Vamos a algo ligerito y aseado:
- Le atrajo la vida palaciega.
- Abogado por universidades de gran prestigio en su época y hoy en día.... Eso sí, no se dignó en desgastar el título académico ejerciendo el oficio.
- Genéticamente no perteneció a la familia real, pero estuvo familiarmente más cercano a la Corona que muchos de los relacionados genéticamente con ella.
Saludos.
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Albertopus
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Xenophonte
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Jules Mazarin??
Slds.
Slds.
''Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa por vuestra presencia soberana" J. Artigas.
''El ladrón piensa que todos son de su condición'':refrán popular Castellano.
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Albertopus
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No... el personaje ya había muerto antes de que el cardenal terminara sus estudios con los jesuitas de Roma.
El personaje de la adivinanza se inclinó por el oficio de las letras, juntando palabras y versos, con frecuencia burlescos y ácidos.
- Hijo de una pareja de cortesanos que compartieron mazmorras por ser partidarios del bando perdedor -momentáneamente-.
- Su padre había sido ya huésped de esas mazmorras por otro asunto previo y había tenido el placer de tener como carcelero a su futuro suegro (o sea, al que luego fue abuelo materno del personaje).
- Su madre fue camarera en palacio.
- Su padre era viudo de una bastarda real.
Saludos.
El personaje de la adivinanza se inclinó por el oficio de las letras, juntando palabras y versos, con frecuencia burlescos y ácidos.
- Hijo de una pareja de cortesanos que compartieron mazmorras por ser partidarios del bando perdedor -momentáneamente-.
- Su padre había sido ya huésped de esas mazmorras por otro asunto previo y había tenido el placer de tener como carcelero a su futuro suegro (o sea, al que luego fue abuelo materno del personaje).
- Su madre fue camarera en palacio.
- Su padre era viudo de una bastarda real.
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Más cosas:
- A pesar de ser uno de los protegidos por la Corona, sus escritos provocaron en al menos dos ocasiones la cólera real y pagó con el alejamiento temporal de la corte.
- Sus únicos hechos de armas dignos de mención se dieron en la participación en la campaña de castigo contra los rebeldes que en la Corte nadie quería comandar, en medio de las luchas por conseguir el favor real y el miedo a la intervención española.
- A pesar de contar con un gran ejército la campaña fue un fracaso en lo militar sobre el terreno y en lo político, porque el indeciso comandante no supo reprimir a los rebeldes y perdió la confianza de la Corona.
- El personaje seguramente no derramó una sola gota de sangre sirviendo en la caballería durante la campaña, pero derramó litros de tinta al redactar sus cartas secretas con destino a la Corte y en el librito sobre sus puntos de vista de la tierra de los rebeldes que escribió pocos años después de terminar la campaña.
- El personaje describió como se encontró con un líder noble rebelde cuando éste desayunaba con un mantel de helechos.
- A pesar de no protagonizar ningún acto militar relevante, fue hecho caballero por el comandante militar. Esta recompensa disgustó a la Corona.
- Acompañó al noble comandante militar en su viaje a la Corte que el comandante organizó para tratar de apaciguar a la Corona. Su presencia en esa entrevista ocasionó la cólera real.
- Para salvarse a sí mismo, el personaje no dudó en descalificar a su comandante militar con el informe escrito que logró entregar en persona a la Corona.
- Logró recuperar el cariño y cercanía real hasta el fin del reinado, sólo para empezar un periodo de dificultades con el nuevo rey.
Saludos.
- A pesar de ser uno de los protegidos por la Corona, sus escritos provocaron en al menos dos ocasiones la cólera real y pagó con el alejamiento temporal de la corte.
- Sus únicos hechos de armas dignos de mención se dieron en la participación en la campaña de castigo contra los rebeldes que en la Corte nadie quería comandar, en medio de las luchas por conseguir el favor real y el miedo a la intervención española.
- A pesar de contar con un gran ejército la campaña fue un fracaso en lo militar sobre el terreno y en lo político, porque el indeciso comandante no supo reprimir a los rebeldes y perdió la confianza de la Corona.
