LA FRACTURA

[Domper]

—Le he descrito someramente cuál es el balance general, pero sin mirar el mapa tiene poca utilidad. Ya sabe que la guerra no se libra sorbe un tablero de cartón y que el terreno influye tanto como las armas. —El general señaló un mapa que había sobre la mesa—. Siendo la URSS tan amplia puede jugar a la “posición central” y buscarnos las cosquillas por casi cualquier lado pero que invadan China o Irán queda fuera de mi área de responsabilidad. En lo que a mí me afecta, tengo tres problemas y cada uno tiene sus propias características.

El general señaló al norte—. El frente Báltico, bueno lo de frente es un decir porque por ahora está bastante tranquilo, es el que menos me preocupa. Va desde el Ártico al Báltico y lo endemoniado del terreno hace muy difícil cualquier invasión. Al norte es una mezcla de montañas y pantanos; al sur, lo mismo, pero cambiando los montes por lagos y bosques. En invierno, que ya no queda demasiado, es ¿lo dejamos en fresquito? En 1939 el paupérrimo ejército finés se las apañó para frenar a los rusos, y ahora, reforzados con material español y norteamericano, no creo que tengan mucho que temer. Disponiendo de tanques y armas contracarro modernas pueden detener cualquier ofensiva que además tendría que hacerse por las estrechos caminos entre árboles y pantanos. Además por Finlandia no se va a ninguna parte, y por Noruega menos, teniendo el flanco marítimo asegurado.

—Es decir, que por allí no espera que ocurra nada.

—No creo que sea tan sencillo. Los soviéticos tienen allí menos del 10% de sus fuerzas pero sigue siendo un contingente muy importante, con algo más de mil tanques y cientos de aviones. La mayoría de tipos anticuados pero sigue siendo una fuerza respetable. Lo lógico sería que de emprender una ofensiva general, también ataquen en el norte aunque solo sea para comprometer nuestras reservas. Pero seguramente lo harán también para cubrir el expediente.

—No le entiendo, general.

—Se trata de un aspecto deplorable del ejército rojo. Le parecerá increíble, pero los mandos esperan que las unidades de sus subordinados demuestren su combatividad sufriendo bajas y, si no se producen, es señal de poca decisión del comandante que es el que pasa a ser baja. Así que los subordinados, que sienten el cosquilleo en la espalda, efectúan operaciones absurdas, como cruces de río sin material adecuado, o insisten una y otra vez en asaltos sangrientos y fallidos: así consiguen completar su cuota de bajas y reciben alabanzas de sus superiores en lugar de tiros en la nuca. Eso ocurrió hasta bien avanzada la guerra en la línea temporal anterior. Si se une a que nadie se atrevía a desobedecer una orden por absurda que fuese, se tradujo en un torrente de sangre que casi acaba con el Ejército Rojo. Por lo que sabemos Zhdanov no está siendo especialmente misericordioso con los mandos ni les ha dado autonomía, y es más que probable que ocurra lo mismo. Eso significa que en cualquier rincón del frente puede producirse una batalla desesperada. A la larga es beneficioso para nosotros, pero supone un buen problema para los comandantes de cualquier sector del frente por tranquilo que parezca.

—Es terrible.

—Y real. Por ejemplo, en la guerra de Corea ocurrió que una gran fuerza china, de varias divisiones, tenía órdenes de moverse escondida bajo ramas que llevaban para parecer un bosque. Al principio funcionó pero casi por casualidad un avión norteamericano descubrió el pastel, y comenzó un terrible bombardeo artillero y aéreo, a pesar de lo cual los chinos siguieron estólidamente su marcha, cargando con las ramas, mientras la metralla los segaba. Nadie se atrevió a suspender el avance o a ordenar a las tropas que se cubriesen, y además la ofensiva que tenían que lanzar se efectuó aunque el enemigo estaba alerta y se había reforzado. El ataque, lógicamente, fracasó, las bajas fueron abrumadoras y no quedó vivo ni el gato pero, eso sí, se cumplieron las órdenes. En la Segunda Guerra Mundial ocurrió lo mismo una y otra vez. Si por fin Iván se decide eso jugará a nuestro favor, pero las tropas del frente pasarán más de un apuro. De todas maneras no reo que consigan progresar mucho por ese laberinto de lagos, ríos y bosques.

[cornes]

Nueva York

Diario de Nathaniel Higgs Jr.

Estos últimos días los he dedicado a ponerme al día con mis hombres, me ha agradado especialmente ver al joven Joe Carlton completamente recuperado, no sabría decir si se habrá endurecido su carácter, pero he notado que ya no se encoge como un chiquillo ante los pescozones que Smith se empeña en propinarle cada vez que se le acerca. Cosa que por cierto Smith también ha notado y se refleja en una ostentosa expresión de orgullo que no parece propia de el cada vez que el joven encaja uno de sus cogotazos.

Por lo demás, la intervención de la United Fruit por parte del Gobierno Federal ha detraído algún personal de todas las oficinas menores del FBI, a pesar de que el Departamento del Tesoro y el Servicio de Inteligencia y Seguridad del Departamento de Estado ha proporcionado la mayor parte del personal que se ha encargado de las instalaciones en el extranjero de la compañía, al FBI y al Tesoro le ha correspondido hacerse cargo de la investigación y el control del personal de la sede de Nueva Orleans y se ha querido evitar usar en esa labor a los agentes dependientes de la oficina de Baton Rouge, a mi me han retirado un agente pero al menos ha sido Blackwell, que no es precisamente bueno con el papeleo y no le echaré mucho de menos en las próximas semanas.

El caso es que durante mi ausencia se había detenido a varias personas en el norte de los estados de Maine, Vermont y Nueva York, además de en Michigan, estos últimos en Detroit, donde había un almacén de camiones que al parecer no tenían dueño, pero que figuraban en los inventarios de una empresa participada por la South Improvement. Los empleados del almacén parecían recibir sus sueldos de pequeñas empresas locales y de sus interrogatorios no podía sacarse apenas nada en limpio, por una parte la mayoría eran hombres o chicos bregados en la calle y el contrabando de frontera a los que no se podía intimidar fácilmente y por otra, solo habían estado trabajando en la preparación de vehículos y en su carga en transbordadores que los llevaban a Canadá, no había mucho que sacar de ahí, pero los detenidos en Maine y Vermont habían participado en los transportes de camiones con carga a través de la frontera, se estaban solicitando algunos registros en Canadá a partir de la información que esos hombres habían proporcionado.

Pero lo más interesante ha sido la llegada de los españoles que habían compartido mi vuelo, hoy por la tarde, con Santiago Fortes a la cabeza han llegado con las transcripciones de parte de los interrogatorios de los individuos recluidos en el Centro de Detención de Jerome, en Arkansas.

Necesitaremos varios días para revisarlas y poder poner al día nuestras propias fuentes para cotejarlas con toda esa nueva información, pero esta vez los españoles nos traían un nuevo adelanto, varios "computadores" de escritorio, como los que ya tenían en algunos lugares del Departamento del Tesoro, que nos iban a instalar, con acceso a unas "bases de datos" donde se encontraban transcritas todas las declaraciones. Junto con varias secretarias mecanógrafas que se iban a encargar de transcribir nuevamente nuestro papeleo en esos "archivos" en la "base de datos".

Desde luego puede simplificarnos mucho el trabajo, puesto tal como nos han mostrado, se pueden hacer búsquedas en esos archivos almacenados en los computadores, tal y como si estos estuviesen archivados de todas las formas posibles simultáneamente.

Sin embargo, Fortes y su equipo también me van a quitar hombres, se va a llevar a uno de los argentinos y a uno de los españoles durante un tiempo, a cambio el supervisor me ha prometido un grupo entero de la nueva promoción de agentes que se están formando para doblar mi equipo, pero no llegarán hasta dentro de al menos un mes y estoy seguro de que habrá que dedicarles mucho tiempo, yo he pedido que envíen agentes veteranos de la central de Washington en lugar de nuevos jóvenes a los que tendré que supervisar. El supervisor se ha reído de mi, ha dicho algo así como que los nuevos agentes tendrán que enseñarme un par de cosas.

Por si no fuera poco, el equipo de Fortes quiere "mantener la coordinación" con mi equipo, me parece que quiere tenernos a su disposición, sinceramente, me parece una puñalada trapera, voy a tener que estar con todos mis hombres, porque no tengo suficientes, enclaustrado al menos un par de semanas para poder estudiar y ordenar todo lo que ahora tenemos y encima a disposición de ese equipo que de momento no han dado ninguna indicación, pero a mi no me toman el pelo, si el hombre que desbarató el Golpe de la Granja está aquí es porque se cuece algo importante.

Mi esposa insiste en que es bueno que quieran contar conmigo, yo no estoy tan seguro, Suarez me ha dicho que corren rumores sobre él, que por donde ese hombre pasa ocurren cosas, o siempre va donde van a ocurrir cosas.

[cornes]

Saab 21

El cazabombardero monomotor Saab 21 fue un diseño de avión monomotor de hélice impulsora y doble empenaje de cola cuyos trabajos de diseño comenzaron en 1939 habiendo previsto inicialmente su propulsión mediante un motor radial.

La urgencia provocada por la guerra mundial y la carestía de aviones modernos de importación con los que dotar a la Fuerza Aérea Sueca relegó inicialmente el proyecto del Saab 21 para producir con mayor urgencia aviones de bombardeo competitivos de los que carecía el país, pero con la nueva situación provocada por el salto temporal de los españoles, los trabajos en dichos bombarderos y en el caza convencional J 22 debieron suspenderse ante su previsible obsolescencia para el momento de su entrada en servicio.

La información obtenida inicialmente de los españoles mostró que el proyecto del Saab 21 había llegado a buen término en los años posteriores a la guerra y además había sido motorizado satisfactoriamente con un motor de reacción, por lo que se reaundaron los trabajos en el diseño con la máxima urgencia para producir el aparato en el plazo más breve posible con un motor de émbolos con la esperanza de lograr entretanto la colaboración española para la adaptación de un motor de reacción a la célula.

El diseño inicial preveía la instalación de un motor radial Bristol Taurus, aunque finalmente se había construído propulsado con un motor lineal, el motor radial habría sido conveniente a la hora de operar a baja cota como cazabombardero, sin embargo su configuración con hélice impulsora podría provocar complicaciones en la refrigeración que demorarían la puesta en servicio del aparato. Dadas las buenas relaciones del gobierno español con el Reino de Suecia, se llegó a un acuerdo por el cual la industria española proporcionaria ayuda técnica para acelerar el diseño de una célula común junto con el motor León utilizado en sus aviones Halcón y Águila, que proporcionó unas prestaciones excelentes a baja y media cota al aparato. El aparato resultante era un avión de ala baja y doble empenaje de cola con tren triciclo delantero y equipado con un moderno asiento eyectable.

La contrapartida por parte sueca consistiría en reservar un tercio de la producción de cazas de ambos modelos para su entrega a sus vecinos Noruega y Finlandia, lo cual favorecía los intereses suecos al tiempo que no resultaba onerosa, puesto que los motores proporcionados por las fábricas españolas para los aparatos destinados a su exportación serían adquiridos por los países destinatarios de los aparatos.

