Comentarios Un soldado de cuatro siglos

[Domper]

Sobre la esterilización: lograrla no es fácil (no vale con el hervido contra algunas esporas) pero hay una alternativa eficaz para el 95% de los casos: un buen lavado con jabón, sobre todo si tiene exceso de sosa. Un enjuagado con agua hervida, y adelante. Si no hay restos visibles hay pocos restos que resistan un lavado con agua y jabón. Los hay, sobre todo las esporas del tétanos, pero es de esperar que los instrumentos no se recojan del suelo.

De sistemas de defensa: las minas podrían colocarse durante la marea baja facilitando la tarea a los operarios (bastara con una boya a nivel de la marea baja, y se podrá esperar al siguiente verano para renovar los cables) y la subida del agua las dejará entre dos aguas.

Otra herramienta para una boca tan estrecha como la de Santander (500 m entre la punta de Somo y la isla de la Torre) podría ser una batería de cohetes incendiarios: cohetes «normales» con un gancho en la punta y una pequeña cabeza incendiaria (fósforo y pez por ejemplo) que se lanzasen en salvas con el objetivo de prender fuego a las velas. Respecto a las fortificaciones, bastaría con un trincherón. Desde luego una batería así sería vulnerable a un desembarco… salvo la que se situase en la isla de la Torre (o en la isla Horadada). Baterías similares (o lanzadores individuales) podrían emplearse por toda la bahía, incluso a bordo de traineras.

Saludos

[Gaspacher]

¿Y como lavas las herramientas en medio de una batalla, posiblemente en un lugar con un suministro de agua limpia muy deficiente cuando no inexistente?

Y sobre todo

¿Como convences al resto de cirujanos para que adopten esas mismas medidas cuando van a estar a miles de leguas de ti?

Me temo que no es nada fácil y a eso me estaba refiriendo. Nuestro cirujano va a tener unos años muy ajetreados porque no hay nada escrito. Va a tener que ser él quien publique los primeros trabajos sobre sepsis, cirugía "moderna", y desarrolle el método científico en la medicina. Solo con eso tendría para dos vidas, así que habrá que ver como se las apaña el cirujano real.

[Domper]

¿En la batalla? Un ayudante con un cepillo y jabón. Unos pocos minutos.

Otra cuestión será convencer a los demás. Incluso en el siglo XIX Semelweis tuvo muchos problemas. Eso sí, una cosa lo que digan los cirujanos,otra lo que opinen generales y sobre todo soldados, que tontos no son.

Saludos

[Gaspacher]

En unos pocos minutos han pasado seis heridos por la mesa de operaciones...

[kaiser-1]

Recuerdo de un documental sobre Waterloo, presentado por Sean Bean (y no, en esta ocasión no moría ) en el que relataban que los cirujanos ingleses se vanagloriaban de amputar una pierna en menos de dos minutos.

[reytuerto]

A ver:
Hay bastante instrumental disponible en el hospital: Francisco no deja de encargarlos a Avila. No como hasta el siglo XIX que un mismo equipo servía para todos las amputaciones. El procedimiento es lavar con agua y jabón con un cepillo de cerdas metalicas (para retirar los fragmentos de hueso), sumergir en hipoclorito de sodio (que Pedro tiene a bien darme ) unos pocos minutos, enjuagar en agua y meter en una marmita a presión (uno de mis primeros privilegios de invención: "...hace algún tiempo había podido encargar al calderero de Ávila el prototipo de una olla de presión con una válvula de seguridad que funcionaba por el simple peso de una tapita de obturación que se meneaba en el extremo de un tubo que emergía de la tapa cuando el agua empezaba a hervir, Todo de cobre grueso y la tapa una vez roscada, que todo hay que decirlo, perdía vapor. Sin embargo, con sus más y sus menos, funcionaba. Estaba más pensada como autoclave pero a la que termine llamando “olla para cocinar potajes rápidamente”. Me había ayudado a terminar con la dudosa esterilización por ebullición de mi instrumental..." ). Claro, esto es lo he funciona cuando se esta en el hospital. En campaña el numero es importante, mientras mas instrumental limpio haya, menos cuellos de botella en la atención de heridos.