- El personaje seguramente no derramó una sola gota de sangre sirviendo en la caballería durante la campaña, pero derramó litros de tinta al redactar sus cartas secretas con destino a la Corte y en el librito sobre sus puntos de vista de la tierra de los rebeldes que escribió pocos años después de terminar la campaña.
- El personaje describió como se encontró con un líder noble rebelde cuando éste desayunaba con un mantel de helechos.
- A pesar de no protagonizar ningún acto militar relevante, fue hecho caballero por el comandante militar. Esta recompensa disgustó a la Corona.
- Acompañó al noble comandante militar en su viaje a la Corte que el comandante organizó para tratar de apaciguar a la Corona. Su presencia en esa entrevista ocasionó la cólera real.
- Para salvarse a sí mismo, el personaje no dudó en descalificar a su comandante militar con el informe escrito que logró entregar en persona a la Corona.
- Logró recuperar el cariño y cercanía real hasta el fin del reinado, sólo para empezar un periodo de dificultades con el nuevo rey.
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Xenophonte
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George Villiers Duque de Buckingham 
Slds.
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''Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa por vuestra presencia soberana" J. Artigas.
''El ladrón piensa que todos son de su condición'':refrán popular Castellano.
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Disculpad: un asunto imprevisto me ha tenido ocupado.
No...
El personaje vivió en tiempos de Jacobo I, pero ya había muerto antes de que el "bello" Buckingham llegara a alegrarle la vista al rey.
Más datos:
- Fue un gran coleccionista de obras de escritores de su época... entre ellos las de un tal Shakespeare.
- Una de sus obras enfureció no sólo al célebre inventor Hugh Plat, también a la reina por el ataque indisimulado al poder y a los poderosos.
- En esa obra el personaje describe un artilugio que decía tener instalado en sus posesiones. La obra no ha pasado a la Historia como algo que recordar; el artilugio, sí.
Saludos.
No...
El personaje vivió en tiempos de Jacobo I, pero ya había muerto antes de que el "bello" Buckingham llegara a alegrarle la vista al rey.
Más datos:
- Fue un gran coleccionista de obras de escritores de su época... entre ellos las de un tal Shakespeare.
- Una de sus obras enfureció no sólo al célebre inventor Hugh Plat, también a la reina por el ataque indisimulado al poder y a los poderosos.
- En esa obra el personaje describe un artilugio que decía tener instalado en sus posesiones. La obra no ha pasado a la Historia como algo que recordar; el artilugio, sí.
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Xenophonte
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Sir John Hayward?
Slds.
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''Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa por vuestra presencia soberana" J. Artigas.
''El ladrón piensa que todos son de su condición'':refrán popular Castellano.
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No.
- Afortunadamente escapó de los daños colaterales producidos por la participación de algún familiar en dos conspiraciones contra la Corona.
- Fue uno de los educadores del malogrado Príncipe de Gales.
Saludos.
- Afortunadamente escapó de los daños colaterales producidos por la participación de algún familiar en dos conspiraciones contra la Corona.
- Fue uno de los educadores del malogrado Príncipe de Gales.
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Albertopus
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Me autocito:
Saludos.
La OMS estima que, a pesar de todos los avances, aún hoy 2.300 millones de personas no disponen de algún tipo de estos artilugios o sistemas igualmente útiles. Esto significa que sufren un riesgo aumentado de sufrir enfermedades como diarrea de distintas causas, cólera, disentería, fiebre tifoidea y otras.Albertopus escribió:- En esa obra el personaje describe un artilugio que decía tener instalado en sus posesiones. La obra no ha pasado a la Historia como algo que recordar; el artilugio, sí...
Saludos.
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Gaspacher
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Eso suena a John Harrington
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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Exacto...
John Harington (o Harrington).
Sus padres fueron huéspedes de la torre de Londres. Su abuelo materno fue Sir John Markham, antiguo sheriff de Nottinghamshire y Derbyshire (¡¡¡sheriff de Nottingham!!!, primera referencia literaria) y era teniente de la Torre de Londres hacia 1550, en la época en la que el padre del personaje fue forzado a ser uno de sus huéspedes por un asuntillo de malversación de dinero del Tesoro de Enrique VIII.
