A diferencia de Santander o Logroño (o Segovia, que también lo intentó sin éxito), en León el "cacique" local (o sea, Rodolfo Martín Villa) era ministro y después vicepresidente del gobierno, y no tenía interés alguno en que se constituyese una comunidad autónoma para ser presidente. Y no fue ministro de cualquier cosa, sino de Administración Territorial, o sea, era precisamente el encargado de gestionar todo el proceso autonómico. Se tomó un empeño personal en que no prosperase la autonomía leonesa (llegó a llamar personalmente, de uno en uno, a todos los alcaldes de la provincia de León para que la diputación provincial no votase a favor de la misma).ñugares escribió:Yo la verdad que en el caso de León no entiendo que se la uniera a Castilla ,
Añadimos que los leonesistas tampoco tenían muy claro lo que querían: unos apoyaban la región tradicional: León, Zamora y Salamanca (pero en Zamora y sobre todo Salamanca no estaban por la labor), otros la unión con Asturias (que tampoco entusiasmaba al otro lado de Pajares) y algunos más la autonomía uniprovincial (que probablemente era la única alternativa viable por entonces).
Un saludo