La producción de preserie del aparato comenzó en Julio de 1942 comenzando la producción de los ejemplares de serie a mediados de agosto de 1942 en la planta de Linköpin, donde continuó en producción en cantidades menguantes hasta octubre de 1943, equipando a las fuerzas aéreas Noruegas, Finlandesas y Suecas.

Era un aparato capaz de desarrollar una velocidad máxima de 686 Km/h y llevar un pesado armamento de dos cañones de 20 mm en el morro y dos ametralladoras pesadas en las raíces alares, además de varios puntos de carga ventrales y alares para diversas combinaciones de hasta 800 kg de bombas o cohetes o un contenedor aerodinámico ventral con cuatro ametralladoras pesadas adicionales.




Saab 21R

El cazabombardero reactor Saab 21R, partió de los trabajos de diseño iniciados por Svenska Aeroplan AB en 1939 que dieron lugar al Saab 21 de hélice impulsora.

La necesidad por parte de Suecia de aviones modernos con los que desplegar una defensa creíble de su neutralidad la había obligado a impulsar el desarrollo propio de aparatos avanzados debido a la falta de opciones viábles en el extranjero en 1940, sin embargo, con el salto temporal español las pautas del desarrollo aeronáutico dieron un salto y los proyectos en curso en el país hubieron de ser suspendidos y se buscó la colaboración española una vez quedaron establecidas las buenas relaciones entre los gobiernos Sueco y Español.

Fruto de la colaboración española se aceleró el desarrollo de una célula adaptable propulsada por un motor de émbolos pero ya prevista para la instalación del motor de reacción derivado del Allison J33 de 4.600 libras de empuje sin posquemador que había fabricado FASA, que proporcionaría inicialmente los motores hasta que la Svenska Flygmotor AB comenzara a producir en serie sus propias unidades en enero de 1943.

El Saab 21R era un monoplano con doble empenaje de cola y ala baja que podía desarrollar una velocidad máxima de 970 km/h y portaba un pesado armamento en forma de dos cañones de 20 mm y cuatro ametralladoras pesadas que además podía portar hasta 1.500 kilogramos de armamento en diversas configuraciones.

Equipó a las fuerzas aéreas Sueca, Noruega y Finlandesa en versiones monoplaza y biplaza y su producción, iniciada en octubre de 1942 continuó hasta marzo de 1945, cuando fue sustituído en las cadenas de montaje por el Saab 32 Lansen. Empezó a ser retirado a principios de los años 50, sin embargo las versiones biplaza de entrenamiento se mantuvieron en servicio hasta la década de los 60 en las fuerzas aéreas de los países escandinavos.

[cornes]

Puerto de Portsmouth
Inglaterra
Agosto de 1942


De entre aquel grupo de hombres que subían al barco, destacaba por su estatura un hombre de mediana edad que caminaba con dificultad sobre la tablazón de la pasarela, visiblemente demacrado a pesar de que su aspecto todavía mostraba que había vivido tiempos mejores.

Y es que aquel hombre, como la mayoría de sus ahora compañeros de infortunio, nunca se hubieran imaginado en su actual situación, él en particular, procedente de una familia tan bien relacionada y que había llegado a presidente del Consejo Ejecutivo de la Falkland Islands Holdings, que se había enriquecido escandalosamente con la venta de la compañía a una sociedad de inversión hispano-estadounidense que además le había aupado al cargo aumentando sensiblemente sus emolumentos.

Y sin embargo allí estaba, subiendo a un barco engrilletado como un vulgar delincuente, sus muchas influencias y las montañas de dinero abonadas a los glamourosos despachos de abogados londinenses no le habían servido de nada, ni Freshfields ni Coward&Chance habían logrado evitar que la Cámara de los Lores fallase en tiempo record, apenas dos meses, en el caso de su extradición.

No le cabía duda, su caso había sido un caso político, y no porque la empresa no hubiera cometido atropellos o hubiese comerciado con armas o mercenarios, ¿acaso había sido algo muy distinto a lo que venían haciendo las compañías comerciales británicas tradicionalmente?, claro que esta vez, en lugar de encontrarse con un gobierno débil en un país inestable, se habían topado con una pequeña nación defendida y arropada por sus vecinos, había sido un grave error de cálculo, pero en su opinión no había dudas de que detrás de todo estaba la incomodidad del gobierno británico con la posición de la Falkland Islands Company en las Malvinas.

La Compañía era muy influyente en Londres, y como habría comprobado el Foreign Office, resultó en el futuro un grano en el cul* para el gobierno británico a la hora de llegar a cualquier acuerdo con Argentina sobre las Malvinas, al igual que en el presente representaba un problema para la Royal Navy y el gobierno por el control absoluto y propio de otros siglos que mantenía sobre la economía y la población de las islas, recordaba el "Informe Shakleton" al que había tenido acceso "desde el futuro" y que habría terminado suponiendo la "obligación" de proceder a la venta de las propiedades agrícolas de la compañía en las islas.

Desde su punto de vista todo se reducía a la conveniencia para el gobierno y la Foreign Office de la eliminación de un poder que la Cámara de los Lores, en un ejercicio de cinismo, había definido como "cuasi feudal" que entorpecía sus relaciones con España y su posición futura en Latinoamerica.

Se sentía traicionado y abandonado, esos malditos Lores y los desagradecidos Tories del gobierno le habían sacrificado para congraciarse con España y los demócratas Estadounidenses, en una decisión sin precedentes, el sistema judicial británico entregaba a varios de sus ciudadanos a un país extranjero para que fuesen procesados por crímenes cometidos en dichos estados y cuya investigación ya había finalizado, mientras los delitos por los que se le había detenido en el Reino Unido todavía se encontraban bajo investigación.

Compartiría presidio con los extraditados españoles, no lo dudaba, como tampoco dudaba que algunos de sus socios norteamericanos le seguirían en breve.

[Domper]

—Me imagino que será en Polonia donde teme la principal ofensiva —dijo el rey Felipe VI.

—En principio parecería lo lógico. Entre Moscú y Berlín apenas hay obstáculos naturales salvo los ríos, y aunque son caudalosos, tienen un curso tranquilo, orillas suaves, y pueden ser cruzados por casi cualquier sitio. En la anterior línea temporal a los rusos se les dio muy bien lo de cruzar una corriente en cualquier rincón empleando balsas y medios de fortuna, creando cabezas de puente que comprometían las líneas defensivas. Además el sector de Polonia —dijo el general Blanco Lacaci señalando el espacio entre el Báltico y Eslovaquia— es la llanura en la que desde la Edad Moderna se han decidido las guerras. Un ataque afortunado podría llevar a los rusos a Berlín, al Elba, al Rin o incluso hasta el Canal de la Mancha. Señal de la importancia que dan a este escenario es que aquí está la mitad de sus fuerzas, que además es la mejor: en el Báltico hay bastante tanqueta y mucho T-26, pero es aquí donde está la mayoría de los T-34.

—Buen problema. Ya veo por qué tiene a nuestro ejército en Alemania y Polonia occidental.

—No es solo por eso y luego se lo explicaré. Con todo, prefiero no tener mis fuerzas demasiado cerca de la frontera expuestas a un ataque por sorpresa. No me malinterprete, no es mi intención dejar que sean los polacos los que se entiendan con las avanzadillas rusas: sería la peor de las políticas. Por una parte, en caso de ataque ruso esas fuerzas probablemente acabarían siendo destruidas y luego las echaríamos en falta. Pero sobre todo es porque si piensan que les dejamos solos su moral se hundirá. Actualmente, el despliegue incluye una red de puestos avanzados, suficientemente fuertes para que no puedan ser asaltados por patrullas, pero no tanto como para comprometer demasiadas fuerzas. Entre los puestos la vigilancia se mantiene mediante el reconocimiento aéreo, dispositivos electrónicos, observadores civiles provistos de teléfonos y radios, y con patrullas. De todas maneras, he dado órdenes a los polacos de no empeñarse a fondo para defender esa primera línea, que solo es de vigilancia: si son atacados en fuerza deben retirarse. A retaguardia, a una distancia de entre cincuenta y cien kilómetros de la frontera, se está construyendo una zona fortificada pero no al uso, sino similar a la que hicimos en los Pirineos: puestos de observación bien protegidos cada varios kilómetros, obstrucciones ampliando riachuelos y pequeños canales para convertirlos en fosos antitanque, y posiciones preparadas para tanques. No he tendido minas pero tengo todo preparado para hacerlo de ser preciso. La zona dependiendo de los lugares tiene hasta cincuenta kilómetros de profundidad, de tal manera que puedan librarse combates dilatorios. Igualmente importante, mis ingenieros están trabajando en mejorar esas cosas que entienden en Polonia por carreteras. Se están ampliando y pavimentando para que permitan los desplazamientos rápidos en cualquier condición meteorológica, y se refuerzan los puentes para permitir el paso de camiones y tanques pesados. Finalmente, se están construyendo bases aéreas y ampliando las existentes, alargando y pavimentando las pistas, y construyendo refugios para aviones.

—Parece una obra ingente.

—Sí, y va un tanto retrasada, aunque ya se han preparado las principales posiciones de tiro, las líneas fortificadas en el Vístula y alrededor de Biaystok y Lublin. Ventaja añadida de este sector es que los flancos son sólidos. Al norte Prusia Oriental, con sus lagos y bosques, sin ser tan difícil como Finlandia dificulta mucho las tareas al atacante, y allí está el grupo de ejércitos alemán. Tienen doscientos tanques, sesenta de ellos Tiger, y trescientos cazacarros de los que la mayoría son de tipo Marder, aunque se reciben cada vez más StuG. Respecto a la aviación, disponen de una fuerza importante: unos doscientos Me 109, otros tantos Fw 190, trescientos polimotores de todo tipo, y un par de decenas de reactores Saeta. Esos aparatos están tripulados por lo mejor de la antigua Luftwaffe. Vamos, que considero Prusia Oriental un bastión y mal tendrían que estar dadas para que cediese. Menos confianza tengo en el sur. Aunque los montes Tatras son ideales para defenderse, a saber qué hacen los eslovacos, y por eso los he reforzado con la división holandesa y la belga. Entre Prusia y Eslovaquia queda la llanura polaca, de cuatrocientos kilómetros, que es el que debe cubrir la zona fortificada. Mi intención es que esa posición sea defendida no solo por el ejército polaco, sino por el cuerpo francés y por otro español. En total suponen unos mil trescientos tanques de los que la mitad son Linces, Súper Sherman y Sherman. Franceses y polacos también tienen algunos StuG aunque no los suficientes, pero eso va cambiando día a día.

—Mil trescientos tanques son tres por kilómetro ¿no se recomiendan al menos diez?

—Bueno, tenga en cuenta que no se pretende tener un despliegue lineal, sino situar las formaciones acorazadas frente a las puntas de avance soviético, que se supone habrán sido retrasadas por la línea de vigilancia y los ataques aéreos. Además mantengo como reserva un cuerpo pesado y dos mecanizados españoles: otros ochocientos tanques, todos pesados o medios. Con ellos puedo cerrar las brechas que queden abiertas, aunque mi intención es emplearlos más agresivamente, ya imaginará como. Además es en el centro donde tengo mi fuerza aérea. Majestad, le parecerá extraño, pero no tendremos la suerte de que los rusos ataquen por aquí. De hacerlo pasaríamos momentos apurados, pero Zhdanov y compañía acabarían por aprender lo que vale un peine.