Su padre, también llamado Sir John Harington, tuvo como primera esposa a Etheldreda "Audrey" Malte (más que supuesta hija bastarda de Enrique VIII) -con cuya herencia consiguió una buena posición económica- y como segunda a la madre del personaje, dama de honor y camarera de la futura reina Isabel.
Todos, el padre, la primera esposa y la futura segunda esposa y luego madre del personaje acompañaron a la princesa Isabel durante el encierro de la princesa durante dos meses en la Torre de Londres en 1554, por orden de la reina María Tudor tras el fracaso de la sublevación proisabelina de Wyatt.
La estrechísima relación de lealtad de los padres con Isabel explica que la ya reina amadrinara al personaje. John Harington tuvo una educación exquisita en Eton y Cambridge con una estrecha supervisión de la reina. No terminó los estudios de Leyes porque la condición de ahijado de la mismísima reina y su ingenio natural le facilitó la vida en la Corte, como escritor, lector personal de la reina Isabel y, con frecuencia, personaje mordaz, de verbo y escritos ácidos.
El paraguas protector de la reina Isabel le salvó de más de un problema (p.ej., consiguió escapar de la cárcel después de haberse apropiado de la herencia de su suegra apartando de la misma al hijo de la señora y cuñado del personaje). Pero también la reina se mostró muy dolida cuando el personaje la defraudó; y eso ocurrió un al menos 3 veces.
John Harington tradujo un fragmento de la larguísima y complejísima obra de Ariosto Orlando Furioso sobre Carlomagno y los sarracenos en a que hablaba de la historia "subidita de tono" de un tal Giocondo. La traducción pretendía darle un poco de picante a las damas de la corte. La reina se escandalizó por tratar de corromper la moral de la damas de corte, unas santas ellas, y le castigó a no volver a Londres hasta que no fuera capaz de traducir la obra entera decentemente. La gente creyó que nunca volvería por lo pesado de la tarea, ya que los miles de versos de Ariosto parecían demasiado complejos para traducirlos adecuadamente. Para sorpresa de muchos John Harington pudo volver cuando terminó el trabajo con una traducción potable.
La segunda vez que tuvo que abandonar Londres fue cuando distribuyó con pseudónimo la obra que finalmente se recogió en tres volúmenes A New Discourse upon a Stale Subject: The Metamorphosis of Ajax (disponible en Amazon a un precio no precisamente barato). El contenido de la obra se hizo famosa en sus tiempos porque, aunque parecía centrarse inocente y escatológicamente en la necesidad de la evacuar y lavar los excremento, en realidad criticaba de manera irónica, un pelín surrealista y críptica al poder real y a sus círculos cercanos y atacaba al ya fallecido amante de la reina Robert Dudley, conde de Leicester. Isabel supo que Harington era el autor real de la obra, le negó inicialmente la licencia para imprimir los libros y le extrañó de nuevo a las tierras natales del personaje en Kelston, prohibiéndole volver a Londres hasta que John Harington no se portara como la reina esperaba de él. Hizo propósito de enmienda hasta 1598, cuando la reina le perdonó.
Mientras tanto corrían tiempos de guerra en Irlanda, con la sublevación de nobles irlandeses desde 1594, que dio lugar a la Guerra de los Nueve Años. Las fuerzas de Hugh O'Neill, el conde de Tyrone, habían ocasionado la severa derrota a las inglesas en 1598 en la batalla de Yellow Ford y la Corte se debatía en la respuesta a tomar, cómo defender Inglaterra ante el pavor que ocasionaba un supuesto nuevo intento invasor español y en quien debía comandar la fuerza de castigo contra los rebeldes. Las disputas entre la moderación de Cecil y la agresividad del conde de Essex en presencia de la reina llegaron al extremo de que Robert Devereux, el conde de Essex estuvo a punto de desenvainar la espada contra la reina.
Finalmente el conde de Essex se tuvo que hacer cargo de la expedición de castigo al frente del ejército más numeroso y poderoso que hasta entonces habían enviado los ingleses a Irlanda. John Harington se vio obligado a acompañarle, siendo nombrado jefe de la caballería del conde de Southampton.
