Trivial - Historia de la Humanidad hasta 1945

[Xenophonte]

Aunque puede ser considerado como uno de los precursores y podría haber sido una figura relevante por sus contribuciones y que sus logros/aportes para la comunidad de inteligencia y los EUA han sido reconocidas oficialmente...
Debido a sus propias acciones en el periodo de entreguerras (depresión) durante la Segunda Guerra Mundial sólo pudo hacer 'trabajo criptológico' para 'potencias menores', pero el gobierno de los EUA nunca más le empleo ni le otorgó una posición de confianza.





Slds.

[Albertopus]

A ver si es Herbert Yardley.

[Xenophonte]

Correcto. Era Herbert O. Yardley (1889 -1958) comenzó su carrera como empleado de códigos en el Departamento de Estado. Aceptó una comisión de la Reserva del Cuerpo de Señales y se desempeñó como oficial criptológico de las Fuerzas Expedicionarias Americanas en Francia durante la Primera Guerra Mundial. En la década de 1920 fue jefe de la la primera organización criptoanalítica estadounidense, el MI-8.
Yardley un joven ambicioso con experiencia como operador de telégrafo ferroviario, enseguida tras su ingreso como funcionario, mostró su talento para descifrar códigos. Después de probarse a sí mismo capaz de descifrar un mensaje ostensiblemente secreto para el presidente Woodrow Wilson, decidió sugerir a sus superiores como mejorar la seguridad de las comunicaciones del gobierno. Poco después, comenzó a romper los códigos de otros gobiernos.
En su trabajo espiaba/interceptaba, rutinariamente, las comunicaciones de extranjeros y ciudadanos estadounidenses e integró una agencia secreta de vigilancia con sede en Nueva York.

Mencionar que dicha labor fue realizada con la colaboración de las empresas de telégrafo estadounidenses mediante acuerdos informales.

Pero Yardley no era solo el precursor del oficio que luego sería practicado, en los EUA por la NSA.
También fue el primer divulgador que obtuvo beneficios económicos y/o fama así como logró ser aborrecido por los expertos en su día. Su libro de 1931: The American Black Chamber expuso secretos, técnicas y metodologías de la extinta organización, a la prensa, el gran público y a los rivales y/o potenciales enemigos, en una escala sin precedentes a los que afectaron a la NSA, anterior a Snowden. Su publicación forzó a crear una ley de secretos oficiales que cubriera específicamente a las actividades de funcionarios/empleados federales que estuvieran o hubieran estado al servicio del gobierno.

Por sus logros criptoanalíticos fue elogiado por el gobierno de los EUA (su labor fue 'clave' para la redacción final del tratado naval de Washington) pero luego vio al mismo gobierno abolir sumariamente su organización y, con ella, su trabajo.
Por su decisión y 'logro' al revelar públicamente sus éxito en el criptoanálisis y la ',escritura secreta', en general fue aclamado por la prensa pero vilipendiado por la comunidad criptológica y el gobierno que le confisco y secuestró la edición de su segundo libro sobre la temática.

Escribió novelas de espías melodramáticas y programas de radio, viajando por el país dando conferencias sobre criptología y espionaje. Se codeó con estrellas de cine, autores famosos, un futuro candidato a la presidencia y un futuro primer ministro y ganador del Premio Nobel. Su otra pasión fue el póquer del que además de un gran jugador fue un teórico, escribiendo un libro, también best-seller, de referencia para los jugadores de Poker.
Es alegado que probablemente,por las mismas motivaciones arriba expuestas, aparentemente tambien habria vendido secretos criptoanalíticos a una potencia extranjera, con resultados que, junto con sus otras exposiciones, afectaron el curso de la criptología estadounidense durante la próxima década.

No obstante lo cual su nombre está incluido en el Salón de la Fama de la Inteligencia Militar. y en el de la NSA .


https://en.wikipedia.org/wiki/Herbert_Yardley

https://en.wikipedia.org/wiki/Black_Chamber

https://www.theatlantic.com/politics/ar ... ey/282019/

https://www.pokernews.com/news/2009/04/ ... y-6480.htm





Slds.

[Xenophonte]

Clasificación:

Xenophonte:12
Flanker:7
reytuerto:3
Nobunaga:2
GMSA: 2
Albertopus:2
De Güiner:1
Gaspacher:1


Su Turno.


Slds.

[Albertopus]

Muchas gracias, estimado Xenphonte:

La primera pista: sirvió en el ejército durante poco tiempo sin dejar mucha memoria de sus actos como militar... o sea, que la milicia no era lo suyo.