—Entiendo que no le preocupe ni el Báltico ni Polonia. Como los Balcanes están llenos de montañas, su defensa será más sencilla.

—Majestad, le seré franco: cuando por las noches doy vueltas en mi catre sin poder dormir, es porque pienso en los Balcanes.

[cornes]

Atlántico Norte
Agosto de 1942
55°48'21.5"N 56°19'53.6"W

Finalizada la campaña de revisión de estaciones meteorológicas sin más novedades, pues no se había encontrado un alma en la zona Groenlandesa de interés ni en las pequeñas islas y peñascos visitados, el BAC A-19 Tenerife y el A-34 Carrasco se acercaban ahora a Canadá para revisar un par de estaciones árticas en territorio canadiense, para, una semana despues deshacer el viaje vía Reikiavik Tromso para entregar al soldado alemán capturado en Svalbard a las autoridades noruegas, pues había sido capturado en territorio noruego en "tiempo de paz" por lo que le correspondía pasar ante las autoridades judiciales civiles, así como para para presentar a su compañero muerto también a las autoridades con el fin de proporcionale el correspondiente certificado de defunción antes de enviarlo a Alemania, bien para ser entregado a su familia si la tuviera, bien para que las autoridades militares se hagan cargo.

Pero eso sería no antes de dos semanas, antes había que hacer una parada en Makkovik, un villorrio costero del ártico canadiense para revisar una estación meteorológica cercana y entregar material a los canadienses para hacerse cargo de ellas el resto del año.

Pero mucho antes de llegar al fiordo se recibieron un montón de mensajes y cuando el Teniente del grupo embarcado llegó junto al Capitán la cosa ya se había aclarado hasta el punto que desde el mando de la flota habían confirmado las órdenes de enviar al equipo de infantería de marina con los helicópteros, parecía una broma.

Por lo visto una sección de reclutas del Real Ejercito Canadiense que estaba haciendo unas prácticas de supervivencia en el bosque con sus instructores y una unidad de guardabosques sin mayor importancia, se había encontrado en los matorrales unos días atrás con un grupo de hombres armados que primero intentaron evitarles manteniendo la distancia y finalmente, al ser seguidos por los soldados y guardabosques, acabaron por tenderles una emboscada en la que murieron al menos seis soldados y varios habían quedado heridos.

Al tiroteo había seguido un intento de persecución por parte de los guardabosques que había terminado con más canadienses muertos y heridos y un alemán gravemente herido capturado, mientras a lo largo del día siguiente habían encontrado un pesquero noruego abandonado en los canales de entrada al Lago Melville, junto a la Isla Ticoralak.

Hasta ahí nada tenía el más mínimo sentido, ningún soldado alemán en su sano jucio habría emprendido la invasión de territorio canadiense ni tenía sentido alguno infiltrarse en un país que ya no era enemigo, puesto que la guerra había terminado, el caso es que los canadienses, en cuanto supieron que los barcos españoles se aproximaban, se interesaron por los equipos de los helicópteros de a bordo.

Ellos tenían sus propios helicópteros "de gasolina", unos cuantos Sikorsky H-19 de fabricación norteamericana enviados a toda prisa desde Quebec y Nueva Escocia, que estaban utilizando para la caza de los fugitivos, pero los bosques de la zona eran interminables y temían no poder localizarles, estaban interesados en saber si los aparatos del A-19 y el A-34 disponían de sensores FLIR y para ello habían intentado comunicarse con los capitantes, que les habían remitido al Mando Naval.

Sin mucho tiempo para prepararse, desde españa se ordenó poner los aparatos a disposición del operativo canadiense inmediatamente, así que despegaron los tres aparatos, los dos Kamov EL16 y el BO105 despegaron inmediatamente rumbo a Emily Harbour llevando a bordo además de sus propios equipos FLIR, todos los visores termográficos que tenía el destacamento de Infantería de Marina del A-19 para que sus hombres se distribuyesen en los helicópteros canadienses con ellos y así intentarían abarcar una parte de las enormes extensiones de bosque de la península de Labrador.

Nadie, ni siquiera los canadienses encontraban sentido alguna a la situación, el prisionero alemán había muerto, se había desprendido de sus insignias de unidad e incluso de su chapa de identificación.

Despues de cuatro días sobrevolando los bosques con los canadienses pateandolos, en los que tuvieron un montón de accidentes y encuentros nocturnos con animales salvajes que les provocaron más heridos y muertos que las escaramuzas con los alemanes, por fin una tarde al anochecer se localizó un grupo de fuentes de calor que no estaban previstas y parecían ocultarse, hacia las que rápidamente se dirigieron varios helicópteros transportando tanto a un equipo del destacamento de Infantería de Marina del A-19 con equipos de visión nocturna como varias secciones completas de soldados y policías montados canadienses.

Despues de varias horas se consiguió rodear un abrigo rocoso donde se refugiaban media docena de hombres, que fueron intimados a rendirse antes del amanecer por la unidad de la policía montada que había acompañado a sus soldados, a lo que respondieron con disparos hacia las luces, estaba claro que no iban a atender a razones, así que el Teniente al mando del destacamento español solicito permiso para intervenir.

Cuando los canadienses se interesaron por el curso de acción a seguir recibieron como única respuesta que el Teniente Barrios señalase con el dedo hacia las posiciones de sus dos tiradores escogidos, que aprovechando que seguía siendo de noche simplemente se dirigieron a unos peñascos que dominaban el abrigo rocoso, en la oscuridad sus visores amplificadores les daban una ventaja decisiva sobre aquellos incautos, cuando los canadienses volvieron a interpelar a los alemanes y estos respondieron disparando de nuevo, los tiradores de Barrios acabaron con ellos en apenas un minuto, no habían tenido ninguna oportunidad.

La sorpresa llegó con el amanecer, puesto que los fiambres, todos ellos menos uno todavía con sus uniformes alemanes, pero sin ninguna insignia de unidad no tenían nada de particular salvo las insignias de cuello con las dos hojas del grado de oberführer en una guerrera con galones encontrada en uno de los rústicos petates de los alemanes, lo que desde luego era algo significativo, era un alto mando de la SS.

Pero el caso era que a un sargento del destacamento la cara del muerto con ropa civil le sonaba desde que lo había visto al subir a abrigo con las primeras luces, y cuando le enseñaron la chaqueta ya no dudó más y se dirigió al Teniente Barrios.

- Mi Teniente, por mi madre que este tipo de ahí sale en la baraja.

- ¿Estás seguro Cosme?.. mira que tu te santigüas mucho y ya has visto apariciones de la virgen en las bengalas.

- Que no, mi Teniente, pero en el barco tengo la baraja.

- No hace falta, hombre, por ahí tiene que estar el cabo de transmisiones, búscale y que traiga el terminal con él.

Pocos minutos hicieron falta, el cabo Lomas fue pasando los naipes en la pantalla hasta llegar...

- !Anda ya!, ¡No me Jorobes!.

- ¡El 8 de bastos!



- Y ¿Qué hace este tío en Canadá?.

- No tengo ni puñetera idea de a qué ha venido, pero se le ha acabado la cuerda.

- Mi teniente, ¿Y si son estos tipos los que enviaron a Groenlandia?.

- ¿Y para qué iban a enviar criminales a una OE?.

- Yo que sé, a lo mejor eran OEs.

- Pues ya podían habernoslo dicho.

- ¡Lo tengo!, Mi Teniente, el tio este tenía una unidad de presidiarios y cazadores furtivos, estaban especializados en "cazar hombres".

- Pues ya está, os juro que me voy a cagar en los muertos de alguien, porque si eran estos los del Ártico y no nos lo han dicho es para echarles el guante.

- Ya les vale...

- ¿Y el fulano que tenemos en el barco será de estos?.

- ¡Juro por mis muertos que va a cantar como un pajarillo!..

- ¡Cosme no me busques problemas!, como se le vea un moratón a ese hombre vas a terminar el viaje en el sollado.

- Descuide Teniente.

http://amodelcastillo.blogspot.com.es/2 ... anger.html

[APVid]

HAWAI (EE.UU.)

-Las maniobras van a comenzar de inmediato caballeros, será la práctica de la ejecución del Plan Naranja.

-No cree que el gobierno se va a preocupar por estas maniobras militares.

-No, en absoluto, el hecho de que los japoneses planearan y ejecutaran en la otra realidad un ataque contra nosotros demuestra que son un enemigo; y a veces es mejor actuar con prontitud. El general MacArthur respalda esta operación y prevé realizar una serie de maniobras con las divisiones de marines que hemos enviado a Filipinas.

Además, no contamos con ninguna reacción japonesa, y si lo hacen estarían declarándonos la guerra.

-Aún así esa concentración de fuerzas en el Mar de Filipinas puede que les asuste.

-Ese es el objetivo debemos demostrar nuestra fuerza.

[Domper]

El rey seguía departiendo con el general Blanco Lacaci.

—Mire, general, me llama la atención lo que dice de los Balcanes porque yo siempre había pensado que eran un montón de montañas una tras e otra.

—Es porque está pensando en la guerra civil de Yugoslavia, pues Bosnia es montañosa, y lo mismo con Kosovo y Montenegro. Sin embargo la mayor parte del resto del país está formado por grandes llanuras aluviales. Recuerde que por los Balcanes pasa el Danubio cuyo valle, salvo en las Puertas de Hierro y por alguna montaña aislada, es plano como esta mesa. Con todo, en la región hay cordilleras, y sobre todo una que nos vendría ni que pintada, la de los Cárpatos. Empieza en Eslovaquia, en los montes Tatras, y luego describe un arco formando una muralla natural que defiende la llanura húngara incluyendo Transilvania. La puerta natural de acceso al valle del Danubio está en Rumania, en Galati, donde entre las estribaciones de las montañas y el pantanoso delta del Danubio queda una franja de poco más de cincuenta kilómetros de anchura que debiera ser fácil de defender. Al este queda Moldavia, que apenas tiene defensas naturales, pero al oeste del paso está Valaquia, la parte más productiva de Rumania y que incluye la capital y los campos petrolíferos de Ploiesti. En la orilla derecha del Danubio, al sur, hay otra cadena, los montes Balcanes, que divide Bulgaria. Más al sur quedan las montañas de Tracia y de Grecia.

—Por lo que cuenta, los Cárpatos convierten la región en una fortaleza.

—Sí, y debiera ser fácil de defender con pocas tropas. Aunque no se trate de una cordillera tan abrupta, que se parece a nuestro Sistema Central, es suficientemente ancha como para requerir una larga campaña si se desea cruzarla, y hay pocos pasos aptos para vehículos. Pero ya se sabe que lo malo de los Balcanes son las naciones balcánicas. —El rey sonrió mientras el general seguía—. Recuerde la fama de avispero que tiene la región, y que en cuanto el comunismo relajó su garra explotó la guerra civil en Yugoslavia. Ese país es una bomba de relojería aunque por ahora esté medianamente tranquilo y hasta guarde más o menos las formas democráticas. Al menos el regente Pablo, cuando vio que pintaban bastos para Alemania, prefirió abdicar a enfrentarse a un golpe militar. También ha ayudado que el regente, poco antes de dimitir, lograse atrapar a Tito; el partido comunista sigue existiendo y tiene alguna fuerza, pero anda como pollo sin cabeza con los dirigentes supervivientes a la greña para conseguir hacerse con el control.

