Llego la hora de que El gobierno Colombiano y la FARC se siente a negociar, ya es suficiente tiempo de ese conflito, cito la noticia:
Canje humanitario: una salida al conflicto colombiano
TeleSUR _ 20/01/2009
Senadora Piedad Córdoba electa para viabilizar la liberación de los retenidos por las FARC. (Foto: TeleSUR)
Argumentos legales y en diversos ámbitos sustentan que los acuerdos humanitarios son la mejor alternativa para resolver el conflicto en Colombia entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Para poder ejecutar este proceso, es necesario que exista fundamentalmente la voluntad política de las partes, la confianza y metodología, que en ciertas ocasiones abarca concesiones mutuas para que al final se cumpla el objetivo humanitario.
Carlos Lozano, periodista y facilitador del acuerdo humanitario, manifestó en entrevista exclusiva con el equipo Web de TeleSUR, que la liberación anunciada recientemente, podría generar un posible intercambio humanitario a futuro, e incluso, un diálogo entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC.
"Esto va en camino no sólo del intercambio humanitario, sino también de posibles diálogos de paz, de acercamientos entre el Gobierno colombiano y la guerrilla" para solventar esta situación que degenera críticas consecuencias en la nación sudamericana.
La importancia de un canje humanitario radica en que de esta manera, tanto los retenidos en manos de las FARC, como los guerrilleros detenidos en las cárceles colombianas corren menos peligro que la realización de una liberación unilateral o un rescate militar.
Sobre todo esta última, representa grandes riesgos para las partes participantes en el proceso.
Carlos Lozano precisó que el actual Comandante en Jefe de las FARC, recientemente en declaraciones a la revista Cano 16, planteó el interés de la guerrilla en abrir unos escenarios de negociación de paz previo a un cambio humanitario.
Esto, podría "ponerle punto y final al conflicto entre la base de un acuerdo entre el Gobierno y la guerrilla". Sólo quedaría esperar la disposición del Gobierno colombiano, presidido por Álvaro Uribe.
Han sido más de cuatro décadas del conflicto de carácter político, social y armado que se generó en Colombia, pasando por diversos puntos de transformación.
A lo largo de este periodo el fracaso del proceso de paz ha generado que la élite del poder político y económico de la nación neogranadina opte por una solución militar contando con el apoyo incondicional de los Estados Unidos (EE.UU.).
Incluso, la política implementada por el actual Jefe de Estado, cerró las puertas a cualquier tipo de diálogo y acuerdo humanitario con los insurgentes.
Intervención internacional
Esta crítica situación no era de mucho conocer público, hasta que tres contratistas militares estadounidenses junto a la candidata presidencial de Colombia Ingrid Betancourt formaron parte de la lista de retenidos por las FARC.
Frente a esta situación, la presión política incrementó con el paso de los años, la cual estaba encabezada por el Gobierno de EE.UU. y el de Francia, particularmente del actual presidente, Nicolás Sarkozy.
La importancia de un canje humanitario radica en que de esta manera, tanto los retenidos en manos de las FARC, como los guerrilleros detenidos en las cárceles colombianas corren menos peligro que la realización de una liberación unilateral o un rescate militar.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, puso "a la orden", a mediados de agosto del 2007, al territorio de su país para ejecutar un eventual canje humanitario entre el gobierno colombiano, las FARC y el grupo de trabajo liderado por la senadora colombiana Piedad Córdoba, quien ha luchado por un canje humanitario como salida al conflicto armado.
Dicho anuncio fue el punto de partida para una positiva participación del mandatario venezolano, que luego fuera requerida por la misma guerrilla, en el proceso de búsqueda para un acuerdo de paz.
Para el momento, Chávez precisó su disposición a "ayudar a la senadora Córdoba para que su tarea de facilitación tenga éxito. A la orden de Colombia, estamos a la orden del Gobierno, para hacer los contactos que haya que hacer".
Durante este periodo, fueron varias las reuniones entre los familiares de los retenidos con el mandatario venezolano, quienes además agradecieron su gesto colaborador.
