log escribió: ↑10 Oct 2020, 17:13A qué distancia fue el enfrentamiento?, más allá del horizonte los sensores del buque no podrían “ver” a la fragata para dirigir los misiles
Exactamente lo mismo que pasa con misiles antibuque. Se pueden lanzar a ver qué pillan; pero las probabilidades de que no encuentren nada no son pequeñas. La cuestión ¿Quién se enteraría antes de por dónde andaba el otro?
Si es uno contra uno, los equipos Aegis ganan por goleada. Si es en un grupo de batalla, es probable que los Aegis estén calladitos, a ver qué pillan, recibiendo información de radares aerotransportados. La primera noticia de su presencia puede ser un misil.
El Yamato quedaría hecho un adefesio, pero seguiría navegando y disparando.
Con bombas de caída libre lo dejaron bastante mal, imagina el impacto hipersónico de un mastodonte de 10 metros y 300 kilos de explosivo. Pero vale está bien, sobrevive milagrosamente a dos impactos. Aún le quedan 14 misiles a la fragata rusa...[/quote]
Por de pronto, el Yamato requirió algo más de un par de bombas. Recuérdense los castigos que soportaron su gemelo Mushasi o el Bismarck.
Por otra parte, me parece que no ha buscado lo del capacete. Me explico.
A principios del siglo pasado, con la introducción de cañones navales de alta velocidad, se encontró un efecto inesperado: a velocidades elevadas, la punta de los proyectiles se desmoronaba, y el proyectil se fragmentaba sin penetrar. Al fragmentarse, además, la carga explosiva se rompía y, o no actuaba, o lo había por fuera de la coraza. Se causaban daños (la coraza podía hundirse) pero el proyectil no penetraba en el interior del buque, y los efectos eran relativamente pequeños.
De hecho, se vio que era mucho más efectivo un proyectil que cayese con menor velocidad pero con un ángulo agudo, que uno de alta velocidad de trayectoria plana. Pero ya nos metemos en la filosofía de la artillería naval, y no es el hilo.
Una cabeza de combate con 300 kg de explosivos no es perforante, sino lo que entonces se conocía por semiperforante, que se aplastará contra la placa de coraza. La enorme energía cinética de un misil hipersónico haría que se deshiciese; probablemente no daría tiempo ni a que estallase. Si lo hiciese, sería por fuera de la coraza, y aunque causaría un desbarajuste entre las posiciones expuestas (la antiaérea) la ciudadela blindada quedaría incólume. La elevada velocidad del misil, por otra parte, crea problemas como la activación de las espoletas para que el misil estalle en su sitio, es decir, en el interior del buque.
Otro problema es el del “centroide”. El análisis de la distribución de los impactos en el South Dakota o en el San Francisco en Guadalcanal mostraron que se distribuían en una especie de elipse centrada en las superestructuras, y que muy pocos proyectiles tocaron el cintirón blindado; la mayoría pasaron por encima. La diferencia de entonces era que un barco d ela SGM podía acabar con las superestructuras demolidas, y seguir combatiendo (el South Dakota se recuperó en unos minutos del cañoneo de un acorazado y dos cruceros pesados) pero un buque actual, no. De ahí que los misiles no apunten justo al nivel de la flotación, y menos uno tan veloz. Se apunta al centro de la señal, o un poco por debajo, lo que significa por encima de la cubierta blindada.
La cubierta blindada es otro problema porque estaba diseñada expresamente con acero más flexible que maximizaba las posibilidades de que los proyectiles rebotasen. Aunque un acorazado parezca muy alto, en su interior recordaba a un monitor, es decir, una balsa acorazada que apenas afloraba de la superficie, con las torres de la artillería y la de mando. Lo demás, superestructuras “sacrificables”.
Eso no quiere decir que no se pueda diseñar una cabeza de combate perforante eficaz contra un acorazado; pero en la actualidad no las hay para estos misiles. Sí para bombas, que se han empleado contra búnkeres, pero es cuestión aparte.
De ahí que un Yamato tenía bastantes posibilidades de seguir operativo (aunque con daños) tras ser alcanzado por esos misiles. Tal vez fuese más peligroso el fuego por el combustible no empleado.
Aparte que lo dicho. Un misil Onyx pesa el triple que un Harpoon. Montarlos implica peso y espacio. En una F-100 se ha preferido emplear ese peso y espacio en sistemas electrónicos., y gastar el dinero en aviación naval. Más bien, los Kirov son los equivalentes a los Yamato (o al Hood) de otra época: barcos grandes, poderosos, pero muy caros y vulnerables, cuando el dinero está mejor gastado en aviación naval.
Saludos