Saludos

[Xenophonte]

Sidney Poitier??



Slds.

[Albertopus]

No...

Cruz de Hierro. Con dos condecoraciones al Mérito. La primera otorgada por el gobernante de su Estado natal y la segunda por el Estado que sucedió, muchos años después, a ese antiguo Estado.

Saludos.

[Albertopus]

... ánimo, caballeros...

Más pistas:

Nacido sin títulos que echarse a la boca, aunque primero fue nombrado caballero a la Ritter manera y luego promocionado como "Príncipe". Ninguno de los títulos eran hereditables... (aunque, la verdad, si hubiera un heredero por línea directa que quisiera reclamar los títulos, hubiera sido un escándalo de los gordos).

Saludos.

[reytuerto]

Caray... y yo que seguía buscando criptografos !!!

[Xenophonte]

Ernst Jünger??



Slds.

[Albertopus]

Estimados todos:

Ernst Jünger?? ...

El Sr. Jünger pudo conocer a nuestro personaje en vida, sin duda. Incluso hubieran podido hablar en la misma lengua, ya que compartieron nacionalidad, pero nuestro personaje no fue tan heroico como Jünger. Su especialidad -además de escribir sobre Calderón de la Barca- fue una área estrechamente relacionada con la Filosofía, la Teología.

Más datos: furibundamente antibolchevique y contrario a ciertos experimentos republicanos.

Más pistas: hizo votos para la misión.

Caray... y yo que seguía buscando criptografos !!!

Y yo escribiendo "hereditables" en vez de hereditarios...

Saludos.

[Xenophonte]

Karl Adam ?


Slds.

[Albertopus]

No...

Más pistas:

Jerarca.
Fue una eminencia en la misma ciudad donde los nazis y Hitler ensayaron su putsch cervecero.
Sus palabras fueron capaces de congregar a miles de seguidores de cualquier tendencia y pensamiento.

Saludos.

[Xenophonte]

El Cardenal Michael von Faulhaber?



Slds.

[Albertopus]

Exacto.

Una figura "controversial", que decís al otro lado del Atlántico. Jesuita y Cardenal.

Cruz de Hierro por su labor como obispo auxiliar castrense en la I Guerra Mundial.

Aquí con la Cruz de Hierro y la Medalla del Orden al Mérito bávara (que le dio la condición de ser considerado Caballero).


Al contrario de lo que dicen algunas wikis de manera confusa, no fue el primer sacerdote en recibir el Cruz de Hierro en la Guerra Mundial. Antes que él, al menos otro jesuita, el padre Rupert Mayer fue condecorado por su valentía en atender espiritualmente a los soldados en primera línea de combate, aún arriesgando su propia vida y fue herido gravemente. Otros sacerdotes, como August Froehlich, la recibieron como soldados, antes de ser ordenados sacerdotes.

Fue un nacionalista convencido de que Alemania debía tener un destino y papel relevante en la Historia y fue fiel defensor del régimen monárquico alemán en general y bávaro en particular -siempre relacionado con la Iglesia Católica-. No se tomó a bien el advenimiento de la República de Weimar por sus reparos a la democracia y a la separación de poderes Iglesia-Estado. Le cayó muy gordo Kurt Eisner, quien proclamó el Estado Libre de Baviera y derrocó a la Monarquía, pero llevó mucho peor el breve periodo de la existencia de la República Soviética de Baviera. Suficiente como para manifestarse frontalmente contra el comunismo y los bolcheviques.

Revolucionarios socialistas bávaros:


Como arzobispo de Múnich, cardenal y cabeza de la Conferencia bávara de obispos católicos (junto a la Conferencia de Fulde) le tocó lidiar con las piltrafillas humanas del nazismo.

En esta relación hay aspectos positivos y otros negativos.

Postura contra el antisemitismo, defensa de los judíos y posiciones contra el nazismo.

Fue un experto en el Antiguo Testamento y en los estudios judíos. Se adhirió a la Asociación católica Amici Israel, fundada en 1926 por una de sus amigas, la holandesa judía convertida al catolicismo Sophie van Leer. Esta organización llegó a reunir a miles de curas y un buen puñado de obispos y cardenales. La Asociación llegó a pedir al papa Pío XI la eliminación de los términos perfidis y perfidia referidas a los judíos en los textos de las oraciones de Viernes Santo por la conversión de los judíos. El examinador de la Congregación del Santo Oficio rechazó esa petición con argumentos como que el mismo Dios empleaba términos muy duros contra los judíos en el Deuteronomio, en el Libro de los Reyes y tampoco había muy buenas referencias en el de los Hechos de los Apóstoles. El Santo Oficio estaba dirigido por el cardenal español Merry del Val, afín a la asociación Amici Israel, pero se lavó las manos con el dictamen y finalmente el papa se negó a la petición y disolvió la asociación en 1928 por supuestas amenazas a la doctrina de la Iglesia. Aun con la Asociación disuelta, el papa apoyaba (y Faulhaber así lo trasladó a los sacerdotes de su diócesis) la prohibición de las prédicas anti-semíticas.

