reytuerto escribió: ↑06 Oct 2020, 17:37
Hola a todos:
Una pregunta, tendenciosa tal vez (o en todo caso, inoportuna), pero el PSOE alguna vez se ha disculpado por el golpe fallido contra la Republica de 1934? Saludos y gracias anticipadas.
Para mí ese es el gran error del PSOE, considerarse el continuador de aquel partido y por dos motivos:
1.- Los efectos de la gran guerra, la revolución soviética y la destrucción de los espacios políticos de los imperios alemán, austro-húngaro y otomano dejaron un mundo convulso. La violencia se adueñó de la política y los ciudadanos, que tanto sufrieron en la guerra demandaron mejoras en sus condiciones de vida. El gran cambio social que ya venía gestándose desde fines del XIX se aceleró y se produjeron grandes reformas sociales, pero también se encauzó por la vía revolucionaria a imitación de Rusia. Los partidos socialistas se situaron entre las dos vías, la propugnada por la socialdemocracia alemana y la revolucionaria. También en el PSOE. En España, un país de fuertes desigualdades sociales y con escasa protección de las clases desfavorecidas, la derrota del 98 y el aire de los tiempos hicieron patente la necesidad de iniciar esas reformas. En 1900 se creó el Ministerio de Instrucción Pública, que pasó la gestión de la enseñanza de los ayuntamientos al estado y redujo la penuria económica de los maestros y en 1903 el Instituto de Reformas Sociales, inicio del sistema de Seguridad Social (no olvidado la ley de accidentes de trabajo de 1900). La República supuso un gran paso adelante en las reformas, pero la polarización de la sociedad, espejo de la europea, llevó a que parte de la izquierda optara por la vía revolucionaria en tanto que la derecha iba acariciando un régimen autoritario.
Aquel PSOE respondía a aquella sociedad y hoy debería olvidar aquélla conexión que en nada favorece. Sus errores respondían a otros tiempos, como lo errores de la derecha. No deberían verse en ese espejo.
2.- Realmente aquel PSOE, el del exilio, desapareció. Lo que quedaba de él, dirigido por Llopis, al que le usurparon el nombre un grupo de jóvenes del interior y que obligaron a denominarlo PSOE (h), por histórico, no vendió una escoba en las primeras elecciones y el PSOE de Felipe, el del interior, apoyado por la Internacional Socialista, lo subsumió; pero ya era otra gente, un PSOE moderno para una España moderna muy diferente de aquella de 1936, que se hizo socialdemócrata en su XXVII Congreso de 1976. Existe vinculación sentimental y de herencia, pero nada le debe unir con el PSOE de la guerra.
Caló el chapeo, requirió la espada, miró al soslayo, fuese y no hubo nada.