"...¿Como puede convertir su "conocimiento" en un conocimiento científico para que este disponible para todos?..."

Este es el quid del asunto! Los anales de las tertulias del Almirante son fundamentales para esto. Creo que el Hospital de campaña se ha de quedar en Valencia, y la escuela de cirujanos militares tambien. En Madrid, el local en el Buen Suceso se me hace demasiado hacinado, bueno para una media docena de cirujanos y diez enfermeros. No para mas. Un hospital es poco para un ejercito en expansion (ojo, 1633, la siguiente década es critica). Yo creo que aprovechando que en Valencia están los dos personajes, en el tiempo que media entre el regreso de Tripoli hasta la salida a Alejandría algo se pueda hacer.

Y como ya hay tres personajes "designados" para funciones especificas (Martin de Alcantara, investigador; Martinico, dentista; Pablo, cronista), al primero de ellos Francisco lo puede sentar para que se sumerja en el mundo del microscopio. Apenas podamos erradicar teorías como la generación espontanea y reemplazarlas por la teoría bacteriana de la enfermedad, creo que pondremos a la medicina por un excelente camino. De allí, a que tengamos algo parecido a un antibiótico, solo hay que salvar las limitaciones técnicas, pero ya no las intelectuales (ojo, no es difícil: con un microscopio de 150 aumentos yo me divertía de lo lindo cuando estaba en primaria! Hasta puedo poner al joven Alcantara a tomar clases de arte con algún pintor de la época!)

"...¿Como justificara una disminución de las muertes y enfermedades infecciosas si quiere que sean atribuidos a la ciencia y no a la superstición?..."

Esa es la raison de etre del personaje de Fray Santiago Miki! (bueno, una de ellas. La otra es incordiar al pobre Francisco hasta que terminen yendo a Cipango, inmediatamente despues de ir al Peru en donde conocerá a Fray Martin de Porras, quien es el que lo instará a "salvar a los cristianos" y eso es lo que harán despues de Alejandría). Mas o menos con dialogos como el del sindrome de Tourette. Suppongo que sera medio aburrido para muchos, pero el tener a un cura viendo in situ que la infeccion tiene menos que ver con los rezos, y mas con el lavarse las manos y esterilizar los instrumentos, es de mucha ayuda .

Vamos! Eso hasta el siglo XX no era muy diferente! En el instrumental quirurgico de mi tio abuelo Clemente, habia un cincel y un martillo!, Y el libro de cirugia de mi padre, el del Dr. Ries Centeno (1945), se explayaba ampliamente en su uso! Es mas, en el instrumental checoslovaco (comprado seguramente durante la primera fase del gobierno militar, del 68 al 75) que equipaba el hospital del Rimac cuando hice mis primera guardias (vamos! que son viejo, pero no taan viejo!) aun tenia cincel y martillo!!! Un abrazo!

[APVid]

Ya habíamos hablado de las dificultades no de fabricar penicilina sino de hacerla concentrada para que el cuerpo no la pierda tan rápidamente al orinar.

¿Hay posibilidades de que el marqués invierta en sus industrias en desarrollar tintes, producto muy valioso y bien pagado (azul de prusia,...)? Sería una base para la química y para ciertos antibióticos Arsfenamina y sulfamidas. Es química de finales del XIX no la tecnología actual.

¿Hay posibilidades de algún coagulante para los cortes,...? Algo como los polvos de la 2 GM.

El procedimiento es lavar con agua y jabón con un cepillo de cerdas metalicas (para retirar los fragmentos de hueso), sumergir en hipoclorito de sodio (que Pedro tiene a bien darme ) unos pocos minutos, enjuagar en agua y meter en una marmita a presión (uno de mis primeros privilegios de invención: "...