—¿Aun hay quien suspira por el comunismo? ¿No ha servido de nada la revelación de los crímenes de Stalin, Mao y Pol Pot?

—Si hay gente que sigue creyendo que la tierra es plana, más los habrá que piensen que todo eso es propaganda. Además la región, llena de minorías étnicas enfrentadas y sometida a regímenes señoriales abusivos desde tiempos inmemoriales, es caldo de extremismos. Pero por ahora Yugoslavia es un remanso de paz, aunque fíese del agua mansa. El rey Pedro intenta mantener la calma, aunque por lo que me cuentan de Madrid han llegado delegaciones no solo desde Belgrado sino también de croatas, eslovenos, bosnios y albaneses, cada una por su cuenta, pidiendo ayuda militar. Van buenos si piensan que con el lío que tiene Samitier con Cataluña va a apoyar secesionismos aquí y allá. De todas maneras, cuando el presidente me preguntó sobre las opciones militares en Yugoslavia, le recomendé que les colocase la patata caliente a los ingleses, que a Churchill le gustan mucho los Balcanes y el cuerpo expedicionario británico en Belgrado me da menos miedo que en otros sitios. Además sus cazas Venom podrán asegurar la superioridad aérea.

—Un problema resuelto.

—Sí, pero menor, pues Yugoslavia no está en primera línea. Otro país que tampoco es demasiado preocupante es Bulgaria. El rey Boris mantiene un régimen que sin ser democrático del todo es bastante apañado para lo que se estila por esos lares, y si se le deja podrá llegar a una democracia genuina. Militarmente, los montes Balcanes dan protección parcial a la mitad sur del país. El ejército búlgaro adolece de defectos parecidos a los de sus vecinos, pero mejora día a día con los instructores que hemos enviado y las armas que está recibiendo.

—Tranquilidad por allí.

—A medias, porque Bulgaria solo sobrevivirá si resiste Rumania, y ese país es como un grano donde la espalda pierde su casto nombre. La situación en Bucarest y en Budapest es parecida. En Hungría el almirante Horty sigue empeñado en aferrarse a la poltrona, y en Rumania los partidarios del rey Miguel han conseguido deponer a Antonescu, pero solo para sustituirlo por otro espadón, Radescu, que sigue en las mismas. Entiendo que mientras sigan siendo dictaduras fascistoides sea inaceptable tanto para Washington como para Madrid proporcionar ningún tipo de ayuda. Tal vez a Churchill le importe menos, pues es un decidido partidario de la democracia siempre que sea en Inglaterra pero no tanto en otros rincones cando medien beneficios al Imperio y los aborígenes no sean rubios. Tal vez Samitier podría convencer al del puro para que suministre a los rumanos alguna cosa aunque sean de esas cafeteras con escopetas que los ingleses llaman tanques. Pero que se dé prisa porque me parece que a Churchill le quedan dos telediarios, que va a tener difíciles las elecciones del mes que viene.

—Entiendo lo que quiere decir. No hará falta que le diga que la opinión pública española no aceptará que apoyemos a esos regímenes filofascistas. Si no hay cambios y los rusos atacan ¿Podrían aguantar?

—Difícilmente. Por de pronto, están más preocupados por sus disputas internas que por lo que se les pueda venir encima desde el este. Recordará que en 1940 los dos países tuvieron algún rifirrafe y luego Hungría le birló Transilvania a Rumania con el apoyo alemán. Ahora se llevan a matar, están a punto de volver a pelearse, y tienen la mitad de sus ejércitos vigilándose a ambos lados de la frontera transilvana. Digo ejércitos como podría decir turbas, que se me ocurren pocos con menos valor militar. Son bastante parejos, y no sé si lo peor es el personal o lo obsoleto de su material. De lo único que van sobrados es de orgullo, que tienen para dar y regalar. Sus cuerpos de oficiales destacan por su petulancia, su ignorancia de todo lo que no sean uniformes o etiqueta militar, y por importarles un bledo sus soldados, muchos de los cuales son analfabetos. Lo que entienden por logística es la corrupción organizada, con los oficiales enriqueciéndose con los fondos destinados a alimentar o vestir a los soldados. Respecto al material, lo mejor que tienen son algunas copias de los ubicuos tanques checos de la preguerra, los LT vz. 35 y 38. Sobre sus fuerzas aéreas, lo de fuerza es un decir. Tienen un puñado de aviones alemanes, que a estas alturas andarán sin repuestos, otros tantos aviones italianos de esos de maderitas y lona, y algún producto local aun peor. Por si fuese poco las infraestructuras son horrorosas, con la mayoría de las carreteras sin pavimentar, los puentes que no resisten ni tanques ni camiones grandes, y los aeródromos de hierba solo aptos para biplanos.

—Vaya panorama.

—Mejor aun es el despliegue. Si fuesen medianamente sensatos llegarían a algún acuerdo con lo de Transilvania y aunarían sus ejércitos para intentar defenderse, pero justo lo contrario, están mucho mejor apuntándose unos a otros mientras los rusos siguen amontonando tropas al otro lado de la frontera. Si eso es absurdo para los húngaros, que aun están medianamente protegidos por los Cárpatos pero solo mientras su vecino aguante, lo de Rumania es de juzgado de guardia. Ya le he descrito como es el territorio, y podrá suponer cuál sería su mejor línea defensiva: proteger los Cárpatos y el paso de Galati, y dejar unas pocas fuerzas ligeras en Moldavia, la parte de Rumania que está junto a la frontera. Pero los locos de Bucarest aun andan escocidos de cuando Stalin les quitó Besarabia, quieren proteger hasta el último palmo de Moldavia, y han situado la parte de su ejército que no tienen en Transilvania a lo largo del río Prut, junto a la frontera. Calculo que tienen allí unas veinte divisiones con solo cien tanques. Enfrente, casi ná: un millón de hombres con cinco mil tanques y tres mil aviones. Los rusos no tienen allí su mejor material, que muchos tanques son BT y los aviones, Moscas y Katiuskas; tampoco es que necesiten mucho más. Más alarmante es que también han preparado uno de sus ejércitos de paracaidistas. No hace falta ser un lince para hacerse idea de los planes soviéticos.

—¿Qué haría usted de llevar la gorra de Meretskov?

—Fácil: como me han dejado el ejército rumano cual perita en dulce, lanzaría un ataque masivo a lo largo del Prut y en cuanto se abriesen brechas, lo que creo que sería cuestión de horas, penetrar en la retaguardia, cercar al ejército rumano, y enviar fuerzas motorizadas hacia los Cárpatos, donde lanzaría paracaidistas en los pasos. Al mismo tiempo mandaría la mayor parte de mis fuerzas hacia el paso de Galati para romper las líneas y entrar en el bajo valle del Danubio. Una vez allí, crearía algunas cabezas de puente al otro lado del río, a ver si a los búlgaros les daba el tembleque y se rinden como hicieron en 1944. Pero con la mayor parte de mis fuerzas ocuparía Bucarest y Ploiesti buscando llegar a las Puertas de Hierro antes que a ningún mariscal se le ocurra defenderlas, mariscal que tendría que ser húngaro porque a esas alturas ya tendría a todos los rumanos con las manos en alto. Una vez en la llanura Panonia, es decir, en Serbia y Hungría, iría a por las capitales e intentaría cercar a los ejércitos que quedasen en Transilvania. Es más o menos lo que los rusos hicieron en 1944. Mi Estado Mayor evalúa que el riesgo de una ofensiva, no sé si solo contra Rumania o que también afecte a sus vecinos, es de por lo menos un 30%. Piense que el tiempo en el sur no es tan malo como en Polonia, y yo no descartaría ni siquiera que atacasen en invierno.

—¿Y cómo tiene pensado responder?

—Es que no depende de mí, Majestad. Supongo que mientras sigan esos dictadorzuelos tan solo podremos quedarnos con los brazos cruzados contemplando el espectáculo, y en todo caso apoyar a los yugoslavos y a los búlgaros, que eso sí será un problema, porque están demasiado lejos para mis fuerzas aéreas. Aunque estamos ampliando los aeródromos en Chequia y en Eslovaquia, debido a la distancia solo podré actuar sobre la llanura húngara; más allá apenas les haré cosquillas. Si Madrid me ordena intervenir, mi curso de actuación dependerá del tiempo que tenga. Lo ideal sería mantener a los rusos más allá de los Cárpatos y de Galati, pero desplegar las fuerzas suficientes tan lejos será muy difícil; cuento con emplear unidades aeromóviles para retrasarles mientras traslado algunas fuerzas acorazadas mediante los ferrocarriles. Pero si los rusos se adelantan y superan el paso de Galati, creo que mi mejor opción será retener los Cárpatos y frenar a los rusos en las Puertas de Hierro. Lo que dejará a los búlgaros al pie de los caballos. Si fuese posible intentaría reforzarlos con una o dos dvisiones, pero no creo que sea posible. Por desgracia no tenemos capacidad para operar tan lejos Salvo con armas nucleares, y ya le he descrito mis objeciones.

—¿Y si hubiese un cambio político?

—Entonces sería una carrera contra reloj para mejorar las infraestructuras y rearmar a húngaros y rumanos. En cualquier caso, debe tener en cuenta que las fuerzas que tengo, aunque puedan ser suficientes para defender los quinientos kilómetros del sector central, lo tendrán mucho más difícil si debo añadir los ochocientos del sur. Como le he dicho, lo de los Balcanes es una historia para no dormir.

[Domper]

Bistuer M. La Tercera generación: aviación española en los años cincuenta. HRM Ediciones. Zaragoza (2017 dF).

El Nova BR53 “Pisco” fue el primer avión de “tercera generación” post Fractura, entendiéndose por la primera la de los aparatos desarrollados urgentemente tras el salto temporal, como el CASA Flecha o el Nova Halcón, la segunda la de aparatos más avanzados pero que aun tenían limitaciones tecnológicas, como el Nova Alfanje o el Airbus Avispa, y la tercera la de aeronaves cuyo desarrollo se inició tras el salto temporal pero sin tanta urgencia, y que pudieron contar con los equipos desarrollados en España en ese periodo. Son aparatos de esa generación los CASA Miura, Aguilucho y Paco, los Airbus Ispal y Welba, y el Nova Pisco.

