Ha fallecido el pasado 11 de diciembre a la edad de 77 años Charles Robert Jenkins. Este buen señor es uno de los cuatro canelos que han desertado del US Army a Corea del Norte en estos años.
Nacido en Rich Square, Carolina del norte en 1940, se unió a la Guardia Nacional en 1955 con 15 años, la edad mínima para ello y al ejército regular en el 58. Se incorporó a la 1ª División de Caballería y fue destinado sucesivamente a Corea del Sur, Alemania y en 1964 nuevamente a Corea del Sur, ya con el rango de Sargento. Allí fue destinado a realizar patrullas nocturnas en la línea de alto el fuego, en medio de rumores de un posible traslado de la División a Vietnam. Así que un día, tras tomar unas cuantas copas, cruzó la línea y se entregó al ejército norcoreano. Imagino que además de las copas debía haber fumado algo, porque al parecer tenía la disparatada esperanza de que lo entregaran a la URSS y en un intercambio de prisioneros volver a Estados Unidos. Cómo explicaría luego el asunto para no pasar una larga temporada como inquilino en Fort Leavenworth es algo que se me escapa, pero decisiones enloquecidas las tomamos todos en algún momento de nuestras vidas.
Una vez en Corea del Norte obviamente no lo entregaron a la URSS y declararon que había desertado. Algo que el US. Army confirmó pues decía que había cartas donde Jenkins lo decía, sin embargo dichas cartas no han sido halladas ni mostradas y sus familiares alegan que en realidad fue secuestrado. Es posible que incluso se hubiera perdido, seamos generosos, y luego dijera lo de que esperaba ser entregado a los rusos... quien sabe.
En Corea del Norte estuvo viviendo con los otros tres desertores y aprendió la filosofía oficial. Intentó en el 66 escapar, entrando en la embajada soviética y pidiendo asilo, pero le fue denegado. Tras ello fue separado de los otros y empezó a enseñar inglés en la Universidad de Pyonyang.
En 1980 le fue presentada la japonesa Hitomi Soga de 21 años y fueron obligados a casarse. Su odio a los norcoreanos les llevó al amor y todos los días siguieron un curios ritual: se deseaban buenas noches él a ella en japonés y ella a él en inglés, de ésta forma no olvidaban quienes eran y de dónde venían. Tuvieron dos hijas. En 1982 apareció en la película Unsung Heroes.
En 2002 su mujer fue liberada y no fue hasta junio de 2004, con garantías de protección del gobierno japonés, que Jenkins fue liberado junto con sus hijas. Japón pidió el perdón para Jenkins, pero USA se negó y al final Jenkins se entregó en Camp Zama el 11 de septiembre de 2004. Juzgado a partir del 3 de noviembre, fue sentenciado por deserción y ayuda al enemigo a 30 días de confinamiento y licencia con deshonor, degradado a Soldado y pérdida de todo tipo de derechos de tipo militar. Otros cargos como sedición o deslealtad fueron desestimados. Fue liberado 6 días después. Es de suponer que el tribunal pensó que ya había pasado bastante.
Tras ello vivió con su mujer en Sado, Niigata.
Publicó dos libros, To Tell the Truth en japonés y en colaboración con el periodista Jim Frederick, una versión en inglés titulada The Reluctant Communist: My Desertion, Court-Martial, and Forty-Year Imprisonment in North Korea.

De joven.

Al entregarse.

En la Corte Marcial.
Descanse en paz.><>