Trivial - Historia de la Humanidad hasta 1945
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De Güiner
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Gaspacher
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Polvo de momia
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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Hlodowig
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Trivial - Historia de la Humanidad hasta 1945
Gaspacher escribió:Polvo de momia
Así se podría definir lo de algunos... Si pudieran, claro.
Un saludo
"En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira"
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MIGUEL GUARDIOLA
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Como campeón vigente tengo derecho a tomarme un descanso. La remontada en la ronda anterior me dejó exhausto. Pero, como dijo Terminator, I'll be Back.Hlodowig escribió:Somos alguno más, caballero. También el compañero emanuel participa con bastante frecuencia. La contribución del resto, hasta completar un total de 8 concursantes, ha sido más bien testimonial. Por riguroso orden de aparición, son los siguientes:
MIGUEL GUARDIOLA
emanuel
Albertopus
Hlodowig
Reytuerto
Gaspacher
flanker 33
Nobunaga
En la anterior edición he observado que participaron unos cuantos más que todavía suelen aparecer por el foro. A ver si se animan y conseguimos darle más vidilla al juego. No pierdo la esperanza...
Un cordial saludo
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Hlodowig
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Hay qué ver cómo han cambiado las reglas...MIGUEL GUARDIOLA escribió:Como campeón vigente tengo derecho a tomarme un descanso.
Disfrute pues de tan merecido reposo, caballero.
Un cordial saludo
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De Güiner
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Trivial - Historia de la Humanidad hasta 1945
Sepa VM que lo nuestro es voto de castidad.Hlodowig escribió:Así se podría definir lo de algunos...Si pudieran, claro
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Albertopus
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Trivial - Historia de la Humanidad hasta 1945
Estimados todos:
Probablemente el origen de este ingrediente médico venga de tiempos más antiguos y quizá de fuera de Europa, pero su uso fue documentado por Paracelso y aconsejado por toda la corriente médica que le siguió.
Se aconsejaba recoger los líquenes de cráneos humanos (aunque Paracelso creía que bastaba tomarlo de cualquier parte de la osamenta). Los ingleses e italianos recogían indistintamente líquenes y musgo (ej., en italiano los llamaban muschio del cranio y en inglés moss of a dead man’s skull, musgo de cráneo).
Se creía que el liquen absorbía la energía de los efluvios medulares del muerto y que esta energía servía para sanar.
Preferentemente se buscaban cráneos de personas muertas violentamente, suicidados o ejecutados no enterrados. La energía de las personas enterradas se diluía en la tierra, mientras que la energía de la gente que había muerto violentamente persistía durante más tiempo que aquellos que habían muerto debilitados por procesos naturales.
Los británicos aconsejaban expresamente recoger el liquen de cráneos irlandeses -que no enterraban a los ejecutados-. Esos líquenes eran de calidad extra-luxe-top-lo-que-más.
El flamenco van Helmont, a mediados del s. XVII decía que se podían usar cráneos de mártires sacrificados, pero bastaba con tomar el liquen del cráneo de un jesuita. No explicó nunca el porqué, pero parece que se debía a la ojeriza que tenía a los de la Orden. Se había educado con los jesuitas y les había tomado manía. No dejó de escribir maldades contra ellos. Por ello llegó a estar procesado por la Inquisición en un procedimiento que duró hasta después de muerto. Por lo demás, este hombre trabajó en distintos experimentos en fisiología y química que le permiten ser considerado un pionero de la Bioquímica.Ver:
http://www.encyclopedia.com/people/scie ... an-helmont
Con estos líquenes se podían hacer medicamentes contra la epilepsia, disórdenes mentales o disenterías, pero a los soldados les interesaba particularmente su uso como antihemorrágico y sanador de heridas.
Es más alucinante de los medicamentos que era capaz de curar las heridas es el llamado unguentum armarium. Había decenas de recetas para fabricarlo, muchas de ellas mezclando el usnea cranii con guarrerías como gusanos o lombrices carbonizadas, sangre humana o estiércol.
Lo más lisérgico de este unguentum era que no se aplicaba sobre las heridas. Debía aplicarse sobre la espada, cuchillo o arma cortante que había ocasionado la herida -o, a falta de ella, un arma de forma similar-. El arma causante de la herida estaría manchada de sangre del afectado. Si se usaba un arma de forma parecida a la causante de la herida debía impregnarse con la sangre del herido. En cualquier caso, el arma se embadurnaba con el potingue y se envolvía con un trapo y se mantenía en un armario o lejos del herido. Por un efecto que sólo entienden los que se han dopado mucho y durante mucho tiempo, el arma causante del mal una vez tratada con el unguento desearía ayudar a sanar al enfermo y podía tener efectos curativos a distancia. Por eso se decía que tenía un efecto magnético o simpático.