En las primeras fases de las Guerras de la Fractura los aviones de línea modificados como bombarderos con armas de precisión tuvieron un rendimiento excelente, pero mostraron limitaciones especialmente en lo referente a la vulnerabilidad a armas antiaéreas y, en un futuro, a os interceptores. El Ejército del Aire solicitó un bombardero convencional que los sustituyese, el CASA BR60 “Paco”. El BR60 prometía cumplir las expectativas pero al ser un avión cuatrimotor sería caro de adquirir y de operar. Además el Ejército del Aire también precisaba un avión capaz de efectuar ataques de precisión de corto y medio alcance. Lo deseable era un derivado de aviones de combate, como los F-15E, Mirage 2000D o Sujoi 34, que no precisaban escolta para cumplir esas misiones. CASA estaba desarrollando la variante final del Flecha, el CB50E, un aparato biplaza con aviónica especializada en el ataque a tierra y la interdicción, y capacidad de carga adicional. Pero el Flecha E tenía importantes limitaciones debido a lo reducido de la célula, especialmente en lo referente a la cantidad y dimensiones de las armas que podía llevar, y en el alcance, a pesar de contar con depósitos de combustible conformados.

El Ejército del Aire consideraba que dado el bajo grado de amenaza del mundo post Fractura, un avión más sencillo podría cumplir esas misiones salvo en las escasas zonas mejor defendidas, y así sustituir a los vulnerables CRJ, Embraer o Boeing 737. El BR60 podía efectuar esas misiones, pero no se precisaba ni el alcance intercontinental ni la gran capacidad de carga del bombardero de CASA. También se tuvo en cuenta el gran éxito comercial que en los años cincuenta (anteriores a la Fractura) alcanzaron bombarderos ligeros como el English Electric Canberra o el Ilyushin Il-28, que se esperaba reproducir con el nuevo avión.

El Ejército del Aire solicitó a las principales compañías aeronáuticas que estudiasen el desarrollo de un bombardero de menores dimensiones y precio que el BR60. El aparato debía ser convencional, de bajos costes de adquisición y de operación, y que además de misiones de ataque pudiese efectuar las de reconocimiento electrónico y servir como plataforma para armas guiadas. Un requisito adicional fue que los aparatos tuviesen capacidad de ser equipados con aviónica especializada en la interdicción y el ataque todo tiempo. Sin embargo, no se consideraba necesaria ni la capacidad de ataque nuclear o a baja cota ni la de operar desde pistas cortas o poco preparadas. Aunque no estaba en el pliego de condiciones, el Ejército del Aire sugirió que el avión fuese bimotor y llevase los mismos motores Trent del BR60.

A priori parecía que CASA iba a estar interesada, ya que podría emplear para el nuevo avión los componentes diseñados para el BR60. Sin embargo, aunque no rechazó el encargo, advirtió que conllevaría un gran retraso, pues su planta de Sevilla estaba trabajando a pleno rendimiento produciendo los cazas Flecha y los aviones de transporte C-212 y C-295. Aunque se estaba construyendo una nueva planta de montaje en Ciudad Real, estaba destinada a la producción tanto del BR60 como de los Airbus A320 y A330, redenominados CASA 220 y CASA 230. La compañía también estaba preparando la producción del Miura, el sustituto de Flecha, de un avión que sustituyese a los Embraer en las líneas regionales, y de un reactor ejecutivo. CASA indicó que tardaría al menos un año en definir el proyecto, otros dos en finalizar el prototipo y dos más en iniciar la producción. Se ha especulado sobre los posibles motivos de CASA, pues parece que la planta de Ciudad Real iba a disponer de suficiente capacidad, y al tener el aparato elementos comunes con el BR60 (y siendo un avión de prestaciones moderadas) el desarrollo podía abreviarse. Parece que influyeron los intereses comerciales: si el Ejército del Aire adquiría el bombardero ligero sería a costa de reducir el número de BR60, más caro y que produciría más beneficios. Paradójicamente, el rechazo del proyecto no solo no impidió la aparición de un rival para su BR60, sino que hizo aparecer un competidor para sus aviones de línea y de transporte.

Nova, el tercer constructor aéreo español tras CASA y Helicópteros Airbus, estaba buscando diversificar su mercado. Aunque seguía produciendo los cazabombarderos Halcón (y su derivado de entrenamiento Milano) en gran número, la vigencia del tipo sería corta. El reactor Gladio solo había sido solicitado por la Armada en pequeña cantidad, y el Ejército del Aire consideraba al avión más avanzado de Nova, el Alfanje, como un tipo de transición hasta que fuese sustituido por otro aparato en desarrollo, el Nova Estral. El futuro de la compañía parecía asegurado gracias a la venta del Alfanje a la Regia Aeronautica, pero había perdido el contrato de la Armée de l’Air francés, que había preferido el De Havilland Venom/Aquilon. Si no se ampliaban las ventas del Alfanje o si el Estral no era adquirido el futuro de la compañía corría peligro.

Nova consideraba que una vez solucionada la crisis de la Fractura, el futuro estaría en la aviación comercial. No podía competir en los aviones de línea de fuselaje ancho ni en los de largo o medio alcance, pues CASA estaba produciendo ya los C-320, C-330 y C-350. Sin embargo se seguía precisando un avión regional de menor capacidad, papel que debía cumplir el Embraer 195. Pero ese proyecto estaba sufriendo retrasos, dejando campo libre a los norteamericanos DC-4 y Constellation (y a sus derivados DC-6 y Súper Constellation turbohélices, por entonces en proyecto). Pensando en desarrollar una alternativa con capacidad para operar desde pistas cortas, Nova había adquirido a PAN Líneas Aéreas (que había retomado su nombre tras el salto temporal) sus Bae 146-300QT que estaban inmovilizados por falta de repuestos. Pero la inversión requerida para el desarrollo del aparato de línea comprometía los recursos de la empresa. Por tanto Nova vio el encargo del bombardero ligero como la oportunidad de desarrollar una familia de aviones derivados del Bae 146 con aplicaciones civiles o militares, y ofreció una versión con bodegas de armas similar a la del BR30B Tritón de patrulla marítima.

Inicialmente el Ejército del Aire no se mostró interesado pues no solo prefería un avión bimotor sino que consideraba que el Bae 146 era demasiado grande para actuar como bombardero ligero, no sería mucho más barato que el BR60, y el origen civil del avión conllevaría escasa agilidad y gran vulnerabilidad. Tan solo mostró algún interés por adquirir algunos Bae 146 en versión carguera, a ser posible con portón posterior, ya que CASA no había reemprendido aun la producción del A400M Atlas, ni había entregado C-330 cargueros. Pero el número de aparatos adquiridos sería pequeño (se estimó en un máximo de cincuenta incluyendo los vendidos a otras fuerzas aéreas) y el Ejército del Aire no estaba dispuesto a financiar el desarrollo de la versión civil. Ese aparato no sería rentable y Nova declinó el encargo. Entonces el Ejército del Aire, ante la falta de ofertas, decidió cancelar el proyecto de bombardero ligero y adquirir en su lugar más ejemplares del BR60 y del CB50E, aunque no fuesen del todo satisfactorios.

El director de proyectos de Nova, Esteban de Santiago, solicitó un plazo de una semana para presentar una alternativa. Reunió a sus principales ingenieros en un hotel (el Parador de Turismo de Toledo) encargándoles que presentasen una alternativa. Unas horas antes del final del plazo De Santiago pudo presentar la familia Fénix. Incluía varios tipos de aviones que compartían una configuración común: serían birreactores de ala alta en flecha y con empenaje de cola en ‘T’. Inicialmente serían tres aparatos de diferentes tamaños: el bombardero ligero demandado por el Ejército del Aire, un transporte regional algo mayor, y un aparato de transporte militar de fuselaje ancho y portón posterior, destinado a sustituir a los C-130 Hércules y a complementar a los escasos A400M. Los dos primeros modelos irían equipados con el motor JT8 (CFM56, el empleado en los C-320) y el transporte con el JT11 (R&R Trent 800). El Ejército del Aire, que estaba cada vez más preocupado por la necesidad de sustituir a los Hércules y a los Atlas, aprobó la propuesta en agosto de 1942.

Para hacer frente a la producción y mientras se desarrollaban los prototipos, NOVA inició la construcción de una nueva factoría en Zaragoza. La planta de Landaben (alquilada a INAEN) no solo era demasiado pequeña, sino que carecía de pista de vuelo: los aparatos fabricados allí eran trasladados por carretera a una nave de montaje en el cercano aeropuerto de Noáin, solución incómoda y solo factible para aparatos pequeños. La nave de montaje además no tenía espacio para la construcción de los prototipos. Cuando solicitó que se construyese una pista de una pista de aterrizaje junto al polígono industrial de Landaben se encontró gran contestación social, por lo que Nova había decidido trasladar la producción a Zaragoza. Ahí el polígono PLAZA, solo parcialmente ocupado, tenía grandes extensiones disponibles junto al aeropuerto, que al ser también base militar (Noáin, junto a Pamplona, acababa de ser desactivada y ya solo operaba con aviones civiles), facilitaría la necesaria reserva. En Landaben se mantendría solo la producción de aviones ligeros que pudiesen ser trasladados con facilidad, y no se establecerían líneas nuevas.

El BR63 “Pisco” (siguiendo la tradición de utilizar nombres empezados por ‘P’ en los bombarderos) fue el primero de los tres modelos en ver la luz, y el prototipo voló el doce de octubre de 1943, adelantándose en dos meses al BR60. Era un avión bimotor de ala alta, con cabina integrada para tres tripulantes (piloto, copiloto y operador de armas) y tren de aterrizaje triciclo que se retraía en el fuselaje. Tenía una bodega capaz para un arma de hasta 4.000 kg y ocho bombas de 250 kg, más cuatro estaciones bajo las alas para bombas, cohetes o misiles, con un máximo de 8.000 kg. Los tres tripulantes (piloto, copiloto y oficial de sistemas de armas) iban en una cabina amliamente acristalada y disponían de asientos eyectables cero – cero. Ya que inicialmente no se pensaba en largas misiones, no se tenía ni el espacio de descanso ni el retrete del BR60, carencia que fue lamentada por las dotaciones. El aparato, que recordaba a un S-3 Viking (anterior a la Fractura) con fuseñaje estilizado y empenaje en ‘T’, disponía de sonda de reabastecimiento en vuelo, y en la bodega se podía instalar un depósito con una cesta también de reaprovisionamiento, lo que permitía que los BR63 se apoyasen entre sí extendiendo el alcance. Sin embargo, el primer prototipo se perdió en una maniobra a baja velocidad; un análisis del accidente mostró que se había debido a un efecto de sombra aerodinámica y en el segundo prototipo se modificaron lso planos de cola situándolos en posición baja. En diciembre de 1944 se entregó la primera unidad de serie y en abril del año siguiente fue declarado operativo el primer escuadrón equipado con el BR60A. También en esa fecha se entregó el primer BR63B a la Regia Aeronáutica, el primer cliente internacional del aparato.

El BR63A del Ejército del Aire tenía equipos avanzados similares al Flecha E, con un sistema de navegación inercial, otro de geolocalización basado en el sistema Caramuel (cuando estuvo disponible), y un radar monopulso Indra 30 con capacidad para crear mapas electrónicos y escoger el objetivo de ataque. El gran espacio disponible dentro del BR63 y el mayor tamaño del radomo hizo que el sistema fuese más eficaz y de mayor alcance que el de los Flecha E y fue frecuente que los BR63 Pisco acompañasen y guiasen a los Flecha E. Un equipo Indra-W-4 de guerra electrónica convertía a los BR63B en blancos muy difíciles para los aparatos enemigos. Además los BR63B podían llevar misiles Banderilla para autodefensa. Los aviones podían lanzar casi cualquier arma del arsenal español (con excepción de las nucleares o las bombas explosivo – aire de mayores dimensiones) que llevaban en una gran bodega (capaz para un arma de 4.000 kg o para un lanzador rotatorio para seis bombas de 500 kg o doce de 125 kg), y ocho estaciones externas.

