Ha surgido una
Fundación de Hombres Maltratados, y esto ha provocado un gran escándalo. Prueba de que lo polémico no es lo que se dice, sino la sociedad que lo recibe, es la controversia en torno a una frase de una verdad sencilla y fundamental: existen hombres maltratados por sus parejas.
¿Hombres maltratados por mujeres?, responde la propaganda. Y más: ¿hombres maltratados por un Estado que considera la perspectiva de género como un dogma y sesga el tratamiento judicial del ciudadano según su sexo desde la ley de 2005? ¿Pero qué clase de mentira es esta? Bien: no es mentira, es verdad. Y decir que algo es verdad no implica que otra cosa sea falsa. Existen mujeres maltratadas. Existe violencia machista. Y existen hombres maltratados, y violencia contra ellos, y un maltrato consecuencia, como daño colateral, de los mecanismos legales para proteger a las mujeres. Existe además desprecio ante sus quejas, y desatención, y disparidad, e incentivos para hundir la vida de un hombre con trucos que todos los abogados de familia conocen a la perfección.
Y, sin embargo, denunciar la segunda parte, como hace esa Fundación, te convierte en "negacionista". Bien: ¿Quién es realmente "negacionista"? La ministra de Igualdad ha dicho que no le parece ético que se conforme esa fundación, y los medios, mientras tanto, los tachan de "negacionistas" sin que desde este grupo se haya negado en ningún momento la violencia machista.
De hecho, el Convenio de Estambul, la ONU y demás organismos oficiales llaman "violencia de género" a la que sufre una persona por razón de su sexo, y aunque explicitan que las mujeres la sufren con mayor frecuencia, incluyen a los hombres. En España, sin embargo, la ley de violencia de género define la violencia de género como la que "sufren las mujeres por el hecho de serlo".
Repito, ¿Quién es "negacionista"? He decidido hablar un rato con
Juan Manuel Melgar, portavoz de la Fundación Hombres Maltratados, a quien conozco desde hace años por su canal de YouTube,
Experto en Igualdad, que recomiendo a cualquiera que tenga interés en abrirse camino en este asunto más allá de las barreras de la propaganda.
PREGUNTA. Leo en la prensa y cuentas de Twitter que Mazón se "arrodilla ante el negacionismo" porque permite crear una fundación de hombres maltratados por mujeres. Esta idea, ¿no suena algo negacionista?
RESPUESTA. Juan, por lo que he leído en algunos medios, a raíz de esta polémica, el PSOE en las Cortes valencianas va a presentar una iniciativa para que la Generalitat nunca nos conceda ninguna ayuda. Aparte nos han llamado negacionistas, machistas, extremistas, etcétera. Es decir, no solo son negacionistas del maltrato que sufre el hombre sino que además son violentos con aquellos que los defienden.
P. Por ir al meollo, y visto que parece negarse la violencia contra los hombres, ¿sois negacionistas de la violencia contra las mujeres?
R. Justo al contrario, el eslogan que aparece al principio de nuestra página reza que la existencia de "A" no significa la no existencia de "B". Por supuesto que existe la violencia hacia la mujer en la pareja y por supuesto que es un problema social, nosotros simplemente señalamos que también el hombre puede sufrir violencia en la pareja. Lo que parece es que molesta que se hable de la existencia de hombres maltratados porque no encaja en el discurso ideológico que marca la perspectiva de género imperante.
P. ¿Cómo surge vuestra fundación de hombres maltratados?
R. La fundación surge de la iniciativa de hombres y familiares de hombres que han sufrido maltrato en el ámbito de la pareja y han visto lo dispares que son las leyes para ambos sexos. De tal manera que uno se encuentra totalmente desamparando ante un sistema que parte de la idea de que eres culpable por el sexo de nacimiento y cuyos mecanismos están pensados únicamente para defender a la parte femenina de la relación.
P. ¿Entran en esta categoría los hombres emparejados con otros hombres?
R. No, porque los hombres maltratados por otros hombres no sufren de esta disparidad legal. Es decir: de cara a las fuerzas del orden y fuerzas jurídicas van a estar en igualdad de condiciones. No se va a dar por hecho quién es el maltratador por el ser hombre de la relación, porque ambos son los hombres de la relación.
P. ¿Cuántos hombres son maltratados por sus parejas mujeres?
R. Existe un meta-estudio conocido como PASK (The partner abuse State of knowledge project) que recoge un total de 1.700 estudios sobre el maltrato en la pareja realizados por todo el mundo. No estoy hablando de 1.700 casos, sino de 1.700 estudios, cada uno de ellos con centenares de casos, y el resultado que se obtiene es que la amplia mayoría de la violencia en la pareja es bidireccional, es decir son situaciones en las que se agreden mutuamente. Aparte, en aquellas en las que el agresor es solamente uno de los dos, no hay diferencias significativas entre el porcentaje que supone los de uno u otro sexo, tanto en las agresiones físicas como en las psicológicas.
En otras palabras, el maltrato que sufre el hombre en la pareja es tan común como el que sufre la mujer. La principal diferencia estriba en que el hombre maltratado no denuncia, porque no se le ha enseñado a identificarse como tal. Es muy raro que un hombre denuncie a su pareja por haberle dado un bofetón, de hecho a nivel social se toma como algo cómico.