No se conoce ningún hecho importante de armas protagonizado por Harington, más que la expedición a Connaught (Connacht en gaélico), bajo el mando de su primo Sir Griffith Markham, cuando las fuerzas inglesas fueron duramente derrotadas en la batalla de Curlew Pass. También estuvo con Essex en su marcha contra Tyrone, que fue tan débil que fue incapaz de atacarlo, a pesar de tener órdenes expresas de la reina de confrontar al rebelde. Asistió a las conversaciones entre Essex y Tyrone en las que el irlandés consiguió un preacuerdo de armisticio muy ventajoso para la causa irlandesa. De cualquier forma, Harington fue uno de las decenas de nobles ingleses que fue promovidos a caballeros por Essex -las recompensas fueron tan atrevidas y tan abundantes para tan poco éxito que causaron la indignación de la reina-.
Harington tuvo la cautela -por sugerencia de su primo Robert Markham- de nadar y guardar la ropa. Aparentó obedecer fielmente a Essex mientras escribía crónicas de la expedición a Londres y escribir regularmente a los partidarios de Sir Robert Cecil, el enemigo de Essex, para documentar los hechos -entre ellos el desastre inglés de Curlew Pass-.
El conde de Essex estaba absolutamente desacreditado por los resultados de la campaña y por los ataques de Robert Cecil. Partió hacia Londres, acompañado por Harington, para forzar ser recibido por la reina y poder defender sus actos en la campaña irlandesa. La mera presencia de Harington como acompañante de Essex incomodó tanto a la reina que le volvió a echar de sus aposentos y de Londres. La reina estaba decidida a que los implicados en la campaña fueran castigados. El destino de Harington podría hacer sido el mismo que el de Essex, pero se salvó gracias al diario y las cartas escritas en Irlanda, que sirvieron como prueba de la negligencia de Essex y con las que consiguió evitar lo que él llamó "naufragio en la costa de Essex".
A partir de entonces se cuidó mucho de no verse involucrado en tensiones políticas de la Corte. Vivió en la Corte los últimos días de la reina Isabel amenizándole las jornadas con la lectura de sus obras humorísticas, pero trató de asegurarse el favor de quien se vislumbraba como sucesor, el futuro Jacobo I, regalándole una lámpara (para visualizar el declive de la luz de la reina y la nueva luz que vendría con Jacobo... por si el futuro rey no fuera muy sagaz, en la lámpara se representaba la crucifixión y se incluía el texto: "Señor, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino"). Se labró su futuro con la escritura de un Tratado sobre derecho sucesorio en el que daba argumentos para apoyar a Jacobo para ocupar el trono inglés.
Pero el nuevo rey no fue muy receptivo inicialmente ante las maquinaciones de Harington, quien volvió a su tierra de Kelston. De hecho se vio arrastrado por los problemas legales ocasionados por ser avalista de un préstamo a su primo Griffith Markham que dejó sin devolver al estar implicado en la conspiración secundaria católico-puritanas contra la intransigencia anglicana de Jacobo I (simultánea a la conspiración principal y antecedente de la conspiración de la Pólvora). Para ejecutar la devolución del préstamo se vio obligado a vender sus propiedades, aunque finalmente se libró de la cárcel y del préstamo al recibir todas las posesiones del primo. En Kelston trató de buscarse un futuro acomodado reclamando el puesto de canciller de Irlanda y obispo de Dublín, aduciendo su conocimiento de la realidad irlandesa y los dineros gastados durante la campaña de 1599.
Finalmente, las muestras de lealtad temprana fructificaron. Además del perdón de las deudas, logró ser nombrado como uno de los instructores del príncipe Enrique, futuro príncipe de Gales, para contrarrestar la influencia puritana de otros tutores.
John Harington murió en su casa muy poco después de la muerte del príncipe Enrique por unas "fiebres" en 1612.
En realidad, a pesar de todo este tostón sobre la vida de un cortesano en los tiempos turbulentos e inestables por las tensiones sucesorias y religiosas, John Harington en realidad ha pasado a la historia anglosajona por la creencia popular en esa cultura de que fue él primero en describir el inodoro en la obra "A New Discourse upon a Stale Subject: The Metamorphosis of Ajax"
Se supone que él tenía instalado uno en Kelston y también que la reina Isabel se hizo construir uno.