Los más limitados BR60A (versión “espartana” de exportación) contaban con un sistema de navegación de estado sólido que le daba una limitada capacidad todo tiempo. Tuvieron un gran éxito comercial y sustituyeron a los bombarderos supervivientes de las guerras de la Fractura. Se vendieron seiscientos cincuenta ejemplares a fuerzas aéreas de todo el mundo y fueron intensamente empleados, especialmente en conflictos coloniales en los que fueron aparatos muy temidos. A decir de los rebeldes del Gongchandang, “al Pisco no se le acababan las bombas”.

[cornes]

Palacio de Justicia
París
Francia
Tribunal Especial Franco-Británico Para Delitos de Guerra

La sala principal del Palacio de Justicia se encontraba abarrotada para la lectura de la sentencia, que iba a ser incluso retransmitida por equipos de televisión.

El Tribunal Especial Franco-Británico Para Delitos de Guerra había sido establecido por los aliados para juzgar de forma conjunta los delitos de naturaleza militar o de guerra que hubieran afectado a ambos países durante la guerra para evitar conflictos de jurisdicción y carreras competitivas por la captura y condena de los reos. A los acusados se les aplicarían simultáneamente los códigos penales de ambos países y las sentencias eran conjuntas pero independientes, imponiendose las penas correspondientes a cada uno de los códigos de forma separada.

A Torkild Rieber se le había hecho esperar de pie en el estrado de los acusados la entrada del tribunal sentenciador, el juicio había sido, como se esperaba, rápido, apenas cinco semanas habían bastado para formalizar el proceso tras su entrega por parte de las autoridades españolas en alta mar, celebrar las vistas y dictar la sentencia.

El pobre hombre, a decir de algunos de los observadores jurídicos españoles, no había tenido ninguna oportunidad ni aunque hubiera tenido un juicio menos parcial, las pruebas eran incontestables y no había podido tener ningún testimonio para su defensa y existía cierta polémica entre los juristas españoles, tanto postfractura como algunos de la época, en cuanto a la calidad de las garantías jurídicas que le asistieron durante el proceso.

De hecho ni siquiera llegó a pisar territorio español despues de la aprobación de su extradición por la Corte Suprema estadounidense, pues mientras esperaba su embarque y durante su traslado, el Tribunal Supremo hubo de dictaminar sobre la consulta planteada por la fiscalía sobre la pertinencia de someter a juicio al reo ante la duda jurídica sobre la posibilidad de su acogimiento a la Ley de Amnistía de 1977.

El asunto era potencialmente complejo, pues por una parte suponía dilucidar no solo si los actos por los que se acusaba al señor Rieber habían tenido una "motivación política", sino también si el Torkild Rieber de 1942 estaba afectado por las leyes españolas dictadas en el que sería su futuro o si estas solo podían obligar al sometimiento del Torkild Rieber futuro que ya no existía.

Sin embargo, el Tribunal Supremo rápidamente decidió obviar las cuestiones metafísicas y centrarse exclusívamente en el aspecto doctrinal, pensando en establecer el criterio común a partir de entonces, y que según el alto tribunal, no podía ser otro que el de considerar que el sistema judicial español debía regirse por la legislación vigente y por la jurisprudencia acumulada, sin verse en modo alguno afectada por elementos externos como pudieran ser la "Fractura Temporal", pues esta, a decir del tribunal, había afectado a la realidad física y política, pero no al corpus jurídico ni a las normas y al reglamento de aplicación de las leyes.

Por tanto, habiendo considerado el tribunal que las motivaciónes de Torkild Rieber podían considerarse mas allá de cualquier duda como políticas, pues la motivación económica como leitmotiv primordial se descartaba al resultar evidente el mayor riesgo y menor beneficio para la Texas Company la ruptura unilateral de la obligación contraída con el gobierno de la República Española y la financiación y suministro, contraviniendo las leyes estadounidenses e internacionales, de un movimiento rebelde.

Por lo que Rieber se encontró ya durante su traslado eximido de responder ante los tribunales españoles, pero el alto tribunal incluyó una última consideración en su resolución, en la que aclaraba que, aunque según la legislación española el reo se encontraba afectado por la amnistía, ello no suponía automáticamente su puesta en libertad e incluía mención expresa a las obligaciones de las autoridades españolas en cuanto a poner al reo, en calidad de reclamado por la justicia de otros países con los que españa tenía convenios de colaboración judicial, a disposición de las autoridades judiciales que le habían reclamado.

Así que, en el mismo barco en el que se encontraba custodiado por agentes españoles pasó de inmediato a estar bajo la custodia británica y francesa, no llegando siquiera a pisar territorio español al ser desembarcado en Burdeos, desde donde fue trasladado inmediatamente a París.

Durante la vista celebrada en las semanas siguientes, ni siquiera pudo contar con testimonio alguno a su favor puesto que, aún con el esfuerzo desplegado por su defensa intentando anular como pruebas las publicaciones y documentos provenientes del "futuro español", sobre todo el testimonio escrito del ejecutivo José Antonio Álvarez Alonso y los documentos de la CAMPSA, lo cierto era que las indagaciones y los testimonios obtenidos a raíz de su conocimiento ratificaban y ampliaban aquellas fuentes de forma que sería indiferente que el tribunal las tuviese en cuenta, cualquier testigo que hubiese declarado en favor de excluír la responsabilidad directa del señor Rieber en la negociación personal del acuerdo y en las órdenes directas por él emitidas en relación a los actos de espionaje contra Francia y el Reino Unido habrían quedado desmentidos por los propios documentos internos de la TEXACO y en consecuencia, se convertirían en acusados.

Así, llegado el momento de la sentencia, entre la expectación de la asistencia, el tribunal emitió rápidamente su veredicto declarando al reo culpable de los delitos de Espionaje y Sabotaje tanto en paz como en tiempo de guerra contra la República Francesa y contra el Reino Unido.

En una semana el tribunal debía pronunciarse sobre las condenas, puesto que el tribunal conjunto debía negociar la aplicación de las penas que se imponían de forma independiente y para su ejecución se requería el establecimiento de un acuerdo inmediatamente posterior a la sentencia.

De todos modos no había dudas sobre cual sería la condena, la única incertidumbre era cual sería el método de ejecución a aplicar en función de qué estado fuera el encargado de ejecutarla "primero".

[Domper]

El escándalo de Estocolmo. De Wikipedia, la Enciclopedia libre.

Se entiende como el “escándalo de Estocolmo” al efecto causado por la publicación de las grabaciones mantenidas en Estocolmo, Suecia, por el ministro español de Asuntos Exteriores Fernando Díaz Sanclemente y el ministro soviético de Asuntos Exteriores Viacheslav Mijáilovich Mólotov. En ellas se estaba tratando sobre el futuro de Europa y el mundo y su división en esferas de influencia.

Inmediatamente tras la derrota nazi el embajador soviético en Londres, Iván Maisky, se reunió con la embajadora española Esperanza Aguirre para presentarle una propuesta soviética que repartiría Europa en áreas de influencia entre la URSS y España. No se conocen los términos de la respuesta de la embajadora Aguirre, pero la reunión terminó abruptamente. Sin embargo menos de una semana después Aguirre fue cesada y sustituida por Inocencio Arias. El nuevo embajador se citó con Maisky, acordando la celebración de una conferencia de alto nivel entre España y la Unión Soviética a celebrar en una ciudad neutral, siendo escogida Estocolmo.

La “Ley de los cien años” hace que algunos documentos referentes a ciertos sucesos ocurridos durante la Fractura sigan siendo secretos. Especialmente los que tratan sobre las relaciones entre España y la Unión Soviética, pero también los relacionados con la muerte de Stalin (oficialmente debido a un atentado con bombas pero que se ha atribuido al Ejército del Aire español) o al programa nuclear hispano. Por ello gran parte del relato de los hechos se basa en testimonios presenciales o en las declaraciones públicas oficiales. La fuente de mayor valor sobre lo ocurrido en Estocolmo son los diarios de Inocencio Arias, publicados póstumamente.

Parece que el gobierno presidido por Emilio Samitier Repáraz estaba alarmado por la deriva neoestalinista del por entonces secretario general del PCUS (y de facto líder de la Unión Soviética), Andrei Zhdánov. Tras la muerte de Stalin se esperaba que se produjese una “desestalinización” similar a la de la anterior línea temporal, y que llegase al poder un régimen más o menos equivalente al de Jruschov de la anterior línea temporal con el que se pudiese negociar. Sin embargo y de manera inesperada Zhdánov, un miembro del Politburó que desempeñaba un puesto honorario (Presidente del Soviet Supremo de Rusia), consiguió aglutinar a varios partidarios de la línea dura e imponerse a la “facción progresista”, ya gravemente debilitada por la “purga de la Fractura” en la que Stalin acabó con los protagonistas de la “desestalinización” de la anterior línea temporal. Stalin había muerto sin poder culminar la persecución (se ha sugerido que el atentado se produjo para frenar la purga) pero Zhdánov, apoyado por Kaganovich, Beria y Serov, había reemprendido las detenciones, juicios sumarios y ejecuciones extrajudiciales, que además afectaron especialmente a las nacionalidades no rusas que en 1991 protagonizaron la disolución de la URSS. Se había emprendido una campaña de “rusificación” que incluía la prohibición de las lenguas vernáculas (incluso en los recién ocupados países bálticos o en Polonia oriental) junto con el exterminio de las élites (profesionales, militares, artistas, etcétera). El ejército soviético, que también había padecido la última purga estaliniana en la que hubo víctimas notables como Zhukov, estaba siendo reforzado y había adoptado un despliegue ofensivo. Se ha sugerido que Zhdánov, uno de los ideólogos del estalinismo, era un ferviente creyente de su doctrina y consideraba que era misión de la URSS liberar al mundo de la “opresión capitalista” en su nueva forma puesta de manifiesto por el salto temporal. De hecho, entre octubre de 1941 y abril de 1942 el diario Pravda había publicado una serie de artículos denunciando “la corrupción oligárquica – modernista”. Esos artículos no estaban firmados pero el estudio de los archivos soviéticos demuestra que fueron escritos siguiendo órdenes directas de Zhdánov.

El presidente Samitier temía que esos pasos fuesen previos a una invasión de Europa Oriental. La propuesta de Maisky confirmó las sospechas de Samitier, que se vio abocado a un conflicto aun más difícil que el mantenido con Alemania. Según algunos testimonios (como los citados diarios de Arias) el gobierno Samitier consideró que el sistema comunista tenía aun gran prestigio (a pesar de las revelaciones sobre los crímenes estalinianos) no solo en los partidos socialistas y comunistas de todo el mundo, sino también en algunas capas de la sociedad española. Las conversaciones de Estocolmo podrían ser excelente ocasión para desprestigiar aun más el sistema soviético. Por otra parte, el gobierno Samitier, escarmentado por los escándalos de corrupción sucedidos previamente al salto temporal, seguía la línea de “luz y taquígrafos” (la taquigrafía era una técnica anotación rápida ya obsoleta). Dar publicidad a las conversaciones serviría para desmontar las teorías conspiratorias que inevitablemente surgirían acusando a su gobierno.