Para el mes de diciembre de 2007 se tenía pautada una liberación, la cual no se llevó a cabo en ese momento. Sin embargo, ésta se produjo el 10 de enero de 2008, cuando fueron liberadas Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo.
Las palabras de agradecimiento de parte del presidente Álvaro Uribe a su homólogo venezolano por la gestión en el proceso de liberación, muy pronto fueron desfiguradas en comentarios y acciones.
El Ejército colombiano atacó un campamento de las FARC en suelo ecuatoriano a prinicipios del mes de marzo de 2008, que dejó 26 muertos, incluyendo al comandante de la guerrilla, Raúl Reyes, hecho que fue justificado por Uribe.
Esta situación generó la ruptura de relaciones bilaterales entre Colombia y Ecuador.
El presidente Chávez también se vio perjudicado, cuando el director de la Policía Nacional de Colombia, general Óscar Naranjo, lo acusó de estar vinculado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, además de incluir en estos nexos a Ecuador.
La administración del presidente George W. Bush, coincidió con las acusaciones de Colombia al mandatario venezolano, en apoyo a su aliado Uribe.
Sin embargo, Hugo Chávez desmintió las acusaciones que buscaban afectarlo.
Apoyo al canje humanitario
Son muchas las declaraciones y muchos los gobiernos del mundo, sobre todo de América Latina que apoyan el canje humanitario como una alternativa para la solución del conflicto armado en Colombia, y como el inicio del camino para establecer el diálogo entre las partes.
Con un tiempo reciente del ataque a suelo ecuatoriano, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, instó a su homólogo colombiano, Álvaro Uribe, a que atienda la iniciativa del gobernante venezolano, Hugo Chávez, ''para alcanzar la paz'' en Colombia.
De igual modo, el gobierno ecuatoriano manifestó que "los valores esenciales de la persona humana deben primar en medio de cualquier conflicto, independientemente de su naturaleza".
Desde Bolivia, el presidente Evo Morales abogó por la búsqueda de un acuerdo político que dé solución al conflicto que vive Colombia. Así manifestó su posición: ''Las soluciones se harán con pactos, alianzas, acuerdos y no habrá soluciones militares, no habrá soluciones bélicas, yo he llegado a esa conclusión''.
Un intercambio: la mejor salida
Los argumentos en todos los ámbitos sobran, mientras que se percibe una enorme ausencia de voluntad política para generar un canje humanitario, al igual que una posibilidad de diálogo entre el Gobierno Nacional colombiano y las FARC.
Incluso, la Constitución de Colombia plantea en diversos artículos la posibilidad de concretar una política de canje humanitario, lo que podría producir una solución al conflicto que se vive en esa nación sudamericana, el cual, afecta en el ámbito político, económico y social.
Con el paso del tiempo, los gobiernos de turno no han logrado una solución definitiva a este problema. De hecho, durante el mandato de Andrés Pastrana (1998 – 2002), este Presidente a punto de abandonar el cargo, cortó relaciones con las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Por su parte, el actual gobierno colombiano del presidente, Álvaro Uribe, ha mantenido el lema de que iniciar una política de canje humanitario entre el Estado y la guerrilla es imposible en los ámbitos: jurídico, político y humanitario.
Esta excusa se esclarece cuando se observa el artículo 118 de la Carta Magna colombiana que consagra al Ministerio Público la responsabilidad de la guarda y promoción de los Derechos Humanos, entre ellos el de la paz; así como el 164 que sostiene que el Congreso dará prioridad a los proyectos de Ley Aprobatorios de tratados sobre derechos humanos.
El ejemplo más reciente de los obstáculos planteados por el Gobierno colombiano es ante la liberación anunciada por los rebeldes de las FARC de seis retenidos el pasado 21 de diciembre de 2008. En principio se negaron a la participación de la senadora Piedad Córdoba, por considerar que participaba en este acto humanitario con "intereses políticos". Al tiempo, fue autorizada la parlamentaria, que había sido solicitada por la guerrilla como mediadora de la liberación.