¿El método cinematográfico de usar alcohol para desinfectar el instrumental o de alcohol y fuego, vale de algo? ¿O lo echar alcohol en las heridas?

[Domper]

Solo un detalle: lo de amputar una pierna en dos minutos era porque se hacía sin anestesia, a lo vivo. Con anestesia las intervenciones eran más pausadas, como en la guerra francoprusiana, lo que llevó a mayor mortalidad por infección...

Saludos

[cornes]

usar alcohol para desinfectar

Hasta donde yo se, el alcohol es muy potente frente a levaduras y hongos, pero con bacterias no es tan efectivo, para eso son más eficaces cosas como la sosa o mixturas como el peracético, al menos es así en la limpieza de instalaciones alimentarias.

Y aún así es necesario usar desincrustantes (algunos son detergentes, para el caso del relato la labor del jabón) en los ciclos de limpieza para que esos desinfectantes actúen bien.

[Domper]

¿Hay posibilidades de algún coagulante para los cortes,...? Algo como los polvos de la 2 GM.

No eran coagulantes sino sulfamidas. Por entonces no había coagulantes eficaces (ahora hay algunos métodos, como jeringas que inyectan esponjitas, gránulos de gel, etcétera).

¿El método cinematográfico de usar alcohol para desinfectar el instrumental o de alcohol y fuego, vale de algo? ¿O lo echar alcohol en las heridas?

No. Es mejor que nada pero el etanol es un desinfectante mediocre. No afecta a las esporas y si hay conglomerados de proteínas (restos en cualquier poro) no penetra, y puede ser ineficaz contra las películas bacterianas. Lo de quemar, por el estilo, pasar un cuchillo por una llama es mucho menos eficaz que lavar con agua limpia y jabón.

Hay que contar que la cirugía de batalla tiene una ventaja: las heridas no están infectadas. Las infecciones son por restos o por tejidos desvitalizados no removidos. Existe el riesgo de transmisión de Hepatitis B o C, y en menor medida sífilis, pero no era un problema tan grave como en la actualidad (demos gracias a las drogas por las hepatitis y el VIH). Es decir, con limpiar bien un instrumento se logrará el 95% de eficacia.

Otra cuestión en un hospital en el que se traten heridas «pútridas». Aunque ahí hay menos urgencia que en una batalla.

Para acabar: el gremio delos cirujanos-barberos era más bien empírico, y no vivían de la doctrina hipocrática y galénica como los médicos. De hecho la medicina moderna desciende de los cirujanos militares y no de la medicina «universitaria». Se contará con el auxilio de los soldados, entre los cuales habrá mucho veterano que sabe que la técnica del de Lima les salva de heridas que antes eran mortales. Para un general no es banal contar con el aprecio de sus hombres. Además el haber tratado con anestesia al rey y haber salvado la vida de importantes nobles será una baza en su favor.

Saludos

[Gaspacher]

Hay bastante instrumental disponible en el hospital: Francisco no deja de encargarlos a Avila.

Ya, pero es que su personal no deja de aumentar en numero

sumergir en hipoclorito de sodio (que Pedro tiene a bien darme

Eso no es tan simple. En España y sobre todo en Valencia si pueden disfrutarse de las ventajas de la "civilización", pero mientras se este en campaña la cosa cambia y mucho, sobre todo en el caso de campañas en zonas muy lejanas o ajenas como es el caso de Egipto.

“olla para cocinar potajes rápidamente”.

Esto es aun más complicado. Estamos hablando del primer tercio del siglo XVII, se cocinaba directamente sobre el fuego, generalmente en calderos suspendidos sobre él con cadenas. Se pude argumentar que Pedro ya ha inventado la cocina económica, pero es evidente que va a ser un objeto de lujo durante varias décadas al menos. En esa situación una olla como la mencionada no tiene utilidad de masas y puede ser mejor como un elemento puramente farmacéutico.

