Mi nombre real es Héctor (me puse Pedro Miranda por el autor de un libro que estaba viendo cuando me hice el nick, no se me ocurrió nada más original). El hecho es que, hace tiempo, en un canal de youtube de un chico moscovita que hacía entrevistas a sus paisanos, hice un comentario sarcástico sobre algo de lo que se argumentaba en el canal, algo sobre la hospitalidad de los rusos. El canal es de entrevistas es 1420, de Daniil Orain, y el vídeo, “What if we are actually the bad guys?” (¿Qué pasa si realmente somos los chicos malos?).reytuerto escribió: ↑07 Jun 2024, 17:06 Estimado Pedro:
Hace muchísimos años, conversando con un forista alemán, me contaba que, desde su punto de vista, hubo países perdedores y perdedores de la WWII. Por decir, Alemania Federal y Japón, fueron países derrotados inapelablemente, sufrieron enorme una destrucción de la infraestructura preexistente, y fueron desmembrados y ocupados militarmente por las potencias vencedoras. Pero fueron reconstruidos por sus vencedores (sí, a los aliados occidentales les convenia un Japón y una Alemania fuertes) y, sobre todo, por primera vez en su historia, fueron democracias funcionales (no como la cojeante, vulnerable y malquerida república de Weimar) y el militarismo fue desterrado del escenario político para siempre. En cambio, Polonia, alineo al lado de los vencedores, pero fue en la práctica, un país perdedor: ocupada militarmente por los soviéticos, desmembrada en su porción oriental (aunque haya recibido Silesia como compensación), con miles de polacos libres en el exilio, sin la posibilidad de ayudas económicas occidentales, sometida primero a una república popular y luego a un estado comunista, reprimida en los 50s y viviendo bajo un virtual vasallaje imperial ruso/soviético (no nos engañemos, el imperialismo soviético era el imperialismo ruso con otros ropajes, pero como se dice en este lado del mundo "la mona aunque se vista de seda, mona se queda"), los polacos ciertamente no se sentían bien con el reordenamiento mundial que les tocó vivir durante 40 años, y a las primeras de cambio, alinearon con Occidente.
A lo que voy, para un iberoamericano que no ha vivido bajo la bota rusa, lo que viven los polacos, bálticos, ucranianos o georgianos es una realidad tan remota como lo podía ser el incidente de Nomohan para un francés en 1939. Si a eso le sumamos la estúpida atracción que sufren las élites intelectuales de este lado del mundo por regímenes totalitarios como el de los Castro en Cuba; la igualmente absurda fascinación por el autoritarismo demodè de regímenes como el chino o el ruso, tenemos el panorama servido. Irenos también tenemos por aquí. Saludos cordiales.
Me sorprendieron mucho algunas reacciones y el debate que se generó. Dejo por aquí algunas capturas.
Mi comentario : “La legendaria hospitalidad rusa, ya conocida por afganos, checos, polacos, georgianos, fineses, sirios, estonios, letones, lituanos, chechenos, húngaros... Seguro que será una alegría para un niño ucraniano bajo las ruinas de un edificio residencial, el ser atacado por gente así de amigable”.
Algunas respuestas:
- Olvidas a chinos y japoneses, y creo que están esperando el momento adecuado para retomar lo que es suyo.
- Los rusos son buena gente y te darán hasta su última camisa. Bueno, a menos que sus gobernantes le digan otra cosa. En ese caso te la quitarán junto con la piel.
- Añade rumanos y moldavos a la lista...
- Eslovacos también
- Añade alemanes...



En ese canal se generan discusiones curiosas. Hay quien relata historias personales o familiares que dicen mucho más que cuanto podamos contar aquí (ver lo último que he subrayado en la tercera captura). Recomiendo echarles un vistazo a quien tenga tiempo.
Saludos Cordiales.