A pesar de que los ingleses le atribuyen ese carácter de pionero, el inodoro ya había sido empleado anteriormente en otras culturas. Ver: https://toilet-guru.com/flush-history.php
Saludos.
PD... ¡Ah!... Casualmente John Harington tenía el mismo nombre y apellidos que otro John Harington (Barón Harington de Exton) quien fue compañero del príncipe de Gales Enrique, acompañó al príncipe en su agonía y murió tan tempranamente como el príncipe en 1614. Frecuentemente se dice que el John Harington, escritor y cortesano, fue nombrado caballero del Baño por Jacobo I en 1605. Pero, probablemente estas referencias se confunden con el otro John Harington, el Barón, quien sí fue nombrado caballero cuando el hermano del príncipe Enrique, el príncipe Carlos recibió el ducado de York. Ver "The Knights of England. A Complete Record from the Earliest Time to the Present Day of the Knights of all the Orders of Chivalry in England, Scotland, and Ireland, and of Knights Bachelors" (https://archive.org/stream/knightsofeng ... t_djvu.txt)
La fama de Harington, también le viene de un supuesto descendiente. El actor Kit Harington, de Juego de Tronos, dice ser descendiente del Harington del acertijo.
Así que la cosa queda de esta manera:
Albertopus:2
Xenophonte: 1
Gaspacher: 1
Tu turno, estimado Gaspacher.
John Harington (o Harrington).
Sus padres fueron huéspedes de la torre de Londres. Su abuelo materno fue Sir John Markham, antiguo sheriff de Nottinghamshire y Derbyshire (¡¡¡sheriff de Nottingham!!!, primera referencia literaria) y era teniente de la Torre de Londres hacia 1550, en la época en la que el padre del personaje fue forzado a ser uno de sus huéspedes por un asuntillo de malversación de dinero del Tesoro de Enrique VIII.
Su padre, también llamado Sir John Harington, tuvo como primera esposa a Etheldreda "Audrey" Malte (más que supuesta hija bastarda de Enrique VIII) -con cuya herencia consiguió una buena posición económica- y como segunda a la madre del personaje, dama de honor y camarera de la futura reina Isabel.
Todos, el padre, la primera esposa y la futura segunda esposa y luego madre del personaje acompañaron a la princesa Isabel durante el encierro de la princesa durante dos meses en la Torre de Londres en 1554, por orden de la reina María Tudor tras el fracaso de la sublevación proisabelina de Wyatt.
La estrechísima relación de lealtad de los padres con Isabel explica que la ya reina amadrinara al personaje. John Harington tuvo una educación exquisita en Eton y Cambridge con una estrecha supervisión de la reina. No terminó los estudios de Leyes porque la condición de ahijado de la mismísima reina y su ingenio natural le facilitó la vida en la Corte, como escritor, lector personal de la reina Isabel y, con frecuencia, personaje mordaz, de verbo y escritos ácidos.
El paraguas protector de la reina Isabel le salvó de más de un problema (p.ej., consiguió escapar de la cárcel después de haberse apropiado de la herencia de su suegra apartando de la misma al hijo de la señora y cuñado del personaje). Pero también la reina se mostró muy dolida cuando el personaje la defraudó; y eso ocurrió un al menos 3 veces.
John Harington tradujo un fragmento de la larguísima y complejísima obra de Ariosto Orlando Furioso sobre Carlomagno y los sarracenos en a que hablaba de la historia "subidita de tono" de un tal Giocondo. La traducción pretendía darle un poco de picante a las damas de la corte. La reina se escandalizó por tratar de corromper la moral de la damas de corte, unas santas ellas, y le castigó a no volver a Londres hasta que no fuera capaz de traducir la obra entera decentemente. La gente creyó que nunca volvería por lo pesado de la tarea, ya que los miles de versos de Ariosto parecían demasiado complejos para traducirlos adecuadamente. Para sorpresa de muchos John Harington pudo volver cuando terminó el trabajo con una traducción potable.