Poco después del nacimiento del partido nazi, el cardenal advirtió a los católicos del peligro de esa doctrina racista, totalitaria y neopagana. Compartía con los nazis las ansias del renacimiento alemán, pero no las tontadas de la ideología nazi. Maniobró para que el Partido Popular Bávaro, católico derechista, de von Kahr no apoyara el golpe nazi de Múnich. Los nazis le cogieron ojeriza y le culparon del fracaso de la tentativa de golpe de Estado (y se cobraron su venganza sobre von Kahr asesinándole en la Noche de los cuchillos largos). También respaldó a su amigo Fritz Gerlich, que con el semanario Der Der Weg martilleaba a los nazis. Los nazis tampoco se olvidaron del periodista, quien murió ejecutado en Dachau en 1934. En diciembre de 2017 se inició el proceso de beatificación de Gerlich.

En 1931 repitió en otra pastoral sus ataques contra el nazismo por defender la supremacía de la raza aria y el poder absoluto del Estado.

Un momento cumbre del cardenal fue la proclamación de los sermones de Año Nuevo y de Adviento de 1933 ante multitudes de toda creencia y pelaje, cristianos católicos o protestantes y judíos. Estos sermones defendían a los judíos de un sentimiento general popular antisemita y desarmaban las políticas antijudías del nazismo. Se basaba en el dominio teológico del cardenal del Viejo Testamento. Un buen cristiano seguidor del Nuevo Testamento no podía ignorar que éste es una continuidad del Viejo. El Viejo Testamento no era un invento judío, sino palabra revelada por Dios. No podía haber cristianismo sin judaísmo. El cristianismo era una parte esencial de la cultura alemana. Dios en el Viejo Testamento había dicho que el pueblo de Israel era el pueblo elegido. Nada había cambiado con la llegada de Cristo y, por lo tanto, la promesa al Pueblo de Israel seguía vigente. Aseguró que Dios castigaría a quien atormentara al pueblo elegido y que ningún católico podría aprobar nunca la persecución contra los judíos en Alemania. Estas prédicas le granjearon la simpatía de la comunidad judía y el agradecimiento del rabino de Múnich. Por el contrario, las palabras de Adviento le granjearon la enemistad de los nazis. Poco después, al ministro de Estado bávaro Hermann Esser se le calentó la boca en un discurso incendiario contra el cardenal. En la noche del 27 al 28 de enero de 1934 se registró el primer torpe atentado contra la vida de Faulhaber. Unos descerebrados dispararon contra el Palacio Episcopal. El cardenal no se enteró de mucho. "Las pistolas de los soldados no suenan mucho", escribió.

Cooperó en la redacción de la Encíclica en alemán Mit brennerder Sorge de 1937 con la que Pío XI escribía que veía con viva preocupación la situación de la Iglesia en Alemania y condenaba el régimen por racista, por las interferencias con la religión y por la perversión de exigir un culto cuasi religioso a sus líderes. En 1940 protestó contra la eliminación de los enfermos físicos y mentales orquestada por la Aktion 4. En 1942 no pudo publicar una carta pastoral junto a otros obispos en la que mostraba su preocupación por las violaciones de los derechos humanos por parte del régimen, pero en septiembre de 1943 suscribió la condena coral de los obispos católicos contra el asesinato sistemático de extranjeros y sus descendientes.

Fue incapaz de evitar la persecución de la oposición católica en su propio centro de control muniqués: tuvo que ver como los estudiantes de la Universidad Theodor Haecker y Romano Guardini fueron ejecutados en 1943 por denunciar los crímenes nazis en el frente Oriental. Tampoco pudo evitar la ejecución a principios de 1945 del sacerdote Alfred Delp, que participó en una red de fuga de judíos hacia Suiza. Incluso el padre Rupert Mayer, jesuita y beato, citado antes como poseedor de la Cruz de Hierro, fue perseguido en Munich. Se posicionó frontalmente contra el nazismo y fue castigado con la prohibición de predicar, encarcelado e internado primero en un campo de concentración y en un convento después.