Aunque se reconocía que a veces la herida no mejoraba y empezaba a empeorar, se decía que seguramente eso era debido a que no se había hecho bien las cosas. Veamos cómo trató de convencer Sir Kenelm Digby, filósofo y naturalista, al médico del rey, el cirujano general Hammond (o al propio rey Jacobo I, según otras fuentes) de las bondades del ungüento con la experiencia vivida por un tal Lord Nicholas Gilbourne (que vivió a principios del s. XVII en Kent):
El Lord "Oyó que cierto carpintero se había cortado muy profundamente con su hacha. Mandó a buscar el hacha, que estaba manchada de sangre, y embadurnando el filo del hacha con su ungüento, la envolvió cálida y cuidadosamente con lino, y colgándola de un clavo en su armario, cerró la puerta con llave y la dejó ahí. A partir de este momento el carpintero se encontró perfectamente aliviado, y más reparado día a día, para contento de su corazón. Pero un día (el carpintero) se quejó mucho de su herida, y del calor y dolor que sentía de ella; y sus amigos se preguntaban qué razón había de ello, pues no veían ninguna causa externa para este dolor repentino y corrieron (a avisar) al señor Gilbourne, quien entró en su estudio a toda prisa posible, y encontró, para su confusión más absoluta, que por accidente desafortunado el hacha se había caído del clavo; estaba tendida al descubierto sobre el suelo, todos los paños con los que amablemente la había envuelto se habían caído, y la parte ungida estaba completamente expuesta".
Estas eran los remedio conocidos con el nombre de Simpáticos, porque funcionaban a distancia, por medio de una toalla ensangrentada, o actuando a través de la mancha sangrienta que quedaba sobre la espada o el cuchillo. A falta del cuchillo culpable (de la herida), podían pasar otro cuchillo o espada por la herida, y lo manchaban con sangre, y operaban sobre él. Las medicinas que usaban se llamaban polvos simpáticos, soluciones simpáticas, o unguentum armarium, porque el ungüento se aplicaba al arma".
Traducción propia de "The Principles of Surgery as They Relate To Wounds, Ulcers, and Fistulas; Aneurism and Wounded Arteries; Fractures of the Limbs; and the Duties of The Military and Hospital Surgeon..." por John Bell (Cirujano). Londres, 1815. (se puede encontrar en Google Books).
¿Funcionaba de verdad estos remedios? Es posible. Pero no por las espadas y trapos empapados en ungüentos y líquenes de calavera que maravillaban a los fumados y alucinados creyentes en el poder de la Medicina Simpática o Magnética, sino porque a la vez que se hacía esa tontería con las espadas y cuchillos, se lavaba detenidamente la herida del afectado con mucha agua, con orina, soluciones saladas o alcohol. La urea, la sal o el alcohol tienen propiedades coagulantes que ayudarían a cortar las hemorragias. Eso y las prácticas higiénicas del lavado de la herida ayudarían a sanar los cortes de los soldados. Además, como el uso del unguentum armarium y de los líquenes o Usnea cranii se recomendaba especialmente para heridas que no tuvieran implicados huesos, articulaciones o nervios rotos, había menos riesgos de una evolución fatal de la herida.
Estos remedios eran conocidos y empleados incluso a mediados del s. XIX, aunque por entonces la literatura médica que los citaba ya indicaba que eran usos desacreditados y sin base científica. Ver, por ejemplo: "Materia farmacéutica vegetal o Botánica médica" por José Oriol Ronquillo, Barcelona, 1836 (también en Google Books).
Para mejor entendimiento de todo esto:
https://www.researchgate.net/publicatio ... ytotherapy
También ver "Lichens used in traditional Medicine", de Stuart D. Crawford o "Líquenes usados en Medicina tradicional", de C Illana-Estaban. Bol. Soc. Micol. Madrid 36, 2012. Todo se puede encontrar en formato pdf.
Así que la cosa queda así:
Albertopus, 7
Hlodowig, 6
Gaspacher, 4
Nobunaga, 1
Su turno estimado Hlodowig.
Saludos.
Sí... esa era otra pista adicional.De Güiner escribió:... Se nos va a quedar en la osamenta.
¡¡¡En efecto!!!Hlodowig escribió:La Usnea Cranii Humani o el "moho de cráneo"...