La segunda vez que tuvo que abandonar Londres fue cuando distribuyó con pseudónimo la obra que finalmente se recogió en tres volúmenes A New Discourse upon a Stale Subject: The Metamorphosis of Ajax (disponible en Amazon a un precio no precisamente barato). El contenido de la obra se hizo famosa en sus tiempos porque, aunque parecía centrarse inocente y escatológicamente en la necesidad de la evacuar y lavar los excremento, en realidad criticaba de manera irónica, un pelín surrealista y críptica al poder real y a sus círculos cercanos y atacaba al ya fallecido amante de la reina Robert Dudley, conde de Leicester. Isabel supo que Harington era el autor real de la obra, le negó inicialmente la licencia para imprimir los libros y le extrañó de nuevo a las tierras natales del personaje en Kelston, prohibiéndole volver a Londres hasta que John Harington no se portara como la reina esperaba de él. Hizo propósito de enmienda hasta 1598, cuando la reina le perdonó.
Mientras tanto corrían tiempos de guerra en Irlanda, con la sublevación de nobles irlandeses desde 1594, que dio lugar a la Guerra de los Nueve Años. Las fuerzas de Hugh O'Neill, el conde de Tyrone, habían ocasionado la severa derrota a las inglesas en 1598 en la batalla de Yellow Ford y la Corte se debatía en la respuesta a tomar, cómo defender Inglaterra ante el pavor que ocasionaba un supuesto nuevo intento invasor español y en quien debía comandar la fuerza de castigo contra los rebeldes. Las disputas entre la moderación de Cecil y la agresividad del conde de Essex en presencia de la reina llegaron al extremo de que Robert Devereux, el conde de Essex estuvo a punto de desenvainar la espada contra la reina.
Finalmente el conde de Essex se tuvo que hacer cargo de la expedición de castigo al frente del ejército más numeroso y poderoso que hasta entonces habían enviado los ingleses a Irlanda. John Harington se vio obligado a acompañarle, siendo nombrado jefe de la caballería del conde de Southampton.
No se conoce ningún hecho importante de armas protagonizado por Harington, más que la expedición a Connaught (Connacht en gaélico), bajo el mando de su primo Sir Griffith Markham, cuando las fuerzas inglesas fueron duramente derrotadas en la batalla de Curlew Pass. También estuvo con Essex en su marcha contra Tyrone, que fue tan débil que fue incapaz de atacarlo, a pesar de tener órdenes expresas de la reina de confrontar al rebelde. Asistió a las conversaciones entre Essex y Tyrone en las que el irlandés consiguió un preacuerdo de armisticio muy ventajoso para la causa irlandesa. De cualquier forma, Harington fue uno de las decenas de nobles ingleses que fue promovidos a caballeros por Essex -las recompensas fueron tan atrevidas y tan abundantes para tan poco éxito que causaron la indignación de la reina-.
Harington tuvo la cautela -por sugerencia de su primo Robert Markham- de nadar y guardar la ropa. Aparentó obedecer fielmente a Essex mientras escribía crónicas de la expedición a Londres y escribir regularmente a los partidarios de Sir Robert Cecil, el enemigo de Essex, para documentar los hechos -entre ellos el desastre inglés de Curlew Pass-.
El conde de Essex estaba absolutamente desacreditado por los resultados de la campaña y por los ataques de Robert Cecil. Partió hacia Londres, acompañado por Harington, para forzar ser recibido por la reina y poder defender sus actos en la campaña irlandesa. La mera presencia de Harington como acompañante de Essex incomodó tanto a la reina que le volvió a echar de sus aposentos y de Londres. La reina estaba decidida a que los implicados en la campaña fueran castigados. El destino de Harington podría hacer sido el mismo que el de Essex, pero se salvó gracias al diario y las cartas escritas en Irlanda, que sirvieron como prueba de la negligencia de Essex y con las que consiguió evitar lo que él llamó "naufragio en la costa de Essex".