No se sabe si fue con la colaboración del gobierno sueco, pero técnicos españoles establecieron de manera clandestina un sistema de grabación de audio y vídeo que recogió las conversaciones mantenidas en el hotel Diplomar de la capital sueca. Para dar mayor credibilidad a las grabaciones, acompañaron a la delegación española (secretamente) varias personalidades cuya credibilidad estaba fuera de toda duda: el ex vicepresidente norteamericano John Nance Garner, el ministro de trabajo británico Ernest Bevin, el anterior presidente del Frente Popular francés Léon Blum, y los antiguos políticos de la II República Francisco Largo Caballero, Manuel Azaña e Indalecio Prieto. Fueron trasladados secretamente a la ciudad y desde otra dependencia del hotel actuaron como espectadores (mediante sistemas electrónicos) de las negociaciones, para poder atestiguar la veracidad de las grabaciones.

[FalcoX]

CASA BLANCA
WASHINGTON D.C
ESTADOS UNIDOS
1 de septiembre de 1942

-Presidente, acaban de confirmarme que el avión espera -anunció Henry Wallace asomando la cabeza por la puerta del despacho oval. Roosevelt asintió, terminando de ajustarse la corbata. En breve, ambos se desplazarían hasta el aeropuerto Hoover, al cual los españoles habían enviado un Airbus A380 que transportaría tanto al presidente como al vicepresidente, que a última hora había sido incluido en la visita oficial. Cordell Hull, el secretario de Estado, también viajaría a España. Los tres hombres eran muy conscientes de que eran los primeros mandatarios mundiales que iban a visitar la España post-Fractura, y estaban más que dispuestos a dejar una muy buena impresión. Se les había asegurado que los españoles actuales no guardaban resentimiento ni odio contra Estados Unidos (salvo ciertos extremistas de un lado y de otro) y que recibirían una más que calurosa bienvenida. De hecho, tal y como comentó Roosevelt mientras los tres subían al avión, "tenía la sensación de ir a visitar a un pequeño Estados Unidos a un océano de distancia del grande", tal era la influencia de la cultura yanqui en España.

El Airbus era de lo mejor que tenía la flota de la extinta Qatar Airways, y Roosevelt, Wallace y Hull fueron ubicados en la clase business, donde en lugar de asientos, había cubículos individuales con unos sillones reclinables y reposapiés que sólo podían encontrarse en las mansiones más elitistas. En cada cubículo había una pantalla plana, táctil, que podrían usar si querían ver películas o hacer cualquier otra cosa, y dado que el viaje duraría entre seis y siete horas sin escala, se recomendaba una buena distracción.

Eran las 7:00 de la mañana, hora de Washington, cuando el avión despegó y puso rumbo hacia Madrid, donde en ese momento era la una de la tarde. El presidente Samitier recibió el escueto mensaje de que "el Air Force One ha despegado". Todo el país conocía ya la noticia de la visita oficial, mientras pensaba que Roosevelt se había adelantado a Eisenhower convirtiéndose en el primer presidente estadounidense que visitaba España.

-Sin ánimo de ofender, Ike -murmuró el hombre, en su despacho. Sólo quedaba esperar unas horas más.

[cornes]

Berlin, Alemania
Aeropuerto Central Berlín-Tempelhof
Cuartel de la Policía Militar Aliada
Agosto de 1942

Una parte del ala administrativa y la de servicio del gigantesco edificio del aeropuerto Tempelhof, el mayor edificio del mundo en aquella época, había sido habilitada como cuartel de las policías militares aliadas en la capital, el eficio estaba recién finalizado y su situación tan cerca del centro de la ciudad, sus grandes sótanos con capacidad para albergar vehículos y el gran bloque terminal de oficinas lo hacían una opción excelente para albergar allí una parte importante del contingente y los servicios de la policía militar de los ocupantes.

En una de las salas del área española, dos hombres esperaban, habían sido llevados allí temprano, Wilhelm Canaris y Hans Oster, iban a ser entrevistados por última vez esa mañana.

Otro policía militar y un oficial del Ejército del Aire con el brazalete que le identificaba dentro de las instalaciones como germanoparlante entraron en la sala y se sentaron.

- Almirante Canaris, General Oster, yo soy su última entrevista de la mañana, me han pedido que intente aclarar con ustedes un asunto de última hora.

-¿De qué se trata? - Preguntó Oster -

- Se trata de la "Operación Alca", el Abwehr confirmó el envío por parte de la Kriegsmarine de seis equipos más allá del Circulo Polar Ártico con la misión de sabotear las instalaciones meteorológicas aliadas e intentar capturar equipos de mantenimiento.

- Es correcto, el General Oster participó en la organización de la operación y me informó de los detalles. - Respondió el Almirante -

- Sí, Almirante, nos consta, sin embargo en la documentación de la Abwehr no consta el modo de selección de los agentes.

- Algunos de los agentes fueron proporcionados por las SS, otros por la Kriegsmarine y la Wehrmach, sabíamos que algunos de los suboficiales procedían de unidades disciplinarias. - Indicó el General Oster -

- ¿El Abwer no participó en la selección de los hombres?.

- Por supuesto que no, no se permitía a la inteligencia militar la selección de agentes a enviar a áreas aliadas ni nuestro personal militar podía actuar sin supervisión, algunos de mis subordinados fueron detenidos y ejecutados, yo mismo estuve detenido y temí la ejecución de mis hijas, Schellenberg en persona me comunicó que sería rehabilitado y reincorporado a la dirección del Abwehr tan solo en reconocimiento a mi competencia.

- Es decir, esos hombres no pertenecían a las unidades de "Brandemburgos", ¿es correcto?.

- Despues de su salto temporal el regimiento fue absorbido por las SS, algunos de sus integrantes fueron enviados a los campos, otros fueron integrados a la fuerza en unidades disciplinarias, la mayor parte han muerto, me consta que algunos durante nuestro intento de asaltar los Pirineos y los combates posteriores. - Respondío el General Oster -

- En la documentación que se ha conservado acerca de la operación no constan nombres de ninguno de los agentes, tan solo números de chapa, ¿llegaron a conocer la identidad de alguno de los hombres?.

- No, nuestra participación se redujo a la planificación y coordinación de la operación, el Mar del Norte y el Mar de Noruega estaban vedados, se hacía necesario mover a los hombres por tierra a través de Escandinavia antes de transportarles por mar.

- Nunca se nos proporcionó esa información.

- ¿Es posible que miembros de las SS y el partido Nazi hayan utilizado las rutas escandinavas para huír a través de Noruega?.

- ¿Huir?, ¿A donde?.

- Responda, Almirante.

- Es posible, los agentes y colaboradores en el extranjero estaban seleccionados en función de su lealtad al partido Nazi, gran parte de nuestras redes anteriores a su salto temporal fueron purgadas y al personal militar no se le informaba de ningún detalle cuando se requería su participación.

- ¿Existe algún documento o información acerca de esta operación que ustedes no nos hayan proporcionado todavía?.

- Por supuesto que no. - Respondió rápidamente el General Oster -

- ¿Sabían ustedes si el SS-oberführer Oskar Dirlewanger participaba en la operación?

- ¿Dirlewanger?, algunos de nuestros T-truppen fueron enviados a su batallón disciplinario para la planeada invasión de España, eran una unidad suicida.

- ¿Consideran posible que el SS-oberführer Oskar Dirlewanger haya utilizado la red escandinava para escapar de Alemania?.

- Es posible, aunque dudo que hubiera sobrevivido para hacerlo, no tengo constancia de que haya sobrevivido a la retirada de Francia.

- ¿Parece haberse interesado por ello?.

- Sí, lo hice, y personalmente.

- ¿En qué sentido?.

- Después de lo ocurrido en Polonia no faltaban militares dispuestos a facilitar la eliminación de ese hombre si se dieran las circunstancias apropiadas.

- ¿Intentó usted eliminar a Oskar Dirlewanger?.

- No, claro que no, no teníamos ni la libertad para intentarlo ni la posibilidad de organizar algo así sin ser descubiertos.

- ¿De qué forma se interesó?.

- Solo llegamos a "sugerir" a algunos subordinados y oficiales del ejército que la caótica retirada de Francia podría resultar muy peligrosa para la unidad de Dirlewanger.

- ¿Nada más?.

- Fuimos informados de que al menos parte de la unidad Dirlewanger fue obligada en varias ocasiones por el ejército a participar en acciones que la diezmaron, pero Dirlewanger no apareció, le dimos por muerto. De todas formas en aquellos momentos perdimos gran parte de nuestra estructura en Francia.

- Pues ahora pueden darle por muerto, ha sido "cazado" en Canadá.

- ¿En Canadá?, ¿como puede ser eso posible?.

- Al parecer alcanzó Canadá con un destacamento de sus hombres a bordo de un pesquero noruego.

- ¿Está muerto?.

- Sí, el caso es que ahora queremos revisar toda la información que su organización tuviera sobre las redes de inteligencia desplegadas en Escandinavia, parte de los archivos de la inteligencia de las SS fueron destruidos, pero esperamos que ustedes nos den acceso total a los suyos y nos ayuden a reconstruir lo que falta.

- Así se hará.

[Domper]

Las conversaciones de Estocolmo se alargaron durante casi dos meses, en sesiones semanales en las que el negociador soviético, el ministro de asuntos exteriores Mólotov, propuso la división primero de Europa y luego del resto del mundo en áreas de influencia. Inicialmente la pretensión soviética era alcanzar los límites a los que se había llegado al final dela Guerra Fría, que incluían Europa Oriental (incluyendo parte de Alemania), China, Indochina, Corea y Afganistán, así como enclaves en Hispanoamérica y en África. La delegación española había mostrado a los testigos imparciales sus instrucciones: no admitir ninguna nueva anexión, y exigir a la Unión Soviética la retirada de las hechas en 1939 y 1940. Pero también tenía órdenes de dilatar las negociaciones, intentando limitar las exigencias de Moscú. Sin embargo solo consiguió algunas cesiones como el mantenimiento de Alemania, Chequia y Eslovaquia en la esfera de influencia occidental, solo si a cambio se permitía que la Unión Soviética estableciese tratados de mutua defensa con Polonia y Finlandia (similares a los empleados en 1940 para anexionarse los Países Bálticos).

También se discutió el proceso de descolonización. España propuso una “liberación tutelada” de las colonias para impedir tanto las guerras de liberación como la inestabilidad política y la pobreza que las afligieron tras la independencia. La Unión Soviética aceptó el programa pero sujeto a la participación de los “movimientos populares de liberación” apoyados por la URSS. El negociador Díaz indicó a Mólotov que esos movimientos estaban controlados por Moscú, que tal medida implicaba el sometimiento de las naciones en desarrollo a la Unión Soviética, y que parecía que la Unión Soviética quería crear su propio imperio colonial. Mólotov respondió que era la URSS la única potencia que podía garantizar la libertad para los pueblos oprimidos. Mientras hacía tal declaración Mólotov hizo una mueca de complicidad a Díaz que fue recogida por una cámara oculta y que se convirtió en símbolo del escándalo.

