a la sublevación se lancen rápidamente a la calle hay que analizarlo desde la tesitura en la que las organizaciones politicas y sindicales de la izquierda llevan movilizados desde 6 meses atrás, que están por tanto muy organizadas y en algunos casos cuentan con armas. En la parte contraria salvo Falange y los Requetés ningún otro partido tiene a su gente organizada de tal manera, por tanto no pueden responder de la misma forma que los simpatizantes de la izquierda..
[/quote]Reconocerás que tener por aliados a los Carlistas y terminar el llamamiento con un "libertad, igualdad, fraternidad" (aunque no por ese orden) resulta un tanto extraño y no hace pensar en la "una" de las "dos" españas a la que en principio se dirigía. En definitiva, que ni tan siquiera Franco parece pensar en ese momento que pueda expresarse claramente que el golpe de estado representa a una de esas dos españas.Como la pureza de nuestras intenciones nos impide el yugular aquellas conquistas que representen un avance en el mejoramiento político-social, el espíritu de odio y venganza no tiene albergue en nuestro pecho; del forzoso naufragio que sufrirán algunos ensayos legislativos, sabremos salvar cuanto sea compatible con la paz interior de España y su anhelada grandeza, haciendo reales por primera vez y en este orden, la trilogía: fraternidad, libertad e igualdad.
Los discursos de primera hora no significan nada, estaba todo por decidir y cada cual se manifestaba del modo que entendía más conveniente. Mola se subleva en nombre de la República y una semana antes del alzamiento sale tarifando de una reunión con Fal Conde porque no puede asumir las reclamaciones de los carlistas en cuanto a la forma de Estado y simbolos. Además, tampoco tiene el "sí" de Franco. De hecho tanto unos como el otro se deciden de forma incondicional tras el asesinato de Calvo Sotelo y el encubrimiento posterior de los autores por parte de las autoridades del FP.
Aunque es de la wiki está bien explicado y, a mi parecer, se ajusta bien a los hechos.Por mediación de Raimundo García García «Garcilaso», diputado y director del Diario de Navarra, los carlistas se pusieron en contacto con Mola en mayo, con los que mantuvo unas duras y tensas negociaciones. Los principales escollos fueron el régimen que surgiría después del golpe militar y la bandera que portarían los sublevados, ya que Mola tenía previsto portar la tricolor republicana, mientras que los carlistas exigían portar la bicolor monárquica. Sobre el primer punto, los carlistas se negaban en rotundo a aceptar una dictadura militar republicana propuesta por Mola en su circular del 5 de junio y pedían que el nuevo régimen se implicara con la doctrina tradicionalista y católica del carlismo, es decir, la supresión de todos los partidos políticos y el establecimiento de un gobierno no democrático, con Sanjurjo como presidente. A pesar de que el propio Mola sabía que la participación de los requetés navarros y vascos era imprescindible para que el golpe de Estado en Navarra triunfara, calificó de inadmisibles las peticiones de los carlistas en el informe reservado que envía el 1 de julio. En el mencionado documento el propio Mola decía que «El entusiasmo por la causa no ha llegado todavía al grado de exaltación necesario» y apuntaba que «está por ultimar el acuerdo con una muy importante fuerza nacional indispensable para la acción en ciertas provincias», lo que era una clara alusión a los carlistas. El propio general Sanjurjo, navarro y de origen carlista, desde su exilio portugués intentó mediar en la negociación entre Mola y los carlistas incluso enviándole una carta al general, el cual la rechazó, al considerarla falsa.
La ruptura definitiva entre Mola y los carlistas se llevó a cabo el 9 de julio, después de un infructuoso intercambio de misivas entre el general y Manuel Fal Conde, líder de los carlistas. Este hecho conllevaría la cancelación del plan para la sublevación que se tenía previsto el día 12 de julio en Pamplona. Mola envía una nota a Fal Conde en la que le decía: «Recurrimos a ustedes porque contamos únicamente con hombres uniformados que no pueden llamarse soldados. De haberlos tenido, nos habríamos desenvuelto solos». Cuando la situación estaba en un punto de no retorno, el anterior líder de los carlistas, pero jefe del carlismo navarro, el conde de Rodezno contactó con Mola y le recomendó negociar directamente con los requetés navarros, prescindiendo de la dirección nacional, los cuales estaban dispuestos a sublevarse ignorando las órdenes de Fal Conde, y así se lo hicieron saber el 12 de julio. El asesinato de Calvo Sotelo el 13 de julio precipita los acontecimientos, y los carlistas aceptaron aplazar la discusión sobre el estatus del nuevo régimen, dejándolo en manos del general Sanjurjo.
https://es.wikipedia.org/wiki/Emilio_Mo ... 3n_militar