A partir de entonces se cuidó mucho de no verse involucrado en tensiones políticas de la Corte. Vivió en la Corte los últimos días de la reina Isabel amenizándole las jornadas con la lectura de sus obras humorísticas, pero trató de asegurarse el favor de quien se vislumbraba como sucesor, el futuro Jacobo I, regalándole una lámpara (para visualizar el declive de la luz de la reina y la nueva luz que vendría con Jacobo... por si el futuro rey no fuera muy sagaz, en la lámpara se representaba la crucifixión y se incluía el texto: "Señor, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino"). Se labró su futuro con la escritura de un Tratado sobre derecho sucesorio en el que daba argumentos para apoyar a Jacobo para ocupar el trono inglés.
Pero el nuevo rey no fue muy receptivo inicialmente ante las maquinaciones de Harington, quien volvió a su tierra de Kelston. De hecho se vio arrastrado por los problemas legales ocasionados por ser avalista de un préstamo a su primo Griffith Markham que dejó sin devolver al estar implicado en la conspiración secundaria católico-puritanas contra la intransigencia anglicana de Jacobo I (simultánea a la conspiración principal y antecedente de la conspiración de la Pólvora). Para ejecutar la devolución del préstamo se vio obligado a vender sus propiedades, aunque finalmente se libró de la cárcel y del préstamo al recibir todas las posesiones del primo. En Kelston trató de buscarse un futuro acomodado reclamando el puesto de canciller de Irlanda y obispo de Dublín, aduciendo su conocimiento de la realidad irlandesa y los dineros gastados durante la campaña de 1599.
Finalmente, las muestras de lealtad temprana fructificaron. Además del perdón de las deudas, logró ser nombrado como uno de los instructores del príncipe Enrique, futuro príncipe de Gales, para contrarrestar la influencia puritana de otros tutores.
John Harington murió en su casa muy poco después de la muerte del príncipe Enrique por unas "fiebres" en 1612.
En realidad, a pesar de todo este tostón sobre la vida de un cortesano en los tiempos turbulentos e inestables por las tensiones sucesorias y religiosas, John Harington en realidad ha pasado a la historia anglosajona por la creencia popular en esa cultura de que fue él primero en describir el inodoro en la obra "A New Discourse upon a Stale Subject: The Metamorphosis of Ajax"
Se supone que él tenía instalado uno en Kelston y también que la reina Isabel se hizo construir uno.
A pesar de que los ingleses le atribuyen ese carácter de pionero, el inodoro ya había sido empleado anteriormente en otras culturas. Ver: https://toilet-guru.com/flush-history.php
Saludos.
PD... ¡Ah!... Casualmente John Harington tenía el mismo nombre y apellidos que otro John Harington (Barón Harington de Exton) quien fue compañero del príncipe de Gales Enrique, acompañó al príncipe en su agonía y murió tan tempranamente como el príncipe en 1614. Frecuentemente se dice que el John Harington, escritor y cortesano, fue nombrado caballero del Baño por Jacobo I en 1605. Pero, probablemente estas referencias se confunden con el otro John Harington, el Barón, quien sí fue nombrado caballero cuando el hermano del príncipe Enrique, el príncipe Carlos recibió el ducado de York. Ver "The Knights of England. A Complete Record from the Earliest Time to the Present Day of the Knights of all the Orders of Chivalry in England, Scotland, and Ireland, and of Knights Bachelors" (https://archive.org/stream/knightsofeng ... t_djvu.txt)
La fama de Harington, también le viene de un supuesto descendiente. El actor Kit Harington, de Juego de Tronos, dice ser descendiente del Harington del acertijo.
Así que la cosa queda de esta manera:
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Tu turno, estimado Gaspacher.
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Instrumento de viento medieval
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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Gaspacher
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Este en cuestión, pudo ser utilizado en la primera cruzada.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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Hummm.... me da que las bubucelas no se usaban en la I Cruzada.
Vamos a por uno: el laúd árabe.
Saludos.
Vamos a por uno: el laúd árabe.
Saludos.
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Gaspacher
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Instrumento de viento, estimado, de viento...
Un instrumento de viento que pudo utilizarse en la primera cruzada, pues su dueño participó en ella
Este tipo de instrumentos en cuestión, son habitualmente confundidos y denominados de una forma distinta.
Un instrumento de viento que pudo utilizarse en la primera cruzada, pues su dueño participó en ella
Este tipo de instrumentos en cuestión, son habitualmente confundidos y denominados de una forma distinta.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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