España también ofreció el desarme nuclear bajo control internacional. De nuevo Mólotov aceptó con entusiasmo el ofrecimiento, e incluso se estableció un programa de visitas a las instalaciones nucleares españolas y rusas. Según el acuerdo firmado, ambas partes podrían visitar las instalaciones sospechosas sin previo aviso y valiéndose de los medios técnicos y humanos que considerasen oportunos siempre que no fuesen destructivos. Esas visitas podrían efectuarse con advertencia previa de tan solo seis horas, y el acuerdo entraría en vigor a las cuarenta y ocho horas de su firma. Sin embargo, fue este acuerdo el que provocó la ruptura de las negociaciones.

[Domper]

Al entrar en vigor el protocolo de inspecciones nucleares una delegación soviética se dirigió a la gran base aérea de Ramstein para inspeccionar las armas ahí depositadas. El acuerdo permitía la inspección pero con medios no intrusivos: contadores Geiger (modelos primitivos ya que la URSS no disponía de los sistemas mejorados españoles) y películas fotográficas sensibles. Se podían exigir la apertura de almacenes, polvorines e incluso contenedores (justificando la presencia allí de material nuclear) pero no desmontar los artefactos que se encontrasen ni dañar los sistemas de producción. El acuerdo no permitía la inspección de instalaciones nucleares civiles, por lo que España no autorizó la visita a los reactores nucleares existentes antes del salto temporal. Tan solo se iba a permitir la inspección del reactor de Vandellós I (un nuevo equipo diseñado expresamente para la producción de Plutonio y no para la generación de electricidad) y de las instalaciones de concentración de Uranio y de Plutonio. Pero como la Unión Soviética no entregó el listado de sus propias instalaciones (aunque estaba obligada a hacerlo en el momento de firmar el acuerdo), España tampoco comunicó la situación de sus propios equipos. Se permitiría que inspectores soviéticos los buscasen, pero por sus medios y sin permitir que llevasen medios de grabación salvo los que con toda seguridad habría en los aviones de transporte.

Aun así los soviéticos presentaron una solicitud para inspeccionar las bases aéreas de Nancy y de Ramstein, mostrando que tenían alguna idea sobre la situación de los ingenios españoles: probablemente había sido delatora la presencia en esas bases de aviones Boeing 737 modificados, y de cazabombarderos Flecha biplazas. Con todo, que la información que tenían no era exhaustiva quedó claro por la insistencia en revisar a fondo Nancy: quedaba claro que los rusos no sabían que los ingenios nucleares habían sido retirados de Francia en cuanto Ramstein estuvo operativa. Los soviéticos también exigieron visitar Torrejón de Ardoz y Morón. España dio la autorización, e inmediatamente aviones Lisunov Li-2 (DC-3 construidos en la URSS bajo licencia) partieron hacia las bases, pues el acuerdo permitía que la parte inspectora emplease, si lo consideraba conveniente, sus propios medios de transporte aéreos o terrestres.

Al mismo tiempo una delegación española intentó visitar las instalaciones de Sarov (al este de Moscú). Los españoles se trasladaron en un DC-6 (un DC-4 con motores León) que tenía que aterrizar en una base aérea cerca de Nizhni Novgorod. El modelo fue escogido por poder emplear la gasolina de aviación soviética, pero también por llevar la tecnología de la época; el avión empleado era de una serie especial que conservaba la instrumentación analógica original, y cuyos motores eran de la versión de exportación, de funcionamiento completamente mecánico. Los equipos electrónicos de navegación y de comunicaciones podían ser extraídos durante las escalas. Siguiendo lo acordado el aparato llevaba grandes banderas rojigualdas de identificación y se comunicó el plan de vuelo a las autoridades soviéticas. Pero el aparato fue acosado por cazas rusos que lo obligaron a tomar tierra en Smolensk y detuvieron a tripulantes y pasajeros. Al conocerse el incidente, se retrasaron las demás inspecciones ya planeadas, y se ordenó a los aviones rusos que se dirigían a Torrejón y Morón que permaneciesen en tierra en la siguiente escala, o que volviesen a su país, a su elección. Asimismo se interrumpieron las inspecciones las delegaciones que ya habían llegado a Nancy y Ramstein, aunque se les permitió, de nuevo a su elección, permanecer alojadas en la base (lo que eligieron) o volver a su país. Los vigilantes españoles advirtieron que los soviéticos empleaban profusamente los equipos fotográficos que llevaban: ya se había previsto, y se estaba construyendo un nuevo refugio para trasladar ahí las armas atómicas. También se ordenó modificar el dispositivo defensivo de las bases, sabiendo que eran objetivos de primer orden.

Mientras, guardias rusos habían abordado el DC-6 obligando a desembarcar a los españoles. Estos, siguiendo el protocolo de actuación, comunicaron el incidente a Madrid con su equipo por vía satélite y llevaron consigo todo el equipo electrónico que, previendo incidentes de ese tipo, no solo era portátil sino que contenía pequeñas cargas encargadas de hacerlo arder si se intentaba abrirlo para su inspección. La delegación fue trasladada a un edificio alejado y custodiado, donde un oficial ruso interrogó a sus miembros; estos se negaron a responder, pero las preguntas fueron muy reveladoras: querían saber por qué no habían volado en uno de sus aviones futuristas. Luego los españoles fueron retenidos aduciendo que la autorización de Moscú se estaba retrasando.

Finalmente llegó el permiso, pero antes de despegar los españoles hicieron una inspección del DC-6, para ver si se había manipulado el avión. Se encontraron con precintos rotos (aunque remedados apresuradamente) por lo que se hizo una revisión a fondo, que encontró residuos metálicos (virutas de acero) en el aceite lubricante de los cuatro motores. Que los cuatro presentasen la misma alteración indicaba que se trataba de un sabotaje, por lo que el comandante Sánchez, al mando de la delegación se negó a continuar el vuelo y solicitó un segundo DC-6 para volver. Cuando este llegó (sin que hubiese incidentes durante el vuelo) la tripulación se negó a desembarcar e impidió el acceso a los rusos al avión. Sánchez dijo al coronel ruso al mando de la base que el primer DC-6 había sido saboteado y que no podía ser reparado, por lo que iba a ser destruido con una carga explosiva accionada a distancia. El aparato, que al parecer interesaba mucho a la fuerza aérea soviética, quedó convertido en pavesas; entonces el jefe soviético ordenó que todos los españoles fuesen detenidos. Los españoles no solo destruyeron sus equipos electrónicos sino también el segundo DC-6 también fue volado, y se vivieron momentos muy tensos cuando un guardia disparó contra uno de los españoles, causándole heridas de gravedad; otros sufrieron luxaciones o fracturas óseas tras ser golpeados. Solo se salvaron de sufrir daños peores cuando Sánchez advirtió a los rusos que se estaba retransmitiendo a Moscú y a Madrid todo lo que ocurría. Finalmente se consiguió la liberación de los españoles intercambiándolos por las delegaciones soviéticas, que habían sido retenidas cuando se supo de la detención de los españoles. Sus aviones fueron incautados, encontrándose, como se esperaba, que llevaban equipos fotográficos.

Posteriormente se analizaron en España muestras de aceite del avión saboteado, traídas a escondidas por la delegación desde Smolensk, y se encontró que las virutas eran de un tipo de acero que no se empleaba en los motores León, lo que confirmó el sabotaje. El estudio posterior de los archivos soviéticos mostró que el sabotaje fue por indicación directa de Moscú: se tenía tanto interés en capturar un avión español que se había dado orden al coronel al mando de la base de impedir el vuelo de cualquier manera, averiando el aparato si era preciso.

Este incidente representó el punto de no retorno en las conversaciones de Estocolmo. En una sesión muy áspera España acusó a la Unión Soviética de actuar de mala fe por lo que consideraba que el acuerdo de inspecciones nucleares quedaba anulado por incumplimiento. Díaz dijo que las negociaciones estaban demostrando que el objetivo de la URSS no era mantener la paz mundial sino hacerse con un imperio, invadiendo a los países vecinos y exterminando a sus élites. Mólotov negó tales acusaciones, pero Díaz presentó documentos (procedentes de la línea temporal anterior) en los que se demostraba lo fraudulento de las elecciones realizadas en las Repúblicas Bálticas tras la ocupación soviética. Mólotov respondió bruscamente, diciendo que España había falsificado esos documentos para interrumpir las negociaciones, pero Díaz, en lugar de recusar la acusación, presentó fotografías aéreas de campos de prisioneros, así como varios libros que contenían los nombres y apellidos de más de cincuenta mil polacos, bálticos y rumanos asesinados, con las circunstancias de su detención. Fue en ese momento cuando Mólotov, visiblemente enojado, cometió el error de decir que eran “enemigos del pueblo”, dando ocasión a que Díaz pronunciase un corto discurso, obviamente dedicado a las cámaras ocultas, denunciando el terror rojo:

“España ha acudido a Estocolmo para buscar la paz e impedir el enfrentamiento que en la anterior línea temporal condenó al mundo a cincuenta años de guerras y lo puso al borde de la destrucción nuclear. Pero la URSS no busca la paz, sino que trata a países y pueblos como si fuesen pasteles que se puedan cortar, tragar y masticar, para conseguir la dominación mundial y el exterminio de todos los que no acepten su férrea dominación. El señor Mólotov, uno de los partícipes de los más execrables crímenes comunistas, se ha desvelado acusando como enemigos del pueblo a las decenas de miles de personas que tuvieron la mala fortuna de caer en sus manos ¿Enemigos de qué pueblo, me pregunto? ¿Del polaco, del báltico, del rumano, del ruso? No, los tiranos de Moscú entienden por pueblo a sus paniaguados que medran con el terror rojo que preparan para el resto del mundo.

Esos polacos, esos bálticos, esos rumanos, todas esas víctimas, no nos son ajenas. Fueron hombres, mujeres y niños más valiosos para nosotros que los asesinos los declararon como enemigos, fueron mucho mejores que esos criminales que llaman enemigo del pueblo a cualquiera que busque la libertad. Para esos depravados homicidas todos somos enemigos. Lo soy yo, yo soy, mi esposa, mi médico, mi vecino, el escritor, el periodista o el policía del barrio. Todos somos enemigos del pueblo porque buscamos la libertad.

Mi país no negocia con asesinos, sino que ampara las víctimas y persigue a los criminales. España no reconoce las invasiones ni la opresión que sufren las naciones sometidas por los verdugos de Moscú. Desde este mismo momento las conversaciones entre el reino de España y la tiranía que se llama a sí misma Unión Soviética quedan rotas”.

A pesar de la declaración de Díaz, parece que aun hubo una reunión ulterior ya no entre los jefes de las delegaciones sino entre miembros de rango inferior. Se cree que en esa reunión, que no fue grabada, España amenazó a la Unión Soviética con un bombardeo nuclear de Moscú y Leningrado si el Ejército Rojo emprendía una ofensiva generalizada.