La batalla de los Castillejos

[tercioidiaquez]

Pero el intenso fuego marroquí se cobró su precio en vidas de los húsares, que dificultados por el terreno y desorganizados por la carga, recibieron el apoyo de fuego del "Luchana", y bajo su amparo se replegaron, saliendo del valle y desplegando en la llanura, ya más cerca de la costa.

Mientras, el II Cuerpo había llegado a la zona relevando a la marinería y a la división de reserva, que ocupaba las alturas y se aprestaba a defenderlas, para permitir que las recién llegadas tropas, dieran el golpe de gracia a los marroquís.

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Pero el gran número del enemigo, impidió que el II Cuerpo se lanzará al ataque según llegara al campo de batalla, primero debía relevar a la división de reserva, que tan duramente llevaba varias horas combatiendo.
Tan fuertes eran los ataques enemigos, que los artilleros e ingenieros de la división de Prim, debieron entrar en línea y responder como fusileros a los ataques del enemigo, lográndose mantener la posición.

En esta situación, el batallón del regimiento Córdoba se disponía a relevar al batallón del regimiento del Príncipe.
Los infantes, habían soltado sus mochilas para poder maniobrar con mayor libertad, pero el intenso fuego enemigo, hizo titubear a los soldados, que momentaneamente pararon su avace.

Prim no lo dudó. Montado en su caballo, se acercó al Córdoba, quitándole a su portador la bandera, y dirigiéndose a los infantes gritó:

"Soldados, vosotros podeis abandonar estas mochilas que son vuestras, pero no esta bandera que es de la Patria. Yo voy a meterme entre las filas del enemigo ¿Permitireis que el estanderte de España, caiga en poder de los moros? ¿Dejareis morir solo a vuestro general?
Soldados, viva España, viva la Reina".

[Carlos Valenzuela]

Prim no lo dudó. Montado en su caballo, se acercó al Córdoba, quitándole a su portador la bandera, y dirigiéndose a los infantes gritó:

"Soldados, vosotros podeis abandonar estas mochilas que son vuestras, pero no esta bandera que es de la Patria. Yo voy a meterme entre las filas del enemigo ¿Permitireis que el estanderte de España, caiga en poder de los moros? ¿Dejareis morir solo a vuestro general?
Soldados, viva España, viva la Reina".

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La reacción del Córdoba fue inmediata.
Siguiendo a Prim se lanzaron hacia adelante, logrando detener el ataque de los moros, que sufrieron grandes bajas.
Mientras, el resto de batallones entró en línea y se lanzó un asalto general contra las posiciones enemigas, cediendo el campo las tropas marroquíes y quedando el terreno en posesión de las tropas españolas.

La batalla, durísima, pues había durado desde el amanecer hasta las 4 de la tarde, se cobró más de 2.000 bajas entre los moros y unos 500 `por parte española.

El Teniente General Zabala, jefe del II cuerpo, tuvo que ser evacuado al desmontar de su caballo, pues sufrió una parálisis tras más de 10 horas montado, dirigiendo a las tropas.

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Algunas curiosidades sobre la guerra de África:

Esta guerra significó el estreno en combate del "ros", prenda de cabeza diseñada por el general Ros de Olano.
Intentaba evitar las dificultades que proporcionaban los antiguos "chacós"; largos, incómodos de llevar y que proporcionaban poca utilidad al soldado.

Solo lo logró en parte, pues como pueden atestiguar los que todavía hoy en día lo utilizan en determinadas unidades con uniformidad de época, la mala colocación del ros, origina dolores de cabeza, al apretar en demasía.

Hay una expresión en castellano "Me cago en ros...", que no me extrañaría que estuviese dedicada a este sombrero y a su incomodidad.


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[Carlos Valenzuela]

Esta guerra significó el estreno en combate del "ros", prenda de cabeza diseñada por el general Ros de Olano.

Esta prenda ¿no deja de ser un quepis? ¿O tiene algunas variaciones sobre el quepis "ordinario" que lo hagan más incómodo o molesto?


Un saludo.
Magnífico hilo.

[tercioidiaquez]

El quepis (me refiero al actual francés) es más redondo que el ros y el "imperial" (así se llama la "tapa", la parte superior) es lisa, mientras que en el ros de la época se elevaba ligeramente hacia la "nesga" (el frontal de la prenda de cabeza.
En cuanto a comodidad no puedo hablar por el quepis, pero el "ros" atestiguo que como no se asentara bien, te machacaba la cabeza.
A pesar de todo, hay que reconocer que respecto al chacó clásico tuvo que ser un avance, ya que al ser más bajo sería más fácil para el soldado moverse con él y soportar menos peso.

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Para celebrar la victoria, se celebró un desfile en Madrid.
Durante un tiempo, las tropas acamparon en una zona de las afueras, y que desde entonces quedó con el nombre de "Campamento", nombre que aun conserva y que durante muchos años ha contado con gran número de acuartelamientos militares.

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Los leones de las Cortes.
Fundidos con los cañones tomados al enemigo en la guerra de África, son todavía hoy en día, uno de los elementos característicos de Madrid.
Situados en las puertas del Congreso, en la Carrera de San Jerónimo, los dos animales fueron, como no podía ser de otra forma, bautizados rápidamente debido al gracejo madrileño como "Daoiz y Velarde".
Y es que muchas veces, el pueblo no necesita que ningún gobierno les recuerde a sus héroes.

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