Se enfrentó a la infiltración nazi en la Iglesia Católica y al avance de la "versión" nazi del cristianismo que se conformó como el llamado Cristianismo Alemán. Se opuso a la entrada en Munich como profesores en las cátedras de Teología o Derecho Canónico de gente como el cura Hans Barion, nazi confeso y partidario de la esterilización forzosa de las inferiores que había llegado a estar suspendido a divinis durante un tiempo. Por ello, tuvo que ver como el poder nazi le mandaba a masas fanáticas contra su residencia, quienes le acusaron de Hochverräter, alta traición. Este sería el segundo atentado contra la vida del cardenal, ya que los manifestantes tenían la intención de acabar con su vida.



Después de la guerra, asumió y reconoció que también los católicos eran responsables de los horrores y crímenes cometidos por el nazismo. Cooperó con las autoridades ocupantes e ìmploró a los judíos supervivientes que volvieran a Múnich en particular y a Alemania en general, prometíendoles ayudas y reparaciones.

Por su trabajo en la reconstrucción alemana en 1951 mereció la condecoración al Mérito de la RFA recién creada y murió el año después.

Inacciones y actos negativos.

Como otros muchos alemanes, el cardenal Faulhaber se sintió herido por las pérdidas y las sanciones del Tratado de Versalles. Por eso no protestó cuando Hitler entró en el Sarre, ni cuando se anexionó los Sudetes y Austria, ni cuando atacó Polonia.

Parte de su biografía más discutida se debe a las directrices del antiguo nuncio en Alemania, cardenal Pacelli -luego Pío XII a partir de 1939-, quien prefería frenar el ánimo antinazi de la Iglesia alemana para no centrar la furia del régimen contra ellos. Mejor que el régimen se cebara en judíos, gitanos, socialistas, comunistas, homosexuales y "degenerados" varios.

Faulhaber tuvo un papel muy destacado en los contactos con la dirección nazi y fue un cooperador muy activo en las negociaciones que condujeron a la forma del Concordato entre la Santa Sede y el Reich (aún vigente para la República Federal) con la firma del anciano presidente Hinderburg, el ministro von Papen y el nuncio Pacelli. En el Reichskonkordat se establecía que, a cambio de la libertad de acción católica y de conservar los derechos de enseñanza de la religión, los sacerdotes y religiosos católicos no podrían militar en partidos u organizaciones políticas. Cada uno por su lado. Esto abrió un periodo de ceguera contra los abusos nazis, que terminó con la Encíclica papal de 1937. A partir de entonces los ataques contra los católicos y sus instituciones se multiplicaron y no pararon con la llegada de Pío XII, quien en su primera encíclica de 1939 (Summi pontificatus) rechazó la existencia de humanos superiores e inferiores y atacó a los regímenes como el Reich donde el Estado tenía la misión casi sagrada y pseudo-religiosa de dar cumplimiento al "destino histórico" del pueblo alemán.

A causa de la distancia tomada en relación a los nazis, el cardenal negó por escrito las acusaciones de la prensa extranjera contra los nazis. En una carta mandada al cardenal de Chicago en 1933 dijo que "los informes no veraces sobre atrocidades sangrientas en Alemania que han aparecido en los periódicos americanos y en otros extranjeros y los ataques contra el nuevo gobierno alemán por luchar contra el comunismo ha llevado al Gobierno a tomar medidas y, desde el 1º de abril llamar a un boicot contra los negocios judíos con toda severidad... los corresponsales de los periódicos extranjeros no han tomado en consideración la situación tan difícil en la que han puesto a los judíos en Alemania a causa de sus informes..." .

Así, -como otros obispos- no se pronunció en público contra el boicot nazi a los judíos de 1933. Se supone que Hitler les trasladó a sus ministros que el cardenal se había comprometido a procurar el éxito del nuevo régimen y por ello ordenó guardar silencio a los sacerdotes sobre el asunto. El cardenal escribió en una carta: "Esta acción contra los judíos es tan anticristiana que todos los cristianos, no sólo los sacerdotes, deberían oponerse a ella. Pero, para las autoridades supremas eclesiásticas hay problemas más importantes... uno puede suponer y, en parte, ya ha experimentado, que los judíos pueden ayudarse a sí mismos..."