Mientras, Lozano manifestó en conversaciones con el equipo web de TeleSUR, que estas posibles liberaciones son el resultado de "un diálogo de la sociedad civil, de un grupo epistolar de intelectuales colombianos con las FARC".
Fue a través de dos cartas que se intercambiaron el grupo de intelectuales y la guerrilla, que se produjo un diálogo que abrió la posibilidad de nuevas liberaciones.
En dichas conversaciones escritas, se les asomó a las FARC tanto la situación de los retenidos como de los más de 500 guerrilleros presos, que han sido tomados en cuenta muy poco. En respuesta a los puntos planteados, el grupo armado asumió este gesto de liberaciones "que pudiera abrir el camino hacia posibles soluciones pacíficas y políticas del conflicto armado con la antesala de un intercambio humanitario", precisó Lozano.
Un tiempo, una posibilidad
Desde el pasado 21 de diciembre se maneja la posibilidad de una liberación anunciada por las FARC. Para dicha operación solicitaron a la senadora colombiana Piedad Córdoba como líder de la misma, además de tener un garante internacional.
En principio, el Gobierno colombiano se negó a ambas posibilidades, lo que genera retraso en la liberación de los retenidos.
Sin embargo, terminó por aceptar a Córdoba como facilitadora en el proceso, pero propuso a la Iglesia Católica como garante internacional
La senadora, durante una entrevista en exclusiva con TeleSUR, precisó que ha llevado con prudencia "el manejo de la responsabilidad que me han encomendado para viabilizar la decisión que ha tomado las FARC" para liberar a seis retenidos.
Para Carlos Lozano, esta propuesta de la Iglesia no es más que un "obstáculo" por parte del Gobierno colombiano, no siendo ésta la única.
"Inicialmente argumentó (el Gobierno) que tras este gesto de las FARC había una felada por gente cercana a la guerrilla para crearle dificultades al Gobierno. Y acusó directamente a la senadora Piedad Córdoba de querer oxigenarse políticamente, con estas liberaciones", dijo en conversaciones con TeleSUR.
"Por supuesto eso quedó desvirtuado". Sin embargo, el gobierno del presidente Uribe en el camino de seguir interponiendo obstáculos, "se opuso a que participaran en estas liberaciones países vecinos de Colombia, que han venido planteando su disposición a actuar en la solución política del conflicto y en el tema de canje humanitario".
Un ejemplo de ellos son: el de Venezuela, Ecuador, Argentina, entre otros, precisó Lozano.
El "argumento" es que estas comisiones de gobiernos vecinos por lo general se convertían en problemas para el país y entre naciones hermanas. Muy distinta a la propuesta, incluso de las FARC, que se ha mostrado abierta a la posibilidad de un dialogo. Recientemente, el gobierno de Brasil confirmó su participación en el canje humanitario que mediará Piedad Córdoba, a través de un comunicado de la cancillería.
En conclusión, actualmente las condiciones se podrían estar generando para que se dé un canje humanitario y el conflicto comience a ceder para que ambas partes dialoguen. El Mundo, y sobre todo el Continente Americano, se encuentra expectante frente a las posiciones asumidas por el gobierno colombiano, las cuales, como se ha demostrado recientemente, generan retrasos en la liberación de retenidos por las FARC.
Además, es una alternativa para que aquellos guerrilleros que se encuentran en las cárceles de la nación sudamericana puedan reinsertarse en la sociedad y, así, construir una Colombia sin enfrentamientos ni conflictos políticos y sociales que afectan a toda la población.
Otra "esperanza" para aquellos que esperan un canje humanitario y una conclusión de paz en Colombia, es la toma de posesión oficial del Presidente estadounidense, Barack Obama, que ha desarrollado un discurso que supone derrumbar las políticas injerencistas aplicadas de costumbre por ese país, y con más profundidad por la administración Bush, firme aliado del presidente Uribe y de sus políticas guerreristas.
Imeria Núñez H.