Los anales de las tertulias del Almirante son fundamentales para esto.

Tal vez, pero las tertulias son herramientas de erudito, sería aun más importante un manual de atención sanitaria para los ejércitos, máxime si tenemos en cuenta que tiene valedores tanto en la figura de Pedro y Diego como en la del rey y la reina.

o creo que aprovechando que en Valencia están los dos personajes, en el tiempo que media entre el regreso de Tripoli hasta la salida a Alejandría algo se pueda hacer.

En Valencia Pedro ya fundó un hospital para la atención de La Compañía, y financió un hospicio para veteranos.

Vamos! Eso hasta el siglo XX no era muy diferente! En el instrumental quirurgico de mi tio abuelo Clemente, habia un cincel y un martillo!, Y el libro de cirugia de mi padre, el del Dr. Ries Centeno (1945), se explayaba ampliamente en su uso! Es mas, en el instrumental checoslovaco (comprado seguramente durante la primera fase del gobierno militar, del 68 al 75) que equipaba el hospital del Rimac cuando hice mis primera guardias (vamos! que son viejo, pero no taan viejo!) aun tenia cincel y martillo!!! Un abrazo!

No es que ahora eso haya cambiado mucho, las herramientas se han modernizado, pero http://www.medicalexpo.es/prod/stryker/ ... 48058.html asustar siguen asustando

[cornes]

Esto es aun más complicado. Estamos hablando del primer tercio del siglo XVII, se cocinaba directamente sobre el fuego, generalmente en calderos suspendidos sobre él con cadenas. Se pude argumentar que Pedro ya ha inventado la cocina económica, pero es evidente que va a ser un objeto de lujo durante varias décadas al menos. En esa situación una olla como la mencionada no tiene utilidad de masas y puede ser mejor como un elemento puramente farmacéutico.

Por cierto, entiendo que la generalización de las cocinas de campaña que aparecían en el relato a la altura de la campaña de Flandes todavía estarán en ciernes en la época de la campaña mediterranea, pero igual alguna ya anda por ahí, ¿no?. No he encontrado imágenes de ellas pero entiendo que algo como las "marmitas transportables" británicas de la época de Crimea son algo mucho más sencillo que las cocinas económicas.

Según tengo entendido su utilidad (la de las cocinas sobre ruedas) iba mucho más allá de la cocina, puesto que se aprovechaban para usos higiénicos y sanitarios como hervir la ropa de la tropa para eliminar infestaciones y para las necesidades lógicas de los hospitales de campaña.

[Domper]

Sobre el taladro ese, es habitual que cuando en un quirófano amanece un instrumento especialmente grande o agresivo, como este:



Todo el mundo dice lo mismo: esto lo habéis traído del quirófano de Trauma. A fin de cuentas, si hay que meter un tornillo se hace con mucha más precisión con un taladro que a mano.

Lo que se ve es una grapadora para pulmón. Como para poner el dedo.

De desinfección: Siempre será posible adjuntar al equipo de los hospitales de campaña una cocina económica. Aun así concuerdo en que su empleo va a ser poco práctico, y la experiencia la tenemos todos en la cocina (hablo de las eléctricas o las de vitrocerámica, no de las de inducción): entre poner la olla y que se caliente, que alcance la presión, que esté los diez o quince minutos, que pierda presión y que se enfríe el material, se va a pasar una hora como poco. Lógicamente se van a tener bastantes juegos, pero aun así no será práctico para el empleo durante las «crisis», es decir, los combates. En la actualidad puede hacerse porque las bajas son menos, se tiene el material en bolsas estériles (es decir, abrir y usar) y está detrás el apoyo de una economía industrial. Pero en campaña me parece muy difícil.

En esos casos, más vidas se salvan teniendo material que se pierden por infección. Por eso un posible procedimiento sería:

¬– Tener un fámulo encargado de la limpieza. Tiene su propia tienda y ha puesto una gran olla a hervir, o en su defecto dispone de un recipiente grande con lejía, si se puede suministrar.