Probablemente el origen de este ingrediente médico venga de tiempos más antiguos y quizá de fuera de Europa, pero su uso fue documentado por Paracelso y aconsejado por toda la corriente médica que le siguió.
Se aconsejaba recoger los líquenes de cráneos humanos (aunque Paracelso creía que bastaba tomarlo de cualquier parte de la osamenta). Los ingleses e italianos recogían indistintamente líquenes y musgo (ej., en italiano los llamaban muschio del cranio y en inglés moss of a dead man’s skull, musgo de cráneo).
Se creía que el liquen absorbía la energía de los efluvios medulares del muerto y que esta energía servía para sanar.
Preferentemente se buscaban cráneos de personas muertas violentamente, suicidados o ejecutados no enterrados. La energía de las personas enterradas se diluía en la tierra, mientras que la energía de la gente que había muerto violentamente persistía durante más tiempo que aquellos que habían muerto debilitados por procesos naturales.
Los británicos aconsejaban expresamente recoger el liquen de cráneos irlandeses -que no enterraban a los ejecutados-. Esos líquenes eran de calidad extra-luxe-top-lo-que-más.
El flamenco van Helmont, a mediados del s. XVII decía que se podían usar cráneos de mártires sacrificados, pero bastaba con tomar el liquen del cráneo de un jesuita. No explicó nunca el porqué, pero parece que se debía a la ojeriza que tenía a los de la Orden. Se había educado con los jesuitas y les había tomado manía. No dejó de escribir maldades contra ellos. Por ello llegó a estar procesado por la Inquisición en un procedimiento que duró hasta después de muerto. Por lo demás, este hombre trabajó en distintos experimentos en fisiología y química que le permiten ser considerado un pionero de la Bioquímica.Ver:
http://www.encyclopedia.com/people/scie ... an-helmont
Con estos líquenes se podían hacer medicamentes contra la epilepsia, disórdenes mentales o disenterías, pero a los soldados les interesaba particularmente su uso como antihemorrágico y sanador de heridas.
Es más alucinante de los medicamentos que era capaz de curar las heridas es el llamado unguentum armarium. Había decenas de recetas para fabricarlo, muchas de ellas mezclando el usnea cranii con guarrerías como gusanos o lombrices carbonizadas, sangre humana o estiércol.
Lo más lisérgico de este unguentum era que no se aplicaba sobre las heridas. Debía aplicarse sobre la espada, cuchillo o arma cortante que había ocasionado la herida -o, a falta de ella, un arma de forma similar-. El arma causante de la herida estaría manchada de sangre del afectado. Si se usaba un arma de forma parecida a la causante de la herida debía impregnarse con la sangre del herido. En cualquier caso, el arma se embadurnaba con el potingue y se envolvía con un trapo y se mantenía en un armario o lejos del herido. Por un efecto que sólo entienden los que se han dopado mucho y durante mucho tiempo, el arma causante del mal una vez tratada con el unguento desearía ayudar a sanar al enfermo y podía tener efectos curativos a distancia. Por eso se decía que tenía un efecto magnético o simpático.
Aunque se reconocía que a veces la herida no mejoraba y empezaba a empeorar, se decía que seguramente eso era debido a que no se había hecho bien las cosas. Veamos cómo trató de convencer Sir Kenelm Digby, filósofo y naturalista, al médico del rey, el cirujano general Hammond (o al propio rey Jacobo I, según otras fuentes) de las bondades del ungüento con la experiencia vivida por un tal Lord Nicholas Gilbourne (que vivió a principios del s. XVII en Kent):
El Lord "Oyó que cierto carpintero se había cortado muy profundamente con su hacha. Mandó a buscar el hacha, que estaba manchada de sangre, y embadurnando el filo del hacha con su ungüento, la envolvió cálida y cuidadosamente con lino, y colgándola de un clavo en su armario, cerró la puerta con llave y la dejó ahí. A partir de este momento el carpintero se encontró perfectamente aliviado, y más reparado día a día, para contento de su corazón. Pero un día (el carpintero) se quejó mucho de su herida, y del calor y dolor que sentía de ella; y sus amigos se preguntaban qué razón había de ello, pues no veían ninguna causa externa para este dolor repentino y corrieron (a avisar) al señor Gilbourne, quien entró en su estudio a toda prisa posible, y encontró, para su confusión más absoluta, que por accidente desafortunado el hacha se había caído del clavo; estaba tendida al descubierto sobre el suelo, todos los paños con los que amablemente la había envuelto se habían caído, y la parte ungida estaba completamente expuesta".