Ese mismo año no movió un dedo cuando los Stormtroopers de Múnich atacaron a los católicos que asistían a las reuniones de la Sociedad Kolping (fundada en el s. XIX por Adolf Kolping, cofundador de la Doctrina Social de la Iglesia, cuyos los miembros trabajan por un cambio social justa de la sociedad). , ni contra el encarcelamiento de los dirigentes políticos católicos del Partido del Centro Católico y del Partido Popular de Baviera. Los obispos no denunciaron los asesinatos de los opositores políticos a Hitler en 1934, ni siquiera se quejaron por la muerte de los dirigentes católicos Fritz Gerlich (mencionado antes), Edgar Jüng, Erich Klaussener y Adalbert Probst.

La moderación y contención para evitar una confrontación directa obligó a no reaccionar contra la presión creciente de los Nazis contra la libertad religiosa de los católicos. Los ataques crecieron entre 1935 y 1939, cuando persiguieron a curas y monjas acusándolos de múltiples delitos y prohibiendo las donaciones para las misiones y la prensa católica. Sólo hubo periodos de denuncia en ciertos momentos, como en la pastoral de agosto de 1935 y otros momentos durante 1936 que llevaron a los nazis a pedir la destrucción de todas la publicaciones del cardenal. Respecto a los judíos, el cardenal -y muchos jerarcas católicos- no dijo nada contra las Leyes de Núremberg de septiembre de 1935 que prohibían a los judíos el trabajo en Medicina, el Derecho y la Enseñanza. Calló también en 1938 después de la Noche de los Cristales rotos contra la comunidad judía, en las que fueron atacados cementerios y sinagogas (aunque envió un camión al rabino de Múnich para que pudiera poner a salvo los bienes de la sinagoga de Múnich).

En noviembre de 1936 reafirmó su opinión acerca del comunismo al elogiar la resistencia de los defensores del Alcázar frente a los malvados comunistas republicanos españoles en medio de la Guerra Civil española. En enero de 1937 publicó la pastoral "En Defensa contra el Bolchevismo" en la que afirmaba que el Reich y la Iglesia estaban unidos en la lucha contra los comunistas y los bolcheviques. Decía " los obispos alemanes consideran que es parte de su tarea hacer lo máximo para apoyar al Fuhrer del Reich de todas las maneras posibles en esta defensa (contra los comunistas)". Ese apoyo continuó durante la guerra contra la URSS.

Llegó a pedir oraciones en agradecimiento porque Hitler había escapado con vida de uno de sus múltiples intentos de asesinato y se lamentó porque un suizo católico le deseó la muerte a Hitler. Llegó a sentir algo parecido a fascinación por la figura de Hitler después de encontrarse con él repetidas veces durante la década de los años 30. Creyó que Hitler pudo ser un creyente cristiano verdadero y llegó a referirse a él como el estadista que necesitaba Alemania, capaz de hacer en pocos meses lo que en la república de Weimar no terminaban de rematar en años. En honor a la verdad, hay que decir que se impresionaron mutuamente. Speer en su libro Dentro del Tercer Reich describe una ocasión en 1936 en que Hitler y el cardenal se reunieron en privado. Tras la entrevista Hitler le confió una reflexión al ministro: "Tengo dos posibilidades. O gano con todos mis planes, o caigo. Si gano, seré uno de los hombres más grandes de la Historia. Si fallo, seré condenado, despreciado y maldito...". Algo le debió decir el cardenal para que el animalito se sincerara así.

En fin, un tipo controvertido que es tan criticado como glosado. Para ayudar a terminar con la controversia, la Iglesia se comprometió en 2013 a hacer una investigación intensa de los diarios particulares del cardenal. Esos diarios fueron conservados y ocultados por el último secretario del cardenal hasta 2010.

"Si su relación con el dictador era más o menos estrecha será ahora investigado por la Iglesia en los diarios que el cardenal escribió. “Nada de lo que pueda aparecer en los archivos puede dañar tanto a la Iglesia como la sospecha de que queremos acallar u ocultar algo”, dijo el arzobispo de Múnich, Reinhard Marx, al dar a conocer el estudio, que tardará varios años en ver la luz"

https://elpais.com/sociedad/2013/10/15/ ... 68870.html

Hay un montón de bibliografía sobre el cardenal y muchas publicaciones que discuten su actuación. Se puede empezar por la wiki en español. Para otros detalles se podría consultar "Catholic Theologians in Nazi Germany" de Robert Krieg, disponible en Googlebooks, por ejemplo. Otras son:

http://www.faulhaber-edition.de/
http://www.ifz-muenchen.de/aktuelles/ar ... gebuecher/

...

La clasificación queda así:

Xenophonte:13
Flanker:7
reytuerto:3
Nobunaga:2
GMSA: 2
Albertopus:2
De Güiner:1
Gaspacher:1

Saludos.