– El ayudante, previamente a la batalla, prepara el material. Lo revisa, quita el óxido que pueda haber, lo limpia y lo hierve durante un tiempo prolongado (una hora por lo menos). También hierve bandejas metálicas, recipientes, y prepara botes (de cristal o de metal) que ha hervido y los rellena con agua hervida. Puede añadirse sal, pero durante el hervor, no después. Sería mejor que hubiese una olla para el material (instrumental, bandejas, recipientes, vendas) y otro para preparar agua hervida.

– Luego pone los equipos en sus cajas y las cierra, protegiéndolas con lienzos. En cada caja podría poner el equipo para una intervención, más paños, vendas y drenajes (hilas). Se podrían tener preparadas unas decenas, para atender las bajas «cotidianas» (heridas en patrullas, accidentes y demás).

– Otro ayudante se encarga de tener una mesa limpia, a ser posible metálica, que prepara con una solución de jabón concentrado con exceso de sosa (puede almacenarse sin problemas).

– Durante la batalla, a medida que llegan heridos, se abren las cajas, se pone un lienzo hervido y secado al aire, y encima el instrumental. También allí puede haber recipientes (que se han hervido) que se llenan del agua con sal hervida.

– Cuando los van usando los cirujanos dejan el material usado en cubos.

– Esos cubos vuelven al asistente que los vuelve a preparar, aunque obviamente con menos miramientos:

. Limpia con cuidado los instrumentos para no dejar restos, con cepillo y agua jabonosa.

. Luego los deja en la marmita que hierve.

. Tras unos minutos se extraen y se cuelgan para que se sequen al aire.

. Luego los vuelve a meter en cajas y se envían a la mesa.

. Si hay lejía, la alternativa es tenerlos en ella y luego lavarlos con agua hervida. La lejía la reservaría yo para otra cosa.

– En la mesa el lienzo se cambia cuando está bastante manchado: se limpia con agua y jabón, se seca con paño limpio y se pone otro paño hervido.

– Parte del material se podría tener almacenado: vendas y lienzos que tras ser hervidos y secados al aire, se plieguen y se guarden en fardos protegidos con tela encerada y alejados de la humedad. No es un sistema estéril pero al menos es limpio, y mejor eso que nada. No será raro que a poco que la batalla sea enconada se agoten los paños y las vendas.

– Un probable foco de infección son los cepillos: debe haber bastantes, para que estén continuamente limpios: tras unos pocos usos, se limpian entre sí, se enjuagan hasta que no queden restos visibles, y a la olla o a la lejía.

Será muy importante la higiene personal haciendo hincapié en las uñas (lavárselas con cepillo). Hay un truco para las uñas: rascar una pastilla de jabón o de cera para que se llenen los espacios bajo ellas. De vez en cuando, lavados con cepillo, otra rascada, y al tajo.

Otro factor a combatir serían las moscas: la tienda donde se prepara el material y donde se secan las vendas y lienzos tras el hervido debe estar protegida con mosquiteras de gasa, que podrían haber estado impregnadas con Citronela. Es fundamental pues las moscas son vectores de infección que van de cadáveres a material limpio.

Desde luego este sistema requiere personal: al menos un par de ayudantes por equipo quirúrgico, pero no requerirán demasiada formación. Se van a necesitar bastantes huegos de material pero no es demasiado complejo y podría ser fabricado hasta por herreros locales (aunque tendrán que pulirlos a fondo para que no queden pequeñas cavidades; si no brilla, malo). Se va a necesitar muchísima tela limpia, para lienzos, vendas, gasas y demás, pero es que ese es un probable foco de infección.

El sistema no impedirá contagios de enfermedades como la Hepatitis B (por entonces menos frecuente) pero evitará la transmisión de infecciones. No es asunto menor: cuando se empezó a emplear la anestesia para el tratamiento de los heridos (durante la guerra francoprusiana) la mortalidad de estos se disparó, porque los cirujanos tenían más tiempo para hurgar en las heridas con sus manos e instrumentos sucios.