Estas eran los remedio conocidos con el nombre de Simpáticos, porque funcionaban a distancia, por medio de una toalla ensangrentada, o actuando a través de la mancha sangrienta que quedaba sobre la espada o el cuchillo. A falta del cuchillo culpable (de la herida), podían pasar otro cuchillo o espada por la herida, y lo manchaban con sangre, y operaban sobre él. Las medicinas que usaban se llamaban polvos simpáticos, soluciones simpáticas, o unguentum armarium, porque el ungüento se aplicaba al arma".
Traducción propia de "The Principles of Surgery as They Relate To Wounds, Ulcers, and Fistulas; Aneurism and Wounded Arteries; Fractures of the Limbs; and the Duties of The Military and Hospital Surgeon..." por John Bell (Cirujano). Londres, 1815. (se puede encontrar en Google Books).
¿Funcionaba de verdad estos remedios? Es posible. Pero no por las espadas y trapos empapados en ungüentos y líquenes de calavera que maravillaban a los fumados y alucinados creyentes en el poder de la Medicina Simpática o Magnética, sino porque a la vez que se hacía esa tontería con las espadas y cuchillos, se lavaba detenidamente la herida del afectado con mucha agua, con orina, soluciones saladas o alcohol. La urea, la sal o el alcohol tienen propiedades coagulantes que ayudarían a cortar las hemorragias. Eso y las prácticas higiénicas del lavado de la herida ayudarían a sanar los cortes de los soldados. Además, como el uso del unguentum armarium y de los líquenes o Usnea cranii se recomendaba especialmente para heridas que no tuvieran implicados huesos, articulaciones o nervios rotos, había menos riesgos de una evolución fatal de la herida.
Estos remedios eran conocidos y empleados incluso a mediados del s. XIX, aunque por entonces la literatura médica que los citaba ya indicaba que eran usos desacreditados y sin base científica. Ver, por ejemplo: "Materia farmacéutica vegetal o Botánica médica" por José Oriol Ronquillo, Barcelona, 1836 (también en Google Books).
Para mejor entendimiento de todo esto:
https://www.researchgate.net/publicatio ... ytotherapy
También ver "Lichens used in traditional Medicine", de Stuart D. Crawford o "Líquenes usados en Medicina tradicional", de C Illana-Estaban. Bol. Soc. Micol. Madrid 36, 2012. Todo se puede encontrar en formato pdf.
Así que la cosa queda así:
Albertopus, 7
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Nobunaga, 1
Su turno estimado Hlodowig.
Saludos.
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De Güiner
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Alpese
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Trivial - Historia de la Humanidad hasta 1945
De Güiner escribió:[ Imagen ]
Le parecerá bonito a VM. Un hombre como usted llegando a casa de esta guisa.
Luego hablan de la juventud actual...
El fiero turco en Lepanto, en la Tercera el fránces y en todo mar el inglés, tuvieron de verme espanto
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De Güiner
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Trivial - Historia de la Humanidad hasta 1945
Oiga pollo, nos llegamos como nos da la realPérez escribió:llegando a casa de esta guisa
Por cierto, ¿qué nos va a traer de la larga, con perdón, singladura que le espera?.
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Hlodowig
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Trivial - Historia de la Humanidad hasta 1945
Disculpen el retraso, caballeros.
Llega el momento de ponernos serios...
- Víctima del nazismo.
Un saludo
Llega el momento de ponernos serios...
- Víctima del nazismo.
Un saludo
"En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira"
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Luis M. García
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Trivial - Historia de la Humanidad hasta 1945
De Güiner escribió: ¿qué nos va a traer de la larga, con perdón, singladura que le espera?
Como se nota que somos de secano y arrimaos al líquido elemento solo de casualidad... La singladura es la navegación de un día, morrosko marsupial...
http://dle.rae.es/srv/fetch?id=XyYr3Ge
Rayos! Me olvidaba de la pregunta...
Pavel Haas
Qué gran vasallo, si hubiese buen señor...
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Albertopus
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Hlodowig
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Luis M. García escribió:Pavel Haas
Negativo, caballeros. Eso sí, Don Luis parece intuir bastante mejor de qué pie cojeamos...Albertopus escribió:el general Dmitry Karbyshev.
- Su figura es discutida por alguna de las víctimas que compartió penurias durante su internamiento.
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reytuerto
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Trivial - Historia de la Humanidad hasta 1945
Alma Rose, la directora de la orquesta de Auschwitz?
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