P. ¿Los hombres son maltratados por el Estado en España?
R. Pues en cierta forma sí, ya que los ha convertido en ciudadanos de segunda, sobre todo cuando son víctimas. Ya no es solo que no puedan acceder a las mismas ayudas que las mujeres maltratadas en el ámbito de la pareja, sino que tampoco un hombre agredido sexualmente puede recibir la atención psicológica y ayudas económicas que sí están disponibles para mujeres y niños. Aceptar que los hombres también pueden ser víctimas va en contra de la perspectiva de género actual que promueve el feminismo radical.
P. ¿Cuáles son las consecuencias del maltrato a los hombres?
R. Baja autoestima, anulación de la personalidad, depresión, varios problemas psicológicos que pueden desembocar en trastornos… A veces incluso tanto maltratado como maltratador se acostumbran a entender las relaciones dentro del círculo de la violencia con lo que vuelven a reproducirlo en relaciones posteriores. Todo esto son problemas comunes en todos los maltratados, con independencia del sexo, la diferencia estriba en que en el caso del hombre el sistema de justicia se convierte en otra herramienta de maltrato. La mujer que quiera puede, mediante una simple llamada, meter en el calabozo a su pareja "para que aprenda", aunque luego nunca se llegue a demostrar que el hombre sea culpable de nada. Desde que se aprobó la ley de violencia de género hay más de un millón de hombres que han pasado por esa situación.
P. ¿Qué recursos se destinan a los hombres maltratados en España?
R. Por nuestra parte puedo decir que nuestra fundación no recibe ningún tipo de subvención, ni me consta que ninguna especializada en el maltrato a los hombres la reciba. Sí es cierto que un hombre maltratado en teoría puede recibir la Renta Activa de Inserción, pero acreditarse como hombre maltratado es más complicado que hacerlo como mujer. Según indica el BOE de 13 de diciembre de 2021 para acreditarse como mujer maltratada vale incluso la sentencia que absuelve a su supuesto maltratador. Es una absoluta locura.
Igualmente la justicia siempre es gratuita para una mujer víctima de violencia de género, aunque sea millonaria. En cambio si eres hombre y ganas poco más del sueldo mínimo vas a tener que pagarlo de tu bolsillo.
P. Una mujer pega a un hombre. El hombre le devuelve el golpe. ¿Qué dice un juez?
R. Al principio, cuando se aprobó la ley había una minoría de jueces que pedían la existencia de un ánimo de dominación por parte del hombre para que se considerase violencia de género. No obstante a partir de la sentencia del Supremo STS 4353/2018 que crea jurisprudencia, se deja bien claro que cualquier agresión mutua SIEMPRE es violencia de género del hombres sobre la mujer, aunque la mujer golpee primero o en más ocasiones.
Se parte del dogma de que los golpes que haya dado la mujer los ha hecho "por cualquier motivo", mientras que en el caso del hombre, el motivo principal siempre ha sido "por ser mujer". Esto a mi parecer es abandonar el sentido común en pos de la ideología.
P. Años de lucha contra la violencia de género desde la ley de 2005, millones en recursos, observatorios, propaganda sistemática... ¿Qué efecto ha tenido todo esto en la violencia contra las mujeres?
R. El efecto todos lo conocemos porque nos lo repiten continuamente. Más de mil mujeres asesinadas durante los 20 años que dicha ley ha estado vigente. En los últimos diez años la cifra se mantiene estable en torno a las 50 asesinadas al año, por lo que no parece que esta ley sea eficiente.
Por otra parte, estas leyes y la perspectiva de género lo que ha provocado es una absurda guerra de sexos que se acrecienta en los jóvenes. Basta con pasearse por las redes sociales para ver como cada vez ambos son más agresivos con respecto al opuesto. Por otra parte, las relaciones también se tienden a judicializar. El número de denuncias en el último año rozó las 200.000. Conozco casos de hombres que han sido denunciados por un "vete a la mierda" en una discusión o por decirle a su pareja "eres una desgraciada" en un contexto en el que ella le había atacado igualmente. A veces tengo la impresión de que lo que realmente se aboga es por el separatismo de género.
P. ¿Qué esperáis conseguir, entonces?
R. Tenemos cuatro líneas de actuación.
Uno, ayudar a los hombres que están inmersos en el día de hoy en un duro e injusto proceso jurídico ofreciéndoles servicios jurídicos y psicológicos.
Dos: creemos que es importante crear conciencia social sobre la problemática del hombre como víctima, con la esperanza de que llegue el día en que haya una verdadera igualdad de género y se reconozca que también existe la violencia mutua, la que sufre el hombre y la que sufre la mujer.
Tres, estamos documentando todos los casos que nos llegan por la web para realizar un macroestudio sobre la violencia ejercida hacia los hombres por sus parejas, y cómo actúa la denuncia falsa en medio de este proceso de violencia, de manera que podamos dejar informes que sirvan de base científica para futuros cambios estructurales en las leyes que nos son injustas. Aunque a nivel informal todos sabemos lo que ocurre realmente, necesitamos aportar datos, y si el Estado no lo hace lo haremos nosotros como Fundación.
Por último, pertenecemos a una organización internacional, DAVIA (Alianza Internacional contra el Abuso y la Violencia Doméstica), con sede en Washington y a la cual pertenecemos 140 asociaciones de 35 países (13 de la UE). Nuestras miras es actuar a nivel global porque este problema social es mundial y necesita soluciones globales y no solo locales.
https://www.elconfidencial.com/cultura/ ... o_3881686/