El sistema colonial ha ido borrando de nuestra memoria todo lo que está relacionado con los primeros y legítimos habitantes de estas Islas, los guanches, y aunque en 1812 Canarias pasó a ser una provincia de España, igual que Cuba, en la práctica todo siguió como antes; pues hasta principios del siglo XX se empleó el calificativo "español, la", en vez del actual peninsular. En esta fecha surgió una gran preocupación por conservar las Islas Canarias, tras perder España a Cuba, Puerto Rico y Filipinas, según se desprende de "La literatura militar" que el historiador Julio Hernández publicó en el periódico EL DÍA a mediados de los años ochenta. En dicha correspondencia, los militares en Canarias le pedían a su Majestad que enviaran oficiales ejemplares para no perder esta última colonia.
Mentira.
La supuesta falta de preocupación por defender las Canarias es una falacia.
Basta con mirar el resto de "defensas" peninsulares.
Si no hubiera existido esa preocupación, no se habrían establecido las milicias regladas, en el mismo nivel de igualdad que en la península.
Un burdo intento de manipulación.
Paulatinamente, el aparato estatal ha venido reforzando la "españolidad" de Canarias, logrando que los ciudadanos de estas Islas no sepan lo más importante de su historia ni de quiénes descienden, ya que a la gran mayoría de los guanches les dieron apellidos castellanos. Para ello, el sistema colonial sigue contando con muchos aliados, incluso para imponer miedo. Cuenta con políticos que colaboran porque tienen miedo a perder sus privilegios. Encuentra colaboradores en la cultura canaria, verdaderos mercenarios que buscan protección y suculentas subvenciones. Asimismo hay intelectuales "agradecidos" o que simplemente tienen miedo a ser marginados, a no poder optar a premios y reconocimientos; también existen muchos profesionales, especialmente profesores, que tienen miedo a no poder ascender, igual que padres de familia que temen que puedan tomar represalias con sus hijos al optar a un puesto de trabajo. Aquí también hay miedo a ser tachados de racistas o xenófobos para que nadie proteste aunque se sienta perjudicado con respecto a un foráneo; pues ya no nos preguntan si somos canarios, sino residentes. Los políticos canarios hablan de dar preferencia al trabajo a los "residentes". El estatuto de la falsa autonomía refleja estratégicamente que todos los que viven en estas Islas son canarios. No podemos negarles sus derechos, pero no es lo mismo ser residente que canario
Párrafo que roza el racismo.
El que los canarios no sepan la historia de sus islas, será igual o en mayor medida que yo, madrileño, no me sé la historia de los turdetanos.
Más que nada debido a la falta de vestigios. Pero por esa regla de tres, los turdetanos, los arevacos, losilerdetes y el resto de pueblos de la península, podrían ser los inspiradores de movimientos independentistas en Castilla, Levante o ´Lérida.
Burda manipulación como no puede ser de otra manera, sobre todo inventándose una historia.
En cuanto a lo de los políticos y demás, siempre es lo mismo, si no comulgan con sus ideas son unos "vendidos" por dinero. Me gustaría saber, cuanto dinero se llevan todos estos iluminados para levantar y falsear la historia que algunos memos terminan por creerse, y es que los nacionalismos en España, son en gran parte, un negocio muy provechoso, pero sobre todo para algunos.
Existe mucho miedo; sobre todo, miedo a ser canarios libres, a vivir en auténtica democracia, en un Estado canario soberano reconocido en la ONU, en una república social y democrática, protegida por el Derecho Internacional como, por ejemplo, el archipiélago de Cabo Verde. Hay canarios que tienen miedo a vivir mejor, miedo a no tener que pedirle a España y a la UE, miedo a poder disfrutar de una mejor renta per cápita. Por ello debemos perder todo el miedo de una vez y sustituirlo por seguridad, prosperidad y progreso en general, pero libres como nuestros antepasados guanches antes de ser sometidos. Varios de ellos no pudieron soportar la pérdida de libertad y prefirieron suicidarse, tales como Bentejuí, último jefe indígena de Canaria, y Bentor, hijo del poderoso mencey Bencomo en Tenerife, mientras que otros murieron luchando, como Doramas y Tinguaro. Todos ellos también tuvieron mucho miedo, pero a no ser libres; con toda seguridad pensarían en la libertad para sus descendientes, pero nunca que tendría que transcurrir tanto tiempo. ¡Debemos abandonar la jaula!
Obviamente miedo a hacer el ridículo no tiene.
El decir que en Canarias y por ende en España no hay democracia es un viejo recurso que ya usan los que en estas elecciones no pueden presentarse en el País Vasco.
Me gustaría saber cuanta sangre "guanche" tiene el soplagaitas este...
“…Las piezas de campaña se perdieron; bandera de español ninguna…” Duque de Alba tras la batalla de Heiligerlee.