Saludos

[Domper]

Respecto a cómo extender las prácticas médicas: corregidme si me equivoco, pero dentro de la estructura gremial de la época, el de los cirujanos barberos era de categoría muy inferior al de los médicos. Estos últimos raramente se manchaban las manos: empleaban prácticas semimágicas (pociones, emplastos y demás potingues de nula eficacia) cuando no perjudiciales (sangrías; recomiendo crucificar a quién las haga) y si había algo que cortar, se lo dejaban a los barberos o a las parteras.

Los barbero-cirujanos se dedicaban a lo vulgar: reducir fracturas o luxaciones, sajar abscesos, quitar muelas, suturar heridas y demás. Indicio de su categoría era que se dedicasen a afeitar además de a curar. Recuérdese que las bandas blancas y rojas eran signo de los paños manchados de sangre (posteriormente se añadió el azul).Con todo, en España no era raro que hubiese «niveles», e del cirujano y el del barbero-sacamuelas. En todo caso, siendo personal de inferior categoría y que no tenía la «formación» universitaria de los físicos, sería más fácil e convencer.

Por otra parte Don Francisco cuenta con dos enormes ventajas:

– El favor real. Va a ser difícil que el rey permita acusaciones pro brujería al que le ha curado la boca sin dolor y ha salvado de la muerte cierta a un sobrino.

– El favor de los soldados. La gente en el siglo XVII no era menos inteligente que ahora. Tras un par de combates los soldados verán que con el nuevo método se salvan de la muerte o de la amputación heridos que antes estaban condenados, y además se consigue sin dolor. Siempre habrá renuentes, pero los cirujanos eficaces suelen lograr el aprecio de los militares. Bastará que vean una extracción de una bala o una amputación sin dolor para que queden asombrados.

A cambio, un problema: estamos en lo peor de la Contrarreforma, y el papa Barberini se había convertido en un teólogo fanático. Defendía, entre otras, la teoría de la Transubstantación, que se basaba en el principio aristotélico según el cual los cuerpos tienen substancia (su esencia) y accidente (lo que se ve) algo que se da de patadas con la física y la química. Al menos Don Pedro está cultivando el favor eclesiástico, y el papa Barberini no es demasiado popular en tierras hispanas. Aunque el peligro estará en los jesuitas.

Saludos

[Gaspacher]

Más o menos había pensado lo mismo, aunque creo que se podría diseñar un "autoclave industrial de campaña", un carro-horno de hierro en el que mantener el fuego ardiendo de forma semipermanente, al menos y durante la batalla permanente, con dos o tres grandes hornillos con la forma de las ollas en los en los que poder ir rotando un juego de varias ollas a presión. En un horno sanitario con tres fuegos se podría llenar una olla cada diez minutos, permitiendo treinta minutos de hervido a presión del instrumental, y habría que tener al menos una cuarta olla en proceso de llenado, y una o dos en secado, para lo que podría ser adecuado un cesto de rejilla de latón o similar que permitiese el escurrido y secado con rapidez.

Una vez seco, el instrumental debería disponerse en superficies lo más estériles posible. Por supuesto las bandejas de metálicas bruñidas serían de gran utilidad, y tratándose de una batalla y un rápido uso no debería haber demasiados problemas asociados a su uso. Los lienzos...no sé, tal vez fuese mejor intentar crear algún tipo de papel satinado pues este casi no tiene porosidad, con la ventaja que también permitiría crear empaques "estériles" de con una suerte de sobres de papel satinado sellado al calor.

Pero para todo esto hace falta que el hospital de campaña vaya sacando sus conclusiones y plasmándolas en papel, de forma que en unos años pueda publicarse un manual de cirugía y sanidad en campaña...luego ya se preocupara Pedro de que se adopte en el ejercito y la armada...